Unos diez años más tarde, estando “prisionero [por causa] de Cristo Jesús” en Roma, Pablo escribe a las congregaciones de Éfeso, Filipos y Colosas para aconsejar a los cristianos y animarlos (Efe. 3:1). Hoy día, nosotros también podemos beneficiarnos del mensaje que contienen las cartas a los Gálatas, los Efesios, los Filipenses y los Colosenses (Heb. 4:12).
En su carta a los cristianos de Colosas, Pablo ataca las enseñanzas de los falsos maestros. Explica que la salvación no depende de cumplir con los requisitos de la Ley, sino de “contin[uar] en la fe”. Y luego anima a sus hermanos a que “sigan andando en unión con [Cristo], arraigados y siendo edificados en él y siendo estabilizados en la fe”. ¿Qué efecto tendría esto en ellos? (Col. 1:23; 2:6, 7.)“Además de todas estas cosas —escribe Pablo—, vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión. También, que la paz del Cristo controle en sus corazones.” Y les dice: “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres”. Además, les aconseja: “Sigan andando en sabiduría para con los de afuera”, es decir, los que no son parte de la congregación (Col. 3:14, 15, 23; 4:5).
Respuestas a preguntas bíblicas:
1:10.
¿Qué entraña el estudio, y cuáles son algunos beneficios de estudiar regularmente la Palabra de Dios?.
El estudio entraña emplear a fondo las facultades mentales en el examen cuidadoso de cierto tema. Supone analizar lo que leemos, compararlo con lo que ya sabemos, tomar nota de las razones que apoyan lo que se afirma y reflexionar en las ideas que nos resulten nuevas. El estudio regular de la Biblia nos infunde humildad y mantiene la Palabra de Dios viva en el corazón, lo que nos protege del poder engañoso del pecado. Así, andaremos “de una manera digna de Jehová a fin de [agradarle] plenamente mientras [seguimos] llevando fruto en toda buena obra” (Col. 3:5-10; Deu. 17:18-20; Heb. 2:1; 3:13).
La ley de Jehová en los tiempos de los reyes de Israel, requería que éstos se hicieran una copia personal para estudiarla día y noche. (Deuteronomio 17:18; Josué 1:8.) Sin duda, eso contribuyó mucho a su adelanto espiritual.
1:17.
¿Qué derechos tiene Jesucristo como primogénito?.
El hecho de que Jesús fue el primogénito de toda la creación envuelve la ley de la primogenitura, el derecho que le atañe al primero que nace o es engendrado. Desde los tiempos más antiguos el verdadero primogénito disfrutaba de privilegios especiales entre los cuales estaba la sucesión a la jefatura de la casa y la herencia de una porción doble de la propiedad del padre. (Deu. 21:15-17) Además, en el antiguo Israel el primogénito de un rey o sumo sacerdote heredaba de su padre el puesto de rey o sacerdote.—Vea 2 Crónicas 21:3.
Puesto que Jesús como primogénito de toda la creación es una persona creada, no puede ser el Dios Todopoderoso. Las Escrituras lo representan vez tras vez en un puesto subordinado a Dios. Por ejemplo, el apóstol Pablo escribió esto respecto al Jesucristo resucitado: “Quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo; y la cabeza de la mujer es el hombre; y la cabeza de Cristo es Dios.” (1 Cor. 11:3, BJ) Al tiempo que Jesús dio la inspirada “Revelación” al apóstol Juan, dijo lo siguiente acerca de sí mismo: “Al vencedor le pondré de columna en el Santuario de mi Dios, y no saldrá fuera ya más; grabaré en él el nombre de mi Dios, el nombre de la Ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que baja del cielo enviada por mi Dios, y mi nombre nuevo.” (Apo 3:12, BJ) ¿Notó usted que tan solo en este versículo Jesús se refiere cuatro veces a su Padre, Jehová, como “mi Dios”?—Compare con Filipenses 2:5, 6, BJ.
1:20.
¿Qué son las cosas sobre la tierra y las cosas en los cielos?
★“Las cosas en los cielos” que se reconcilian con Jehová mediante la sangre derramada de Cristo son los cristianos ungidos, que reinarán con Cristo en los cielos (Heb 3:1; 1 Pedro 1:3, 4; Rom. 5:1, 18). Estos 144.000 cristianos ungidos son “comprados de la tierra”, “comprados de entre la humanidad”, para ser coherederos con Cristo en su Reino celestial (Apocalipsis 5:9, 10; 14:3, 4; 2 Corintios 1:21; Efesios 1:10, 11; 3:6).
