Primero de los cuatro profetas mayores seguido por los profetas hasta Daniel.
Estaba casado con la que el llamó “la profetisa” (Isaías 8:3).
Isaías y su esposa tuvieron por lo menos dos hijos, ambos con nombres de significado profético.
El primogénito, Sear-jasub, acompañó a su padre cuando este comunicó mensajes divinos al malvado rey Acaz (Isaías 7:3)
★“VEZ TRAS VEZ”: Isaías declaró con paciencia y celo los mensajes de advertencia de Jehová. La estructura hebrea de las palabras de Dios que se acaban de citar sustenta la idea de que las proclamaciones del profeta que el pueblo oyó “vez tras vez” tuvieron una “duración prolongada”. (Gesenius’ Hebrew Grammar.) (w94 15/9 17 párr. 6)
Debido a que los judíos han decidido no ver realmente, ni oír, etc., y se hicieron tercos, Jehová decidió quitarles lo poco que tenían de fe (Pr 29:1; Mt 13:12; Jn 13:27; Ro 1:28; Apo 3:15) acelerando su destino. Al dirigirse a ellos Jesús por medio de parábolas fue una forma de lograr este fin. En lo espiritual es imposible permanecer estancado. Una persona gana o pierde; o avanza o declina. Al que tiene, le será dado, al que no la aprecia y la cuida, lo poco que le quede lo pierde.
Isaías 9:6
★ “Regir principesco”.
O: “el principado; el regir como príncipe”. Heb.: ham·mis·ráh; Gr.: he ar·kjé; lat.: prin·ci·pá·tus. Solamente aquí y en el v. 6 aparece esta expresión.
Isaías 13:21
★ Demonios de forma de cabra.
O: “criaturas peludas (velludas)”, MVg; TLXXSy: “demonios”. Compárese con Le 17:7, n: “Cabra”; 2Cr 11:15, n.
Los griegos antiguos creían que el dios Pan era dios de los rebaños y de los pastores. Según la mitología griega, cuando Pan nació ya era adulto, tenía cuernos, barba, pies de cabra y cola. En las obras de arte es representado como una criatura voluptuosa y sensual que está bailando. Cuando surgió el Imperio Romano, Roma adoptó a Pan como su dios bajo el nombre Fauno, también llamado Luperco. Según se afirmaba, su esposa, Luperca, en forma de loba, había criado a Rómulo y Remo, fundadores y edificadores de la antigua ciudad de Roma.
“Protegerás a los que se apoyan por completo en ti”. Esta parte del versículo habla de los que se han propuesto firmemente confiar siempre en Jehová. a Los que confían en Dios reconocen que dependen de él. Por ejemplo, cuando van a tomar decisiones importantes, no confían en su propio criterio. Al contrario, toman en cuenta lo que Dios piensa en todo lo que hacen (Proverbios 3:5, 6). Para averiguar lo que Dios opina de un asunto, leen con cuidado su Palabra, la Biblia, y reflexionan con detenimiento en lo que acaban de leer (Salmo 1:2; 119:15). Y, al pasar por situaciones muy difíciles, acuden a Jehová y le oran con sinceridad para que los ayude (Salmo 37:5; 55:22). Así demuestran que confían en Dios, y a su vez Dios les da paz.
“Les darás una paz constante”. En el texto original, la palabra hebrea para “paz” aparece dos veces. Eso se hace para dar énfasis. A fin de transmitir esa misma fuerza, aquí esta palabra se traduce con expresiones como “paz constante”, “perfecta paz” o “completa paz”. En otras palabras, los que confían completamente en Jehová disfrutan de paz interior, un sentimiento de calma que no depende de sus circunstancias (Salmo 112:7; 119:165). Depende de tener una amistad estrecha con Jehová y de esforzarse por hacer las cosas que a él le gustan (Proverbios 3:32; Isaías 48:18).
Que los siervos de Dios sientan esta “paz constante” no significa que Dios los proteja de todos los problemas ni que nunca sientan ansiedad (1 Samuel 1:6, 7; Job 6:1, 2; Salmo 31:9). Más bien, significa que él los ayuda a enfrentarse a los problemas (Isaías 41:10, 13). Responde sus oraciones dándoles sabiduría, fuerzas y consuelo (Salmo 94:19; Proverbios 2:6; Isaías 40:29). Por eso, pueden mantener la calma incluso en los momentos más difíciles (Filipenses 4:6, 7).
