1. Adaya, Descendiente de Guersón.
2. Adaya, Benjamita, hijo de Simeí.
3. Adaya, Padre de Maaseya.
4. Adaya, Padre de Jedidá.
5. Adaya, Hijo de Joiarib, de la tribu de Judá.
6. Adaya, Sacerdote que moraba en Jerusalén.
7. Adaya, Israelita que se divorció de sus esposas extranjeras.
8. Adaya, Otro israelita que despidió a sus esposas extranjeras.
1. Adaya, Descendiente de Guersón, uno de los hijos de Leví, y antepasado de Asaf. (1Cr 6:39-43.)
2. Adaya, Benjamita, hijo de Simeí. (1Cr 8:1, 21.)
3. Adaya, Padre de Maaseya, uno de “los jefes de centenas” que ayudaron al sacerdote Jehoiadá a derrocar el gobierno inicuo de Atalía y colocar a Jehoás sobre el trono de Judá. (2Cr 23:1.)
4. Adaya, Padre de Jedidá, quien a su vez fue madre del rey Josías. (2Re 22:1.) Era nativo de la ciudad de Bozqat, ubicada en la Sefelá, en el territorio de Judá. (Jos 15:21, 33, 39.)
5. Adaya, Hijo de Joiarib, de la tribu de Judá. (Ne 11:4, 5.)
6. Adaya, Sacerdote que moraba en Jerusalén después del regreso del exilio babilonio, hijo de Jeroham. (1Cr 9:10-12; Ne 11:12.)
7. Adaya, Israelita que se divorció de sus esposas extranjeras y despidió a sus hijos después del exilio babilonio, descendiente de Baní. (Esd 10:29, 44.)
8. Adaya, Otro israelita que despidió a sus esposas extranjeras e hijos, descendiente de Binuí. (Esd 10:38, 39, 44.)
Benjamita antepasado del rey Saúl. (1Sa 9:1, 2.)
1. Anat, Padre de Samgar, uno de los jueces de Israel.
2. Anat, Una de las tres deidades cananeas principales.
1. Anat, Padre de Samgar, uno de los jueces de Israel. (Jue 3:31; 5:6.)
2. Anat, Una de las tres deidades cananeas principales. Figura en la mitología como hermana y esposa de Baal y como símbolo de la lascivia sexual y de la guerra. No hay ninguna prueba de que el nombre del padre de Samgar obedeciese al de la diosa, aunque las apostasías de Israel durante aquel período bien pudieron haber dado lugar a una circunstancia como esa. (Compárese con el caso de Gedeón, mencionado en Jue 6:25-27.)
Uno de los dos hijos que le dio a Saúl su concubina Rizpá. Con el fin de expiar la culpa de sangre de Saúl, siete de sus hijos, entre ellos Armoní, fueron entregados a los gabaonitas, quienes les dieron muerte y expusieron los cadáveres en una montaña. Hasta que David mandó que se enterraran los huesos, Rizpá los vigiló para que no se posaran sobre ellos ni las aves ni las fieras. (2Sa 21:5-14.)
Diosa cananea a la que a menudo se considera la esposa de Baal. Suele estar representada como una mujer desnuda con órganos sexuales toscamente exagerados. La adoración a esta diosa estaba muy difundida entre diversos pueblos de la antigüedad, y el nombre Astoret, en sus diferentes formas, llegó a ser común. Su equivalente griego es Astarté. Si bien Astoret debió ser principalmente una diosa de la fertilidad, parece que los filisteos la consideraban una diosa de la guerra, pues cuando consiguieron derrotar al rey Saúl, pusieron su armadura en el templo de las imágenes de Astoret. (1Sa 31:10.) Las prácticas cultuales en honor a Astoret que tuvieron una mayor incidencia fueron las orgías sexuales, realizadas en templos o en lugares altos dedicados al culto a Baal; en esas orgías oficiaban prostitutas y prostitutos. (Véase Canaán - [Israel conquista Canaán].)