★“Las cosas sobre la tierra” son las “otras ovejas” de Cristo, que desde mediados de la década de 1930 se ha unido en apoyo de los ungidos, un número cada vez mayor, que no forman parte del “rebaño pequeño” y que esperan vivir para siempre en el paraíso terrestre. (Sl 37:29; Juan 10:16; Lucas 12:32; Zacarías 8:23). A estas personas el Siervo de Dios también las eleva a una posición de justicia ante Jehová. Como tienen fe en el sacrificio de Cristo y por ello “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”, Jehová los considera justos, no como hijos espirituales, sino como amigos (Apo 7:9, 10, 14; Sant. 2:23).
1:21.
¿En que sentido eran enemigos los cristianos antes de hacerse creyentes?.
Por medio de Cristo, Dios ha abierto el camino que le permite “reconciliar de nuevo consigo mismo todas las otras cosas, haciendo la paz mediante la sangre que [Jesús] derramó en el madero de tormento”. Como resultado, los que en un tiempo estaban “alejados y eran enemigos” debido a que tenían la mente fija en la maldad podían beneficiarse de la reconciliación, que se logra “por medio del cuerpo carnal de [Jesús] mediante su muerte”, lo que permite que se les presente “santos y sin tacha y no expuestos a ninguna acusación delante de él”. (Col 1:19-22.) A partir de ese momento, Jehová Dios podía ‘declarar justos’ a los que seleccionase para ser sus hijos espirituales, quienes no estarían bajo ninguna acusación, pues ya estaban completamente reconciliados con Dios y en paz con Él. (Compárese con Mt 12:30; Lu 11:23; Hch 13:38, 39; Ro 5:9, 10; 8:33.)
2:3.
¿En qué sentido están ocultados en Jesucristo todos los tesoros de la sabiduría?.
El papel que Jehová ha asignado a su Hijo en el desenvolvimiento de sus propósitos es de tal importancia que se puede decir de Jesús: “Cuidadosamente ocultados en él están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”. A menos que una persona ejerza fe en Jesucristo como Hijo de Dios, no puede captar el verdadero significado de las Escrituras ni ver cómo progresan los propósitos de Dios en armonía con sus profecías. Si, para conseguir la sabiduría verdadera y el conocimiento exacto, se debe reconocer el papel de Jesucristo en el desarrollo del propósito de Dios. (Col 1:9, 10; 2:2, 3.) Esto se debe a que Jehová Dios ha asignado a su Hijo el papel clave en la realización de su magnífico propósito, que consiste en la santificación de Su nombre y en que se vuelva a poner a la Tierra y sus habitantes en el lugar que Dios había previsto para ellos; esto se logra mediante “una administración al límite cabal de los tiempos señalados, a saber: reunir todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas en los cielos y las cosas en la tierra”. (Ef 1:9, 10; compárese con 1Co 15:24, 25.)
Puesto que “el dar testimonio de Jesús es lo que inspira el profetizar”, “el secreto sagrado de Dios” debe centrarse en Cristo. (Apo 19:10; Col 2:2.) Todos “los secretos sagrados” de Dios están relacionados con su Reino mesiánico. (Mt 13:11.) El apóstol Pablo escribe a los compañeros cristianos: “Cuidadosamente ocultados en él están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”, y “en él mora corporalmente toda la plenitud de la cualidad divina”. (Col 2:2, 3, 9.)
2:8.
¿Qué son “las cosas elementales del mundo” contra las que Pablo previene?.
Son los elementos básicos que componen el mundo de Satanás y los principios que guían y motivan a la gente, como la filosofía engañosa, el humanismo secular, el materialismo, las religiones falsas, la sabiduría carnal y la teoría de la evolución, conceptos mundanos que rigen la vida de quienes no son cristianos verdaderos entre otros (1 Juan 2:16). Tales cosas representan una amenaza a nuestra espiritualidad y corrompen la mente del cristiano verdadero.
Estas cosas elementales del mundo. —que descartan la figura de Dios—, han moldeado la vida de la gente, así como su manera de pensar, sus metas y sus principios morales. Las festividades más populares de este mundo están basadas en mentiras religiosas. La industria del entretenimiento busca satisfacer los más bajos instintos de la gente, y buena parte del contenido de Internet supone un verdadero peligro para jóvenes y adultos. La exposición constante a estas y otras influencias malsanas fácilmente puede afectar nuestra manera de ver la guía que Dios nos da. Y esto, a su vez, podría hacer que dejáramos de aferrarnos a la esperanza de obtener la vida que realmente es vida (1 Tim. 6:17-19). Por lo tanto, si no queremos caer en las astutas trampas de Satanás, es preciso que entendamos bien el sentido de las palabras que Pablo dirigió a los colosenses y que tomemos en serio su consejo.
