Los libros tercero y cuarto de los Salmos, del 73 al 106, nos dan motivos de sobra para alabar a nuestro Creador y bendecir su nombre. Meditar en ellos profundizará el aprecio que sentimos por “la palabra de Dios” y nos impulsará a aumentar y mejorar nuestras expresiones de alabanza a Jehová (Hebreos 4:12). En primer lugar dirijamos nuestra atención al libro tercero.
Los primeros once salmos de esta sección fueron compuestos por Asaf o por miembros de su casa. El salmo, o canción, de apertura explica qué impidió que Asaf se descarriara por su forma de pensar equivocada: llegó finalmente a la conclusión correcta. “En cuanto a mí —cantó—, el acercarme a Dios es bueno para mí.” (Salmo 73:28.) Asaf confiesa que envidiaba a los inicuos... hasta que recobró el juicio. (Salmo 73.) Luego hay un lamento por la destrucción de Jerusalén. (Salmo 74.) A continuación se hallan expresiones de gratitud al Dios “inspirador de temor”, seguido por una oración al “Dios grande” para que recuerde a su pueblo afligido. (Salmos 75-77.)A continuación, en el Salmo 74, encontramos un lamento por la destrucción de Jerusalén. Los Salmo 75, 76 y 77 describen a Jehová como el Juez justo, el Salvador de los mansos y el Oidor de la oración. El Salmo 78 resume el pasado de Israel, desde la época de Moisés hasta los días de David. El 79 llora la destrucción del templo. En el siguiente hallamos una oración en favor de la restauración del pueblo de Dios. El Salmo 81 es una exhortación a obedecer a Jehová. Los Salmo 82 y 83 son ruegos para que se ejecute el juicio divino contra los jueces corruptos y los enemigos de Dios.
“Mi alma ha anhelado, y también se ha consumido, en su vivo deseo por los patios de Jehová”, dice una canción de los hijos de Coré (Salmo 84:2). En el Salmo 85 se le pide a Dios que bendiga a quienes han regresado del exilio. También se destaca que las bendiciones espirituales son mucho más valiosas que las materiales. En el Salmo 86, David suplica a Dios que lo proteja y lo instruya. A la melodía registrada en el capítulo 87 sobre Sión y los que allí nacieron, le sigue una oración a Jehová en el 88. El Salmo 89, compuesto por Etán —quizás uno de los cuatro sabios de los días de Salomón—, resalta cómo el pacto davídico es una manifestación de la bondad amorosa de Jehová (1 Reyes 4:31).
Respuestas a preguntas bíblicas:
73:2, 3.
¿Por qué estuvo Asaf a punto de abandonar su buen proceder? ¿Qué lo ayudó a cambiar su forma de pensar?.
Aunque Asaf reconocía la bondad de Jehová, llegó a envidiar la prosperidad material de los injustos y jactanciosos y empezó a dudar del valor de llevar una vida recta (Sal. 73:1, 13). Lo que cambió su forma de pensar fue acudir al “magnífico santuario de Dios” —es decir, el tabernáculo o el templo— y meditar en compañía de sus compañeros de fe. Si nos perturba la aparente prosperidad de los malvados, podemos buscar la respuesta a nuestras preguntas reuniéndonos con el pueblo de Dios.
Así logró comprender lo que les espera a los pecadores y no quiso acabar como ellos. Entendió que su manera de vivir y sus decisiones los han puesto en “suelo resbaloso”. Todo el que inmoralmente deja a Jehová llegará a su fin sumido en “repentinos terrores”. En cambio, quien le sirve recibirá su apoyo (Sal. 73:16-19, 27, 28). Sin duda, hemos comprobado lo ciertas que son esas palabras. Quizás a muchos les parezca atractiva la idea de vivir a su antojo, sin pensar en Dios, pero al final no podrán librarse de las consecuencias de sus actos (Gál. 6:7-9).
73:9.
¿En qué sentido “han puesto [los malvados] su boca en los mismísimos cielos, y su lengua misma anda por la tierra”?.
Puesto que no respetan a nadie, sea de los cielos o de la Tierra, no dudan en blasfemar contra Dios con su boca y en calumniar al prójimo con su lengua.
73:15.
¿Qué era el ‘cuento’ mencionado en el Capítulo 73 de los Salmos de Asaf?.
El cuento de Asaf hoy día lo pudiéramos llamar novela, serie o video clips donde se pinta a los ricos y prominentes como lo describe el cap 73 de Salmos, parte del cuento del que Asaf se dejo deslumbrar era pensar que: 1) Los inicuos “disfrutan de paz” (73:3) cuando la realidad vista desde el ángulo correcto como lo ve Jehová es que “no hay paz para los inicuos” (Isaías 57:21)
2) Los inicuos “No tienen dolores de muerte” (73:4) la realidad es que “Son muchos los dolores que tiene el inicuo” (Salmo 32:10; Proverbios 13:21.)
3) Los inicuos “no son plagados lo mismo que otros hombres” (73:5) la realidad es que “maldición, confusión y reprensión los persigue” (Deuteronomio 28:20.)
4) Los inicuos “la altivez les ha servido de collar” (73:6) la realidad es que “La mismísima altivez del hombre terrestre lo humillará” (Proverbios 18:12; 29:23.)
5) Los inicuos “están en desahogo indefinidamente” (73:12) la realidad es que “son como el tamo impelido por el viento” (Salmos 1:3, 4.)
73:24.
¿A qué “gloria” llevó Jehová al salmista?.
Al salmista le pareció que los inicuos se hallaban en mejor situación que los justos hasta que se dio cuenta de que ‘el acercarse a Dios era bueno para él’. (Salmo 73:2-12, 28.) El permitir que el “consejo” de Dios lo dirigiera resultó en que recibiera “gloria”, es decir, el favor de Jehová, una relación bendita con Él.
74:13, 14.
¿Cuándo quebró Jehová ‘las cabezas de los monstruos marinos en las aguas y aplastó hasta hacer pedazos las cabezas de Leviatán’?.
A “Faraón, rey de Egipto”, se le llama “el gran monstruo marino que yace estirado en medio de sus canales del Nilo” (Ezequiel 29:3). Leviatán tal vez represente a “los fuertes de Faraón” (Salmo 74:14, nota). De modo que el hecho de quebrar sus cabezas posiblemente se refiera a la aplastante derrota que sufrieron Faraón y su ejército cuando Jehová liberó a los israelitas del cautiverio egipcio.
76:6.
¿En qué sentido se ‘quedaron dormidos’ “el conductor de carro” y “el caballo”?.
A los israelitas se les enseñó a confiar en Jehová más bien que en caballos y carros. (Salmo 20:7; Proverbios 21:31.) No tenían razón para temer a los caballos ni a los carros con hoces del enemigo, pues Jehová podía quitar la fuerza de sus enemigos, haciendo que ‘se quedaran dormidos’. La referencia aquí es a “un sueño de duración indefinida”... la muerte. (Jeremías 51:39.) Esto debería ser una advertencia a los caudillos mundiales de hoy día, quienes confían en sus armamentos. (Salmo 76:12.)
76:10.
¿Cómo puede “la misma furia del hombre” elogiar a Jehová?.
A veces se producen buenos resultados cuando Dios permite que los hombres nos ataquen con furia debido a que somos siervos de él. Las penalidades que tales ataques puedan causarnos nos sirven de un modo u otro de disciplina o entrenamiento. Pero Jehová no tolerará que suframos más de lo que sea necesario para completar dicho entrenamiento (1 Pedro 5:10). ‘Lo restante de la furia del hombre, Dios lo ceñirá sobre sí.’ ¿Y si sufrimos hasta el punto de morir? Eso también puede alabar a Jehová, ya que quienes sean testigos de nuestro fiel aguante quizás glorifiquen igualmente a Dios.
78:24, 25.
¿Por qué se llamó “el grano del cielo” y “el pan mismo de poderosos” al maná que recibían los israelitas?.
Ninguna de las dos expresiones da a entender que el maná fuera la comida de los ángeles. Era “el grano del cielo” porque de ahí venía (Salmo 105:40). Puesto que los ángeles —o “poderosos”— viven en el cielo, la expresión “el pan mismo de ángeles” bien pudiera significar sencillamente que provenía de Dios, quien mora en los cielos (Salmo 11:4). También es posible que Jehová usara a ángeles para suministrar el maná de forma sobrenatural a los israelitas (Sal. 103:20).
78:41.
¿Cómo ha afrontado Dios las dificultades?.
Jehová no ha dejado nunca que el dolor y la decepción lo paralicen. Cuando se le han presentado complicaciones, ha intervenido de inmediato a fin de minimizar las consecuencias. Al mismo tiempo ha tomado medidas a largo plazo para garantizar que al final se cumpla su propósito (Sal. 104:31). Es por eso que Jehová sigue siendo el “Dios feliz” (1 Tim. 1:11; Sal. 16:11). Como estamos hechos a la imagen de Dios, somos capaces de razonar y actuar con sabiduría. En efecto, podemos analizar las dificultades y tratar en lo posible de superarlas. Una ayuda importante para encarar las adversidades es reconocer que hay cosas que escapan a nuestro control. Si dejamos que estos asuntos nos obsesionen, nos sentiremos aún más frustrados y perderemos de vista muchos de los gozos de servir a Jehová. Una vez que tomamos medidas razonables para arreglar una situación, es mejor pasar la página y ocuparse en actividades más provechosas.
