”Diles: ‘Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: “‘Vuelvan a míe —afirma Jehová de los ejércitos—, y yo volveré a ustedes’,f dice Jehová de los ejércitos”’.
”‘No se vuelvan como sus padres,g a quienes los profetas anteriores les proclamaron:h “Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: ‘Por favor, abandonen sus malos caminos y sus malas acciones’”’.i
”‘Pero ellos ni escucharon ni me prestaron atención’,j afirma Jehová.
Sin embargo, las palabras y los decretos que les ordené proclamar a mis siervos, los profetas,c alcanzaron a sus padres,d ¿no es cierto?’. Así que ellos volvieron a mí y dijeron: ‘Jehová de los ejércitos nos ha tratado según nuestra conductaf y nuestras acciones, tal como él había decidido hacer’”.e
El día 24 del undécimo mes, es decir, el mes de sebat, en el segundo año de Darío,g el profeta Zacaríash —hijo de Berekías, hijo de Idó—i recibió las palabras de Jehová.
“Por la noche tuve una visión. Había un hombrej montado en un caballo rojo,k y estaba quieto entre los mirtosl del barranco. Detrás de él había caballos de color rojo, castaño rojizo y blanco”.a
Y ellos le dijeron al ángel de Jehová que estaba de pie entre los mirtos: “Hemos recorrido la tierra,e y resulta que toda la tierra está tranquila y en paz”.f
De modo que el ángel de Jehová preguntó: “Oh, Jehová de los ejércitos, ¿hasta cuándo les negarás tu misericordia a Jerusalén y a las ciudades de Judá,g con las que has estado indignado estos 70 años?”.h
Entonces el ángel que hablaba conmigo me dijo: “Proclama lo siguiente: ‘Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: “Actuaré a favor de Jerusalén y Sion con celo, con gran celo.j
Estoy indignado, muy indignado, con las naciones que viven tranquilas,k porque, cuando estaba apenas un pocol indignado, ellas agravaron la calamidad”’.m
”Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová: ‘“Volveré a Jerusalén con misericordia,n y mi propia casa será construida en ellao —afirma Jehová de los ejércitos— y un cordón de medir se extenderá sobre Jerusalén”’.p
”Proclama también lo siguiente: ‘Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: “Mis ciudades volverán a rebosar de cosas buenas;a y Jehová volverá a consolar a Sionb y a elegir a Jerusalén”’”.c
Así que le pregunté al ángel que hablaba conmigo: “¿Qué son esos cuernos?”. Él respondió: “Son los cuernos que dispersaron a Judá, Israel y Jerusalén”.
Yo le pregunté: “¿Y ellos qué vienen a hacer?”.
Él contestó: “Estos son los cuernos que dispersaron a Judá hasta tal punto que nadie se atrevía a levantar la cabeza. Estos artesanos vendrán a aterrorizarlos, a echar abajo los cuernos de las naciones que levantaron sus cuernos contra la tierra de Judá para dispersar a sus habitantes”.
Luego le dijo: “Ve allí corriendo y dile a ese joven: ‘“Jerusalén será habitada como si fuera campo abierto, de tantos hombres y ganado que habrá en ella.
Porque esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, quien después de ser glorificadod me envió a las naciones que los saqueaban:e ‘Quien los toca a ustedesf toca la niña de mis ojos.g
Pues ahora yo voy a levantar mi mano contra ellos, y se convertirán en botín para sus propios esclavos’. Y ustedes sin falta sabrán que Jehová de los ejércitos me ha enviado.
Muchas naciones se unirán a Jehová en ese día y llegarán a ser mi pueblo; y yo residiré en medio de ti”. Y tendrás que saber que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.
Entonces el ángel de Jehová le dijo a Satanás: “¡Que Jehová te reprenda, Satanás! ¡Sí, que te reprenda Jehová, el que ha elegido a Jerusalén! ¿No es este hombre un leño arrebatado del fuego?”.
El ángel les dijo a los que estaban de pie delante de él: “Quítenle la ropa sucia”. Luego le dijo a él: “Mira, te he quitado tu error, y se te vestirá con ropa buena”.