2:18.
¿No toques, ni gustes, ni palpes?.
Combatiendo el fanatismo espiritista de los antiguos frigios, Pablo advierte contra los que se deleitan en una humildad insincera y en la adoración de ángeles... fuera que profesaran adorar como lo hacen los ángeles o efectivamente adoraran a los ángeles mismos. Esta humildad hipócrita hace reglas estrictas en cuanto a cosas materiales: “No toques, ni gustes, ni palpes.” Todo eso puede envolver un tratamiento severo del cuerpo, pero “no [es] de valor alguno en combatir contra la satisfacción de la carne.” (Col. 2:18-23) Lo cierto de esto se puede ver por los registros del predominio de la homosexualidad en las instituciones religiosas. Sus miembros practicaban el ascetismo, pero resultaban muy faltos en cuanto a la moralidad sexual, ¡lo que hace recordar las palabras de Jesús acerca de colar el mosquito pero engullirse el camello!—Mat. 23:24.
3:5.
¿Qué debemos hacer si nos surgen deseos sexuales inmorales? ¿Qué debemos evitar para poder huir de la fornicación?.
Hoy día, muchas personas abrigan deseos sexuales inmorales y se dejan controlar por ellos. Para evitar que esto nos suceda a nosotros, debemos pedirle a Dios su espíritu santo. También debemos estudiar la Biblia, asistir a las reuniones y participar en el ministerio. De este modo seguiremos “andando por espíritu y no llevar[emos] a cabo ningún deseo carnal” (Gál. 5:16). Para ‘andar por espíritu’, está claro que debemos evitar la pornografía. Tampoco debemos leer, mirar ni escuchar nada que pueda excitarnos sexualmente. Ni siquiera debemos hablar o bromear sobre esos asuntos, porque tal comportamiento no es “propio de personas santas” (Efe. 5:3, 4). De este modo, le demostraremos a nuestro amoroso Padre que realmente queremos vivir en su justo nuevo mundo.
Si hacemos lo que tenemos que hacer, no habrá lugar en nuestra vida para hacer lo que no tenemos que hacer. Si llenamos nuestra mente de pensamientos positivos y edificantes, no habrá lugar para los pensamientos egoístas y negativos y lo mismo podemos decir de la lengua, si la usamos para hablar positiva y edificantemente, no debería haber lugar para hablar negativamente ni usar habla obscena.
Colosenses 3:9, 10
★ ¿En qué se diferencia el vestirse de la nueva personalidad de andar por espíritu?
Col 3:9, 10 revela la clave, vestirse de la nueva personalidad puede ser el resultado de poseer conocimiento exacto, es decir un incentivo mental, aunque requiere cierto proceso, se puede conseguir relativamente rápido, como desnudarse de una vieja vestimenta y ponerse una nueva, es una carcasa que nos cubre superficialmente, que incluso personas que no se esfuerzan por agradar a Jehová lo despliegan en cierto grado, en cambio el andar por espíritu y desplegar el fruto de este es algo más profundo, requiere confiar y pedir a Jehová su espíritu que lo siembra en nosotros y como sucede con la naturaleza, es un proceso interno, quizás pasado desapercibido temporalmente por los que nos rodean, pero por medio de la oración y la meditación se verán los resultados a la larga mientras lo cultivamos hasta recoger cada vez mejor el fruto.
No cabe duda que el cambiarse de indumentaria requiere menos esfuerzo y tiempo que el sembrar, cuidar y cosechar frutos y lo mismo sucede con vestirse de la nueva personalidad y andar por espíritu.
El que uno solo se vistiera de la nueva personalidad sin esforzarse por andar por espíritu podría compararse a ponerse un buen traje pero no lavarse ni asearse el cuerpo, en poco tiempo el nuevo traje empezaría a oler mal y se echaría a perder nuestra imagen.
Podría decirse que en el proceso de transformación o "metamorfosis", cambiar de gusano a mariposa solo tiene una ventaja cuando la delicada mariposa suelta sus alas al viento, aplicandolo al cristiano, cuando permite que el espiritu lo dirija en su vida. (Gál 5:16, 18).
3:13.
