Natural de Guiló, población situada en las montañas de Judá (2Sa 15:12), y padre de Eliam, uno de los hombres poderosos de David, por lo que posiblemente fue el abuelo de Bat-seba. (2Sa 11:3; 23:34.) Como asesor personal de David, su sagaz consejo siempre se consideraba como si fuera la palabra directa de Jehová. (2Sa 16:23.) Más tarde, el que en otro tiempo fue compañero íntimo de David, alevosamente se volvió traidor y se unió a Absalón, hijo de David, en una sublevación contra el rey. Como cabecilla de la rebelión, aconsejó a Absalón que violara a las concubinas de su padre y le pidió permiso para formar un ejército de 12.000 hombres con el fin de salir de inmediato en persecución de David y matarlo, aprovechando su estado de debilidad y desorganización. (2Sa 15:31; 16:15, 21; 17:1-4.) Cuando Jehová frustró esta atrevida estratagema por medio del consejo de Husai, Ahitofel debió comprender que la revuelta de Absalón fracasaría. (2Sa 15:32-34; 17:5-14.) Se suicidó poco después y fue enterrado con sus antepasados. (17:23.) Aparte de los suicidios ocurridos en tiempo de guerra, este es el único caso mencionado en las Escrituras Hebreas. Al parecer se hace referencia a este acto de traición en Salmo 55:12-14.
1. Amiel, Hijo de Guemalí, de la tribu de Dan.
1. Amiel, Hijo de Guemalí, de la tribu de Dan. Fue uno de los doce espías que Moisés envió a la tierra de Canaán (Nú 13:12) y estuvo entre los diez que presentaron un mal informe acerca de la Tierra Prometida. Murió por el azote de Jehová decretado contra ellos. (Nú 14:36, 37.)
2. Amiel, Padre de Makir, de Lo-debar, localidad situada al E. del Jordán. Era en la casa de Makir donde estaba alojado Mefibóset, hijo de Jonatán, cuando David lo buscaba con el fin de manifestarle su bondad amorosa. (2Sa 9:4, 5, 7; 17:27.)
3. Amiel - (Eliam 1) Padre de Bat-seba, la esposa de Urías, a quien más tarde David tomó para sí. (1Cr 3:5.) En 2 Samuel 11:3 se le llama Eliam, nombre que sencillamente se forma transponiendo los componentes del nombre Amiel y que significa “Dios del Pueblo”. Es probable que fuera hijo de Ahitofel el guilonita, consejero de David que luego le traicionó. (2Sa 23:34; 15:31.)
4. Amiel, Levita; sexto hijo de Obed-edom. Además de ser portero, también fue uno de los encargados de los almacenes de la casa de Jehová en la época de David. (1Cr 26:4, 5, 12-15.)
1. Anaya, Uno de los hombres que estuvo de pie a la derecha de Esdras.
1. Anaya, Uno de los hombres que estuvo de pie a la derecha de Esdras cuando este leyó la Ley al pueblo el primer día del mes séptimo. Puede que fuera un sacerdote o un príncipe. (Ne 8:2, 4.)
2. Anaya, Uno de los cabezas del pueblo cuyo descendiente, si no él mismo, autenticó la confesión pactada con Nehemías. (Ne 10:1, 22.)
1. Antipas, Mártir de la congregación cristiana primitiva de Pérgamo del siglo I E.C. (Apo 2:12, 13.)
2. Antipas, Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande.
1. Bilhán, Primero de la lista de los hijos del jeque horeo Ézer.
1. Bilhán, Primero de la lista de los hijos del jeque horeo Ézer. (Gé 36:20, 21, 27; 1Cr 1:42.)
2. Bilhán, Hijo de Jediael, benjamita. Los siete hijos de Bilhán fueron cabezas de familia cuyos descendientes en una ocasión alcanzaron los 17.200 “hombres valientes, poderosos”. (1Cr 7:6, 10, 11.)
Hijo de Safán, al que Sedequías envió a Babilonia a Nabucodonosor junto con Guemarías. En esa ocasión el profeta Jeremías hizo llegar su carta a los desterrados en Babilonia por medio de Elasá y Guemarías. (Jer 29:1-3.)
