Texto: La Celestina

Literatura medieval

LA CELESTINA

El autor.

Las prensas de Fadrique de Basilea imprimieron en 1499 una obra dialogada, compuesta de dieciséis actos y que carecía de título. Dos años más tarde, las prensas de Stanislao Polono daban a luz en Sevilla una nueva edición de la misma obra, la Comedia de Calisto y Melibea. En esta edición se incluia una carta de “El autor a un su amigo”. El autor confesaba en ella que halló escrito el primer acto de la Comedia y que se dispuso a continuarla. En esta edición aparece el nombre del  corrector Alonso de Proaza, el cual indica al lector, en unas coplas finales, que una las iniciales del acróstico del autor, situado delante del Prólogo y de esta manera conocerá el nombre y la profesión del autor de La celestina: “El bachiller Fernando de Rojas acabó la Comedia de Calysto y Melibea y fue nascido en la Puebla de Montalbán”. Por la carta que aparece al principio de la edición de Sevilla nos enteramos de que Rojas se dedicaba a las tareas de jurisconsulto y que hizo un alto en su trabajo para entregarse durante quince días de sus vacaciones al solaz de continuar el argumento del desconocido autor de este primer acto, que había encontrado escrito en Salamanca.            
            Fernando de Rojas nació en Puebla de Montalbán, como él mismo dice en los versos acrósticos colocados delante del prólogo, posiblemente en la década de 1470. En 1500 ya había obtenido el grado de bachiller en Leyes. Si damos crédito a su afirmación de que continuó la comedia en quince días de vacaciones, mientras estudiaba en Salamanca, podemos llegar a la conclusión de que no debía de tener más de veinticinco años cuando escribió la Celestina.
            En 1507, debido a un altercado con un noble local, por una cuestión de impuestos, se traslada a Talavera, donde casó con Leonor  Álvarez, con la que tuvo cuatro hijos y dos hijas. Para la mayoría de los críticos, Rojas era un converso en cuarta generación, es decir, su bisabuelo sería el judío converso. Probablemente murió a una edad de 65 años aproximadamente.
 

Problema del género: ¿Novela dialogada? ¿Obra dramática?

           Si damos crédito al Prólogo de Rojas, el problema desaparece porque él mismo incluye su obra en un género concreto: obra dramática.
Pero la longitud, 21 actos, de la obra completa induce a pensar en la imposibilidad de su representación. Además La Celestina ni respeta las unidades de lugar y tiempo ni se adaptaba a los cinco actos o jornadas de la tragedia.
Por eso se podría hablar de  “novela dialogada”,  o mejor  debe considerarse como una obra híbrida. La Celestina sería “diálogo puro”, no drama. El mismo diálogo va creando, según necesidades de la acción, los factores espacio y tiempo, en los cuales viven y se mueven las criaturas de Rojas, también en virtud de ese “diálogo puro”.  Al final no parece descabellado llamar agenérico desde el punto de vista aristotélico a la Celestina y, es  más, creemos que eso contribuye a su originalidad artística.

Argumento

Calixto es un joven enamorado que desea a Melibea, una joven muchacha de clase alta. Para lograr sus propósitos, Calixto contrata los favores de una vieja alcahueta llamada Celestina, dueña de un burdel al que es asiduo Calixto. Melibea, símbolo del amor idealizado es corrompida por la intervención de Celestina y Calixto. Los criados con apetencias de egoísmo y riqueza participan del engaño y buscan participar de la dádiva obtenida por Celestina; ésta se niega a repartir los obtenido y le dan muerte. La muerte también alcanzará a los enamorados. Así la obra tiene un fin moralizante y aleccionador. Los personajes son víctimas de su propio desorden moral y pagan con su vida la liviandad de sus conductas. Pleberio, padre de Melibea, se culpa de la muerte de su hija y sumido en total escepticismo sostiene que la vida es amarga y cruel.


