Cuando vivía en Francia, fui a un gran concierto en el campo con una amiga. El concierto se terminó a las dos o tres de la mañana. Cuando fuimos a la estación de trenes, yo consulté el horario y vi que no había trenes para París hasta las ocho de la mañana. Nos acostamos en el piso esperando el próximo tren. A las seis escuché un anuncio que decía que había un tren para París. Me parecía extraño que hubiera un tren que no estaba en el horario. Por consiguiente fui a ver el cartel en el tren. Leí “París” en el cartel y fui a buscar a mi amiga. Entonces, subimos al tren y como era muy temprano nos acostamos enseguida. Tres horas más tarde me desperté y vi que todos los carteles en los edificios estaban escritos en alemán. En la próxima parada bajamos del tren y vimos que estábamos en Suiza. Kathleen Williams Intermedio 3 – Estados Unidos Julio 2004 Programa A: 1 semana
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