Aunque los cristianos deben soportarse con paciencia unos a otros, ¿qué no han de tolerar?.
Los cristianos no aprobamos en modo alguno las malas acciones ni nos cegamos a los errores (Gál. 6:1).
4:6.
¿Cómo deberíamos responder si se nos pregunta sobre asuntos de decisión personal?.
Deberíamos responder siempre con amabilidad (Col. 4:6). Aunque sepamos lo que nosotros haríamos, hemos de tener presente que cada individuo debe asumir la responsabilidad de sus decisiones en la vida (Gál. 6:5). Por tanto, cuando alguien nos pregunte lo que haríamos en determinada situación, debemos dirigir su atención a ejemplos y principios bíblicos o mostrarle cómo investigar de forma que prepare “sus facultades perceptivas [...] para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” (Heb. 5:14).
4:6a.
¿Cómo puedes imitar a Jesús cuando contestes preguntas sobre tus creencias?.
Cuando los líderes religiosos judíos interrogaron a Jesús sobre la resurrección, él les mencionó unas palabras de las Escrituras en las que no habían reparado (Éxo. 3:6; Mat. 22:23, 31-33). Cuando un escriba le preguntó cuál era el mandamiento más importante, Jesús le contestó con unos pasajes bíblicos (Lev. 19:18; Deu. 6:5; Mar. 12:28-34). La manera de hablar de Jesús y su uso de las Escrituras produjeron “una división respecto a él entre la muchedumbre”, y sus opositores no pudieron hacerle daño (Juan 7:32-46). ¿Cómo puedes imitar el ejemplo de Jesús si te hacen preguntas sobre tu fe? Responde utilizando la Biblia y hazlo “con genio apacible y profundo respeto” (1 Ped. 3:15). En caso de que no sepas la respuesta a cierta pregunta, admítelo y ofrécete a buscarla. Investiga el tema valiéndote del Índice de las publicaciones Watch Tower o del CD-ROM Watchtower Library. Si te preparas bien, ‘sabrás cómo dar una respuesta’.
4:16.
¿Por qué no es parte de la Biblia la carta a los cristianos de Laodicea?.
Tal vez porque no contenía información que fuera necesaria hoy día, o quizás porque mencionaba puntos que ya aparecían en otras cartas del canon bíblico.
4:17.
¿Qué responsabilidad tenemos los cristianos para con las personas que nos rodean?.
Los cristianos tenemos una enorme responsabilidad hacia las personas que nos rodean, pues las decisiones que tomen ahora significarán vida o muerte para ellas cuando llegue “la gran tribulación” (Eze 3:16-21; Apo 7:14). Proverbios 24:11 nos dice: “Libra a los que están siendo llevados a la muerte; y a los que van trastabillando a la matanza, ¡oh, que los retengas!”. Si no cumplimos con la responsabilidad de informar a la gente sobre la decisión que debe tomar, se nos podría considerar culpables de su muerte. De hecho, ese pasaje bíblico añade: “En caso de que digas: ‘¡Mira! No sabíamos de esto’, aquel mismo que está avaluando los corazones, ¿no lo discernirá?, y aquel mismo que está observando tu alma, ¿no lo sabrá, y ciertamente pagará al hombre terrestre conforme a su actividad?”. (Pro. 24:12).
1:2, 20. El rescate, una expresión de la bondad inmerecida de Dios, puede limpiar nuestra conciencia y darnos paz interior.
2:18, 23. Quien finge humildad para tratar de impresionar a los demás tal vez se prive de cosas materiales o trate su cuerpo con severidad, pero lo único que logra con esa “humildad ficticia” es demostrar que está “hinchado [...] por su disposición de ánimo carnal”.
DEJANDO atrás Éfeso, dos hombres viajaban hacia el este a través de Asia Menor a lo largo del río Meandro (Menderes). Cuando llegaron al afluente llamado Lico, en el país de Frigia, giraron al sudeste para seguir el río a través del valle rodeado de montañas. Ante ellos había una vista hermosa: fértiles dehesas verdes con grandes rebaños de ovejas. (Los productos de lana estaban entre las principales fuentes de ingresos de aquella región.*) Siguiendo por el valle, los viajeros dejaron atrás, a la derecha, la opulenta ciudad de Laodicea, centro de la administración romana para el distrito. A su izquierda, al lado opuesto del río, podían ver Hierápolis, famosa por sus templos y aguas termales. Había congregaciones cristianas en ambas ciudades y también en el pueblecito de Colosas, a unos 16 kilómetros (10 millas) valle arriba.