Así que dije: “Pónganle en la cabeza un turbante especial limpio”. Y le pusieron el turbante limpio en la cabeza y lo vistieron con la ropa; y el ángel de Jehová estaba de pie allí cerca.
“Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: ‘Si andas en mis caminos y cumples con tus responsabilidades delante de mí, serás juez en mi casa y cuidarás de mis patios; y te daré libre acceso entre estos que están aquí de pie’.
”‘Oh, sumo sacerdote Josué, escucha, por favor, tú y tus compañeros que se sientan delante de ti, porque estos hombres sirven de señal. ¡Miren, voy a traer a mi siervo llamado Brote!
¡Miren la piedra que he puesto delante de Josué! En esta única piedra hay siete ojos; y voy a hacer una inscripción en ella —afirma Jehová de los ejércitos—, y en un solo día me llevaré la culpa de esa tierra’.
Entonces me preguntó: “¿Qué ves?”.c
Respondí: “Lo que veo es un candelabro, todo de oro,d con un tazón encima. Tiene siete lámparas, sí, son siete;e y las lámparas, que están encima, tienen siete tubos.
Entonces me dijo: “Este es el mensaje de Jehová para Zorobabel: ‘“Ni con una fuerza militari ni con poder,j sino con mi espíritu”,k dice Jehová de los ejércitos.
Oh, gran montaña,l ¿quién eres tú? Delante de Zorobabelm te convertirás en una tierra llana. Y él sacará la piedra de rematen entre gritoso de “¡Qué maravilla! ¡Qué maravilla!”’”.p
“Las manos de Zorobabel colocaron los cimientos de esta casa, y sus propias manos la terminarán. Y tendrás que saber que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ustedes.
Y es que ¿quién ha despreciado el día de los comienzos humildes?t Porque ellos se llenarán de alegríau y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová,a que están recorriendo toda la tierra”.b
Luego me dijo: “Esta es la maldición que se extiende por la superficie de toda la tierra porque todo el que roba ha quedado sin castigo, como está escrito en uno de los lados del rollo, y todo el que hace un juramento falso ha quedado sin castigo, como está escrito en el otro lado del rollo.
‘Lo he enviado —afirma Jehová de los ejércitos—, y va a entrar en la casa del ladrón y en la casa del que hace un juramento falso en mi nombre; y se quedará en esa casa y la consumirá, con su madera y sus piedras’”.
Así que pregunté: “¿Qué es eso?”. Contestó: “Lo que está apareciendo es un recipiente de efá”. Y añadió: “Este es el aspecto de ellos por toda la tierra”.
Él dijo: “Esta es la Maldad”. Entonces la empujó de nuevo hacia dentro del recipiente de efá, y después tapó con fuerza la boca del recipiente con la pesa de plomo.
Luego levanté la vista y vi que se acercaban dos mujeres que volaban llevadas por el viento. Tenían alas como de cigüeña. Y levantaron el recipiente entre la tierra y el cielo.
Y los caballos con manchas están impacientes por salir a recorrer la tierra”. Entonces dijo: “Vayan, recorran la tierra”. Y empezaron a recorrer la tierra.
“Toma de Heldái, Tobiya y Jedayá lo que trajeron del pueblo en el destierro; y ese día tienes que entrar en la casa de Josías hijo de Sofonías junto con estos que vinieron de Babilonia.
Y dile: ”‘Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: “Aquí está el hombre que se llama Brote. Desde su propio lugar brotará, y él construirá el templo de Jehová.
Él es quien construirá el templo de Jehová, y él es quien recibirá la majestad. Se sentará en su trono y gobernará, y en su trono será también sacerdote, y habrá armonía entre los dos.
Y los que están lejos vendrán y participarán en la construcción del templo de Jehová”. Y ustedes tendrán que saber que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ustedes. Esto sucederá si de verdad escuchan la voz de Jehová su Dios’”.
y a decirles a los sacerdotes de la casa de Jehová de los ejércitos y a los profetas: “¿Tendré que llorar y dejar de comer en el quinto mes como lo he hecho por tantos años?”.
“Dile a toda la gente de la tierra y a los sacerdotes: ‘Cuando por 70 años ustedes ayunaban y se lamentaban en el quinto mes y en el séptimo mes, ¿de verdad ayunaban por mí?
