Ciudad de la tribu de Isacar que, según parece, estaba en la zona oriental de la llanura de Jezreel. (Jos 19:18, 19.) Al presente se desconoce su ubicación exacta.
Ciudad de la región montañosa del S. de Judá, mencionada en la distribución de la tierra que se efectuó en tiempos de Josué. (Jos 15:48, 50.) Se la ha identificado con Khirbet Ghuwein et-Tahta (Horvat `Anim), unas ruinas dobles situadas a unos 5 Km. al S. de Estemó y a unos 19 Km. al SSO. de Hebrón.
Una de las ciudades capturadas a los reyes Sehón y Og, reedificada después por la tribu de Gad. (Nú 32:33, 35.)
Lugar donde acamparon los israelitas cuando estuvieron vagando por el desierto. Su estancia allí se produjo poco antes de la muerte de Aarón en el monte Hor, pero es posible que hubieran acampado en ese lugar con anterioridad. (Dt 10:6.) Se ha identificado tentativamente con el-Birein, a unos 62 Km. al SO. de Beer-seba y cerca de la moderna `Ezuz. En esta zona se encuentran varios pozos, y la probable ubicación de Qadés-barnea está solo a unos pocos kilómetros al S. Nelson Glueck comenta: “Hay una cantidad sorprendente de lugares antiguos en este distrito”. (Rivers in the Desert, 1960, pág. 97.) En Nú 33:31 se habla de Bene-jaaqán, probablemente una forma abreviada de Beerot Bene-jaaqán. (Véase BENE-JAAQÁN.)
Uno de los lugares donde acamparon los israelitas en su viaje por el desierto. (Nú 33:31, 32.) Parece ser que es el Aqán de Génesis 36:27 y 1 Crónicas 1:42 (donde el texto masorético lee “Jaaqán”). El relato del libro de Números dice que los israelitas “partieron de Moserot y se pusieron a acampar en Bene-jaaqán. Después partieron de Bene-jaaqán y se pusieron a acampar en Hor-haguidgad”.
En Dt 10:6 se hace referencia a Beerot Bene-jaaqán en relación con “Moserá” (singular de Moserot), lo que probablemente indique que Beerot Bene-jaaqán (que significa “Pozos de los Hijos de Jaaqán”) es el mismo lugar que Bene-jaaqán. Sin embargo, en el relato de Deuteronomio, la dirección que toma Israel es la contraria a la que se da en el libro de Números, pues dice que “los hijos de Israel partieron de Beerot Bene-jaaqán para Moserá”. En vista de los muchos años que los israelitas permanecieron en el desierto, es bastante posible que pasaran dos veces por esta región. La obra The Pentateuch and Haftorahs dice sobre este texto: “Una explicación probable es que después de viajar en dirección sur hacia la tierra de Edom, los israelitas tuvieran que invertir de repente el sentido de la marcha hacia el norte” (edición de J. Hertz, Londres, 1972). Puede que tuvieran que volver sobre sus pasos por una corta distancia y pasaran de nuevo por algunos de los lugares donde ya habían estado, esta vez en orden inverso. Debe notarse que el relato de Deuteronomio (10:6) habla de la muerte de Aarón inmediatamente después de referirse a la parada en Moserá, mientras que el de Números (33:31-39) narra los viajes de los israelitas a Ezión-guéber y luego al NO., a Qadés, antes de hablar de la muerte de Aarón. De modo que es muy posible que los israelitas volvieran sobre sus pasos en algunas ocasiones durante su largo viaje por el desierto.
Se suele identificar a Bene-jaaqán (Beerot Bene-jaaqán) con un lugar que está a unos cuantos kilómetros al N. de Qadés-barnea. (Véase BEEROT BENE-JAAQÁN.)
