De Pablo, apóstola de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y de nuestro hermano Timoteob a la congregación de Dios que está en Corinto y a todos los santosc que están en Acaya:d
Él nos consuela en todas nuestras pruebasi para que nosotros podamos consolarj con el consuelo que recibimos de Diosk a los que están sufriendo cualquier clase de prueba.
Ahora bien, si nosotros sufrimos pruebas, es para consolarlos y salvarlos a ustedes.n Y, si nosotros recibimos consuelo, también es para consolarlos a ustedes. Este consuelo los ayuda a aguantar los mismos sufrimientoso que nosotros.
Tenemos una firme confianza en ustedes, porque sabemos que, tal como tienen los mismos sufrimientos que nosotros, también recibirán el mismo consuelop que nosotros.
Hermanos, queremos que estén al tanto de los problemas que tuvimos en la provincia de Asia.q Estuvimos bajo una presión tan grande que superaba nuestras fuerzas, hasta el punto de temer por nuestras vidas.r
De hecho, nos sentimos como si ya estuviéramos condenados a muerte. Esto sucedió para que no confiáramoss en nosotros mismos, sino en el Dios que levanta a los muertos.a
Ustedes también pueden ayudarnos rogando por nosotros.d Así muchos podrán dar graciase por nosotros a causa de la ayuda que recibimos en respuesta a las oracionesf de muchos.
Porque presumimos de esto: nuestra concienciag da testimonio de que en el mundo, y sobre todo con ustedes, nos hemos comportado con santidad y con la sinceridad que viene de Dios, reflejando la bondad inmerecida de Dios y no la sabiduría humana.h
tal como ya han entendido hasta cierto grado que nosotros somos motivo de orgullo para ustedes,j igual que ustedes lo serán para nosotros en el día de nuestro Señor Jesús.k
Mi intención era visitarlos de camino a Macedonian y también de regreso de Macedonia, para que luego ustedeso me acompañaranp parte del camino a Judea.
Pues bien, cuando tomé esa decisión, no traté la cuestión a la ligera,q ¿verdad? ¿O es que yo hago planes por motivos egoístasr y por eso digo “Sí, sí” y luego “No, no”?s
Porque el Hijo de Dios,a Jesucristo, que les predicamos nosotros —es decir, Silvano, Timoteob y yo—, no fue sí pero luego no. En su casoc sí ha sido sí.
Porque, sin importar cuántas sean las promesasd de Dios, estas han llegado a ser sí mediante él.e Por eso, también decimos el aménf a Dios mediante él, y así él recibe gloria por medio de nosotros.
No digo que nosotros seamos amosm de la fe de ustedes —porque ustedes están firmes por su fe—,o sino que somos colaboradoresn para que ustedes estén felices.p
Escribí lo que escribí para que, cuando vaya, no esté tristes por los que debería estar feliz,t porque confíou en que lo que me hace feliz a mí también los hace felices a todos ustedes.
Porque, movido por el sufrimiento y la angustia de mi corazón, les escribí con muchas lágrimas.v Pero no lo hice para que se sintieran tristes,w sino para que supieran lo profundo que es mi amor por ustedes.
Ahora bien, si alguien ha causado tristeza,x no me ha entristecido a mí, sino a todos ustedes hasta cierto punto (para no ser demasiado severo en lo que digo).
Si ustedes le perdonan algo a una persona, yo también se lo perdono.f De hecho, todo lo que yo he perdonado (si es que tuve que perdonar algo) fue por el bien de ustedes delante de Cristo,
¡Le damos gracias a Dios! Él siempre nos guíam en un desfile triunfal en compañían del Cristo y mediante nosotroso esparce por todas partes el aroma del conocimiento acerca de él.
Para estos últimos es un olor de muerte que lleva a la muerte,r pero para los primeros es un aroma de vida que lleva a la vida. ¿Y quién está capacitado para hacer estas cosas?s
Nosotros, porque no somos vendedores ambulantes de la palabra de Dios,t como sí lo son muchos hombres.u Más bien, somos enviados de Dios que hablamosv con toda sinceridad delante de Dios y en compañía de Cristo.
¿Necesitamos empezar a recomendarnos de nuevo a nosotros mismos?w ¿O es que necesitamos, como algunos hombres, cartasx de recomendación para ustedes o de parte de ustedes?