¿Acaso no debían obedecer las palabras que Jehová proclamó mediante los profetas anteriores, cuando Jerusalén y las ciudades vecinas estaban habitadas y en paz, y cuando el Négueb y la Sefelá estaban habitados?’”.
Volvieron su corazón duro como un diamante y no obedecieron la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos había enviado por medio de su espíritu usando a los profetas anteriores. Por eso Jehová de los ejércitos se indignó muchísimo”.
Y con una tempestad de viento los dispersé por todas las naciones que antes no conocían, y la tierra que dejaron atrás quedó desolada, sin que nadie fuera ni viniera por ella; porque convirtieron la tierra deseable en motivo de horror’”.
“Esto es lo que dice Jehová: ‘Volveré a Sion y residiré en Jerusalén; Jerusalén será llamada la ciudad de la verdad, y la montaña de Jehová de los ejércitos será llamada la santa montaña’”.
“Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: ‘Hombres y mujeres mayores volverán a sentarse en las plazas de Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano debido a su avanzada edad.
“Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: ‘Aunque a los que queden de este pueblo en esos días les pueda parecer demasiado difícil, ¿debería parecerme demasiado difícil a mí también?’, dice Jehová de los ejércitos”.
“Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: ‘Sean valientes, ustedes que ahora oyen estas palabras de boca de los profetas, las mismas palabras que se dijeron el día en que se pusieron los cimientos de la casa de Jehová de los ejércitos para que se construyera el templo.
Porque antes de aquel tiempo no se pagaba ningún salario ni a hombre ni a animal, y debido a los enemigos no era seguro ir y venir, porque yo había puesto a todos los hombres unos contra otros’.
Porque se sembrará la semilla de la paz; la vid dará su fruto, y la tierra, su producto, y el cielo dará su rocío; y haré que los que queden de este pueblo hereden todas estas cosas.
Y, tal como ustedes se convirtieron en objeto de maldición entre las naciones, oh, casa de Judá y casa de Israel, así se convertirán en una bendición, porque yo los salvaré. ¡No tengan miedo! Sean valientes’.
”Porque esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: ‘“Así como había decidido mandarles una calamidad debido a que sus antepasados hicieron que me indignara —dice Jehová de los ejércitos— y no sentí pesar,
“Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: ‘El ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto mes, el ayuno del séptimo mes y el ayuno del décimo mes serán ocasiones en las que la casa de Judá estará radiante y feliz; serán fiestas alegres. Así que amen la verdad y la paz’.
y los habitantes de una ciudad irán y les dirán a los de otra ciudad: “¡Vamos! Vayamos a suplicarle a Jehová su favor y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también voy a ir”.
”Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: ‘En esos días, 10 hombres de todos los idiomas de las nacionesf se agarrarán,g sí, se agarrarán con firmeza de la túnica de un judíoh y dirán: “Queremos ir con ustedes,i porque hemos oído que Dios está con ustedes”’”.j
Una declaración: “El mensaje de Jehová es contra la tierra de Hadrac, y Damasco es su objetivo —porque los ojos de Jehová están sobre la humanidad y sobre todas las tribus de Israel—,
Asquelón lo verá y le dará miedo; Gaza se angustiará mucho; Ecrón también, porque su esperanza se convertirá en vergüenza. Gaza perderá a su rey y Asquelón no será habitada.
Le quitaré de la boca las cosas manchadas de sangre y de entre sus dientes las cosas repugnantes, y se le dejará permanecer para nuestro Dios; él llegará a ser como un jeque en Judá, y Ecrón, como el jebuseo.
Acamparé como un guardia para defender mi casa de cualquiera que vaya o que venga, y ningún capataz volverá a pasar por allí, porque ahora he visto eso con mis ojos.
Alégrate mucho, oh, hija de Sion.h Grita en triunfo,i oh, hija de Jerusalén. ¡Mira! Tu reyj viene hacia ti.k Es justo y trae salvación,l es humildem y va montado en un burro, en un burrito, la cría de una burra.n
Eliminaré de Efraín el carro de guerra y de Jerusalén el caballo. El arco de batalla será eliminado. Y él les hablará de paz a las naciones; su dominio se extenderá de mar a mar y desde el Río hasta los confines de la tierra.
