1. Abdí, Levita de la casa de Merarí. Fue padre de Quisí.
1. Abdí, Levita de la casa de Merarí. Fue padre de Quisí y probablemente contemporáneo de Saúl, quien reinó de 1117 a 1078 a. E.C. (1Cr 6:31, 33, 39, 44.)
2. Abdí, Otro levita de la casa de Merarí. Fue padre de Quis. (2Cr 29:12.) Debido a la similitud de los nombres de sus hijos, algunos diccionarios de la Biblia identifican a este Abdí con el referido anteriormente. Sin embargo, el hecho de que el hijo de este segundo Abdí, Quis, viviera en el tiempo del rey Ezequías, unos doscientos cincuenta años después del tiempo de David, hace ilógica esta conclusión. Es probable que este segundo Abdí fuera contemporáneo de los reyes Jotán y Acaz, cuyos reinados se extendieron desde el año 777 a. E.C. hasta más o menos 746 a. E.C.
3. Abdí, Un hombre de la familia de Elam que vivió después del exilio. (Esd 10:26.) Fue uno de los israelitas que tomaron esposas extranjeras y que luego las despidieron en respuesta a la exhortación que Esdras dirigió al pueblo a su regreso a Jerusalén en el séptimo año del rey Artajerjes (Longimano) (468 a. E.C.). (Esd 7:8; 10:1-4, 10-12, 26, 44.)
1. Ahlai, Probablemente fue la hija de Sesán, de la tribu de Judá.
1. Ahlai, Probablemente fue la hija de Sesán, de la tribu de Judá. Su padre la dio en matrimonio a su siervo egipcio, Jarhá, de cuya unión nació Atai. Ahora bien, si Ahlai fue un hijo de Sesán, debió morir a una edad temprana. (1Cr 2:31, 34, 35.)
2. Ahlai, Padre de Zabad, uno de los hombres poderosos del ejército de David. (1Cr 11:41.)
1. Arioc, Rey de Elasar que, coligado con Kedorlaomer.
1. Arioc, Rey de Elasar que, coligado con Kedorlaomer y otros dos reyes, aplastó la rebelión de Sodoma, Gomorra y sus aliados, e hizo cautivos a Lot y su casa. Más tarde, Abrán tomó por sorpresa a los vencedores, derrotó a Arioc y a sus confederados y rescató a Lot. (Gé 14:1-16.) Hoy se desconoce la ubicación de la antigua Elasar.
2. Arioc, Jefe de la guardia de corps de Nabucodonosor a quien se ordenó que diese muerte a todos los sabios de Babilonia después que estos reconocieron su incapacidad de interpretar el sueño del rey. Cuando Arioc supo que Daniel estaba preparado para revelar e interpretar el sueño, “de prisa, llevó a Daniel delante del rey”. (Da 2:12-25.)
1. Atai, Nieto de Sesán, un descendiente de Judá por medio de Hezrón.
1. Atai, Nieto de Sesán, un descendiente de Judá por medio de Hezrón. Sesán solo tuvo hijas, a una de las cuales dio en matrimonio a su siervo egipcio Jarhá, quien engendró a Atai. Este, a su vez, fue el padre de un tal Natán. (1Cr 2:25, 34-36.)
2. Atai, Uno de los once gaditas valientes que cruzaron el Jordán cuando estaba desbordándose, para unirse al ejército de David en el desierto. (1Cr 12:8, 11-15.)
3. Atai, El segundo de los cuatro hijos que Maacá —esposa favorita de Rehoboam y nieta de Absalón— le dio a luz a Rehoboam. Por consiguiente, fue nieto de Salomón y hermano del rey Abías (Abiyam). (2Cr 11:20, 21.)
Cierto judío de Pafos, ciudad de la isla de Chipre, que vivió durante el siglo I E.C. y que era “hechicero, falso profeta”. (Hch 13:6.) Adoptó como nombre o título profesional “Elimas”, que significa “Hechicero”. Cuando Lucas dice “hechicero (así, de hecho, se traduce su nombre)”, se refiere al sobrenombre Elimas, no a Bar-Jesús. No era infrecuente encontrarse en aquel tiempo judíos que practicasen las artes mágicas y la hechicería, y que adoptasen un nombre helénico mientras residían en una comunidad griega. (Hch 8:9-11; 19:17-19.)
Parece ser que Bar-Jesús ocupaba una posición muy prestigiosa como mago y consejero de Sergio Paulo, el procónsul romano de Pafos. Este “sacerdote” del culto de la adivinación estaba en contra del cristianismo, y, como deseaba proteger su posición lucrativa, se opuso inflexiblemente a la predicación de Pablo y Bernabé. Por lo tanto, cuando Sergio Paulo “procuró solícitamente oír la palabra de Dios”, Elimas “empezó a oponerse a ellos, procurando apartar de la fe al procónsul”. (Hch 13:7, 8.)