2 Los viajeros iban hacia Colosas. Ambos eran cristianos. Por lo menos uno de ellos conocía bien aquella región, pues era de Colosas. Su nombre era Onésimo, y era un esclavo que regresaba a su amo, quien era miembro de la congregación de aquel pueblo. El compañero de Onésimo era Tíquico, quien no era esclavo, y tanto Onésimo como Tíquico eran enviados del apóstol Pablo que llevaban una carta de él dirigida a los “fieles hermanos en unión con Cristo en Colosas”. No sabemos si alguna vez Pablo visitó Colosas. La congregación, compuesta principalmente de no judíos, probablemente fue fundada por Epafras, quien había trabajado entre ellos y ahora estaba con Pablo en Roma. (Col. 1:2, 7; 4:12.)
3 El apóstol Pablo fue el escritor de esta carta, como lo declara en sus palabras iniciales y las de conclusión. (1:1; 4:18). Su conclusión también declara que cuando la escribió se hallaba en prisión. Esto sería cuando estuvo en prisión en Roma por primera vez, c. 59-61 E.C., cuando escribió varias cartas de estímulo, entre ellas la carta a los colosenses, que fue despachada junto con la carta dirigida a Filemón. (Col. 4:7-9; File. 10, 23.) Parece que la carta a los de Colosas fue escrita más o menos al mismo tiempo que la carta a los efesios, pues muchas ideas y frases son iguales.
4 No hay base para dudar de la autenticidad de la carta a los colosenses. El que esta estuviera entre otras epístolas paulinas en el Papiro Chester Beatty núm. 2 (P46), de alrededor de 200 E.C., muestra que los cristianos primitivos la aceptaban como una de las cartas de Pablo. Su legitimidad queda atestiguada por las mismas autoridades primitivas que testifican de la autenticidad de las demás cartas paulinas.
5 ¿Qué impulsó a Pablo a escribir una carta a los colosenses? En primer lugar, Onésimo regresaba a Colosas. Epafras se había unido poco antes a Pablo, e indudablemente su informe sobre las circunstancias que había en Colosas fue otra razón para que se escribiera la carta. (Col. 1:7, 8; 4:12.) Cierto peligro amenazaba a la congregación cristiana colosense. Las religiones de aquel tiempo estaban desintegrándose, y constantemente se formaban nuevas religiones mediante fusionar o mezclar partes de las viejas. Había filosofías paganas que envolvían ascetismo, espiritismo y supersticiones relacionadas con idolatría, y estas, junto con la abstinencia de ciertos alimentos y la observancia de días entre los judíos, pueden haber influido en algunos de la congregación. Prescindiendo de cuál fuera la dificultad, parece que fue suficiente razón para que Epafras hiciera el largo viaje a Roma para ver a Pablo. No obstante, se ve que la congregación no estaba en peligro inmediato por el informe estimulante de Epafras en cuanto al amor y la firmeza que se desplegaban en ella. Al oír el informe, Pablo salió resueltamente en defensa del conocimiento exacto y de la adoración pura al escribir esta carta a la congregación colosense. Recalcó la superioridad que Dios había dado a Cristo frente a la filosofía pagana, la adoración de ángeles y las tradiciones judías.
6 Tengan fe en Cristo, cabeza de la congregación - (1:1–2:12) Después de los saludos de apertura de Timoteo y él, Pablo da gracias por la fe de los colosenses en Cristo, y por su amor. Han aprendido acerca de la bondad inmerecida de Dios como resultado de que Epafras predicara entre ellos las buenas nuevas. Desde el momento en que Pablo oyó el informe sobre ellos, no ha dejado de orar para que se llenen “del conocimiento exacto de [la voluntad de Dios] en toda sabiduría y comprensión espiritual, para que anden de una manera digna de Jehová” y “para que aguanten plenamente y sean sufridos con gozo” (1:9-11). El Padre los ha librado y los ha introducido en el “reino del Hijo de su amor”, quien es la imagen del Dios invisible, y mediante el cual y para el cual han sido creadas todas las cosas. Él es el Cabeza de la congregación y el primogénito de entre los muertos. Fue mediante la sangre de Jesús como a Dios le pareció bueno reconciliar todas las cosas nuevamente consigo, sí, incluso a los colosenses, que antes estaban alejados, “con tal que, por supuesto, continúen en la fe” (1:13, 23).