El profeta Isaías vivió en el siglo octavo antes de nuestra era. En esa época, en el reino de Judá había muchos que ya no servían fielmente a Jehová. Como no cambiaron, Jehová permitió que la capital del reino, Jerusalén, fuera destruida muchos años después, en el 607 a. E.C.Pero más de 100 años antes de la destrucción, Isaías escribió la canción profética de alabanza a Jehová registrada en el capítulo 26 (Isaías 26:1-6). La canción hablaba de que, en el futuro, una ciudad de la tierra de Judá —al parecer Jerusalén— sería restaurada.
La ciudad de Jerusalén comenzó a reconstruirse en el año 537 a. E.C.. Después de la reconstrucción, los judíos fieles que regresaron pudieron sentirse seguros y decir: “Tenemos una ciudad fuerte” (Isaías 26:1). Sin embargo, lo que hacía que la ciudad fuera fuerte no eran sus grandes murallas. La seguridad de la ciudad dependía de que Jehová la bendijera y la protegiera (Isaías 26:2).
Lo mismo pasa hoy. Los que confían completamente en Jehová se sienten seguros porque para ellos él es su Roca, su refugio (Isaías 26:4).
Isaías 26:20
★ Entra en tus cámaras.
En lugares de retiro seguro, de protección espiritual donde la tormenta de indignación sobre tus enemigos no te alcanzará ni afectará. (Compare con Sl 15:1, 2; 27:5; 31:20; 91:1; 121:5; Pr 7:27; 24:4; Lu 16:9; Apo 2:10)
★ Escóndete.
No te mezcles en las escenas de batalla, para que no participes de la calamidad general.
★ Por un breve momento.
Lo que implica que la guerra no durará mucho. Babilonia fue tomada en una sola noche, y el llamado aquí es que el pueblo de Dios esté tranquilo mientras esta batalla se libra.
★ Hasta que la furia haya pasado.
La tormenta de la indignación de Dios contra sus enemigos. Luego los justos podrían regresar con seguridad a su propia tierra.
Isaías 30:21
★ “Una palabra detrás de ti”.
Habla de Jehová como si fuera detrás de su pueblo indicándole el camino que debe seguir. Según algunos biblistas, esta expresión pudiera basarse en la costumbre de los pastores de ir algunas veces detrás del rebaño, guiándolo con sus gritos para que no se descarríe. ¿Qué aplicación tiene esta imagen a nuestro caso? Pues bien, cuando buscamos la guía de la Palabra de Dios, leemos palabras que se escribieron hace milenios. Es como si estas vinieran desde atrás en el tiempo; no obstante, son tan pertinentes hoy como lo fueron entonces. Los consejos de la Biblia pueden orientarnos en la toma de decisiones cotidianas y ayudarnos a planear el curso de nuestra vida en los años por venir (Salmo 119:105). Cuando buscamos dichos consejos con todo el corazón y los ponemos por obra, Jehová se convierte en nuestro Guía; en efecto, andamos con él. (w05 1/11 23 párr. 10)
Isaías Cap. 35
★ Doble cumplimiento.
Este capítulo tiene dos cumplientos, uno en 537 a.E.C. y otro actual; El capíulo 65 es paralelo.
Isaías 35:8
★ “Y de ninguna manera pasará por allí el inmundo”.
Ningún camino inmundo habrá allí. Pero los dispersados andarán sobre ella y de ninguna manera se extraviarán, LXX; Sy: “Y ninguna inmundicia pasará por ella. Y no habrá camino además de ella, y los tontos mismos no vagarán por allí”; Vgc: “Ningún contaminado pasará sobre ella, y esta será para ti un camino directo, de modo que los tontos no cometan error en ella”.
El círculo es una región del plano delimitada por una circunferencia y, por tanto, tiene asociada un área. A veces se utiliza indistintamente círculo por circunferencia siendo esta última su borde, es decir, la curva perimetral que lo determina y que solo posee longitud. 2. Circunferencia, curva cerrada cuyos puntos equidistan del centro.
En el siglo VIII a.E.C., cuando predominaba la idea de que la Tierra era plana, siglos antes de que los filósofos griegos formularan la teoría de que probablemente era esférica, y miles de años antes de que los seres humanos la vieran como un globo desde el espacio, el profeta hebreo Isaías escribió estas palabras con asombrosa sencillez.
