Juan exhorta a que se demuestre hospitalidad cristiana, y dice que cierto Diótrefes, a quien le gustaba tener el primer lugar en la congregación, no recibía con respeto los mensajes de Juan ni de otros que estaban en puestos de responsabilidad, ni tampoco demostraba ningún respeto por otros representantes viajeros de la congregación cristiana primitiva. Incluso quería echar de la congregación a los que sí recibían hospitalariamente a tales hermanos. Por lo tanto, Juan mencionó que si iba personalmente, como esperaba, corregiría este asunto. (3Jn 9, 10.) Recomendó a Gayo que atendiese a un hermano fiel llamado Demetrio, tal vez el portador de la carta, y le exhortó a que recibiese hospitalariamente a los que salían a edificar las congregaciones cristianas.
En las tres cartas se destacan consejos como: mantener la unidad cristiana, amar a Dios guardando sus mandamientos, evitar la oscuridad andando en la luz, mostrar amor a los hermanos y andar continuamente en la verdad. A pesar de su edad avanzada, este “anciano”, Juan, fue una gran fuente de ánimo y fortaleza para las congregaciones de Asia Menor y para todos los cristianos que leían sus cartas.
Aunque es Revelación o (Apocalipsis) el último libro en la fila de los que forman parte de las Escrituras Griegas Cristianas, fue la Tercera carta de Juan el último que se escribió como parte del Nuevo Testamento.
Mejorar progresivamente de situación, especialmente en el aspecto económico y social. 2. Tener éxito o imponerse [una idea, una opinión o una iniciativa].