Y el primer día del segundo mes, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto,c Jehová habló con Moisés en el desierto de Sinaí,a en la tienda de reunión.b Dijo:
“Hagan un censod de todo el pueblo de Israel, uno a uno según sus familias, según sus casas paternas, anotando en una lista los nombres de todos los varones.
Y el primer día del segundo mes reunieron a todo el pueblo para registrar a los varones de 20 años de edad o más, uno a uno por nombre, según sus familias y según sus casas paternas,
Los hijos de Rubén, los descendientes del primogénito de Israel, fueron inscritos por nombre, según sus familias y según sus casas paternas. Se contaron uno a uno todos los varones que tenían 20 años de edad o más y que podían servir en el ejército,
Los descendientes de Simeón fueron inscritos por nombre, según sus familias y según sus casas paternas. Se contaron uno a uno todos los varones que tenían 20 años de edad o más y que podían servir en el ejército,
Los descendientes de Gad fueron inscritos por nombre, según sus familias y según sus casas paternas. Se contaron todos los varones que tenían 20 años de edad o más y que podían servir en el ejército,
Los descendientes de Judá fueron inscritos por nombre, según sus familias y según sus casas paternas. Se contaron todos los varones que tenían 20 años de edad o más y que podían servir en el ejército,
Los descendientes de Isacar fueron inscritos por nombre, según sus familias y según sus casas paternas. Se contaron todos los varones que tenían 20 años de edad o más y que podían servir en el ejército,
Los descendientes de Zabulón fueron inscritos por nombre, según sus familias y según sus casas paternas. Se contaron todos los varones que tenían 20 años de edad o más y que podían servir en el ejército,
Los descendientes de José por medio de Efraín fueron inscritos por nombre, según sus familias y según sus casas paternas. Se contaron todos los varones que tenían 20 años de edad o más y que podían servir en el ejército,
Los descendientes de Manasés fueron inscritos por nombre, según sus familias y según sus casas paternas. Se contaron todos los varones que tenían 20 años de edad o más y que podían servir en el ejército,
Los descendientes de Benjamín fueron inscritos por nombre, según sus familias y según sus casas paternas. Se contaron todos los varones que tenían 20 años de edad o más y que podían servir en el ejército,
Los descendientes de Dan fueron inscritos por nombre, según sus familias y según sus casas paternas. Se contaron todos los varones que tenían 20 años de edad o más y que podían servir en el ejército,
Los descendientes de Aser fueron inscritos por nombre, según sus familias y según sus casas paternas. Se contaron todos los varones que tenían 20 años de edad o más y que podían servir en el ejército,
Los descendientes de Neftalí fueron inscritos por nombre, según sus familias y según sus casas paternas. Se contaron todos los varones que tenían 20 años de edad o más y que podían servir en el ejército,
Debes poner a los levitas a cargo del tabernáculo del Testimonio, así como de todos sus utensilios y de todo lo que le pertenece. Ellos transportarán el tabernáculo y todos sus utensilios, servirán en el tabernáculo y acamparán alrededor de él.
Cada vez que haya que trasladar el tabernáculo, los levitas deben desmontarlo.m Y, cuando haya que volver a montar el tabernáculo, los levitas deben hacerlo. Cualquier persona sin autorización que se acerque debe morir.n
Y los levitas deben acampar alrededor del tabernáculo del Testimonio, para que no haya indignación contra el pueblo de Israel. Los levitas se encargarán de cuidar del tabernáculo del Testimonio”.
“Los israelitas deben acampar donde esté asignada su división de tres tribus, cada hombre al lado del estandarte de su casa paterna. Deben acampar alrededor de la tienda de reunión, mirando hacia ella.
”En el lado este, por donde amanece, acampará la división de tres tribus del campamento de Judá por grupos; el jefe de los hijos de Judá es Nahsón hijo de Aminadab.
”Cuando haya que trasladar la tienda de reunión, el campamento de los levitas debe ir en medio de los otros campamentos.
”Deben viajar en el mismo orden en el que acampan, cada uno en su lugar, según sus correspondientes divisiones de tres tribus.
”El campamento de Dan tiene registrados un total de 157.600 varones. Ellos deben ser los últimos en desmontar el campamento, según sus correspondientes divisiones de tres tribus”.
Estos son los israelitas que fueron registrados según sus casas paternas; el total de los varones registrados para el ejército en los campamentos fue de 603.550.
Los israelitas hicieron todo lo que Jehová le había mandado a Moisés. Así era como acampaban según sus divisiones de tres tribus y así era como desmontaban el campamento, cada uno según su familia y según sus casas paternas.
Sin embargo, Nadab y Abihú murieron delante de Jehová cuando ofrecieron fuego no autorizado delante de Jehová en el desierto de Sinaí, y no tenían hijos. Pero Eleazar e Itamar continuaron sirviendo de sacerdotes junto con su padre Aarón.
Tienen que cumplir con sus responsabilidades hacia él y hacia todo el pueblo delante de la tienda de reunión realizando su servicio relacionado con el tabernáculo.
Tienen que encargarse de todo el equipo de la tienda de reunión y cumplir con sus responsabilidades hacia los israelitas encargándose de los servicios relacionados con el tabernáculo.
Porque todos los primogénitos son míos. El día en el que maté a todos los primogénitos que había en la tierra de Egipto, santifiqué para mí a todos los primogénitos de Israel, tanto hombres como animales. Ellos serán míos. Yo soy Jehová”.
“Registra a los hijos de Leví según sus casas paternas y según sus familias. Tienes que registrar a todos los varones que tengan un mes de edad o más”.
La responsabilidad de los hijos de Guersón en la tienda de reunión era cuidar del tabernáculo y la tienda, su cubierta, la cortina de la entrada de la tienda de reunión,
De Cohat procedían la familia de los amramitas, la familia de los izharitas, la familia de los hebronitas y la familia de los uzielitas. Estas eran las familias de los cohatitas.
Su responsabilidad era cuidar del Arca, la mesa, el candelabro, los altares, los utensilios que se usaban para servir en el lugar santo, la cortina de separación y todo lo relacionado con este servicio.
El jefe principal de los levitas era Eleazar hijo del sacerdote Aarón, quien supervisaba a los que se encargaban de las responsabilidades del lugar santo.
Los hijos de Merarí tenían la responsabilidad de supervisar los armazones del tabernáculo, sus barras, sus columnas, sus bases, todos sus utensilios y todo lo relacionado con este servicio,
Enfrente del tabernáculo, al este, delante de la tienda de reunión, por donde amanece, acampaban Moisés y Aarón y sus hijos. Ellos tenían la responsabilidad de cuidar del santuario; era su obligación a favor de los israelitas. Cualquier persona sin autorización que se acercara debía morir.
Entonces Jehová le dijo a Moisés: “Registra a todos los primogénitos varones de los israelitas de un mes de edad o más, cuéntalos y haz una lista con sus nombres.
Tienes que tomar a los levitas para mí —yo soy Jehová— en vez de a todos los primogénitos de los israelitas. Toma los animales domésticos de los levitas en vez de todos los primogénitos de los animales domésticos de los israelitas”.
“Toma a los levitas en vez de a todos los primogénitos de los israelitas y toma los animales domésticos de los levitas en vez de los animales domésticos de ellos. Los levitas tienen que ser míos. Yo soy Jehová.
”También extenderán una tela azul sobre la mesa del pan de la presencia y le pondrán encima los platos, las copas, los tazones y las jarras de la ofrenda líquida; el pan que se ofrece de forma regular debe permanecer sobre ella.
Extenderán sobre estas cosas una tela de color rojo escarlata, cubrirán la mesa con una cubierta de piel de foca y le pondrán sus varas para transportarla.
Después tomarán una tela azul y cubrirán el candelabro para alumbrar, así como sus lámparas, sus despabiladeras, sus braserillos y todos sus recipientes para el aceite que se usa para mantenerlo encendido.
Entonces tomarán todos los utensilios que usan regularmente para servir en el lugar santo y los pondrán en una tela azul, los cubrirán con una cubierta de piel de foca y los colocarán en una barra para transportarlos.
Colocarán sobre él todos los utensilios que se usan cuando sirven en el altar: los braserillos, los tenedores, las palas y los tazones, todos los utensilios del altar. Deben extender sobre él una cubierta de piel de foca y ponerle las varas para transportarlo.
”Cuando el campamento se traslade, Aarón y sus hijos deben terminar de cubrir el lugar santo y todo el equipo del lugar santo. Entonces los hijos de Cohat entrarán para transportarlos, pero no deben tocar las cosas del lugar santo, porque si lo hacen morirán. Esta es la responsabilidad que tienen los hijos de Cohat en la tienda de reunión.
”Eleazar hijo del sacerdote Aarón es el encargado de supervisar el aceite para el alumbrado, el incienso aromático, la ofrenda regular de grano y el aceite de la unción. Él debe supervisar todo el tabernáculo y todo lo que hay en él, incluido el lugar santo y sus utensilios”.
Más bien, hagan esto por ellos, para que sigan viviendo y no mueran por acercarse a las cosas santísimas. Aarón y sus hijos entrarán y le asignarán a cada uno de ellos su servicio y lo que transportará.
transportarán las telas de tienda del tabernáculo, la tienda de reunión, su cubierta y la cubierta de piel de foca que está encima de ella, la cortina de la entrada de la tienda de reunión,
las cortinas del patio, la cortina de la entrada del patio que rodea el tabernáculo y el altar, sus cuerdas, todos sus utensilios y todo lo que se usa en este servicio. Esta es su tarea asignada.
Aarón y sus hijos deben supervisar todo el servicio de los guersonitas y lo que deben transportar. Ustedes les asignarán todo lo que deben transportar; esto será la responsabilidad de ellos.
Este es el servicio que las familias de los guersonitas deben realizar en la tienda de reunión. Deben cumplir con sus responsabilidades dirigidos por Itamar hijo del sacerdote Aarón.
Su responsabilidad relacionada con su servicio en la tienda de reunión es transportar esto: los armazones del tabernáculo, sus barras, sus columnas y sus bases,
así como las columnas que rodean el patio, sus bases, sus estacas y sus cuerdas junto con todo su equipo y todo lo relacionado con este servicio. Ustedes les asignarán por nombre el equipo que tienen que transportar.
Estos son los que fueron registrados de las familias de los cohatitas, todos los que servían en la tienda de reunión. Moisés y Aarón los registraron de acuerdo con la orden de Jehová mediante Moisés.
Este fue el registro de las familias de los hijos de Guersón, de todos los que servían en la tienda de reunión. Moisés y Aarón hicieron que los registraran por orden de Jehová.
Ellos fueron registrados de acuerdo con la orden de Jehová mediante Moisés, cada uno según su servicio asignado y según lo que debía transportar; fueron registrados tal como Jehová le había mandado a Moisés.
“Manda a los israelitas que envíen fuera del campamento a toda persona leprosa, a todo el que tenga una secreción y a todo el que sea impuro por tocar a un muerto.
Tanto si es hombre como si es mujer, deben enviarlos afuera. Deben enviarlos fuera del campamento para que no contaminen los campamentos de aquellos en medio de los que resido”.
“Diles a los israelitas: ‘Si un hombre o una mujer comete alguno de los pecados comunes a todos los hombres y se porta infielmente con Jehová, esa persona es culpable.
Debe confesar el pecado que ha cometido, así como devolver toda la cantidad como compensación por su culpa y además añadirle una quinta parte de su valor. Debe dársela al perjudicado.
Pero, si este ha muerto y no tiene un pariente cercano que pueda recibir la compensación, hay que dársela a Jehová, y la compensación será para el sacerdote, además del carnero de la expiación con el que el sacerdote hará expiación por el pecador.
teniendo relaciones sexuales con otro hombre pero el esposo no lo sabe y el asunto queda oculto, de modo que ella se ha contaminado pero no hay ningún testigo contra ella y no ha sido sorprendida en el acto.