1. Eliam - (Amiel 3) Padre de Bat-seba. (2Sa 11:3.) También se le llama Amiel en 1 Crónicas 3:5.
2. Eliam, Uno de los hombres poderosos de David que fue hijo de Ahitofel. (2Sa 23:34.) Quizás se trate del mismo que el núm. 1, lo que significaría que Bat-seba era nieta de Ahitofel.
Danita cuyo hijo Amiel fue enviado como espía a Canaán en representación de su tribu. (Nú 13:12, 16.)
Principal heveo, padre de Siquem. Jacob compró a los hijos de Hamor un terreno, en el que acampó y más tarde erigió un altar. Después de que Siquem violó a Dina, la hija de Jacob, Simeón y Leví lo asesinaron junto con su padre Hamor en venganza por aquel acto. (Gé 33:18-20; 34:1, 2, 25, 26.)
Destacado rey de Siria que debió acceder al trono durante el reinado del rey Jehoram de Israel (c. 917-905 a. E.C.). (2Re 8:7-16.) Murió cuando reinaba el rey Jehoás de Israel (c. 859-845 a. E.C.). (2Re 13:24, 25.) Hazael no era de linaje real. Simplemente había sido un alto oficial al servicio de su predecesor, el rey Ben-hadad de Siria. (2Re 8:7-9.)
Años antes del reinado de Hazael, Jehová había mandado a Elías para “ungir a Hazael por rey sobre Siria”, debido a que Israel había pecado contra Dios y Hazael tendría que ejecutar el castigo de Dios sobre la nación. (1Re 19:15-18.)
A Hazael nunca se le ungió con aceite no obstante, la comisión que recibió Elías la cumplió el profeta Eliseo, su sucesor, cuando el rey sirio Ben-hadad II, que había caído enfermo, envió a Hazael a la ciudad principal de Siria, Damasco. Hazael tenía que llevar un regalo a Eliseo y preguntarle si Ben-Hadad se recuperaría de su enfermedad. Eliseo le dijo a Hazael: “Ve, dile [a Ben-hadad]: ‘Positivamente revivirás’”, pero el profeta continuó y dijo: “Y Jehová me ha mostrado que positivamente morirá”. Después le dijo a Hazael: “Jehová me ha mostrado a ti como rey sobre Siria”. Hazael regresó, y cuando el rey le preguntó sobre la respuesta de Eliseo, contestó: “Me dijo: ‘Positivamente revivirás’”; pero al día siguiente Hazael ahogó al rey con una sobrecama mojada y empezó a gobernar en su lugar. (2Re 8:7-15.)
Se ha conjeturado mucho sobre las palabras de Eliseo a Hazael. Según el margen del texto masorético, así como la Versión de los Setenta griega, la Vulgata latina, la Versión Peshitta siriaca y dieciocho manuscritos hebreos, el texto dice: “Dile: ‘Positivamente revivirás’”, mientras que la parte principal del texto masorético dice: “Di: ‘No [revivirás]’”.
Si se acepta la lectura “Positivamente revivirás”, cabe pensar que Eliseo se valió de un enigma para indicar que aunque la enfermedad misma no matase a Ben-hadad, moriría (como de hecho sucedió a manos de Hazael). Lo cierto es que Hazael informó al rey la primera parte de la respuesta de Eliseo: “Positivamente revivirás”, y la segunda la ejecutó en persona violentamente. (2Re 8:10.)
Hazael oprime a Israel. Poco después de llegar a ser rey, Hazael libró una guerra con los reyes de Israel y Judá en Ramot-galaad. En aquel tiempo, el rey Jehoram de Israel fue herido en Ramá, pero el relato no registra el resultado de la batalla. (2Re 8:25-29; 2Cr 22:1-6.) En los días del rey Jehú de Israel —sucesor de Jehoram—, Hazael comenzó a ocupar la tierra de Israel gradualmente, tomando Galaad y Basán, al E. del Jordán. (2Re 10:32, 33.) Al parecer esto abrió el camino a su posterior invasión del reino de Judá. Tomó la ciudad de Gat (Filistea) y luego se propuso subir contra Jerusalén. Sin embargo, el rey Jehoás de Judá le sobornó dándole cosas valiosas del templo y el palacio, de manera que se retiró sin causar daño a Jerusalén. (2Re 12:17, 18.)
