Salmán saqueó la casa de Arbel (“Bet-arbel”, BJ; NC; VP) en una fecha indeterminada. (Os 10:14.) A este lugar por lo general se le relaciona con Irbid, ubicado a unos 29 Km. al SE. del mar de Galilea, en el territorio de Galaad.
Una de las ciudades conquistadas por los asirios, situada en la parte norte de Siria que en el siglo VIII a. E.C. estuvo bajo el control asirio. Al parecer es la misma que Ivá. (2Re 17:24; 18:34; 19:13; Isa 37:13.)
★Aveos
Habitantes de Avá, uno de los pueblos que utilizaron los asirios para reemplazar a los israelitas exiliados después de capturar Samaria en 740 a. E.C. (2Re 17:24.) A todos los que repoblaron Samaria se les llegó a conocer como samaritanos. Aunque los aveos aprendieron hasta cierto grado el temor de Jehová, se hicieron los dioses Nibhaz y Tartaq y los adoraron. (2Re 17:29-33.)
Lugar mencionado en El Cantar de los Cantares 8:11, donde se hallaba una viña productiva del rey Salomón. No se da ninguna indicación en cuanto a su ubicación. Aunque muchos opinan que es un lugar real, algunos creen que en este escrito poético se usa en sentido figurado para representar el territorio sobre el que gobernaba Salomón, territorio que le producía grandes riquezas. (Compárese con 1Re 4:20, 21.)
Nombre que aparece en la genealogía de Judá. (1Cr 2:50, 51.) Parece ser que el nombre es más geográfico que personal, por lo que muchos estudiosos consideran que es el nombre de una ciudad de Judá. Puede que esté relacionada con Guéder, una ciudad cuyo rey estuvo entre aquellos a los que Josué venció al O. del Jordán. (Jos. 12:13.)
Ciudad de la región montañosa de Judá que figura en una lista entre Halhul y Guedor. (Jos 15:58.) El nombre aún se conserva en Burj es-Sur, aunque las excavaciones han mostrado que la antigua ciudad estaba ubicada en Khirbet et-Tubeiqah (Bet Zur), más o menos a medio kilómetro hacia el NO. Este emplazamiento está a 7,5 Km. al N. de Hebrón, tiene a Guedor a unos 5 Km. más al NNO. y a Halhul a 1,5 Km. al SSE. Se ha dicho que es una de las ciudades en ruinas más altas de Palestina, pues está situada sobre una colina a 1.007 m. sobre el nivel del mar. Bet-zur ocupaba una posición de importancia estratégica, pues estaba cerca de la calzada que cruzaba el país de N. a S., junto a la cordillera central, y también guardaba las rutas que llevaban hasta Maresah y Libná, hacia el O.
Después de la división del reino, Bet-zur fue una de las quince ciudades que reconstruyó y fortificó el rey Rehoboam para proteger a Judá y Benjamín de las invasiones. (2Cr 11:5-12.) Estuvo entre las ciudades que los judíos volvieron a habitar cuando regresaron del exilio babilonio. (Ne 3:16.) Durante el período macabeo, Bet-zur (entonces llamada Betsura) desempeñó un papel importante en la lucha de los judíos contra los reyes seléucidas de Siria. El libro apócrifo de Primero de los Macabeos narra una victoria notable de Judas Macabeo sobre las fuerzas sirias (165 a. E.C.), después de la cual fortificó de nuevo la ciudad. (1 Macabeos 4:61; 6:26.) En 162 a. E.C. los sirios sitiaron la ciudad hasta su capitulación por falta de alimento. (1 Macabeos 6:30-50.) Luego llegó a ser una guarnición siria, y el general Báquides mejoró sus fortificaciones. (1 Macabeos 9:52.)
Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en Bet-zur en 1931 y 1957 mostraron restos de buenas fortificaciones. Se encontraron muchas monedas de los siglos IV a II a. E.C., entre ellas, monedas judías de plata que se cree que datan del período persa o aproximadamente el siglo IV a. E.C.
El nombre Bet-zur aparece en una lista genealógica de los descendientes de Caleb, el hermano de Jerahmeel, en 1 Crónicas 2:45. Allí se dice que Maón era “el padre de Bet-zur”. Muchos comentaristas piensan que Bet-zur se refiere a la ciudad que llevaba ese nombre, es decir, que Maón era el padre de los que allí vivían, o quizás el jefe o principal de la ciudad.