Tanto si el esposo siente celos y tiene dudas de la fidelidad de su esposa cuando ella se ha contaminado como si el esposo siente celos y tiene dudas de la fidelidad de su esposa cuando ella no se ha contaminado,
él debe llevar a su esposa ante el sacerdote junto con una ofrenda por ella: una décima parte de un efá de harina de cebada. Él no debe derramar aceite sobre la ofrenda ni ponerle olíbano encima, porque es una ofrenda de grano relacionada con los celos, una ofrenda de grano que hace recordar la culpa.
Y el sacerdote hará que la mujer se presente delante de Jehová, le soltará el cabello y le pondrá sobre las palmas de las manos la ofrenda de grano que sirve de recordatorio —es decir, la ofrenda de grano relacionada con los celos—, y el sacerdote tendrá en su mano el agua amarga que provoca una maldición.
”’Entonces el sacerdote hará que la mujer haga un juramento diciéndole: “Si no has tenido relaciones sexuales con ningún otro hombre mientras estabas sujeta a la autoridad de tu esposo y si no te has desviado y no te has contaminado, queda libre del efecto de esta agua amarga que provoca una maldición.
Pero, si te has contaminado al desviarte mientras estabas sujeta a la autoridad de tu esposo y has tenido relaciones sexuales con otro hombre aparte de tu esposo...”.
Entonces el sacerdote hará que la mujer haga un juramento que incluya una maldición, y el sacerdote le dirá a la mujer: “Que Jehová haga de ti un ejemplo de maldición y juramento en medio de tu pueblo cuando Jehová haga que tu muslo decaiga y tu abdomen se hinche.
Esta agua que provoca una maldición entrará en tus intestinos y hará que tu abdomen se hinche y que tu muslo decaiga”. Y la mujer debe responder: “¡Amén! ¡Amén!”.
Entonces tendrá que hacer que la mujer beba del agua amarga que provoca una maldición, y el agua que provoca una maldición entrará en ella y le provocará amargura.
Y el sacerdote debe tomar de las manos de la mujer la ofrenda de grano relacionada con los celos y mecerla de acá para allá ante Jehová, y él la acercará al altar.
El sacerdote tomará un puñado de la ofrenda de grano como muestra de la ofrenda y lo hará humear sobre el altar, y después hará que la mujer beba del agua.
Cuando él la haga beber del agua, si ella se ha contaminado y le ha sido infiel a su esposo, entonces el agua que provoca una maldición entrará en ella y se convertirá en algo amargo, su abdomen se hinchará y su muslo decaerá, y la mujer se convertirá en un ejemplo de maldición en medio de su pueblo.
o si un hombre siente celos y sospecha que su esposa le ha sido infiel. Él debe presentar a su esposa delante de Jehová, y el sacerdote debe hacer con ella todo lo que dice esta ley.
debe abstenerse de vino y otras bebidas alcohólicas. No debe beber vinagre de vino ni vinagre de otras bebidas alcohólicas. No debe beber ninguna bebida hecha con uvas ni comer uvas frescas ni pasas.
”’Mientras dure su voto de nazareato, no debe pasar navaja sobre su cabeza.a Tiene que permanecer santo dejándose crecer el pelob de la cabeza hasta que se cumplan los días que debe estar separado para Jehová.
Aun si muriera su padre, su madre, su hermano o su hermana, él no debe contaminarse, ya que tiene sobre la cabeza la señal de su nazareato para su Dios.
Pero, si alguien muere de repente a su lado y contamina el pelo que simboliza su separación para Dios, él debe afeitarse la cabeza el día en que vaya a ser declarado puro. Debe afeitársela el séptimo día.
El sacerdote ofrecerá una de estas aves como ofrenda por el pecado y otra como ofrenda quemada, y hará expiación por él, por su pecado relacionado con el muerto. Luego él tiene que santificar su cabeza ese día.
Y tiene que separarse otra vez para Jehová a fin de volver a comenzar los días de su nazareato, y él llevará un carnero joven en su primer año como ofrenda por la culpa. Sin embargo, los días que ya hayan pasado no se contarán, porque él contaminó su nazareato.
Allí tiene que presentar su ofrenda para Jehová: un carnero joven y sano en su primer año como ofrenda quemada, una cordera sana en su primer año como ofrenda por el pecado, un carnero sano como sacrificio de paz,
una canasta de roscas de pan de harina fina sin levadura hechas con aceite y galletas delgadas sin levadura untadas con aceite, así como la ofrenda de grano y las ofrendas líquidas correspondientes.
El sacerdote le ofrecerá a Jehová el carnero como sacrificio de paz junto con la canasta de roscas de pan sin levadura y presentará la ofrenda de grano y la ofrenda líquida correspondientes.
”’Entonces el nazareo tiene que afeitarse el pelo de la cabeza a la entrada de la tienda de reunión, y él tomará el pelo de la cabeza que se dejó crecer durante su nazareato y lo pondrá sobre el fuego que está debajo del sacrificio de paz.
Y el sacerdote tiene que tomar una paletilla hervida del carnero, una rosca de pan sin levadura de la canasta y una galleta delgada sin levadura, y tiene que ponerlas sobre las palmas de las manos del nazareo después de que le hayan afeitado la señal de su nazareato.
Y el sacerdote tiene que mecerlas de acá para allá como una ofrenda mecida delante de Jehová. Es algo santo para el sacerdote, al igual que el pecho de la ofrenda mecida y la pata de la contribución. Después, el nazareo podrá beber vino.
”’Esta es la ley para el nazareo que hace un voto: si él hace el voto de hacer una ofrenda mayor para Jehová que la que le exige su nazareato y está dentro de sus posibilidades hacerlo, debe cumplir con su voto debido a la ley de su nazareato’”.
El día en el que Moisés terminó de montar el tabernáculo, él lo ungió y lo santificó junto con todos sus objetos, el altar y todos sus utensilios. Después de que él ungió y santificó estas cosas,
llevaron su ofrenda delante de Jehová: 6 carretas cubiertas y 12 toros, una carreta por cada 2 jefes y un toro por jefe; y ellos los presentaron delante del tabernáculo.
“Acéptales estas cosas, porque se usarán para el servicio de la tienda de reunión. Tienes que repartirlas entre los levitas; dale a cada uno lo que necesite para realizar sus tareas”.
y les dio cuatro carretas y ocho toros a los hijos de Merarí, de acuerdo con lo que necesitaban para realizar sus tareas dirigidos por Itamar hijo del sacerdote Aarón.
Pero no les dio nada a los hijos de Cohat porque sus tareas estaban relacionadas con el servicio del lugar santo. Ellos transportaban sobre sus hombros las cosas santas.
Los jefes hicieron su ofrenda para la inauguración del altar el día en el que este fue ungido. Cuando los jefes presentaron su ofrenda delante del altar,
Su ofrenda fue esta: para la ofrenda de grano, un plato de plata que pesaba 130 siclos y un tazón de plata que pesaba 70 siclos, según el siclo oficial del lugar santo, ambos llenos de harina fina mezclada con aceite;
y, para el sacrificio de paz, dos toros, cinco carneros, cinco machos de las cabras y cinco corderos de un año de edad cada uno. Esta fue la ofrenda de Nahsón hijo de Aminadab.
Presentó esto como ofrenda: para la ofrenda de grano, un plato de plata que pesaba 130 siclos y un tazón de plata que pesaba 70 siclos, según el siclo oficial del lugar santo, ambos llenos de harina fina mezclada con aceite;
y, para el sacrificio de paz, dos toros, cinco carneros, cinco machos de las cabras y cinco corderos de un año de edad cada uno. Esta fue la ofrenda de Netanel hijo de Zuar.
presentó su ofrenda: para la ofrenda de grano, un plato de plata que pesaba 130 siclos y un tazón de plata que pesaba 70 siclos, según el siclo oficial del lugar santo, ambos llenos de harina fina mezclada con aceite;
y, para el sacrificio de paz, dos toros, cinco carneros, cinco machos de las cabras y cinco corderos de un año de edad cada uno. Esta fue la ofrenda de Eliab hijo de Helón.
presentó su ofrenda: para la ofrenda de grano, un plato de plata que pesaba 130 siclos y un tazón de plata que pesaba 70 siclos, según el siclo oficial del lugar santo, ambos llenos de harina fina mezclada con aceite;
y, para el sacrificio de paz, dos toros, cinco carneros, cinco machos de las cabras y cinco corderos de un año de edad cada uno. Esta fue la ofrenda de Elizur hijo de Sedeur.
presentó su ofrenda: para la ofrenda de grano, un plato de plata que pesaba 130 siclos y un tazón de plata que pesaba 70 siclos, según el siclo oficial del lugar santo, ambos llenos de harina fina mezclada con aceite;
y, para el sacrificio de paz, dos toros, cinco carneros, cinco machos de las cabras y cinco corderos de un año de edad cada uno. Esta fue la ofrenda de Selumiel hijo de Zurisadái.
presentó su ofrenda: para la ofrenda de grano, un plato de plata que pesaba 130 siclos y un tazón de plata que pesaba 70 siclos, según el siclo oficial del lugar santo, ambos llenos de harina fina mezclada con aceite;
y, para el sacrificio de paz, dos toros, cinco carneros, cinco machos de las cabras y cinco corderos de un año de edad cada uno. Esta fue la ofrenda de Eliasaf hijo de Deuel.
presentó su ofrenda: para la ofrenda de grano, un plato de plata que pesaba 130 siclos y un tazón de plata que pesaba 70 siclos, según el siclo oficial del lugar santo, ambos llenos de harina fina mezclada con aceite;
y, para el sacrificio de paz, dos toros, cinco carneros, cinco machos de las cabras y cinco corderos de un año de edad cada uno. Esta fue la ofrenda de Elisamá hijo de Amihud.
presentó su ofrenda: para la ofrenda de grano, un plato de plata que pesaba 130 siclos y un tazón de plata que pesaba 70 siclos, según el siclo oficial del lugar santo, ambos llenos de harina fina mezclada con aceite;
y, para el sacrificio de paz, dos toros, cinco carneros, cinco machos de las cabras y cinco corderos de un año de edad cada uno. Esta fue la ofrenda de Gamaliel hijo de Pedahzur.
presentó su ofrenda: para la ofrenda de grano, un plato de plata que pesaba 130 siclos y un tazón de plata que pesaba 70 siclos, según el siclo oficial del lugar santo, ambos llenos de harina fina mezclada con aceite;
y, para el sacrificio de paz, dos toros, cinco carneros, cinco machos de las cabras y cinco corderos de un año de edad cada uno. Esta fue la ofrenda de Abidán hijo de Guideoní.
presentó su ofrenda: para la ofrenda de grano, un plato de plata que pesaba 130 siclos y un tazón de plata que pesaba 70 siclos, según el siclo oficial del lugar santo, ambos llenos de harina fina mezclada con aceite;
y, para el sacrificio de paz, dos toros, cinco carneros, cinco machos de las cabras y cinco corderos de un año de edad cada uno. Esta fue la ofrenda de Ahiézer hijo de Amisadái.
presentó su ofrenda: para la ofrenda de grano, un plato de plata que pesaba 130 siclos y un tazón de plata que pesaba 70 siclos, según el siclo oficial del lugar santo, ambos llenos de harina fina mezclada con aceite;
y, para el sacrificio de paz, dos toros, cinco carneros, cinco machos de las cabras y cinco corderos de un año de edad cada uno. Esta fue la ofrenda de Paguiel hijo de Ocrán.
presentó su ofrenda: para la ofrenda de grano, un plato de plata que pesaba 130 siclos y un tazón de plata que pesaba 70 siclos, según el siclo oficial del lugar santo, ambos llenos de harina fina mezclada con aceite;
y, para el sacrificio de paz, dos toros, cinco carneros, cinco machos de las cabras y cinco corderos de un año de edad cada uno. Esta fue la ofrenda de Ahirá hijo de Enán.