La adoración a Astoret posiblemente ya existía en Canaán para el tiempo de Abrahán, puesto que una de las ciudades tenía el nombre “Asterot-qarnaim”. (Gé 14:5.) En las Escrituras también se menciona una ciudad llamada Astarot, donde moraba Og, el gigantesco rey de Basán. El nombre de esa ciudad parece indicar que fue un centro de adoración a Astoret. (Dt 1:4; Jos 9:10; 12:4.)
La forma singular `asch·tó·reth (Astoret) aparece por primera vez en la Biblia con referencia a la apostasía del rey Salomón hacia la parte final de su reinado. Para ese tiempo los israelitas empezaron a adorar a la Astoret de los sidonios. (1Re 11:5, 33.) En singular solo aparece una vez más, y es en conexión con el rey Josías, cuando derribó los lugares altos que Salomón había edificado a Astoret y a otras deidades. (2Re 23:13.) El plural `asch·ta·róhth (“imágenes de Astoret”, NM; “Astartés”, BJ) probablemente se refiere a las imágenes de esta diosa pagana. (Jue 2:13; 10:6; 1Sa 7:3, 4. Véase Antiguos dioses griegos y romanos)
¿Qué origen tienen la Pascua Florida y las costumbres relacionadas con esta?
The Encyclopædia Britannica comenta: “No hay en el Nuevo Testamento, ni en los escritos de los Padres apostólicos, indicación alguna de que se celebrara la fiesta de la Pascua Florida. La santidad de tiempos especiales no era idea que existiera en la mente de los primeros cristianos” (1910, tomo VIII, pág. 828).
The Catholic Encyclopedia nos dice: “Muchísimas costumbres paganas, que celebraban el retorno de la primavera, fueron moviéndose inexorablemente hacia la Pascua Florida. El huevo es el emblema de la vida que germina en la primavera temprana. [...] El conejo es un símbolo pagano y siempre ha sido emblema de fecundidad” (1913, tomo V, pág. 227).
El libro The Two Babylons (Las dos Babilonias), de Alexander Hislop, declara: “¿Qué significa en sí el término Easter [nombre que se da en inglés a la Pascua Florida]? No es un nombre cristiano. Lleva en su mismísima frente su origen caldeo. Easter no es otra cosa que Astarté, uno de los títulos de Beltis, la reina del cielo, cuyo nombre, [...] tal como lo encontró Layard en los monumentos asirios, es Istar. [...] Esta es la historia de Easter. Las observancias populares que aún acompañan el período de su celebración confirman ampliamente el testimonio de la historia respecto a su carácter babilónico. Los panecillos calientes que llevan una cruz encima y caracterizan el Viernes Santo, y los huevos pintados del Domingo de Pascua, figuraban en los ritos caldeos al igual que figuran en los de ahora” (Nueva York, 1943, págs. 103, 107, 108; compárese con Jeremías 7:18).
1. Ayá, El primer hijo que se menciona de los dos que tuvo el jeque heveo Zibeón.
1. Ayá, El primer hijo que se menciona de los dos que tuvo el jeque heveo Zibeón; tío de Oholibamá, una de las esposas de Esaú. (Gé 36:2, 20, 24, 29; 1Cr 1:40.)
2. Ayá, Padre de Rizpá, concubina de Saúl. Los dos nietos que recibió de esta unión fueron ejecutados. (2Sa 3:7; 21:8-11.)
Hijo de Mesulam y padre de Safán, el secretario del rey Josías. (2Re 22:3; 2Cr 34:8.)
1. Carmí, Hijo de Rubén y hermano de Hanok, Palú y Hezrón.
1. Carmí, Hijo de Rubén y hermano de Hanok, Palú y Hezrón; antepasado de los carmitas. Carmí fue a Egipto con el resto de la casa de Jacob. (Gé 46:9; Éx 6:14; Nú 26:6; 1Cr 5:3.)
★Carmitas
(De [Pertenecientes a] Carmí).
Familia que descendió de Carmí, uno de los hijos de Rubén. (Nú 26:5, 6.)
2. Carmí, Padre de Acán; descendiente de Judá y Tamar a través de Zérah y Zabdí. (Jos 7:1, 18.) Debe entenderse que la designación “hijos de Judá” que aparece en 1 Crónicas 4:1, entre quienes se cita a Carmí, incluye a descendientes posteriores de Judá. (Compárese con 1Cr 2:4-7.)