Ante estas circunstancias, Pablo miró a los ojos a este hechicero satánico y, “llenándose de espíritu santo”, respondió: “Oh hombre lleno de toda suerte de fraude y toda suerte de villanía, hijo del Diablo, enemigo de todo lo justo, ¿no cesarás de torcer los caminos correctos de Jehová? Ahora pues, ¡mira!, la mano de Jehová está sobre ti, y estarás ciego, y no verás la luz del sol por un espacio de tiempo”. En ese mismo instante Bar-Jesús quedó ciego. Al ser testigo de este milagro, el primero de Pablo registrado en las Escrituras, el procónsul “quedó atónito por la enseñanza de Jehová”, y de inmediato aceptó el mensaje y “se hizo creyente”. (Hch 13:9-12.)
ELIMAS - (Hechicero) Apelativo profesional, o título, de “cierto hombre, hechicero, falso profeta”, llamado Bar-Jesús, un judío que vivió en la isla de Chipre durante el siglo I E.C. (Hch 13:6-8.) Cuando Lucas dice “hechicero (así, de hecho, se traduce su nombre)”, se refiere al sobrenombre Elimas, no a Bar-Jesús. No era infrecuente encontrarse en aquel tiempo judíos que practicasen las artes mágicas y la hechicería, y que adoptasen un nombre helénico mientras residían en una comunidad griega. (Hch 8:9-11; 19:17-19.)
1. Delayá, Sacerdote aarónico del tiempo de David; fue designado por suertes cabeza de la vigésimo tercera división sacerdotal. (1Cr 24:1, 5, 18.)
2. Delayá, Hijo de Semaya; fue uno de los príncipes de la corte de Jehoiaquim que escucharon la lectura que hizo Baruc del libro escrito por Jeremías y lo informaron al rey. Posteriormente, cuando el rollo se leyó en presencia de Jehoiaquim, Delayá y otros dos príncipes insistieron en vano en que el rey no lo quemara. (Jer 36:11-26.)
3. Delayá, Antepasado de un grupo de personas que en 537 a. E.C. regresaron a Jerusalén con Zorobabel, pero no pudieron demostrar su ascendencia israelita. (Esd 2:1, 59, 60; Ne 7:61, 62.)
4. Delayá, Hijo de Mehetabel y padre del Semaya a quien contrataron Sanbalat y Tobías para intimidar al gobernador Nehemías. (Ne 6:10-13.)
5. Delayá, Uno de los siete hijos de Elioenai; descendiente de David por medio del linaje de Salomón. (1Cr 3:10, 24.)
Eunuco etíope de la casa del rey Sedequías que demostró por su proceder que estaba en total acuerdo con la obra de Jeremías, el profeta de Jehová. Cuando los príncipes de Judá acusaron falsamente a Jeremías de sedición, Sedequías entregó al profeta en sus manos. Entonces, estos príncipes tomaron a Jeremías y le arrojaron en la cisterna cenagosa de Malkiya, en el Patio de la Guardia, para que muriese allí sin alimento. (Jer 38:4-6.) Valerosamente, Ébed-mélec se dirigió en público al rey, que estaba sentado en la Puerta de Benjamín, para presentar una petición a favor de Jeremías, a pesar de lo peligroso que podía ser debido al profundo odio que se tenía a la figura del profeta y a su mensaje. Sedequías respondió de modo favorable. De modo que Ébed-mélec, por orden del rey, llevó 30 hombres a la cisterna y bajó sogas con trapos gastados y pedazos de tela para que Jeremías se los pusiese debajo de las axilas, con el fin de subirle de la cisterna. (Jer 38:7-13.) Es probable que Sedequías no mandase a Ébed-mélec tomar 30 hombres consigo porque todos fuesen necesarios para sacar a Jeremías de la cisterna, sino para que pudieran enfrentarse a cualquier posible interferencia de los príncipes o los sacerdotes. Debido a este acto justo hacia su profeta, Jehová le aseguró a Ébed-mélec por medio de Jeremías, que no perecería durante el sitio babilonio, sino que se le proveería escape. (Jer 39:15-18.)
1. Efá, Hijo de Madián y nieto de Abrahán y Queturá.
1. Efá, Hijo de Madián y nieto de Abrahán y Queturá. (Gé 25:1, 2, 4; 1Cr 1:32, 33.) Al parecer, sus descendientes poseían grandes cantidades de camellos. (Isa 60:6.)
