Compuesto por el propio Isaías, el libro se extiende a lo largo de cuarenta y seis años, desde 778. hasta poco después de 732. antes de nuestra era. Aunque contiene mensajes contra Judá, Israel y las naciones vecinas, el tema central no es la condenación, sino “la salvación” por medio de Jehová Dios (Isaías 25:9). De hecho, el mismo nombre de Isaías significa “Salvación de Jehová”. Veamos a continuación algunos puntos sobresalientes de Isaías 1:1–35:10.
Las fuerzas conjuntas de Israel y Siria amenazan con invadir Judá, pero Jehová le garantiza a Judá el fracaso de la coalición utilizando a Isaías y sus hijos como “señales” y “milagros” (Isaías 8:18). La paz permanente solo llegará de la mano del “Príncipe de Paz” (Isaías 9:6, 7). Jehová también le ajustará las cuentas a Asiria, la nación que ha escogido como “vara para [su] cólera”. Judá marchará finalmente al cautiverio; no obstante, “un simple resto [...] volverá” (Isaías 10:5, 21, 22). La verdadera justicia será una realidad bajo el gobierno de la simbólica “ramita del tocón de Jesé” (Isaías 11:1).
Respuestas a preguntas bíblicas:
1:18.
¿Qué quieren decir las palabras: “Vengan, pues, y enderecemos los asuntos entre nosotros”?
¿Quiso decir que estaba dispuesto a negociar un acuerdo razonable con su pueblo? No se trata de una invitación para discutir los asuntos y llegar a un acuerdo haciendo concesiones, no se habla de una negociación entre iguales. El versículo se refiere, más bien, a la celebración de un foro de justicia en el que el justo Juez, Jehová, ofrece a Israel la oportunidad de que se arrepintieran y se purificaran de sus pecados morales y espirituales (Isa. 1:16, 17). Les prometió que si “endere[zaban] los asuntos”, él los perdonaría (Isa. 1:18b, 19).
1:18a.
¿Cómo remueve Jehová nuestras manchas?
En multitud de ocasiones, resulta inútil tratar de quitar una mancha difícil de una prenda. Como mucho, se difumina, pero sigue notándose. ¡Cuánto consuela el que Jehová pueda hacer que pecados tan llamativos como la escarlata o el carmesí se vuelvan blancos como la nieve! (Salmo 51:7.)
De modo que un pecador arrepentido no tiene que pensar que lleva un marca para el resto de su vida. Jehová no se limita a difuminar los errores y dejar que el arrepentido viva en vergüenza perpetua. (Hechos 22:16.)
2:4.
¿Qué debemos hacer para ver realizada la armonía y paz de la visión de Isaías 2:4 entre gente de toda raza?
Primero tenemos que reconocer que nuestro Creador, Jehová, tiene derecho a instruirnos “acerca de sus caminos”. Y en segundo lugar es necesario un deseo profundo de amoldarnos a las leyes de Dios y decir: “Ciertamente andaremos en sus sendas”. (Isaías 2:2, 3.)
2:4a.
¿Acabarán algún día las guerras y el sufrimiento?
¿POR QUÉ SURGE ESTA PREGUNTA? La guerra sigue cobrándose incontables víctimas. Y todos sufrimos por una razón u otra.
LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA. Dios ha prometido establecer la paz en toda la Tierra. Bajo su Reino —o gobierno— celestial, las personas ya no “aprenderán más la guerra”, e incluso transformarán “sus espadas en rejas de arado” (Isaías 2:4). Además, Dios pondrá fin a la injusticia y el sufrimiento. Respecto a los seres humanos, la Biblia hace esta promesa: “[Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores [entre ellas las injusticias y el sufrimiento] han pasado” (Apocalipsis 21:3, 4).
Véanse también Salmo 37:10, 11; 46:9, y Miqueas 4:1-4.
2:22.
Aprender a depender de Jehová únicamente
Lo mejor que nos puede pasar es quedarnos por un tiempo solos, sin nadie y así aprender a depender únicamente de Jehová, pues de esa manera llegamos a conocer a Jehová mucho más profundamente (Isa 2:22; 3:1; Sl 91:14).
Por qué deberíamos correr siempre a contarle nuestros problemas a humanos que no tienen ni idea de cómo dirigir ellos mismos su propia vida, sin darle a Jehová primeramente la oportunidad de ayudarnos, ( Jer. 10:23). No hay nada en contra de pedir ayuda a otras personas maduras, pero no deberíamos hacerlo sin antes orar y pedir la ayuda a Jehová, puesto que Jehová usa a humanos también para su servicio; si buscamos después ayuda de los siervos nombrados por él, será un paso dirigido por el espíritu de Jehová (Snt 5:13-15).
Se dice que si quieres enseñar a un loro a hablar, no puedes conseguirte más que un loro, no dos, pues sino éstos se pondrán a comunicar entre ellos mismos y no le prestarán atención a usted; De igual manera, si cada vez que tenemos un problema, acudimos a nuestros amigos o otras personas y no directamente a Jehová, incitamos practicamente a celos a nuestro Dios Jehová, algo que lo desagrada mucho, pues su palabra dice que tenemos que amarlo a Él por encima de toda otra persona o cosa
(Dt 5:9 nota; Mt 22:36-38)
5:20.
¿De qué maneras demuestran estar desorientados los que se encuentran en oscuridad espiritual?
En la densa oscuridad es imposible ver nada, y es fácil perderse o desorientarse. Del mismo modo, quienes están en oscuridad espiritual carecen de percepción y enseguida se desorientan espiritualmente. Muchos pierden la capacidad de distinguir lo verdadero de lo falso, lo bueno de lo malo. El profeta Isaías hablaba de los que se encontraban en tal oscuridad cuando escribió: “¡Ay de los que dicen que lo bueno es malo y lo malo es bueno, los que ponen oscuridad por luz y luz por oscuridad, los que ponen amargo por dulce y dulce por amargo!” (Isaías 5:20). Quienes moran en la oscuridad espiritual están influidos por el dios de ella, Satanás el Diablo, y por consiguiente, se hallan alejados de la fuente de la luz y la vida (Efesios 4:17-19).
5:20a.
¿Qué autoexamen deben hacerse los cristianos?
Una táctica de Satanás para entrampar a la gente consiste en socavar su sentido innato de lo que está bien y lo que está mal. La misma actitud que había en Sodoma y Gomorra domina gran parte de la industria del entretenimiento actual. Hasta algunos noticieros de televisión y artículos de revistas serias realzan la violencia y alimentan un morboso interés por el sexo. De hecho, buena parte del entretenimiento nubla la capacidad de la gente “para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” (Heb. 5:14). No olvidemos, sin embargo, lo que Jehová advirtió por boca del profeta Isaías y que se cita en el texto de hoy: “¡Ay de los que dicen que lo bueno es malo y lo malo es bueno[!]”. Pues bien, ¿ha conseguido Satanás corromper nuestra forma de pensar con este entretenimiento dañino? Los cristianos debemos hacernos un autoexamen a este respecto (2 Cor. 13:5)
5:21.
¿Qué pecados se condenan aqui, y cómo pueden evitarlos los cristianos de la actualidad?
Probablemente, estas palabras iban dirigidas a los jueces del país. Hoy en día, los ancianos de las congregaciones procuran no parecer “sabios a sus propios ojos”. Aceptan con humildad los consejos de otros ancianos y siguen cuidadosamente las directrices de la organización (Proverbios 1:5; 1 Corintios 14:33; Filipenses 4:5; 1 Timoteo 3:2, 3).
Jesús tomó en consideración las limitaciones de sus discípulos. No les exigió más de lo que podían dar (Juan 16:12). Los animó, sin presionarlos, a ‘esforzarse vigorosamente’ por hacer la voluntad de Dios (Lucas 13:24). Lo hizo dando él mismo el ejemplo y apelando a su corazón. De igual manera, los ancianos cristianos no intimidan a sus hermanos, avergonzándolos o haciéndolos sentir culpables, para que sirvan a Dios. Por el contrario, los animan a servir a Jehová por amor a él, a Jesús y al prójimo (Mateo 22:37-39).
Jesús no abusó de su autoridad controlando la vida de los demás; tampoco fijó normas inalcanzables ni dictó un sinfín de reglas. Motivó a la gente llegándole al corazón con los principios contenidos en la Ley de Moisés (Mateo 5:27, 28). A imitación de él, los ancianos deben abstenerse de formular reglas arbitrarias o insistir en sus propias ideas. En lo que tiene que ver con el arreglo personal o el entretenimiento, tratan de llegar al corazón utilizando principios bíblicos, como los que encontramos en Miqueas 6:8, 1 Corintios 10:31-33 y 1 Timoteo 2:9, 10.
5:21a.
¿Qué necesitamos para ser sabios de verdad?
No todo aquel a quien el mundo considera sabio lo es realmente a los ojos de Dios. Por ejemplo, Job habló con unos hombres que creían tener esa cualidad y llegó a la siguiente conclusión: “[Yo] no hallo a ningún sabio entre ustedes” (Job 17:10). El apóstol Pablo, por su parte, escribió sobre algunos hombres que rechazaban el conocimiento de Dios: “Aunque afirmaban que eran sabios, se hicieron necios” (Rom. 1:22). Entonces, ¿qué se requiere para ser verdaderamente sabios y, como resultado, recibir el favor divino? Proverbios 9:10 señala: “El temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es lo que el entendimiento es”. La persona sabia debe tener un temor sano de Dios y respetar sus leyes. Y esto implica más que simplemente reconocer que Dios existe y que ha establecido normas. El discípulo Santiago escribió: “Que muestre por su conducta excelente sus obras” (Sant. 3:13). Así es, la verdadera sabiduría debe reflejarse en todo lo que hacemos y decimos.
6:8a.
¿Por qué utiliza Jehová aquí el pronombre “nosotros”?
Porque hay alguien más con él. Se trata, naturalmente, de su “Hijo unigénito” (Juan 1:14; 3:16).
6:11.
¿Qué quiso decir Isaías al preguntar: “¿Hasta cuándo, oh Jehová?”
Isaías no pretendía averiguar por cuánto tiempo llevaría el mensaje de Jehová a un pueblo endurecido, sino hasta cuándo seguirían los israelitas deshonrando el nombre divino con su enfermedad espiritual.
7:3,4.
¿Por qué salvó Jehová al malvado rey Acaz?
Los reyes de Siria e Israel se proponían derrocar al rey Acaz de Judá y poner en su lugar un títere, al hijo de Tabeel, que no era de la dinastía davídica. Esta diabólica trama atentaba contra el pacto del Reino celebrado con David. De manera que Jehová salvó a Acaz para preservar la línea por la cual vendría el prometido “Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).
7:8.
¿Cómo fue “hecho añicos” Efraín en un plazo de sesenta y cinco años?
La deportación de los habitantes del reino de diez tribus y la llegada de repobladores extranjeros comenzó “en los días de Péqah el rey de Israel”, poco después de formular Isaías esta profecía, y se prolongó hasta el reinado de Esar-hadón de Asiria, hijo y sucesor de Senaquerib (2 Reyes 15:29; 17:6; Esdras 4:1, 2; Isaías 37:37, 38). Es a este largo proceso de deportación y repoblación que realizó Asiria en Samaria al que se refieren los sesenta y cinco años de Isaías 7:8
“Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el regir principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”
(Isaías 9:6)
Isaías menciona las credenciales de Jesús como un Gobernante digno de recibir tal responsabilidad y que puede librarnos de nuestros temores.
“Maravilloso Consejero”. Cuando estuvo en la Tierra, Jesús demostró que gracias a su conocimiento de la Palabra de Dios y a su extraordinaria comprensión de la naturaleza humana, sabía cómo resolver los problemas cotidianos. Desde que fue coronado rey en el cielo, Cristo ha seguido siendo el “Maravilloso Consejero” y el medio principal por el cual Jehová se comunica con la humanidad. Los consejos de Jesús, que se hallan en la Biblia, siempre son sabios y acertados. Saber y creer esto redundará en una vida libre de incertidumbre y temor paralizante.
Puesto que es el “Maravilloso Consejero” y posee un extraordinario entendimiento de la naturaleza humana y está dotado de habilidades superlativas, podrá tratar a fondo asuntos complejos y así resolver los graves problemas que dejan perplejos a los gobernantes del mundo. (Mateo 7:28, 29; Marcos 12:13-17; Lucas 11:14-20.)
“Dios Poderoso”. `El Guib-bóhr, no “Dios Todopoderoso”. Este término en hebreo es `El Schad-dái y aplica únicamente a Jehová Dios. Luego, como “Dios Poderoso”, Jesucristo, resucitado en forma de un ser celestial, y ahora hecho Rey Mesiánico en los cielos, trabajará por la paz repitiendo en gran escala lo que hizo mientras estuvo aquí en la Tierra, sanando a los que tienen enfermedades incurables, proveyendo alimento y bebida a grandes muchedumbres, y hasta controlando el clima. (Mateo 14:14-21; Marcos 4:36-39; Lucas 17:11-14; Juan 2:1-11.)
En Isaías 10:21 este mismo profeta llamó ‘el Dios Poderoso’ a Jehová. Algunos tratan de usar esta similitud de palabras para probar que Jesús es Dios. Pero tenemos que tener cuidado para no leer en estos versículos más de lo que dicen. La expresión hebrea que se traduce “Dios Poderoso” no está limitada a Jehová, como sí lo está la expresión “Dios Todopoderoso”. (Génesis 17:1).
la Biblia se llama “dioses” también a ángeles, humanos, dioses falsos y a Satanás. (Ángeles: Salmo 8:5; compárese con Hebreos 2:6, 7. Humanos: Salmo 82:6. Dioses falsos: Éxodo 12:12; 1 Corintios 8:5. Satanás: 2 Corintios 4:4.) En las Escrituras Hebreas, la palabra que se vierte “Dios”, `El, significa sencillamente “Poderoso” o “Fuerte”. Su equivalente en las Escrituras Griegas es the-ós.
“Padre Eterno”. Esta la entrañable expresión significa que Jesús tiene el poder y la autoridad —así como el deseo— de dar a los seres humanos obedientes la posibilidad de vivir para siempre en la Tierra gracias a su sacrificio redentor. De esta forma, por fin serán liberados del pecado y de la imperfección que heredaron del primer hombre pecador, Adán (Mateo 20:28; Romanos 5:12; 6:23). Como “Padre Eterno”, Jesús puede resucitar a los muertos e impartirles vida eterna. Él mismo vivirá para siempre, lo cual da garantía de que su gobernación y la paz que esta traerá no tendrán fin. (Mateo 20:28; Juan 11:25, 26; Romanos 6:9.).
“Príncipe de Paz”. Como tal, Cristo pronto se valdrá de su poder para eliminar todo tipo de desigualdades: políticas, sociales y económicas. ¿Cómo? Al hacer que la humanidad viva bajo un solo gobierno pacífico: el Reino mesiánico (Daniel 2:44).
9:6a.
¿Quiénes prefiguraron a Jesús, y de qué manera?
Los cuatro Evangelios indican que Moisés, David y Salomón prefiguraron a Jesús, el Ungido de Jehová y el Rey designado del Reino de Dios. ¿En qué se parecían a Cristo estos hombres fieles de la antigüedad? ¿Y qué podemos aprender de los relatos de su vida? Pues bien, la Biblia señala que Moisés fue un profeta, un mediador y un libertador, y eso mismo puede decirse de Jesús. David fue un pastor y un rey que tuvo muchas victorias sobre sus enemigos, y Jesús es el pastor del pueblo de Dios y un rey victorioso (Eze. 37:24, 25). Salomón fue un rey sabio mientras se mantuvo fiel a Dios, y durante su reinado, Israel vivió en paz (1 Rey. 4:25, 29). Jesús, por su parte, es extraordinariamente sabio, y uno de sus títulos es “Príncipe de Paz”. Como vemos, él se parece en muchos aspectos a aquellos siervos de Dios, pero el papel que desempeña en el cumplimiento del propósito divino es muy superior al de ellos.
10:5, 6.
¿Quién es hoy como la “nación apóstata” de Israel, y quién será “la vara” que Jehová utilizará para destruirla?
Tras la visita de Jonás a Nínive, la agresividad asiria decae durante algún tiempo. Pero a principios del siglo VIII a.E.C., Asiria se afianza como potencia militar, y Jehová la utiliza de modo asombroso. Dios utiliza a una nación pagana, “el asirio”, como “vara” para castigarlos. En el año 742 a. E.C., el rey asirio Salmanasar V pone sitio a Samaria, capital de la apóstata nación de Israel. Desde su estratégica posición en lo alto de una colina de 90 metros de altura, Samaria resiste casi tres años. Pero no hay táctica humana capaz de frustrar el propósito de Dios. Samaria cae en 740 a. E.C., aplastada bajo los pies de Asiria (2 Reyes 18:10).