La palabra hebrea jugh, que se traduce aquí “círculo”, también se pudiera verter “esfera” (A Concordance of the Hebrew and Chaldee Scriptures, por B. Davidson). Además, el “círculo” del horizonte de la Tierra se ve claramente desde el espacio exterior, y a veces desde aviones que vuelan a grandes alturas.
Otras versiones de la Biblia leen “globo de la tierra” (Evaristo Martín Nieto y Franquesa-Solé) y “orbe terrestre” (Biblia de Jerusalén).
Como se ve, la Biblia no estuvo bajo la influencia del concepto erróneo de una Tierra plana, que era el punto de vista general cuando la Biblia fue escrita. La Biblia fue exacta, aun cuando hasta el siglo XV era un dogma científico aceptarlo.
Isaías 40:22
★ “Extender”
El astrónomo estadounidense Edwin Hubble (1889-1953) advirtió que el corrimiento hacia el rojo de la luz de galaxias distantes indicaba que el universo se estaba expandiendo y que, por lo tanto, tuvo un principio.
Génesis 1:6-8 describió la bóveda celeste como una “expansión” (Traducción del Nuevo Mundo) o “firmamento” (Nácar-Colunga). La palabra “firmamento” viene del latín firmare,que significa dar consistencia, hacer firme o sólido. Jerónimo usó esta expresión en la Vulgatalatina para traducir la palabra hebrea raqia, que, por el contrario, significa “superficie extendida,” “expansión.” Según T. Moreux, quien fue jefe del observatorio de Bourges, Francia, “esta expansión, que para nosotros constituye el cielo, se designa en el texto hebreo con una palabra que la versión de los Setenta [griega], que recibió influencia de las ideas cosmológicas que eran comunes en aquel tiempo, tradujo stereoma, firmamento, dosel sólido. Moisés no transmite tal idea. La palabra hebrea raqiasolo comunica la idea de extensión o, mejor aún, expansión.” Por lo tanto, la Biblia ha descrito con gran exactitud la expansión o atmósfera que está sobre nosotros. (w81 15/4 10)
Algunas traducciones usan la palabra “firmamento” en lugar de “expansión”. Con esto como base se presenta el argumento de que el relato de Génesis copió ideas de los mitos de la creación que representan a este “firmamento” como una bóveda o cúpula metálica. Pero la Versión Moderna y la Versión Valera usan “expansión”. Esto se debe a que la palabra hebrea raqía‘, traducida “expansión”, significa estirar o extender o expandir. (ce 28 párr. 12)
“Los que ponen su esperanza en Jehová recobrarán las fuerzas”. Dios les da fuerzas a todos los que confían en que él puede y quiere ayudarlos (Proverbios 3:5, 6). Y una manera de hacerlo es dándoles su espíritu santo o fuerza activa (Lucas 11:13).
“Alzarán el vuelo como si tuvieran alas de águila”. Las águilas aprovechan las corrientes de aire caliente, que se llaman térmicas, para elevarse y planear. Cuando encuentran una corriente de este tipo, extienden las alas y planean en círculos para elevarse. Van pasando de una corriente a otra, y esto les permite estar durante horas en el aire y consumir muy poquita energía hasta que llegan a su destino. Este ejemplo de la naturaleza nos ayuda a entender todo lo que puede hacer el poder de Dios para ayudar a una persona.
“Correrán y no se agotarán”. Los problemas de la vida pueden consumirnos tanto física como emocionalmente. Pero, con el poder de Dios, podemos seguir adelante. Ese poder nos da las fuerzas para hacer lo correcto, sin importar lo difíciles que se pongan las cosas. El apóstol Pablo, que pasó por problemas muy difíciles, dijo: “Tengo fuerzas para todo gracias a aquel que me da poder” (Filipenses 4:13).
Dios hizo que el profeta Isaías escribiera estas palabras en el siglo octavo antes de nuestra era. Esta promesa anima a todos los siervos de Dios, pero probablemente fue escrita para animar a los judíos que iban a estar exiliados en Babilonia durante 70 años. Cuando regresaron a su tierra, vieron cómo se cumplieron estas palabras (Isaías 40:1-3). Dios les dio las fuerzas para hacer aquel viaje tan largo y difícil —desde Babilonia hasta Jerusalén— en el 537 a. E.C. (Isaías 40:29).“Estoy contigo”. Jehová les dice a sus siervos que no deben tener miedo. No están solos; él sabe por lo que están pasando, escucha sus oraciones. Es como si estuviera allí mismo con ellos (Salmo 34:15; 1 Pedro 3:12).