2. Efá, Concubina de Caleb que le dio tres hijos: Harán, Mozá y Gazez. (1Cr 2:46.)
3. Efá, Hijo de Jahdai de la tribu de Judá. (1Cr 2:3, 47.)
Medida para áridos equivalente a diez omeres (Éx 16:36) o a la décima parte de un homer. El efá correspondía a la medida de bato para los líquidos y por lo tanto su volumen era de unos 22 l. (20 qt. á.) (Eze 45:11.) En las Escrituras se usa “efá” con referencia a una cantidad de harina (Le 5:11), de cebada (Rut 2:17), de grano tostado (1Sa 17:17) y de trigo (Eze 45:13). El término se refiere también al recipiente usado para medir un efá. (Le 19:36; Am 8:5.) Zacarías 5:6-11 dice que se confinó a la mujer “Iniquidad” en un efá cubierto con una tapa circular.
1. Elioenai, Hijo de Nearías y descendiente del rey Salomón. Padre de Hodavías, Eliasib, Pelayá, Aqub, Johanán, Delayá y Ananí. (1Cr 3:10, 23, 24.)
2. Elioenai, Uno de los principales de la tribu de Simeón. (1Cr 4:24, 36-38.)
3. Elioenai, Hijo de Béker y descendiente de Benjamín. (1Cr 7:6, 8.)
4. Elioenai, Sacerdote de “los hijos de Pasjur” que se menciona entre los que obedecieron la exhortación de Esdras de despedir a sus esposas extranjeras. (Esd 2:36, 38; 10:18, 19, 22.)
5. Elioenai, Descendiente de Zatú. Elioenai estuvo entre los que despidieron a sus esposas extranjeras en el tiempo de Esdras. (Esd 10:27, 44.)
6. Elioenai, Uno de los sacerdotes encargados de tocar las trompetas en la procesión que organizó Nehemías con motivo de la inauguración del muro de Jerusalén. (Ne 12:27, 31, 40, 41.)
“Sacerdote principal” judío. Sus siete hijos figuraban entre “ciertos individuos de los judíos ambulantes que practicaban la expulsión de demonios”. En cierta ocasión, en Éfeso, trataron de exorcizar a un demonio diciéndole: ‘Te ordeno solemnemente por Jesús a quien Pablo predica’. Pero el espíritu respondió: “Conozco a Jesús, y sé quién es Pablo; pero ustedes, ¿quiénes son?”. A continuación, el hombre poseído por el espíritu se abalanzó sobre los siete hijos de Esceva y los echó de la casa desnudos y heridos. Como resultado, el nombre del Señor fue engrandecido y muchos escucharon las buenas nuevas que predicaba Pablo. (Hch 19:13-20.)
No existe ninguna otra referencia a un sacerdote judío llamado Esceva, a no ser que sea el nombre latino de un sacerdote conocido normalmente por su nombre hebreo.
A Jerusalén. En 468 a. E.C., sesenta y nueve años después del regreso del resto judío fiel desde Babilonia bajo el acaudillamiento de Zorobabel, el rey persa Artajerjes Longimano le concedió a Esdras “toda su solicitud” para ir a Jerusalén a promover la adoración verdadera. Según la carta oficial del rey, aquellos israelitas que por su propia voluntad desearan ir con Esdras a Jerusalén podrían hacerlo. (Esd 7:1, 6, 12, 13.)
¿Por qué necesitaban mucha fe en el tiempo de Esdras, los judíos que salieron de Babilonia? Muchos judíos habían prosperado en Babilonia, de modo que, desde un punto de vista material, no les atraían las perspectivas de volver a Jerusalén. Para aquel entonces la ciudad estaba escasamente poblada, y el buen comienzo que habían tenido los judíos bajo Zorobabel parecía haber terminado. El comentarista Dean Stanley dice: “Jerusalén misma estaba poco poblada, y parecía haberse quedado a medio camino en el logro de los objetivos que los primeros pobladores habían tenido ante sí [...]. Es cierto que, ya fuera por la debilidad de aquellos primeros pobladores o por las incursiones de las tribus vecinas, de las que no tenemos ninguna noticia, el muro de Jerusalén estaba sin terminar, tenía grandes brechas donde las puertas quemadas aún estaban sin reparar, las laderas de sus colinas rocosas estaban cubiertas con los escombros de sus ruinas y aunque el Templo estaba terminado, aún no tenía todo el mobiliario y la ornamentación era inadecuada”. (Ezra and Nehemiah: Their Lives and Times, de George Rawlinson, Londres, 1890, págs. 21, 22.) Regresar a Jerusalén en esas circunstancias suponía una pérdida de posición, romper lazos afectivos y renunciar a una forma de vida más o menos cómoda para iniciar una nueva vida en una tierra distante, en condiciones penosas, difíciles y tal vez peligrosas. Todo esto sin hacer mención del viaje, largo y lleno de dificultades, entre numerosas tribus árabes hostiles y otros enemigos. Emprender ese viaje requería celo por la adoración verdadera, fe en Jehová y valor. Tan solo unos 1.500 hombres y sus familias, un total de unas 6.000 personas, estuvieron dispuestas y en condiciones de hacer el viaje. Ir al frente de esta expedición suponía una tarea difícil para Esdras, pero su experiencia en la vida le había preparado y fortalecido, y la mano de Jehová estaba sobre él. (Esd 7:10, 28; 8:1-14.)