Porque es obvio que ustedes son una carta de Cristo escrita por nosotros como ministros.c No está inscrita con tinta, sino con el espíritud de un Dios vivo, y tampoco está inscrita en tablas de piedra,e sino en tablas de carne, en corazones.f
Él es quien nos ha capacitado para ser ministros de un nuevo pacto,j no de un código escrito,k sino del espíritu.l Pues el código escrito condenam a muerte, pero el espíritu da vida.n
Ahora bien, el código que condena a muerteo y que fue grabado con letras en piedrasp llegó con tanta gloriaq que los hijos de Israel no podían mirar el rostro de Moisés debido a la gloria que reflejaba su rostro,r una gloria que iba a ser eliminada.
y no hacemos como Moisés, que se cubría el rostro con un velod para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fina de lo que se iba a eliminar.
Pero la mente de ellos estaba embotada.b Y hasta este día, cuando se lee el antiguo pacto,c siguen teniendo puesto el mismo velo, porque solo se quita por medio de Cristo.d
Y todos nosotros,l mientras reflejamos como espejos la gloria de Jehovám con rostros descubiertos, somos transformadosn en esa misma imageno que va reflejando más y más gloria,p exactamente como lo hace Jehová,q el Espíritu.
Más bien, hemos renunciado a las cosas vergonzosast que se hacen a escondidas y no actuamos con astucia ni manipulamos la palabra de Dios.u Al contrario, nosotros damos a conocer la verdad y así nos recomendamos a toda conciencia humana delante de Dios.v
para los no creyentes, a quienes el dios de este sistemax les ha cegado la mente,y a fin de que no brille sobre ellos la luzz de las gloriosas buenas noticiasa acerca del Cristo, que es la imagenb de Dios.c
Porque no predicamos acerca de nosotros mismos, sino que predicamos que Jesucristo es Señora y que nosotros somos esclavos de ustedesb por causa de Jesús.
Porque Dios es el que dijo: “Que brille la luzc en medio de la oscuridad”. Y él ha brillado sobre nuestros corazones para iluminarlosd a través del rostro de Cristof con el glorioso conocimientoe de Dios.
Constantemente aguantamos en nuestro cuerpo el trato mortal que sufrió Jesús,r para que la vida de Jesús también se ponga de manifiesto en nuestro cuerpo.s
Porque nosotros, mientras vivimos, constantemente nos enfrentamos cara a cara con la muertet por causa de Jesús, para que la vida de Jesús también se ponga de manifiesto en nuestro cuerpo mortal.u
Ahora bien, tenemos el mismo espíritu de fe del cual se escribió: “Tuve fe y por eso hablé”.w Por lo tanto, nosotros también tenemos fe y por eso hablamos,
Porque todo esto es para suy bien, para que aumente todavía más la abundante bondad inmerecida debido a que hay muchas más personas dando gracias para la gloria de Dios.z
Por lo tanto, no nos rendimos. Aunque la persona que somos por fueraa vaya desgastándose, la persona que somos por dentro sin duda va renovándose cada día.
Porque, aunque las dificultades son momentáneasb y livianas, producen en nosotros una gloria de una grandeza cada vez más extraordinaria, una gloria eterna,c
mientras mantenemos la vista fija en las cosas que no se ven,d y no en las cosas que se ven. Porque las cosas que se ven son temporales,e pero las que no se ven son eternas.f
Porque sabemos que, si nuestra casa terrenalg —esta tienda—h va a ser derribada,i recibiremos de Dios un edificio eternok en los cielos, una casa que no está hecha por la mano del hombre.j
De hecho, los que estamos en esta tienda nos lamentamos y estamos agobiados no porque queramos quitarnos esta tienda, sino porque queremos ponernos la otra,o para que la vidap se trague lo que es mortal.
Porque todos debemos presentarnos ante el tribunal del Cristoy para que cada uno reciba lo que merece por las cosas buenas o malasz que haya hecho mientras estuvo en el cuerpo.
Es cierto que, como sabemos lo que es el temora del Señor, seguimos convenciendob a los hombres, pero Dios nos conoce bien, y yo espero que las conciencias de ustedesñ también nos conozcan bien.