Ciudad de la herencia de Judá (Jos 15:39) de donde procedía Adaya, el abuelo materno del rey Josías. (2Re 22:1.) Figura entre Eglón y Lakís, y posiblemente se hallaba en la región de la Sefelá. Su identificación es incierta; algunos la sitúan en Dawa´imeh (la moderna Amazya), a unos 19 Km. al O. de Hebrón.
El texto masorético dice en 1 Crónicas 2:24 que en este lugar murió Hezrón, de la tribu de Judá. (Compárese con LXX.) No se hace más mención de este emplazamiento ni se ha identificado con ningún lugar geográfico.
Pequeña población situada probablemente en Judá de la que procedia el profeta Nahúm.
★Elqosita
(De [Perteneciente a] Elqós). Natural de Elqós. El gentilicio “elqosita” solo se aplica al profeta Nahúm. (Na 1:1.) Si bien algunos eruditos sitúan Elqós en Galilea, parece ser que Nahúm estaba en Judá cuando escribió el libro que lleva su nombre. (Na 1:15.) Si ese fue el caso, Beit Jibrin (Bet Guvrin), situada a unos 6 Km. al NE. de Lakís, sería el emplazamiento más probable de la antigua ciudad de Elqós. De todas formas, sigue sin saberse su ubicación exacta.
Ciudad fronteriza de Zabulón (Jos 19:10, 13) y lugar donde moraba el profeta Jonás. (2Re 14:25.) Por lo general se la identifica con Khirbet ez-Zurra´ (Tel Gat Hefer), situada a unos 4 Km. al NNE. de Nazaret y al O. de Meshhed (Mashhad), donde según la tradición está la tumba de Jonás. El estudio de la superficie de Khirbet ez-Zurra´ apoya la declaración bíblica de que la ciudad estaba habitada en los dos períodos de tiempo que indican los relatos supracitados.
Ciudad o región conquistada por los asirios mencionada junto con Sefarvaim e Ivá. (2Re 18:34; 19:13; Isa 37:13.) La Versión de los Setenta griega dice A-ná, que es el nombre de una población situada en el cauce medio del río Éufrates. Sin embargo, varios investigadores ven más probable que tanto Hená como Sefarvaim e Ivá estuviesen enclavadas en Siria.
1. Janóah - (Khirbet Yanun) Localidad fronteriza de Efraín que por lo general se identifica con Khirbet Yanun, a unos 20 Km. al SE. de Samaria. (Jos 16:5-7.)
2. Janóah, Ciudad del reino de diez tribus tomada por Tiglat-piléser III durante el reinado de Péqah (c. 778-759 a. E.C.). A sus habitantes se les deportó a Asiria. (2Re 15:29.) Su ubicación exacta es incierta. Aunque algunos la asocian con Yanouh, a unos 10 Km. al E. de Tiro, este emplazamiento parece estar demasiado al O. de las demás ciudades mencionadas en 2 Reyes 15:29, por lo que la mayoría de los investigadores se inclinan por Tell en-Na´meh, a unos 10 Km. al NE. de Quedes (Galilea).
Localidad de donde era originario Haruz, abuelo materno de Amón, el rey de Judá. (2Re 21:19.) Suele identificarse Jotbá con la moderna Khirbet Jefat (Horvat Yodefat), situada a unos 15 Km. al N. de Nazaret.
1. Joqteel, Ciudad de Judá ubicada en la Sefelá.
1. Joqteel, Ciudad de Judá ubicada en la Sefelá. (Jos 15:20, 33, 38.) En la actualidad se desconoce su emplazamiento exacto.
2. Joqteel - (Sela 2) La ciudad edomita de Sela, que cuando la tomó el rey Amasías de Judá, recibió el nombre de Joqteel. (2Re 14:1, 7.)
Una de las capitales del antiguo Egipto. Se cree que sus restos se encuentran cerca de Mit Rahineh, a unos 23 Km. al S. de El Cairo, en el lado occidental del río Nilo. Menfis fue durante mucho tiempo la ciudad más importante del “Bajo Egipto” (es decir, la región del Delta y una pequeña sección más al S.).