¿A quién utilizará Jehová para castigar a la rebelde cristiandad? Hallamos la respuesta en el capítulo 17 de Revelación (Apocalipsis), en el que aparece una ramera, “Babilonia la Grande”, que representa a todas las religiones falsas del mundo, incluidas las de la cristiandad. La ramera va a lomos de una bestia salvaje de color escarlata que tiene siete cabezas y diez cuernos (Apocalipsis 17:3, 5, 7-12). Esta representa a la Organización de las Naciones Unidas. Tal como la antigua Asiria destruyó Samaria, la bestia salvaje de color escarlata ‘odiará a la ramera y hará que quede devastada y desnuda, y se comerá sus carnes y la quemará por completo con fuego’ (Apocalipsis 17:16). De modo que el asirio del día moderno (las naciones miembros de la ONU) asestará a la cristiandad un golpe devastador y la borrará de la existencia.
11:1, 10.
¿Cómo puede ser Jesucristo “una ramita del tocón de Jesé” y al mismo tiempo “la raíz de Jesé”?
(Romanos 15:12.) Como hombre, Jesús procedía “del tocón de Jesé”, pues era descendiente de David, el hijo de Jesé (Mateo 1:1-6; Lucas 3:23-32). No obstante, la relación con sus antepasados cambió cuando Dios le concedió el Reino. Jesús ha recibido el poder y la autoridad para otorgar vida eterna en la Tierra, lo que le permite ser el “Padre Eterno” de los seres humanos (Isaías 9:6). Por eso se dice también que es “la raíz” de sus antecesores, entre ellos Jesé.
11:6-9.
¿Cómo se cumplió Isaías 11:6-9 en tiempos bíblicos, y cuál es el cumplimiento mayor?
En cumplimiento de la palabra de Jehová, los israelitas no tendrían que temer a bestias salvajes ni a personas feroces como animales cuando regresaran del cautiverio en Babilonia y residieran en su tierra desde el año 537 a. E.C. en adelante. Desde 1919 ha sucedido algo parecido: el “conocimiento de Jehová” y su Palabra ha cambiado la personalidad de muchas personas (Col. 3:9, 10). Por ejemplo, individuos violentos se han vuelto pacíficos y disfrutan de un paraíso espiritual. En el cercano nuevo mundo, los siervos de Dios tampoco se sentirán amenazados, ni por seres humanos ni por animales.
1:3. Si desobedecemos las normas del Creador, mostraremos menos inteligencia que un toro o un asno. Por otro lado, si agradecemos todo lo que Jehová ha hecho por nosotros, no actuaremos como seres irracionales ni lo abandonaremos.
1:11-13. Jehová no soporta los ritos hipócritas ni los rezos formalistas. Nuestros actos y oraciones deben tener una buena motivación.
1:25-27; 2:2; 4:2, 3. La esclavitud y la desolación de Judá terminarían cuando el resto arrepentido volviera a Jerusalén y se restaurara la adoración verdadera, lo que demuestra la misericordia con que trata Jehová a los pecadores que se arrepienten.
2:2-4. Al participar con celo en la obra de predicar el Reino y hacer discípulos, ayudamos a personas de muchas naciones a aprender los caminos de la paz y a manifestar esta cualidad en las relaciones con el prójimo.
4:4. Jehová lavará, o eliminará, la impureza moral y la culpa por la sangre derramada.
5:11-13. Divertirse sin moderación ni criterio selectivo equivale a actuar sin conocimiento (Romanos 13:13).
5:21-23. Los superintendentes cristianos no deben ser “sabios a sus propios ojos”. Ellos también tienen que evitar el favoritismo y ser moderados al “beber vino”.
11:3a. Como demostró Jesús con su ejemplo y enseñanzas, es posible temer a Jehová y disfrutar haciéndolo.
“Tal como gruñe [...] el leoncillo crinado [...] sobre su presa”, así guardará Jehová al “monte Sión” (Isaías 31:4). Además, él hace esta promesa: “¡Mira! Un rey reinará para justicia misma” (Isaías 32:1). Aunque la amenaza asiria haga llorar amargamente hasta a “los mismísimos mensajeros de paz” de Judá, Jehová promete sanar a los hijos de su pueblo, “que habrán sido perdonados” (Isaías 33:7, 22-24). “Jehová tiene indignación contra todas las naciones, y furia contra todo el ejército de ellas.” (Isaías 34:2.) En cuanto a Judá, no permanecerá desolada. “El desierto y la región árida se alborozarán, y la llanura desértica estará gozosa, y florecerá como el azafrán.” (Isaías 35:1.)
Respuestas a preguntas bíblicas:
13:17.
¿En qué sentido consideraban la plata como nada ni se deleitaban en el oro los medos?
Para los medos y los persas valía mucho más la gloria del triunfo que el botín de guerra. Tal fue el caso de Ciro, quien devolvió a los exiliados que retornaron a su patria los utensilios de oro y plata que Nabucodonosor había saqueado del templo de Jehová.
13:19,20.
¿Por qué es tan asombrosa la predicción de Isaías de que Babilonia “nunca sería habitada”?
Isaías lanzó esta predicción sobre Babilonia: “Nunca será habitada”. Anunciar la desolación permanente de una ciudad próspera y estratégica como esta sin duda era una predicción audaz, pues lo lógico sería que se la reconstruyera si algún día llegaba a ser destruida. Aunque Babilonia no fue devastada inmediatamente después de su conquista, las palabras de Isaías acabaron realizándose. El lugar donde se alzaba Babilonia “es una zona desolada, calurosa, desértica y polvorienta”, informa la revista Smithsonian.
Resulta impresionante observar el alcance de la profecía de Isaías. Su predicción equivaldría a profetizar con exactitud y con doscientos años de antelación de qué manera una ciudad moderna —como Nueva York o Londres— sería arrasada, y luego declarar enfáticamente que nunca volvería a ser habitada. Por supuesto, lo que más impresiona es que las palabras de Isaías se cumplieron.
14:1, 2.
¿Cómo se convirtieron los judíos en “los apresadores de aquellos que los tenían cautivos”, y cómo tuvieron “en sujeción a aquellos que los obligaban a trabajar”?
Esta predicción se cumplió en siervos de Dios como Daniel, que ostentó un alto cargo en Babilonia bajo el reinado medopersa; Ester, que llegó a ser reina de Persia, y Mardoqueo, que fue nombrado primer ministro del Imperio persa.
14:4.
¿Qué costumbre tenían los babilonios con sus cautivos?
Babilonia era un imperio que jamás ponía en libertad a sus cautivos (Isaías 14:4, 17).
20:2-5.
¿Anduvo Isaías completamente desnudo por tres años?
Es posible que solo se despojara de su prenda exterior y anduviera “vestido con muy poca ropa” (1 Samuel 19:24, nota).
La palabra hebrea que se traduce por “desnudo” también puede aplicarse a alguien que está parcial o escasamente vestido. Es posible que Isaías solo se despoje de su prenda exterior de saco y se quede con la túnica corta que normalmente se llevaba ceñida al cuerpo. Las esculturas asirias con frecuencia representan así a los cautivos varones. (ip-1-Pg.211-§8)
21:1.
¿A qué región se llama “el desierto del mar”?
A pesar de no estar nada cerca del mar, la expresión designa a Babilonia, que se convertía todos los años en un “mar” pantanoso por el desbordamiento de los ríos Éufrates y Tigris.
24:13-16.
¿De qué manera llegarían los judíos a ser, “entre los pueblos, como el vareo del olivo, como la rebusca cuando ha terminado la vendimia”?
Tal como siempre quedan algunos frutos en el árbol o la vid después de la cosecha, así también unos pocos sobrevivirían a la destrucción de Jerusalén y Judá. Glorificarían a Jehová adondequiera que los deportaran, ya fuera “a la región de luz [Babilonia en el oriente]” o a “las islas del mar [Mediterráneo]”.
24:21.
¿Quiénes son el “ejército de la altura” y los “reyes del suelo”?
El “ejército de la altura” bien podría aludir a las fuerzas espirituales malignas; en ese caso, los “reyes del suelo” serían los gobernantes terrenales, sobre quienes los demonios ejercen gran influencia (1 Juan 5:19).
25:7.
¿Qué es “la envoltura que está envuelta sobre todos los pueblos, y la obra tejida que está entretejida sobre todas las naciones”?
El pecado y la muerte son como una “obra tejida”, o una “envoltura”, es decir, como un pesado manto que asfixia a la humanidad. En este pasaje, Jehová le garantiza a su pueblo que “se tragará” el pecado y la muerte; en otras palabras, los eliminará “de toda la tierra”. ¡Imagínese! Ya no existirán el pecado y la muerte, que han pesado sobre la humanidad como un manto sofocante. ¡Cuánto anhelamos el día en que se apliquen por completo a la humanidad obediente y fiel los beneficios del sacrificio de rescate de Jesús! (1 Corintios 15:51-54; Apocalipsis 21:3, 4.)
26:9.
¿Qué notable ‘brote’ tendrá lugar durante el Reinado Milenario?
Durante el Reinado Milenario de Cristo se “hará brotar justicia” en la Tierra. Los seres humanos gritarán en triunfo, y la rectitud se extenderá hasta el último rincón del planeta.
26:20.
¿Qué representan probablemente los “cuartos interiores”?
Es probable que el cumplimiento inicial de esta profecía haya tenido lugar en 539 antes de nuestra era, año en que los medos y los persas conquistaron Babilonia. Al parecer, al entrar en la ciudad, Ciro el Persa ordenó que nadie saliera de su casa, pues sus soldados tenían instrucciones de matar a quienes encontraran en las calles.
Es probable que hoy día los “cuartos interiores” de esta profecía estén muy relacionados con las más de cien mil congregaciones que los testigos de Jehová tienen por todo el mundo. Esas congregaciones desempeñan un importantísimo papel en nuestra vida y seguirán desempeñandolo durante “la gran tribulación” (Apo 7:14).
28:15.
¿Qué supuesto “pacto con la Muerte” tiene Judá?
Los caudillos de Judá se jactan de que sus alianzas políticas impedirán que sean derrotados. Creen que han celebrado “un pacto con la Muerte” y que esta los dejará en paz. Pero su vano refugio no los protegerá. Sus alianzas son una mentira, una falsedad. Hoy, de forma similar, la estrecha relación de la cristiandad con los dirigentes del mundo no la protegerá el día en que Jehová le exija cuentas. De hecho, tal vínculo resultará ser su ruina (Apocalipsis 17:16, 17).
30:20.
¿En qué sentido le daría Jehová “pan en la forma de angustia y agua en la forma de opresión” a su pueblo?
Estas tranquilizadoras palabras van dirigidas al resto de judíos que, por la misericordia de Dios, pudieron sobrevivir a la destrucción de Jerusalén en 607 a. E.C., así como a los pocos que regresaron a la Tierra Prometida en 537 a. E.C.
Isaías recuerda a sus oyentes que sufrirán penalidades. El pueblo recibirá “pan en la forma de angustia y agua en la forma de opresión” (Isaías 30:20). Cuando estén sitiados, la angustia y la opresión se les harán tan normales como el pan y el agua. Sin embargo, Jehová está listo para acudir al rescate de los amantes de la justicia. “Tu Magnífico Instructor ya no se esconderá, y tus ojos tienen que llegar a ser ojos que vean a tu Magnífico Instructor.” Este es el único lugar de la Biblia en el que se llama “Magnífico Instructor” a Jehová.
En la Biblia, el término “pan” se usa también en sentido figurado. Por ejemplo, Josué y Caleb informaron a los israelitas que los habitantes de Canaán ‘eran pan para ellos’, con lo que al parecer querían decir que podrían conquistarlos fácilmente y que aquella experiencia sostendría y fortalecería a Israel. (Nú 14:9.) El Salmo 80:5 parece reflejar un profundo pesar, quizás debido al disfavor divino, pues se dice de Jehová, el Pastor de Israel: “Les has hecho comer el pan de lágrimas”. También se dice que Jehová daría a su pueblo “pan en la forma de angustia y agua en la forma de opresión”, lo que debía referirse a las condiciones que tendrían durante el sitio y que llegarían a ser tan comunes como el pan y el agua. (Isaías 30:20.)
30:21.
¿Por qué debes escuchar a Jehová y a tus padres?
Los jóvenes reciben consejos de muchas personas para quienes lo más importante suele ser triunfar en este mundo. Así que pídele a Jehová su guía y compara todos los consejos que recibas con lo que dicen la Biblia y las publicaciones del esclavo fiel. Por tu estudio de la Biblia sabes que los jóvenes y los inexpertos son el blanco favorito de Satanás (Gén. 3:1-6). Pero el Magnífico Creador te ama a ti, y su amor es completamente desinteresado. Él quiere que seas feliz no solo ahora, sino para siempre. Por eso, con la ternura de un padre, te dirige a ti y al resto de sus siervos las palabras de Isa 30:21. Si tus padres son fieles siervos de Jehová, cuentas con una bendición más. Escúchalos con respeto y toma en cuenta sus consejos al establecer tus metas y prioridades (Pro. 1:8, 9). Después de todo, lo que ellos quieren es que tengas vida eterna, algo mucho más valioso que las riquezas o el prestigio de este mundo (Mat. 16:26).
13:20-22; 14:22, 23; 21:1-9. La palabra profética de Jehová siempre se hace realidad, como sucedió con Babilonia.
17:7, 8. A pesar de que la mayoría de los israelitas no escucharon, algunos sí acudieron a Jehová. Igualmente, hoy día hay miembros de la cristiandad que acogen favorablemente el mensaje del Reino.
28:1-6. Israel caería ante Asiria, pero Dios se encargaría de que los fieles sobrevivieran. Los juicios de Jehová no dejan al justo sin esperanza.
28:23-29. Jehová corrige al que es sincero tomando en cuenta sus necesidades y circunstancias particulares.
30:15. Jehová nos salvará solo si demostramos fe ‘descansando’, es decir, dejando de buscar la salvación por medios humanos. También daremos prueba de que confiamos en el poder protector de Jehová manteniéndonos “sosegados”, o sea, libres de temor.
30:20, 21. ‘Vemos’ a Jehová y ‘oímos’ su voz salvadora cuando atendemos a lo que nos dice mediante su Palabra inspirada, la Biblia, y “el esclavo fiel y discreto” (Mateo 24:45).
¿Y qué decir de las profecías mesiánicas, como Isaías 9:7 y 11:1-5, 10? ¿Verdad que fortalecen la fe en el medio que Jehová ha dispuesto para nuestra salvación? También hay profecías cuyo cumplimiento principal tiene lugar ahora mismo o lo tendrá en el futuro (Isaías 2:2-4; 11:6-9; 25:6-8; 32:1, 2). No cabe duda de que el libro de Isaías contribuye significativamente al caudal de pruebas de que “la palabra de Dios es viva” (Hebreos 4:12).
La ciudad será destruida, y sus habitantes serán llevados cautivos. Sin embargo, tal desolación no durará para siempre, pues al cabo de un tiempo se restaurará la adoración verdadera. Este es el mensaje fundamental de Isaías 36:1–66:24. Nos beneficiará examinar estos capítulos, ya que muchas de las profecías contenidas en ellos tienen su principal cumplimiento en nuestros días o lo tendrán en el futuro cercano. En esta sección del libro de Isaías también hallamos emocionantes profecías que tienen que ver con el Mesías.
En el año decimocuarto del reinado de Ezequías (732 a. E.C.), los asirios invaden Judá. Jehová cumple su promesa de defender Jerusalén. La amenaza de invasión termina cuando el ángel de Jehová mata por sí solo a 185.000 soldados asirios.
Más tarde, Ezequías cae enfermo. Jehová escucha sus oraciones y hace que recobre la salud, concediéndole quince años más de vida. Cuando el rey de Babilonia envía emisarios para felicitarlo por su recuperación, Ezequías comete la imprudencia de enseñarles todos sus tesoros. Por ello, Isaías le transmite este mensaje de Jehová: “¡Mira! Vienen días, y todo lo que hay en tu propia casa y que tus antepasados han acumulado hasta este día realmente será llevado a Babilonia” (Isaías 39:5, 6). Estas palabras se cumplen poco más de cien años después.
Respuestas a preguntas bíblicas:
32:2.
¿Por qué es importante que nuestros discursos sean animadores, y cómo podemos lograrlo?
Las fuertes presiones del mundo desaniman a muchas personas, de modo que estas deberían poder encontrar refugio y ánimo en la congregación (Isa. 32:2). Por lo tanto, tenemos que hablar de tal forma que les impartamos aliento y fuerzas. Nuestro objetivo debe ser edificar a los oyentes y ayudarlos a obtener esperanza y fortaleza de Jehová y de sus dádivas espirituales (Job 16:5; Rom. 15:13).
32:2a.
¿Qué ayudará a los ancianos a ser como un “escondite contra el viento”?
Un corazón sensible ayudará a los ancianos a administrar la justicia divina, que no es ni severa ni insensible. Es de interés que Esdras preparó su corazón, no solo su mente, para enseñar la justicia a los israelitas (Esdras 7:10). Un corazón comprensivo permitirá a los ancianos aplicar los principios bíblicos apropiados y tomar en consideración las circunstancias de cada persona. Cuando Jesús curó a la mujer que tenía flujo de sangre, mostró que la justicia de Jehová significa entender tanto el espíritu como la letra de la Ley (Lucas 8:43-48). Se puede asemejar a los ancianos que administran justicia con compasión a un “escondite contra el viento” para aquellos que han sido zarandeados por sus propias debilidades o por este inicuo sistema en el que vivimos (Isaías 32:2).
32:5.