82:1, 6.
¿A quiénes se llama “dioses” e “hijos del Altísimo”? y ¿De qué manera juzga Dios “en medio de los dioses”?.
Ambas expresiones se refieren a jueces humanos de Israel. Se les llamaba dioses porque ocupaban el puesto de representantes y voceros de Dios, eran poderosos en autoridad judicial (Juan 10:33-36). Jehová, como el Juez Supremo, tenía el derecho divino de entrar en medio de tales jueces para censurarlos por no juzgar en armonía con su ley. (Isaías 33:22; Salmo 82:2-4.)
83:4.
¿Quién compuso el Salmo 83, y qué amenaza describe?.
El encabezamiento del Salmo 83 indica que se trata de una “melodía de Asaf”. Este levita fue un músico destacado durante el reinado de David, y es probable que el compositor del salmo fuera descendiente suyo.
En el Salmo 83, el salmista ruega a Jehová que tome medidas para defender su soberanía y dar a conocer su nombre. La obra debe haberse compuesto algún tiempo después de la muerte de Salomón. ¿Por qué razón? Porque durante los reinados de David y Salomón, el rey de Tiro mantuvo relaciones amistosas con Israel. Sin embargo, cuando se escribió el Salmo 83, los habitantes de Tiro se mostraban hostiles y se habían aliado con los enemigos de Israel. Queda claro que Jehová Dios inspiró la redacción de este ferviente salmo durante un período de peligro para su pueblo. Pero el salmo también es fuente de ánimo para los siervos de Dios de nuestro tiempo, que vez tras vez han sufrido los ataques de enemigos decididos a eliminarlos. Además, sin duda fortalecerá a todos los que adoran a Dios con espíritu y con verdad cuando, en un futuro cercano, Gog de Magog reúna sus huestes en un último intento de destruirlos (Eze. 38:2, 8, 9, 16).
83:9.
¿Qué dos victorias históricas ocurridas cerca de la ciudad de Meguidó menciona el salmista?.
Al otro lado del valle de Meguidó, el juez Barac había reunido a 10.000 soldados israelitas para que se enfrentaran a las tropas de Jabín, el rey cananeo de Hazor, dirigidas por su comandante militar Sísara. Los 900 carros de guerra del ejército cananeo estaban dotados de largas cuchillas de hierro que giraban a la par que las ruedas. Mientras las tropas de Israel, escasamente equipadas, se reunían en el monte Tabor, el ejército de Sísara se lanzó confiado hacia el valle. Entonces, “Jehová empezó a poner en confusión a Sísara y todos sus carros de guerra y todo el campamento”. Los israelitas acabaron con todo aquel ejército (Jue. 4:13-16; 5:19-21). Resulta significativo que la guerra final de Dios contra el mundo de Satanás reciba el nombre de Har–Magedón (que significa “Montaña de Meguidó”). Ese nombre, que también se vierte “Armagedón”, nos recuerda las dramáticas batallas que tuvieron lugar cerca de Meguidó. La victoria de Jehová en esas guerras antiguas nos garantiza que él vencerá en la batalla de Armagedón (Apo 16:13-16).
83:9-15.
¿Era la venganza lo que motivaba al salmista?.
De ninguna manera. Él estaba orando por que Dios ejecutara juicio sobre los que ‘odiaban intensamente’ a Jehová. (Versículo 2.) Así, otras naciones sabrían que Dios, cuyo nombre es Jehová, es en verdad “el Altísimo sobre toda la tierra”. (Versículo 18.) Esta manifestación de poder resultaría en magnificar el nombre de Dios, Jehová, por toda la Tierra.
84:3.
¿Por qué se mencionan los pájaros?.
El salmista, un levita descendiente de Coré, anhelaba estar en el “magnífico tabernáculo” de Jehová. (Versículos 1, 2.) Pero había decenas de miles de levitas. Solo una vez cada seis meses se asignaría a una división de levitas a servir por una semana en el tabernáculo. En contraste, hasta los pájaros pequeños tenían un hogar más permanente en el santuario, pues edificaban nidos allí. ¡Qué feliz se sentiría el salmista de poder alabar a Jehová al morar permanentemente en la casa de Jehová!
86:11.
¿Por qué hay hermanos que después de aguantar fielmente años de persecución o de cárcel sucumben al materialismo?.
La respuesta tiene que ver con el corazón: lo que uno es en su interior. El Salmo 86 vincula la lealtad con tener un corazón unificado, es decir, un corazón completo, que no está dividido. El escritor de ese salmo, David, oró: “Oh, guarda mi alma, sí, porque soy leal. Salva a tu siervo —tú eres mi Dios— que está confiando en ti” (Sal. 86:2). Si no confiamos en Jehová con todo nuestro corazón, otros intereses debilitarán nuestra lealtad a él. Los deseos egoístas son como minas ocultas en nuestro camino. Aunque hayamos permanecido fieles a nuestro Dios en circunstancias difíciles, podemos caer en las trampas de Satanás. Por eso es vital que nos esforcemos por tener un corazón leal a Jehová ahora, antes de que nos sobrevengan las pruebas y las tentaciones.
86:11a.
¿Qué significa ‘andar en la verdad’?.
Ello incluye cumplir con los requisitos divinos y servir a Dios de manera fiel y sincera. (Salmo 25:4, 5; Juan 4:23, 24.)
86:17.
¿Qué es la ‘señal que significa bondad’ que Jehová efectúa con los seguidores de Jesús?.
El “gozo del espíritu santo” fue lo que fortaleció a los primeros cristianos para soportar las diversas formas de persecución que les sobrevinieron. (1 Tesalonicenses 1:6.) También en nuestro tiempo Jehová, el Dador de “toda dádiva buena y todo don perfecto”, se complace en dar “espíritu santo a los que le piden”. (Santiago 1:17; Lucas 11:13.) Por lo tanto, la ‘señal que significa bondad’ que se efectúa con los seguidores de Jesús es el gozo de espíritu santo.
73:2-5, 18-20, 25, 28. No hemos de envidiar la prosperidad de los inicuos ni actuar como ellos. Los malvados pisan suelo resbaloso, y de seguro ‘caerán en ruina’. Por otra parte, ya que bajo los gobiernos humanos imperfectos no se puede poner fin a la maldad, de nada sirve que intentemos combatirla. Al igual que hizo Asaf, lo sabio es afrontarla ‘acercándonos a Dios’ y disfrutando de una relación estrecha con Él.
73:3, 6, 8, 27. Hemos de evitar la jactancia, la altivez, el escarnio y el fraude, incluso cuando actuar así pudiera parecer provechoso.
73:15-17. Asaf hizo bien en no quejarse, pues si hubiera dicho en público que era inútil servir a Jehová, quizás habría desanimado a sus compañeros de adoración, su familia, o podría haber minado la fe de ellos. Es mucho mejor quedarse callado y actuar como Asaf. Para determinar la razón de que a los malvados aparentemente les iba bien con su maldad mientras que los justos padecían, Asaf fue al santuario de Dios. En ese entorno pudo meditar sin premura, rodeado de adoradores de Jehová, y su actitud cambió. Por tanto, si estamos confundidos debido a pensamientos negativos por lo que vemos, no deberíamos hablar a todo el mundo del asunto. Contando “un cuento como ese” solo conseguiríamos desanimar a los demás. Más bien, deberíamos meditar con calma en lo que nos preocupa y resolverlo buscando igualmente la respuesta a nuestras preguntas reuniéndonos con nuestros hermanos en la fe en vez de aislarnos. (Proverbios 18:1.) Asaf se dio cuenta de que Dios había situado a los inicuos “en suelo resbaloso”. Como su vida gira en torno a lo material, se arriesgan a fracasar súbitamente. A más tardar, los sorprenderá la muerte en la vejez, y la riqueza obtenida con malas mañas no les prolongará la vida. (Salmo 49:6-12.) Su prosperidad será como un sueño pasajero. Hasta puede que se les administre justicia antes de la vejez, al segar lo que están sembrando. (Gálatas 6:7.) Puesto que le han vuelto la espalda al Único que puede ayudarles, se quedan sin ayuda ni esperanza. Cuando Jehová actúe contra ellos, mirará su “imagen” —su pompa y posición— con desprecio.
73:21-24. Amargarse al ver la aparente prosperidad de la gente mala se asemeja a la reacción de los animales irracionales. Esa reacción es impulsiva y se basa únicamente en las emociones. En lugar de actuar así, permitamos que los consejos de Jehová nos guíen, con plena confianza en que él ‘nos asirá de la mano derecha’ y nos sostendrá. Además, Jehová ‘nos llevará a la gloria’, es decir, tendremos una estrecha relación con él.
Cap. 75. El Salmo 75 contiene una advertencia contra el orgullo cuando dice: “No ensalcen [...] su cuerno”. (Versículo 5.) El cuerno era un símbolo de fuerza, poder. (Deuteronomio 33:17.) El exaltar el cuerno demostraría un comportamiento altivo. Aquí el salmista le advierte al inicuo que no adopte una actitud arrogante con relación a su aparentemente segura posición de poder, pues Jehová ‘cortará los cuernos de los inicuos’. (Salmo 75:10.) El saber esto anima a los siervos de Dios a permanecer fieles a él a pesar de la aparente prosperidad del inicuo. (Compárese con Salmos 144:11-15a.)