En el texto hebreo de Oseas 9:6 se llama a la ciudad Mof (traducido “Menfis” en la mayoría de las versiones españolas). En todos los demás lugares el texto hebreo se refiere a ella con el nombre de Nof. (Isa 19:13; Jer 2:16; 44:1; 46:14, 19; Eze 30:13, 16.)
Historia.
Según la leyenda que relató el historiador griego Heródoto (Historia, II, 99), un rey llamado Mina (Menes) fundó Menfis; sin embargo, no hay ninguna prueba de la historicidad de este supuesto fundador de la “I dinastía” de los gobernantes egipcios.
La situación geográfica de Menfis era la más apropiada para ser la capital de esta zona ribereña del Nilo. Situada solo un poco al S. del vértice del Delta (donde se divide el río Nilo), podía controlar la región del Delta al N., así como el tráfico fluvial. El desierto y las montañas dificultaban el acceso a la ciudad por el O., y el mismo Nilo y las montañas del otro lado protegían a la ciudad por el E. De modo que Menfis, ubicada en la frontera entre el Alto y el Bajo Egipto, constituía la puerta de entrada a Egipto, como lo es hoy la cercana ciudad de El Cairo, con una ubicación similar.
Comercio. La ciudad fue un gran centro mercantil durante toda su historia, y solo decayó tras la conquista griega, cuando Alejandría, ubicada en la costa septentrional, se convirtió en el puerto más próspero del país. Según algunos historiadores, Menfis adquirió renombre en el mundo antiguo por la fabricación de objetos de vidrio, artículos de los que Roma fue una de las principales importadoras. En esa zona también se cultivaban acacias a fin de conseguir madera para hacer muebles, barcos para la flota de Egipto y armas militares.
Política. Menfis tuvo además gran importancia política, en especial durante el período que los egiptólogos denominan “imperio antiguo o menfita” hasta el “imperio medio”. La mayoría de los historiadores opinan que la sede del gobierno de las primeras dinastías estaba en Menfis, aunque quizás se trasladó a Tebas (la bíblica No-amón, casi 480 Km. más al S.) durante cierto tiempo. Es probable que la capital todavía estuviera en Menfis cuando Abrahán visitó Egipto y ocurrió el incidente con el Faraón que gobernaba en aquel entonces. (Gé 12:10-20.)
La Biblia parece indicar que durante la estancia de los israelitas en Egipto, la capital egipcia estaba en el Bajo (zona norte) Egipto, y que el acceso desde la tierra de Gosén, donde moraban los israelitas, era bastante fácil. (Gé 47:1, 2) El que Moisés se encontrase con Faraón ‘junto al río Nilo’ parece apoyar la idea de que la capital estaba en Menfis, más bien que en la región del Delta (como algunos opinan), pues el Nilo se dividía en varios brazos al llegar a dicha región. (Éx 7:15.)
Debido a su importancia, Menfis figura en varias profecías relativas a Egipto. En Jeremías 2:16, el profeta habló de Nof (Menfis) y Tahpanés (ciudad de la región del Delta) en los siguientes términos: “Alimentándose de ti [Israel] en la coronilla de la cabeza”, es decir, despojando a la nación de Israel y dejándola como si fuese calva. Esto significó humillación y duelo para los que profesaban ser el pueblo de Dios. (Compárese con 2Re 2:23; Isa 22:12.) Tanto en el caso del reino septentrional de Israel como en el caso del meridional (Judá), resultó inútil esperar ayuda de Egipto, representado aquí por Menfis y Tahpanés, nación que incluso estuvo dispuesta a explotar con propósitos egoístas al pueblo de Dios. (Os 7:11; Isa 30:1-3; 2Re 23:31-35.)
Religión. Menfis era un centro de religión y erudición en Egipto, pero en el siglo VIII a. E.C. Isaías predijo que la sabiduría de la que alardeaban los príncipes (quizás príncipes sacerdotales) de Nof (Menfis) fracasaría, y Egipto sería engañado. (Isa 19:13.) Tales consejeros por lo visto fomentaban un falso sentimiento de seguridad en Egipto ante la agresiva potencia asiria.
