En Buenos Aires los artistas acostumbran regalarnos su arte en los lugares
abiertos:
en los parques, plazas y calles. Algunos se visten de "estatuas vivientes", con
graciosas
túnicas al estilo griego. Otros, nos deleitan danzando tangos. También están
los que pintan,
dibujan, hacen juegos malabares, cantan ...
El poema que transcribo, "Filo", se refiere a una joven intérprete de saxofón y
a su enamorado
silencioso, frente al restaurante Filo. Pero un día, ya no estaban. Ni al
siguiente, ni al otro. En un
intento de guardar en mi corazón la escena para siempre, es que escribí el
poema:
Renata Lamborghini, de Buenos Aires.
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FILO -
Un amor urbano
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Ella tocaba el saxo todas las mañanas
(o casi todas....) en la puerta de Filo.
Sensualidad gutural por San Martín
como denso ondulante pegajoso hilo.
Y la magia, redonda, se instalaba.
Atado al hilo todas las mañanas,
o casi todas,
al saxo, a la morocha, a sus deseos...
ahí estaba siempre, apoyado en la moto
hipnotizado, suspendido el aliento en el vacío,
frente a Filo.
Ella empuñaba el saxo como un látigo
en la puerta de Filo
y le robaba toda el alma de un chasquido.
Buenos Aires, Primavera de 1999.
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