77:6. Para interesarnos de corazón en las verdades espirituales y escudriñarlas cuidadosamente, tenemos que dedicar tiempo al estudio y la meditación. Es fundamental disponer de algunos momentos para estar a solas.
79:9. Jehová escucha nuestras oraciones, y más aún cuando están relacionadas con la santificación de su nombre.
81:13, 16. Escuchar la voz de Jehová y andar en sus caminos redunda en abundantes bendiciones (Proverbios 10:22). El hecho de que Jehová recompensa abundantemente a los que le obedecen se indica por la referencia que se hace a la “grosura del trigo”. (Salmo 81:16.) Aquí la palabra “grosura” se usa figurativamente para indicar lo más selecto. (Salmo 63:5.) Si los israelitas hubieran ‘escuchado la voz de Jehová’, él los hubiera bendecido con “la grosura del trigo”... lo mejor, lo más selecto de todas las cosas. (Salmo 81:11; Deuteronomio 32:13, 14.)
82:2, 5. Las injusticias “hace[n] que todos los fundamentos de la tierra tambaleen”. Los abusos perturban la estabilidad de la sociedad.
84:1-4, 10-12. El aprecio de los salmistas por el lugar de adoración de Jehová y la satisfacción que les proporcionaban sus privilegios de servicio son un ejemplo para nosotros.
86:5. ¡Cuánto agradecemos que Jehová esté “listo para perdonar”! Él siempre busca cualquier razón para mostrar misericordia al pecador arrepentido.
88:13, 14. Cuando nos parezca que nuestras oraciones respecto a cierto problema no son contestadas con rapidez, pensemos en que quizás Jehová quiere que demostremos cuán genuina es nuestra devoción.
¿Cómo administraría su país un gobernante temeroso de Dios? El Salmo 101, escrito por el rey David, nos da la respuesta. En el siguiente se afirma que Jehová “se volverá hacia la oración de los que están despojados de todo, y no despreciará su oración” (Salmo 102:17). El número 103 destaca la bondad amorosa y la misericordia de Jehová. Pensando en las muchas cosas que Dios ha creado en la Tierra, el salmista exclama: “¡Cuántas son tus obras, oh Jehová! Con sabiduría las has hecho todas” (Salmo 104:24). Las últimas dos composiciones del libro cuarto alaban también a Jehová por sus maravillosas obras (Salmo 105:2, 5; 106:7, 22).
Respuestas a preguntas bíblicas:
89:49.
¿Qué eran estos “actos de bondad amorosa”?.
La expresión “actos de bondad amorosa” se refiere al pacto del Reino con todos sus rasgos. En tiempos de dificultad era apropiado que los israelitas sacaran a relucir ante Jehová estas promesas, no porque dudaran del pacto, sino como medio para acudir a Dios sobre la base de este.
90:4.
¿En qué sentido comprenderemos mejor en el nuevo mundo el punto de vista de Jehová sobre el tiempo?.
En el nuevo mundo habrán desaparecido la enfermedad, la muerte, la ociosidad, el aburrimiento y la vanidad. Habrá trabajo cautivador y apasionante. Al pasar los milenios, los humanos comprenderán más de lleno el punto de vista de Jehová sobre el tiempo: “Porque mil años [...] son solo como el día de ayer” (Apo 21:4).
90:7, 8.
¿Qué son las “cosas escondidas” mencionadas en Salmo 90:7, 8?.
Los israelitas infieles ‘se acabaron en la cólera de Dios’. ‘Por su furia fueron perturbados’ o, como dice la Nueva Versión Internacional, ‘su indignación los aterró’. Algunos “quedaron tendidos en el desierto” como consecuencia de los juicios divinos (1 Corintios 10:5). Jehová ‘colocó sus errores precisamente enfrente de él’. Les pidió cuentas por las malas acciones que realizaron en público, y hasta sus “cosas escondidas”, es decir, los pecados ocultos, estuvieron ‘delante de Su rostro brillante’ (Proverbios 15:3). Los israelitas impenitentes, objeto de la ira de Dios, ‘terminaron sus años lo mismo que un susurro’. Efectivamente, la vida es fugaz, como un suspiro.
Si practicáramos el pecado en secreto, tal vez conseguiríamos ocultarlo de los demás durante un tiempo, pero esa falta escondida estaría ‘delante del rostro brillante de Jehová’ y estropearía nuestra relación con él. A fin de recuperar la intimidad con Dios, tendríamos que pedirle perdón, abandonar el pecado y aceptar agradecidos la ayuda espiritual de los ancianos cristianos (Proverbios 28:13; Santiago 5:14, 15). Eso sería mucho mejor que ‘terminar nuestros años lo mismo que un susurro’ y poner en peligro la esperanza de vida eterna.
90:10.
¿No vivió Moisés mucho más de 80 años?.
Moisés, quien vivió 120 años, no era alguien común en comparación con la gente en general. De la generación sin fe que salió de Egipto, los que habían sido inscritos “de veinte años de edad para arriba” habrían de morir en espacio de 40 años, lo cual encaja bien con lo que Moisés declara. (Números 14:29-34.) El que se comente que al tiempo de morir Moisés “su ojo no se había oscurecido, y su fuerza vital no había huido” indica que tenía el poder sustentador de Dios. (Deuteronomio 34:7.)
91:1, 2.
¿Qué es “el lugar secreto del Altísimo”, y cómo podemos ‘morar’ allí?.
“El lugar secreto” es un refugio simbólico que nos ofrece seguridad espiritual, es un paraíso espiritual, un estado en el que se nos protege de todo daño espiritual, para los que satisfacen los requisitos expuestos del Salmo 91. Ese lugar es secreto porque quienes no confían en Dios lo desconocen, pues carecen de visión espiritual del propósito de Jehová. Hacemos del Altísimo nuestra “morada” al considerarlo nuestro “refugio” y “plaza fuerte”, al ensalzarlo como Soberano del universo y al predicar las buenas nuevas del Reino. Nos sentimos seguros en sentido espiritual porque sabemos que Jehová siempre está dispuesto a ayudarnos (Salmo 15:1, 2; 90:1; 121:5).
El hecho de que es el lugar secreto “del Altísimo” indica que solo hallamos seguridad allí si apoyamos el lado de Jehová en la cuestión de la soberanía universal.
91:10.
¿‘No nos acaecerá ninguna calamidad’?.
Aun cuando sufrimos las mismas desgracias que otras personas —terremotos, huracanes, inundaciones, hambres y los estragos de la guerra—, ‘no nos acaecerá ninguna calamidad’ de las mencionadas en el salmo en el sentido de que estas no nos destruyen ni la fe ni la seguridad espiritual.
91:11, 12.
¿En qué sentido disfrutamos de ayuda angelical?.
Los ángeles han recibido poder para protegernos (2 Reyes 6:17; Salmo 34:7-9; 104:4; Mateo 26:53; Lucas 1:19). Nos guardan ‘en todos nuestros caminos’ (Mateo 18:10). En calidad de proclamadores del Reino, disfrutamos de la guía y la custodia angelical, y no tropezamos espiritualmente (Apocalipsis 14:6, 7). Ni siquiera las ‘piedras’, como las proscripciones de nuestra obra, nos hacen tropezar y perder el favor de Dios.
91:13.
¿En qué difiere el ataque del “león joven” del de “la cobra”, y cómo reaccionamos ante ellos?.
Tal como los ataques del león joven son directos y frontales, algunos de nuestros enemigos demuestran su abierta oposición dictando leyes concebidas para detener la predicación. También somos objeto de acometidas inesperadas, como las de la cobra que se abalanza hacia su presa desde un escondite. Entre bastidores, el clero a veces nos ataca mediante legisladores, jueces y demás personalidades. No obstante, con el apoyo de Jehová, tratamos pacíficamente de que se rectifique la situación en los tribunales y así ‘defendemos y establecemos legalmente las buenas nuevas’ (Filipenses 1:7; Salmo 94:14, 20-22).
El salmista habla de hollar “al leoncillo crinado y a la culebra grande”. El leoncillo crinado puede ser bastante feroz, y la culebra grande, un reptil de gran tamaño (Isaías 31:4). Pues bien, sin importar lo feroz que sea el leoncillo crinado cuando lanza su ataque frontal, lo hollamos al obedecer a Dios más bien que a hombres u organizaciones semejantes a leones (Hechos 5:29). De modo que “el león” amenazador no nos causa ningún daño espiritual.
En la Septuaginta griega, a “la culebra grande” se la llama “dragón”, lo cual tal vez nos recuerde al “gran dragón, la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás” (Apocalipsis 12:7-9; Génesis 3:15). Él es como un reptil monstruoso capaz de aplastar y engullir a su presa (Jeremías 51:34). Cuando Satanás trate de envolvernos con sus anillos, aplastarnos con las presiones del mundo y tragarnos, soltémonos y hollemos a esta “culebra grande” (1 Pedro 5:8). El resto ungido debe actuar de este modo si desea participar en el cumplimiento de Romanos 16:20.