No nos estamos recomendandob de nuevo ante ustedes, sino que les estamos dando una razón para que presuman de nosotrosc y así puedan responder a los que presumen de las aparienciasd y no de lo que hay en el corazón.e
Así que, de ahora en adelante, nosotros no vemos a nadie desde un punto de vista humano.l Es más, si algunos vimos a Cristo desde un punto de vista humano,m sin duda ya no lo vemos de ese modo.n
Por lo tanto, si alguien está en unión con Cristo, es una nueva creación.o Las cosas viejas pasaron.p ¡Miren! Ahora han llegado a existirq cosas nuevas.
Es decir, que Dios mediante Cristot estaba reconciliando al mundov consigo mismo,u sin tomar en cuenta sus ofensas,w y nos confió a nosotros el mensajex de la reconciliación.y
Por lo tanto, somosz embajadoresa que sustituimos a Cristo,b como si Dios estuviera suplicándole a la gente mediante nosotros.c Como sustitutos de Cristo, les rogamos:d “Reconcíliense con Dios”.
Porque él dice: “Te oí en un tiempo favorable y te ayudéa en un día de salvación”. ¡Ahora es el tiempo especialmente favorable!b ¡Ahora es el día de salvación!c
Más bien, nos recomendamosf como ministros de Dios en todo lo que hacemos: aguantando muchas pruebas, sufrimientos, momentos de necesidad, dificultades,g
viviendo con pureza, comportándonos con conocimiento, siendo pacientesj y bondadosos,k dejándonos guiar por el espíritu santo, demostrando amor sin ser hipócritas,l
como unos desconocidos, aunque se nos conoce bien;p como si estuviéramos muriendo, aunque estamos vivos;q como si nos hubieran castigado,r aunque no hemos sido entregados a la muerte;s
como si estuviéramos tristes, aunque siempre estamos felices; como si fuéramos pobres, aunque hacemos ricos a muchos; como si no tuviéramos nada, aunque lo tenemos todo.t
No se pongan bajo un yugo desigual con los no creyentes.y Porque ¿qué relación tienen la justicia y la maldad?z ¿O qué tienen en común la luz y la oscuridad?a
¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?d Porque nosotros somos el temploe de un Dios vivo. Tal como dijo Dios: “Yo residiré entre ellosf y andaré entre ellos, y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”.g
Por lo tanto, amados, ya que tenemos estas promesas,m limpiémonosn de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu,o perfeccionando nuestra santidad con el temor de Dios.p
Hagan lugar para nosotrosq en sus corazones. Nosotros no hemos tratado injustamente a nadie, no hemos corrompido a nadie ni nos hemos aprovechador de nadie.
No les digo esto para condenarlos, porque ya les he dicho antes que los llevamos en nuestros corazones, tanto para morir juntos como para vivir juntos.s
Les hablo con toda libertad. Me siento muy orgulloso de ustedes.t Siento un gran consuelou y estoy sumamente contento en medio de todos nuestros sufrimientos.v
La verdad es que cuando llegamos a Macedoniaw no tuvimos alivio,x sino que seguimos pasando por todo tipo de sufrimientos:y había luchas afuera y temores adentro.
Y no solo con su presencia, sino también con el consuelo que recibió gracias a ustedes. Él nos hablóa de lo mucho que querían verme, de su profunda tristeza y de su gran preocupación por mí, y eso me alegró todavía más.
Por eso, si los entristecí con mi carta,a no lo lamento. Aunque al principio sí lo lamenté (al ver que la carta los entristeció, aunque fue por poco tiempo),
ahora me alegro no por haberlos entristecido, sino porque esa tristeza los llevó a arrepentirse.b Se entristecieron de la manera que a Dios le agrada,c así que no sufrieron ningún daño por nuestra culpa.
Porque la tristeza que le agrada a Dios provoca un arrepentimientod que lleva a la salvación, y de esto nadie se lamenta, pero la tristeza que siente el mundo provoca la muerte.e
¡Fíjense en el gran efecto que ha tenido en ustedes la tristeza que le agrada a Dios!f Ha hecho que ustedes limpien su nombre, que se indignen, que tengan temor, que sientan un deseo sincero, que pongan empeño, que corrijan el mal cometido.g En este asunto han demostrado ser puros en todo sentido.
Aunque les escribí, no lo hice por el que cometió el mal ni por el que sufrió el mal,h sino para que los esfuerzos que ustedes hicieron por obedecernos fueran evidentes entre ustedes y delante de Dios.