1. Colhozé, Israelita; su hijo Salún ayudó a reparar los muros de Jerusalén en los días de Nehemías. (Ne 3:15.)
2. Colhozé, Hijo de Hazaya, de la tribu de Judá. (Ne 11:4, 5.) Quizás el mismo que el núm. 1.
1. Galaad, Hijo de Makir y nieto de Manasés. Antepasado de los yezeritas y helequitas. (Nú 26:29, 30; 27:1; Jos 17:1, 3; 1Cr 2:21, 23; 7:14-17.)
2. Galaad, Gadita que se menciona en la lista genealógica de Abiháil. (1Cr 5:11-14.)
3. Galaad, Padre de Jefté. (Jue 11:1, 2.)
4. Galaad, Término geográfico que se emplea de diversas maneras en la Biblia. En un sentido estricto, el término Galaad hacía referencia a la región montañosa que se eleva como una cúpula al E. del río Jordán y se extiende hacia el N. y hacia el S. del valle torrencial de Jaboq. (Jos 12:2.) Esta región limitaba al N. con Basán; al S., con la meseta situada al N. del valle torrencial de Arnón, y al E., con el territorio de Ammón. (Dt 2:36, 37; 3:8-10.) Sin embargo, “Galaad”, o la “tierra de Galaad”, en algunas ocasiones aplicaba a todo el territorio israelita que estaba al E. del Jordán, incluyendo Basán y la meseta que quedaba al N. del Arnón. (Jos 22:9; Jue 20:1, 2; 2Sa 2:9; 2Re 10:32, 33; véase Galeed.)
Por lo visto se pensaba que Galaad constaba de dos partes. Aunque en Números 32:40 solo se llama Galaad al territorio asignado a la media tribu de Manasés, en otros lugares se le denomina más específicamente “remanente de Galaad” (Dt 3:13) o la “mitad de Galaad”. (Jos 13:31.) De igual manera, el territorio combinado de Gad y Rubén, al S. de la zona que recibió la media tribu de Manasés, se llamaba con más precisión “la mitad de la región montañosa de Galaad”. (Dt 3:12.) No obstante, a veces también se llamaba a esta zona simplemente Galaad, al igual que la porción asignada a Gad, donde estaba situada la ciudad de refugio de Ramot. (Nú 32:29; Jos 13:24, 25; 21:38.)
Galaad se eleva desde unos 210 m. bajo el nivel del mar en el valle del Jordán, hasta una altitud de más de mil metros. Por sus abundantes precipitaciones en invierno y densos rocíos estivales, así como por sus muchos manantiales, en esta fértil región existían en la antigüedad grandes bosques, y era muy conocida por su bálsamo curativo. (Jer 8:22; 46:11; véase BÁLSAMO, BÁLSAMO DE GALAAD.) Sus onduladas mesetas eran ideales para criar ganado y cultivar cereales. Además, en Galaad abundaban las vides. (Nú 21:22; 32:1.)
Acontecimientos históricos en Galaad. Poco antes de que los israelitas entraran en la Tierra Prometida, el rey amorreo Sehón controlaba la sección de Galaad que estaba al S. del valle torrencial de Jaboq, en tanto que Og, el rey de Basán, gobernaba sobre la parte septentrional. (Jos 12:1-4.) Bajo el acaudillamiento de Moisés, los israelitas derrotaron a ambos reyes, y las tribus de Gad y Rubén solicitaron que se les concediera como herencia esta región debido a que poseían numeroso ganado. (Nú 21:21-24, 33-35; 32:1-5.) Se les concedió su solicitud, con la condición de que los combatientes de ambas tribus cruzaran el Jordán y ayudaran a conquistar la Tierra Prometida. (Nú 32:20-24, 28-30.) Ellos accedieron e inmediatamente reedificaron ciudades para sus familias, a las que habrían de dejar atrás. (Nú 32:25-27, 31-38.) La media tribu de Manasés también recibió una herencia al E. del Jordán. (Nú 32:33, 39, 40.)