91:13a.
¿Cuándo se parecen los ataques de Satanás a los de un león, y cuándo a los de una cobra?.
El salmista compara a Satanás con un león joven y con una cobra, lo cual nos ayuda a entender mejor cómo actúa. Al igual que un león, Satanás a veces ataca frontalmente valiéndose de la persecución o de leyes que perjudican a los siervos de Jehová (Sal. 94:20). Aunque estos ataques directos quizás hagan que algunos cristianos abandonen el pueblo de Jehová, a menudo tienen el efecto contrario: los siervos de Dios se unen todavía más. Pero ¿qué hay de los ataques más sutiles, como los de una cobra? El Diablo emplea su inteligencia sobrehumana para lanzar mortales ataques a traición, como hace una serpiente venenosa desde su escondrijo. Así ha envenenado la mente de algunos siervos de Jehová hasta el punto de lograr que hagan su voluntad y no la de Dios. Claro, esto ha tenido lamentables resultados. Afortunadamente, nosotros no estamos en ignorancia de los designios de Satanás (2 Cor. 2:11).
92:12.
¿Por qué puede decirse que el justo “florecerá como lo hace una palmera”?.
Las palmeras son conocidas por su productividad. Igualmente, la persona justa es recta a los ojos de Jehová y no deja de producir “fruto excelente”, lo que incluye buenas obras (Mateo 7:17-20).
94:20.
¿Qué han descubierto las naciones que se entremeten con su pueblo fiel?.
A las naciones se les está mostrando que Jehová ha producido un pueblo dedicado que considera Su nombre tan santo, tan sagrado, tan digno de reverencia, que tratan de impedir que sea vituperado debido a conducta mala de parte de ellos; más bien, se esfuerzan por hacer todo para gloria de Su nombre. De modo que optan por obedecerlo a Él como Gobernante más bien que a los hombres cuando hay conflicto entre la ley de Dios y las leyes forjadas por hombres que pasan por alto a Dios. (Hechos 5:29)
Cuando las naciones hostigan y persiguen al pueblo que Jehová ha sacado para su nombre, estas naciones descubren que tienen un problema desconcertador en sus manos. Descubren que cuando usan su poder político para forjar “penoso afán por medio de decreto,” forjar “agravio bajo forma de ley” contra el pueblo que lleva el nombre de Jehová, este subterfugio legal no sale bien al fin y Jehová hace público el hecho de que no tiene alianza ni compañerismo con esos creadores de afán. (Salmo 94:20, NM; Mod; Zacarías 12:2-4) Ninguna nación puede entremeterse injustamente con Sus testigos fieles sin tener que habérselas finalmente con Jehová.
95:3.
¿De qué manera es Jehová un “Rey sobre todos los demás dioses”?.
Como Soberano Universal, Jehová es supremo y es el Rey sobre todos los dioses falsos por el hecho de que es muy superior a todos ellos. Simplemente, no hay comparación entre Jehová Dios y cualesquiera ángeles o cosas que algunos quizás adoren, incluso los dioses falsos que no existen.
101:2.
¿A qué desafíos se enfrentan hoy día los cristianos cuando están a solas?.
Debemos obedecer a Jehová cuando estamos a solas. El rey David mencionó lo importante que es actuar con lealtad en esos momentos. Claro, las obligaciones propias de su cargo le exigían llevar una vida pública, y seguramente estaba acostumbrado a presentarse ante cientos o miles de personas. No obstante, David sabía muy bien que también debía actuar con integridad cuando estaba a solas, “dentro de [su] casa”. Él escribió: “No pondré enfrente de mis ojos ninguna cosa que no sirva para nada” (Sal. 101:3). Hoy día, el uso de Internet ha supuesto un gran desafío para muchos cristianos, pues es muy fácil caer en la tentación de mirar imágenes sensuales o incluso pornográficas. Si un cristiano cayera en esa tentación, ¿podría decir que está obedeciendo al Dios que inspiró las palabras de Salmo 101:3? La pornografía es muy nociva, pues es degradante, despierta apetitos egoístas y codiciosos, daña la conciencia y desgasta los matrimonios (Pro. 4:23; 2 Cor. 7:1; 1 Tes. 4:3-5).
102:25.
¿Quién ‘colocó los fundamentos de la tierra’?.
El salmista estaba hablando acerca de Dios, pero el apóstol Pablo aplicó estas palabras a Jesucristo. (Hebreos 1:10, 11.) Como se puede ver, estas palabras también aplican a Jesús, pues él actuó como Agente de Jehová cuando creó el universo. (Colosenses 1:15, 16.) Por lo tanto, de Jesús también se puede decir que ‘colocó los fundamentos de la tierra’.
102:25-27.
¿Contradicen las palabras del salmista en Salmo 102:25-27 el propósito eterno de Dios para la Tierra?.
Mucho antes de que los científicos reconocieran la “tendencia al desorden” en el mundo físico, un salmista escribió refiriéndose a Dios lo citado en (Salmo 102:25-27).
Con estas palabras, el salmista no desmintió el propósito eterno de Dios para la Tierra. Más bien, estaba contrastando la existencia eterna de Dios con el carácter perecedero de toda la materia creada por él. Si no fuera por el poder eterno y renovador de Dios, el universo —lo que incluye el sistema solar del que depende nuestro planeta para tener luz, energía y estabilidad orbital— se sumiría en un caos absoluto que lo conduciría a su destrucción. Así que, por sí sola, la Tierra se ‘gastaría’, es decir, llegaría a su fin.
103:14.
¿Por qué no tenemos que ser perfectos para ser íntegros?.
Jehová no espera de nosotros perfección absoluta; él no nos pide imposibles (Sant. 3:2). Lo que sí espera es que seamos íntegros. ¿Qué diferencia hay, entonces, entre perfección e integridad? Pongamos un ejemplo. Pensemos en un novio que está a punto de casarse. Sería absurdo que esperara perfección de su futura esposa. Sin embargo, sí sería lógico que esperara que ella lo amara con todo el corazón y que su amor solo fuera para él. Algo parecido sucede con Jehová: él “exige devoción exclusiva” (Éxo. 20:5). Aunque no espera que seamos perfectos, sí espera que lo amemos con todo el corazón y que solo lo adoremos a él. En cierta ocasión, Jesús dijo: “Ustedes, en efecto, tienen que ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto” (Mat. 5:43-48). Al decir que los seres humanos debemos ser perfectos, es evidente que Jesús estaba hablando en términos relativos, pues sabía bien que somos imperfectos.
La palabra que aquí se vierte “formación” está relacionada con el verbo “formar”, usado en Génesis 2:7, y el nombre “alfarero”, que se usa con relación al que da forma al barro. (Isaías 29:16; Jeremías 18:2-6.) Así, el salmista nos recuerda que Jehová, el Gran Alfarero, nos trata tiernamente, sabiendo que somos tan frágiles como vasos de barro. (Compárese con 2 Corintios 4:7.)
104:4.
¿De qué manera ‘hace Jehová a sus ángeles espíritus’?.
Puesto que los ángeles ya son criaturas de espíritu, esto ciertamente no se refiere a sus cuerpos espirituales. Sin embargo, la palabra “espíritu” también puede significar “viento” o “fuerza activa”. Por lo tanto, Dios puede usar a sus ángeles como fuerzas poderosas para efectuar su voluntad. También pueden ser utilizados como agentes de ejecución... como “un fuego devorador”. Es consolador para los cristianos saber que su obra de predicar está respaldada por estas poderosas criaturas angelicales. (Compárese con Apocalipsis 14:6, 7.)
104:24.
¿Cómo influye en nosotros la meditación sobre las obras creativas de Jehová?.
La meditación debería afectarnos al menos de tres maneras:
1) nos recuerda que debemos apreciar la vida,
2) nos motiva a enseñar a otras personas acerca de la creación y
3) nos impele a conocer mejor y valorar más a nuestro Creador.
90:7, 8, 13, 14. Las malas acciones siempre dañan nuestra relación con Jehová. Además, es imposible ocultarle nuestros pecados. No obstante, si nos arrepentimos de corazón y dejamos el mal proceder, Jehová nos concederá de nuevo su favor, ‘satisfaciéndonos con su bondad amorosa’.
90:10, 12. Puesto que la vida es corta, hemos de “contar nuestros días”. ¿Cómo? Adquiriendo “un corazón de sabiduría”, es decir, actuando con sabiduría de modo que no malgastemos los días de vida que nos quedan, sino que los usemos como a Jehová le agrada. Esto implica fijar nuestras prioridades espirituales y emplear sabiamente el tiempo (Efesios 5:15, 16; Filipenses 1:10). Esta fue una humilde oración que ofreció el escritor bíblico Moisés. En el versículo 10, Moisés se lamentó de la brevedad de la vida. En otra ocasión, puso por escrito la siguiente declaración de Job: “El hombre, nacido de mujer, es de vida corta y está harto de agitación” (Job 14:1, 2). Es obvio que Moisés estaba dolorosamente consciente de la transitoriedad de la vida humana imperfecta. Por eso, veía cada día de vida como un precioso regalo. Al dirigir esta súplica a Dios, Moisés expresó su deseo de vivir el resto de sus días sabiamente, de tal manera que agradara a su Creador. ¿No deberíamos nosotros también tratar de utilizar nuestros días de un modo que valga la pena? Esa será nuestra resolución si queremos tener la aprobación de Dios ahora. Había otro factor que motivó a Moisés y a Job, un factor que debe motivarnos a nosotros también. Estos dos hombres devotos anhelaban recibir un galardón en el futuro: vivir en la Tierra en mejores condiciones (Job 14:14, 15; Hebreos 11:26). En ese tiempo, nuestras buenas obras nunca se verán truncadas por la muerte, pues el Creador se propone que sus siervos fieles vivan para siempre en una Tierra paradisíaca (Isaías 65:21-24; Apocalipsis 21:3, 4). Esta perspectiva puede ser también la suya si ‘cuenta sus días de tal manera que haga entrar un corazón de sabiduría’.