¿Quiénes son hoy ‘los insensatos’, y en qué sentido carecen de generosidad?
Como para enfatizar, el rey David responde por partida doble: “El insensato ha dicho en su corazón: ‘No hay Jehová’. Han obrado ruinosamente, han obrado detestablemente en su trato. No hay quien haga el bien” (Salmo 14:1; 53:1). Los ateos declarados, naturalmente, dicen que Jehová no existe. Y lo mismo hacen en realidad los “intelectuales” y cuantos actúan como si no hubiera un Dios, pensando que no han de rendirle cuentas a nadie. Tales personas no están en posesión de la verdad. Su corazón no es generoso. No predican un evangelio de amor. A diferencia de los cristianos verdaderos, tardan en auxiliar a los necesitados, o no los socorren de ninguna manera.
32:6.
¿Cómo se ocupan en lo que es perjudicial los apóstatas modernos?
Muchos de estos insensatos llegan a odiar a los que defienden la verdad divina. ¡Qué bien encajan estas palabras con los apóstatas modernos! En varios países de Europa y Asia, los apóstatas, aliados con otros opositores de la verdad, han mentido descaradamente a las autoridades para lograr que se restrinja o proscriba a los testigos de Jehová. Tales individuos manifiestan el espíritu del “esclavo malo” del que Jesús profetizó: “Si alguna vez aquel esclavo malo dijera en su corazón: ‘Mi amo se tarda’, y comenzara a golpear a sus coesclavos, y comiera y bebiera con los borrachos inveterados, vendrá el amo de aquel esclavo en un día que no espera y a una hora que no sabe, y lo castigará con la mayor severidad y le asignará su parte con los hipócritas. Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes” (Mateo 24:48-51).
32:6a.
¿De qué intentan privar los apóstatas a los hambrientos y sedientos?
Los enemigos de la verdad intentan privar de alimento espiritual a las personas hambrientas de la verdad e impedir que los sedientos beban las refrescantes aguas del mensaje del Reino. Pero el resultado será lo que Jehová declara a su pueblo mediante otro profeta suyo: “De seguro pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti, porque: ‘Yo estoy contigo —es la expresión de Jehová— para librarte’” (Jeremías 1:19; Isaías 54:17).
32:18.
¿Es en verdad posible hallar paz interior hoy día?
Sí. Mediante la Biblia, Jesucristo está guiando a personas a la adoración pura y a la paz que se describe en Isaías 32:18. Además, los que consiguen esta paz tienen la perspectiva de disfrutar de ella permanentemente en la Tierra en cumplimiento de Salmo 37:11, 29.
33:24.
¿Cuál fue uno de los propósitos principales de las curaciones que efectuó Jesús?
Pintaron, para el estímulo de la gran muchedumbre de personas mansas como ovejas hoy día, que los sobrevivientes del Armagedón serán sanados relativamente poco después del Armagedón. (Isaías 33:24; 35:5, 6.)
38:8.
¿Sobre qué “gradas” hizo Jehová retroceder la sombra?
Puesto que los relojes de sol se usaban tanto en Egipto como en Babilonia hacia el siglo VIII antes de nuestra era, estas gradas podrían ser los grados de un reloj de sol que Acaz, padre de Ezequías, hubiera adquirido. O quizá fueran los peldaños de una escalera en el interior del palacio. Es posible que una columna situada junto a ella proyectara una sombra que, al ir avanzando sobre los peldaños, sirviera para medir el tiempo.
36:2, 3, 22. Aunque Sebná fue destituido como mayordomo, se le permitió seguir al servicio del rey en calidad de secretario del hombre que le sucedió en el cargo (Isaías 22:15, 19). Si por alguna razón perdiéramos un puesto de responsabilidad en la organización de Jehová, ¿no deberíamos seguir sirviendo a Dios en cualquier función que él nos permitiera desempeñar?
37:1, 14, 15; 38:1, 2. En tiempos de angustia, debemos orar a Jehová y confiar plenamente en él.
38:2, 3. Cuando Jerusalén se enfrentó a la amenaza de los asirios, la principal preocupación de Ezequías fue la deshonra que la caída de la ciudad supondría para el nombre de Jehová. Al enterarse de que su enfermedad sería mortal, Ezequías no se centró en sí mismo. Lo que más pesaba en su ánimo era el efecto que tendría en la dinastía davídica el hecho de que él muriera sin dejar un heredero. También le preocupaba quién dirigiría la lucha contra los asirios. Al igual que Ezequías, nosotros consideramos que la santificación del nombre de Jehová y la realización de su propósito son más importantes que nuestra propia salvación.
38:9-20. Esta canción de Ezequías nos enseña que en la vida no hay nada más importante que poder alabar a Jehová.
Justo después de predecir la destrucción de Jerusalén y el posterior cautiverio en Babilonia, Isaías profetiza que habrá una restauración (Isaías 40:1, 2). “[Jerusalén] será reedificada”, declara Isaías 44:28. Los ídolos de los dioses babilónicos serán llevados como “piezas de equipaje” (Isaías 46:1). La propia ciudad de Babilonia será destruida. Pues bien, todo esto se hace realidad dos siglos después.
Jehová dará a su siervo como “luz a las naciones” (Isaías 49:6). “Los cielos”, o clase gobernante, de Babilonia acabarán por “dispersarse en fragmentos justamente como humo”, y sus súbditos “morirán como un sencillo jején”. Por su parte, ‘la cautiva hija de Sión se soltará las ataduras del cuello’ (Isaías 51:6; 52:2). Jehová dice a quienes acuden a él para escucharle: “Prestamente celebraré con ustedes un pacto de duración indefinida respecto a las bondades amorosas para con David” (Isaías 55:3). Al obedecer los justos requisitos divinos, tendrán “exquisito deleite en Jehová” (Isaías 58:14). Por otro lado, los errores del pueblo “causan división entre [ellos] y su Dios” (Isaías 59:2).
Respuestas a preguntas bíblicas:
40:27, 28.
¿Por qué dijo Israel: “Mi camino ha sido ocultado de Jehová, y el que se me haga justicia elude a mi Dios”?
Algunos judíos que vivían en Babilonia tal vez creyeran que las injusticias que padecían estaban ocultas a Jehová o que él no las veía. Por eso se les recordó que Babilonia no estaba fuera del alcance del Creador de toda la Tierra, quien no se cansa ni se fatiga.
41:11-14.
¿En vista de que ataque inminente son particularmente animadoras hoy las palabras de Jehová citadas en Isaías 41:14?
Los enemigos de Israel no prevalecerán. Los que se acaloran contra él quedarán avergonzados y los que luchan contra él perecerán. Aunque los israelitas cautivos parezcan débiles e indefensos como un gusano que se arrastra por el suelo, Jehová los ayudará. Estas palabras han infundido ánimo a los cristianos verdaderos, que han afrontado la hostilidad tenaz de muchas personas del mundo durante “los últimos días” (2 Timoteo 3:1). Y ante la inminencia del ataque de Satanás, a quien se llama en una profecía “Gog de la tierra de Magog”, la promesa de Jehová los fortalece sobremanera. Cuando Gog lance su violento ataque contra el pueblo de Dios —que ‘mora sin muro, y no tiene siquiera barra y puertas’—, este parecerá tan indefenso como un gusano. Sin embargo, los que confíen en Jehová no tendrán por qué temblar de miedo. El Todopoderoso luchará en su favor y los librará (Ezequiel 38:2, 11, 14-16, 21-23; 2 Corintios 1:3).
42:6.
¿En qué sentido dio Jehová a su Siervo “como pacto del pueblo”?
Satanás hizo todo lo posible por acabar con Jesús y evitar que terminara su ministerio, pero Jehová protegió a su Hijo hasta que llegó el momento de su muerte (Mat. 2:13; Juan 7:30). Entonces, lo resucitó y lo dio como “pacto” a su pueblo. Ese pacto o promesa solemne garantizó que el fiel Siervo de Dios continuaría siendo la “luz de las naciones” y que liberaría a quienes estuvieran en una condición de oscuridad espiritual (Isa. 49:8, 9). En conformidad con esta promesa, el Siervo escogido de Jehová abriría “los ojos [de los] ciegos”, sacaría “del calabozo al prisionero” y liberaría “a los que están sentados en oscuridad” (Isa. 42:7). Para lograrlo, Jesús puso al descubierto las tradiciones religiosas contrarias a las Escrituras y predicó las buenas nuevas del Reino. En la actualidad, Jesucristo está supervisando desde el cielo la predicación mundial del Reino.
¿Son los testigos de Jehová una religión estadounidense (americana)?
¿Cómo se financia la obra de los testigos de Jehová?
¿Son los testigos de Jehová una secta o “culto”?
¿Hasta dónde se remonta la religión de los testigos de Jehová?
¿Creen los testigos de Jehová que su religión es la única religión verdadera?
¿No siguen también la Biblia otras religiones?
¿Cómo llegan los testigos de Jehová a su explicación de la Biblia?
¿No siguen también la Biblia otras religiones?
¿Cómo llegan los testigos de Jehová a su explicación de la Biblia?
¿Por qué ha habido cambios en las enseñanzas de los testigos de Jehová en el transcurso de los años?
¿Por qué predican de casa en casa los testigos de Jehová?
¿Por qué no aceptan tranafusiones de sangre los testigos de Jehová?
¿Por qué se persigue a los testigos de Jehová y se habla mal de ellos?
¿Participan ustedes en ayudar a hacer al mundo (a la comunidad) un mejor lugar en el cual vivir?
Se supone que los cristianos sean testigos de Jesús, no de Jehová
¿Están los testigos de Jehová en contra de la medicina?
¿Ha habído testigos de Jehová a traves de los siglos después de Jesucristo?
¿Son los testigos de Jehová una religión estadounidense (americana)?
Son defensores del Reino de Dios, no del sistema político, económico o social de ninguna nación de este viejo mundo.Es cierto que los testigos de Jehová tuvieron su comienzo de los tiempos modernos en los Estados Unidos. El que sus oficinas centrales estén ubicadas allí ha hecho posible que se imprima y envíe literatura bíblica a la mayor parte del mundo. Pero los testigos de Jehová no favorecen a una nación más que a otra; se hallan en toda nación, y tienen oficinas en muchas partes de la Tierra para supervisar su actividad en esas regiones.
Considere esto: Jesús, como judío, nació en Palestina, pero el cristianismo no es una religión palestina, ¿verdad? No es el lugar del nacimiento humano de Jesús el factor más importante que se debe considerar. Lo que Jesús enseñó provenía de su Padre, Jehová Dios, quien trata imparcialmente con gente de toda nación. (Juan 14:10; Hech. 10:34, 35.)
¿Cómo se financia la obra de los testigos de Jehová?
Mediante contribuciones voluntarias, como sucedió en el caso de los cristianos primitivos (2 Cor. 8:12; 9:7). Jamás se hacen colectas en sus reuniones; no le piden dinero al público. Las donaciones que se reciben de los que se interesan en su mensaje se usan para dar adelanto a la obra mundial de educación bíblica que efectúan los Testigos.A los Testigos no se les paga por ir de casa en casa ni por ofrecer literatura bíblica en las calles. El amor a Dios y a su prójimo los mueve a hablar acerca de las provisiones amorosas de Dios para la humanidad.
Una corporación religiosa legalmente registrada que los testigos de Jehová utilizan, la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, se constituyó en sociedad en 1884 en conformidad con la Ley para Sociedades No Lucrativas del Estado de Pensilvania, E.U.A. Por eso, por ley no puede ser, ni es, una empresa con fines de lucro, de modo que nadie se lucra personalmente mediante esta Sociedad. La carta constitucional de la Sociedad declara: “[La Sociedad] no contempla ganancia ni beneficio pecuniario, incidentalmente ni de otra manera, a sus miembros, directores ni oficiales”.
¿Son los testigos de Jehová una secta o “culto”?
Algunas personas definen secta como un grupo que se ha separado de una religión establecida. Otras personas aplican el término a un grupo que sigue a un líder o maestro humano particular. Por lo general el término se usa de manera despectiva. Los testigos de Jehová no son la ramificación de alguna iglesia; entre ellos hay personas que han venido de toda posición social y de muchos antecedentes religiosos. No tienen a ningún humano como caudillo; más bien, siguen a Jesucristo.¿Hasta dónde se remonta la religión de los testigos de Jehová?
Según la Biblia, la línea de testigos de Jehová se remonta hasta el fiel Abel. Hebreos 11:4–12:1 dice: “Por fe Abel ofreció a Dios un sacrificio de mayor valor que Caín [...] Por fe Noé, habiéndosele dado advertencia divina de cosas todavía no contempladas, mostró temor piadoso [...] Por fe Abrahán, cuando fue llamado, obedeció saliendo a un lugar que él estaba destinado a recibir como herencia [...] Por fe Moisés, ya crecido, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, escogiendo ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que disfrutar temporalmente del pecado [...] Pues, entonces, porque tenemos tan grande nube de testigos que nos rodea, quitémonos nosotros también todo peso y el pecado que fácilmente nos enreda, y corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros”.Con relación a Jesucristo, la Biblia declara: “Estas son las cosas que dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación por Dios”. ¿De quién fue testigo Jesús? Él mismo dijo que había puesto de manifiesto el nombre de su Padre. Fue el principal testigo de Jehová. (Apo 3:14; Juan 17:6.)
Es interesante el hecho de que algunos de los judíos se preguntaron si la actividad de Jesucristo representaba una “nueva enseñanza” (Mar. 1:27). Más tarde, algunos griegos pensaron que el apóstol Pablo estaba introduciendo una “nueva enseñanza” (Hech. 17:19, 20). Era nueva a los oídos de los que la estaban oyendo, pero lo importante era que era la verdad, en plena armonía con la Palabra de Dios.
La historia moderna de los testigos de Jehová comenzó con la formación de un grupo para estudiar la Biblia en Allegheny, Pensilvania, E.U.A., a principios de la década de los setenta del siglo pasado. Al principio se les conocía solo como Estudiantes de la Biblia, pero en 1931 adoptaron el nombre bíblico de testigos de Jehová (Isa. 43:10-12). Sus creencias y sus prácticas no son nuevas, sino una restauración del cristianismo del primer siglo.
¿Creen los testigos de Jehová que su religión es la única religión verdadera?
La Biblia no concuerda con el punto de vista moderno de que haya muchas maneras aceptables de adorar a Dios. Efesios 4:5 dice que hay “un Señor, una fe”. Jesús declaró: “Angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan. [...] No todo el que me dice: ‘Señor, Señor,’ entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”. (Mat. 7:13, 14, 21; véase también 1 Corintios 1:10.)En varias ocasiones las Escrituras se refieren al cuerpo de enseñanzas de los cristianos verdaderos como “la verdad,” y del cristianismo se dice que es el “camino de la verdad” (1 Tim. 3:15; 2 Juan 1; 2 Ped. 2:2). Puesto que los testigos de Jehová basan todas sus creencias, sus normas de conducta y sus procedimientos de organización en la Biblia, la fe que tienen en la Biblia misma como la Palabra de Dios les da la convicción de que lo que poseen ciertamente es la verdad. Por eso su postura o posición no es egoísta, sino que demuestra la confianza que tienen en que la Biblia es la norma correcta con la cual se debe medir la religión que uno practique. No son egocéntricos, sino que están deseosos de compartir con otras personas sus creencias.
¿No siguen también la Biblia otras religiones?
Muchas la usan hasta cierto grado. Pero ¿realmente enseñan y practican lo que la Biblia contiene? Considere: 1) De muchas de sus traducciones de la Biblia han removido, miles de veces, el nombre del Dios verdadero. 2) La doctrina de la Trinidad, su concepto de Dios mismo, ha sido tomado de fuentes paganas y fue desarrollado hasta su forma actual siglos después de haberse terminado de escribir la Biblia. 3) Su creencia en la inmortalidad del alma humana como la base para una vida que continúa no procede de la Biblia; tiene sus raíces en la antigua Babilonia. 4) El tema de la predicación de Jesús fue el Reino de Dios, y él envió a sus discípulos a hablar personalmente a otras personas acerca de ese Reino; pero rara vez mencionan las iglesias hoy día ese Reino, y sus miembros no están haciendo la obra de predicar “estas buenas nuevas del Reino” (Mat. 24:14). 5) Jesús dijo que se podría identificar fácilmente a sus seguidores verdaderos por su amor abnegado de unos para con otros. ¿Es eso lo que se observa entre las religiones de la cristiandad cuando las naciones van a la guerra? 6) La Biblia dice que los discípulos de Cristo no serían parte del mundo, y advierte que cualquiera que quiere ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios; pero las iglesias de la cristiandad y sus miembros están profundamente implicados en los asuntos políticos de las naciones (Sant. 4:4). En vista de tal registro, ¿se puede decir honradamente que en verdad se adhieren a la Biblia?¿Cómo llegan los testigos de Jehová a su explicación de la Biblia?