Hazael llegó a ser un gran opresor de Israel, en particular durante el reinado de Jehoacaz, hijo de Jehú, y de ese modo cumplió lo que el profeta Eliseo había previsto: Hazael entregaría los lugares fortificados de Israel al fuego, mataría a espada a sus hombres selectos, estrellaría a sus hijos y rajaría a sus mujeres que estaban encintas. (2Re 13:3, 22; 8:12.) No obstante, Dios no permitió que Siria aplastase completamente a Israel. (2Re 13:4, 5.) Después de la muerte de Hazael, el rey Jehoás reconquistó de Ben-hadad III, hijo de Hazael, las ciudades que este último había tomado del rey Jehoacaz, su padre. (2Re 13:23-25.) Después, el rey Jeroboán II de Israel “restituyó Damasco y Hamat a Judá en Israel”. (2Re 14:28.)
En las inscripciones antiguas. En una inscripción descubierta en Afis, a unos 40 Km. al SO. de Alepo, se menciona a Hazael, llamándole: “rey de Aram”. Esta inscripción concuerda con la Biblia al mencionar que Ben-hadad III, aquí llamado “Barhadad”, sucedió a su padre Hazael como rey de Siria.
En los anales de Salmanasar III se registran sus campañas contra Siria, en las que se relatan sus victorias sobre Hazael. En estos anales se llama plebeyo a Hazael (literalmente, hijo de nadie), seguramente debido a que no era de linaje real, sino que había usurpado el trono de Damasco asesinando al rey Ben-hadad II. Una de estas inscripciones lee: “En el decimoctavo año de mi gobierno crucé el Éufrates por decimosexta vez. Hazael de Damasco (imérisu) se fió de su numeroso ejército y convocó sus tropas en gran número, haciendo del monte Senir (sa-ni-ru), un monte que mira al Líbano, su fortaleza. Luché con él y le infligí una derrota, pues maté a espada a 16000 de sus expertos soldados. Le arrebaté 1121 carros, 470 caballos de monta y su campamento. Desapareció para salvar su vida, (pero) le seguí y le sitié en Damasco (di-mas-qi), su residencia real. (Allí) talé sus jardines (en el exterior de la ciudad y me fui). Marché hasta las montañas de Haurán (šadée matha-ú-ra-ni), destruyendo, demoliendo e incendiando innumerables ciudades, y les arrebaté un botín imposible de calcular”. (La Sabiduría del Antiguo Oriente, edición de J. B. Pritchard, 1966, pág. 226.)
Salmanasar III debió fracasar en su intento de tomar Damasco misma, y al parecer fue Tiglat-piléser III quien lo consiguió en los días del rey sirio Rezín. Esta conquista cumplió la profecía de Jehová que pronunció Amós: “Ciertamente enviaré fuego sobre la casa de Hazael, y tendrá que devorar las torres de habitación de Ben-hadad. Y ciertamente quebraré la barra de Damasco”. (Am 1:4, 5; 2Re 16:9.)
1. Hilquías, Levita de la familia de Merarí; era hijo de Amzí y antepasado de Etán, a quien David nombró para servir de cantor en el santuario. (1Cr 6:31, 32, 44-46.)
2. Hilquías, Levita de la familia de Merarí asignado a servir de portero en el tiempo de David. Era hijo de Hosá. (1Cr 26:10-12.)
3. Hilquías, Padre de Eliaquim, funcionario de la corte del rey Ezequías. (2Re 18:37.)
4. Hilquías, Sumo sacerdote durante el reinado de Josías; fue hijo de Salum y padre de Azarías, y probablemente fue antepasado de Esdras el copista. (2Re 22:3, 4; 1Cr 6:13; Esd 7:1, 2, 6.) El sumo sacerdote Hilquías desempeñó un papel importante en la restauración de la adoración verdadera emprendida por Josías. Durante el transcurso de la obra de restauración del templo, halló el mismísimo “libro de la ley de Jehová por la mano de Moisés”. Este hallazgo fue sobresaliente, ya que es muy probable que fuese el libro original escrito por Moisés. Hilquías se lo dio a Safán, el secretario, quien llevó el manuscrito al rey. Cuando el rey Josías oyó a Safán leer el libro, despachó una delegación encabezada por el sumo sacerdote Hilquías para que acudiese a la profetisa Huldá a fin de inquirir de Jehová en su favor y en favor del pueblo. (2Re 22:3-14; 2Cr 34:14.)