Esta fue la ofrenda de los jefes de Israel para la inauguración del altar cuando este fue ungido: 12 platos de plata, 12 tazones de plata y 12 copas de oro
(cada plato de plata pesaba 130 siclos y cada tazón pesaba 70 siclos, así que toda la plata de los recipientes pesaba 2.400 siclos, según el siclo oficial del lugar santo;
cada una de las 12 copas de oro que estaban llenas de incienso pesaba 10 siclos, según el siclo oficial del lugar santo, así que todo el oro de las copas pesaba 120 siclos).
El total de los animales que se ofrecieron para la ofrenda quemada fue de 12 toros, 12 carneros y 12 corderos de un año de edad cada uno, junto con sus ofrendas de grano, y el total para la ofrenda por el pecado fue de 12 cabritos.
Y el total de los animales que se ofrecieron para el sacrificio de paz fue de 24 toros, 60 carneros, 60 machos de las cabras y 60 corderos de un año de edad cada uno. Esta fue la ofrenda para la inauguración del altar después de haber sido ungido.
Siempre que Moisés entraba en la tienda de reunión para hablar con Dios, oía la voz que hablaba con él desde encima de la cubierta que estaba sobre el arca del Testimonio, entre los dos querubines; Dios hablaba con él.
Así es como estaba hecho el candelabro: de oro labrado a martillo; estaba labrado a martillo desde su eje central hasta sus flores. El candelabro se hizo de acuerdo con la visión que Jehová le había mostrado a Moisés.
Así es como debes purificarlos: salpícalos con el agua que purifica los pecados, y ellos deben afeitarse todo el cuerpo con una navaja, lavar su ropa y purificarse.
Entonces ellos tomarán un toro joven y su correspondiente ofrenda de grano de harina fina mezclada con aceite, y tú tomarás otro toro joven para la ofrenda por el pecado.
”Entonces los levitas pondrán las manos sobre las cabezas de los toros. Después presenta uno como ofrenda por el pecado y el otro como ofrenda quemada para Jehová a fin de hacer expiación por los levitas.
Porque ellos son los que han sido entregados, los apartados de entre los israelitas para mí. Los tomaré para mí en vez de a todos los primogénitos de los israelitas.
Porque todos los primogénitos de entre los israelitas son míos, tanto hombres como animales. Los santifiqué para mí el día en el que maté a todos los primogénitos que había en la tierra de Egipto.
Y, de entre los israelitas, los levitas serán entregados para servir a Aarón y sus hijos, para que realicen su servicio a favor de los israelitas en la tienda de reunión y para que hagan expiación por los israelitas, a fin de que no se produzca ninguna plaga entre los israelitas por acercarse el pueblo de Israel al lugar santo”.
Esto fue lo que hicieron Moisés, Aarón y todo el pueblo de Israel con los levitas. De acuerdo con todo lo que Jehová le había mandado hacer a Moisés con los levitas, así hicieron los israelitas con ellos.
De modo que los levitas se purificaron y lavaron su ropa. Después, Aarón los presentó como ofrenda mecida delante de Jehová. Y entonces Aarón hizo expiación por ellos para purificarlos.
Luego los levitas entraron para realizar su servicio en la tienda de reunión delante de Aarón y sus hijos. Tal como Jehová le había mandado hacer a Moisés con los levitas, así hicieron con ellos.
Puede servir a los hermanos suyos que tienen responsabilidades en la tienda de reunión, pero no debe realizar el servicio allí. Eso es lo que debes hacer en lo relacionado con los levitas y sus responsabilidades”.
Deben prepararlo en la fecha fijada, el día 14 de este mes, al anochecer. Deben prepararlo según todos los estatutos y todos los procedimientos establecidos”.
Entonces ellos prepararon el sacrificio de la Pascua en el primer mes, el día 14 del mes, al anochecer, en el desierto de Sinaí. De acuerdo con todo lo que Jehová le había mandado a Moisés, así hicieron los israelitas.
Ahora bien, varios hombres se habían vuelto impuros por tocar a un muerto y por eso no podían preparar el sacrificio de la Pascua ese día. Así que ese día se presentaron delante de Moisés y Aarón,
y le dijeron: “Estamos impuros por tocar a un muerto. ¿Por qué debería eso impedirnos presentar la ofrenda para Jehová en la fecha fijada con los demás israelitas?”.
“Diles a los israelitas: ‘Incluso si alguno de ustedes o de las generaciones futuras se vuelve impuro por tocar a un muerto o se encuentra lejos de viaje, debe preparar el sacrificio de la Pascua para Jehová.
No deben dejar que quede nada del sacrificio hasta la mañana siguiente ni deben quebrarle ningún hueso. Deben prepararlo de acuerdo con todos los estatutos sobre la Pascua.
Pero, si alguien es puro o no se encuentra de viaje y no prepara el sacrificio de la Pascua, esa persona tiene que ser eliminada de su pueblo, porque no presentó la ofrenda para Jehová en la fecha fijada. Ese hombre responderá por su pecado.
”’Y, si un residente extranjero vive con ustedes, él también debe preparar el sacrificio de la Pascua para Jehová. Debe prepararlo de acuerdo con el estatuto sobre la Pascua y el procedimiento establecido. Tiene que haber un solo estatuto para ustedes, tanto para el residente extranjero como para el natural del país’”.
Ahora bien, el día en el que se montó el tabernáculo, la nube cubrió el tabernáculo —la tienda del Testimonio—, pero al anochecer lo que parecía ser fuego permaneció sobre el tabernáculo hasta la mañana siguiente.
Cada vez que la nube se elevaba por encima de la tienda, los israelitas se trasladaban de inmediato, y, en el lugar donde la nube se detenía, allí acampaban los israelitas.
Por orden de Jehová se trasladaban los israelitas y por orden de Jehová acampaban. Mientras la nube permanecía encima del tabernáculo, ellos se quedaban acampados.
Otras veces la nube se detenía solo desde la noche hasta la mañana y, cuando la nube se elevaba por la mañana, ellos se trasladaban. Cuando la nube se elevaba, fuera de día o de noche, ellos se trasladaban.
Mientras la nube permaneciera encima del tabernáculo —fueran dos días, un mes o más—, los israelitas se quedaban acampados y no se trasladaban. Pero, si se elevaba, ellos se trasladaban.
Por orden de Jehová ellos se quedaban acampados y por orden de Jehová se trasladaban. Cumplían la obligación que tenían con Jehová de acuerdo con la orden de Jehová mediante Moisés.
Cuando suene una serie de toques cortos de trompeta por segunda vez, deben trasladarse los campamentos de los que están al sur. Hay que hacer sonar los toques de trompeta de esta manera cada vez que una de las divisiones se traslade.
”Cuando tengan que ir a la guerra en su país contra un opresor que los esté acosando, deben hacer sonar una llamada de guerra con las trompetas, y Jehová su Dios se acordará de ustedes y los salvará de sus enemigos.
”También, en las ocasiones alegres —sus fiestas y al comienzo de los meses—, tienen que tocar las trompetas sobre sus ofrendas quemadas y sus sacrificios de paz; estas serán un recordatorio para ustedes delante de su Dios. Yo soy Jehová su Dios”.
En primer lugar, salió la división de tres tribus del campamento de los hijos de Judá por grupos, y Nahsón hijo de Aminadab estaba al mando de su grupo.
Después, salió la división de tres tribus del campamento de los hijos de Dan por grupos, en la retaguardia de todos los campamentos, y Ahiézer hijo de Amisadái estaba al mando de su grupo.
Entonces Moisés le dijo a Hobab hijo de Reuel el madianita, el suegro de Moisés: “Estamos saliendo hacia el lugar acerca del que Jehová dijo ‘Yo se lo daré a ustedes’. Ven con nosotros y te trataremos bien, porque Jehová ha prometido cosas buenas para Israel”.
Así que ellos se fueron de la montaña de Jehová y viajaron por tres días, y el arca del pacto de Jehová iba delante de ellos durante el viaje de tres días en busca de un sitio donde pudieran descansar.
Ahora bien, el pueblo comenzó a quejarse con amargura delante de Jehová. Cuando Jehová los oyó, se enfureció, y un fuego de Jehová empezó a arder entre ellos y a consumir a algunos en las afueras del campamento.
Y la multitud de extranjeros que había entre ellos expresó sus deseos egoístas. Y los israelitas también se pusieron a llorar de nuevo y a decir: “¿Quién nos dará carne para comer?
El pueblo salía a recogerlo y lo molía en molinos de mano o lo machacaba en un mortero. Luego lo hervían en ollas o hacían panes redondos con él, y sabía como una galleta dulce con aceite.
Pues bien, Moisés oyó que el pueblo lloraba, una familia tras otra, cada persona a la entrada de su tienda de campaña. Y Jehová se enojó mucho, y Moisés también estaba muy disgustado.
Entonces Moisés le dijo a Jehová: “¿Por qué haces sufrir a tu siervo? ¿Qué he hecho yo para no contar con tu favor y que me obligues a cargar con todo este pueblo?
¿Acaso concebí yo a todo este pueblo? ¿Fui yo quien los dio a luz, para que tú me digas ‘Llévalos en tu seno como hace el siervo que carga a un niño de pecho’ y que yo tenga que llevarlos a la tierra que juraste darles a sus antepasados?
Jehová le respondió a Moisés: “Reúneme a 70 hombres de entre los ancianos de Israel —a hombres que tú apruebes como ancianos y funcionarios del pueblo—, llévalos a la tienda de reunión y haz que se queden allí contigo.
Y yo descenderé y hablaré contigo allí, y tomaré un poco del espíritu que está en ti y lo pondré sobre ellos, y ellos te ayudarán a llevar la carga del pueblo para que no tengas que llevarla tú solo.
Y al pueblo debes decirle: ‘Santifíquense para mañana, porque de veras comerán carne, porque Jehová los ha oído llorar y decir: “¿Quién nos dará carne para comer? Estábamos mejor en Egipto”. Pues Jehová les va a dar carne, y ustedes comerán.
sino un mes entero, hasta que les salga por las narices y le tengan asco, porque ustedes rechazaron a Jehová, que está en medio de ustedes, y se pusieron a llorar delante de él y a decir: “¿Por qué habremos salido de Egipto?”’”.
Entonces Moisés dijo: “Estoy en medio de un pueblo con 600.000 hombres de a pie, ¡y aun así tú dices ‘Les voy a dar suficiente carne para todo un mes’!
Así que Moisés salió y le comunicó al pueblo las palabras de Jehová. Además, reunió a 70 hombres de entre los ancianos del pueblo y los colocó alrededor de la tienda.
Entonces Jehová descendió en una nube y habló con él, le quitó un poco del espíritu que estaba en él y lo puso sobre cada uno de los 70 ancianos. Y, tan pronto como el espíritu se posó sobre ellos, comenzaron a portarse como profetas, pero solo lo hicieron esa vez.
Ahora bien, dos de los hombres se habían quedado en el campamento. Se llamaban Eldad y Medad. Y el espíritu empezó a posarse sobre ellos, ya que estaban incluidos entre los nombres anotados, pero no habían ido a la tienda. Así que comenzaron a portarse como profetas en el campamento.
Pero Moisés le dijo: “¿Tienes celos por mí? Al contrario, ¡ya quisiera yo que todos los miembros del pueblo de Jehová fueran profetas y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos!”.c
Entonces Jehová hizo que se levantara un viento que empezó a llevar codornices desde el mar y a hacer que cayeran alrededor del campamento, y estas cubrieron unos dos codos de altura del suelo, en una zona como el camino de un día por un lado y como el camino de un día por el otro lado, todo alrededor del campamento.