Un factor clave es que los Testigos en verdad creen que la Biblia es la Palabra de Dios y que lo que contiene está allí para nuestra instrucción (2 Tim 3:16, 17; Rom 15:4; 1 Cor. 10:11). De modo que no recurren a argumentos filosóficos para evadir sus declaraciones claras de la verdad ni para justificar el modo de vivir de personas que han abandonado las normas morales bíblicas.Al señalar al significado del lenguaje simbólico de la Biblia, dejan que la Biblia provea su propia explicación, más bien que presentar sus teorías en cuanto al significado (1 Cor. 2:13). Por lo general en otras partes de la Biblia se hallan indicaciones en cuanto al significado simbólico de los términos. (A modo de ejemplo, sírvase ver Apocalipsis 21:1; entonces, con relación al significado de “mar”, sírvase leer Isaías 57:20. Para identificar al “Cordero” que se menciona en Apocalipsis 14:1, véanse Juan 1:29 y 1 Pedro 1:19.)
En cuanto al cumplimiento de las profecías, aplican lo que Jesús dijo acerca de estar alerta respecto a los acontecimientos que corresponden con lo que se predijo. (Luc. 21:29-31; compárese con 2 Pedro 1:16-19.) Señalan concienzudamente a esos acontecimientos y llaman la atención a lo que la Biblia indica que significan.
Jesús dijo que tendría en la Tierra un “esclavo fiel y discreto” (sus seguidores ungidos como grupo), agencia por medio de la cual él proveería el alimento espiritual a los que componen la casa de la fe (Mat. 24:45-47). Los testigos de Jehová reconocen dicho arreglo. Como sucedía entre los cristianos del primer siglo, ellos esperan que el cuerpo gobernante o junta administrativa de esa clase del “esclavo” resuelva las cuestiones y preguntas difíciles... no fundándose en la sabiduría humana, sino mediante su conocimiento de la Palabra de Dios y los tratos de Dios con sus siervos, y con la ayuda del espíritu de Dios, por el cual hacen intensa oración. (Hech. 15:1-29; 16:4, 5.)
¿No siguen también la Biblia otras religiones?
Muchas la usan hasta cierto grado. Pero ¿realmente enseñan y practican lo que la Biblia contiene? Considere:¿Cómo llegan los testigos de Jehová a su explicación de la Biblia?
Un factor clave es que los Testigos en verdad creen que la Biblia es la Palabra de Dios y que lo que contiene está allí para nuestra instrucción (2 Tim 3:16, 17; Rom 15:4; 1 Cor. 10:11). De modo que no recurren a argumentos filosóficos para evadir sus declaraciones claras de la verdad ni para justificar el modo de vivir de personas que han abandonado las normas morales bíblicas.Al señalar al significado del lenguaje simbólico de la Biblia, dejan que la Biblia provea su propia explicación, más bien que presentar sus teorías en cuanto al significado (1 Cor. 2:13). Por lo general en otras partes de la Biblia se hallan indicaciones en cuanto al significado simbólico de los términos. (A modo de ejemplo, sírvase ver Apocalipsis 21:1; entonces, con relación al significado de “mar”, sírvase leer Isaías 57:20. Para identificar al “Cordero” que se menciona en Apocalipsis 14:1, véanse Juan 1:29 y 1 Pedro 1:19.)
En cuanto al cumplimiento de las profecías, aplican lo que Jesús dijo acerca de estar alerta respecto a los acontecimientos que corresponden con lo que se predijo. (Luc. 21:29-31; compárese con 2 Pedro 1:16-19.) Señalan concienzudamente a esos acontecimientos y llaman la atención a lo que la Biblia indica que significan.
Jesús dijo que tendría en la Tierra un “esclavo fiel y discreto” (sus seguidores ungidos como grupo), agencia por medio de la cual él proveería el alimento espiritual a los que componen la casa de la fe (Mat. 24:45-47). Los testigos de Jehová reconocen dicho arreglo. Como sucedía entre los cristianos del primer siglo, ellos esperan que el cuerpo gobernante o junta administrativa de esa clase del “esclavo” resuelva las cuestiones y preguntas difíciles... no fundándose en la sabiduría humana, sino mediante su conocimiento de la Palabra de Dios y los tratos de Dios con sus siervos, y con la ayuda del espíritu de Dios, por el cual hacen intensa oración. (Hech. 15:1-29; 16:4, 5.)
¿Por qué ha habido cambios en las enseñanzas de los testigos de Jehová en el transcurso de los años?
La Biblia muestra que Jehová hace posible que sus siervos comprendan Sus propósitos de manera progresiva (Pro. 4:18; Juan 16:12). Así, los profetas a quienes Dios inspiró para escribir porciones de la Biblia no entendieron el significado de todo lo que escribieron (Dan. 12:8, 9; 1 Ped. 1:10-12). Los apóstoles de Jesucristo se dieron cuenta de que había mucho que ellos no comprendían en su tiempo (Hech. 1:6, 7; 1 Cor. 13:9-12). La Biblia muestra que habría gran aumento en el conocimiento de la verdad durante “el tiempo del fin” (Dan. 12:4). A menudo sucede que, a medida que se va adquiriendo más conocimiento hay que hacer ajustes en el modo de pensar. La humildad hace que los testigos de Jehová estén dispuestos a hacer dichos ajustes.¿Por qué predican de casa en casa los testigos de Jehová?
Jesús predijo para nuestro día esta obra: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. También dio esta instrucción a sus seguidores: “Vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones”. (Mat. 24:14; 28:19.)Cuando envió a sus primeros discípulos, Jesús les dio instrucciones de ir a los hogares de la gente (Mat. 10:7, 11-13). El apóstol Pablo dijo con relación a su ministerio: “No me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa”. (Hech. 20:20, 21; véase también Hechos 5:42.)
El mensaje que los Testigos proclaman tiene que ver con la vida de las personas; los Testigos quieren estar seguros de que no pasan por alto a nadie (Sof. 2:2, 3). Visitan las casas movidos por el amor... primero a Dios, y también a su prójimo.
En una conferencia de líderes religiosos en España se hizo la siguiente observación: “Quizá [las iglesias] descuiden con exceso lo que precisamente constituye la preocupación máxima de los Testigos: la visita domiciliaria, que entra dentro de la metodología apostólica de la iglesia primitiva. Mientras las iglesias, en no pocas ocasiones, se limitan a construir sus templos, tocar las campanas para atraer a la gente y a predicar en el interior de los lugares de culto, [los Testigos] siguen la táctica apostólica de ir de casa en casa y de aprovechar todas las ocasiones de testimonear”. (El Catolicismo, Bogotá, Colombia, 14 de septiembre de 1975, pág. 14.)
¿Por qué no aceptan tranafusiones de sangre los testigos de Jehová?
Tal vez haya escuchado que los testigos de Jehová no aceptamos transfusiones de sangre. Pero ¿sabe por qué no lo hacemos?Nuestra postura, que está basada en la Biblia, suele malinterpretarse. Hay quien piensa, por ejemplo, que rechazamos todos los tratamientos médicos o que sencillamente no nos importa morir. Pero nada más lejos de la realidad. Los Testigos deseamos la mejor atención médica posible para nosotros mismos y para nuestras familias. Eso sí, solo aceptamos tratamientos médicos sin sangre. ¿Por qué?
Nuestra posición se basa en una importante ley que Dios dictó para toda la humanidad. Poco después del Diluvio, Dios les dio permiso a Noé y su familia para comer carne animal. Solo les impuso una restricción: no debían consumir sangre (Génesis 9:3, 4). Esta ley es aplicable a todos los seres humanos, pues todos descendemos de Noé. Además, se trata de una ley que nunca ha sido abolida. De hecho, más de ocho siglos después, Dios la repitió a la nación de Israel y les explicó que la sangre es sagrada porque representa el alma, es decir, la vida misma (Levítico 17:14). Y mil quinientos años más tarde, los apóstoles ordenaron a los cristianos que “[siguieran] absteniéndose [...] de sangre” (Hechos 15:29).
Los testigos de Jehová estamos convencidos de que si aceptáramos una transfusión, no estaríamos absteniéndonos de sangre. Por esa razón insistimos en recibir otros tratamientos. Además, esta postura bíblica ha contribuido mucho a elevar la calidad de la atención médica. Eso explica por qué hoy día muchas personas que no son testigos de Jehová también solicitan tratamientos sin sangre.
¿Por qué se persigue a los testigos de Jehová y se habla mal de ellos?
Jesús dijo: “Si el mundo los odia, saben que me ha odiado a mí antes que los odiara a ustedes. Si ustedes fueran parte del mundo, el mundo le tendría afecto a lo que es suyo. Ahora bien, porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, a causa de esto el mundo los odia” (Juan 15:18, 19; véase también 1 Pedro 4:3, 4). La Biblia muestra que el mundo entero yace bajo el control de Satanás; él es el principal instigador de la persecución. (1 Juan 5:19; Apo 12:17.)Jesús también dijo a sus discípulos: “Serán objeto de odio de parte de toda la gente por causa de mi nombre” (Mar. 13:13). El vocablo “nombre” aquí significa lo que Jesús es oficialmente, el Rey Mesiánico. La persecución sobreviene porque los testigos de Jehová anteponen los mandatos de él a los de todo gobernante humano.
¿Participan ustedes en ayudar a hacer al mundo (a la comunidad) un mejor lugar en el cual vivir?
Es obvio que las condiciones de la comunidad son importantes, y lo son para nosotros también. ¿Qué problema debería estar entre los primeros a los cuales dar atención? Obviamente, el que se dé atención inmediata a ciertos asuntos puede ser provechoso, pero estamos seguro de que usted concordará con nosotros en que nos gustaría ver mejoras que duraran por largo tiempo. Ese es el enfoque que nosotros los testigos de Jehová damos al asunto. Ayudar a las personas a aplicar en su vida los principios bíblicos para llegar a la raíz del asunto en el nivel personal; además, lo que el Reino de Dios hará y por qué este resolverá permanentemente el problema para la humanidad.Algunas personas contribuyen al mejoramiento de la comunidad dando dinero; otras lo hacen ofreciendo sus servicios voluntariamente. Los testigos de Jehová lo hacen de ambas maneras. 1) ‘Para ser testigo de Jehová uno tiene que pagar concienzudamente los impuestos; eso provee dinero al gobierno para que dé los servicios que se necesitan’. 2) ‘Vamos más allá, y visitamos los hogares de la gente y les ofrecemos un estudio de la Biblia sin costo. Cuando las personas se familiarizan con lo que la Biblia dice, aprenden a aplicar los principios bíblicos y a hacer frente a sus problemas’. Como dice un dicho: "Si quieres limpiar el mundo, empiece por su casa".
Muchas personas jamás preguntan para saber lo que los testigos de Jehová en realidad están haciendo en cuanto a los asuntos de la comunidad. Es obvio que hay más de una manera de ofrecer ayuda’. 1) ‘Hay quienes lo hacen estableciendo instituciones... hospitales, hogares para ancianos, centros de rehabilitación para los usuarios de drogas, y así por el estilo. Otros quizás se ofrezcan voluntariamente para ir a los hogares de la gente y ayudar debidamente según lo que puedan hacer. Eso es lo que los testigos de Jehová hacen’. 2) ‘Hemos descubierto que hay algo que puede transformar todo el punto de vista de la persona con relación a la vida, y eso es el conocimiento de lo que la Biblia muestra que es el verdadero propósito de la vida y lo que el futuro encierra’.
Todos quisiéramos ver que las condiciones mejoraran, ¿Qué cree usted acerca de lo que Jesucristo hizo? ¿Diría usted que la manera como él ayudó a las personas fue práctica?... Nosotros tratamos de seguir su ejemplo’.
Se supone que los cristianos sean testigos de Jesús, no de Jehová
‘Es correcto de que tenemos la responsabilidad de ser testigos de Jesús. Por esa razón en nuestras publicaciones se da énfasis al papel que Jesús desempeña en el propósito de Dios. Pero fíjese en esto, que quizás sea un pensamiento nuevo para usted (Apo 1:5)... ¿De quién fue Jesús “el Testigo Fiel”? (Juan 5:43; 17:6.)... Jesús dio el ejemplo que debemos imitar, ¿no es cierto?... ¿Por qué es tan importante que lleguemos a conocer tanto a Jesús como a su Padre? (Juan 17:3)’.¿Están los testigos de Jehová en contra de la medicina?
Jesús declaró: “Las personas en salud no necesitan médico, pero los enfermizos sí” (Mateo 9:12). Está claro que, según la Biblia, no hay nada de malo en acudir a un profesional de la salud para mantenerse sano y prolongar la vida. Por eso, los testigos de Jehová no tienen ningún inconveniente en recibir tratamiento médico. Es más, al igual que Lucas —médico cristiano del siglo primero—, algunos Testigos se dedican a la medicina (Colosenses 4:14).Ahora bien, los testigos de Jehová rechazan los tratamientos que van en contra de los principios bíblicos. Por ejemplo, como la Biblia manda abstenerse de la sangre, los Testigos no aceptan transfusiones sanguíneas (Génesis 9:4; Levítico 17:1-14; Hechos 15:28, 29). Y también evitan los tratamientos o técnicas que se valen de algún “poder mágico”, pues la Biblia condena las prácticas espiritistas y el ocultismo (Isaías 1:13; Gálatas 5:19-21).
Sin embargo, numerosos profesionales de la salud ofrecen tratamientos que pueden salvar la vida del paciente y que son compatibles con las normas divinas. Lo que es más, dichos tratamientos —que muchos testigos de Jehová deciden aceptar— suelen ser de mejor calidad que los que violan los principios bíblicos.
Claro está, las opiniones respecto al tema de la salud son muy diversas. Además, lo que a una persona le viene bien no siempre es lo más indicado para otra. Por consiguiente, para asegurarse de obtener un diagnóstico certero y recibir el tratamiento adecuado, muchos buscan una segunda opinión (Proverbios 14:15).
Como es natural, en materia de salud, cada testigo de Jehová toma sus propias decisiones. Si no hay una ley divina de por medio, se vale de su conciencia (Romanos 14:2-4). Cuando se va a someter a un tratamiento, primero investiga en qué consiste y con esta información decide si su conciencia guiada por la Biblia le permite aceptarlo o no (Gálatas 6:5; Hebreos 5:14).
¿Por qué ejercen tanto cuidado los Testigos al tomar este tipo de decisiones? Para ilustrarlo, pensemos en un conductor que se acerca a una intersección muy transitada. ¿Verdad que no se lanzaría a cruzarla sin pensar, limitándose a seguir los autos que van delante? Eso sería una insensatez. Lo lógico sería frenar, evaluar el tránsito y entonces decidir cuándo cruzar. Del mismo modo, cuando un Testigo debe tomar una decisión que afecta su salud, no se lanza sin pensarlo, siguiendo la opinión general. Más bien, analiza con calma sus opciones a la luz de la Biblia y entonces decide lo que va a hacer.
Los testigos de Jehová valoran mucho la atención que reciben de los profesionales de la salud y agradecen la dedicación con la que ejercen su abnegada labor.
¿Ha habído testigos de Jehová a traves de los siglos después de Jesucristo?
Satanás no ha logrado mantener oculta la verdad. A lo largo de los siglos, algunos lectores concienzudos de la Biblia vieron destellos de luz, pues entendieron hasta cierto grado lo que Dios hará para que la humanidad recobre la perfección (Sal. 97:11; Mat. 7:13, 14; 13:37-39). En el siglo XVII, la impresión de la Biblia y su traducción a diversos idiomas pusieron las Escrituras al alcance de muchas más personas. En 1651, un erudito escribió: “Si con Adán todos mueren, y han perdido el paraíso y la vida eterna en la tierra, con Cristo [...] todos los hombres habrán de vivir también en la tierra, ya que de otro modo la comparación no sería correcta” (1 Corintios 15:21, 22). Uno de los poetas de habla inglesa más importantes, John Milton (1608-1674), habló en sus obras El Paraíso perdido y El Paraíso recobrado sobre la recompensa que los seres humanos fieles recibirán en un paraíso terrestre. Aunque Milton dedicó gran parte de su vida a estudiar las Escrituras, él mismo reconoció que la verdad no se comprendería por completo sino hasta la presencia de Cristo.Otra persona que tenía profundo interés en la Biblia fue el célebre matemático Isaac Newton (1642-1727). Newton llegó a la conclusión de que los santos serían resucitados en el cielo y reinarían junto con Cristo (Apo 5:9, 10). Y en cuanto a los súbditos del Reino, escribió lo siguiente: “La tierra seguirá siendo habitada por [seres humanos] mortales después del día de juicio, y no solo por mil años, sino para siempre”.
Newton pensaba que la presencia de Cristo tardaría siglos en llegar. Y el historiador Stephen Snobelen explica por qué: “La grave apostasía trinitaria que rodeaba a Newton provocó en él un profundo pesimismo. Esa era una de las razones por las que creía que aún faltaba mucho tiempo para que llegara el Reino de Dios”. Las buenas nuevas del Reino seguían ocultas, y en su día Newton no veía ningún movimiento cristiano capaz de proclamarlas. Él escribió: “Las profecías de Daniel y de Juan [registradas estas últimas en el libro de Revelación] solo se entenderán en el tiempo del fin”. Luego añadió: “Daniel dijo que ‘entonces, muchos andarán de aquí para allá, y el conocimiento aumentará’, pues el Evangelio tendrá que predicarse en toda nación antes de la gran tribulación y el fin del mundo. Para que la muchedumbre que lleva ramas de palmera en las manos y que sale de esta gran tribulación sea innumerable y salga de todas las naciones, primero debe predicarse el Evangelio” (Dan. 12:4; Mat. 24:14; Apo 7:9, 10).