5. Hilquías, Padre de Jeremías el profeta; era sacerdote levita en Anatot, en la tierra de Benjamín. (Jer 1:1.)
6. Hilquías, Padre de Guemarías, a quien el rey Sedequías envió con Elasá a Nabucodonosor, el rey de Babilonia. (Jer 29:3.)
7. Hilquías, Sacerdote levita que regresó de Babilonia con Zorobabel. (Ne 12:1, 7.)
8. Hilquías, Uno de los que estuvieron de pie a la derecha de Esdras con ocasión de la lectura de la Ley al pueblo. (Ne 8:2-4.)
9. Hilquías,Nombre de una casa paterna sacerdotal en los días del gobernador Nehemías. (Ne 12:12, 21, 26.)
1. Jaazanías, Jefe de los recabitas; ocupaba ese puesto cuando el profeta Jeremías probó la integridad de los recabitas ofreciéndoles vino, que ellos rehusaron. Era hijo de otro Jeremías. (Jer 35:3, 5, 6.)
2. Jaazanías, Hijo de Safán. El único nombre que se menciona en la visión de Ezequiel (612 a. E.C.) de los 70 hombres que ofrecían incienso ante símbolos idolátricos tallados en el templo de Jerusalén. (Eze 8:1, 10, 11.)
3. Jaazanías, Hijo de Azur; era uno de los veinticinco hombres que Ezequiel contempló en una visión en la puerta oriental del templo de Jehová. Jaazanías y sus compañeros estaban “tramando nocividad y asesorando mal consejo contra esta ciudad”, por lo que a Ezequiel se le ordenó que profetizase contra ellos. (Eze 11:1-4.)
4. Jaazanías, Jefe militar de Judá durante el breve lapso de tiempo que siguió a la destrucción de Jerusalén por los babilonios. Jaazanías (o Jezanías, como a veces se escribe su nombre) fue uno de los que apoyaron inmediatamente el nombramiento del gobernador Guedalías. (2Re 25:23; Jer 40:7, 8.) Probablemente figuraba entre “todos los jefes de las fuerzas militares” que advirtieron a Guedalías de la amenaza que Ismael representaba para su vida. Cuando Ismael asesinó a Guedalías, Jaazanías lo persiguió y rescató a los que había hecho prisioneros. (Jer 40:13, 14; 41:11-16.) Jezanías estuvo entre los jefes que inquirieron de Jeremías sobre la acción que debía tomarse a continuación, pero en vez de seguir su consejo, llevaron al reducido resto de israelitas a Egipto. (2Re 25:26; Jer 42:1-3, 8; 43:1-5.) “Azarías hijo de Hosaya” tal vez haya sido un hermano de Jaazanías, pero es más probable que este fuese otro de sus nombres. (Jer 43:2.)
1. Jafía, Rey de Lakís que se unió a otros cuatro reyes amorreos para castigar a Gabaón por haber hecho la paz con Israel. (Jos 10:3-5.) La llamada de socorro de Gabaón hizo que las fuerzas de Josué acudieran desde Guilgal en una misión de rescate. Durante la batalla que siguió, los israelitas atraparon a Jafía y a los reyes aliados con él en una cueva de Maquedá. Más tarde, se les ejecutó a todos, y se colgaron sus cadáveres en maderos hasta la puesta del Sol, cuando se les arrojó en la cueva a la que habían ido en busca de refugio. (Jos 10:6-27.)
2. Jafía, Hijo de David que le nació en Jerusalén. (2Sa 5:14, 15; 1Cr 3:7; 14:6.)
3. Jafía, Lugar que delimitaba el territorio de Zabulón. (Jos 19:10, 12.) Suele identificarse con la moderna Yafa (Yafia), situada a menos de 3 Km. al SO. de Nazaret.