En Menfis se han hallado monumentos del reinado del monarca etíope Tirhaqá sobre Egipto. Aunque Tirhaqá logró sobrevivir a su enfrentamiento con el rey asirio Senaquerib en Canaán (732 a. E.C.; 2Re 19:9), Esar-hadón, el hijo de Senaquerib, más tarde diezmó al ejército egipcio, y lo obligó a retirarse a Menfis. El propio registro de Esar-hadón sobre el subsiguiente conflicto dice: “Asedié Menfis, su residencia real [de Tirhaqá], y la conquisté en medio día, valiéndome de túneles, brechas y escaleras de escalada. Yo (la) destruí, derribé (sus murallas) y la incendié”. (Ancient Near Eastern Texts, edición de J. B. Pritchard, 1974, pág. 293.) Al parecer, unos cuantos años después, las fuerzas egipcias volvieron a tomar Menfis y diezmaron a la guarnición asiria. Pero Asurbanipal, el hijo de Esar-hadón, avanzó hasta Egipto, expulsó a los gobernantes de Menfis y los hizo retroceder Nilo arriba (hacia el S.).
Cuando Asiria inició su decadencia en la última parte del siglo VII a. E.C., Menfis volvió a estar totalmente bajo control egipcio. Después que el rey babilonio Nabucodonosor desoló Judá en 607 a. E.C., los refugiados judíos huyeron a Egipto y fijaron su residencia en Menfis y otras ciudades. (Jer 44:1.) Mediante sus profetas Jeremías y Ezequiel, Jehová los condenó al fracaso y predijo que Nabucodonosor asestaría un golpe devastador a Egipto, y que el impacto pleno del ataque recaería en Menfis (Nof). (Jer 44:11-14; 46:13, 14, 19; Eze 30:10-13.) Los babilonios, seguros de su victoria, atacarían Menfis a plena luz del día. (Eze 30:16.)
En 525 a. E.C. Menfis volvió a sufrir una severa derrota, esta vez a manos del rey persa Cambises, y se convirtió en sede de una satrapía persa. La ciudad nunca llegó a recuperarse de los efectos de esta conquista. Con la importancia que adquirió Alejandría bajo los tolomeos, Menfis decayó gradualmente, y para el siglo VII E.C. se había convertido en una ruina total.
Menfis era una de las principales ciudades sagradas del antiguo Egipto, junto con la cercana On (Heliópolis). (Gé 41:50.) Los santuarios dedicados al dios Ptah y al buey sagrado Apis fueron especialmente importantes. Según la “teología menfita” elaborada por los sacerdotes de Menfis, el dios Ptah era el creador (compartía esta prerrogativa con otros dioses, como Thot, Ra y Osiris), y al parecer su mitología estaba inspirada en las funciones del Faraón. Los historiadores clásicos informaron sobre las ampliaciones y mejoras periódicas del templo de Ptah en Menfis, que estaba adornado con enormes estatuas.
Menfis era sede del culto al buey Apis, un buey vivo con unos rasgos físicos especiales, al que se adoraba como la encarnación del dios Osiris, aunque en ciertas leyendas también se le relaciona con el dios Ptah. Su muerte era motivo de duelo popular y se celebraba un funeral impresionante cerca de Saqqara. (Cuando los investigadores abrieron la tumba el siglo pasado, hallaron los cuerpos embalsamados de más de 60 toros y vacas.) La selección de un nuevo buey Apis y su entronización en Menfis era también una ceremonia muy compleja. Esta adoración pudo haber influido en los israelitas rebeldes que quisieron adorar a Jehová mediante un becerro de oro. (Éx 32:4, 5.) La adoración de la diosa extranjera Astarté también fue importante en Menfis, donde hubo además templos dedicados a dioses y diosas egipcios, como Hator, Amón, Imhotep, Isis, Osiris-Sokaris, Anubis y otros. El juicio divino condenó a la destrucción a todo este elenco de deidades e ídolos antiguos. (Eze 30:13.)
Sepulcros reales. Los extensos terrenos sepulcrales cercanos a la antigua ubicación de Menfis, en los que hay unas veinte pirámides o tumbas reales monumentales, demuestran la relevancia de esta ciudad en tiempos pasados. La profecía de Oseas contra el Israel infiel del siglo VIII a. E.C. muestra que Menfis debió ser un importante lugar de sepulcros reales. Dice la profecía: “Egipto mismo los juntará; Menfis, por su parte, los enterrará”. (Os 9:6.) Entre las pirámides halladas en Saqqara, cerca de Menfis, está la pirámide escalonada edificada por el rey Zoser (“III dinastía”), a la que se considera la estructura pétrea más antigua que se ha conservado sobre sus cimientos hasta la actualidad. Mucho más impresionantes son la gran esfinge y las pirámides de Giza, situadas al ONO. de Menfis. En la actualidad estas tumbas y otros monumentos parecidos son los únicos restos de la gloria religiosa que tuvo Menfis. Como se predijo, la ciudad es “un simple objeto de pasmo”. (Jer 46:19.)