Jehová Dios les ayudó en sentido material, pues las condiciones económicas no eran buenas en Jerusalén y los bienes de los que viajaban con Esdras eran limitados. Movió al rey Artajerjes y a sus siete consejeros a dar una contribución voluntaria para la compra de animales y grano destinados al sacrificio, las ofrendas y las libaciones. Además, se autorizó a Esdras a recibir contribuciones para este fin en el distrito jurisdiccional de Babilonia. Si sobraban fondos, Esdras y los que estaban con él debían determinar cómo utilizarlos. Tenían que enviarse a Jerusalén todos los vasos para el servicio del templo. Si era necesario, se podían obtener más fondos de la tesorería del rey. Se informó a los tesoreros del otro lado del Río que Esdras podía pedirles plata, trigo, vino y aceite hasta cierta cantidad, y sal sin límites, y que tenían que satisfacer su petición con prontitud. Además, se eximió de impuestos a los sacerdotes y a los trabajadores del templo. Se facultó a Esdras para nombrar magistrados y jueces, que debían ejecutar juicio sobre cualquiera que no obedeciera la ley de Dios y la ley del rey, “ya sea para muerte o para exilio, o para multa de dinero o para prisión”. (Esd 7:11-26.)
Consciente de que tenía la dirección de Jehová, Esdras emprendió su cometido sin dilación. Reunió a los israelitas a orillas del río Ahavá e inspeccionó al pueblo durante tres días. Se dio cuenta de que aunque había algunos sacerdotes, no se habían ofrecido ninguno de los levitas que no ejercían el sacerdocio, y se precisaba su ayuda para el servicio en el templo. En ese momento Esdras demostró sus dotes de mando. Sin arredrarse por la situación, envió en seguida una delegación a los judíos de Casifía. Estos respondieron bien, y suministraron 38 levitas y 220 netineos. Con sus familias, el séquito de Esdras ascendería a más de 7.000 personas. (Esd 7:27, 28; 8:15-20.)
Luego Esdras proclamó un ayuno para inquirir de Jehová el camino correcto. Aunque su caravana iba a llevar muchas riquezas, no quiso ensombrecer el nombre de Jehová en lo más mínimo pidiendo una escolta después de haber expresado al rey su fe en la protección de Jehová sobre sus siervos. Después de orar a Jehová, llamó a doce de los jefes de los sacerdotes, les pesó con cuidado la contribución (que ascendería a más de 43.000.000 de dólares [E.U.A.]), y se la confió a ellos. (Esd 8:21-30.)
Jehová demostró que su mano estaba con Esdras y sus acompañantes protegiéndolos del “enemigo en el camino”, de modo que llegaron a salvo a Jerusalén. (Esd 8:22.) Esdras no tuvo ninguna dificultad en que lo reconociesen los sacerdotes y los levitas que servían en el templo, a quienes entregó la valiosa aportación que había llevado. (Esd 8:31-34.)
★Confiando en la ayuda divina - (my-Cap.81-Pg.177)
Insta a Israel a despedir a las esposas extranjeras. Después de ofrecer sacrificios en el templo, Esdras se enteró por los príncipes que muchos del pueblo, incluso sacerdotes y levitas, habían tomado esposas extranjeras. Cuando lo oyó, rasgó sus ropas y su vestidura sin mangas, se arrancó pelos de la cabeza y de la barba, y permaneció sentado, aturdido de asombro, hasta la ofrenda de grano del atardecer. Entonces cayó sobre las rodillas y alzó las manos a Jehová e hizo confesión pública de los pecados del pueblo ante la presencia de los israelitas congregados, empezando con las transgresiones de sus antepasados. (Esd 8:35–10:1.)