1. Joás, Benjamita descendiente de Béker. (1Cr 7:6, 8.)
2. Joás, Descendiente de Judá por medio de Selah, su tercer hijo mencionado por nombre. (1Cr 2:3; 4:21, 22.)
3. Joás, El padre del juez Gedeón; abí-ezrita de la tribu de Manasés. (Jue 6:11, 15; 7:14; 8:13, 32.) Joás debió ser un hombre próspero e influyente en su comunidad, pues poseía un altar dedicado a Baal y un “poste sagrado”, y también era dueño de una casa de siervos. Cuando su hijo Gedeón demolió en secreto el altar y el poste sagrado, y edificó en su lugar un altar a Jehová sobre el que sacrificó un toro de siete años, los habitantes del lugar exigieron a Joás que entregase a su hijo para darle muerte. Su respuesta, sin embargo, fue: “Si [Baal] es Dios, que él mismo se haga defensa legal”. A partir de entonces, llamó a su hijo Jerubaal. (Jue 6:25-32; 8:29.)
4. Joás, Hombre poderoso de la tribu de Benjamín que se incorporó a las fuerzas de David en Ziqlag, cuando este era un proscrito de Saúl. Era hijo o descendiente de Semaá. (1Cr 12:1-3.)
5. Joás, Jefe nombrado por David sobre las provisiones de aceite. (1Cr 27:28, 31.)
6. Joás, Uno de los hombres a quienes Acab entregó al fiel profeta Micaya para que lo metiesen en prisión. Se le llama “el hijo del rey”. (1Re 22:26, 27; 2Cr 18:25, 26.) Aunque con esto puede darse a entender que era hijo de Acab, también puede indicar que era un oficial de ascendencia real, o que estaba relacionado estrechamente con la familia real.
7. Joás - (Jehoás 1) Forma abreviada de Jehoás, rey de Judá, que era hijo de Ocozías. (2Re 11:2, 3, 21.) La lectura alternativa “Joás” en lugar de Jehoás aparece en numerosas ocasiones en el texto masorético hebreo, como se señala en las notas al pie de la página de la Traducción del Nuevo Mundo. (2Re 12:19; 1Cr 3:11; 2Cr 24:1, 2.)
8. Joás, Forma abreviada de Jehoás, rey de Israel, que era padre de Jeroboán II, hijo de Jehoacaz y nieto de Jehú. (2Re 14:1, 8, 9.) Esta lectura alternativa (Joás) se da con frecuencia en el texto masorético. (2Re 13:9, 12, 13; 2Cr 25:17, 18, 21; Os 1:1; Am 1:1.)
1. Kenaaná, Padre de Sedequías, el falso profeta.
1. Kenaaná, Padre de Sedequías, el falso profeta contemporáneo de los reyes Acab y Jehosafat. (1Re 22:11, 24; 2Cr 18:10, 23.)
2. Kenaaná, Descendiente de Benjamín por medio de Jediael y Bilhán. (1Cr 7:6, 10.)
1. Guemarías, “Hijo de Safán el copista” y uno de los príncipes durante el reinado de Jehoiaquim (628-618 a. E.C.). Guemarías tenía su propio comedor en el patio superior del templo, y fue allí donde Baruc leyó en voz alta las palabras del libro que Jeremías el profeta le dictó. Micaya, el hijo de Guemarías, oyó la lectura primera del libro e informó la palabra de Jehová a los príncipes, quienes, a su vez, pidieron a Baruc que les leyera el libro. Después de oír las palabras del libro, recomendaron que Baruc y Jeremías permanecieran escondidos. Más tarde, cuando se leyó el rollo ante Jehoiaquim, Guemarías fue uno de los príncipes que imploraron al rey que no lo quemara. (Jer 36:10-25.)
Recientemente se ha hallado en Jerusalén un pedazo de arcilla que en un tiempo cerraba un documento. El fragmento llevaba estampado un sello con una inscripción que decía: “Propiedad de Guemarías [heb. Guemar·yá·hu], hijo de Safán”. Al parecer esta inscripción se remonta al siglo VII a. E.C., y se cree que pertenecía al Guemarías que aparece en el capítulo 36 de Jeremías.