90:17. Es apropiado pedirle a Jehová que establezca “firmemente [...] la obra de nuestras manos” y bendiga nuestra actividad en el ministerio.
92:14, 15. Si los hermanos de mayor edad estudian a conciencia la Palabra de Dios y se reúnen regularmente con el pueblo de Jehová, seguirán siendo ‘gordos y frescos’ —vigorosos en sentido espiritual— y muy valiosos para la congregación.
94:19. Sea cual sea el motivo de nuestros “pensamientos inquietantes”, si leemos y meditamos en las “consolaciones” que se hallan en la Biblia, nos sentiremos reconfortados.
95:7, 8. Para evitar que se nos endurezca el corazón, debemos escuchar los consejos bíblicos, prestarles atención y obedecerlos con prontitud (Hebreos 3:7, 8).
Cap. 106. El Salmo 106 nos ayuda a apreciar que los rebeldes Coré, Datán y Abiram envidiaban la posición de Moisés como administrador de la nación de Dios. (Salmo 106:16; Números 16:2-11.) La rebelión fue aplastada finalmente, cuando “un fuego empezó a arder” entre los rebeldes. (Salmo 106:18.) Aquí, ciertamente se hacen manifiestos los peligros del orgullo y la envidia. De igual manera, el criticar a los siervos nombrados de Jehová hoy día puede traer Su desaprobación. (Hebreos 13:17; Judas 4, 8, 11.)
106:36, 37. Estos versículos asocian la adoración de ídolos con los sacrificios a demonios. De modo que quienes los adoran pueden llegar a estar bajo la influencia demoníaca. La Biblia nos advierte: “Guárdense de los ídolos” (1 Juan 5:21).
David describe aquí la manera de administrar los asuntos de estado. (Salmo 101.) Alguien afligido ora a Jehová para que ‘edifique a Sión’. (Salmo 102.) A continuación sigue una serie de llamados a ‘bendecir a Jehová’ que hacen resaltar la misericordia de Dios, su grandeza y sus obras creativas. Además, aquí aparece la primera de las más de 20 veces que se usa en los Salmos la expresión: “¡Alaben a Jah!”. (Salmos 103, 104.) Finalmente, dos salmos históricos bendicen a Jehová por sus obras a favor de su pueblo. (Salmos 105, 106.)
Tenemos sobradas razones para alabar a Jehová. Los Salmos del 73 al 106 nos han dado muchos puntos en los cuales meditar y así llenar nuestros corazones de gratitud hacia nuestro Padre celestial. Cuando pensamos en todo lo que ha hecho y hará por nosotros, ¿no nos sentimos impulsados a ‘alabar a Jah’ con todas nuestras fuerzas?
El libro quinto de los Salmos también subraya las cualidades superlativas de Jehová, como su bondad amorosa, benignidad y apego a la verdad. Cuanto mejor comprendamos la personalidad de Dios, más inclinados estaremos a amarlo y temerlo, lo que a su vez nos hará más felices. ¡Qué mensaje tan valioso nos ofrece esta sección de los Salmos! (Hebreos 4:12.)
“Oh, dense gracias a Jehová por su bondad amorosa, y por sus maravillosas obras para con los hijos de los hombres”, cantaron los judíos que regresaron del cautiverio en Babilonia (Salmo 107:8, 15, 21, 31). David, por su parte, cantó en una alabanza a Dios: “Tu apego a la verdad [llega] hasta los cielos” (Salmo 108:4). Y en el siguiente cántico oró: “Ayúdame, oh Jehová Dios mío; sálvame conforme a tu bondad amorosa” (Salmo 109:18, 19, 26). El Salmo 110 habla proféticamente del reinado del Mesías. “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría”, señala Salmo 111:10. Y el salmo siguiente afirma: “Feliz es el hombre que teme a Jehová” (Salmo 112:1).Los Salmos 113 a 118 reciben el nombre de Salmos de Hallel, pues usan vez tras vez la expresión hebrea Ha·lelu-Yáh, “aleluya” o “¡alaben a Jah!”. Según indica la Misná —obra del siglo III que recoge tradiciones orales anteriores—, estos cánticos se entonaban en la Pascua y en las otras tres fiestas anuales de los judíos. El Salmo 119, que es el más largo de los salmos, así como de los capítulos de la Biblia, ensalza la palabra, o mensaje, que Jehová ha revelado.
Respuestas a preguntas bíblicas:
La expresión Aleluya aparece por primera vez en el Salmo 104:35. En la Traducción del Nuevo Mundo casi siempre se traduce “alaben a Jah”. Aparece 24 veces en las Escrituras Hebreas, y, excepto en el Salmo 135:3, sirve de introducción y cierre de ciertos salmos. (Véanse Sl. 112:1; 115:18; 146:1, 10; 147:1, 20; 148:1, 14; 149:1, 9; 150:1, 6.) Esta expresión se halla en la conclusión del libro cuarto de los Salmos, junto con el término “Amén”. (Salmo 106:48.) Una forma griega de la mencionada expresión aparece cuatro veces en Apocalipsis 19:1-6, donde se emplea con referencia al gozo experimentado por la destrucción de Babilonia la Grande y por el comienzo de la gobernación de Jehová como rey. (Véase Jah; Ap. 1D..)< La palabra heb. Yah es la forma abreviada del nombre divino. Compárese con 68:4, n; véanse HALLEL.).
106:7.
¿Qué lección sobre la falta de discernimiento resalta Salmo 106:7?.
El peligro de no mostrar discernimiento se hace patente en un suceso que tuvo lugar en los albores de la historia de Israel. Pensando en aquella ocasión, el salmista inspirado dijo: “Respecto a nuestros antepasados en Egipto, no mostraron perspicacia en cuanto a tus obras maravillosas. No se acordaron de la abundancia de tu magnífica bondad amorosa, sino que se portaron con rebeldía junto al mar, al lado del mar Rojo”. (Salmo 106:7.)
Para cuando Moisés sacó a Israel de Egipto, Jehová ya había demostrado su poder y determinación de liberar a su pueblo enviando diez plagas sobre aquella poderosa potencia mundial. Después de que Faraón dejó marchar a los israelitas, Moisés los dirigió a las orillas del mar Rojo. Pero los ejércitos de Egipto salieron en su persecución. Parecía que los israelitas se hallaban atrapados y que la libertad que acababan de obtener iba a durarles muy poco. Así que el relato bíblico dice: “A los hijos de Israel les dio mucho miedo, y empezaron a clamar a Jehová”. Y acusaron a Moisés, diciendo: “¿Qué es esto que nos has hecho, al habernos sacado de Egipto? [...] Porque nos es mejor servir a los egipcios que morir en el desierto”. (Éxodo 14:10-12.)
Su temor parecería comprensible si no recordáramos que ya habían visto diez demostraciones sobresalientes del poder de Jehová. Conocían por experiencia lo que Moisés les recordó unos cuarenta años después: “Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, y con gran aterramiento, y con señales y milagros”. (Deuteronomio 26:8.) Por tanto, como escribió el salmista, cuando los israelitas se rebelaron contra la dirección de Moisés, “no mostraron perspicacia”. Sin embargo, Jehová fue fiel a su promesa y asestó una derrota aplastante al ejército egipcio. (Éxodo 14:19-31.)
De igual modo, nuestra fe podría tambalear si afrontáramos las pruebas con duda o indecisión. El discernimiento puede ayudarnos a siempre ver los asuntos en su debida perspectiva, recordando que Jehová es muy superior a cualquier opositor. También nos ayudará a recordar lo que Jehová ya ha hecho por nosotros y a jamás perder de vista el hecho de que él “está guardando a todos los que lo aman”. (Salmo 145:18-20.)
106:13.
¿Qué argumento usaría para ayudar a alguien que no está de acuerdo con una enseñanza bíblica?.
Hay quienes han dejado el rebaño de Dios porque no estaban de acuerdo con alguna enseñanza bíblica. Tal vez sería útil recordarle al hermano que “el esclavo fiel y discreto” suministra excelente alimento espiritual (Mat. 24:45). De hecho, fue gracias a ese alimento que llegó a conocer la verdad. ¿No sería mejor que regresara a la senda de la verdad? (2 Juan 4.) El anciano que está tratando de ayudar a un hermano inactivo podría hablarle de los discípulos de Jesús que lo abandonaron porque no estuvieron dispuestos a aceptar una de sus enseñanzas (Juan 6:53, 66). Al cortar la relación que tenían con Cristo y con los discípulos fieles, su espiritualidad y su gozo se vinieron abajo. ¿Y hoy día? ¿Acaso han encontrado los que se apartaron de la congregación otro lugar con alimento espiritual de calidad? No, porque no existe tal lugar.