Tiempo después, Secanías, hablando en favor del pueblo, recomendó que celebraran un pacto con Jehová para despedir a las esposas extranjeras y los hijos que estas les habían dado, y luego le dijo a Esdras: “Levántate, porque el asunto recae sobre ti, y nosotros estamos contigo. Sé fuerte y actúa”. Esdras tomó juramento al pueblo y emitió una orden de que todos los repatriados fueran a Jerusalén en el plazo de tres días para enmendar este error. Cuando se reunieron, les exhortó que hicieran confesión a Jehová y se separaran de sus esposas extranjeras. Sin embargo, debido a que eran muchos los que estaban implicados en esta transgresión, no fue posible arreglarlo todo allí y entonces, sino que se necesitaron unos tres meses para corregir la situación. (Esd 10:2-17.)
Con Nehemías.
No se sabe con certeza si Esdras permaneció en Jerusalén o regresó a Babilonia, pero las malas condiciones a las que llegó la ciudad y la corrupción en la que se había sumido el sacerdocio parecen indicar que estaba ausente. Tal vez Nehemías lo llamase para que regresara después de la reconstrucción de los muros de Jerusalén. Sea como fuere, aparece de nuevo en la escena, esta vez leyendo la Ley al pueblo congregado e instruyéndolo. En el segundo día de esa asamblea, los cabezas del pueblo tienen una reunión especial con Esdras para escudriñar la Ley. Se celebra con regocijo la fiesta de las cabañas. Después de la observancia de ocho días, se decide hacer del 24 de Tisri un día de ayuno, oración y confesión de pecados. Bajo la firme dirección de Esdras y Nehemías, se hace un “arreglo fidedigno”, en esta ocasión no verbal, sino escrito y refrendado por el sello de los príncipes, levitas y sacerdotes. (Ne 8:1-9, 13-18; cap. 9.)
Escritos: Escritor del libro que lleva su nombre Esdras.
1. Hadad, Uno de los doce hijos de Ismael.
1. Hadad, Uno de los doce hijos de Ismael, el hijo de Abrahán y su concubina Agar. (Gé 25:12-15; 1Cr 1:28-30.)
2. Hadad, Sucesor al trono de Edom tras la muerte de Husam. Parece ser que “Hadad el hijo de Bedad, que derrotó a los madianitas en el campo de Moab”, hizo de la ciudad de Avit su capital. (Gé 36:31, 35, 36; 1Cr 1:46, 47.)
3. Hadad - (Hadar) Otro rey de Edom, esposo de Mehetabel. Hadad sucedió a Baal-hanán en el trono, “y el nombre de su ciudad era Paú”. (1Cr 1:43, 50, 51.) Se le llama Hadar en Génesis 36:39, lo que quizás se deba a un error de transcripción ocasionado por la similitud entre los caracteres hebreos que corresponden a la “r” (ר) y a la ”d“ (ד)
4. Hadad, Edomita de linaje real y enemigo que ocasionó perjuicio a Israel durante el reinado de Salomón. Cuando aún era un niño, huyó junto con algunos siervos de su padre a Egipto por Parán, a fin de escapar de la matanza de Joab de todos los varones de Edom. En Egipto, a Hadad y sus acompañantes se les recibió bondadosamente. Faraón le dio casa, alimento y tierras, y más tarde le concedió por esposa a su propia cuñada, con quien tuvo un hijo llamado Guenubat, que vivió en la casa de Faraón, entre sus hijos. Cuando Hadad se enteró de que el rey David y Joab habían muerto, volvió a Edom y resultó ser un resistidor de Salomón. (1Re 11:14-22, 25.)
5. Hadad - (Rimón) Se cree que Hadad era la deidad principal de la antigua Siria, y por lo general se la identifica con Rimón. Hadad forma parte de los nombres de algunos monarcas sirios, como Ben-hadad (1Re 15:18) y Hadadézer (1Re 11:23), y también aparece en el nombre Hadadrimón. (Zac 12:11.)
Rey de Edom que sucedió en el trono a Baal-hanán a la muerte de este. También se le llama Hadad. (Gé 36:31, 39; 1Cr 1:43, 50, 51.)
1. Hanán, Benjamita de “los hijos de Sasaq”.
1. Hanán, Benjamita de “los hijos de Sasaq”. (1Cr 8:1, 23-25.)
2. Hanán, Hijo de Maacá; era uno de los hombres poderosos de las fuerzas militares de David. (1Cr 11:26, 43.)
3. Hanán, Uno de los seis hijos de Azel, descendiente del rey Saúl. (1Cr 8:33-38; 9:44.)
4. Hanán, Hijo de Igdalías, “un hombre del Dios verdadero”. En el comedor de los hijos de Hanán, Jeremías puso a prueba la obediencia de los recabitas al mandato de no beber vino que les había dado su antepasado Jonadab. (Jer 35:3-6.)