Debió ser uno de los límites geográficos de Moab, que, según Isaías 15:1, 8, habría de ‘aullar’ a causa del despojo de la nación. Su ubicación exacta se desconoce, pero puede ser que el nombre Eglaim y otro nombre similar, Agallim, que Eusebio sitúa a unos 12 Km. al S. de Rabbath-Moab (Onomasticón, 36, 19-21), se hayan conservado en Rujm el-Jilimeh, en esa zona, o en Khirbet Jeljul, lugar que data de la época nabateo-romana, 7 Km. más al S. Yohanan Aharoni opina que puede tratarse de Mazra´, un oasis que está al NE. de la península de El-Lisan.
Nombre que dio Jacob al lugar donde erigió un altar en obediencia al mandato de Dios. (Gé 35:1, 7.) Algunos eruditos creen muy improbable que hubiese un lugar llamado “El Dios de Betel”, y argumentan que la Versión de los Setenta griega, la Vulgata latina, la Versión Peshitta siriaca y las versiones en árabe han omitido la voz “El”. Debe recordarse, sin embargo, que Betel y sus alrededores estaban repletos de significado para Jacob. Fue en ese mismo lugar donde veinte años atrás Jehová se le había revelado en un sueño y había prometido protegerle. En aquella ocasión el patriarca se sintió impulsado a exclamar: “Verdaderamente Jehová está en este lugar”. (Gé 28:10-22.) Por consiguiente, cuando Jacob puso nombre al lugar donde edificó el altar, lo que en realidad estaba diciendo era ‘Dios está en Betel’. (Compárese con Gé 33:20.)
Ciudad de Dan (Jos 19:44) que se dio, junto con su dehesa, a los levitas de la familia de Qohat. (Jos 21:20, 23.) En el Prisma de Taylor, el rey asirio Senaquerib (contemporáneo de Ezequías, 745-717 a. E.C.) se jacta de haber ‘asediado, conquistado y saqueado Eltequeh [en asirio, Altaqú]’ tras derrotar a las huestes egipcias y etíopes “en el llano de Eltequeh”.
Antes Eltequeh solía ubicarse en Khirbet el-Muqanna´ (Tel Miqne), a 36 Km. al O. de Jerusalén. No obstante, excavaciones recientes relacionan este lugar con la Eqrón bíblica. Por lo tanto, aunque no se puede situar con seguridad, algunos creen que podría haber estado en Tell esh-Shallaf (Tel Shalaf), a 18 Km. al NE. de Asdod.
De acuerdo con la relación hecha por Moisés, el segundo lugar donde acamparon los israelitas cuando salieron de Egipto. (Éx 13:20; Nú 33:3-7.) Fue en Ezam, “en la orilla del desierto”, donde los israelitas “se volvieron hacia Pihahirot”, lugar desde donde atravesaron el mar Rojo. (Nú 33:7, 8.) Este hecho parece indicar que de no haber mediado la intervención divina para que alteraran su rumbo, los israelitas hubieran salido de Egipto por Ezam.
Aquel cambio de dirección suscitó en Faraón la idea de que los israelitas ‘andaban errantes en confusión en el desierto’, y lo impulsó a lanzarse en su persecución. En consecuencia, Dios ejecutó juicio sobre los egipcios en el mar Rojo. (Éx 14:1-4.)
Algunos eruditos pretenden ubicar Ezam en el extremo oriental de Wadi Tumilat, al N. de los lagos Amargos. Piensan así porque relacionan el vocablo hebreo Ezam (`E·thám) con la palabra que se empleaba en egipcio antiguo para fortaleza (htm). No obstante, aun si tal suposición fuese acertada, habría más de un lugar llamado así. Puesto que Ezam no se hallaba en la ruta septentrional de salida de Egipto, que hubiese llevado a los israelitas “por el camino de la tierra de los filisteos” (Éx 13:17), solo puede referirse a algún lugar al N. del mar Rojo y, al parecer, lindante con el desierto que se extendía en el NO. de la península del Sinaí.
Una comparación entre Números 33:8 y Éxodo 15:22 parecería indicar que el desierto de Ezam corresponde con “el desierto de Sur”. En el supuesto de que los nombres no se refieran al mismo lugar, quizás una de las dos regiones estuviese comprendida dentro de la otra. (Véase SUR, I.)