2. Guemarías, ‘Hijo de Hilquías, a quien Sedequías el rey de Judá envió a Babilonia a Nabucodonosor.’ En aquella ocasión Jeremías mandó una carta por medio de Guemarías y Elasá a los judíos cautivos que habían sido llevados a Babilonia en el año 617 a. E.C. junto con Joaquín (Jeconías). (Jer 29:1-3.)
Nativo de Chipre de quien se dice que era un “antiguo discípulo”. Pablo y sus acompañantes iban a hospedarse en casa de Mnasón al finalizar un viaje misional alrededor del año 56 E.C., por lo que algunos discípulos de Cesarea los acompañaron desde esa ciudad hasta Jerusalén para llevarlos a su casa. (Hch 21:15-17.)
El Rabsarís, o principal oficial de la corte, en el ejército de Nabucodonosor que destruyó Jerusalén en el año 607 a. E.C. Fue uno de los príncipes que ordenaron que se pusiera en libertad a Jeremías. (Jer 39:13, 14.) O bien se hace referencia a Nebusazbán por su título o bien hubo otro hombre llamado Rabsarís en el grupo que se sentó en la Puerta del Medio después que los babilonios abrieron brecha por primera vez en el muro de Jerusalén. (Jer 39:2, 3.)
Título de un importante oficial asirio. (2Re 18:17.) Una inscripción que hizo el rey asirio Tiglat-piléser III en un edificio dice: “Envié un oficial mío, el rabsaq, a Tiro”. Además, en una tablilla conservada en el Museo Británico aparece una inscripción del rey Asurbanipal que dice: “Ordené que añadiesen a mis anteriores fuerzas (de combate en Egipto) al oficial rabsaq”. (Ancient Near Eastern Texts, edición de J. B. Pritchard, 1974, págs. 282, 296.)
Mientras Senaquerib, el rey de Asiria, ponía sitio a la fortaleza judía de Lakís, envió una poderosa fuerza militar a Jerusalén a las órdenes de Tartán, el comandante en jefe, junto con otros dos altos oficiales: el Rabsarís y el Rabsaqué. (2Re 18:17; el relato completo también aparece en Isa 36, 37.) De estos tres oficiales superiores asirios, Rabsaqué fue el vocero principal cuando se intentó forzar la rendición del rey Ezequías. (2Re 18:19-25.) Los tres estuvieron de pie junto al encañado del estanque superior. Este Rabsaqué, cuyo nombre personal no se revela, hablaba con fluidez hebreo y sirio. Llamó con voz fuerte en hebreo al rey Ezequías, pero salieron a su encuentro tres oficiales de este que le pidieron que les hablase en lengua siria en vez de la lengua de los judíos, pues la gente común que estaba sobre el muro estaba escuchando. (2Re 18:26, 27.) Sin embargo, como la situación se acomodaba al propósito de Rabsaqué como propagandista, que deseaba que el pueblo escuchase para desmoralizar sus filas, habló aún más fuerte en hebreo, seleccionó las palabras a fin de aterrorizarlos, se valió de falsas promesas y mentiras, de burla y escarnio a Jehová, y planteó al pueblo razones para traicionar al rey Ezequías y rendirse al ejército asirio. (2Re 18:28-35.) No obstante, la gente de Jerusalén permaneció leal a Ezequías. (2Re 18:36.)
Ezequías presentó a Jehová en oración las palabras sarcásticas de Rabsaqué y envió una delegación al profeta Isaías a fin de recibir Su respuesta. (2Re 18:37; 2Re 19:1-7.) Mientras tanto, Rabsaqué tuvo que marcharse rápidamente cuando oyó que el rey de Asiria se había retirado de Lakís y estaba luchando contra Libná. Siguiendo con su campaña propagandista contra Ezequías desde lejos, Senaquerib envió mensajeros a Jerusalén con cartas amenazadoras llenas de escarnio a Jehová con el fin de que se rindiera. (2Re 19:8-13.) El rey Ezequías llevó las cartas al templo, las extendió delante de Jehová y a continuación elevó una oración en la que expresaba la apremiante necesidad de ayuda que tenían. (2Re 19:14-19.) Jehová le respondió por medio del profeta Isaías y dijo sobre el rey de Asiria: “No entrará en esta ciudad, ni disparará allí una flecha, ni se presentará contra ella con escudo, ni alzará contra ella cerco de sitiar. Por el camino por el cual procedió a venir, regresará, y en esta ciudad no entrará, es la expresión de Jehová”. (2Re 19:32, 33.) Aquella misma noche el ángel de Jehová dio muerte a 185.000 soldados asirios, un fuerte y súbito golpe que obligó al rey asirio Senaquerib a retirarse inmediatamente a Nínive, la capital asiria, donde sería asesinado algún tiempo después. (2Re 19:35-37.) Como ocurre en el caso de todo aquel que blasfema contra el Dios vivo, Jehová, y le desafía, los esfuerzos de Rabsaqué fracasaron.
