La palabra griega que Pablo empleó y que se vierte “futilidad” es la misma que aparece en la Septuaginta griega como traducción del término que Salomón utilizó repetidas veces en el libro de Eclesiastés en expresiones como “todo es vanidad” (Eclesiastés 1:2, 14; Ec 2:11, 17; Ec 3:19; Ec 12:8).
Según una obra de consulta, este término define “la inutilidad de un objeto que no cumple el cometido para el que fue diseñado”. (Job 14:1).
★“Inutilidad de su mente”: La palabra traducida “inutilidad”, según The Anchor Bible, “implica vacuidad, futilidad, vanidad, tontedad, insustancialidad y frustración”. De esta manera Pablo indicó que si bien la fama y la gloria del mundo de los griegos y los romanos tal vez parecieran impresionantes, el ir tras esas metas era en realidad ir tras algo vacío, tonto y sin propósito. (w93 1/3 pág.10 párr. 7)
Lo que llenaba la mente de ellas no era de provecho verdadero, sino que era vanidad. “¡Qué cuadro!”, declara acerca de Efesios 4:17 el escriturario bíblico R. C. H. Lenski. “¡Hombres dotados de una mente pensante y dispuesta, criaturas racionales, que andan y andan sin cesar por toda la vida, mientras siguen los dictados de una mente que los conduce a cada paso y al final los lleva a nada, al fracaso enorme y trágico! (w85 15/8 13 párr. 10)
★“¡TODO ES VANIDAD!”: El término hebreo traducido “quiere” decir literalmente “aliento” o “vapor” y transmite la idea de algo insustancial, sin permanencia ni valor perdurable (w06 1/11 13) Vea Ec 2:10, 11, 19; 4:4.
La Atalaya hizo en una ocasión este perspicaz comentario: “No debemos desperdiciar esta vida en vanidades [...]. Si esta vida es todo lo que hay, no hay nada importante. Esta vida es semejante a una pelota que se arroja al aire y pronto cae al polvo otra vez. Es una sombra fugaz, una flor que se descolora, una brizna de hierba que se corta y pronto se seca [...]. En la balanza de la eternidad la duración de nuestra vida es una pizca insignificante. En la corriente del tiempo ni siquiera es una gota [...]. Sin duda [Salomón] tiene razón cuando repasa las muchas preocupaciones y actividades humanas de la vida y declara que son vanidad.
Nos vamos tan pronto que mejor hubiera sido no haber venido nunca, considerando que de los miles de millones de personas que vienen y van, tan pocas saben siquiera que estuvimos aquí. Este punto de vista no es cínico [ni] sombrío [ni] malhumorado [ni] mórbido. Es una verdad, un hecho al cual hay que enfrentarse, es un punto de vista práctico, si esta vida es todo lo que hay” (1 de enero de 1958, página 29). (w97 15/2 pág. 16 párr. 13) Vea Ec 1:2. Entendiendo por “todo” el conjunto de los afanes del hombre que no tiene presente la voluntad de Dios (w06 1/11 13)
Eclesiastés 1:18
★ Aumenta su dolor.
«De todas las miserias del hombre, la más amarga es ésta: saber tanto y no tener dominio de nada». o «De todos los infortunios que afligen a la humanidad el más amargo es que hemos de tener conciencia de mucho y control de nada». (Heródoto)
Significado de Eclesiastés 3:11 “Él lo ha hecho todo hermoso a su debido tiempo”. La palabra hebrea que aquí se traduce “hermoso” a veces se refiere a algo más que solo la belleza física o estética. También puede traducirse como “bien ordenado”, “adecuado” o “apropiado” (Eclesiastés 3:11, nota). Esas cosas tan hermosas que Dios hace no son solo las cosas que ha creado, sino también todo lo que hace para cumplir su voluntad (Daniel 2:21; 2 Pedro 3:8; Apocalipsis 4:11).