En el camino de regreso a su heredad en Galaad, los hombres de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés edificaron un altar en memoria de su fidelidad a Jehová. (Jos 22:9, 10, 26-29.) Más tarde, participaron en la acción aunada de todas las tribus contra los benjamitas por haber protegido a los malhechores de Guibeah de ser ajusticiados. (Jue 20:1-48.) Sin embargo, en marcado contraste, se censuró a “Galaad” por no unirse a Barac en la lucha contra Sísara. (Jue 5:17.) De igual manera, en un período posterior los hombres de Sucot y Penuel, dos ciudades de Galaad, rehusaron suministrar víveres a Gedeón y a sus hombres cuando estos perseguían a los madianitas. (Jue 8:4-9.)
Cuando el juez galaadita Jaír murió, Israel se volvió a la idolatría, y por dieciocho años sufrió la severa opresión ammonita. Encarados a esta amenaza, los hombres de Galaad abandonaron la adoración falsa y le pidieron a Jefté el galaadita que fuese su comandante en la lucha contra Ammón. Posteriormente, los ammonitas fueron sojuzgados. (Jue 10:3; 11:4-11, 32, 33.)
Sin embargo, años más tarde Galaad seguía teniendo dificultades con los ammonitas. (Am 1:13.) Poco después de que Saúl fue ungido como el primer rey de Israel, el ammonita Nahás puso sitio a Jabés-galaad, y como condición para aceptar la rendición de esta ciudad exigió que los hombres se dejasen sacar el ojo derecho. Cuando Saúl se enteró de esto, reunió rápidamente un ejército de 330.000 hombres y derrotó a los ammonitas. (1Sa 11:1-11.) Parece ser que entonces Galaad entró en un período de relativa seguridad, que continuó incluso después de la muerte de Saúl, como lo indica el hecho de que Abner escogiese la ciudad galaadita de Mahanaim para hacer rey a Is-bóset, el hijo de Saúl. (2Sa 2:8, 9.) No obstante, durante el reinado de David volvieron a surgir dificultades con los ammonitas. Galaad y sus inmediaciones se convirtieron en escenario de una serie de batallas que finalmente resultaron en el sometimiento de Ammón. (2Sa 10:6-19; 11:1; 12:26-31.)
Más tarde, durante la rebelión de Absalón, el rey David huyó a Galaad y fue recibido en Mahanaim de forma amable y hospitalaria, en especial por el anciano Barzilai. (2Sa 17:27-29; 19:32.) Por lo visto fue en Galaad donde se enfrentaron las fuerzas de David y de Absalón. La notable derrota que sufrió este último preparó el terreno para que David partiese de Galaad y volviese a su trono. (2Sa 17:24; 18:6-8.)
No mucho después de formarse el reino de diez tribus (997 a. E.C.), los sirios se anexionaron parte del territorio de Galaad. En el tiempo del rey Acab y del profeta galaadita Elías, Ramot-galaad, la ciudad de refugio gadita situada en la parte oriental de Galaad, estaba en posesión de los sirios. (1Re 17:1; 22:3.) Durante los reinados de Jehú y su hijo Jehoacaz, Galaad perdió más territorio y los reyes sirios Hazael y su hijo Ben-hadad III la hostigaron severamente. (2Re 10:32-34; 13:1, 3, 7; Am 1:3, 4.) Sin embargo, Jehoás, el hijo de Jehoacaz, derrotó a los sirios tres veces y recuperó las ciudades que Israel había perdido ante estos durante el reinado de su padre. (2Re 13:25.)
Finalmente, en los días del rey israelita Péqah (c. 778-758 a. E.C.), el rey asirio Tiglat-piléser III llevó a los habitantes de Galaad al exilio. (2Re 15:29.) Parece ser que los ammonitas se aprovecharon con rapidez de esta situación y empezaron a ocupar el territorio de Galaad. (Sl 83:4-8; Jer 49:1-5.) No obstante, Jehová aseguró por medio de sus profetas que con el tiempo se volvería a llevar a los israelitas a esta región. (Jer 50:19; Miq 7:14; Zac 10:10.)