7 Para Pablo es un regocijo llegar a la plenitud de los sufrimientos del Cristo a favor de la congregación, de la cual llegó a ser ministro. Esto sucedió para que él predicara cabalmente a favor de ellos la palabra de Dios acerca del ‘secreto sagrado, las gloriosas riquezas del cual ha agradado a Dios ahora dar a conocer a sus santos’. ‘Es a Cristo a quien damos publicidad —dice Pablo—, amonestando y enseñando en toda sabiduría, a fin de que presentemos a todo hombre completo en unión con Cristo’ (1:26-28).
8 Pablo lucha a favor de los colosenses, los laodicenses y otros para que reciban consuelo y estén armoniosamente unidos en amor, con miras a que adquieran ‘un conocimiento exacto del secreto sagrado de Dios, a saber, Cristo, en quien están cuidadosamente ocultados todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento’. No quiere ver que otros los engañen con argumentos persuasivos; más bien, deben seguir andando en unión con Cristo, “arraigados y siendo edificados en él y siendo estabilizados en la fe”. Pablo ahora da una advertencia. “Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño según la tradición de los hombres” (2:2, 3, 7, 8).
9 Mueran para las obras de la carne, pero vivan para Cristo - (2:13–3:17) Aunque habían estado muertos en sus ofensas y su incircuncisión, Dios los ha vivificado junto con Cristo y ha borrado el documento manuscrito de la Ley, que estaba contra los judíos. “Por lo tanto, que nadie los juzgue” respecto a la Ley ni sus observancias, cosas que son solo una sombra de la realidad, Cristo. Además, si han muerto junto con Cristo para con las cosas elementales del mundo, ¿por qué se sujetan a los decretos: “No toques, ni gustes, ni palpes”, según los mandamientos y las enseñanzas de hombres? Una ostentosa forma autoimpuesta de adoración, humildad ficticia, tratamiento severo del cuerpo... estas prácticas no sirven de nada en cuanto a combatir los deseos de la carne (2:16, 21).
10 Más bien, aconseja Pablo: “Sigan buscando las cosas de arriba, donde el Cristo está sentado a la diestra de Dios. Mantengan la mente fija en las cosas de arriba, no en las cosas sobre la tierra”. Esto puede hacerse mediante desnudarse de la vieja personalidad y vestirse de la nueva personalidad, la cual por conocimiento exacto no hace distinción carnal entre el judío y el griego, porque “Cristo es todas las cosas y en todos”. Esto significa vestirse “como escogidos de Dios” de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia. Dice el apóstol: “Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes. Pero, además de todas estas cosas, vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión”. En palabra o en obra, todo debe hacerse “en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre mediante él” (3:1, 2, 11-14, 17).
11 Relaciones con otros - (3:18–4:18) En cuanto a las relaciones dentro de la familia, que las esposas estén sujetas a los esposos y que los esposos amen a sus esposas, que los hijos obedezcan a los padres y que los padres no exasperen a sus hijos. Los esclavos deben ser obedientes a sus amos con temor de Jehová, y los amos deben tratar a sus esclavos con justicia. Que todos perseveren en la oración y sigan andando en sabiduría para con los de afuera. Tíquico y Onésimo les relatarán personalmente las cosas relacionadas con Pablo y sus colaboradores por el Reino de Dios. Ellos envían saludos a Colosas, y Pablo también saluda a los hermanos de Laodicea y les pide que intercambien las cartas que él envía. Pablo escribe un saludo final de su propia mano: “Continúen teniendo presentes mis cadenas de prisión. La bondad inmerecida sea con ustedes” (4:18).
12 Podemos imaginarnos cuán rápidamente circularon entre los hermanos de Colosas las noticias de la llegada de los dos hermanos que habían llegado de Roma. Muy interesados, es posible que se congregaran en casa de Filemón para oír la lectura de la carta de Pablo. (File. 2.) ¡Qué refrescantes verdades suministró en cuanto a cuál es, exactamente, la posición de Cristo, y lo necesario que es obtener conocimiento exacto! ¡Con cuánta claridad fueron puestas en su lugar las filosofías de hombres y las tradiciones judías, y se ensalzaron la paz y la palabra de Cristo! Aquí había algo que alimentaba la mente y el corazón de toda persona de la congregación: los superintendentes, los esposos, las esposas, los padres, los hijos, los amos, los esclavos. Ciertamente hubo buen consejo para Filemón y Onésimo mientras estos volvían a la relación de amo y esclavo. ¡Qué magnífica dirección se dio a los superintendentes en cuanto a hacer que el rebaño vuelva a la doctrina correcta! ¡Cómo avivaron las palabras de Pablo el aprecio de los colosenses a su privilegio de trabajar de toda alma como para Jehová! Y el consejo edificante que se dio a los colosenses respecto a librarse de los pensamientos y prácticas esclavizadores del mundo queda como un mensaje vivo para la congregación de hoy. (Col. 1:9-11, 17, 18; 2:8; 3:15, 16, 18-25; 4:1.)