Eso es lo que nos ha consolado. Pero, aparte de sentirnos consolados, nos ha alegrado todavía más la alegría de Tito, porque todos ustedes reanimaron su espíritu.i
Porque, si he presumido de ustedes ante él, no me han avergonzado. Tal como es verdad todo lo que les dijimos a ustedes, también se ha demostrado que son verdad las cosas de las que presumimosj ante Tito.
mientras que, por su propia iniciativa, nos rogaban con insistencia que les concediéramos el honor de dar con bondad y así participar en las labores de socorro para los santos.c
Por eso, tal como ustedes tienen mucho de todof —mucha fe, mucha habilidad para hablar, mucho conocimiento,g mucho entusiasmo y mucho de nuestro amor—, sean también generosos a la hora de dar con bondad.
Porque ustedes conocen la bondad inmerecida de nuestro Señor Jesucristo: aunque él era rico, se hizo pobre por ustedes,i para que ustedes se hicieran ricosj mediante la pobreza de él.
Les doy mi opiniónk sobre este asunto. Esto es por su bien,l puesto que ya hace un año que empezaron esta labor; es más, demostraron que deseaban hacerla.m
Lo que quiero es que hagan una compensación: que lo que les sobra ahora a ustedes compense lo que les falta a ellos, y de esa manera lo que les sobre a ellos compense también lo que les falte a ustedes, y que así haya un equilibrio.p
Y no solo eso; las congregaciones también lo nombraronc nuestro compañero en el viaje que haremos para administrar estos bondadosos donativos para la gloriad del Señor y como prueba de nuestra buena disposición a ayudar.e
Además, enviamos con ellos a otro de nuestros hermanos, al que hemos puesto a prueba a menudo y ha demostrado ser muy diligente en muchos asuntos. Pero ahora será todavía más diligente porque confía mucho en ustedes.
Por si alguien duda de Tito, sepan que él es mi compañero y un colaboradori que sirve para beneficio de ustedes. O, si alguien duda de nuestros hermanos, sepan que son apóstoles de las congregaciones y gloria de Cristo.
porque conozco su buena disposición y presumo de ella ante los macedonios diciendo que Acaya está listam para ayudar desde hace un año. Es más, el entusiasmo de ustedes ha motivado a la mayoría de ellos.
Pero envío a los hermanos para que ustedes de verdad estén listos,a como dije que estarían, y así no hayamos presumido de su buena disposición en vano.
Porque, si los macedonios fueran conmigo y ustedes no estuvieran listos, nosotros —y no digamos ustedes— quedaríamos avergonzados por haber confiado en ustedes.
Por eso creí necesario animar a los hermanos a ir con tiempo adonde están ustedes y preparar con antelación la generosa donación que prometieron.b Así estará lista una donación generosa, y no una donación hecha a la fuerza.c
Es más, Dios es capaz de mostrarles gran bondad inmerecida a ustedes para que nunca les falte lo necesario y además tengan bastante para realizar todo tipo de buenas obras.h
El que suministra abundante semilla al sembrador y pan para comerj suministrará y multiplicará la semilla para que ustedes siembren y aumentará la cosecha de la justicia de ustedes).k
A ustedes se les está enriqueciendo en todo para que sean generosos de todas las maneras posibles, y mediante nosotros esa generosidad provoca muestras de agradecimiento a Dios.l
Porque este servicio público que se está realizando no consiste solo en satisfacer ampliamente las necesidades de los santos,m sino también en ser ricos en muchas muestras de agradecimiento a Dios.
Así, ellos le darán gloria a Dios porque estas labores de socorro prueban que ustedes son sumisos a las buenas noticias acerca del Cristo,n como ustedes declararon públicamente, y que son generosos en sus contribuciones para ellos y para todos.o
Y, cuando ellos rueguen por ustedes, expresarán el cariño que les tienen debido a la extraordinaria bondad inmerecidaa de Dios que se les ha mostrado a ustedes.
Ahora yo, Pablo, les hago una súplica por la apacibilidadc y la bondadd del Cristo, yo que parezco poca cosae en persona cuando estoy con ustedesf pero muy valiente cuando no lo estoy.