Así que el pueblo se quedó levantado todo ese día, toda la noche y todo el día siguiente recogiendo codornices. Nadie recogió menos de 10 homeres. Y se pusieron a extenderlas para ellos alrededor del campamento.
Pero, mientras todavía tenían carne entre los dientes, antes de que acabaran de masticarla, Jehová se enojó con el pueblo, y Jehová se puso a castigar al pueblo con una grandísima matanza.
Entonces Míriam y Aarón empezaron a hablar en contra de Moisés debido a la esposa cusita con la que él se había casado, porque él había tomadoa una esposa cusita.
Entonces él dijo: “Oigan mis palabras, por favor. Si hubiera un profeta de Jehová entre ustedes, yo me daría a conocer a él en una visión y le hablaría en un sueño.
Hablo con él cara a cara, claramente y sin enigmas; él ve el aspecto de Jehová. Entonces, ¿por qué no les dio miedo hablar en contra de mi siervo, en contra de Moisés?”.
La nube se alejó de la tienda... y resultó que Míriam estaba cubierta de lepra blanca como la nieve.n Entonces Aarón se volvió hacia Míriam y vio que estaba cubierta de lepra.o
Enseguida, Aarón le dijo a Moisés: “¡Te lo suplico, señor mío! ¡Por favor, no nos castigues por este pecado! Hemos sido unos tontos al haber hecho esto.p
Jehová le respondió a Moisés: “Si su padre le escupiera directamente a la cara, ¿no duraría su humillación siete días? Que pase siete días en cuarentena fuera del campamento, y después puede ser admitida de nuevo”.
“Envía hombres a espiar la tierra de Canaán, la tierra que voy a darles a los israelitas. Deben enviar un hombre de cada tribu patriarcal; cada uno debe ser jefe entre ellos”.
Averigüen si el terreno es fértil o estéril y si tiene árboles o no. Deben ser valientes y traerse algo del fruto de la tierra”. Esta era la época de las primeras uvas maduras.
Cuando subieron al Négueb, llegaron a Hebrón, donde vivían Ahimán, Sesái y Talmái, los anaquim. Por cierto, Hebrón se había construido siete años antes que Zoan de Egipto.
Cuando llegaron al valle de Escol, cortaron allí una rama con un racimo de uvas, que tuvieron que cargar dos hombres sobre una barra; también se llevaron algunas granadas e higos.
Así que fueron adonde estaban Moisés, Aarón y todo el pueblo de Israel en el desierto de Parán, en Cadés. Y le dieron un informe a todo el pueblo y le mostraron el fruto de la tierra.
Los amalequitas viven en la tierra del Négueb; los hititas, los jebuseos y los amorreos viven en la región montañosa, y los cananeos viven junto al mar y a orillas del Jordán”.
Entonces Caleb trató de tranquilizar al pueblo que estaba delante de Moisés diciendo: “Subamos de inmediato y verán que nos apoderamos de ella, porque podemos conquistarla sin ninguna duda”.
Y ellos continuaron dándoles a los israelitas un mal informe de la tierra que habían espiado. Decían: “La tierra que recorrimos para espiarla es una tierra que devora a sus habitantes, y toda la gente que vimos en ella son hombres de enorme tamaño.
Y allí vimos a los nefilim, los hijos de Anac, que vienen de los nefilim; nosotros nos veíamos como saltamontes en comparación con ellos, y eso mismo les parecíamos a ellos”.
Todos los israelitas empezaron a quejarse de Moisés y Aarón, y todo el pueblo empezó a hablar en contra de ellos. Decían: “¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto! ¡Ojalá hubiéramos muerto en este desierto!
¿Para qué nos trae Jehová a esta tierra? ¿Para que caigamos a espada? Tomarán como botín a nuestras esposas y a nuestros hijos. ¿No es mejor que volvamos a Egipto?”.
Pero no se rebelen contra Jehová y no le tengan miedo a la gente de la tierra, porque son pan comido para nosotros. Ya no tienen protección, y Jehová está con nosotros. No les tengan miedo”.
Entonces Jehová le dijo a Moisés: “¿Hasta cuándo me tratará sin respeto este pueblo? ¿Hasta cuándo no tendrán fe en mí a pesar de todos los milagros que he realizado entre ellos?
y se lo dirán a los habitantes de esta tierra. Ellos también han oído que tú, Jehová, estás en medio de este pueblo y que te has aparecido a ellos cara a cara. Tú eres Jehová, y tu nube está sobre ellos, y tú vas delante de ellos en la columna de nube durante el día y en la columna de fuego durante la noche.
‘Jehová, paciente y lleno de amor leal, el que perdona errores y ofensas, pero que jamás deja sin castigo al culpable y que hace que el castigo por el error de los padres recaiga sobre los hijos, sobre la tercera generación y sobre la cuarta generación’.
Pero ninguno de los hombres que han visto mi gloriai y los milagrosj que realicé en Egipto y en el desierto y, aun así, han seguido poniéndome a pruebak estas 10 veces y no han escuchado mi vozl
Pero, como mi siervo Caleb demostró un espíritu diferente y continuó siguiéndome con todo el corazón, yo lo llevaré a la tierra a la que fue y sus descendientes serán dueños de ella.
En este desierto caerán sus cadáveres, sí, caerán todos ustedes, los que tienen 20 años de edad o más y fueron registrados, todos los que se han quejado de mí.
Y sus hijos llegarán a ser pastores en el desierto 40 años y tendrán que responder por las infidelidades de ustedes hasta que el último de los cadáveres de ustedes caiga en el desierto.
Según el número de días que ustedes espiaron la tierra, 40 días, ustedes responderán por sus errores 40 años, un día por un año, un día por un año. Así sabrán lo que significa oponerse a mí.
’”Yo, Jehová, he hablado. Esto es lo que le haré a este pueblo malvado, a los que se han reunido contra mí: en este desierto llegarán a su fin y aquí morirán.
Los hombres a los que Moisés envió a espiar la tierra y que hicieron que todo el pueblo se quejara de él cuando regresaron con un mal informe de la tierra,
Además, se levantaron temprano y trataron de subir hasta la cima de la montaña. Dijeron: “Aquí estamos, listos para subir al lugar del que Jehová ha hablado, pues hemos pecado”.
Porque los amalequitas y los cananeos están allí para enfrentarse a ustedes, y ustedes caerán a espada. Como ustedes dejaron de seguir a Jehová, Jehová no estará con ustedes”.
Sin embargo, ellos se atrevieron a subir a la cima de la montaña, pero ni el arca del pacto de Jehová ni Moisés se movieron de en medio del campamento.
y presenten una ofrenda hecha con fuego para Jehová del ganado vacuno o del rebaño —sea una ofrenda quemada o un sacrificio para cumplir un voto especial, una ofrenda voluntaria o una ofrenda durante sus fiestas periódicas— a fin de ofrecerla como aroma muy agradable para Jehová,
el que presente su ofrenda también tiene que presentarle a Jehová una ofrenda de grano hecha con la décima parte de un efá de harina fina mezclada con un cuarto de hin de aceite.
O, en caso de que sea un carnero, tienes que presentar una ofrenda de grano hecha con dos décimas partes de un efá de harina fina mezclada con un tercio de hin de aceite.
también tienes que presentar junto con el toro una ofrenda de grano hecha con tres décimas partes de un efá de harina fina mezclada con medio hin de aceite.
”’Si un extranjero que vive con ustedes o alguien que lleve muchas generaciones viviendo entre ustedes va a presentar una ofrenda hecha con fuego y de aroma muy agradable para Jehová, debe hacer lo mismo que ustedes.
Ustedes que son de la congregación y el extranjero que vive con ustedes tendrán un mismo estatuto. Será un estatuto permanente para todas sus generaciones. El residente extranjero debe ser igual que ustedes delante de Jehová.
y es por equivocación y sin que el pueblo lo sepa, entonces todo el pueblo tiene que ofrecer un toro joven como ofrenda quemada de aroma muy agradable para Jehová junto con la ofrenda de grano y la ofrenda líquida correspondientes siguiendo el procedimiento regular, además de un cabrito como ofrenda por el pecado.
El sacerdote hará expiación por todo el pueblo de Israel y serán perdonados, porque se equivocaron y llevaron delante de Jehová como ofrenda por su equivocación una ofrenda hecha con fuego para Jehová y una ofrenda por el pecado.
Y el sacerdote hará expiación por la persona que se equivocó y pecó sin querer delante de Jehová. Él hará expiación por el pecado, y ella será perdonada.
”’Pero la persona que haga algo a propósito,a sea un israelita de nacimiento o un residente extranjero, está blasfemando contra Jehováb y debe ser eliminada de entre su pueblo.c
Como ha despreciadod las palabras de Jehová y ha desobedecidoe su mandamiento, esa persona debe ser eliminada sin falta.f Es responsable de su propio error’”.g
“Habla con los israelitas y diles: ‘Tienen que hacerse flecos en el borde de la falda de su ropa generación tras generación, y tienen que poner una cuerdecita azul más arriba del borde con flecos de la falda.
Deben tener este borde con flecos para que, cuando lo vean, recuerden todos los mandamientosm de Jehová y los obedezcan. No sigan a sus corazones ni a sus ojos,n pues los están llevando a prostituirse espiritualmente.o
Entonces Coré,a hijo de Izhar,b hijo de Cohat,c hijo de Leví,d se unió a Datáne y Abiram,f los hijos de Eliab,g y a On hijo de Pélez, de los hijos de Rubén.h
Así que se reunieron contrai Moisés y Aarón, y les dijeron: “¡Estamos hartos de ustedes! Todo el pueblo es santo,j todos ellos, y Jehová está en medio de ellos.k ¿Por qué se ponen ustedes por encima de la congregación de Jehová?”.l
Entonces les dijo a Coré y a los que lo apoyaban: “Por la mañana, Jehová dará a conocer quién le pertenece,a quién es santob y quién tiene que acercarse a él.c Y la persona a quien él escojad se acercará a él.
pongan fuego en ellos y échenles incienso encima mañana delante de Jehová, y el hombre a quien Jehová escoja es el santo. ¡Han ido demasiado lejos, hijos de Leví!”.
¿Les parece poco que el Dios de Israel los haya separado del pueblo de Israel y les haya permitido acercarse a él para realizar el servicio del tabernáculo de Jehová y para estar de pie delante del pueblo para servirles,
¿Te parece poco que nos hayas sacado de una tierra que rebosa de leche y miel para matarnos en el desierto? ¿Y ahora también quieres ser nuestro gobernante supremo?
Lo cierto es que no nos has traído a una tierra que rebosa de leche y miel ni nos has dado un campo y una viña como herencia. ¿Vas a sacarles los ojos a esos hombres? ¡No vamos a ir!”.
Así que Moisés se enojó muchísimo y le dijo a Jehová: “No aceptes su ofrenda de grano. No le he quitado ni uno de sus burros ni le he hecho daño a ninguno de ellos”.
Cada uno debe tomar su braserillo, echar incienso encima y presentar su braserillo delante de Jehová: 250 braserillos en total. Y tú y Aarón también llevarán sus braserillos”.
Así que cada uno de ellos tomó su braserillo, puso fuego en él y echó incienso encima, y todos se quedaron de pie a la entrada de la tienda de reunión junto con Moisés y Aarón.
Ante esto, ellos cayeron rostro a tierra y dijeron: “Oh, Dios, el Dios del espíritu de todas las personas, ¿te indignas con todo el pueblo por el pecado de un solo hombre?”.
Él le dijo al pueblo: “Por favor, aléjense de las tiendas de estos hombres malvados y no toquen ninguna de sus cosas, para que no sean destruidos por su pecado”.