13 Se da excelente consejo para el ministro cristiano en Colosenses 4:6: “Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno”. Las palabras verídicas llenas de gracia resultarán apetecibles para las personas de corazón sincero y les serán de provecho duradero. Además, la oración del cristiano despierto, expresada desde un corazón lleno de aprecio, traerá abundantes bendiciones de Jehová: “Sean perseverantes en la oración, y permanezcan despiertos en ella con acción de gracias”. ¡Y qué gozo y refrigerio edificante hay en la asociación cristiana! ‘Sigan enseñándose y amonestándose unos a otros —dice Pablo—, cantando en sus corazones a Jehová’ (4:2; 3:16). Usted hallará muchas otras joyas de instrucción sana y práctica al escudriñar la carta a los colosenses.
14 Sobre las observancias de la Ley, la carta dice: “Esas cosas son una sombra de las cosas por venir, pero la realidad pertenece al Cristo” (2:17). Es esa realidad del Cristo lo que se destaca en Colosenses. A menudo la carta hace referencia a la esperanza gloriosa que se reserva en los cielos para los que están en unión con Cristo (1:5, 27; 3:4). Estos pueden agradecer profundamente que el Padre ya los haya librado de la autoridad de la oscuridad y los haya trasladado “al reino del Hijo de su amor”. Así han llegado a estar sujetos a Aquel que es “la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación; porque por medio de él todas las otras cosas fueron creadas en los cielos y sobre la tierra, las cosas visibles y las cosas invisibles, no importa que sean tronos, o señoríos, o gobiernos, o autoridades”. Este está eminentemente capacitado para gobernar con justicia en el Reino de Dios. De modo que Pablo exhorta a los cristianos ungidos: “Sin embargo, si ustedes fueron levantados con el Cristo, sigan buscando las cosas de arriba, donde el Cristo está sentado a la diestra de Dios” (1:12-16; 3:1).
Carta inspirada del apóstol Pablo a los cristianos de Colosas. Es el duodécimo libro de las Escrituras Griegas Cristianas, según el orden en el que aparece en la mayoría de las versiones españolas modernas de la Biblia. Pablo se identifica a sí mismo como el escritor de esta carta inspirada encabezándola con las siguientes palabras: “Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y Timoteo nuestro hermano, a los santos y fieles hermanos en unión con Cristo en Colosas”. (Col 1:1, 2.) El saludo de conclusión, escrito ‘de su propia mano’, es otro dato que prueba que el apóstol fue el escritor. (Col 4:18.)
Hay bastante similitud entre la carta a los Colosenses y la carta a los Efesios, otro de los escritos de Pablo. Aunque estas semejanzas tal vez se deban al poco tiempo que medió entre la escritura de ambas cartas, así como a la posibilidad de que en las dos ciudades se diesen circunstancias similares, si se acepta a Pablo como el escritor de la carta a los Efesios también debería reconocérsele como escritor de la carta a los Colosenses. (Por ejemplo, compárense Col 1:24-29 con Ef 3:1-7; Col 2:13, 14 con Ef 2:1-5, 13-16; Col 2:19 con Ef 4:16; Col 3:8-10, 12, 13 con Ef 4:20-25, 31, 32; Col 3:18-25; 4:1 con Ef 5:21-23; 6:1-9.) Por otra parte, la inclusión de la carta a los Colosenses en el Papiro de Chester Beatty núm. 2 (P46, c. 200 E.C.) junto con otras cartas de Pablo muestra claramente que para los cristianos primitivos esta carta era uno de los escritos inspirados de Pablo.
Hubo dos razones que al parecer impulsaron a Pablo a escribir su carta a los Colosenses. En primer lugar, Epafras le había informado del estado espiritual de la congregación. Si bien parte del informe le dejó preocupado, en él también se recogían buenas noticias, pues Pablo dijo que Epafras ‘les había dado a conocer el amor de ellos en sentido espiritual’. (Col 1:7, 8.) Aunque había problemas en la congregación, la situación no era crítica y muchos aspectos merecían alabanza. La otra razón era que Onésimo, el esclavo de Filemón, iba a volver a su amo en Colosas, de modo que Pablo querría aprovechar esta circunstancia para enviar su carta a la congregación de aquella ciudad por medio de Onésimo y su compañero Tíquico. (Col 4:7-9.)