En los días de Milton y de Newton era peligroso expresar opiniones contrarias a la doctrina oficial de la Iglesia. Por eso, gran parte de sus escritos religiosos se publicaron después de su muerte.
43:18.
¿Qué sabios consejos nos ayudan a evitar que nos dominen la cólera y el rencor?
¿Hemos notado que la gente amargada y resentida suele acabar haciéndose daño a sí misma? Efectivamente, el rencor es una carga abrumadora. Cuando no nos libramos de él, nos dominan las obsesiones, la intranquilidad y la tristeza. Hay estudios que indican que la cólera persistente incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y otros innumerables males crónicos. Pero mucho antes de estas investigaciones científicas, la Biblia dio esta sensata exhortación: “Depón la cólera y deja la furia” (Salmo 37:8).
43:18-21.
¿Por qué se mandó a los judíos que regresaron del exilio que ‘no se acordaran de las cosas anteriores’?
No fue porque debieran olvidar los actos de liberación que Jehová había ejecutado en el pasado. Más bien, Jehová deseaba que lo alabaran por “algo nuevo”, por algo que experimentarían en carne propia. Por ejemplo, por su viaje a salvo a Jerusalén, tal vez siguiendo una ruta más directa a través del desierto. Por su parte, los miembros de la “gran muchedumbre” que saldrán de “la gran tribulación” también tendrán nuevos motivos para glorificar personalmente a Jehová (Apocalipsis 7:9, 14).
44:28.
¿Qué cadena de acontecimientos posibilitaron el regreso de los judíos a su tierra en 537 antes de nuestra era para reedificar la casa de Jehová?
Babilonia fue derribada en 539 antes de nuestra era por el rey Ciro de Persia, el “pastor” y el “ungido” de Jehová (Isa. 44:28; 45:1). Contrario a la política de Babilonia de nunca liberar a sus cautivos, Ciro emitió un decreto que permitía a los judíos retornar a Jerusalén.
45:14.
¿Que cumplimiento tienen estas palabras actualmente?
Los cristianos que tienen la esperanza terrenal andan, por decirlo así, detrás de la clase del esclavo y su Cuerpo Gobernante, siguiendo su guía. Como “trabajadores no retribuidos”, las otras ovejas emplean de buena gana sus energías y recursos para apoyar la labor mundial de predicación que Cristo encargó a sus seguidores ungidos en la Tierra (Apo 12:17). A la vez que apoya a sus hermanos ungidos, la gran muchedumbre está recibiendo preparación para conformar el núcleo de la sociedad humana que vivirá en la Tierra después del Armagedón.
49:6.
¿Cómo es que el Mesías es una “luz a las naciones”, cuando su ministerio terrestre se limitó a los hijos de Israel?
Es por lo que ocurrió tras la muerte de Jesús. La Biblia aplica Isaías 49:6 a sus discípulos (Hechos 13:46, 47). Hoy, los cristianos ungidos, con el respaldo de una gran muchedumbre de adoradores, constituyen una “luz a las naciones”, una luz que llega “hasta la extremidad de la tierra” para alumbrar a todos los pueblos (Mateo 24:14; 28:19, 20).
50:4,5.
¿Cómo demostró Jesús la actitud humilde que se describe en Isaías 50:4, 5?
Esos versículos dicen que aquel que tenía “la lengua de los enseñados” no se “volvió en la dirección opuesta”. Ansioso de aprender, Jesús escuchó con humildad lo que su Padre le enseñaba. Y, sin duda, prestó mucha atención al ejemplo de humildad que Jehová dio al mostrarle misericordia a la humanidad pecadora.
50:4-6.
¿Cómo demostró el Hijo de Dios que deseaba conocer más acerca de Jehová tanto antes de venir a la Tierra como durante su vida aquí?
En su existencia prehumana, el Hijo había aprovechado toda oportunidad para aprender de su Padre. La profecía de Isaías 50:4-6 revela que Jehová dio a su Hijo enseñanza especializada sobre el papel que desempeñaría como el Mesías. Y a pesar de que esto incluía conocer los padecimientos que sufriría el Ungido de Jehová, el Hijo demostró un gran deseo de aprender. Luego, cuando vino a la Tierra y fue adulto, no disminuyó su deseo de ir a la casa de su Padre para participar en la adoración y en la enseñanza que Jehová quería que se impartiera allí. Por eso, la Biblia nos cuenta que Jesús acudía fielmente al templo y a la sinagoga (Lucas 4:16; 19:47). Si deseamos mantener vivo y fuerte nuestro amor por Jehová, tenemos que ser constantes en las reuniones cristianas, que es donde lo adoramos y donde llegamos a conocerlo y amarlo más profundamente.
50:8, 9.
¿Cómo sabemos que el Siervo estaba seguro de que Jehová lo apoyaría durante todas sus pruebas?
Jesús llegó “a estar [al] lado [de su Padre] como un obrero maestro” en la creación del universo físico y del ser humano. Este “obrero maestro” estuvo “alegre delante de [Jehová] todo el tiempo, pues [estuvo] alegre por el terreno productivo de su tierra, y las cosas que fueron el objeto de [su] cariño estuvieron con los hijos de los hombres” (Pro. 8:22-31). La capacitación que recibió el Siervo de Dios, así como el cariño que le tenía a la humanidad, le ayudaron muchísimo cuando vino a la Tierra. A pesar de la persecución que sufrió, para él siempre fue un placer efectuar la voluntad de su Padre (Sal. 40:8; Mat. 26:42; Juan 6:38). Jesús estaba seguro de que, sin importar el tipo de pruebas que enfrentara, contaría con el apoyo y la ayuda de su Padre. Tal como profetizó Isaías, él pudo decir las palabras de Isaías 50:8, 9.
51:1.
¿Cómo demostramos a Jehová que estamos “siguiendo tras la justicia”?
A los habitantes de Judá que lo buscan de corazón, Jehová les dice: “Escúchenme, ustedes los que están siguiendo tras la justicia, ustedes los que están procurando hallar a Jehová” (Isaías 51:1a). Quienes ‘sigan tras la justicia’ —expresión que implica actuar— no se limitarán a afirmar que son siervos de Dios, sino que se afanarán por ser justos y hacer la voluntad divina (Salmo 34:15; Proverbios 21:21). Verán en Jehová la única Fuente de justicia, y ‘procurarán hallarlo’ (Salmo 11:7; 145:17). No es que hayan olvidado quién es, o cómo elevarle sus oraciones. Más bien, se esforzarán por acercarse a él, adorarlo, orarle y procurar su dirección en todos sus pasos.
52:11.
¿Qué debemos hacer para que Dios acepte nuestra adoración, y por qué representa esto un desafío?
Muchos años antes de que Isaías escribiera éstas palabras, el buen rey Asá había emprendido una intensa campaña en Judá para desarraigar la inmoralidad (1 Rey. 15:11-13). Y siglos después, el apóstol Pablo le dijo a Tito que Jesús se había dado a sí mismo para purificar a sus discípulos y convertirlos en “un pueblo peculiarmente suyo, celoso de obras excelentes” (Tito 2:14). En la sociedad tan degradada en la que vivimos no es fácil mantener la pureza moral, sobre todo en el caso de los jóvenes. Por eso es necesario que todos los siervos de Dios, jóvenes y mayores, luchemos para no contaminarnos con las imágenes eróticas o pornográficas que se exhiben en los carteles publicitarios, la televisión, el cine y especialmente en Internet. Si tomamos en serio las advertencias divinas, sentiremos verdadero odio por lo que es malo (Sal. 97:10; Rom. 12:9). Como dijo cierto hermano, la pornografía ejerce un “enorme magnetismo, un gran poder de atracción”. Para librarnos de su poder, debemos aborrecerla por completo.
53:3.
¿En qué sentido se familiarizo Jesús con la enfermedad?
En su ministerio conoció a personas que estaban enfermas, a muchas de las cuales curó, movido por la compasión (Mr 1:32-34). Así Jesús cumplió esta profecía: “Verdaderamente nuestras enfermedades fueron las que él mismo llevó; y en cuanto a nuestros dolores, él los cargó” (Isa 53:4a; Mt 8:16, 17)
53:4.
¿En qué sentido fue Jesús “golpeado y aplastado por Dios”?
Puesto que Jehová había dicho: “¡Mira! ¡Mi siervo [...]! ¡Mi escogido, a quien mi alma ha aprobado!”, ¿cómo es posible que se deleitara en aplastarlo? (Isa. 42:1; 53:10). Jehová es compasivo y bondadoso, así que sin duda le dolió ver sufrir a su amado Hijo. Aun así, se deleitó al ver que Jesús le obedeció de buena gana y al considerar todo lo que su sufrimiento y muerte haría posible (Isaías 63:9).
A fin de entender esta parte de la profecía, debemos recordar que cuando Satanás desafió la soberanía de Jehová, también cuestionó la lealtad de todos los siervos de Dios, los que están en el cielo y los que estan en la Tierra (Job 1:9-11; 2:3-5). Al mantenerse fiel hasta la muerte, Jesús suministró la respuesta perfecta al desafío de Satanás. Así, aunque Jehová sufrió mucho al permitir que su Hijo muriera a manos de sus enemigos, se sintió sumamente complacido al observar su lealtad inquebrantable (Proverbios 27:11). Otra causa de deleite para Jehová fue saber que la muerte de su Hijo beneficiaría a las personas que se arrepintieran (Lu 15:7).
53:6.
¿Cómo fue Jesús traspasado “por nuestra transgresión”?
Como ovejas perdidas, los seres humanos pecadores hemos andado errantes en busca de liberación de la enfermedad y la muerte heredada de Adán (1 Ped. 2:25). Como somos imperfectos, ninguno de nosotros puede recomprar lo que Adán perdió (Sal. 49:7). Sin embargo, en su gran amor, “Jehová mismo ha hecho que el error de todos nosotros se encuentre con” su querido Hijo y Siervo escogido. Cristo permitió que se le traspasara “por nuestra transgresión” y se le aplastara “por nuestros errores”, y así se llevó nuestros pecados al madero y murió en lugar de nosotros (Isa. 53:5). El apóstol Pedro escribió: “Cristo sufrió por ustedes [...]. Él mismo cargó con nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, para que acabáramos con los pecados y viviéramos a la justicia”. Y añadió lo siguiente citando la profecía de Isaías: “Y ‘por sus heridas ustedes fueron sanados’” (1 Ped. 2:21, 24). Esto abrió la puerta para que los pecadores se reconciliaran con Dios (1 Ped. 3:18).
53:11.
¿Mediante qué conocimiento “traerá [el Mesías] una posición de justos a muchas personas”?
Es el conocimiento que Jesús adquirió al venir a la Tierra como ser humano y sufrir injustamente hasta el extremo de morir (Hebreos 4:15). Así proporcionó un sacrificio redentor, lo cual era necesario para que los cristianos ungidos y la gran muchedumbre llegaran a tener una posición justa ante Dios (Romanos 5:19; Santiago 2:23, 25).
53:12.
¿Quiénes son “los muchos” y qué aprendemos de la manera como Jehová los trata?
Las palabras finales de esta sección de las profecías de Isaías encierran una enseñanza alentadora: Jehová valora a los que le son fieles. Esto se desprende de la promesa de que ‘daría’ al Siervo Mesiánico “una porción entre los muchos”. Parece que esta expresión alude a la costumbre de dividir el despojo, o botín, de guerra. Jehová aprecia la lealtad de “los muchos” fieles de la antigüedad, como Noé, Abrahán o Job, y les ha reservado “una porción” en su venidero nuevo mundo (Hebreos 11:13-16). De igual modo, otorgará una porción a su Siervo Mesiánico. Ciertamente, no dejará su integridad sin recompensa. Nosotros asimismo podemos estar seguros de que Jehová no ‘olvidará nuestra obra y el amor que mostramos para con su nombre’ (Hebreos 6:10).
56:6.
¿Quiénes son “los extranjeros”, y de qué maneras ‘se asen del pacto de Jehová’?
“Los extranjeros” son las “otras ovejas” de Jesús (Juan 10:16). Se asen del nuevo pacto, o sea, se aferran a él, al obedecer las leyes ligadas a este y cooperar con las disposiciones que de él dependen. Lo hacen también al participar del mismo alimento espiritual que los ungidos y al apoyarlos en la obra de predicar y hacer discípulos.
57:15.
¿Qué hace el Soberano universal por sus súbditos humanos?
El trono de Jehová se halla en los más altos cielos. Las mismas palabras del lenguaje original que se utilizan para referirse a los cielos físicos se aplican también a los cielos espirituales. Jehová Dios no reside en los cielos físicos, pues es un Espíritu, pero como es “Alto y Excelso” y reside en “la altura”, es apropiado el uso de esta palabra hebrea, cuyo sentido básico es “elevado” o “encumbrado”, para designar la “excelsa morada de santidad y hermosura” de Dios.
No existe posición más elevada ni excelsa. Es reconfortante saber que desde allí lo ve todo: no solo los pecados de los malvados, sino también las obras justas de los que se esfuerzan por servirle (Salmo 102:19; 103:6). También oye los lamentos de los oprimidos y revivifica el corazón de los aplastados. Estas expresiones deben haber conmovido a los judíos arrepentidos de la antigüedad, como también nos conmueven a nosotros
57:20.
¿Qué significan éstos versículos?
Isaías asemejó a las personas inicuas de la Tierra, las masas alejadas de Dios, al “mar que está siendo agitado, cuando no puede calmarse, cuyas aguas siguen arrojando alga marina y fango”. (Isa 57:20.) En Apocalipsis 17:1, 15 se dice que las “aguas” sobre las que “está sentada” Babilonia la Grande significan “pueblos y muchedumbres y naciones y lenguas”. Isaías también profetizó en cuanto a la “mujer” de Dios, Sión, diciendo: “Porque a ti se dirigirá la riqueza del mar; los recursos mismos de las naciones vendrán a ti”. (Isa 59:20; 60:1, 5.) Estas palabras parecen significar que muchas personas de las multitudes de la Tierra se volverían hacia la “mujer” simbólica de Dios.
Daniel describió cuatro “bestias” que salieron “del mar” y reveló que simbolizaban reyes o reinos políticos. (Da 7:2, 3, 17, 23.) De manera similar, Juan habló de una “bestia salvaje que ascendía del mar”, es decir, de la extensa parte de la humanidad que está separada de Dios; el que mencione, en lenguaje simbólico, unas diademas y un trono indica que esta bestia que sale del “mar” también simboliza una organización política. (Apo 13:1, 2.) Juan también vio en visión el tiempo en que habría “un nuevo cielo y una nueva tierra”, y el “mar”, es decir, las masas turbulentas de personas alejadas de Dios, ya no serían más. (Apo 21:1.)
Los que no responden a la disciplina de Jehová! Sin importar quiénes sean o dónde vivan, no disfrutan de ninguna paz en absoluto. Agitados como un mar embravecido, producen, no el fruto de los labios, sino “alga marina y fango”, es decir, toda suerte de inmundicia.
Dentro de poco se impedirá que los inicuos, quienes no prestan atención al mensaje del Reino, sigan perturbando la paz de los justos. “Solo un poco más de tiempo, y el inicuo ya no será”, promete Jehová. Los que se refugian en Él recibirán la maravillosa bendición de heredar la tierra. “Los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.” (Salmo 37:10, 11, 29.)
59:5.
¿Por qué son siempre dañinas las intrigas de Judá?
La idolatría y la falta de honradez no pueden originar una sociedad próspera, y hacen que los judíos infieles cosechen los problemas que ellos mismos han sembrado. Desde que se conciben hasta que se llevan a cabo, las intrigas de Judá no dan ningún fruto que valga la pena. Sus ideas erróneas solo los perjudican, como los huevos de una serpiente venenosa, de los que solo nacen más serpientes venenosas. Y mientras tanto, la nación sufre.
40:10-14, 26, 28. Jehová es un Dios fuerte y tierno, todopoderoso y omnisapiente. Su entendimiento es mucho mayor de lo que la mente humana puede concebir.
40:17, 23; 41:29; 44:9; 59:4. Las alianzas políticas y los ídolos son ‘irrealidades’. Confiar en ellos no vale de nada.
42:18, 19; 43:8. Cuando las personas cierran los ojos a la Palabra escrita de Dios y se tapan los oídos a la enseñanza que él imparte mediante “el esclavo fiel y discreto”, se vuelven ciegas y sordas en sentido espiritual (Mateo 24:45).
43:25. Jehová borra las transgresiones por causa de sí mismo. El hecho de que obtengamos liberación del pecado y la muerte y alcancemos la vida eterna es secundario en comparación con la santificación del nombre de Jehová.
44:8. Tenemos el apoyo de Jehová, quien es estable y firme como una roca. ¡Jamás temamos dar testimonio de que él es el Dios verdadero! (2 Samuel 22:31, 32.)
44:18-20. La idolatría es una señal de que el corazón se ha corrompido. Nada debe ocupar el lugar de Jehová en nuestro corazón.
46:10, 11. La capacidad de hacer que ‘su propio consejo subsista’, es decir, de cumplir su propósito, es una prueba inequívoca de la divinidad de Jehová.