5. Hanán, Cabeza de una familia de esclavos netineos del templo, algunos de los cuales regresaron de Babilonia con Zorobabel en 537 a. E.C. (Esd 2:1, 2, 43, 46; Ne 7:46, 49.)
6. Hanán, Uno de los levitas que ayudaron a Esdras a explicar la Ley a la congregación de Israel que se reunió en la plaza pública que estaba delante de la Puerta del Agua de Jerusalén. (Ne 8:1, 7.) Quizás haya sido el mismo que el núm. 7 o el núm. 10.
7. Hanán, Levita cuyo descendiente, si no él mismo, autenticó con sello el “arreglo fidedigno” que se contrató durante la gobernación de Nehemías. (Ne 9:38; 10:1, 9, 10.) Si fue el propio Hanán quien selló este acuerdo, tal vez se haya tratado de la misma persona que el núm. 6 o el núm. 10.
8, 9. Hanán, Dos “cabezas del pueblo” cuyos descendientes, si no ellos mismos, autenticaron el contrato de confesión durante la gobernación de Nehemías. (Ne 9:38; 10:1, 14, 22, 26.)
10. Hanán, Hijo de Zacur; levita fiel al que Nehemías nombró para distribuir las porciones que correspondían a los levitas, bajo la dirección de Selemías, Sadoc y Pedaya. (Ne 13:13.) Quizás haya sido el mismo que el núm. 6 o el núm. 7.
Rey de la antigua Elam que había extendido su poder hacia el O., hasta llegar a la frontera de Egipto, antes de que Abrahán entrase en la Tierra Prometida en 1943 a. E.C. Después de doce años de servidumbre, cinco reyes próximos al extremo meridional del mar Muerto se rebelaron contra su gobernante supremo del E. En el año decimocuarto, Kedorlaomer y tres aliados —Amrafel de Sinar, Arioc de Elasar y Tidal de Goyim— se encaminaron hacia el O. para sofocar la rebelión. Empezando en el N. y dirigiéndose hacia el S., fueron derrotando a las ciudades a lo largo de las rutas comerciales al E. del Jordán y al S. del mar Muerto, en el territorio que más tarde ocuparon los amalequitas. Después de esto, no les resultó difícil poner en fuga a los cinco reyes que eran el núcleo de la insurrección.
Entre los cautivos de Kedorlaomer se hallaba Lot, el sobrino de Abrahán, que vivía en aquellas inmediaciones. Cuando Abrahán se enteró, salió rápidamente en persecución con 318 siervos suyos armados. En Dan sorprendieron a las fuerzas enemigas, que eran considerablemente superiores, y las persiguieron con éxito hasta Hobá, al N. de Damasco, después de lo cual rescataron a Lot y sus posesiones. (Gé 14:1-17.)
El nombre de Kedorlaomer no se ha encontrado en inscripciones de listas de antiguos gobernantes de Elam, pero se reconoce como nombre elamita. Kudur, una posible variación de Kedor, aparece en muchos nombres compuestos, y Lagamar, que tiene un parecido con laomer, era una deidad elamita.
1. Mehetabel, Hija de una mujer llamada Matred y esposa del rey edomita Hadar (Hadad). (Gé 36:31, 39; 1Cr 1:50.)
2. Mehetabel, Antepasado (probablemente, el abuelo) de Semaya, a quien contrataron Tobías y Sanbalat para que infundiera temor a Nehemías y le indujese a pecar. (Ne 6:10-14.)
Deidad asociada particularmente con los ammonitas (1Re 11:5, 7, 33); es posible que sea la misma que Moloc (Hch 7:43; compárese con Am 5:26) y Milcom ((de una raíz que significa: “rey”)). (1Re 11:5, 33.) En Jeremías 32:35 se pone a Mólek en paralelo con Baal, de lo que se desprende que son el mismo dios, o al menos que existe alguna relación entre ambos. Numerosas autoridades consideran que “Mólek” es más un título que el nombre de alguna deidad en concreto, de modo que se tiende a pensar que esta designación podría haber aplicado a más de un dios.
Por lo general se concuerda en que el Malcam al que se hace referencia en 2 Samuel 12:30 y 1 Crónicas 20:2 es la imagen idolátrica del dios ammonita Milcom o Mólek, aunque el término hebreo se podría traducir “su rey” o “el rey de ellos”. (Véanse Alba; BAS; BM; DK; NC, 1944; Str; Val, 1989; VP.) Un poco antes, el relato bíblico hace referencia al rey ammonita por su nombre, Hanún (2Sa 10:1-4); por lo tanto, es razonable concluir que el nombre Hanún, más bien que Malcam, es el que debería haber aparecido en el registro bíblico de haberse querido referir al rey en lugar de al ídolo. Además, no parece probable que un rey hubiese llevado una corona de casi 34 Kg. de peso. Por la misma razón hay quien opina que David colocó la corona de Malcam sobre su cabeza solo temporalmente, quizás para indicar su victoria sobre ese dios falso. De acuerdo con la lectura del targum, que han seguido numerosos traductores, la corona solo tenía una piedra preciosa. Por ello, existe la opinión de que David se colocó sobre la cabeza la piedra preciosa, no la corona.