Lugar donde acamparon los israelitas en el desierto. Como se explica en el artículo BENE-JAAQÁN, una comparación de Números 33:31-33 con Deuteronomio 10:6, 7 parece indicar que los israelitas pasaron por la misma región en dos ocasiones, y la segunda vez a Hor-haguidgad se le llama “Gudgoda”. (Véase GUDGODA.) Su ubicación exacta no puede determinarse con certeza, pero un buen número de eruditos tratan de identificar Hor-haguidgad (Gudgoda) con un lugar en Wadi Khadakhid, situado a unos 65 Km. al NNO. del golfo de `Aqaba.
Campamento de los israelitas en el desierto; probablemente sea el mismo que Hor-haguidgad. (Dt 10:6, 7; compárese con Nú 33:33.) Algunos identifican “Gudgoda” con Wadi Khadakhid, a unos 65 Km. al NNO. del golfo de `Aqaba, porque creen que Wadi Khadakhid conserva el nombre “Gudgoda”. Pero se tienen serias dudas al respecto, porque en realidad las consonantes hebreas de Gudgoda no se corresponden con las de Wadi Khadakhid. Respecto al orden en que se mencionan los campamentos israelitas en Números y Deuteronomio, véase BENE-JAAQÁN.
Ciudad de Benjamín. (Jos 18:21, 27.) Hay quien piensa que puede identificarse con Rafat, población situada a unos 10 Km. al NO. de Jerusalén.
El término hebreo `i (plural, `i·yím) no significa solo una porción de tierra rodeada de agua (Isa 11:11; 24:15), sino que también se refiere a tierra seca (Isa 42:15) o tierra(s) costeña(s). (Isa 20:6; 23:2, 6; Jer 2:10.) En sentido figurado, la palabra `i aplica a los habitantes de tales islas o tierras del litoral. (Gé 10:5, nota; Isa 49:1, nota; 59:18, nota.) En algunas ocasiones el término “islas” se refiere a los lugares más lejanos y a sus habitantes. (Isa 41:5; 66:19; Eze 39:6; véase MAGOG núm. 2.) Así pues, nada estará tan apartado o aislado, como pudieran estarlo las islas del mar, para escapar de los efectos del terremoto simbólico sobre Babilonia la Grande. (Apo 16:18-21; compárese con Apo 6:12-14.) Desde el punto de vista de Jehová, todas las islas son como “simple polvo fino”. (Isa 40:15.)
Entre las islas que se mencionan específicamente en la Biblia están Chipre (Hch 13:4-6), Cos, Rodas (Hch 21:1), Creta (Hch 27:7), Cauda (Hch 27:16), Malta (Hch 28:1) y Patmos (Apo 1:9).
Ciudad meridional de Judá. (Jos 15:21.) Quizás sea el mismo lugar que Khirbet el Gharra (Tel `Ira), que está a unos 14 Km. al E. de Beer-seba.
Al parecer se trata de un nombre criptográfico para Caldea o Kas·dím. Este nombre solo aparece en Jeremías 51:1, en una declaración concerniente a lo que Jehová haría a Babilonia y a los habitantes de Caldea. El término resulta de aplicar un método hebreo llamado `ath·básch, según el cual la última letra del alfabeto hebreo (taw) representa la primera letra de dicho alfabeto (`á·lef), la penúltima letra (schin) representa la segunda (behth), etc. Por lo tanto, en Jeremías 51:1 el verdadero nombre (Kas·dím) queda encubierto por la palabra hebrea Lev qa·mái (Leb-qamai). La Versión de los Setenta pone “los caldeos” en lugar de “Leb-qamai”, y los targumes dicen “la tierra de los caldeos”.