109:23.
¿Qué quieren decir las siguientes palabras de David: “Cual sombra cuando declina, me hallo obligado a irme”?.
Poéticamente, David indicó que veía muy cerca el momento de su muerte (Salmo 102:11).
110:1, 2.
¿Qué hizo el “Señor [de David]”, Jesucristo, mientras estuvo sentado a la diestra de Dios?.
Después de resucitar, Jesús ascendió al cielo y allí esperó a la diestra de Dios hasta que comenzó a reinar en 1914. Durante todo ese tiempo de espera reinó sobre sus seguidores ungidos, dirigiéndolos en la obra de predicar y hacer discípulos y preparándolos para gobernar con él en su Reino (Mateo 24:14; 28:18-20; Lucas 22:28-30).
110:4.
¿Qué es lo que Jehová “ha jurado” y “no sentirá pesar” de haber hecho?.
Estas palabras se refirieron directamente a la Descendencia prometida, el Mesías, quien no reinaría desde Jerusalén, sino desde su trono celestial, a la “diestra” del Todopoderoso (Hechos 2:35, 36). Por tanto, no solo gobernaría Israel, sino el planeta entero (Salmo 2:6-8). No obstante, el pasaje dejó ver algo más al indicar que Dios había jurado solemnemente que el Mesías sería “sacerdote [...] a la manera de Melquisedec”. Al igual que este hombre, que desempeñó funciones reales y sacerdotales en tiempos de Abrahán, la venidera Descendencia recibiría del Altísimo el nombramiento directo como Rey y también como Sacerdote (Génesis 14:17-20; Lucas 22:29).
111:2.
¿Cómo podemos buscar las obras de Jehová?.
De acuerdo con una obra de consulta, las palabras “buscadas por parte de todos” pueden aplicarse a las personas que hacen de las obras divinas “un tema de ferviente meditación y estudio”. Las creaciones de Jehová son incontables, y todas ellas cumplen un maravilloso propósito. Por ejemplo, él colocó el Sol, la Tierra y la Luna en el lugar preciso para que recibiéramos suficiente calor y luz, y para que existieran el día y la noche, las estaciones y las mareas. Los científicos han aprendido mucho sobre lo conveniente que resulta la posición de la Tierra en el sistema solar, así como la órbita, el tamaño y la masa de la Luna. La relación entre estos cuerpos celestes hace posible que existan las estaciones con toda su belleza. Además, cada día se entiende mejor el delicado equilibrio entre las fuerzas fundamentales del universo.
111:3.
¿En qué se diferencian las obras de Dios de muchas obras humanas?.
Las obras de los seres humanos imperfectos rara vez se basan en la justicia; más bien, suelen ser producto de la codicia, la envidia y la arrogancia. Tenemos un ejemplo en las diabólicas armas que los hombres fabrican, un negocio que les reporta grandes ganancias, pues se emplean en las guerras que ellos mismos fomentan. Y, como bien sabemos, dichas guerras han causado enorme sufrimiento y angustia a millones de víctimas inocentes. Además, muchas obras humanas se han logrado oprimiendo a los pobres. En la antigüedad, por ejemplo, se utilizó a un sinnúmero de esclavos para construir las pirámides de Egipto, cuyo principal objetivo era servir de tumba a los altivos faraones. Y hoy en día, buena parte de las obras humanas no solo oprimen al mismo hombre, sino que, además, están “arruinando la tierra” (Apo 11:18). ¡Qué diferentes son las obras de Jehová! Él siempre actúa con justicia. Una de sus obras es el misericordioso rescate que ofreció para salvar a la humanidad. Esta fue una manera de “exhibir su propia justicia” (Rom. 3:25, 26). No cabe duda: “su justicia subsiste para siempre”.
111:6.
¿Cómo le dio Jehová al antiguo Israel “la herencia de naciones”?.
Es probable que el salmista estuviera pensando en un suceso extraordinario de la historia de Israel: su liberación milagrosa de Egipto. Cuando los israelitas fueron autorizados por Jehová para entrar en la Tierra Prometida, lograron conquistar muchos reinos a ambos lados del río Jordán (Nehemías 9:22-25).
111:10a.
¿Cómo puede cualquiera de nosotros adquirir verdadero conocimiento y sabiduría?.
Pr. 1:7; Sal. 111:10: “El temor de Jehová es el principio del conocimiento [...] [y de] la sabiduría.” (Si el universo no fuera el producto de un Creador inteligente, sino solo de alguna fuerza ciega e irracional, entonces no sería posible tener una visión unificada del universo, ¿verdad? Nada que pudiera calificarse de sabiduría podría resultar de un estudio de algo que fuera en sí irracional, ¿no es cierto? Los que intentan comprender el universo —o la vida misma— al mismo tiempo que procuran excluir del asunto a Dios y sus propósitos, experimentan frustraciones constantes. Interpretan mal lo que aprenden y dan mal uso a los hechos que recogen. El no tomar en cuenta que Dios existe destruye lo que es la clave para adquirir conocimiento exacto y hace imposible una estructura de pensamiento verdaderamente coherente.)
Pro. 2:4-7: “Si sigues buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en busca de ello, en tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios. Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento. Y para los rectos atesorará sabiduría práctica.” (Jehová proporciona la ayuda necesaria mediante su Palabra escrita y su organización visible. También es preciso tener un deseo sincero y hacer un esfuerzo personal, lo cual incluye el usar de manera constructiva la propia habilidad de pensar de uno.)
112:1.
Si una persona quiere ser feliz, ¿por qué sería bueno que prestara atención al libro de los Salmos?.
Los compositores de los Salmos sabían que la felicidad es producto de una buena relación con Dios (Salmo 112:1). Recalcaron que ninguna relación humana ni bienes materiales ni logros personales pueden dar la felicidad que trae pertenecer al “pueblo cuyo Dios es Jehová” (Salmo 144:15).
112:3.
¿De qué manera han usado los cristianos verdaderos sus riquezas espirituales, y cómo “subsist[irá] para siempre” su justicia?.
Sin importar si somos ricos o pobres en sentido material, todos podemos tener las verdaderas riquezas: las riquezas espirituales (Mat. 6:20; 1 Tim. 6:18, 19; Sant. 2:5). Los cristianos ungidos no guardan sus riquezas espirituales para sí mismos, ni tampoco lo hacen sus compañeros de las otras ovejas. Al contrario, están “fulgura[ndo] en la oscuridad” del mundo de Satanás “como una luz para los rectos” (Salmo 112:4). ¿De qué manera? Compartiendo con el prójimo los tesoros espirituales de Dios. Además, los siervos de Dios han sido generosos con sus bienes materiales. Salmo 112:9 declara: “Ha distribuido ampliamente; ha dado a los pobres”. Los cristianos verdaderos ayudan materialmente a sus hermanos en la fe y hasta a vecinos necesitados. También emplean sus recursos para apoyar campañas de socorro en casos de desastres. Y como dijo Jesús, eso también los hace felices (Hech. 20:35; 2 Cor. 9:7).
112:5.
¿Cómo imitar a los mejores ejemplos de benevolencia y generosidad?.
Sin duda hemos observado que quienes dan no siempre lo hacen motivados por la benevolencia o la compasión. Algunos dan para presumir, y otros dan a regañadientes. La verdad es que no es agradable recibir ayuda de alguien que nos trata con desprecio o nos hace sentir que somos una molestia o una carga. En cambio, ¡qué bueno es cuando una persona nos ayuda de corazón! Y Jehová es el mejor ejemplo, pues él siempre da con alegría y generosidad (1 Tim. 1:11; Sant. 1:5, 17). Por su parte, Jesucristo reflejó a la perfección el ejemplo de su Padre (Mar. 1:40-42). Y si nosotros deseamos agradar a Dios y que nos considere justos, tenemos que dar con alegría y de todo corazón, sobre todo en el servicio del campo, ayudando espiritualmente a nuestros semejantes. Además, debemos actuar con justicia tanto al tratar con nuestros hermanos como con quienes no son cristianos, y esta norma de conducta es aplicable incluso en asuntos económicos (Miq. 6:8, 11).
Canción de alabanza a Jehová. Quizás unos levitas cantaban una parte y otros les responden, lo que se conoce como canto antifonal. Los Salmo 113 a 118 constituyen lo que se conoce en los escritos judíos como el “Hallel egipcio”. Según la Misná, este Hallel se cantaba en el templo y en las sinagogas durante el tiempo de la Pascua (Pesahim 10:5-7) y las fiestas del Pentecostés, de las cabañas y de la dedicación (Sukka 4:8; Taanit 4:5). Durante la celebración de la Pascua, se recitaba en los hogares la primera parte de este Hallel (el Salmo 113, según la escuela de Sammay, o los Salmos 113 y 114, escuela de Hillel) después que se había llenado la segunda copa de vino y explicado el significado de la Pascua. Se concluía el Hallel con la cuarta copa de vino. Se dice que el “Gran Hallel” (según unos, el Salmo 136 solo, y según otros, los Salmos 120–136 ó 135:4–136:26) se cantaba en ocasiones gozosas, y también lo cantaban los que usaban una quinta copa de vino en la celebración de la Pascua, (véanse ALELUYA; Sl 113-118, nota.) Se les llama “Salmos de Hallel” porque usan repetidas veces la exclamación ¡Aleluya!: “¡Alaben a Jah!”.