5. Galaad, “Un pueblo” del que Oseas dice que estaba lleno de falsedad y derramamiento de sangre y que practicaba el mal. (Os 6:8; compárese con 12:11.) En ninguna parte de las Escrituras se menciona que hubiera una ciudad (pueblo) con el nombre “Galaad”, por lo que hay quien piensa que se refería a Jabés-galaad o Ramot-galaad. Sin embargo, hay quienes creen que el uso del término “pueblo” en este contexto se refiere a la región situada al E. del Jordán.
Descendiente de Selah, el hijo de Judá. (Ne 11:4, 5; Nú 26:20.)
Ahohíta. Hombre poderoso de las fuerzas militares de David. Al parecer se le llama Zalmón en 2 Samuel 23:28. (1Cr 11:26, 29.)
1. Mesezabel, Judaíta de la familia de Zérah.
1. Mesezabel, Judaíta de la familia de Zérah. Su “hijo” Petahías “estaba al lado del rey para todo asunto del pueblo”. (Ne 11:24.)
2. Mesezabel, Padre de Berekías y antepasado de Mesulam. Este último colaboró en la reparación del muro de Jerusalén en el tiempo de Nehemías. (Ne 3:4.)
3. Mesezabel, ‘Cabeza del pueblo’, o su descendiente, que autenticó con su sello el “arreglo fidedigno” pactado en tiempos de Nehemías. (Ne 9:38; 10:1, 14, 21.)
Poderoso rey amorreo de Basán (1Re 4:19) a quien derrotaron los israelitas antes de pasar a la Tierra Prometida. Og era uno de los gigantescos refaím. De hecho, su inmenso féretro de hierro (posiblemente un sarcófago de basalto negro) medía casi cuatro metros de longitud por dos de anchura. (Dt 3:11, nota.) Og y Sehón gobernaron a los amorreos al E. del Jordán. (Dt 3:13; 4:46, 47.) Los dominios de Og se extendían desde el monte Hermón hasta el Jaboq, el territorio al E. del Jordán que comprendía 60 ciudades fortificadas y muchísimos pueblos rurales. (Dt 3:3-5, 8-10; Jos 12:4, 5; compárese con Nú 21:23, 24.) Sus dos ciudades principales eran Edrei y Astarot. (Dt 1:4; Jos 13:12.)
Israel derrotó a Og hacia el final de los cuarenta años en que estuvo vagando por el desierto, justo antes de acampar en las llanuras de Moab. Después de derrotar a Sehón, Israel se enfrentó con las fuerzas de Og en Edrei, y tras la gran victoria que Dios les concedió, mató a Og y a todo su ejército, y tomó posesión de sus ciudades y pueblos. (Nú 21:33–22:1; Dt 3:1-13.) Posteriormente, el territorio de Og formó parte de la heredad de Manasés. (Nú 32:33; Dt 3:13; Jos 13:29-31.) Esta victoria asustó a los habitantes de Canaán y fue un factor que contribuyó a que tanto Rahab como los gabaonitas se sintieran impulsados a buscar la paz con Israel, de modo que no se les exterminara también. (Jos 2:10, 11; 9:9, 10.) Esta victoria fue un gran estímulo para Israel y se recordó incluso muchos siglos después. (Dt 31:4; Ne 9:22; Sl 135:10-12; 136:17-22.)
1. Petahías, Casa paterna seleccionada.
1. Petahías, Casa paterna seleccionada para ser la decimonovena de las 24 divisiones sacerdotales que David organizó. (1Cr 24:5-7, 16.)
2. Petahías, Levita a quien Esdras aconsejó que despidiera a su esposa extranjera. (Esd 10:23, 44.) Es posible que sea la misma persona que el núm. 3.
3. Petahías, Uno de los levitas que propusieron el “arreglo fidedigno” a los exiliados que habían regresado; en él se repasaba la historia de los hechos de Dios para con su nación, se confesaban los pecados y se concordaba en reanudar la adoración verdadera. (Ne 9:5-38.) Es posible que se trate de la misma persona que el núm. 2.