Ellos se alejaron inmediatamente de las tiendas de Coré, Datán y Abiram. Y Datán y Abiram salieron y se quedaron a la entrada de sus tiendas junto con sus esposas, sus hijos y sus niñitos.
pero, si Jehová hace algo extraordinario con ellos y el suelo se abre y se los traga a ellos con todas sus cosas y ellos bajan vivos a la Tumba, ustedes no tendrán la menor duda de que estos hombres le han faltado el respeto a Jehová”.
Los braserillos de estos hombres cuyo pecado les costó la vida se hicieron santos porque ellos los presentaron delante de Jehová, así que deben transformarlos en láminas de metal delgadas para revestir el altar. Y deben servir de señal para los israelitas”.
De modo que el sacerdote Eleazar tomó los braserillos de cobre que presentaron los que habían sido quemados y los martilló hasta convertirlos en láminas para revestir el altar,
tal como Jehová le había dicho a Moisés. Esto les hacía recordar a los israelitas que ninguna persona sin autorización que no fuera descendiente de Aarón podía acercarse para quemar incienso delante de Jehová y que nadie debía ser como Coré y los que lo apoyaron.
Cuando el pueblo se reunió contra Moisés y Aarón, se volvieron hacia la tienda de reunión y vieron que la nube la había cubierto, y la gloria de Jehová empezó a aparecer.
Entonces Moisés le dijo a Aarón: “Toma el braserillo, pon fuego del altar en él, échale incienso encima y ve corriendo adonde el pueblo y haz expiación por ellos, porque Jehová ha estallado de indignación. ¡Ha comenzado la plaga!”.
Aarón lo tomó enseguida, tal como Moisés le había dicho, y entró corriendo en medio de la congregación, ¡pero la plaga ya había comenzado entre el pueblo! Así que echó el incienso en el braserillo y empezó a hacer expiación por el pueblo.
“Diles a los israelitas que traigan una vara de cada casa paterna, de los jefes de cada casa paterna, 12 varas en total. Escribe el nombre de cada uno de ellos en su vara.
Así que Moisés habló con los israelitas y todos los jefes le dieron sus varas —una vara por cada jefe de casa paterna, 12 varas en total—, y la vara de Aarón estaba entre ellas.
Al día siguiente, Moisés entró en la tienda del Testimonio y vio que la vara de Aarón para la casa de Leví había echado brotes: tenía brotes, flores y almendras maduras.
Después de eso, Jehová le dijo a Moisés: “Vuelve a poner la vara de Aarón delante del Testimonio para guardarla como señal para los hijos de la rebeldía, para que dejen de quejarse de mí y así ellos no mueran”.
Luego Jehová le dijo a Aarón: “Tú, tus hijos y tu casa paterna responderán por cualquier error que se cometa contra el santuario, y tú y tus hijos responderán por cualquier error que se cometa contra el sacerdocio de ustedes.
Además, haz que se acerquen tus hermanos de la tribu de Leví, tu tribu patriarcal, para que se unan a ti y te sirvan tanto a ti como a tus hijos delante de la tienda del Testimonio.
Ellos tienen que cumplir con sus responsabilidades hacia ti y hacia toda la tienda. Sin embargo, no pueden acercarse ni a los utensilios del lugar santo ni al altar, para que ni ustedes ni ellos mueran.
Ellos se unirán a ti y cumplirán con sus responsabilidades hacia la tienda de reunión y todo el servicio de la tienda, y ninguna persona que no tenga autorización puede acercarse a ustedes.
Yo mismo he escogido de entre los israelitasr a sus hermanos, los levitas, para regalárselos a ustedes.s Ellos le son entregados a Jehová para que se encarguen del servicio de la tienda de reunión.a
Tú y tus hijos son responsables de los deberes sacerdotales relacionados con el altar y lo que está detrás de la cortina;b ustedes tienen que realizar ese servicio.c A ustedes les he regalado el servicio del sacerdocio. Cualquier persona sin autorización que se acerque debe morir”.d
Jehová también le dijo a Aarón: “Yo mismo te he puesto a cargo de las contribuciones que se hagan para mí.e Te he dado a ti y a tus hijos como ración permanentef una parte de todas las cosas santas que los israelitas contribuyan.
De las ofrendas santísimas hechas con fuego, serán tuyas todas las ofrendas que hagan, lo que incluye las ofrendas de grano, las ofrendas por el pecado y las ofrendas por la culpa que me traigan. Es algo santísimo para ti y tus hijos.
También te pertenecen los regalos que contribuyan los israelitas, además de todas sus ofrendas mecidas. Te los he dado a ti, a tus hijos y a tus hijas como ración permanente. Toda persona pura de tu casa podrá comerla.
”Los primogénitos de todos los seres vivos que ellos le presentarán a Jehová, sean de humanos o de animales, deben ser tuyos. Sin embargo, sin falta debes dejar que rescaten a los primogénitos humanos, y debes dejar que rescaten a los primogénitos de los animales impuros.
Debes dejar que los rescaten por el precio de rescate cuando tengan un mes de edad o más, por un valor estimado de 5 siclos de plata, según el siclo oficial del lugar santo. Son 20 guerás.
Ahora bien, no debes dejar que rescaten a los primogénitos machos de las vacas, de las ovejas y de las cabras. Son algo santo. Debes salpicar su sangre sobre el altar y hacer humear su grasa como ofrenda hecha con fuego y de aroma muy agradable para Jehová.
Todas las contribuciones santas que los israelitas le hagan a Jehová se las he dado a ti, a tus hijos y a tus hijas como ración permanente. Es un pacto de sal permanente entre Jehová y tú y tus descendientes”.
Jehová siguió diciéndole a Aarón: “No tendrás ninguna herencia en la tierra de ellos ni tendrás ninguna porción de tierra entre ellos. Yo soy tu porción y tu herencia en medio de los israelitas.
”Mira, les he dado como herencia a los hijos de Leví todas las décimas partes en Israel a cambio del servicio que realizan, el servicio de la tienda de reunión.
Los propios levitas tienen que realizar el servicio de la tienda de reunión, y ellos son los que responderán por su error. Es un estatuto permanente para todas sus generaciones: ellos no tendrán una herencia entre los israelitas.
Porque les he dado como herencia a los levitas la décima parte que el pueblo de Israel le dé a Jehová como contribución. Por eso les he dicho: ‘Ellos no tendrán una herencia en medio de los israelitas’”.
“Debes decirles a los levitas: ‘Ustedes recibirán de los israelitas la décima parte que les he dado a ustedes como su herencia, y de esa décima parte tienen que darle a Jehová una décima parte como contribución.
Así ustedes también le harán una contribución a Jehová de todas las décimas partes que reciban de los israelitas, y de ellas le darán al sacerdote Aarón la contribución para Jehová.
”Y tienes que decirles: ‘Cuando ustedes contribuyan lo mejor de los regalos, lo que quede será considerado por ustedes, los levitas, como si fuera el producto de la era y como si fuera el producto del lagar de vino o de aceite.
“Este es el estatuto de la ley que Jehová ha ordenado: ‘Diles a los israelitas que te traigan una vaca roja, sana, sin defecto y sobre la que nunca hayan puesto un yugo.
”’Un hombre puro recogerá las cenizas de la vaca y las pondrá fuera del campamento en un lugar puro, y el pueblo de Israel las guardará para preparar el agua que se usará para la purificación. Es una ofrenda por el pecado.
El que recoja las cenizas de la vaca lavará su ropa y será impuro hasta el atardecer. ”’Esto será un estatuto permanente para los israelitas y para el extranjero que vive entre ellos.
Él tiene que purificarse con el agua al tercer día, y al séptimo día quedará puro. Pero, si no se purifica al tercer día, no quedará puro al séptimo día.
Todo el que toque el cadáver de una persona y no se purifique ha contaminado el tabernáculo de Jehová, y él tiene que ser eliminado de Israel. Sigue impuro porque no se le ha salpicado con el agua de la purificación. Su impureza permanece sobre él.
”’Esta es la ley que se aplica cuando un hombre muere en una tienda de campaña: todo el que entre en la tienda y todo el que ya esté dentro de la tienda quedarán impuros por siete días.
Tienen que tomar para la persona impura unas pocas cenizas de la ofrenda por el pecado que fue quemada, ponerlas en un recipiente y derramar sobre ellas agua de una corriente.
Entonces un hombre que esté puro tomará algo de hisopo, lo mojará en el agua y salpicará la tienda, todos los recipientes y a las personas que estaban allí. También salpicará al que haya tocado al hombre asesinado o el hueso, el cadáver o la sepultura.
La persona pura salpicará con el agua al impuro al tercer día y al séptimo día, y lo purificará de su pecado al séptimo día. Luego el impuro debe lavar su ropa y bañarse en agua, y quedará puro al atardecer.
”’Pero el hombre que es impuro y que no se haya purificado, ese hombre debe ser eliminado de la congregación, porque ha contaminado el santuario de Jehová. Es impuro porque el agua de la purificación no se ha salpicado sobre él.
”’Esto será un estatuto permanente para ellos: el que salpique el agua de la purificación debe lavar su ropa, y el que toque el agua de la purificación será impuro hasta el atardecer.
Entonces Moisés y Aarón se alejaron de la congregación, fueron a la entrada de la tienda de reunión y cayeron rostro a tierra, y la gloria de Jehová empezó a aparecer ante ellos.
“Toma la vara, y tú y tu hermano Aarón deben reunir al pueblo. Háblenle al peñasco ante los ojos de ellos para que salga agua de él, y les sacarás agua del peñasco y les darás de beber al pueblo y a su ganado”.
Entonces Moisés y Aarón reunieron al pueblo delante del peñasco, y Moisés les dijo: “¡Oigan ahora, rebeldes! ¿Es que quieren que nosotros les saquemos agua de este peñasco?”.
Más tarde, Jehová les dijo a Moisés y a Aarón: “Como ustedes no mostraron fe en mí ni me santificaron ante los ojos del pueblo de Israel, no llevarán a esta congregación a la tierra que yo les daré a ellos”.
Luego Moisés envió mensajeros desde Cadés al rey de Edom para decirle: “Esto es lo que tu hermano Israel dice: ‘Tú sabes bien todas las dificultades por las que hemos pasado.
Finalmente, le suplicamos ayuda a Jehová, y él nos escuchó, envió un ángel y nos sacó de Egipto. Ahora estamos en Cadés, una ciudad en la frontera de tu territorio.
Por favor, déjanos pasar por tu tierra. No pasaremos por ningún campo ni ninguna viña y no beberemos el agua de ningún pozo. Iremos por el Camino del Rey sin desviarnos ni a la derecha ni a la izquierda hasta que atravesemos tu territorio’”.
Y los israelitas le dijeron: “Iremos por el camino principal y, si nosotros o nuestro ganado tomamos de tu agua, pagaremos por ella. Solo queremos cruzar a pie”.
“Aarón será reunido con su pueblo. Él no entrará en la tierra que yo les daré a los israelitas, porque ustedes dos se rebelaron contra la orden que di respecto a las aguas de Meribá.
Entonces Moisés le quitó la ropa a Aarón y se la puso a su hijo Eleazar. Después, Aarón murió allí, en la cima de la montaña. Y Moisés y Eleazar bajaron de la montaña.
Cuando el rey cananeo de Arad, que vivía en el Négueb, se enteró de que Israel había ido por el camino de Atarim, atacó a Israel y se llevó prisioneros a algunos de ellos.
De modo que Jehová escuchó a Israel e hizo que los cananeos cayeran en sus manos, e Israel los destruyó a ellos y sus ciudades. Por eso llamaron al lugar Hormá.
Y el pueblo siguió hablando en contra de Dios y de Moisés. Decían: “¿Para qué nos han sacado de Egipto? ¿Para que muramos en el desierto? No hay ni comida ni agua, y ya odiamos este despreciable pan”.
Entonces, el pueblo fue adonde estaba Moisés y dijo: “Hemos pecado al hablar en contra de Jehová y de ti. Pídele a Jehová que nos quite las serpientes”. Y Moisés intercedió por el pueblo.