48:17, 18; 57:19-21. Si esperamos la salvación de Jehová, nos acercamos a él y prestamos atención a sus mandamientos, nuestra paz será tan abundante como las aguas de un río caudaloso, y nuestros actos justos serán tan numerosos como las olas del mar. Quienes no obedecen la Palabra de Dios son como “el mar que está siendo agitado”: no tienen paz.
52:5, 6. Los babilonios llegaron a la conclusión equivocada de que el Dios verdadero era débil. No se dieron cuenta de que Israel cayó en la esclavitud debido a que había desagradado a Jehová. Cuando la calamidad azota al prójimo, no debemos precipitarnos a sacar conclusiones respecto al porqué de lo sucedido.
52:7-9; 55:12, 13. Hay al menos tres razones para que participemos con gozo en la obra de predicar y hacer discípulos. Nuestros pies son hermosos para las personas humildes que tienen hambre espiritual. Vemos a Jehová “ojo a ojo”, es decir, disfrutamos de una estrecha relación con él. Y también gozamos de prosperidad espiritual.
52:11, 12. Para poder llevar “los utensilios de Jehová” —los medios para rendir servicio sagrado—, debemos mantener nuestra pureza espiritual y moral.
58:1-14. La exhibición hipócrita de devoción y justicia no es de ningún valor. Los verdaderos siervos de Dios abundan en actos sinceros de devoción piadosa y de amor fraternal (Juan 13:35; 2 Pedro 3:11).
59:15b-19. Jehová observa los asuntos humanos e interviene cuando lo estima conveniente.
Señalando a la restauración de la adoración verdadera tanto en tiempos antiguos como en nuestros días, Isaías 60:1 declara: “Levántate, oh mujer, despide luz, porque ha venido tu luz y sobre ti ha brillado la mismísima gloria de Jehová”. Luego se dirigen estas palabras a Sión: “Tienes que llegar a ser una corona de hermosura en la mano de Jehová” (Isaías 62:3).
Isaías ora a favor de los israelitas que, estando exiliados en Babilonia, se volverán a Jehová arrepentidos (Isaías 63:15–64:12). Después de establecer el contraste entre los verdaderos siervos de Dios y los falsos, el profeta describe las bendiciones que Jehová otorgará a quienes le sirvan (Isaías 65:1–66:24).
Respuestas a preguntas bíblicas:
60:17.
¿Qué ha experimentado el pueblo de Jehová durante los últimos días?
Jehová declara que el aumento numérico de su pueblo va acompañado del progreso de su organización: “En vez del cobre traeré oro, y en vez del hierro traeré plata, y en vez de la madera, cobre, y en vez de las piedras, hierro; y ciertamente nombraré la paz como tus superintendentes, y la justicia como los que te asignan tus tareas” (Isaías 60:17). Reemplazar cobre por oro supone una mejora, y lo mismo puede decirse de los demás materiales mencionados en el pasaje. En armonía con estas palabras, la organización del pueblo de Jehová se ha ido perfeccionando en el transcurso de los últimos días. (Mateo 24:3; 2 Timoteo 3:1).
61:8, 9.
¿Cuál es el “pacto de duración indefinida”, y quiénes son “la prole”?
Se trata del nuevo pacto con los cristianos ungidos que Jehová ha establecido. “La prole” son las “otras ovejas”, o sea, los millones de personas que responden favorablemente al mensaje de los ungidos (Juan 10:16).
63:5.
¿En qué sentido sostiene a Dios su propia furia?
La furia de Dios es una emoción controlada: su justa indignación. Su furia lo sostiene en el sentido de que lo motiva a ejecutar sus justos juicios.
63:7-9.
¿Qué ayudará a un orador a expresar afecto y otros sentimientos en un discurso, y por qué es importante?
El afecto y otros sentimientos salen a relucir cuando el orador desea ayudar al auditorio. El tono de la voz y la expresión facial pueden transmitir calidez y cariño, algo vital para llegar al corazón de los oyentes (Mar. 1:40, 41).
En buena parte depende de la información analizada. ¿Se trata de una fuerte condena, o de una súplica? El orador no ha de pensar únicamente en las palabras y las ideas, sino también en el sentimiento que debe acompañarlas (compárese con Mateo 23 y Génesis 44).
63:9.
¿Qué maravillosa cualidad de Jehová se destaca en las palabras de Isaías 63:9?
Jehová se conmovió y dijo: “He visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído el clamor de ellos [...]; porque conozco bien los dolores que sufren” (Éxodo 3:7). No pudo menos que apiadarse al ver sus padecimientos y oír sus clamores, pues es un Dios que demuestra empatía (la capacidad de sentir en sí mismo el sufrimiento ajeno), virtud muy relacionada con la compasión. Pero él no solo se condolió de su pueblo, sino que se sintió impulsado a auxiliarlo. Como indica Isaías 63:9: “En su amor y en su compasión él mismo los recompró”. “Con mano fuerte” rescató a los israelitas de Egipto (Deuteronomio 4:34). Luego les proporcionó alimento milagroso y los condujo libres a una tierra fértil que pasó a ser suya.
Jehová no se compadece de sus siervos tan solo a nivel colectivo. Nuestro amoroso Dios se interesa profundamente por cada uno de nosotros y es consciente de todos nuestros sufrimientos. El salmista escribió: “Los ojos de Jehová están hacia los justos, y sus oídos están hacia su clamor por ayuda. Jehová está cerca de los que están quebrantados de corazón; y salva a los que están aplastados en espíritu” (Salmo 34:15, 18). ¿Cómo nos da Jehová ayuda individual? No es que necesariamente vaya a eliminar la causa del sufrimiento. Sin embargo, ha dispuesto muchísimos medios para beneficio de quienes imploran su auxilio. En su Palabra, la Biblia, ofrece consejos prácticos que pueden mejorar nuestra situación. En la congregación proporciona superintendentes capacitados en sentido espiritual que procuran reflejar la compasión divina al dar asistencia a sus hermanos en la fe (Santiago 5:14, 15). Además, el “Oidor de la oración” concede “espíritu santo a los que le piden” (Salmo 65:2; Lucas 11:13). Todas estas dádivas son expresiones de “la tierna compasión de nuestro Dios” (Lucas 1:78).
65:14.
¿Por qué les resulta difícil a algunos jóvenes aceptar la autoridad de Jehová?
Si eres un joven cristiano, recuerda que eres uno de los blancos preferidos de Satanás. Él no desea que te sometas a la autoridad de Jehová. Por eso utiliza “los deseos que acompañan a la juventud” y la presión de otros jóvenes para hacerte creer que las leyes divinas son muy difíciles de cumplir (2 Tim. 2:22). No te dejes convencer. Esfuérzate por ver lo sabias que son las normas de Jehová. Por ejemplo, la Biblia dice: “Huyan de la fornicación” (1 Cor. 6:18). Pregúntate: “¿Por qué es sabio este mandato? ¿Qué beneficios recibiré si lo obedezco?”. Tal vez conozcas a algunos que decidieron desobedecerlo y pagaron muy caro su error. Puede que ni siquiera estén ya en la organización de Jehová. ¿Dirías que ahora son más felices? ¿Llevan una vida mejor que la que llevaban cuando servían a Dios? ¿Han descubierto un secreto para la felicidad que los demás siervos de Dios no conocemos?
66:12.
¿Qué dicen los expertos y qué dice la Biblia sobre las demostraciones de afecto?
En 1928, el doctor John Broadus Watson recomendó a los padres: “Nunca abracen ni besen [a sus hijos]. Nunca los sienten en el regazo” (The Psychological Care of Infant and Child [La atención psicológica del niño]). Sin embargo, en fecha más reciente, las doctoras Vera Lane y Dorothy Molyneaux comentaron: “Los estudios indican que, muchas veces, los niños que viven privados de contacto físico y de manifestaciones de afecto no se desarrollan adecuadamente” (Our Children, marzo de 1999).
Por su parte, Isaías 66:12 presenta a Dios dando muestras del amor paterno que siente por su pueblo. De igual modo, cuando los discípulos de Jesús trataron de impedir que la gente le llevara los niños, él los corrigió con estas palabras: “Dejen que los niñitos vengan a mí; no traten de detenerlos”. A continuación, “tomó a los niños en los brazos y empezó a bendecirlos” (Marcos 10:14, 16).
64:6. Los seres humanos imperfectos no pueden salvarse a sí mismos. En lo que respecta a expiar sus pecados, sus actos justos solo son como prendas de vestir sucias (Romanos 3:23, 24).
65:13, 14. Jehová bendice a sus siervos fieles satisfaciendo generosamente su necesidad espiritual.
66:3-5. Jehová detesta la hipocresía.
Nosotros también vivimos en un período en que la oscuridad envuelve a la Tierra y las naciones se hallan en densas tinieblas (Isaías 60:2). Estos son “tiempos críticos, difíciles de manejar” (2 Timoteo 3:1). Por lo tanto, el mensaje divino de salvación que se encuentra en el libro bíblico de Isaías es muy animador para todos nosotros (Hebreos 4:12).
LA SOMBRA amenazante del cruel monarca asirio se cernía pesadamente sobre los demás imperios y los reinos menores del Oriente Medio. Por toda aquella zona hervía el habla de conspiración y confederación. (Isa. 8:9-13.) El apóstata reino norteño de Israel pronto sería víctima de esta intriga internacional, mientras que los reyes del reino sureño de Judá reinaban precariamente. (2 Rey., caps. 15-21.) Se estaban desarrollando y empleando nuevas armas de guerra, y esto aumentaba el terror de los tiempos. (2 Cró. 26:14, 15.) ¿Adónde podría dirigirse alguien en busca de protección y salvación? Aunque el nombre de Jehová estaba en los labios del pueblo y de los sacerdotes en el pequeño reino de Judá, estos dirigieron su corazón muy lejos en otras direcciones: primero a Asiria, y luego abajo a Egipto. (2 Rey. 16:7; 18:21.) La fe en el poder de Jehová decaía. Donde no había franca idolatría, reinaba una forma de adoración llena de hipocresía, basada en formalismo y no en el verdadero temor a Dios.
2 Entonces, ¿quién hablaría por Jehová? ¿Quién declararía Su poder de salvar? “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí”, vino la pronta respuesta. El que habló fue Isaías, quien ya había estado profetizando antes. Transcurría el año en que murió herido de lepra el rey Uzías, alrededor de 778 a. E.C. (Isa. 6:1, 8.) El nombre Isaías quiere decir “Salvación de Jehová”, el mismo significado, aunque escrito en sentido inverso, del nombre Jesús (“Jehová Es Salvación”). Desde el comienzo hasta el fin, la profecía de Isaías destaca este hecho: que Jehová es salvación.
3 Isaías era hijo de Amoz (a quien no se debe confundir con Amós, otro profeta de Judá) (1:1). Las Escrituras no dicen nada de su nacimiento ni de su muerte, aunque según la tradición judía fue aserrado en dos por el inicuo rey Manasés. (Compárese con Hebreos 11:37.) Sus escritos lo sitúan en Jerusalén con su esposa, que era profetisa, y por lo menos dos hijos que recibieron nombres proféticos. (Isa. 7:3; 8:1, 3.) Isaías sirvió durante el tiempo de por lo menos cuatro reyes de Judá: Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías; y parece que su servicio empezó alrededor del año 778 a. E.C. (cuando murió Uzías, o posiblemente antes) y continuó por lo menos hasta después de 732 a. E.C. (el decimocuarto año de Ezequías), o no menos de 46 años. Lo más probable sería que también hubiera puesto ya por escrito su profecía para esta última fecha (1:1; 6:1; 36:1). Otros profetas de su tiempo fueron: en Judá, Miqueas; y al norte, Oseas y Oded. (Miq. 1:1; Ose. 1:1; 2 Cró. 28:6-9.)
4 El hecho de que Jehová mandó a Isaías que escribiera juicios proféticos lo establece Isaías 30:8: “Ahora ven, escríbelo sobre una tablilla con ellos, e inscríbelo hasta en un libro, para que sirva para un día futuro, para testimonio hasta tiempo indefinido”. Los antiguos rabinos judíos reconocían a Isaías como el escritor y ponían su libro en primer lugar entre los libros de los profetas mayores (Isaías, Jeremías y Ezequiel).
5 Aunque algunos han dicho que el cambio de estilo en el libro desde el capítulo 40 en adelante indica un escritor diferente, o un “Segundo Isaías”, el cambio de materia o asunto debe ser suficiente razón para explicar esto. Hay mucha prueba de que Isaías escribió todo el libro que lleva su nombre. Por ejemplo, la unidad del libro se indica por la expresión: “el Santo de Israel”, que aparece 12 veces en los capítulos 1 a 39, y 13 veces en los capítulos 40 a 66, un total de 25 veces; mientras que solo aparece 6 veces en lo restante de las Escrituras Hebreas. El apóstol Pablo también testifica de la unidad del libro al citar de todas partes de la profecía y atribuir la obra entera a un solo escritor: Isaías. (Compare Romanos 10:16, 20; 15:12 con Isaías 53:1; 65:1; 11:1.)
6 Es interesante que, comenzando en el año 1947, de la oscuridad de unas cavernas no lejos de Khirbet (Qirbet) Qumrán, cerca de la costa noroeste del mar Muerto, se sacaron unos documentos antiguos. Estos fueron los Rollos del Mar Muerto, y entre estos estuvo la profecía de Isaías. Este documento está hermosamente escrito en hebreo premasorético bien conservado, y tiene unos 2.000 años de antigüedad, desde fines del siglo II a. E.C. Su texto, pues, sobrepasa por alrededor de mil años en antigüedad al manuscrito más antiguo en existencia del texto masorético, en el cual se basan las traducciones modernas de las Escrituras Hebreas. Hay variaciones menores en la grafía de palabras y algunas diferencias en la construcción gramatical, pero no varía doctrinalmente del texto masorético. Aquí hay prueba convincente de que las Biblias que tenemos hoy contienen el mensaje inspirado original de Isaías. Además, estos rollos antiguos refutan el argumento de los críticos sobre dos “Isaías”, pues el capítulo 40 comienza en la última línea de la columna de escritura que contiene el capítulo 39, de modo que la oración de apertura se completa en la columna siguiente. Como se ve, el copista obviamente no sabía nada de algún supuesto cambio de escritor o de alguna división del libro en este punto.
7 Hay prueba abundante de la autenticidad del libro de Isaías. Aparte de Moisés, de ningún otro profeta citan más a menudo los escritores cristianos de la Biblia. Igualmente, hay una abundancia de prueba histórica y arqueológica de que es genuino; por ejemplo, los registros históricos de los monarcas asirios, entre ellos el prisma hexagonal de Senaquerib, en el cual él da su propio relato del asedio de Jerusalén. (Isa., caps. 36, 37.) El montón de ruinas que una vez fue Babilonia todavía da testimonio del cumplimiento de Isaías 13:17-22. Hubo un testimonio viviente en cada uno de los miles de judíos que marcharon de regreso de Babilonia, libertados por un rey cuyo nombre, Ciro, había sido escrito por Isaías casi 200 años antes. Puede ser que a Ciro más tarde se le mostrara este escrito profético, porque al libertar al resto judío él mencionó que había sido comisionado por Jehová para hacer aquello. (Isa. 44:28; 45:1; Esd. 1:1-3.)
8 Sobresalen en el libro de Isaías las profecías mesiánicas. Se ha llamado a Isaías “el profeta evangélico”, por las numerosas predicciones que se cumplieron en los sucesos de la vida de Jesús. El capítulo 53, por mucho tiempo un “capítulo misterioso”, no solo para el eunuco etíope al que se hace referencia en el capítulo 8 de Hechos, sino también para el pueblo judío como nación, predice tan vívidamente el trato dado a Jesús que es como el relato de un testigo ocular. Las Escrituras Griegas Cristianas registran los cumplimientos proféticos de este capítulo sobresaliente de Isaías, como lo muestran las siguientes comparaciones: v. 1—Juan 12:37, 38; v. 2—Juan 19:5-7; v. 3—Marcos 9:12; v. 4—Mateo 8:16, 17; v. 5—1 Pedro 2:24; v. 6—1 Pedro 2:25; v. 7—Hechos 8:32, 35; v. 8—Hechos 8:33; v. 9—Mateo 27:57-60; v. 10—Hebreos 7:27; v. 11—Romanos 5:18; v. 12—Lucas 22:37. ¿Quién sino Dios pudo ser la fuente de predicción tan exacta?
9 Los primeros seis capítulos dan el marco de circunstancias en Judá y Jerusalén, relatan la culpa de Judá ante Jehová y describen cómo se comisiona a Isaías. Los capítulos 7 a 12 tratan de amenazas de invasiones enemigas y de la promesa de alivio por el Príncipe de Paz comisionado por Jehová. Los capítulos 13 a 35 contienen una serie de declaraciones formales contra muchas naciones y un anuncio de la salvación que proveerá Jehová. En los capítulos 36 a 39 se describen sucesos históricos del reinado de Ezequías. Los capítulos restantes, 40 a 66, tratan el tema de soltar de Babilonia a los cautivos, el regreso del resto judío y la restauración de Sión.