Lugar mencionado en las profecías de juicio contra Moab. (Isa 15:1, 5; Jer 48:5.) Algunos eruditos opinan que Luhit era una ciudad moabita situada al final de una subida. Como Eusebio y Jerónimo la identificaron con un lugar llamado Loueitha, se la relaciona con Rujm Madinat er Ras, a unos 20 Km. al SO. de Karak, o con la cercana Khirbet Fas. Sin embargo, otros afirman que no se trata de una ciudad, sino tan solo del nombre de una pendiente o ladera por la que pasarían llorando los refugiados moabitas en su huida. (Compárese con Nú 34:4.)
Ciudad real cananea que se alió con Hazor para pelear contra los israelitas y que posteriormente fue derrotada. (Jos 11:1-12; 12:19.) Por lo general se la identifica con Qarn Hattin (Horvat Qarne Hittim), situada a unos 8 Km. al ONO. de Tiberíades. Aunque Khirbet Madin, que se halla a aproximadamente 1 Km. hacia el S., parece conservar el nombre original, hay quien cuestiona esta identificación porque no se basa más que en la similitud del nombre de la cercana Madin con el nombre bíblico.
Campamento de Israel situado entre el valle torrencial de Arnón y el territorio de Sehón el amorreo. (Nú 21:13-21.) Se le identifica tentativamente con Khirbet el-Medeiyineh (o Mudaiyina), situado a unos 15 Km. al NE. de Dibón.
Reino de la antigüedad llamado por orden divina a pelear contra Babilonia. En aquel tiempo Miní estaba aliado con los reinos de Ararat y Askenaz, que, a su vez, se hallaban bajo el control de Ciro. (Jer 51:27-29.)
No puede precisarse la ubicación exacta de este reino antiguo. Algunos cartógrafos lo han emplazado en la región comprendida entre el lago Van y el río Araxes, hacia el NE. de Armenia oriental, pero la mayoría de los comentaristas son de la opinión de que se hallaba hacia el SE. del lago Van.
Algunos investigadores sostienen que los mannai o manneos eran los habitantes de Miní. En tal caso, las inscripciones cuneiformes muestran que este pueblo estuvo sometido primero a los asirios y luego al Imperio medo. Según una crónica babilonia, en su décimo año de reinado (636 a. E.C..) Nabopolasar “capturó a los manneos que habían venido en su auxilio (i. e., de los asirios)”. (Assyrian and Babylonian Chronicles, de A. K. Grayson, 1975, pág. 91.) Sin embargo, cuando en 539 a. E.C. cayó Babilonia, Miní estaba dominado por el Imperio medopersa.
Además de utilizarse el término usual (tsa·fóhn), el norte también se designaba por la dirección “izquierda”, ya que al orientarse hacia el Sol naciente, el norte queda a la izquierda. (Gé 14:15, nota.) Según el uso bíblico, el término “norte” puede denotar una parte de la Tierra (Sl 107:3; Isa 43:6; Lu 13:29), una dirección (Éx 26:20; 1Re 7:25; Apo 21:13), el firmamento septentrional (Job 26:7) y varios países o reinos (entre ellos: Asiria [Sof 2:13] y Babilonia [Jer 46:10]) que estaban situados, al menos hasta cierto punto, al N. y al E. de la tierra habitada por los israelitas. Aunque Babilonia, emplazada junto al río Éufrates, realmente se encontraba al E. de Tiro, Ezequiel 26:7 dijo que el rey de Babilonia iría contra Tiro desde el N. De igual manera, se dijo que la calamidad que Judá y Jerusalén tenían que experimentar a manos de los babilonios procedería “desde el norte”. (Jer 1:14, 15.) Es posible que esto se deba a que los ejércitos babilonios que marchaban hacia el O. tomaban una ruta septentrional y de esta manera evitaban el paso a través del desierto. Esta era en realidad la ruta habitual, como lo muestran los registros babilonios.