Los judíos cantan el Hallel en su servicio de la Pascua, y evidentemente el cantarlo se remonta al tiempo en que Dios tenía un templo donde se sacrificaban animales. Hoy se canta en los hogares judíos durante el servicio y cena de la Pascua llamado el Seder. Pero pocos de los que lo cantan en su Seder captan el verdadero sentido de Salmo 116:13: “La copa de magnífica salvación alzaré, y el nombre de Jehová invocaré”.
113:3.
¿En qué sentido debe alabarse el nombre de Jehová “desde el nacimiento del sol hasta su puesta”?.
Esta afirmación implica más que la existencia de un grupo de personas que adore a Dios día tras día. Desde donde nace el Sol hasta donde se oculta —es decir, de este a oeste—, sus rayos iluminan todo el globo terráqueo. De igual modo, Jehová ha de ser alabado en el planeta entero, algo imposible de lograr sin organización. ¡Cuánto apreciamos los testigos de Jehová el privilegio de alabar a Dios y participar celosamente en la labor de proclamar el Reino!
115:16.
¿Qué enseñanza relacionada con el futuro de la humanidad rechazaron los líderes religiosos apóstatas?.
La Biblia explica que la humanidad recobrará la perfección (Apo 20:1-3, 6, 12; 21:1-4). Sin embargo, los líderes apóstatas de la cristiandad han adoptado otras creencias. Sus teólogos manipularon pasajes bíblicos que hablaban de la esperanza celestial para dar a entender que todos los buenos van al cielo. Empezaron a enseñar que solo estamos de paso en la Tierra y que se nos está poniendo a prueba para evaluar si merecemos ir al cielo. Algo parecido ya había sucedido con la esperanza judía de la vida eterna. A medida que los judíos fueron adoptando la creencia griega de la inmortalidad del alma, se fue desvaneciendo la esperanza de la vida eterna en la Tierra. Pero eso es muy distinto de lo que enseña la Palabra de Dios. La Biblia dice que el hombre es un ser creado para vivir en la Tierra, no en el cielo. Por eso, Dios le dijo a Adán: “Polvo eres” (Gén. 3:19). Así es: el hogar eterno del hombre es la Tierra, no el cielo (Sal. 104:5).
116:12, 14.
¿Qué efecto tuvo en el salmista meditar sobre los beneficios de haber servido a Dios?.
El salmista se preguntaba: “¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo?” (Sal. 116:12). ¿Qué beneficios había recibido él? Jehová lo había sostenido en una época de “angustia y desconsuelo”. De hecho, había “librado [su] alma de la muerte”. Ahora, él quería corresponderle de alguna manera. ¿Cómo podría hacerlo? Él mismo lo dijo: “Mis votos pagaré a Jehová” (Sal. 116:3, 4, 8, 10-14). Así es, el salmista estaba decidido a cumplir las promesas solemnes que le había hecho a Jehová, así como las obligaciones que tenía con él.
Nosotros podemos hacer lo mismo. ¿Cómo? Obedeciendo en todo momento las leyes y los principios divinos. Por eso, debemos asegurarnos de que la adoración a Jehová sea lo más importante en nuestra vida y de que el espíritu santo guíe todas nuestras acciones (Ecl. 12:13; Gál. 5:16-18). Claro, jamás podremos pagarle a Jehová todo lo que ha hecho por nosotros. Pero aun así, podemos alegrar su corazón si nos esforzamos de toda alma por servirle (Pro. 27:11). ¡Qué gran honor tenemos!
116:15.
¿En qué sentido es preciosa a los ojos de Jehová la muerte de los que le son leales?.
Jehová considera a sus siervos tan valiosos, que su muerte como colectividad sería una pérdida enorme que no está dispuesto a tolerar (Sal. 116:8). Permitirla equivaldría a perder su reputación de ser un Dios todopoderoso capaz de salvar a sus leales y reconocer que sus enemigos son más poderosos que él. Además, no quedaría nadie en la Tierra para servir de fundamento del nuevo mundo. Asi que este texto no debería aplicarse a un fallecido en un discurso de funeral (w12 15/5, pág. 22).
Lugar, recinto que tiene mucho espacio para lo que está destinado. 2. Que es muy lento o pausado. “El estado de liberación que infunde paz interior y un sentimiento de seguridad” ¿De qué se nos tiene que liberar? De nosotros mismos, de nuestras propias deficiencias, asi como también de circunstancias externas provocadas por Satanás. (Salmo 118:5.) ¿Cómo podemos refugiarnos en la seguridad que nos brinda un lugar espacioso? ‘Si tratamos de cumplir las órdenes de Jehová en todo lo que hacemos y si le oramos con fe para hacerle saber nuestras preocupaciones.’
118:6.
¿Cómo se ha cumplido Isaías 54:17 en la actualidad?.
Dirigiéndose a la nación de Israel como si fuera su mujer, Jehová le hizo la siguiente promesa: “Sea cual sea el arma que se forme contra ti, no tendrá éxito, y sea cual sea la lengua que se levante contra ti en el juicio, la condenarás. Esta es la posesión hereditaria de los siervos de Jehová, y su justicia proviene de mí” (Isa. 54:11, 17). En “los últimos días”, el pueblo de Dios por toda la Tierra ha vivido el cumplimiento de dicha promesa (2 Tim. 3:1-5, 13). Y seguiremos resistiendo los ataques del Diablo, con la plena certeza de que Jehová está de nuestro lado y no permitirá que den resultado las tácticas que utiliza Satanás para acabar con nosotros (Sal. 118:7). Dentro de poco llegará el fin de este malvado sistema de cosas y será eliminado todo rastro de la dominación satánica.
119:37.
¿Cuánta importancia tiene el don de la vista?.
¡Cuánto apreciamos el don de la vista! Gracias a él, percibimos la belleza y disfrutamos de las maravillas del mundo natural, que son testimonio claro de la existencia de un glorioso Creador (Sal. 8:3, 4; 19:1, 2; 104:24; Rom. 1:20). Y por si fuera poco, este sentido nos permite aportar a la mente multitud de datos que resultan esenciales para conocer a Jehová y edificar la fe en él (Jos. 1:8; Sal. 1:2, 3). Pero la estrecha relación que existe entre vista y mente exige que tengamos mucho cuidado, pues lo que vemos condiciona lo que pensamos. Así sucede cuando dirigimos la mirada a cosas que despiertan o avivan ambiciones y malos deseos. Este mundo depravado y egoísta dominado por Satanás nos bombardea con imágenes y propaganda que pueden hacernos mucho daño aunque solo les demos un vistazo (1 Juan 5:19). No es de extrañar que el salmista pidiera a Dios que lo ayudara.
119:61.
¿Por qué debemos apegarnos a los recordatorios de Jehová?.
A nosotros nos fortalecen para soportar la persecución, pues la afrontamos sabiendo que nuestro Padre celestial puede cortar las ataduras restrictivas que nos imponen los enemigos. A su tiempo, él nos libera de tales trabas para que prediquemos el Reino (Marcos 13:10).
119:71.
¿Cómo pudiera beneficiarnos sufrir aflicción?.
Las dificultades pueden enseñarnos a confiar más en Jehová, a orarle con más fervor y a dedicarnos con más empeño a estudiar la Biblia y aplicar sus normas en la vida. Por otra parte, la forma en que respondamos a las aflicciones tal vez revele flaquezas que debamos corregir. Los sufrimientos no nos amargarán si permitimos que nos refinen.
119:89.
¿Cómo indica Salmo 119:89, 90 que podemos confiar en la palabra de Dios?.
Deleitarse en la palabra de Dios proporciona estabilidad espiritual (Salmo 119:89-96). El salmista cantó: “Hasta tiempo indefinido, oh Jehová, tu palabra está estacionada en los cielos. [...] Has fijado sólidamente la tierra, para que siga subsistiendo” (Salmo 119:89, 90). Por la palabra de Dios, que incluye “los estatutos de los cielos”, los cuerpos celestes recorren a la perfección sus órbitas, y nuestro planeta queda establecido para siempre (Job 38:31-33; Salmo 104:5). Podemos confiar en toda expresión que sale de la boca de Jehová; lo que él dice tendrá “éxito seguro”, cumplirá Su propósito (Isaías 55:8-11).
119:96.
¿Qué significa la frase: “A toda perfección he visto fin”?.
El salmista habla de la perfección desde el punto de vista del hombre. Probablemente se refería a que el concepto humano de la perfección tiene límites, mientras que el mandamiento divino no, pues es aplicable a todos los aspectos de la vida. En armonía con este hecho, la Sagrada Biblia de Agustín Magaña traduce así el versículo: “He visto que toda perfección es limitada; [pero] tus mandamientos no tienen límite ninguno”.
119:97.
¿Qué implica el verdadero amor a la Palabra de Dios?.
Amar la Palabra de Dios supone vivir en armonía con sus requisitos (Salmo 119:97, 101, 105). Vivir en armonía con la Palabra de Dios requiere corregir constantemente la manera de pensar y de vivir.