Jehová le dijo a Moisés: “Haz la réplica de una serpiente venenosa y colócala en un poste. Cuando alguien haya sido mordido, esa persona tendrá que mirarla para poder vivir”.
Enseguida, Moisés hizo una serpiente de cobre y la colocó en el poste. Cuando una serpiente mordía a una persona y esta miraba a la serpiente de cobre, sobrevivía.
Salieron de allí y acamparon en la región del Arnón, que está en el desierto que se extiende desde la frontera del territorio de los amorreos. El Arnón es el límite de Moab y separa Moab de los amorreos.
El pozo que los príncipes cavaron, que los nobles del pueblo excavaron, con el bastón de mando y con sus propios bastones”. Entonces fueron del desierto hacia Mataná,
“Déjanos pasar por tu tierra. No nos desviaremos para entrar en ningún campo ni ninguna viña. No beberemos el agua de ningún pozo. Iremos por el Camino del Rey hasta que atravesemos tu territorio”.
Pero Sehón no permitió que Israel pasara por su territorio. En vez de eso, Sehón reunió a todo su ejército y salió al encuentro de Israel en el desierto, llegó a Jáhaz y se puso a pelear con Israel.
Pero Israel lo derrotó con la espada y conquistaron su tierra desde el Arnón hasta el Jaboc, cerca de los ammonitas, porque Jazer está en la frontera del territorio de los ammonitas.
De modo que Israel tomó todas estas ciudades, y se pusieron a vivir en todas las ciudades de los amorreos, en Hesbón y en todos sus pueblos dependientes.
Eso fue lo que dio origen al proverbio que dice en son de burla: “Vengan a Hesbón. Que se construya la ciudad de Sehón y que quede firmemente establecida.
¡Ay de ti, Moab! ¡Serás destruido, oh, pueblo de Kemós! Él convierte a sus hijos en fugitivos y a sus hijas en prisioneras de Sehón, el rey de los amorreos.
Después se dieron la vuelta y subieron por el Camino de Basán. Y Og, el rey de Basán, salió con todo su ejército para enfrentarse a ellos en la batalla de Edréi.
Jehová le dijo a Moisés: “No le tengas miedo, porque lo entregaré en tus manos a él, a todo su ejército y su tierra. Le harás lo mismo que le hiciste a Sehón, el rey de los amorreos, que vivía en Hesbón”.
Así que Moab les dijo a los ancianos de Madián: “Ahora esta multitud devorará todo lo que nos rodea, tal como un toro devora la hierba del campo”.
En aquel entonces, Balac hijo de Zipor era rey de Moab.
Él envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, que estaba en Petor, que se encuentra junto al Río, en su tierra natal. Lo mandó llamar diciéndole: “Mira, un pueblo ha salido de Egipto. ¡Y fíjate! Han cubierto la faz de la tierra y ahora están viviendo justo enfrente de mí.
Ahora ven y hazme el favor de maldecir a este pueblo, porque ellos son más fuertes que yo. Quizás pueda vencerlos y expulsarlos del país, porque sé muy bien que al que tú bendices es bendito y al que tú maldices es maldito”.
Así que los ancianos de Moab y los ancianos de Madián viajaron llevando en las manos el dinero para pagar la adivinación. Fueron a ver a Balaam y le comunicaron el mensaje de Balac.
‘Mira, el pueblo que salió de Egipto está cubriendo la faz de la tierra. Ahora ven y hazme el favor de maldecirlos. Quizás sea capaz de luchar contra ellos y expulsarlos’”.
Entonces Balaam les contestó a los siervos de Balac: “Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría hacer nada pequeño ni grande aparte de lo que Jehová mi Dios ha ordenado.
Entonces Dios habló con Balaam de noche y le dijo: “Si estos hombres han venido a buscarte, ve con ellos. Pero solo podrás decir las palabras que yo te diga”.
Pero Dios se enfureció porque él iba, y el ángel de Jehová se colocó en el camino para impedirle el paso. Balaam iba montado en su burra y dos de sus sirvientes iban con él.
Y, cuando la burra vio al ángel de Jehová parado en el camino con una espada desenvainada en la mano, trató de salirse del camino y meterse en el campo. Pero Balaam comenzó a golpear a la burra para hacerla regresar al camino.
Cuando la burra vio al ángel de Jehová, empezó a pegarse mucho al muro y aplastó el pie de Balaam contra el muro, y Balaam comenzó a golpearla otra vez.
Jehová ahora le abrió los ojos a Balaam, de modo que él vio al ángel de Jehová en el camino con la espada desenvainada en la mano. De inmediato se inclinó y se postró rostro a tierra.
Entonces el ángel de Jehová le dijo: “¿Por qué has golpeado a tu burra estas tres veces? Mira, fui yo el que salió a impedirte el paso, porque tu camino va en contra de mi voluntad.
La burra me vio y trató de alejarse estas tres veces. ¡Imagínate que no lo hubiera hecho! A ti ya te hubiera matado y a la burra la hubiera dejado viva”.
Balaam le dijo al ángel de Jehová: “Pequé, porque no sabía que eras tú el que estaba en el camino esperándome. Ahora bien, si lo que estoy haciendo está mal a tus ojos, regresaré”.
Y el ángel de Jehová le dijo a Balaam: “Ve con los hombres. Pero solo podrás decir las palabras que yo te diga”. Así que Balaam continuó el viaje con los príncipes de Balac.
Cuando Balac oyó que Balaam había llegado, fue inmediatamente a encontrarse con él en la ciudad de Moab, que está a la orilla del Arnón, en la frontera del territorio.
Después, Balaam le dijo a Balac: “Quédate aquí junto a tu ofrenda quemada y yo me iré. Quizás Jehová se comunique conmigo. Cualquier cosa que me revele, yo te la diré”. Y él se fue a una colina pelada.
Entonces él dio este mensaje proverbial: “Balac, el rey de Moab, me trajo desde Aram, desde las montañas del este: ‘Ven y maldice a Jacob por mí.
Sí, ven y condena a Israel’.
¿Quién puede contar las partículas de polvo de Jacob? ¿Quién puede contar siquiera la cuarta parte de Israel? Déjame tener la muerte de los que son rectos, y que mi fin sea como el de ellos”.
Balac le dijo: “Por favor, ven conmigo a otro lugar desde donde puedas verlos. Solo verás una parte de ellos; no los verás a todos. Maldícelos por mí desde allí”.
Así que él fue adonde estaba Balac y lo vio esperando junto a su ofrenda quemada, y los príncipes de Moab estaban con él. Balac le preguntó: “¿Qué dijo Jehová?”.
Dios no es un simple hombre que dice mentiras ni un hijo del hombre que cambia de opinión. Cuando él dice algo, ¿acaso no lo hace? Cuando él promete algo, ¿acaso no lo cumple?
Él no tolera ningún poder mágico contra Jacob y no permite ninguna desgracia contra Israel. Jehová su Dios está con ellos, y ellos lo aclaman como su rey.
Porque de nada sirven los malos presagios contra Jacob ni la adivinación contra Israel. Ahora puede decirse respecto a Jacob e Israel:
‘¡Vean lo que Dios ha hecho!’.
Este es un pueblo que se levantará como un león, y como el león se pondrá de pie. No se acostará hasta que se coma su presa y se beba la sangre de los que ha matado”.
Balac le dijo a Balaam: “Por favor, ven y déjame llevarte a otro lugar más. Quizás esté bien a los ojos del Dios verdadero que los maldigas por mí desde allí”.
Cuando Balaam vio que a Jehová le agradaba bendecir a Israel, no se fue otra vez a buscar malos presagios, sino que volvió su rostro hacia el desierto.
El agua sigue goteando de sus dos baldes de cuero y su semilla se siembra junto a muchas aguas. Su rey también será más grande que Agag y su reino será ensalzado.
Dios está sacándolo de Egipto. Él es como los cuernos de un toro salvaje para ellos. Consumirá a las naciones que lo oprimen, roerá sus huesos y las hará pedazos con sus flechas.
Él se agacha, se acuesta como un león, y, como a un león, ¿quién se atreve a provocarlo? Benditos sean los que te bendigan y malditos sean los que te maldigan”.
Entonces Balac se enojód con Balaam. Balac dio palmadas furioso y le dijo a Balaam: “Te llamé para que maldijerase a mis enemigos, y lo único que has hecho es bendecirlos estas tres veces.
‘Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría hacer nada bueno ni malo por mi cuenta aparte de lo que Jehová ha ordenado’? ¿No les dije ‘Solo diré lo que Jehová me diga’?
el mensaje del que oye las palabras de Dios, el que tiene conocimiento del Altísimo; él tuvo una visión del Todopoderoso mientras se inclinaba con los ojos destapados:
yo lo veré, pero no ahora; yo lo contemplaré, pero no pronto. Una estrella saldrá de Jacob y un cetro se levantará de Israel. Él de veras le partirá la frente a Moab y el cráneo a todos los hijos de la violencia.
Jehová le dijo a Moisés: “Toma a todos los cabecillas de esta gente y cuélgalos delante de Jehová a plena luz del día, para que Jehová deje de estar furioso con Israel”.
Entonces Moisés les dijo a los jueces de Israel: “Que cada uno de ustedes mate a aquellos de sus hombres que se unieron a la adoración del Baal de Peor”.
Pero, justo en ese momento, apareció un israelita con una madianita, y la llevaba adonde estaban sus hermanos ante los ojos de Moisés y de todo el pueblo de Israel mientras ellos estaban llorando a la entrada de la tienda de reunión.
Luego entró en la tienda de campaña detrás del israelita y los traspasó a los dos —al hombre israelita y a la mujer— por sus genitales. Justo entonces se detuvo el azote contra los israelitas.
“Finehás, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho que mi ira se aparte del pueblo de Israel, porque no toleró que yo tuviera ningún rival entre ellos. Por eso no he exterminado a los israelitas en mi insistencia por recibir devoción exclusiva.
Y será un pacto para un sacerdocio permanente para él y sus descendientes, porque él no toleró que su Dios tuviera ningún rival e hizo expiación por el pueblo de Israel”.
porque los estuvieron atacando con sus astutos engaños cuando ocurrió lo de Peor y lo de Cozbí, la hija de un jefe de Madián, la hermana de ellos a la que mataron en el día del azote relacionado con lo de Peor”.
“Tomen la cuenta de la entera asamblea de los hijos de Israel, de veinte años de edad para arriba, según la casa de sus padres, todos los que salen al ejército en Israel”.
“Hagan un censo de todos los que tienen 20 años de edad o más, tal como Jehová le mandó a Moisés”. Y estos fueron los hijos de Israel que salieron de la tierra de Egipto.
Y los hijos de Eliab fueron Nemuel, Datán y Abiram. Estos Datán y Abiram fueron los escogidos del pueblo que se enfrentaron a Moisés y a Aarón junto con el grupo de Coré cuando ellos se enfrentaron a Jehová.
Entonces la tierra se abrió y se los tragó. Y Coré murió con los que lo apoyaban cuando el fuego consumió a 250 hombres. Y ellos se convirtieron en un ejemplo que sirve de advertencia.
Estos fueron los hijos de Simeón según sus familias: de Nemuel, la familia de los nemuelitas; de Jamín, la familia de los jaminitas; de Jakín, la familia de los jakinitas;
Estos fueron los hijos de Gad según sus familias: de Zefón, la familia de los zefonitas; de Haguí, la familia de los haguitas; de Suní, la familia de los sunitas;
Estos fueron los hijos de Judá según sus familias: de Selá, la familia de los selanitas; de Pérez, la familia de los perezitas, y, de Zérah, la familia de los zerahítas.
Estos fueron los hijos de Zabulón según sus familias: de Séred, la familia de los sereditas; de Elón, la familia de los elonitas, y, de Jahleel, la familia de los jahleelitas.