Puesto que son varios los países y reinos a los que se ubica en el “norte”, el contexto, así como otros textos relacionados, suelen ser útiles para determinar lo que se quiere decir por “norte” o “desde la tierra del norte”. Por ejemplo: Isaías 21:2, 9 y Daniel 5:28 muestran que las naciones de “la tierra del norte” mencionadas en Jer 50:9 incluyen a los medos, persas y elamitas. Parece ser que a las naciones que atacaban a Babilonia se las consideraba un ejército unido o enemigo común de Babilonia, “una congregación”. Muchas de las naciones implicadas estaban lejos, al N. de Babilonia (Jer 51:27, 28), y al menos gran parte de Media estaba al NE. de Babilonia. Asimismo, el ataque debió venir desde el N., puesto que Ciro detuvo el curso del río al N. de la ciudad.
“El rey del norte.” Heb.: mé·lekj hats·tsa·fóhn. Los hechos históricos proporcionan otra base más para determinar cómo tiene que entenderse “norte” en algunos textos. Un caso es “el rey del norte”, mencionado en el capítulo 11 de Daniel. La historia indica que el “rey poderoso” de Daniel 11:3 fue Alejandro Magno. Con el tiempo, tras la muerte de Alejandro, el imperio se dividió entre sus cuatro generales. Uno de ellos, Seleuco Nicátor, tomó Mesopotamia y Siria, lo que le convirtió en el gobernante del territorio situado al N. de Palestina. Otro general, Tolomeo Lago, obtuvo el control de Egipto, al SO. de Palestina. Por lo tanto, con Seleuco Nicátor y Tolomeo Lago empezó la larga lucha entre “el rey del norte” y “el rey del sur”. Sin embargo, la profecía concerniente al “rey del norte” se extiende desde los días de Seleuco Nicátor hasta “el tiempo del fin”. (Da 11:40.) Es lógico, pues, que la identidad nacional y política del “rey del norte” cambiara en el transcurso de la historia. No obstante, se podría determinar su identidad sobre la base de lo que la profecía bíblica dice que haría “el rey del norte”. (Véase el libro “Hágase tu voluntad en la Tierra”, 1961, págs. 234-327.)
Lugar de residencia de Jehová. El término “norte” también aparece en las Escrituras con referencia al lugar donde Jehová residía con los israelitas de manera representativa. (Sl 48:1, 2; Isa 14:13, 14; véase MONTAÑA DE REUNIÓN.)
Una de las dos ciudades que edificaron los israelitas como lugar de depósito cuando estaban esclavizados en Egipto; la otra fue Raamsés. (Éx 1:11.) No se ha identificado categóricamente el lugar donde se hallaba. En las conclusiones de los arqueólogos al parecer ha influido la opinión generalizada de que el Faraón que oprimió a los israelitas fue Ramsés II, un punto de vista que carece de fundamento sólido. (Véase RAAMSÉS, RAMESÉS.)
Uno de los puntos geográficos que se mencionan para indicar el lugar donde Moisés habló a los israelitas después de cuarenta años de vagar por el desierto. (Dt 1:1, nota “el Arabá”.) La Septuaginta griega y la Vulgata latina dicen “el mar Rojo” en vez de “Suf”, posiblemente porque se opinaba que la palabra hebrea yam-súf (mar Rojo) había perdido su componente yam (“mar”) y había quedado Suf como abreviación. Si esto fuera cierto, se haría alusión a la parte del mar conocida como el golfo de `Aqaba. No obstante, el texto masorético hebreo dice que Moisés habló a Israel “en las llanuras desérticas enfrente de Suf”, y el versículo 5 añade que estaba “en la región del Jordán, en la tierra de Moab”. Por lo tanto, aunque no se conoce con exactitud la ubicación de Suf, parece ser que se trataba de un lugar al E. del Jordán. Se ha identificado tentativamente con Khirbet Sufa, a unos 6 Km. al SSE. de Madaba.
Ciudad asignada a Gad. (Jos 13:24, 27.) Hay quien la identifica con Tell es-Sa`idiyeh, a unos 10 Km. al NNO. de Sucot. El nombre también aparece en un buen número de versiones en Jueces 12:1 en lugar de “hacia el norte” (BJ, CB, EMN, LT, NC, VP, etc.).