Título del oficial principal de la corte de los imperios asirio y babilonio. El Rabsarís era uno de los tres altos dignatarios asirios que envió el rey de Asiria para exigir la rendición de Jerusalén durante el reinado de Ezequías. (2Re 18:17.)
También recibe este título uno de los oficiales babilonios de Nabucodonosor que tomó el control de Jerusalén cuando la ciudad cayó en 607 a. E.C. Asimismo, Nebusazbán recibe el mismo tratamiento en el relato en que se envía a Jeremías para residir con Guedalías. (Jer 39:3, 13, 14; 40:1-5.) Las excavaciones arqueológicas han recuperado inscripciones que contenían este título. (Bulletin of the Israel Exploration Society, Jerusalén, 1967, vol. 31, pág. 77; Le palais royal d’Ugarit, III, París, 1955, núm. 16:162, pág. 126.)
Oficial del rey Ezequías. En un tiempo era el “mayordomo [...] sobre la casa”, probablemente la de Ezequías, una posición influyente. Sin embargo, Jehová mandó a Isaías que denunciase a Sebná, profetizando que se le ‘empujaría de su posición’, al parecer debido al orgullo y deseo de gloria que había mostrado al edificarse un sepulcro llamativo. Además, su traje talar, su banda y su dominio, junto con “la llave de la casa de David”, se dieron a ‘Eliaquim, el siervo de Dios’. (Isa 22:15-24.)
Sin embargo, a Sebná no se le despojó de todos los privilegios, pues cuando Senaquerib amenazó Jerusalén en 732 a. E.C. y Eliaquim era el mayordomo, Sebná fue el secretario real enviado con Eliaquim y el registrador para hablar con Rabsaqué. Con las prendas de vestir rasgadas informaron a Ezequías lo que se había dicho, después de lo cual fueron enviados a Isaías para inquirir de Jehová. (2 Re 18:18–19:7; Isa 36:3–37:7.)
Los escritos asirios indican que se aplicaba el título Tartán a los oficiales de alto rango, probablemente al que estaba inmediatamente por debajo del rey. James B. Pritchard, quien compiló la obra Ancient Near Eastern Texts (1974, pág. 274), comenta con respecto al orden de los títulos en las listas de epónimos asirias: “Con el tiempo, la posición del oficial dentro de la jerarquía fue decisiva para el orden de los nombres; el oficial que ocupaba el puesto más elevado (tartanu) iba inmediatamente después del rey, mientras que otros importantes oficiales de palacio [...] y los gobernadores de las principales provincias tenían su turno en un orden bien establecido”. Una inscripción del rey asirio Asurbanipal, actualmente en el Museo Británico, dice en parte: “Me enfadé mucho debido a estos sucesos, mi alma estaba enardecida de cólera. Llamé al oficial turtan, a los gobernadores y también a sus ayudantes, y di la orden inmediatamente”. (Ancient Near Eastern Texts, pág. 296.)
El rey Senaquerib “procedió a enviar a Tartán” junto con otros oficiales, como Rabsaqué, el copero principal del rey, que actuó en calidad de vocero, para llevar un ultimátum de capitulación a Jerusalén. El nombre Tartán está en primer lugar, posiblemente debido a que ocupaba el puesto superior. (2Re 18:17, 28-35.) El rey Sargón II de Asiria envió a otro Tartán para sitiar la ciudad de Asdod en los días del profeta Isaías. (Isa 20:1.)