10 El mensaje de Isaías “concerniente a Judá y Jerusalén” - (1:1–6:13) Véale allí vestido de saco y con sandalias mientras, de pie en Jerusalén, clama: ¡Dictadores! ¡Pueblo! ¡Oigan! Su nación está enferma desde la cabeza hasta los pies, y ustedes han cansado a Jehová al levantar en oración manos ensangrentadas. Vengan, enderecen los asuntos con él, para que los pecados de color escarlata queden emblanquecidos como la nieve. En la parte final de los días la montaña de la casa de Jehová será elevada, y todas las naciones fluirán a ella en busca de instrucción. Ya no aprenderán más la guerra. Jehová será puesto en alto y santificado. Pero ahora Israel y Judá, aunque fueron plantados como una viña escogida, producen uvas de desafuero. Hacen malo lo bueno y bueno lo malo, porque son sabios a sus propios ojos.
11 “Yo, sin embargo, conseguí ver a Jehová, sentado en un trono excelso y elevado”, dice Isaías. Junto con la visión viene la comisión de Jehová: “Ve, y tienes que decir a este pueblo: ‘Oigan vez tras vez’”. ¿Hasta cuándo? “Hasta que las ciudades realmente caigan estrepitosamente en ruinas” (6:1, 9, 11).
12 Amenazas de invasiones enemigas y promesa de alivio - (7:1–12:6) Jehová utiliza a Isaías y sus hijos como ‘señales y milagros’ proféticos para mostrar que primero la combinación de Siria e Israel contra Judá fracasará, pero con el tiempo Judá irá en cautiverio, y solo regresará un resto. Una doncella quedará encinta y dará a luz un hijo. ¿Qué nombre se le da? Emmanuel (que significa “Con Nosotros Está Dios”). ¡Que tomen nota los enemigos que se combinan contra Judá! “¡Cíñanse, y sean hechos añicos!” Vendrán tiempos difíciles, pero entonces una luz grande brillará sobre el pueblo de Dios. Porque nos ha nacido un niño, “y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (7:14; 8:9, 18; 9:6).
13 “¡Ajá, el asirio —clama Jehová—, la vara para mi cólera!” Después de usar aquella vara contra “una nación apóstata”, Dios abatirá al insolente asirio mismo. Más tarde, “un simple resto volverá” (10:5, 6, 21). ¡Vea ahora un brote, una ramita del tocón de Jesé (el padre de David)! Esta “ramita” gobernará con justicia, y por medio de él toda la creación tendrá gozo, sin que haya daño o ruina, “porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar” (11:1, 9). Con esta “ramita” como señal enhiesta para las naciones, una calzada sale de Asiria para el resto que regresa. Habrá alborozo al sacar agua de los manantiales de la salvación y celebrar con melodía a Jehová.
14 Se pronuncia la ruina de Babilonia - (13:1–14:27) Isaías mira ahora a más allá de los días de Asiria, al tiempo del apogeo de Babilonia. ¡Escuche! ¡El sonido de un pueblo numeroso, el alboroto de reinos, de naciones reunidas! ¡Jehová reúne en formación militar al ejército de guerra! Es un día oscuro para Babilonia. Los rostros, asombrados, se inflaman, y los corazones se derriten. Los despiadados medos derribarán a Babilonia, “la decoración de reinos”. Ella ha de llegar a ser una desolación inhabitada y un lugar frecuentado por criaturas salvajes “por generación tras generación” (13:19, 20). Se sacude a los muertos en el Seol para que reciban al rey de Babilonia. Las cresas llegan a ser su lecho, y gusanos su cubierta. ¡Qué caída para este ‘resplandeciente, el hijo del alba’ (14:12)! Aspiraba a elevar su trono, pero ha llegado a ser un cadáver arrojado fuera, cuando Jehová barre a Babilonia con la escoba de la aniquilación. ¡No ha de quedar nombre, ni resto, ni progenie, ni posteridad!
15 Desolaciones internacionales - (14:28–23:18) Isaías señala ahora a Filistea, que bordea el mar Mediterráneo, y luego a Moab, que está al sudeste del mar Muerto. Dirige su profecía hacia arriba, a más allá del límite norteño de Israel, a Damasco de Siria, penetra profundamente en el sur, en Etiopía, y sube por el Nilo a Egipto, y por toda la senda los juicios de Jehová producen desolación. Isaías cuenta que el rey asirio Sargón, el predecesor de Senaquerib, envía al comandante Tartán contra la ciudad filistea de Asdod, al oeste de Jerusalén. Entonces se le dice a Isaías que se desvista y vaya desnudo y descalzo por tres años. Así él da un cuadro vívido de lo inútil de confiar en Egipto y Etiopía, quienes, con “las nalgas descubiertas”, serán llevados cautivos por el asirio (20:4).
16 Un vigía sobre su atalaya ve la caída de Babilonia y sus dioses, y ve adversidades para Edom. Jehová mismo se dirige al pueblo bullicioso de Jerusalén, que dice: “Que se coma y se beba, porque mañana moriremos”. ‘Morirán’, dice Jehová (22:13, 14). Las naves de Tarsis también han de aullar, y Sidón ha de ser avergonzada, porque Jehová ha dado consejo contra Tiro, para “tratar con desprecio a todos los honorables de la tierra” (23:9).
17 El juicio y la salvación de Jehová - (24:1–27:13) ¡Pero mire ahora a Judá! Jehová vacía la tierra. Pueblo y sacerdote, siervo y amo, comprador y vendedor... todos tienen que irse, porque han pasado por alto las leyes de Dios y quebrantado el pacto indefinidamente duradero. Pero con el tiempo él volverá su atención a los prisioneros y los reunirá. Jehová es una plaza fuerte y un refugio. Tenderá un banquete en su montaña y se tragará a la muerte para siempre, mientras limpia las lágrimas de todo rostro. Dirán: “Este es nuestro Dios”. “Este es Jehová” (25:9). Judá tiene una ciudad cuyos muros son la salvación. Paz continua tendrán los que confían en Jehová, “porque en Jah Jehová está la Roca de tiempos indefinidos”. Pero el inicuo sencillamente “no aprenderá justicia” (26:4, 10). Jehová dará muerte a sus adversarios, pero restaurará a Jacob.
18 La indignación y las bendiciones de Dios - (28:1–35:10) ¡Calamidad para los borrachos de Efraín, cuya “decoración de hermosura” tiene que marchitarse! Pero Jehová “llegará a ser como corona de decoración y como guirnalda de hermosura” para el resto de su pueblo (28:1, 5). No obstante, los jactanciosos de Jerusalén esperan que una mentira sea refugio para ellos, más bien que la probada y preciosa piedra de fundamento puesta en Sión. Una inundación repentina los barrerá a todos. Los profetas de Jerusalén están dormidos, y el libro de Dios está sellado para ellos. Los labios se acercan, pero los corazones están muy alejados. Con todo, vendrá el día en que los sordos oirán las palabras del libro. Los ciegos verán y los mansos se regocijarán.
19 ¡Ay de los que bajan a Egipto por refugio! Este pueblo terco quiere visiones melosas, engañosas. Serán cortados, pero Jehová restaurará a un resto. Estos verán a su Magnífico Instructor, y esparcirán sus imágenes, y las llamarán “¡nada más que mugre!” (30:22). Jehová es el verdadero Defensor de Jerusalén. Un rey gobernará en justicia, junto con sus príncipes. Traerá paz, tranquilidad y seguridad hasta tiempo indefinido. La traición hará que los mensajeros de paz lloren amargamente, pero para su propio pueblo el Majestuoso, Jehová, es Juez, Dador de Estatutos y Rey, y él mismo los salvará. Ningún residente dirá entonces: “Estoy enfermo” (33:24).
20 La indignación de Jehová tiene que estallar contra las naciones. Los cadáveres hederán, y las montañas se derretirán con sangre. Edom ha de ser desolado. Pero para los rescatados de Jehová la llanura desértica florecerá, y “la gloria de Jehová, el esplendor de nuestro Dios”, aparecerá (35:2). El ciego, el sordo y el mudo serán sanados, y se abrirá el Camino de la Santidad para los redimidos de Jehová mientras vuelven a Sión con regocijo.
21 Jehová hace retroceder a Asiria en los días de Ezequías - (36:1–39:8) ¿Es práctica la exhortación de Isaías de confiar en Jehová? ¿Puede salir con éxito de la prueba? En el decimocuarto año del reinado de Ezequías, Senaquerib de Asiria corta como con guadaña por Palestina y desvía algunas de sus tropas para tratar de intimidar a Jerusalén. Su portavoz, Rabsaqué, que habla hebreo, lanza preguntas desafiadoras al pueblo que está sobre los muros de la ciudad: ‘¿En qué ponen su confianza? ¿En Egipto? ¡Una caña quebrantada! ¿En Jehová? ¡No hay dios que pueda librar del rey de Asiria!’ (36:4, 6, 18, 20). En obediencia al rey, el pueblo no contesta.
22 Ezequías ora a Jehová por salvación a causa de Su nombre, y, mediante Isaías, Jehová contesta que pondrá su garfio en la nariz del asirio y lo conducirá de regreso por el camino por el cual ha venido. Un ángel da muerte a 185.000 asirios, y Senaquerib se escabulle de regreso a su país, donde más tarde sus propios hijos lo asesinan en su templo pagano.
23 Ezequías enferma de muerte. Sin embargo, Jehová hace retroceder milagrosamente la sombra producida por el sol, como señal de que Ezequías será sanado, y agrega 15 años a la vida del rey. Agradecido, Ezequías compone un hermoso salmo de alabanza a Jehová. Cuando el rey de Babilonia envía mensajeros para felicitarlo hipócritamente por su mejoría, Ezequías comete la imprudencia de mostrarles los tesoros reales. Como resultado, Isaías profetiza que todo lo que hay en la casa de Ezequías será llevado algún día a Babilonia.
24 Jehová consuela a sus testigos - (40:1–44:28) La palabra de apertura del capítulo 40, “Consuelen”, describe bien lo restante del libro de Isaías. Una voz en el desierto clama: “¡Despejen el camino de Jehová!” (40:1, 3). Hay buenas nuevas para Sión. Jehová pastorea su rebaño y lleva los corderitos en su seno. Desde los cielos elevados mira abajo al círculo de la Tierra. ¿A qué puede ser comparado en grandeza? Da pleno poder y energía dinámica a los cansados y fatigados que confían en él. Declara que las imágenes fundidas de las naciones son viento e irrealidades. Su escogido será como un pacto para los pueblos y una luz a las naciones que abrirá los ojos ciegos. Jehová dice a Jacob: “Yo mismo te he amado”, y clama al naciente, al poniente, al norte y al sur: ‘¡Entrega acá! Trae a mis hijos e hijas’ (43:4, 6). Con el tribunal en sesión, Jehová desafía a los dioses de las naciones a que produzcan testigos para probar su divinidad. El pueblo de Israel son testigos de Jehová, su siervo, que testifican que él es Dios y Libertador. A Jesurún (“Uno Recto”, Israel) él promete su espíritu y luego arroja vergüenza sobre los hacedores de imágenes que no ven ni saben nada. Jehová es el Recomprador de su pueblo; Jerusalén será habitada de nuevo, y su templo será reedificado.
25 Venganza sobre Babilonia - (45:1–48:22) Por amor de Israel, Jehová nombra a Ciro para que venza a Babilonia. Se hará saber a los hombres que solo Jehová es Dios, el Creador de los cielos, la Tierra y el hombre que está sobre ella. Jehová se burla de Bel y Nebo, los dioses de Babilonia, porque solo Él puede declarar el final desde el principio. La hija virgen de Babilonia se sentará en el polvo, destronada y desnuda, y la multitud de sus consejeros será quemada como rastrojo. Jehová dice a los israelitas adoradores de ídolos ‘cuya cerviz es un tendón de hierro y su frente es cobre’ que ellos podrían tener paz, justicia y prosperidad si le escucharan, pero ‘no hay paz para los inicuos’ (48:4, 22).
26 Sión consolada - (49:1–59:21) Al dar a su siervo como luz a las naciones, Jehová clama a los que están en la oscuridad: “¡Salgan!” (49:9). Sión será consolada, y su desierto llegará a ser como Edén, el jardín de Jehová, sobreabundante en alborozo, regocijo, acción de gracias y la voz de melodía. Jehová hará que los cielos se desvanezcan en humo, la tierra se gaste como un vestido y sus habitantes mueran como un sencillo jején. ¿Por qué temer, entonces, el oprobio de hombres mortales? La copa amarga que Jerusalén ha bebido debe pasarse ahora a las naciones que la han pisoteado.
27 ‘¡Despiértate, oh Sión, y levántate del polvo!’ Mira al mensajero, que salta sobre las montañas con buenas nuevas y avisa a Sión: “¡Tu Dios ha llegado a ser rey!” (52:1, 2, 7). Sálganse del lugar inmundo y manténganse limpios, ustedes los que sirven a Jehová. El profeta describe ahora al ‘siervo de Jehová’ (53:11). Este es un hombre a quien se desprecia y evita, uno que lleva nuestros dolores y a quien sin embargo se ve como golpeado por Dios. Fue traspasado por nuestras transgresiones, pero nos curó mediante sus heridas. Como una oveja llevada al degüello, no cometió violencia ni habló engaño. Dio su alma como ofrenda por la culpa para cargar los errores de muchas personas.
28 Como dueño marital, Jehová dice a Sión que clame gozosamente por su venidera fecundidad. Aunque afligida y arrojada por la tormenta, llegará a ser una ciudad con fundamento de zafiros, almenajes de rubíes y puertas de piedras relumbrantes como el fuego. Sus hijos, enseñados por Jehová, disfrutarán de paz abundante, y ningún arma formada contra ellos tendrá éxito. “¡Oigan, todos ustedes los sedientos!”, clama Jehová. Si vienen, concluirá con ellos su ‘pacto respecto a las bondades amorosas para con David’; dará un caudillo y comandante como testigo a los grupos nacionales (55:1-4). Los pensamientos de Dios son infinitamente más elevados que los del hombre, y su palabra tendrá éxito seguro. Eunucos que guarden su ley, sin importar de qué nacionalidad, recibirán un nombre mejor que el de hijos e hijas. La casa de Jehová será llamada casa de oración para todos los pueblos.
29 Como el Alto y Excelso, cuyo nombre es santo, Jehová dice a los idólatras enloquecidos por lo sexual que él no contenderá con Israel hasta tiempo indefinido. Los ayunos píos de ellos son encubrimientos para la iniquidad. La mano de Jehová no es demasiado corta para salvar, ni su oído demasiado pesado para oír; más bien, son ‘los mismísimos errores de ustedes los que han llegado a ser las cosas que causan división entre ustedes y su Dios’, dice Isaías (59:2). Por eso esperan luz, pero andan palpando en la oscuridad. Por otra parte, el espíritu de Jehová sobre su pueblo fiel en pacto con él garantiza que su palabra permanecerá en la boca de ellos para todas las generaciones futuras, y no se les podrá quitar.
30 Jehová hermosea a Sión - (60:1–64:12) “Levántate, oh mujer, despide luz, porque [...] ha brillado la mismísima gloria de Jehová.” Por contraste, densas tinieblas envuelven la tierra (60:1, 2). En aquel tiempo Sión alzará los ojos y se pondrá radiante, y su corazón se estremecerá cuando vea que los recursos de las naciones vienen a ella sobre una oleada en masa de camellos. Como nubes de palomas, vendrán volando a ella. Extranjeros edificarán sus muros, reyes le ministrarán, y sus puertas nunca se cerrarán. Su Dios tendrá que llegar a ser su hermosura, y aceleradamente él hará que uno se convierta en mil y el chico en una nación poderosa. El siervo de Dios exclama que el espíritu de Jehová está sobre él y lo unge para anunciar estas buenas nuevas. Sión recibe un nombre nuevo: Mi Deleite Está en Ella (Hefziba), y a su tierra se llama Poseída como Esposa (Beulá) (62:4, nota). Sale la orden de terraplenar la calzada de regreso desde Babilonia y levantar una señal enhiesta en Sión.
31 De Bozrá en Edom viene uno con prendas de vestir de rojo sangre. En su cólera ha hollado a personas en un lagar, y la sangre de estas ha salido a chorros. El pueblo de Jehová está muy al tanto de su inmundicia y ofrece esta conmovedora oración: ‘Oh Jehová, tú eres nuestro Padre. Nosotros somos el barro, y tú eres nuestro Alfarero. No estés indignado, oh Jehová, hasta el extremo. Todos somos pueblo tuyo’ (64:8, 9).
32 ¡“Nuevos cielos y una nueva tierra”! - (65:1–66:24) El pueblo que ha abandonado a Jehová por los dioses de la “Buena Suerte” y el “Destino” morirá de hambre y sufrirá vergüenza (65:11). Los propios siervos de Dios se regocijarán con la abundancia. ¡Mire! Jehová crea nuevos cielos y una nueva tierra. ¡Qué gozo y alborozo habrá en Jerusalén y su pueblo! Se edificarán casas y se plantarán viñas, mientras el lobo y el cordero pacen en unidad. No habrá daño ni ruina.