El sacrificio de niños a Mólek. La ley que Dios dio a Israel decretaba la pena de muerte para los que dieran su prole a Mólek, incluidos los residentes forasteros. (Le 20:2-5.) No obstante, los israelitas apóstatas, tanto en el reino de Judá como en el reino de diez tribus, hicieron pasar a sus hijos por el fuego. (2Re 17:17, 18; Eze 23:4, 36-39.)
Para algunos, el acto de ‘pasar por el fuego’ a los hijos ante Mólek era un ritual de purificación por medio del cual se dedicaban los hijos a dicha deidad; otros entienden que esto implicaba un verdadero sacrificio. No puede haber ninguna duda de que los cananeos y los israelitas apóstatas efectivamente sacrificaron a sus hijos. (Dt 12:31; Sl 106:37, 38.) El rey Acaz de Judá “procedió a quemar a sus hijos [su hijo, Sy, CB, EMN, NBE] en el fuego”. (2Cr 28:3.) El pasaje paralelo de 2 Reyes 16:3 dice: “E hizo pasar aun a su propio hijo por el fuego”. Estas palabras indican que ‘pasar por el fuego’ era, al menos algunas veces, sinónimo de sacrificar. Sin embargo, probablemente la adoración de Mólek no fue siempre ni en todas partes igual. Por ejemplo, influido por sus esposas extranjeras, el rey Salomón edificó lugares altos a Mólek y a otras deidades, pero el sacrificio de niños no se menciona hasta el tiempo de Acaz. (1Re 11:7, 8; 2Re. 23:13.) Si esta práctica abominable hubiese existido antes, sin duda se hubiese condenado junto con las demás formas de idolatría que se practicaron durante los reinados de los diversos reyes. Por esta razón algunos comentaristas apoyan el punto de vista de que la expresión ‘pasar por el fuego’ aplicaba originalmente a un ritual de purificación y después llegó a significar un sacrificio verdadero.
El acto de “pasar” en honor a Mólek, mencionado en la nota al pie de la página de Levítico 18:21, debe referirse a dedicar a los hijos a este dios falso. Este texto se ha traducido de diversas maneras: “No darás a ninguno de tu descendencia para hacerlo pasar por el fuego en honor a Moloc” (FS); “No darás a ningún descendiente tuyo para hacerlo pasar por fuego a Moloc” (Val, 1989); “No darás ningún hijo tuyo para consagrarlo a Moloc” (Str); “No debes permitir que ninguna prole tuya sea dada por entero a Mólek” (NM).
Acaz y Manasés son los únicos reyes de Judá de los que se dice que hicieron pasar a sus hijos por el fuego. Sin embargo, como ambos impulsaron la práctica del sacrificio de niños, parece ser que finalmente arraigó entre los israelitas en general. (2Re 16:3; 21:6; Jer 7:31; 19:4, 5; 32:35; Eze 20:26.) Al menos en algunas ocasiones, no se quemaba vivos a los niños, sino que primero se les mataba. (Eze 16:20, 21.)
El rey Josías profanó Tófet, el principal centro del culto a Mólek de Judá, con el fin de evitar que la gente hiciese pasar a sus hijos por el fuego. (2Re 23:10-13.) Pero con eso no se erradicó esta práctica de manera definitiva, pues Ezequiel, que comenzó a profetizar dieciséis años después de la muerte de Josías, menciona que seguía dándose en su tiempo. (Eze 20:31.)
Hay quien opina que el Mólek al que se sacrificaban los niños tenía la forma de un hombre y la cabeza de un toro. Se dice que la imagen se calentaba al rojo vivo y luego se arrojaba a los niños a sus brazos extendidos para caer en el interior del horno llameante que había debajo. Este concepto se basa mayormente en la descripción que dio del dios cartaginés Crono, o Moloc, el historiador griego Diodoro Sículo, del siglo I a. E.C. (Biblioteca Histórica, XX, 14, 4-6.)
Con respecto a la práctica de la astrología vinculada a la adoración de Mólek, véase ASTRÓLOGOS - [Mólek y la astrología en Israel.].