Dónde y cuándo se escribió. No se especifica dónde estaba Pablo cuando escribió a los colosenses. Algunos creen que lo hizo desde Éfeso. No obstante, la carta indica que el apóstol estaba en prisión (Col 1:24; 4:10, 18), y en ningún lugar de las Escrituras se dice que estuviera encarcelado en Éfeso. Los comentarios que Pablo hace en Col 4:2-4, 11 parecen encajar mejor con las circunstancias del apóstol durante su primer encarcelamiento en Roma (c. 59-61 E.C.). Es cierto que Pablo estuvo en prisión en Cesarea (Hch 23:33-35) y que Félix ordenó que se le permitiese cierta libertad (Hch 24:23); sin embargo, esta no llegó al grado de la que Pablo disfrutó durante su primer encarcelamiento en Roma, donde permaneció dos años en su propia casa alquilada y pudo predicar el reino de Dios a los que le visitaban. (Hch 28:16, 23, 30, 31.)
Otro factor que parece indicar que la carta se escribió en Roma es que Onésimo estaba presente en el lugar donde Pablo la redactó e iba a acompañar a Tíquico cuando la llevara a Colosas. Obviamente, Roma, con su numerosa población, era un refugio muy apropiado para un esclavo fugitivo, como era el caso de Onésimo. La carta a los Colosenses debió escribirse casi al mismo tiempo que la carta a Filemón. Tíquico y Onésimo fueron portadores de ambas cartas y se las entregaron a sus destinatarios. (Flm 10-12.) En vista de que en su carta a Filemón (vs. 22) Pablo expresa la esperanza de ser liberado, se puede deducir que, al igual que la de Filemón, la carta a los Colosenses se escribió hacia el fin del primer encarcelamiento de Pablo en Roma.
Pablo combate puntos de vista falsos. Los falsos maestros estaban promoviendo en Colosas una filosofía engañosa. Se colocaba el énfasis en la observancia de ordenanzas de la ley mosaica y se instaba a la práctica del ascetismo. El apóstol Pablo advirtió a los cristianos colosenses que estuvieran vigilantes para que nadie se los llevase “como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo”. (Col 2:8.) También instó a sus compañeros creyentes a que no permitiesen que nadie los juzgase en el comer y en el beber “o respecto de una fiesta, o de una observancia de la luna nueva, o de un sábado; porque esas cosas son una sombra de las cosas por venir, pero la realidad pertenece al Cristo”. (Col 2:16, 17.) Presentó la humildad ficticia como lo que en realidad era, y censuró el ascetismo diciendo: “Esas mismísimas cosas, en verdad, tienen una apariencia de sabiduría en una forma autoimpuesta de adoración y humildad ficticia, un tratamiento severo del cuerpo; pero no son de valor alguno en combatir la satisfacción de la carne”. (Col 2:20-23.)
Pablo destacó la posición de superioridad que Dios ha otorgado a Cristo. (Col 1:13-20.) Esta verdad contrarrestaría la filosofía pagana y la tradición judía, así como otra práctica: “una forma de adoración de los ángeles”. (Col 2:18.) Las Escrituras no especifican si los que dieron lugar a esta última práctica pretendían imitar una forma de adoración supuestamente angélica, si imitaban una actitud de piedad atribuida a los ángeles o si en realidad los adoraban.
Carta que enfatiza el aprecio por la posición que Dios ha otorgado a Cristo como medio de contrarrestar puntos de vista y prácticas equivocados |
Aprecio por la posición de Cristo - (1:1–2:12)
★Encomio por la fe relacionada con Cristo y el amor a todos los santos, con quienes comparten la esperanza celestial
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La ley mosaica se ha quitado del camino mediante Cristo - (2:13-23)
★Dios clavó figurativamente el pacto de la Ley al madero de tormento en el que murió Jesús
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Pónganse la nueva personalidad y sométanse a la autoridad de Cristo - (3:1-17)
★Busquen las cosas de arriba, no las de la tierra
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El aprecio a Dios y a Cristo debería influir en las relaciones personales - (3:18–4:18)
★Las esposas, los esposos, los hijos, los esclavos y los amos no deben cumplir sus responsabilidades para agradar a hombres, sino por temor a Jehová, reconociendo que Cristo es nuestro Amo en el cielo
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