Ruego que, cuando esté presente, no tenga que ser valiente y tomar durasg medidas —como me temo que tendré que hacer— contra algunos que piensan que nos guiamos por un punto de vista humano.h
Y es que estamos derrumbando razonamientos y toda barrera que se alza contra el conocimiento de Dios.l Estamos haciendo prisionero todo pensamiento para que sea obediente al Cristo.
Ustedes juzgan las cosas por su apariencia.o Si alguien está convencido de que le pertenece a Cristo, que medite una vez más en este hecho: igual que él le pertenece a Cristo, nosotros también.p
Porque, aunque yo presumieraq un poquito más de la cuenta de la autoridad que el Señor nos dio para edificarlos, y no para demolerlos,r no tendría de qué avergonzarme.
Porque no nos atrevemos a ponernos al mismo nivel que algunos que se recomiendan a sí mismosb ni a compararnos con ellos. Pero, cuando ellos se miden según su propio criterio y se comparan con ellos mismos, demuestran que no tienen entendimiento.c
Sin embargo, nosotros no presumiremos de cosas que están fuera de los límites de nuestra asignación, sino de cosas dentro del límite del territorio que Dios fijó para nosotrosd y que llega incluso a ustedes.e
Lo cierto es que no estamos yendo más allá de los límites de nuestro territorio, como si este no los incluyera a ustedes. De hecho, fuimos los primeros en llegar a ustedes con las buenas noticias acerca del Cristo.f
No, no estamos presumiendo de cosas que están fuera de los límites de nuestra asignación, es decir, del trabajo de otros.g Más bien, tenemos la esperanza de que, según vaya creciendo su fe,h lo que hemos hecho también crezca dentro de nuestro territorio.i Entonces podremos hacer todavía más.
Podremos anunciar las buenas noticias en las regiones que están más allá de la suya,j para no presumir de lo que ya se ha hecho en el territorio de otro.
Porque me intereso por ustedes con un interés como el de Dios,p pues yo personalmente los prometí en matrimonioq a un solo esposo,r el Cristo,t y quiero presentarlos ante él como una virgen casta.s
Pero tengo miedo de que de algún modo, tal como la serpiente sedujo con su astucia a Eva,u las mentes de ustedes sean corrompidasv y alejadas de la sinceridad y la castidad que se le deben al Cristo.w
Porque, tal como están las cosas, si alguien va y les predica a un Jesús diferente del que nosotros predicamosx o si ustedes reciben un espíritu diferente del que recibierony o unas buenas noticiasz diferentes de las que aceptaron, ustedes lo tolerana de buena gana.
Pero, aunque yo no tenga tanta habilidad para hablar,d sí tengo conocimiento,e algo que sin duda les hemos demostrado a ustedes de todas las maneras posibles y en todo.f
Con todo, cuando estaba con ustedes y tuve necesidad, no me convertí en una carga para nadie,j porque los hermanos que llegaron de Macedoniak cubrieron generosamente todas mis necesidades. Así es, hice todo lo posible para no ser una carga para ustedes, y seguiré haciéndolo.l
Pues bien, seguiré haciendop lo que hago para no darles un pretexto a quienes buscan un motivo para poder hacerse iguales a nosotros en las cosas de las que presumen.
De nuevo les digo: que nadie piense que soy un insensato. Pero, aun si lo piensan, acéptenme como insensato, para que yo también pueda presumir un poco.v
De hecho, toleran a cualquiera que los esclaviza,c a cualquiera que devora sus bienes, a cualquiera que les arrebata lo que tienen, a cualquiera que se ensalza por encima de ustedes y a cualquiera que les golpea la cara.d
Digo esto para deshonra nuestra, porque podría parecer que hemos actuado con debilidad. Pero, si otros actúan con descaro —y hablo como un insensato—,e yo también lo hago.
¿Son ministros de Cristo? Respondo como un loco: yo lo soyh mucho mási que ellos. He trabajado más, he estado más vecesj en prisión, he recibido incontables golpes y he estado a punto de morir muchas veces.k
He hecho muchos viajes, me he visto en peligro a causa de ríos, en peligro a causa de ladrones,p en peligro por parte de mi propio puebloq y por parte de las naciones,r en peligro en la ciudad,s en el desierto y en el mar, en peligro entre falsos hermanos,ñ
he trabajado sin descanso y con mucho esfuerzo, a menudo he pasado noches sin dormir,t he pasado hambre y sed,u me he quedado muchas veces sin comer,v he pasado frío y me he quedado sin ropa.