“Yo soy tu Dios”. Jehová tranquiliza a sus siervos recordándoles que él sigue siendo su Dios y que cuentan con su aprobación. Pueden estar seguros de que, pase lo que pase, nada impedirá que él cuide de ellos (Salmo 118:6; Romanos 8:32; Hebreos 13:6).
“Yo te daré fuerzas. Sí, yo te ayudaré. Con mi mano derecha de justicia, de veras te sostendré”. Para que a sus siervos les quede claro que pueden contar con su ayuda, Jehová repite la misma idea de tres maneras diferentes. Habla de su “mano” para que se imaginen lo que él hace cuando lo necesitan. Si alguno de ellos se cae, Dios extiende su mano derecha y lo levanta (Isaías 41:13).
Una de las principales maneras en las que Dios ayuda y fortalece a sus siervos es con la Biblia (Josué 1:8; Hebreos 4:12). En ella Dios nos da consejos muy prácticos para enfrentar problemas como la pobreza, la enfermedad o la muerte de alguien a quien amamos (Proverbios 2:6, 7). Dios también usa su espíritu santo, o poder, para ayudar a sus siervos a pensar con claridad y a no dejar que los problemas los abrumen (Isaías 40:29; Lucas 11:13).
Con estas palabras, Dios consoló a los judíos fieles que más tarde fueron llevados cautivos a Babilonia. Jehová había predicho que hacia el final del destierro habría informes sobre un conquistador que amenazaría a Babilonia y acabaría con las naciones vecinas (Isaías 41:2-4; 44:1-4). Mientras que Babilonia y las naciones vecinas estarían muertas de miedo, los judíos no tendrían de qué preocuparse porque Jehová los protegería. Para que se sintieran seguros les dijo tres veces “no tengas miedo” (Isaías 41:5, 6, 10, 13, 14).Es verdad que las palabras de Isaías 41:10 iban dirigidas a los judíos fieles desterrados en Babilonia, pero Jehová las conservó para consolar a todos sus siervos (Isaías 40:8; Romanos 15:4). Jehová ayudó a sus siervos en el pasado y lo sigue haciendo hoy.
Dios eligió su propio nombre, que se suele traducir al español como “Jehová” (Éxodo 3:14, 15). Aunque su nombre aparece casi 7.000 veces en el Antiguo Testamento (Escrituras Hebreoarameas), muchas Biblias lo reemplazan con el título SEÑOR (en mayúsculas). Encontramos un ejemplo de esto en Salmo 110:1, donde hay una profecía que hace referencia tanto a Jehová como a Jesús. En La Biblia de las Américas, leemos: “Dice el SEÑOR a mi Señor” (Hechos 2:34-36). En cambio, la Traducción del Nuevo Mundo pone el nombre de Dios en donde tiene que ir y así queda claro quién es quién en ese versículo. Dice: “Jehová le declaró a mi Señor: ‘Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos como banquillo para tus pies’”.
Algunos expertos dicen que el nombre de Dios significa “él hace que llegue a ser”. Solo el Dios verdadero puede estar a la altura de ese nombre, pues solo él puede hacer que él mismo o su creación llegue a ser lo que haga falta para cumplir su propósito.
Jehová es nuestro Creador y el único Dios verdadero, así que se merece que lo adoremos solo a él. No hay absolutamente nada ni nadie más que tenga derecho a recibir nuestra adoración, y eso incluye a los ídolos y las imágenes (Éxodo 20:2-6; 34:14; 1 Juan 5:21).
En los primeros versículos del capítulo 42 de Isaías, Jehová predijo la misión que llevaría a cabo su “elegido”. Dijo que ese siervo elegido, que contaría con su aprobación, se encargaría de traer “justicia a las naciones” (Isaías 42:1). Hablando de esta promesa, Dios mencionó: “Ahora les anuncio cosas nuevas. Antes de que empiecen a ocurrir, se las revelo a ustedes” (Isaías 42:9). La profecía sobre el “elegido” empezó a ocurrir —o se cumplió— siglos más tarde, cuando el Mesías o Cristo apareció y llevó a cabo su ministerio aquí en la Tierra (Mateo 3:16, 17; 12:15-21).
Isaías 61:8
★ “Junto con la injusticia”
Por un leve cambio de puntos vocálicos de M en concordancia con LXX y cinco mss heb.; Sy: “y la injusticia”; MVg: “en el holocausto entero”.