Celestina: Personaje Principal.-

Celestina es una vieja alcahueta, desaliñada, codiciosa, maestra en el placer, mediadora de las pasiones, trata de satisfacer los caprichos y deseos de los hombres que solicitan su servicio. Experta en el disimulo esconde su verdadero oficio con otras actividades. Su arte de seducción le permite improvisar y acomodarse a situaciones difíciles. No es bruja pero sí hechicera valido es distinguir brujería como culto demoníaco de carácter colectivo y sobrenatural y la hechicería como manipulación de una serie de cosas que se suponen ejercen sobre las fuerzas ocultas que se hallan en la naturaleza. Las hechiceras, que también son alcahuetas no hacen pacto con el diablos ni ritos infernales sino males positivos manejando fuerzas diabólicas. Celestina invoca a Plutón y cree que sus maleficios conquista voluntades. Para Celestina valores como el bien, la verdad, el honor no existen. Solo importa su provecho y egoísmo. Su codicia la lleva a la muerte.

El amor entre los enamorados: Calixto y Melibea.

Calixto y Melibea sufren el "amor pasión". El amor sexual está destinado a personas que actúan en forma irracional por lo que en la mentalidad de la época el amor pasión era una enfermedad.
El amor es fuente de pasión y goce. Melibea accede y pierde su vergüenza y su honra. El amor es fuente de gozo y también de dolor y causa la muerte. Calixto obtiene el amor de Melibea gracias a los oficios de Celestina y comienza el romance entre ellos. Este romance será breve pero intenso. Se pierde la razón y comienza la pasión.

Sirvientes y Criados: Egoísmo E Individualismo

El criado era miembro de la casa, con deberes morales para su amo y el resto de la familia. Hay en la obra fidelidad pero se manifiesta en ellos burlas inspiradas en el rencor social.
Pármeno inclinado más al mal que al bien; su carácter es más complejo que el primitivo y grosero Sempronio. Primeramente condena la aventura de Calixto y le advierte contra sus peligros y contra Celestina. Pármeno está enamorado de alguien que por su hechizo puede comparase nada menos que con la propia Melibea, y Celestina prodiga sus buenos oficios. La madre de Pármeno fue amiga de la vieja alcahueta a quien había enseñado el oficio. Pero esto no impide que se una a Sempronio para robar a Celestina una parte de la cadena de oro que le regalara Calixto.
Sempronio es a veces abnegado y leal pero también torpe y dispuesto a sacar todo el provecho posible de los vicios y caprichos de sus amo. Es infiel, venal, abyecto y vil . Egoísta y cobarde fomenta el amor de Calixto por Melibea y hace de intermediario con Celestina porque piensa que el enamorado es una especie de loco que tira su dinero. Sempronio es el que degüella a Celestina porque esta no quiere darle el tercio de la cadena de oro. Y por ello, a pesar de su huida es detenido y decapitado en la plaza como ladrón y asesino.

Los servidores buscan conseguir su provecho en detrimento de los intereses de su amo. Celestina dice con resentimiento que Calixto es tan rico que un poco de lo que le sobra podría ella salir de su pobreza.
El odio de Elicia y Aréusa contra Melibea no es tanto por la muerte de sus amantes como por la riqueza de la doncella. El resentimiento social las hace decir que lo bueno y estimable de Melibea se debe únicamente al dinero.
Todo lo apetecible en la vida, el bienestar material, el contento y la dicha, incluso la felicidad en el más allá son bienes condicionado por la posesión de la riqueza. La pobreza es condición de todo mal Sempronio y Pármeno conocen la maldad de Celestina. Sempronio se pregunta que diablos le habrá tanto ruindad y Pármeno contesta : "la necesidad y pobreza, el hambre".

Calixto al aproximar su amor por Melibea soporta una broma de su criado Sempronio. Cuando toma el cordón de Melibea tendrá un pensamiento lascivo y en el encuentro con su amada no hace más que satisfacer su apetito carnal.

Melibea voluntariosa y sensual explica a su criada Lucrecia sus deseos de amor carnal. 