Porque tensaré a Judá como mi arco; Efraín será la flecha del arco. Y despertaré a tus hijos, oh, Sion, contra tus hijos, oh, Grecia, y te haré como la espada de un guerrero’.
Se verá a Jehová sobre ellos, y su flecha saldrá como un rayo. El Señor Soberano Jehová tocará el cuerno y avanzará con las tempestades de viento del sur.
Jehová de los ejércitos los defenderá, y ellos devorarán y pisarán las piedras de la honda. Beberán y estarán alborotados como por el vino; y quedarán llenos como el tazón, como las esquinas del altar.
“Pídanle lluvias a Jehová en la época de las lluvias de primavera. Es Jehová quien forma las nubes de tormenta, quien les da lluvia abundante a los hombres y vegetación del campo a todos.
Porque los ídolos domésticos han dicho cosas engañosas y los adivinos han tenido visiones falsas. Hablan de sueños que no sirven para nada y en vano intentan dar consuelo. Por eso la gente andará de acá para allá como ovejas, sufrirá por no tener pastor.
Estoy enfurecido con los pastores y les pediré cuentas a los líderes opresivos; porque Jehová de los ejércitos se ha fijado en su rebaño, en los de la casa de Judá, y los ha hecho como su majestuoso caballo en la batalla.
Y se harán como guerreros que pisan el barro de las calles en la batalla. Harán la guerra, porque Jehová está con ellos; y los que montan a caballo quedarán avergonzados.
Haré superior a la casa de Judá y salvaré a la casa de José. Los haré volver, porque les mostraré misericordia; y será como si yo nunca los hubiera rechazado; porque yo soy Jehová su Dios, y les responderé.
Los de Efraín se harán como un poderoso guerrero, y su corazón se pondrá contento como por el vino. Sus hijos verán esto y se alegrarán; su corazón estará feliz gracias a Jehová.
Los traeré de vuelta desde la tierra de Egipto y los reuniré desde Asiria; los llevaré a la tierra de Galaad y al Líbano, y no habrá espacio suficiente para ellos.
Atravesará el mar causando angustia, y en el mar golpeará las olas; todas las profundidades del Nilo se secarán. El orgullo de Asiria será rebajado y el cetro de Egipto se alejará.
¡Laméntate, enebro, porque el cedro ha caído; los árboles majestuosos han sido destruidos! ¡Laméntense, robles de Basán, porque el espeso bosque ha sido derribado!
¡Escuchen! Los pastores se lamentan porque su majestuosidad ha quedado devastada. ¡Escuchen! Los leones jóvenes rugen porque los densos matorrales a lo largo del Jordán han sido arrasados.
Los que las compran las matan, y no se les considera culpables. Los que las venden dicen: “Alabado sea Jehová, porque me voy a hacer rico”. Y sus pastores no sienten ninguna compasión por ellas’.
”‘Porque no volveré a mostrarles compasión a los habitantes del país —afirma Jehová—. Así que haré que todos los hombres caigan en manos de su prójimo y de su rey; y destrozarán el país, y no los rescataré de su mano’”.
Y comencé a pastorear al rebaño destinado al matadero; lo hice por ustedes, oh, afligidos del rebaño. De modo que tomé dos bastones: a uno lo llamé Bondad y al otro lo llamé Unión, y me puse a pastorear al rebaño.
Así que dije: “No voy a seguir pastoreándolas. La que se está muriendo, que se muera; la que va a perder la vida, que la pierda; y las que queden, que cada una devore la carne de la otra”.
Después Jehová me dijo: “Arrójalo en el tesoro...q el magnífico precio con el que me valoraron”. De modo que tomé las 30 piezas de plata y las arrojé en el tesoro de la casa de Jehová.s
Porque permitiré que surja un pastor en el país. No cuidará a las ovejas que se estén muriendo; no buscará a las crías ni sanará a las heridas ni alimentará a las que se puedan tener en pie. En vez de eso, devorará la carne de las ovejas gordas y les arrancará las pezuñas.