Aun si quisiera presumir,h no sería un insensato, pues diría la verdad. Pero evito presumir para que nadie me atribuya más de lo que ve en mí o de lo que me oye decir
simplemente por recibir revelaciones tan maravillosas. Para evitar que me llene de orgullo,i recibí una espina en la carne,j un ángel de Satanás, que sigue abofeteándome para que no me llene de orgullo.
Pero él me dijo: “Mi bondad inmerecida ya es suficientel para ti, porque mi poder se demuestra plenamente en la debilidad”.m Así que con mucho gusto presumiré de mis debilidades,n para que el poder del Cristo continúe sobre mío como una tienda.
Por lo tanto, me alegra tener debilidades, recibir insultos y sufrir necesidad, persecuciones y dificultades por causa de Cristo. Porque, cuando soy débil, entonces soy poderoso.a
Me he convertido en un insensato. Ustedes me han obligado,b pues ustedes deberían haberme recomendado, ya que he demostrado que no soy inferior en nada a esos “superapóstoles”c suyos, aunque yo no sea nadie.d
Entonces, ¿en qué sentido han sido ustedes menos favorecidos que las demás congregaciones? ¿Es porque yo no fui una carga para ustedes?h Pues discúlpenme por ese error.
Miren, esta es la tercera vezi que estoy listo para ir a visitarlos, y no seré una carga. Porque no estoy buscando lo que tienen,j sino a ustedes. No se supone que los hijosk ahorren para los padres, sino los padres para los hijos.l
Por mi parte, con mucho gusto gastaré todo lo que tengo y me desgastaré completamente por ustedes.m Si yo los amo tanto, ¿merezco que ustedes me amen menos?
Le rogué a Tito que los visitara y con él envié al otro hermano. ¿Se aprovechó Tito de ustedes de algún modo?p ¿Verdad que actuábamos con el mismo espíritu?q ¿Verdad que seguíamos los mismos pasos?
¿Han creído todo este tiempo que estamos presentando nuestra defensa ante ustedes? Es ante Dios ante quien estamos hablando en unión con Cristo. Aun así, amados, todo lo que hacemos es para edificarlos.r
Porque tengo miedo de que de algún modo, cuando yo llegue,s no los encuentre como me gustaría y yo no sea como a ustedes les gustaría, sino que me encuentre con peleas, celos,t arrebatos de ira, riñas, calumnias, chismes, demostraciones de orgullo y altercados.u
Cuando vaya otra vez, quizás mi Dios me humille delante de ustedes y yo tenga que lamentarme por muchos de los que pecaron antesa y no se han arrepentido de la impureza, la inmoralidad sexualb y la conducta descaradac que practicaron.
Aunque ahora no esté allí, es como si lo estuviera por segunda vez. Por eso les aviso de antemano a los que han pecado antes y a todos los demás que, si logro regresar, no se van a librar de la disciplina,f
puesto que ustedes están buscando una prueba de que Cristo —que no es débil con ustedes, sino que actúa con poder entre ustedes— de veras está hablando a través de mí.g
Es verdad que él fue ejecutado en el maderoh cuando era débil,i pero ahora está vivo debido al poder de Dios.j Y es cierto que nosotros también somos débiles como lo era él,k pero viviremos con él debido al poder de Dios que actúa en ustedes.
Sigan examinándose para saber si están firmes en la fe. Sigan comprobando lo que ustedes mismos son.m ¿O no se dan cuenta de que Jesucristo está en unión con ustedes?n Claro, a menos que estén desaprobados.
Le pedimoso a Dios que ustedes no hagan nada malo. No lo pedimos para que nosotros parezcamos aprobados, sino para que ustedes hagan lo que está bien, aunque nosotros parezcamos desaprobados.
Por eso les escribo esto mientras no estoy allí. Así, cuando esté allí, no tendré que ser severob al usar la autoridad que el Señor me dio, y podré usarla para edificar,c y no para demoler.
Por último, hermanos, sigan alegrándose, corrigiéndose, aceptando el consuelo,d teniendo la mismae forma de pensar y viviendo en paz,f y así el Dios de amor y de paza estará con ustedes.