Estos fueron los hijos de Efraín según sus familias: de Sutélah, la familia de los sutelahítas; de Béker, la familia de los bekeritas, y, de Tahán, la familia de los tahanitas.
Esas fueron las familias de los hijos de Efraín, y el número de los que fueron registrados fue de 32.500. Estos fueron los hijos de José según sus familias.
Estos fueron los hijos de Benjamín según sus familias: de Bela, la familia de los belaítas; de Asbel, la familia de los asbelitas; de Ahiram, la familia de los ahiramitas;
Estos fueron los hijos de Aser según sus familias: de Imná, la familia de los imnitas; de Isví, la familia de los isvitas, y, de Berías, la familia de los beritas;
Debes aumentarles la herencia a los grupos más grandes y debes reducirles la herencia a los grupos más pequeños. La herencia que se le dé a cada grupo debe ser en proporción al número de los que fueron registrados.
Ahora bien, estos fueron los levitasa registrados, según sus familias: de Guersón,b la familia de los guersonitas; de Cohat,c la familia de los cohatitas, y, de Merarí,d la familia de los meraritas.
Estas fueron las familias de los levitas: la familia de los libnitas, la familia de los hebronitas, la familia de los mahlitas, la familia de los musitas y la familia de los coreítas. Y Cohat fue padre de Amram.
Y el nombre de la esposa de Amram fue Jokébed, hija que Leví tuvo con su esposa en Egipto. Y ella tuvo con Amram a Aarón, a Moisés y a su hermana Míriam.
El total de los que fueron registrados fue de 23.000, todos los varones que tenían un mes de edad o más. Ellos no fueron registrados con los otros israelitas, porque no se les debía dar ninguna herencia con los israelitas.
Pero entre ellos no había ninguno de los que fueron registrados por Moisés y el sacerdote Aarón en el censo de los israelitas que se hizo en el desierto de Sinaí.
Porque Jehová había dicho respecto a ellos: “Sin falta morirán en el desierto”. Así que no quedó ni uno solo de aquellos hombres; solo quedaron Caleb hijo de Jefuné y Josué hijo de Nun.
Entonces se acercaron las hijas de Zelofehad, hijo de Héfer, hijo de Galaad, hijo de Makir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés hijo de José. Los nombres de sus hijas eran Mahlá, Noá, Hoglá, Milcá y Tirzá.
“Nuestro padre murió en el desierto, pero no estaba con el grupo que se unió en contra de Jehová, los que apoyaron a Coré. Él murió por su propio pecado y no tuvo hijos varones.
¿Por qué debe desaparecer de su familia el nombre de nuestro padre solo por no haber tenido un hijo? Danos una propiedad entre los hermanos de nuestro padre”.
“Las hijas de Zelofehad tienen razón. Sin falta debes darles una propiedad como herencia entre los hermanos de su padre y pasarles a ellas la herencia de su padre.
Y, si su padre no tiene hermanos, le darán su herencia al pariente de sangre más cercano de su familia, y él se quedará con ella. Esta decisión judicial será un estatuto para los israelitas, tal como Jehová le ha mandado a Moisés’”.
porque, cuando el pueblo se puso a discutir conmigo en el desierto de Zin, ustedes se rebelaron contra la orden que les di de santificarme delante de ellos por medio de las aguas. Estas son las aguas de Meribá en Cadés, en el desierto de Zin”.
Él se presentará ante el sacerdote Eleazar, y este tiene que consultar a Jehová por él mediante el Urim para conocer su decisión. A una orden suya saldrán y a una orden suya entrarán, él y todos los israelitas y todo el pueblo”.
“Dales este mandato a los israelitas, y diles: ‘Deben asegurarse de que me presenten mi ofrenda, mi pan. Mis ofrendas hechas con fuego y de aroma muy agradable para mí deben presentarse en las fechas fijadas’.
”Y diles: ‘Esta es la ofrenda hecha con fuego que ustedes le presentarán a Jehová: cada día, como ofrenda quemada, presentarán de forma regular dos corderos sanos de un año de edad.
Se trata de una ofrenda quemada regular, que se estableció en el monte Sinaí como una ofrenda de aroma muy agradable, una ofrenda hecha con fuego para Jehová,
junto con su correspondiente ofrenda líquida: un cuarto de hin por cada cordero. Derrama la bebida alcohólica en el lugar santo como ofrenda líquida para Jehová.
Y el otro cordero lo ofrecerás al anochecer. Lo presentarás junto con una ofrenda de grano y una ofrenda líquida, iguales que las de la mañana, como una ofrenda hecha con fuego y de aroma muy agradable para Jehová.
”’Sin embargo, el sábado se ofrecerán dos corderos sanos de un año de edad y, como ofrenda de grano, dos décimas partes de un efá de harina fina mezclada con aceite, junto con su correspondiente ofrenda líquida.
”’Al comienzo de cada mes presentarán como ofrenda quemada para Jehová dos toros jóvenes, un carnero y siete corderos sanos de un año de edad cada uno.
Además, ofrecerán tres décimas partes de harina fina mezclada con aceite como ofrenda de grano por cada toro, dos décimas partes de harina fina mezclada con aceite como ofrenda de grano por el carnero
y una décima parte de harina fina mezclada con aceite como ofrenda de grano por cada cordero. Será una ofrenda quemada de aroma muy agradable, una ofrenda hecha con fuego para Jehová.
Y sus correspondientes ofrendas líquidas serán medio hin de vino por toro, un tercio de hin por el carnero y un cuarto de hin por cordero. Esta es la ofrenda quemada mensual para cada mes del año.
Como ofrenda quemada hecha con fuego para Jehová, presentarán dos toros jóvenes, un carnero y siete corderos de un año de edad cada uno. Deben ofrecer animales sanos.
Deben ofrecerlos con sus correspondientes ofrendas de grano de harina fina mezclada con aceite: tres décimas partes por toro y dos décimas partes por el carnero,
Lo ofrecerán todo de la misma manera cada día, durante los siete días, como alimento, una ofrenda hecha con fuego y de aroma muy agradable para Jehová. Deben ofrecerlo además de la ofrenda quemada regular y su correspondiente ofrenda líquida.
”’El día de los primeros frutos maduros, cuando presenten una ofrenda de grano nuevo para Jehová, durante su Fiesta de las Semanas, deben celebrar una reunión santa. No deben hacer ningún trabajo duro.
y, como su correspondiente ofrenda de grano de harina fina mezclada con aceite, presentarán tres décimas partes por cada toro, dos décimas partes por el carnero
Ofrecerán todo esto además de la ofrenda quemada regular y su correspondiente ofrenda de grano. Deben ofrecer animales sanos con sus correspondientes ofrendas líquidas.
”’Y en el séptimo mes, el primer día del mes, deben celebrar una reunión santa. No deben hacer ningún trabajo duro. Es un día en el que deben tocar la trompeta.
y, como su correspondiente ofrenda de grano de harina fina mezclada con aceite, presentarán tres décimas partes de un efá por el toro, dos décimas partes por el carnero
Harán esto además de la ofrenda quemada mensual con su ofrenda de grano y de la ofrenda quemada regular con su ofrenda de grano, junto con sus correspondientes ofrendas líquidas, siguiendo el procedimiento regular para ellas, como ofrenda hecha con fuego para Jehová de aroma muy agradable.
Como ofrenda quemada para Jehová de aroma muy agradable, presentarán un toro joven, un carnero y siete corderos de un año de edad cada uno, todos sanos.
y un cabrito como ofrenda por el pecado, además de la ofrenda por el pecado del Día de Expiación y la ofrenda quemada regular y su correspondiente ofrenda de grano, junto con sus correspondientes ofrendas líquidas.
”’Y el día 15 del séptimo mest deben celebrar una reunión santa.u No deben hacer ningún trabajo duro,v y deben celebrar una fiesta para Jehová durante siete días.w
Como ofrenda quemada, una ofrenda hecha con fuego y de aroma muy agradable para Jehová, presentarán 13 toros jóvenes, 2 carneros y 14 corderos de un año de edad cada uno, todos sanos.
Y, como su ofrenda de grano de harina fina mezclada con aceite, presentarán tres décimas partes por cada uno de los 13 toros, dos décimas partes por cada uno de los 2 carneros
y la ofrenda de grano y las ofrendas líquidas correspondientes por los toros, los carneros y los corderos según su número siguiendo el procedimiento regular,
y un cabrito como ofrenda por el pecado, además de la ofrenda quemada regular y su correspondiente ofrenda de grano, junto con sus correspondientes ofrendas líquidas.
y la ofrenda de grano y las ofrendas líquidas correspondientes por los toros, los carneros y los corderos según su número siguiendo el procedimiento regular,
y un macho de las cabras como ofrenda por el pecado, además de la ofrenda quemada regular con la ofrenda de grano y la ofrenda líquida correspondientes.
y la ofrenda de grano y las ofrendas líquidas correspondientes por los toros, los carneros y los corderos según su número siguiendo el procedimiento regular,
y la ofrenda de grano y las ofrendas líquidas correspondientes por los toros, los carneros y los corderos según su número siguiendo el procedimiento regular,
y un macho de las cabras como ofrenda por el pecado, además de la ofrenda quemada regular con la ofrenda de grano y la ofrenda líquida correspondientes.
y la ofrenda de grano y las ofrendas líquidas correspondientes por los toros, los carneros y los corderos según su número siguiendo el procedimiento regular,
y un macho de las cabras como ofrenda por el pecado, además de la ofrenda quemada regular con la ofrenda de grano y las ofrendas líquidas correspondientes.
y la ofrenda de grano y las ofrendas líquidas correspondientes por los toros, los carneros y los corderos según su número siguiendo el procedimiento regular para ellas,
y un macho de las cabras como ofrenda por el pecado, además de la ofrenda quemada regular con la ofrenda de grano y la ofrenda líquida correspondientes.
Como ofrenda quemada, una ofrenda hecha con fuego y de aroma muy agradable para Jehová, presentarán un toro, un carnero y siete corderos de un año de edad cada uno, todos sanos,
y la ofrenda de grano y las ofrendas líquidas correspondientes por el toro, el carnero y los corderos según su número siguiendo el procedimiento regular,
y un macho de las cabras como ofrenda por el pecado, además de la ofrenda quemada regular con la ofrenda de grano y la ofrenda líquida correspondientes.
”’Estas son las ofrendas que le presentarán a Jehová en sus fiestas periódicas, además de sus ofrendas de voto y sus ofrendas voluntarias, como sus ofrendas quemadas, sus ofrendas de grano, sus ofrendas líquidas y sus sacrificios de paz’”.
Si un hombre le hace un voto a Jehová o se compromete con un juramento a cumplir un voto de abstinencia, no debe romper su palabra. Debe hacer todo lo que prometió.
y su padre se entera de su voto o del voto de abstinencia que ella se ha comprometido a cumplir pero él no dice nada, todos sus votos seguirán en pie, y todo voto de abstinencia que ella se haya comprometido a cumplir seguirá en pie.
Pero, si su padre al enterarse le prohíbe cumplir sus votos o los votos de abstinencia que ella se ha comprometido a cumplir, estos no seguirán en pie. Jehová la perdonará porque su padre le prohibió cumplirlos.
Pero, si su esposo le prohíbe cumplirlos el día que se entera, él puede anular el voto o la promesa que ella se comprometió a cumplir precipitadamente, y Jehová la perdonará.
y su esposo se entera pero no dice nada ni lo desaprueba, todos sus votos o cualquier voto de abstinencia que ella se haya comprometido a cumplir seguirán en pie.
Pero, si el día que su esposo se entera él anula completamente cualquier voto o el voto de abstinencia que ella juró cumplir, estos votos no seguirán en pie. Su esposo los ha anulado, y Jehová la perdonará.