¡Ay de mi pastor inútil, que abandona al rebaño! Una espada le golpeará el brazo y el ojo derecho. Su brazo se secará completamente y su ojo derecho se quedará totalmente ciego”.
Una declaración formal: “La palabra de Jehová acerca de Israel —es la expresión de Jehová, Aquel que extiende [los] cielos y coloca el fundamento de [la] tierra y forma el espíritu del hombre dentro de él—.
Aquí voy a hacer de Jerusalén un tazón [que causa] vértigo a todos los pueblos en derredor; y también contra Judá él llegará a estar en sitio, [hasta] contra Jerusalén.
Y en aquel día tiene que ocurrir [que] haré de Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblos. Todos los que la alcen, sin falta se conseguirán severos rasguños; y contra ella todas las naciones de la tierra ciertamente serán recogidas.
En aquel día —es la expresión de Jehová— heriré con aturdimiento todo caballo y con locura a su jinete; y sobre la casa de Judá abriré mis ojos, y todo caballo de los pueblos heriré con pérdida de la vista.
En aquel día haré a los jeques de Judá como una vasija de fuego entre los árboles y como una antorcha de fuego en una hilera de grano recién cortado, y tendrán que devorar a la [mano] derecha y a la izquierda a todos los pueblos en derredor; y Jerusalén todavía tendrá que llegar a ser habitada en su [propio] lugar, en Jerusalén.
”Y Jehová ciertamente salvará las tiendas de Judá primero, para que la hermosura de la casa de David y la hermosura de los habitantes de Jerusalén no lleguen a ser demasiado grandes sobre Judá.
En aquel día Jehová será una defensa alrededor de los habitantes de Jerusalén; y el que está tropezando entre ellos tendrá que llegar a ser en aquel día como David, y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos.
”Y ciertamente derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén el espíritu de favor y súplicas, y ciertamente mirarán a Aquel a quien traspasaron, y ciertamente plañirán por Él como en el plañir por un [hijo] único; y habrá una lamentación amarga por él como cuando hay amarga lamentación por el primogénito.
Y el país se lamentará,k cada familia por su lado: la familia de la casa de David por su lado, y sus mujeres por separado;l la familia de la casa de Natánm por su lado, y sus mujeres por separado;
”Y en aquel día tiene que ocurrir —es la expresión de Jehová de los ejércitos— [que] cortaré de la tierra los nombres de los ídolos, y no serán recordados más; y también haré que pasen de la tierra los profetas y el espíritu de inmundicia.
Y tendrá que ocurrir [que], en caso de que un hombre todavía profetizara, su padre y su madre, los que causaron su nacimiento, tendrán también que decirle: ‘No vivirás, porque falsedad es lo que has hablado en el nombre de Jehová’. Y su padre y su madre, los que causaron su nacimiento, tendrán que traspasarlo debido a su profetizar.
”Y en aquel día tiene que ocurrir [que] los profetas se avergonzarán, cada uno de su visión cuando profetice; y no usarán un vestido oficial de pelo con el propósito de engañar.
Y él ciertamente dirá: ‘No soy profeta. Soy un hombre que cultiva [el] terreno, porque un hombre terrestre mismo me adquirió desde mi juventud en adelante’.
Y uno tendrá que decirle: ‘¿Qué son estas heridas [en tu persona] entre tus manos?’. Y él tendrá que decir: ‘Son aquellas con las cuales me golpearon en la casa de los que me amaban intensamente’”.
“Oh espada, despierta contra mi pastor, hasta contra el hombre físicamente capacitado que es mi asociado —es la expresión de Jehová de los ejércitos—. Hiere al pastor, y que las [ovejas] del rebaño sean esparcidas; y ciertamente volveré mi mano sobre los que son insignificantes.”
“Y en toda la tierra tiene que ocurrir —es la expresión de Jehová— [que] dos partes de ella son lo que será cortado [y] expirará; y en cuanto a la tercera [parte], quedará en ella.