“Hasta ha puesto la eternidad en el corazón de ellos”. Dios creó a los seres humanos para que vivieran para siempre (Salmo 37:29). Y, como es lógico, también los creó para que desearan eso. Sin embargo, Adán y Eva —la primera pareja— desobedecieron a Dios. Como resultado, ellos murieron, y sus descendientes también morirían (Génesis 3:17-19; Romanos 5:12). A pesar de todo, Dios promete satisfacer “el deseo de todos los seres vivos”, incluido el deseo de los humanos de vivir para siempre (Salmo 145:16). La Biblia explica lo que Jehová a ha hecho para que los seres humanos tengan otra vez la perspectiva de la vida eterna (Romanos 6:23).
“La humanidad nunca comprenderá totalmente las obras que el Dios verdadero ha hecho”. La sabiduría de Dios es tan inmensa y profunda que la Biblia dice que es inexplorable (Romanos 11:33). Pero Dios está dispuesto a revelarles su propósito a los que quieren hacer las cosas que a él le gustan (Amós 3:7).
Contexto de Eclesiastés 3:11 El libro de Eclesiastés fue escrito por Salomón, un rey del antiguo Israel que era muy famoso por la sabiduría que Dios le dio. El libro contiene consejos prácticos sobre lo que de verdad vale la pena en la vida y lo que no (Eclesiastés 1:2, 3; 2:1, 17; 7:1; 12:1, 13). En el capítulo 3, Salomón describe algunos de los ciclos de la vida y menciona diferentes actividades o trabajos (Eclesiastés 3:1-8, 10). Dios les ha dado a los seres humanos la libertad de escoger cuáles de esas actividades realizarán y cuándo las harán (Deuteronomio 30:19, 20; Josué 24:15). Salomón explica cómo los seres humanos pueden disfrutar al máximo de los resultados de su trabajo. Dice que pueden hacer eso cuando respetan el “tiempo determinado” de Dios, es decir, su horario, y cooperan con su propósito. Así podrán disfrutar de lo que él llama “un regalo de Dios” (Eclesiastés 3:1, 12, 13).
Eclesiastés 7:28
★ Un hombre.
Se dice que caminaba a plena luz del día con una linterna en su decidido pero vano empeño de encontrar a un hombre virtuoso. Se llamaba Diógenes, el Cínico de Sinope, fue un filósofo que vivió en la Atenas hacia el año (404–323 a.E.C.) Unos 4 siglos más tarde Pilato tubo el honor de conocer al verdadero hombre en todo sentido de la palabra, Jesucristo (Jn 19:5.)
Según la obra Theological Wordbook of the Old Testament (Diccionario Teológico del Antiguo Testamento), “conlleva además la idea de tomar la acción pertinente”. De modo que en este sentido, ‘acordarse’ del pecado incluye tomar medidas contra los pecadores. (w97 1/12 13 párr. 13) Según el Diccionario bíblico hebreo-español, puede significar “tener en cuenta, considerar, [...] mencionar, [...] invocar, recitar, repasar, [...] denunciar, acusar, confesar; [...] anunciar, [...] conmemorar”. Otro léxico añade: “En efecto, [za·kjár] suele implicar acción o aparecer combinado con verbos de acción”. (Theological Dictionary of the Old Testament.)
Por ello, cuando Jehová dice que “se acordará del error de [su pueblo descarriado]”, da a entender que pasará a la acción, que tomará medidas contra este por ser impenitente. (Jeremías 14:10; Oseas 9:9.) Por otro lado, cuando Jehová dice: “No me acordaré más de su pecado”, nos asegura que, una vez perdonados nuestros yerros, no los sacará a relucir para acusarnos, condenarnos o castigarnos, nos garantiza que cuando perdone sus faltas al arrepentido, no tomará luego represalias (Ezequiel 18:21, 22). Jehová olvida en el sentido de que no saca a colación en repetidas ocasiones el mismo error para acusarnos o castigarnos una y otra vez. (g95 8/6 10; cl 267 párr. 17)