Pero, si pasan los días y su esposo no dice nada, él estará confirmando todos los votos de ella o todos los votos de abstinencia que ella ha hecho. Los estará confirmando porque no dijo nada cuando supo que ella los había hecho.
De modo que Moisés se dirigió al pueblo y dijo: “Equipen a algunos de sus hombres para la batalla contra Madián y para ejecutar la venganza de Jehová sobre Madián.
Entonces Moisés los envió a la batalla, a 1.000 de cada tribu, junto con Finehás hijo de Eleazar, el sacerdote que iba con el ejército y llevaba en su mano los utensilios santos y las trompetas para dar las señales.
Aparte de matar a estos, mataron a los reyes de Madián: Eví, Réquem, Zur, Hur y Reba, los cinco reyes de Madián. También mataron a espada a Balaam hijo de Beor.
Pero los israelitas se llevaron prisioneros a los niños y a las mujeres de Madián. Además, se quedaron con todos sus animales domésticos, su ganado y sus pertenencias.
Luego llevaron a los prisioneros, así como todo lo que saquearon y el botín, adonde estaban Moisés, el sacerdote Eleazar y el pueblo de Israel, al campamento que estaba en las llanuras desérticas de Moab, cerca del Jordán, frente a Jericó.
Pero Moisés se enojó muchísimo con los hombres que estaban a cargo de las tropas, los jefes de mil y los jefes de cien, que volvían de la expedición militar.
¡Miren! Ellas son las que, siguiendo las instrucciones de Balaam, hicieron que los israelitas fueran infieles a Jehová en el incidente de Peor y provocaron que todo el pueblo de Jehová sufriera el azote.
Y ustedes deben acampar fuera del campamento durante siete días. Todos los que hayan matado a alguien y todos los que hayan tocado a un muerto deben purificarse al tercer día y al séptimo día, tanto ustedes como sus prisioneros.
Entonces el sacerdote Eleazar les dijo a los hombres del ejército que habían ido a la batalla: “Este es el estatuto de la ley que Jehová le mandó a Moisés:
—todo lo que resiste el fuego— deben quemarlos en el fuego, y quedarán puros. Aun así, también deben purificarlos con el agua de la purificación. Todo lo que no resista el fuego deben lavarlo con el agua.
“Haz un inventario del botín que incluya todo lo que se capturó, tanto personas como animales. Hazlo con el sacerdote Eleazar y los jefes de las casas paternas del pueblo.
De los soldados que fueron a la batalla, debes tomar como impuesto para Jehová una de cada 500 almas de entre las personas, el ganado vacuno, los burros y el rebaño.
De la mitad que es de los israelitas, debes tomar una de cada 50 de entre las personas, el ganado vacuno, los burros, el rebaño y todos los animales domésticos y dárselas a los levitas, que se encargan de las responsabilidades relacionadas con el tabernáculo de Jehová”.
En cuanto a la mitad que les pertenecía a los israelitas, que Moisés había separado de la parte que les pertenecía a los hombres que habían luchado en la guerra,
Entonces Moisés tomó de la mitad que les pertenecía a los israelitas una de cada 50 personas y uno de cada 50 animales y se los dio a los levitas, que se encargaban de la responsabilidad del tabernáculo de Jehová, tal como Jehová le había mandado a Moisés.
Así que déjanos presentar como ofrenda para Jehová lo que cada uno ha encontrado —objetos de oro, cadenillas para los tobillos, brazaletes, anillos de sellar, aretes y otras joyas— a fin de hacer expiación por nosotros delante de Jehová”.
Moisés y el sacerdote Eleazar aceptaron el oro de los jefes de mil y de cien y lo llevaron dentro de la tienda de reunión como recordatorio para el pueblo de Israel delante de Jehová.
Ahora bien, los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían muchísimos animales. Y ellos vieron que las tierras de Jazer y de Galaad eran una buena región para criar animales.
‘Los hombres de 20 años o más que salieron de Egipto no verán la tierra que juré darles a Abrahán, Isaac y Jacob, porque no me han seguido con todo el corazón,
Así que Jehová se enojó muchísimo con Israel, y él hizo que vagaran por el desierto durante 40 años, hasta que toda la generación que había hecho lo que estaba mal a los ojos de Jehová llegó a su fin.
Ahora ustedes han tomado el lugar de sus padres como una descendencia de hombres pecadores que hace que Jehová se ponga todavía más furioso con Israel.
Pero nosotros seguiremos preparados para la batalla e iremos delante de los israelitas hasta que los hayamos llevado a su lugar. Mientras tanto, nuestros hijos vivirán en las ciudades fortificadas, protegidos de los habitantes del país.
hasta que la tierra haya sido sometida delante de Jehová, entonces ustedes podrán regresar y quedarán libres de culpa delante de Jehová y de Israel. Y esta tierra será su propiedad delante de Jehová.
Así que Moisés les dio un mandato acerca de ellos al sacerdote Eleazar, a Josué hijo de Nun y a los jefes de las casas paternas de las tribus de Israel.
Moisés les dijo: “Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén cruzan el Jordán con ustedes, todos los hombres armados para la guerra delante de Jehová, y la tierra es sometida delante de ustedes, entonces les darán la tierra de Galaad en propiedad.
Nosotros tomaremos las armas y cruzaremos delante de Jehová a la tierra de Canaán, pero la propiedad que recibiremos como herencia estará a este lado del Jordán”.
Así que Moisés les dio a ellos —los hijos de Gad, los hijos de Rubén y la media tribu de Manasés hijo de José— el reino de Sehón, el rey de los amorreos, y el reino de Og, el rey de Basán, es decir, la tierra que pertenece a las ciudades de estos territorios y las ciudades que están en los territorios de alrededor.
Salieron de Ramesés en el primer mes, el día 15 del mes. Justo el día después de la Pascua, los israelitas salieron llenos de confianza ante los ojos de todos los egipcios.
Mientras tanto, los egipcios estaban enterrando a todos los primogénitos de ellos a los que Jehová había matado, pues Jehová había juzgado y castigado a sus dioses.
Después salieron de Pihahirot, pasaron por en medio del mar y fueron al desierto. Siguieron viajando tres días por el desierto de Ezam y acamparon en Mará.
Y el sacerdote Aarón subió al monte Hor por orden de Jehová y murió allí en el año 40 después de que los israelitas salieron de la tierra de Egipto, en el quinto mes, el primer día del mes.
Tienen que expulsar delante de ustedes a todos los habitantes de la tierra y destruir todas sus figuras de piedra y todas sus estatuas de metal, y deben demoler todos sus lugares altos sagrados.
Tienen que repartir la propiedad de la tierra por sorteo entre sus familias. Deben aumentarles la herencia a los grupos más grandes y deben reducirles la herencia a los grupos más pequeños. Todos tendrán su herencia donde les toque por sorteo. Recibirán su propiedad como herencia según las tribus de sus padres.
”’Sin embargo, si no expulsan delante de ustedes a los habitantes de la tierra, los que dejen allí serán como astillas en sus ojos y espinas en sus costados, y ellos los acosarán en la tierra en la que van a vivir.
“Dales estas instrucciones a los israelitas: ‘Cuando entren en la tierra de Canaán, esta es la tierra que recibirán como herencia: la tierra de Canaán con sus fronteras.
”’La frontera del sur se extenderá desde el desierto de Zin, que está al lado de Edom. Por el este, su frontera sur comenzará en el extremo del mar Salado.
La frontera cambiará de dirección para pasar por el sur de la subida de Acrabim, continuará hasta Zin y llegará al sur de Cadés-Barnea. Luego irá hasta Hazar-Addar y seguirá hasta Azmón.
Así que Moisés dio órdenes a los israelitas y les dijo: “Esta es la tierra cuya propiedad ustedes se repartirán por sorteo, tal como Jehová ha mandado dársela a las nueve tribus y media.
Porque la tribu de los rubenitas según su casa paterna, la tribu de los gaditas según su casa paterna y la media tribu de Manasés ya han recibido su herencia.
“Diles a los israelitas que, de la herencia que recibirán, tienen que darles a los levitas ciudades donde vivir. También deben darles a los levitas los campos de pasto que están alrededor de las ciudades.
Deben medir fuera de la ciudad 2.000 codos hacia el lado este, 2.000 codos hacia el lado sur, 2.000 codos hacia el lado oeste y 2.000 codos hacia el lado norte, y la ciudad estará en el medio. Estos serán los campos de pasto de sus ciudades.
Las ciudades que les darán se tomarán de la propiedad de los israelitas. De los grupos grandes tomarán muchas y de los grupos pequeños tomarán pocas. Cada grupo dará algunas de sus ciudades a los levitas en proporción a la herencia que reciba”.
Estas ciudades les servirán a ustedes para refugiarse del vengador de la sangre, para que el homicida no muera hasta que sea juzgado delante de la asamblea.
Estas seis ciudades servirán de refugio para los israelitas, los residentes extranjeros y los inmigrantes que están entre ellos, para que cualquiera que mate a alguien sin querer huya allá.
o si muere porque alguien por odio la golpea con su mano, el que la golpeó debe morir sin falta. Es un asesino. El vengador de la sangre matará al asesino cuando lo encuentre.
Y la asamblea debe salvar al homicida de la mano del vengador de la sangre y devolverlo a la ciudad de refugio a la que había huido, y él tiene que vivir en ella hasta la muerte del sumo sacerdote, que fue ungido con el aceite santo.
y el vengador de la sangre lo encuentra fuera de los límites de la ciudad de refugio y lo mata, el vengador de la sangre no es culpable de derramar sangre.
Porque el homicida debe vivir en la ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote. Pero, después de la muerte del sumo sacerdote, puede regresar a la tierra de su propiedad.
”’Cualquiera que mate a una persona debe morir por asesinato usándose como base el testimonio de testigos, pero ninguna persona debe morir por el testimonio de un solo testigo.
Y no deben aceptar por alguien que haya huido a la ciudad de refugio ningún rescate que le permita volver a vivir en su tierra antes de la muerte del sumo sacerdote.
”’No deben contaminar la tierra en la que viven, porque la sangre contamina la tierra, y no puede haber expiación por la sangre que se ha derramado en la tierra si no es con la sangre del que la derramó.
Y los patriarcas de los descendientes de Galaad, hijo de Makir, hijo de Manasés, de las familias de los hijos de José, se acercaron y hablaron delante de Moisés y los jefes, los patriarcas de los israelitas.
Dijeron: “Jehová le mandó a mi señor que repartiera la tierra por sorteo entre los israelitas como herencia, y Jehová le mandó a mi señor que les diera la herencia de nuestro hermano Zelofehad a sus hijas.
Si ellas se casan con hombres de otra tribu israelita, la herencia de estas mujeres también dejará de pertenecer a la herencia de nuestros padres y se añadirá a la herencia de la tribu a la que ellas pertenezcan después, de modo que dejaría de pertenecer a nuestra parte de la herencia.
Y, cuando llegue el Jubileo para el pueblo de Israel, la herencia de estas mujeres también se añadirá a la herencia de la tribu a la que ellas pertenezcan después, de modo que su herencia dejaría de pertenecer a la herencia de la tribu de nuestros padres”.
Esto es lo que Jehová ha ordenado para las hijas de Zelofehad: ‘Ellas pueden casarse con quien quieran, siempre y cuando se casen con alguien que sea de una familia de la tribu de su padre.
Y toda hija que tenga una herencia entre las tribus de Israel debe llegar a ser esposa de un descendiente de la tribu de su padre, para que los israelitas mantengan la herencia de sus antepasados.
Llegaron a ser las esposas de hombres que pertenecían a las familias de Manasés hijo de José para que su herencia se quedara en la tribu de la familia de su padre.
Estos son los mandamientos y las decisiones judiciales que Jehová les dio a los israelitas por medio de Moisés en las llanuras desérticas de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.