Y ciertamente traeré la tercera [parte] por el fuego; y realmente los refinaré como al refinar la plata, y los examinaré como al examinar el oro. Ella, por su parte, invocará mi nombre, y yo, por mi parte, le responderé. Ciertamente diré: ‘Es mi pueblo’, y ella, a su vez, dirá: ‘Jehová es mi Dios’.”
Y ciertamente recogeré a todas las naciones contra Jerusalén para la guerra; y la ciudad realmente será tomada y las casas saqueadas, y las mujeres mismas serán forzadas. Y la mitad de la ciudad tendrá que salir al destierro; pero en cuanto a los restantes del pueblo, no serán cortados de la ciudad.
Y sus pies realmente se plantarán en aquel día sobre la montaña de los olivos, que está enfrente de Jerusalén, al este; y la montaña de los olivos tendrá que partirse por en medio, desde el naciente y hacia el oeste. Habrá un valle muy grande; y la mitad de la montaña realmente será movida hacia el norte, y la mitad de ella hacia el sur.
Y ustedes ciertamente huirán al valle de mis montañas; porque el valle de [las] montañas llegará hasta Azel misma. Y ustedes tendrán que huir, tal como huyeron debido al temblor [de tierra] en los días de Uzías el rey de Judá. Y Jehová mi Dios ciertamente vendrá, y con él estarán todos los santos.
Y tiene que llegar a ser un día que es conocido como perteneciente a Jehová.f No será día, tampoco será noche;g y tiene que ocurrir [que] al tiempo del atardecer se hará claro.h
Y en aquel día tiene que ocurrir [que] saldrán aguas vivas de Jerusalén, la mitad de ellas hacia el mar oriental y la mitad de ellas hacia el mar occidental. En verano y en invierno ocurrirá.
”Todo el país será cambiado como el Arabá, desde Gueba hasta Rimón al sur de Jerusalén; y ella tiene que levantarse y llegar a estar habitada en su lugar, desde la Puerta de Benjamín hasta el mismo lugar de la Primera Puerta, hasta la misma Puerta de la Esquina, y [desde] la Torre de Hananel hasta las mismas tinas de lagar del rey.
”Y esto es lo que resultará ser el azote con el cual Jehová azotará a todos los pueblos que realmente hagan servicio militar contra Jerusalén: Habrá el pudrirse de la carne de uno, mientras uno está parado sobre sus pies; y los ojos mismos de uno se pudrirán en sus cuencas, y la lengua misma de uno se pudrirá en la boca de uno.
”Y en aquel día tiene que ocurrir [que] entre ellos se hará extensa la confusión procedente de Jehová; y cada uno realmente agarrará la mano de su compañero, y su mano realmente subirá contra la mano de su compañero.
Y Judá mismo también estará guerreando en Jerusalén; y la riqueza de todas las naciones en derredor ciertamente será recogida, oro y plata y prendas de vestir en abundancia excesiva.
”Y así resultará ser el azote del caballo, el mulo, el camello, y el asno, y toda suerte de animal doméstico que se halle en aquellos campamentos, como este azote.
”Y tiene que ocurrir [que], en lo que respecta a todos los que queden de todas las naciones que vienen contra Jerusalén, ellos también tendrán que subir de año en año a inclinarse ante el Rey, Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de las cabañas.
Y tiene que ocurrir que, en lo que respecta a cualquiera que no suba de las familias de la tierra a Jerusalén a inclinarse ante el Rey, Jehová de los ejércitos, aun sobre ellos no ocurrirá lluvia fuerte.
Y si la familia de Egipto misma no sube y realmente no entra, sobre ella tampoco la habrá. Ocurrirá el azote con el cual Jehová azotará a las naciones que no suban a celebrar la fiesta de las cabañas.
”En aquel día resultará haber sobre las campanillas del caballo: ‘¡La santidad pertenece a Jehová!’. Y las ollas de boca ancha en la casa de Jehová tendrán que llegar a ser como los tazones delante del altar.
Y toda olla de boca ancha en Jerusalén y en Judá tendrá que llegar a ser algo santo que pertenezca a Jehová de los ejércitos, y todos los que estén sacrificando tendrán que entrar y tomar de ellas, y tendrán que cocer en ellas. Y ya no resultará haber cananeo en la casa de Jehová de los ejércitos en aquel día.”