33 Los cielos son el trono de Jehová, y la Tierra es el banquillo de sus pies; por lo tanto, ¿qué casa pueden edificarle los hombres? Una nación ha de nacer en un solo día, y se invita a todos los amadores de Jerusalén a regocijarse cuando Jehová le extienda paz justamente como un río. Como un mismo fuego él vendrá contra sus enemigos... carros que son como un viento de tempestad harán el pago de su cólera contra toda carne desobediente, con pura furia y llamas de fuego. Saldrán mensajeros a todas las naciones y a islas lejanas para anunciar su gloria. Sus cielos y tierra nuevos serán permanentes. También, los que le sirvan, y la prole de estos, seguirán subsistiendo. O es esto, o es muerte eterna.
34 Desde todo punto de vista, el libro profético de Isaías es una dádiva muy provechosa de Jehová Dios. Resplandecen desde él los pensamientos elevados de Dios. (Isa. 55:8-11.) Conferenciantes que dan a conocer las verdades bíblicas pueden sacar del libro de Isaías, como de un tesoro, vívidas ilustraciones que impresionan con un vigor como el de las parábolas de Jesús. Isaías nos hace ver claramente la tontedad del hombre que, para hacer un ídolo al que adora, usa el mismo árbol que utiliza como combustible. Nos comunica la incomodidad del hombre que se acuesta en un lecho demasiado corto con una sábana demasiado estrecha, y nos hace oír el dormitar ruidoso de los profetas que son como perros mudos, demasiado perezosos para ladrar. Si nosotros mismos, según la exhortación de Isaías, ‘escudriñamos el libro de Jehová y lo leemos en voz alta’, podremos darnos cuenta del trascendental mensaje que Isaías tiene para nuestros días (44:14-20; 28:20; 56:10-12; 34:16).
35 La profecía enfoca particularmente el Reino de Dios mediante el Mesías. Jehová mismo es el Rey supremo, y nos salva (33:22). Pero ¿qué hay del Mesías mismo? El anuncio del ángel a María acerca del niño que ella daría a luz mostró que Isaías 9:6, 7 se cumpliría cuando él recibiera el trono de David; “y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin”. (Luc. 1:32, 33.) Mateo 1:22, 23 muestra que el que Jesús naciera de una virgen cumplió Isaías 7:14, y lo identifica como “Emmanuel”. Unos 30 años más tarde, Juan el Bautizante vino predicando que ‘el reino de los cielos se había acercado’. Los cuatro evangelistas citan Isaías 40:3 para mostrar que este Juan era el ‘que clamaba en el desierto’. (Mat. 3:1-3; Mar. 1:2-4; Luc. 3:3-6; Juan 1:23.) En la ocasión de su bautismo Jesús llegó a ser el Mesías —el Ungido de Jehová, la ramita o raíz de Jesé— que habría de gobernar las naciones. En él deben ellas poner su esperanza, en cumplimiento de Isaías 11:1, 10. (Rom. 15:8, 12.)
36 ¡Vea cómo sigue Isaías identificando a Mesías el Rey! Jesús leyó su comisión de un rollo de Isaías para mostrar que era el Ungido de Jehová, y entonces pasó a “declarar las buenas nuevas del reino de Dios, porque —como dijo— para esto fui enviado”. (Luc. 4:17-19, 43; Isa. 61:1, 2.) Los cuatro Evangelios están repletos de detalles sobre el ministerio terrenal de Jesús y la clase de muerte que tuvo, tal como se predijo en el capítulo 53 de Isaías. Los judíos, por la incredulidad de su corazón, aunque oyeron las buenas nuevas del Reino y vieron las obras maravillosas de Jesús, no captaron el sentido, en cumplimiento de Isaías 6:9, 10; 29:13 y 53:1. (Mat. 13:14, 15; Juan 12:38-40; Hech. 28:24-27; Rom. 10:16; Mat. 15:7-9; Mar. 7:6, 7.) Jesús fue una piedra de tropiezo para ellos, pero llegó a ser la piedra angular de fundamento que Jehová puso en Sión y sobre la cual edifica Su casa espiritual en cumplimiento de Isaías 8:14 y 28:16. (Luc. 20:17; Rom. 9:32, 33; 10:11; 1 Ped. 2:4-10.)
37 Los apóstoles de Jesucristo siguieron dando buen uso a la profecía de Isaías cuando la aplicaron al ministerio. Por ejemplo, al mostrar que se necesitan predicadores para edificar la fe, Pablo cita a Isaías así: “¡Cuán hermosos son los pies de los que declaran buenas nuevas de cosas buenas!”. (Rom. 10:15; Isa. 52:7; véase también Rom. 10:11, 16, 20, 21.) Pedro, también, cita de Isaías para mostrar que las buenas nuevas permanecen: “Porque ‘toda carne es como hierba, y toda su gloria es como una flor de la hierba; la hierba se marchita, y la flor se cae, pero el dicho de Jehová dura para siempre’. Pues bien, este es el ‘dicho’, esto que se les ha declarado como buenas nuevas”. (1 Ped. 1:24, 25; Isa. 40:6-8.)
38 ¡Gloriosamente pinta Isaías la esperanza del Reino que veremos realizada! ¡Mire! Es los “nuevos cielos y una nueva tierra”, donde “un rey reinará para justicia misma” y príncipes gobernarán para derecho. ¡Qué razón para regocijo y alborozo (65:17, 18; 32:1, 2)! De nuevo, Pedro utiliza el mensaje alegre de Isaías: “Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa [la de Dios], y en estos la justicia habrá de morar”. (2 Ped. 3:13.) Este tema maravilloso del Reino alcanza gloria plena en los capítulos finales de Revelación. (Isa. 66:22, 23; 25:8; Apo 21:1-5.)
39 Así, el libro de Isaías, aunque contiene denunciaciones ardientes de los enemigos de Jehová y de los que con hipocresía afirman ser sus siervos, engrandece la magnífica esperanza del Reino del Mesías por medio del cual el gran nombre de Jehová será santificado. Explica mucho de las maravillosas verdades del Reino de Jehová y nos entusiasma con la expectativa gozosa de alcanzar “salvación por él”. (Isa. 25:9; 40:28-31.)
El libro de Isaías engrandece de una manera sobresaliente a Jehová como “el Santo de Israel”, expresión que se le aplica un total de veinticinco veces. También señala con suma claridad al Mesías o Ungido de Jehová por medio de quien le vendría la salvación al pueblo de Dios.
El mismísimo primer versículo de Isaías indica su contenido, al decir: “La visión de Isaías el hijo de Amoz que él contempló concerniente a Judá y Jerusalén”. Por lo tanto, aunque el libro contiene expresiones proféticas respecto a muchas naciones, no ha de considerarse como una colección de declaraciones formales independientes respecto a estas naciones, sino como un conjunto de profecías que tuvieron un efecto directo en Judá y Jerusalén.
Isaías 1:1 dice que el profeta recibió estas visiones en los días de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá. Este período se caracterizó por una gran tensión internacional y por la profunda influencia que tuvieron en el pueblo de Judá las prácticas de la religión falsa. Poco después de que Isaías comenzó su obra de profetizar, el rey Uzías murió leproso por tener la osadía de realizar tareas sacerdotales. (2Cr 26:16, 19-21.) Además, aunque Jotán (el hijo de Uzías) hizo lo recto, se informa que durante su reinado “el pueblo todavía seguía actuando ruinosamente”. (2Cr 27:2; 2Re 15:34.)
El siguiente rey fue Acaz, quien por dieciséis años puso un mal ejemplo ante la nación, continuando la adoración a Baal y sus ritos de sacrificios humanos. Como consecuencia, hubo “gran infidelidad para con Jehová”. (2Cr 28:1-4, 19.) Por aquel entonces, los reyes aliados de Siria e Israel pusieron sitio a Jerusalén. Acaz no hizo caso del consejo del profeta Isaías y pidió ayuda militar al rey de Asiria, Tiglat-piléser III. (2Re 16:5-8; Isa 7:1-12.) Mediante este acto ‘hizo de la carne su brazo y su corazón se apartó de Jehová mismo’. (Jer 17:5.) Asiria accedió a formar una alianza, aunque su interés principal era extender su propio poderío. El ejército asirio capturó Damasco de Siria y llevó al exilio a los habitantes del Israel apóstata que vivían al E. del Jordán. (1Cr 5:26.)
Después, cuando Samaria se negó a pagar tributo, también fue sitiada y sus habitantes fueron deportados. (2Re 16:9; 17:4-6; 18:9-12.) Esto puso fin al reino de diez tribus y dejó a Judá totalmente rodeada de naciones gentiles. Posteriormente los gobernantes asirios realizaron campañas militares en el O., atacando algunas ciudades de Judá y de otras naciones vecinas. Senaquerib hasta llegó a pedir la capitulación de Jerusalén misma. Pero durante el reinado de Ezequías la situación había cambiado, porque este rey confiaba en Jehová, y Jehová demostró estar con él. (2Re 18:5-7; Isa 36, 37.)
Isaías empezó a profetizar durante el reinado de Uzías (iniciado en 829 a. E.C.) y continuó su obra durante el reinado de Ezequías, que finalizó aproximadamente en 717 a. E.C. El versículo 1 del capítulo 6 de Isaías dice que él recibió la comisión de Jehová registrada en ese capítulo “en el año que murió el rey Uzías” (c. 778 a. E.C.), aunque pudiera ser que hubiera registrado la información precedente antes de que eso ocurriera. Luego, en el versículo 1 del capítulo 36 se hace alusión al “año catorce del rey Ezequías” (732 a. E.C.), cuando Senaquerib envió su ejército contra Jerusalén y tuvo que retirarse. Además de relatar el asedio frustrado y la liberación de Jerusalén, Isaías explica el regreso de Senaquerib a Nínive y su posterior asesinato. (Isa. 37:36-38.) Si Isaías escribió esta información histórica y no se trata de una añadidura posterior, esto mostraría que Isaías profetizó hasta después del año decimocuarto de Ezequías. Los registros cronológicos de Asiria y Babilonia —de dudosa fiabilidad— parecen indicar que Senaquerib gobernó por unos veinte años después de la campaña contra Jerusalén. La tradición judía —que asimismo es poco confiable— dice que Isaías murió aserrado por orden del rey Manasés. (No se puede probar que Pablo aluda a este hecho, como algunos creen, en Hebreos 11:37.) (Isa. 1:1.)
Algunas referencias más nos ayudan a fechar partes específicas del libro de Isaías. Por ejemplo, el versículo 1 del capítulo 7 dice que Péqah, el rey de Israel, subió a guerrear contra Jerusalén en los días del rey Acaz. Aunque Acaz reinó de 761 a 746 a. E.C., el reinado de Péqah finalizó alrededor del año 758 a. E.C., por lo que este suceso debe haber ocurrido antes de ese año. Por otra parte, en Isaías 14:28 se dice que la declaración formal contra Filistea tuvo lugar “el año en que murió el rey Acaz”, lo que nos llevaría al año 746 a. E.C. Todas estas referencias nos ayudan a ubicar los acontecimientos del libro de Isaías en la corriente del tiempo.
En tiempos modernos ciertos críticos bíblicos han puesto en tela de juicio que Isaías fuera el autor de todo el libro que lleva su nombre. Algunos afirman que los capítulos 40 a 66 son obra de un escritor anónimo que vivió hacia el final del cautiverio judío en Babilonia. Otros críticos teorizan que el libro tuvo más autores. Pero la Biblia de ningún modo concuerda con estas opiniones.
Los escritores inspirados de las Escrituras Griegas Cristianas atribuyeron a “Isaías el profeta” tanto la información que hoy se recoge en los capítulos 1 al 39 como la de los capítulos 40 al 66. Nunca dieron a entender que hubiera dos personas con ese nombre, ni que el escritor de una parte del libro fuese desconocido. (Como ejemplos, compárense Mt 3:3 y 4:14-16 con Isa. 40:3 y 9:1, 2; también Jn 12:38-41 con Isa. 53:1 y 6:1, 10.) Además, en otras muchas citas de la última parte de Isaías que hacen los escritores de las Escrituras Griegas Cristianas, se señala específicamente que el escritor es “Isaías el profeta” y no algún desconocido. (Compárese Mt 12:17-21 con Isa. 42:1-4; Ro 10:16 con Isa. 53:1.) Cuando el mismo Jesucristo leyó “el rollo del profeta Isaías” en la sinagoga de Nazaret, leyó de Isaías 61:1, 2. (Lu 4:17-19.)
Asimismo, el Rollo del mar Muerto de Isaías (IQISa, que según se cree se copió hacia el final del siglo II a. E.C.) muestra que el copista que lo escribió no sabía nada de ninguna supuesta división de la profecía al final del capítulo 39. Este copista empezó el capítulo 40 en la última línea de la misma columna que contiene el capítulo 39.
Todo el libro de Isaías se ha mantenido a través de los siglos como una sola obra, sin divisiones. La continuidad entre los capítulo 39 y 40 es evidente por lo que se dice en los versículos 6 y 7 del capítulo 39, donde obviamente se introducen elementos de transición.
A los que optan por atribuir el libro a más de un escritor les parece imposible que Isaías predijera con casi dos siglos de antelación que un gobernante llamado Ciro liberaría a los judíos exiliados; por consiguiente, especulan que esta profecía se escribió en un período posterior, por lo menos después que Ciro empezó sus conquistas. (Isa. 44:28; 45:1.) No se dan cuenta de la importancia de esta parte del libro, que tiene que ver específicamente con la presciencia de Dios, es decir, su facultad de predecir lo que le sucederá a su pueblo. Esta profecía registró con unos doscientos años de antelación el nombre de aquel que había de conquistar Babilonia y liberar a los judíos, aunque todavía no había nacido. Su cumplimiento demostraría sin lugar a dudas que era de origen divino. No fue el resultado de la especulación personal de Isaías sobre el futuro; más bien, como él mismo escribió, “Esto es lo que ha dicho Jehová”. (Isa. 45:1.) Atribuir esta sección de Isaías a un escritor del tiempo de Ciro tampoco solucionaría el problema a los críticos. ¿Por qué no? Debido a que esta porción del libro también predijo en detalle acontecimientos de la vida terrestre y ministerio del Mesías —Jesucristo—, es decir, sucesos todavía más lejanos. El cumplimiento de estas profecías confirma que Dios inspiró la profecía de Isaías, y que no puede considerarse como una colección de obras de impostores.
Los que niegan que Isaías escribiese los capítulos 40 al 66 suelen negar también que fuese el autor del capítulo 13, que habla de la caída de Babilonia. Sin embargo, este capítulo empieza con las palabras: “La declaración formal contra Babilonia que Isaías el hijo de Amoz vio en visión”. Obviamente, este es el mismo “Isaías el hijo de Amoz” cuyo nombre aparece en el versículo de apertura del primer capítulo.
Interrelación con otras partes de la Biblia.
El libro de Isaías está estrechamente relacionado con muchas otras partes de la Biblia. Al menos un siglo después de Isaías, Jeremías escribió los libros de los Reyes, y es interesante observar que lo que está registrado desde 2 Reyes 18:13 hasta 20:19 es esencialmente lo mismo que se halla en los capítulos 36 al 39 de Isaías. Otros escritores bíblicos no solo abarcan información similar a Isaías, sino que hacen numerosas referencias directas a este libro.
Entre las profecías más sobresalientes del libro de Isaías que se citan con más frecuencia están las que predicen detalles sobre el Mesías. Como se muestra en el recuadro de la página siguiente, los escritores inspirados de las Escrituras Griegas Cristianas citaron y aplicaron explícitamente muchas de estas profecías. Es digno de mención que el libro de Isaías fue el que más citaron Jesucristo y sus discípulos para identificar con claridad al Mesías.
Lo que se ha mencionado recoge algunas de las profecías más conocidas de Isaías, aunque de ninguna manera representa el total de las citas de este libro que efectúan otros escritores bíblicos inspirados. Esas profecías, junto con todo el resto del libro, engrandecen a Jehová, el Santo de Israel, como Aquel que salva a su pueblo mediante su Hijo ungido.
Profecías pronunciadas para animar a los siervos de Jehová a temerle a Él y no a las naciones vecinas, y a recurrir a Él, como el Dios verdadero, para obtener liberación, con plena confianza en sus promesas de salvación y restauración |
Culpabilidad de Judá y Jerusalén; comisión de Isaías - (1:1–6:13)
★Jehová no aprueba los sacrificios que le ofrecen los que son culpables de opresión, injusticia y derramamiento de sangre |
Amenaza de invasiones enemigas y promesa de alivio - (7:1–12:6)
★El intento de Siria e Israel de derrocar a Acaz fracasará; se da una señal que confirma el nacimiento de Emmanuel |
Declaraciones formales sobre desolaciones internacionales - (13:1–23:18)
★Babilonia será desolada y su “rey” bajado al Seol |
Se predice la salvación de Jehová - (24:1–35:10)
★Jehová celebrará un gran banquete para todos los pueblos y se tragará la muerte para siempre |
Jehová suministra liberación de Asiria; predice el exilio a Babilonia - (36:1–39:8)
★Los asirios invaden Judá; Jehová salva a Jerusalén en respuesta a la oración de Ezequías; mueren 185.000 asirios |
Jehová libera Israel de Babilonia; restaura Sión; venida del Mesías - (40:1–66:24)
★El Omnisapiente y Todopoderoso Creador restaurará Jerusalén |