4. Petahías, Mediador postexílico entre los exiliados ya restaurados y el rey persa; hijo de Mesezabel y descendiente de Zérah, de la tribu de Judá. (Ne 11:24.)
Levita que regresó a Jerusalén con Zorobabel acompañado de algunos miembros de su familia. (Esd 2:1, 2, 40; Ne 7:6, 7, 43; 12:1, 8, 24.) Qadmiel y sus hijos participaron en supervisar la reconstrucción del templo. (Esd 3:9.)
El tiempo transcurrido entre el regreso del exilio babilonio (537 a. E.C.) y el momento en el que la nación confesó sus pecados contra Jehová en los días de Nehemías (455 a. E.C.), confesión que fue seguida de la autenticación por sello del “arreglo fidedigno” (Ne 9:4, 5, 38; 10:1, 9, 10), permite ver que no es posible atribuir a un solo Qadmiel la participación en todos los acontecimientos relatados. Seguramente, un representante de su casa tomó parte en estos dos últimos acontecimientos.
Hijo (es decir, descendiente) de Zorobabel y antepasado de Jesucristo. (Lu 3:23, 27.)
1. Salai, Nombre que aparece en la lista de benjamitas.
1. Salai, Nombre que aparece en la lista de benjamitas que habitaban en Jerusalén después del exilio babilonio. (Ne 11:4, 7, 8.)
2. Salai - (Salú 2) Casa paterna sacerdotal en los días de Joiaquim, sucesor del sumo sacerdote Jesúa. (Ne 12:12, 20.) Es probable que el nombre se escriba Salú en Nehemías 12:7.
1. Salú, Benjamita postexílico que residía en Jerusalén.
1. Salú, Benjamita postexílico que residía en Jerusalén; hijo de Mesulam. (1Cr 9:3, 7; Ne 11:7.)
2. Salú - (Salai 2) Cabeza de una familia sacerdotal que regresó a Jerusalén junto con Zorobabel. (Ne 12:1, 7.) En la lista de las últimas casas paternas registrada en Nehemías 12:20, aparece Salai en el lugar que corresponde a Salú.
Príncipe del distrito de Mizpá; hijo de Colhozé. Ayudó a Nehemías a reconstruir una sección del muro de Jerusalén y reparó la Puerta de la Fuente. (Ne 3:15.)
1. Zabdí, Descendiente de Judá de la familia de los zerahítas.
1. Zabdí, Descendiente de Judá de la familia de los zerahítas; fue el abuelo de Acán. (Jos 7:1, 17, 18.)
2. Zabdí, Cabeza de una familia benjamita que moraba en Jerusalén; era hijo o descendiente de Simeí. (1Cr 8:1, 19-21, 28.)
3. Zabdí, Sifmita encargado del abastecimiento de vino para el rey David. Otro superior, Simei, estaba a cargo de las viñas mismas. (1Cr 27:27.)
4. Zabdí, Levita de los hijos de Asaf y antepasado de Matanías, un director de música que vivió después del destierro. (Ne 11:17.) En otros pasajes se le llama Zicrí (1Cr 9:15) y tal vez Zacur. (1Cr 25:2, 10; Ne 12:35.)
1. Zalmón, Guerrero ahohíta de David.
1. Zalmón, Guerrero ahohíta de David. (2Sa 23:8, 28.) Al parecer se le llama Ilai en 1 Crónicas 11:29.
2. Zalmón, Montaña cercana a Siquem en la que Abimélec y sus huestes cortaron ramas para quemar la bóveda de la torre de Siquem. (Jue 9:48, 49.) Como las únicas montañas que hay en las inmediaciones de Siquem son Ebal y Guerizim, Zalmón fue algún pico o ladera de estas, o bien alguna colina próxima de menor importancia.
3. Zalmón, Cumbre elevada que debía estar situada en Basán, al E. del Jordán. (Sl 68:14, 15.) Quizás se tratase del pico más elevado del monte Haurán (Jebel ed Druz).
Antepasado del rey Saúl. Era hijo de Becorat y padre de Abiel, de la tribu de Benjamín. (1Sa 9:1.)