Lugar de Edom donde debía tener su residencia real un monarca llamado Hadar (Hadad). (Gé 36:31, 39; 1Cr 1:43, 50.) En la actualidad no se conoce su ubicación.
Lugar situado al E. del Jordán capturado por Nóbah, probablemente un manasita, que a partir de ese momento le dio su propio nombre. (Nú 32:42.) Sin embargo, parece ser que ese cambio de nombre no arraigó, pues tiempo después se dice que Guesur y Siria tomaron “Quenat”. (1Cr 2:23.) Se identifica a Quenat con las ruinas de Kanaouat (o Canata), a unos 90 Km. al SSE. de Damasco y a 7 Km. al NO. de la moderna Soueida. Kanaouat fue una de las primeras diez ciudades que integraron la Decápolis.
1. Rehobot, Nombre que dio Isaac a un pozo que excavó.
1. Rehobot, Nombre que dio Isaac a un pozo que excavó. (Gé 26:22.) Algunos eruditos lo han identificado tentativamente con Ruheibeh (Horvat Rehovot [ba-Negev]), situado a unos 35 Km. al SO. de Beer-seba. Los nombres guardan cierta similitud. Al dar nombre al pozo, Isaac dijo que Dios le había concedido “amplio espacio”. A partir de ese momento él y sus pastores podían ser fructíferos sin molestar ni ser molestados.
2. Rehobot, Ciudad cuya ubicación se desconoce de donde era Shaúl, uno de los primeros reyes edomitas. (Gé 36:31, 37; 1Cr 1:43, 48.) En ambas referencias el lugar se denomina “Rehobot junto al Río”. Por lo general, cuando en la Biblia se dice “el Río” se hace referencia al Éufrates. (Sl 72:8; 2Cr 9:26; compárese con Éx 23:31 y Dt 11:24.) Por lo tanto, algunos geógrafos han planteado la posibilidad de que sea cualquiera de dos lugares cercanos a la confluencia de los ríos Jabur y Éufrates. Sin embargo, esto implicaría que Shaúl era originario de una ciudad muy distante del territorio de Edom. Por eso, en la actualidad, varios geógrafos creen que en estos dos casos la expresión “el Río” se refiere a algún río de Edom o cercano a su territorio, como el Zered (Wadi el-Hasa´), que desemboca en el extremo meridional del mar Muerto. El geógrafo J. Simons sitúa Rehobot a unos 37 Km. al SE. del mar Muerto.
El camino del que prometieron no desviarse los israelitas si se les permitía pasar por el territorio edomita y la tierra del rey Sehón. (Nú 20:17; 21:21, 22; Dt 2:26, 27.) Este camino debió extenderse desde el golfo de `Aqaba hasta por lo menos el Jaboq, al parecer el límite septentrional del territorio de Sehón, y muchos creen que llegaba más al N., hasta Damasco. Corresponde en buena parte con la calzada romana pavimentada que construyó el emperador Trajano en el siglo II E.C. Con la excepción de algunas modificaciones para el tráfico moderno, el camino del día actual, llamado Tariq es-Sultani, sigue el trazado de la antigua calzada romana, de la que aún existen algunas secciones.
Parece ser que a la parte septentrional de este camino, desde Hesbón hasta Astarot, se la conocía como “el camino de Basán”. (Nú 21:33; Dt 3:1.)
Lugar citado en el mensaje de Senaquerib al rey Ezequías en el que alardeaba de que los reyes asirios habían arruinado a varias “naciones”. (2Re 19:8-12; Isa 37:12.) Su ubicación exacta no puede precisarse en la actualidad, ya que había varios lugares con ese nombre. Uno de ellos, que hay quien piensa que formó parte de un antiguo distrito, se identifica con la actual Rusa´feh, localizada al O. del Éufrates, a unos 145 Km. al S. de la moderna Harrán. Se halla, por lo tanto, en las cercanías de Gozán, que es mencionado junto con Rézef.