TODO para MI
Sabemos que Satanás es un dios avaro y homicida, además, el acusador de nuestros hermanos (Jn 8:44; Apo 12:10)
Su insaciable egoísmo desconsiderado lo llevó a arrebatarle a Jehová su creación terrenal y gran parte de los ángeles. De hay que Jehová preparara una respuesta absoluta para cerrar la boca del acusador, escogiendo a su siervo Abrahán, al que primero le dio una esposa estéril y al que bendijo a sus 100 años y 90 su esposa por fin con un hijo muy deseado. (Gé 7:17) Posteriormente, le pidió a su siervo Abrahán que le ofreciera a su hijo en sacrificio (Gé 22:2) Y este gran hombre, así se puso hacerlo, aunque el camino al lugar del sacrificio era de tres días, Abrahán no se hecho para atrás y estuvo dispuesto a hacer algo que no entendía de un Dios que es la personificación del amor mismo (Jer 7:31) Sabemos el final, en el último momento Jehová no se lo permitió y con eso entaponó la boca de Satanás en cuanto a ese tema. No es de extrañar que Jehová estuviera orgulloso de su siervo Abrahán y una y otra vez se mencione en su palabra como el padre de los que tienen fe y de los que recibieron muchas bendiciones por eso. (Gé 22:18, Pr 27:11) |
1. Noadías, Hijo de Binuí. Levita que ayudó a hacer un inventario de la plata, el oro y los utensilios para el templo al cuarto día de la llegada de Esdras a Jerusalén, en el año 468 a. E.C. (Esd 8:32, 33.)
2. Noadías, Profetisa a la que se menciona por nombre porque en el año 455 a. E.C. intentó detener la reconstrucción de los muros de Jerusalén intimidando a Nehemías. (Ne 6:14.)
Cristiano de Tesalónica que acompañó a Pablo a través de Macedonia hasta Asia Menor al regreso del tercer viaje misional del apóstol, probablemente en la primavera del año 56 E.C. No se especifica hasta dónde lo acompañó. (Hch 20:3-5.)
1. Selemías, Portero levita al que se asignó por suertes al E. del santuario en los días del reinado de David. (1Cr 26:14; véase Meselemías.)
2. Selemías, Abuelo de Jehudí, oficial de Jehoiaquim; era hijo de Cusí. (Jer 36:14.)
3. Selemías, Padre de Jehucal (Jucal), mensajero de Sedequías. (Jer 37:3; 38:1.)
4. Selemías, Padre de Iriya, el oficial que estaba a cargo de la puerta de Benjamín de Jerusalén; era hijo de Hananías. (Jer 37:13.)
5. Selemías, Uno de los mensajeros enviados por el rey Jehoiaquim para llevar a su presencia a Jeremías y Baruc; era hijo de Abdeel. (Jer 36:26.)
6, 7. Selemías, Dos hombres mencionados entre los hijos o descendientes de Binuí que despidieron a sus esposas extranjeras cuando Esdras regresó a Jerusalén en 468 a. E.C. (Esd 10:38, 39, 41, 44.)
8. Selemías, Padre del Hananías que ayudó a reparar los muros de Jerusalén. (Ne 3:30.)
9. Selemías, Sacerdote que estaba entre los que Nehemías en su segunda visita a Jerusalén puso al cargo de los almacenes y la distribución del décimo a quien pertenecía. (Ne 13:6, 7, 12, 13.)
Descendiente de Judá a través de Jerahmeel. Como no tuvo hijos varones, dio a su hija (probablemente Ahlai) en matrimonio a su esclavo Jarhá para que continuara su línea de descendencia. (1Cr 2:31, 34, 35.)
Rey de Goyim y aliado o vasallo del rey elamita Kedorlaomer cuando junto con otros dos monarcas subyugaron a cinco reyes de una región cercana al mar Muerto. Tras doce años de dominación, estos cinco reyes se rebelaron. Tidal, Kedorlaomer y sus aliados se dirigieron hacia el O. para sofocarla, y al hacerlo se llevaron despojo y cautivos, entre ellos al sobrino de Abrahán, Lot. Abrahán persiguió a los opresores, y logró rescatar a los prisioneros y recuperar los bienes que se habían llevado. Sin embargo, no se indica que Tidal y los reyes que le acompañaban fueran capturados o se les diera muerte. (Gé 14:1-17.)
Nombre relacionado con la sala de conferencias de la escuela de Éfeso en la que Pablo predicó durante dos años tras haber encontrado resistencia en la sinagoga judía. (DItmss añaden en Hch 19:9, 10: “desde la hora quinta hasta la décima”, es decir, desde aproximadamente las 11 de la mañana hasta más o menos las 4 de la tarde.)