Pleberio Y Alisa: Nuevos Ricos

Pleberio, padre de Melibea es afectuoso, protector, generoso y comprensivo contrasta con las características típicas del señor feudal que antepone su honor y mandato. Engañado por Melibea se muestra vacilante, poco prudente pero demuestra tener en alza su honra y su amor paternal se desborda.
Pleberio creía en una ordenación racional-finalista : " que eras y eran tus hechos regidos por alguna orden" no puede aceptar el drama de Melibea responda a una finalidad objetiva y justa en el orden de los seres y plantea sino habrá un loco arbitrario sucederse de los acontecimientos, en caprichoso, sin sentido, imputable a la fortuna

Eros y tánatos.


             Me gustaría terminar recordando cómo el mundo de Rojas es un mundo de pasiones: odio, venganza, lujuria, afán de riquezas, engaños, etc., de tal manera que algún crítico ha llegado a afirmar que rojas no ha hecho otra cosa que ir haciendo un comentario práctico de los mandamientos y de los pecados capitales, teoría peregrina, pero que tampoco hay que extrañarse mucho de ella, en una obra llena de afirmaciones extrañas y contradictorias. Pero por encima de esas pasiones, siempre hay dos elementos planeando: eros y tánatos. El amor se puede diferenciar en  dos clases de amor:  amor de benevolencia o ágape y amor de concupiscencia o eros. El primero es el que desea el bien de la persona amada y compartirlo. El segundo o eros es el que busca el provecho y deleite personal. Si releemos la Tragicomedia, sólo encontramos dos ejemplos de amor de benevolencia: el gesto inútil de Calisto saltando la tapia para ayudar a sus criados y el de Melibea entregando el cordón para curar el mal de muelas del caballero. Todo lo demás es eros, ya procurando su propio provecho, como los criados, la Celestina, las pupilas y el mismo Calisto, ya buscando el placer y la satisfacción sexual. Es el amor de concupiscencia, eje y centro de toda la acción dramática. La mayoría de los personajes recuerdan, presencian, viven o desean experiencias de amor. Podemos comprobarlo: Calisto --- Melibea; Sempronio --- Elicia; Pármeno --- Areúsa, que a su vez ama a Centurio y después intentará engañar a Sosia. Lucrecia desea a Tristán y Sosia; Pleberio recuerda los amores de su juventud; Celestina recuerda sus relaciones lesbianas con Claudina y su paidofilia con Pármeno, al mismo tiempo que se complace en contemplar el amor de Areúsa y Pármeno. La relación amorosa de Calisto y Melibea comienza con el loco amor o amor pasión, herencia del amor cortés, y pasa rápidamente al amor sexual. Eros y tanatos, amor y muerte irán tan unidos a lo largo de la obra, siendo la una consecuencia inevitable de la otra, que el mismo Pleberio, en el planto final no duda hermanar amor y muerte. En el Planto de Pleberio la muerte metafórica del amor se ha hecho muerte real, y el dios del Amor encabeza la danza de la Muerte. Vemos como Pleberio no identifica al Dios del Amor con el Dios creador, doctrina muy enraizada en la tradición teológica cristiana, y es que él es consciente de que está hablando de eros y no de ágape. Es curioso notar cómo Pleberio libra a Dios de toda culpa en la muerte de su hija, haciéndola recaer sobre el amor: la muerte, está claro, es una consecuencia inevitable del amor, de eros, que por otra parte es la misma idea que se viene desarrollando a lo largo de la obra. Es curioso cómo Pleberio no utiliza en su planto ni la palabra Providencia ni resignación, solo acusa a la vida, al amor y a la fortuna. Estos ha llevado a algunos a afirmar del agnosticismo de Rojas, lo cual no está muy en consonancia con la intención moralizante religiosa, afirmada por el autor. El loco amor, amor-pasión o eros le lleva a decir a Melibea: Tú, Señor, que de mi hablar eres testigo, ves mi poco poder, quán cativa tengo mi libertad, quán presos mis sentidos de tan poderoso amor. Melibea no encuentra otra salida que la muerte, es consecuente consigo misma, una vez que ha entrado en el juego de eros no tiene otro camino que el que conduce a tánatos.

El amor de los personajes de la Celestina responden a un proceso de secularización y mundanización de la vida, ligado al nuevo sentido de la muerte.