Ciudad de la que el rey de Asiria se llevó a gente para poblar Samaria después de haber enviado a los israelitas al exilio. (2Re 17:24.) Parece ser que con anterioridad la ciudad y su rey habían sido derrotados por los asirios. (2Re 19:13; Isa 37:13.) Puesto que se le menciona junto a otros lugares de Siria y Babilonia, es probable que se encontrara en alguna de estas zonas.
★Sefarvitas
(De [Pertenecientes a] Sefarvaim).
Habitantes de la ciudad de Sefarvaim. Después del año 740 a. E.C. los asirios tomaron al menos algunos de los habitantes de Sefarvaim para que colonizaran Samaria. Los sefarvitas llevaron consigo su religión falsa, en la que se practicaba el sacrificio de los hijos a los dioses Adramélec y Anamélec. (2Re 17:24, 31-33; 18:34; Isa 36:19.)
Lugar habitado por “los hijos de Edén” mencionado junto con Gozán, Harán y Rézef, que estaban en el N. de Mesopotamia. (2Re 19:12; Isa 37:12.) Por medio de sus mensajeros, Senaquerib alardeó de que los dioses que adoraban aquellos pueblos no habían podido librarlos del poder de sus antepasados asirios. Debido a la referencia a “los hijos de Edén”, por lo general se relaciona Tel-asar con el pequeño reino de Bit-Adini, junto al cauce superior del Éufrates. Los monarcas asirios Tiglat-piléser III y Esar-hadón mencionan un lugar llamado Til-Ashuri, pero este suele ubicarse cerca del límite entre Asiria y Elam, por lo que la identificación de Tel-asar continúa siendo incierta.
Lugar situado a las afueras de Jerusalén donde los israelitas apóstatas, entre ellos sus reyes Acaz y Manasés, participaron en el sacrificio de niños durante un período de tiempo considerable. Finalmente, el rey Josías lo inutilizó para el culto. (2Re 23:10; 2Cr 28:3; 33:6; Jer 7:31-33; 19:3-14; 32:35.) Tófet probablemente ocupaba una sección del valle de Hinón cercana a la Puerta de los Tiestos. (Jer 19:2, 6, 14.)
En un comentario acerca de 2 Reyes 23:10, el erudito judío David Kimhi (1160[?]-1235[?]) ofrece esta posible explicación acerca de Tófet: “Nombre del lugar donde hacían pasar a sus hijos por [el fuego] a Mólek. El nombre del lugar era Tófet, y decían que se llamaba así porque los adoradores bailaban y tocaban panderetas [heb. tup-pím] para que el padre no oyese los gritos de su hijo cuando lo hacían pasar por el fuego, y para que no se le conmoviera el corazón y arrebatara [a su hijo] de las manos [de los adoradores]. Este lugar era un valle que pertenecía a un hombre llamado Hinón, y se le llamó ‘valle de Hinón’ y ‘Valle del Hijo de Hinón’ [...]. Josías contaminó aquel lugar y lo convirtió en un sitio inmundo, para que se echaran en él cadáveres y toda inmundicia, de modo que nunca subiera al corazón de un hombre hacer pasar a su hijo o a su hija por el fuego a Mólek”. (Biblia Rabbinica, Jerusalén, 1972.)
En Isaías 30:32, 33, se dijo sobre el castigo que Jehová traería sobre Asiria: “Ciertamente resultará ser con panderetas [heb. betup-pím] y con arpas [...]. Porque su Tófet está puesto en orden desde tiempos recientes [...]. Fuego y leña hay en abundancia. El aliento de Jehová, como torrente de azufre, arde contra él”. Tófet simboliza en este caso un lugar que arde con fuego, y se utiliza para representar la destrucción que le sobrevendría a Asiria.
En nuestros tiempos el dios Mólek es solo una curiosidad histórica, y quizás para muchos sea difícil comprender por qué la gente mataba a sus hijos por él. Sin embargo, parece que todavía hay adultos que están dispuestos a matar a su prole cuando les parece conveniente. Durante este siglo, millones de jóvenes han sido sacrificados en el altar de la guerra. Cada año, por abortos se da muerte deliberadamente a incontables millones de bebés no nacidos, a muchos por haber sido concebidos en relaciones sexuales de tipo casual o porque su nacimiento interferiría con el estilo de vida de sus padres. Así, se sacrifica a estos niños a los dioses de la libertad sexual y el materialismo.