La situación social de una clase apoyada principalmente en la riqueza, presentan una imagen moral que proyecta sobre la clase subordinada, despertando apetitos desordenados y desvinculando a los individuos del sistema tradicional de valores. Surge una sociedad que vive en un mundo secularizado, cuyos miembros estiman un comportamiento calculados, técnicamente desenvueltos en hábil juego con la fortuna. El egoísmo es común en estos individuos distanciados moralmente en su insolidaridad. Ese individualismo despierta un sentido negativo de libertad, una apetencia incontenible de autonomía personal que ha sido la fuerza del mundo moderno.
Diversos autores discuten si el agnosticismo y lo satírico de los diálogos entre los personajes responden a la condición de judío converso de Rojas o si se debe a que el autor quería reflejar la relación de la fe y la moral como propias de la época. Lo cierto es que responde a un recurso literario muy usado en el siglo XV.
Los poetas de aquella época confundieron su posición amorosa con el amor de Dios de ahí las reverencias hacia a la amada que llega al sacrilegio. La inquisición no tocó las expresiones anticlericales de la Celestina; no suprimió nada de lo que testimonia como agnosticismo o irreverencia, tomando las frases como expresión moral de la época.

La realidad de ficción que logran los personajes de la Celestina, es la primera vez que se alcanza en la historia de la literatura; se logra una nueva sensibilidad frente a los rígidos cuadros estamentarios y se estrena una conciencia individualista.
Rojas muestra un complejo panorama social mostrando que no hay más paraíso que el de los placeres y glorias terrenales pero a la vez la lujuria, la avaricia y otros pecados han de ser castigado.
La idea de la muerte, su sentido, el sentimiento del limite o del final de la duración del hombre es un tema propio de la cultura del siglo XV de la Europa occidental. Bajo formas de " triunfo", según Petrarca o como danza macabras se emplea no solo en la literatura sino como motivos ornamental en la decoración de muebles, estancias, tapices, etc.
Se destaca no ya como entrada en el más allá sino como el sentimiento de que se pone fin a la vida. Se la considera como último acto de la existencia terrena.
Esta cesación del vivir es privación de la vida, privación de goces y placeres, es lo que refleja la obra.
El final del desorden en el individuo es la muerte, acabamiento de la misma vida que se quiere gozar. La Celestina es una de las tantas obras de la literatura y el arte dedicada a este tema.
Se ingresa a una nueva experiencia de contenido altamente individualizado.
La dulzura de la vida, la gloria de los placeres, enajenó y desordenó a Calixto y Melibea, a sus criados, a Celestina, todo acaba con el golpe terrible de la muerte


Elementos de investigación

  • La Alcahuetería como fenómeno urbano toma auge a fines del siglo XV época en que las ciudades están en su apogeo de crecimiento.
  • La vida urbana descripta en la obra corresponde a una de las tantas ciudades medievales con río, con puerto, con industria ganadera y agrícola. En estas ciudades aparecen los grandes burgueses donde la base de su status será la riqueza.
  • El amor pasión que envuelve a Calixto y Melibea que actúan en forma irracional contra los códigos sociales y morales de la época crítica de la baja edad media es la fuente de la trama de la obra .
  • Los criados reemplazan la fidelidad por el engaño; egoístas y ávidos de riquezas movidos por el rencor social buscan provecho.
  • La mudanización, el individualismo que impregna a todos los personajes de la celestina es el preanuncio de la Modernidad que coincide con la secularización de la época. La Iglesia va perdiendo poder los valores tradicionales van entrado en crisis.
  • La mujer discriminada en todas las épocas tenia pocas opciones a) la casa, b) el convento y c) la vida pública o la prostitución.
  • 14- La muerte iguala a los hombres. Los personajes: Celestina, Calixto, Melibea, Sempronio y Pármeno mueren. Melibea se suicida. Cesa la vida y se terminan los placeres. El desorden moral termina con el individualismo de los protagonistas. El amor es un engaño y la única realidad es la muerte. Realismo, pesimismo y final trágico moralizante rodean la obra.