119:100.
¿Cómo se han dejado engañar algunos jóvenes?.
Los jóvenes que se acuerdan de su Magnífico Creador son más sabios que los demás jóvenes de su edad (Ecl. 12:1). Como conocen los propósitos de Jehová, saben muy bien que no le espera nada bueno a este mundo. Seguramente tú has oído hablar de la contaminación, el calentamiento global, la deforestación y otras cuestiones semejantes. Estos problemas causan gran preocupación a muchas personas, pero solo los testigos de Jehová comprendemos que son parte de la señal que anuncia el fin del mundo de Satanás (Apo 11:18). Desgraciadamente, algunos jóvenes cristianos han bajado la guardia y han olvidado que a este mundo le queda muy poco tiempo (2 Ped. 3:3, 4). Otros han cometido pecados graves por juntarse con quienes no debían o por ver pornografía (Pro. 13:20). ¡Qué lamentable sería perder el favor de Dios estando tan cerca del fin!
119:105.
¿Qué dos funciones cumple la Palabra de Dios en nuestra vida?.
En primer lugar, es una lámpara para nuestro pie. Si al enfrentarnos a los problemas del día a día dejamos que los principios bíblicos guíen nuestros pasos, tomaremos decisiones prudentes y evitaremos las trampas y los peligros de este mundo. En segundo lugar, los recordatorios de Dios alumbran nuestra vereda; nos ayudan a elegir opciones que estén en armonía con nuestra esperanza de vivir para siempre en el Paraíso que Dios ha prometido. Así podremos discernir si las consecuencias de cierto proceder serán buenas o malas (Rom. 14:21; 1 Tim. 6:9; Apo 22:12)
119:164.
¿Qué indica la idea de alabar a Dios “siete veces al día”?.
En muchas ocasiones, el número 7 denota plenitud. Por consiguiente, el salmista indica que Jehová merece toda la alabanza.
119:165.
¿Cómo podemos demostrar nuestra lealtad a Dios cuando nos sentimos decepcionados o heridos por las acciones de alguien?.
La conducta de los demás no nos da el derecho de enojarnos con Dios ni de serle infieles. Si soportamos ese tipo de pruebas, demostraremos que somos íntegros y leales. Otra forma de demostrar que somos íntegros es no criticando los cambios que tienen lugar en nuestra organización. Tengamos presente que cuando somos leales a la organización, también lo somos a Jehová. Él está bendiciendo a su pueblo hoy más que nunca, y la adoración pura se encuentra en la posición más encumbrada de la historia (Isa. 2:2-4). Cuando se da una nueva explicación de algún pasaje bíblico o cuando hay cambios de organización, hacemos bien en aceptarlos. En realidad es maravilloso ver cómo aumenta día a día la luz espiritual (Pro. 4:18). Por eso, si nos cuesta trabajo ver por qué se ha realizado algún cambio, pidámosle a Jehová que nos ayude a aceptarlo, y mientras tanto sigamos siendo obedientes y actuando con lealtad.
107:27-31. La sabiduría del mundo “resulta[rá] confusa” en la batalla de Armagedón, pues no podrá librar a nadie de la destrucción (Apocalipsis 16:14, 16). Solo sobrevivirán y podrán dar “gracias a Jehová por su bondad amorosa” quienes se refugien en él.
109:30, 31; 110:5. Como el soldado empuñaba la espada con la mano derecha, esta no recibía la protección del escudo que sostenía con la izquierda. En sentido simbólico, Jehová se encuentra “a la diestra” de sus siervos, combatiendo por ellos. Así los protege y auxilia, razón por la que hacen bien en “elogiar[lo] [...] en gran manera”.
113:4-9. Jehová ocupa una posición tan elevada que tiene que condescender hasta para “tender la vista sobre [el] cielo”. No obstante, se compadece del humilde, el pobre y la mujer estéril. El Señor Soberano Jehová demuestra humildad y desea que sus siervos imiten esa virtud (Santiago 4:6).
114:3-7. Debería emocionarnos repasar los prodigios que realizó Jehová a favor de su pueblo en el mar Rojo, el río Jordán y el monte Sinaí. En efecto, la humanidad, representada por la “tierra”, debería sentir asombro —simbólicamente hablando, “fuertes dolores”— a causa del Señor.
119:97-101. La sabiduría, perspicacia y entendimiento que nos brinda la Palabra de Dios nos protegen espiritualmente.
119:105. La Palabra de Dios es una lámpara para nuestro pie en el sentido de que nos ayuda a lidiar con los problemas cotidianos. También ilumina nuestra vereda, pues revela lo que Dios se propone hacer en el futuro, se podría comparar al sistema de iluminación del coche, con luz corta y larga
Los Salmos 135 y 136 presentan a Jehová como Hacedor de todo lo que se propone, en marcado contraste con los ídolos, que nada pueden hacer. El Salmo 136 se compuso como himno responsorial, es decir, para que se cantara la última parte de cada versículo en respuesta a la primera. El siguiente salmo habla del abatimiento en que se encontraban los judíos exiliados en Babilonia que querían adorar a Jehová en Sión. Los Salmos 138 a 145 son de David, quien desea elogiar a Jehová “con todo [su] corazón”. Él mismo explica el motivo: “Porque de manera que inspira temor estoy maravillosamente hecho” (Salmo 138:1; 139:14). En los siguientes cinco salmos le solicita a Jehová que lo proteja de los malvados, lo libre de sus perseguidores, lo censure con justicia y guíe sus pasos. Además, destaca lo feliz que vive el pueblo de Jehová (Salmo 144:15). Tras hacer un repaso de la grandeza y benignidad de Dios, David declara: “La alabanza de Jehová hablará mi boca; y bendiga toda carne el santo nombre de él hasta tiempo indefinido, aun para siempre” (Salmo 145:21).
Respuestas a preguntas bíblicas:
122:3.
¿De qué manera era Jerusalén una ciudad “trabada en unidad”?.
Como muchas poblaciones de la antigüedad, Jerusalén tenía las casas pegadas unas a otras, lo que la convertía en ciudad compacta y fácil de defender. Además, la proximidad física de los hogares facilitaba que los vecinos se ayudaran y protegieran mutuamente. Este hecho representaba la unidad espiritual de que gozaban las doce tribus de Israel cuando se reunían para adorar a Dios.
123:2.
¿Qué punto destaca la comparación de los ojos de los siervos?.
Los siervos miraban a las manos de sus amos por dos motivos: para ver lo que querían y para recibir protección y sustento. Igualmente, nosotros acudimos a Jehová para saber su voluntad y obtener su favor.
127:3.
¿A qué situación se enfrentan algunas parejas jóvenes, y cómo afecta a su matrimonio?.
Algunas parejas se convierten en padres cuando ellos mismos apenas acaban de salir de la adolescencia. Todavía no han tenido suficiente tiempo para conocerse bien el uno al otro cuando llega el bebé. Como el recién nacido necesita atención las veinticuatro horas, lógicamente la madre se concentra en atenderlo, y eso a veces hace que el joven esposo sienta celos. Además, las noches sin dormir los deja agotados, lo que aumenta las tensiones en su relación. La joven pareja de repente se da cuenta de que ha perdido gran parte de su libertad. Ya no pueden ir a lugares adonde iban antes o hacer cosas que hacían antes. Ahora bien, ¿cómo deberían ver su nueva situación? Hacen los ajustes necesarios para afrontarla de manera responsable. El padre y la madre se esfuerzan siempre por cumplir con las obligaciones que conlleva ser “padres en unión con el Señor” (Efe. 6:1).
128:3.
¿Qué quiere decir que los hijos son “como plantones de olivos” en derredor de la mesa?.
A menudo, los nuevos retoños salen en la base del tronco del olivo. Cuando el tronco principal de un árbol viejo ya no da mucho fruto, los nuevos retoños pueden convertirse en troncos vigorosos en derredor de este. De igual manera, los padres pueden alegrarse de tener hijos que producen fruto y que sirven a Jehová junto con ellos.
131:1-3.
¿Por qué podía decirse que David había “sosegado y aquietado [su] alma como un niño destetado sobre su madre”?.
David aprendió a calmar los deseos de su alma tal como el niño que deja la lactancia aprende a hallar consuelo y satisfacción en los brazos maternales. ¿De qué forma logró tranquilizarse “como un niño destetado sobre su madre”? Evitando la altivez de corazón, la altanería de ojos y la búsqueda de cosas demasiado grandes para él. En vez de anhelar prominencia, David reconoció por lo general sus limitaciones y fue humilde. No era ambicioso, ni quería convertirse en rey mediante el uso de la fuerza. Con humildad y paciencia esperó en Jehová. Nosotros haremos bien en imitar su actitud no buscando prominencia ni reconocimiento, sobre todo si estamos esforzándonos por conseguir privilegios de servicio en la congregación.
137:9.
¿Cómo pudiera ser en realidad la persona “feliz” a quien designa el salmista?.
Las potencias políticas de este mundo no efectúan este trabajo antirreligioso por amor a los adoradores de Jehová. ¿Por qué no? Porque los testigos de Jehová serán un estorbo al propósito de ellos de producir un mundo exclusivamente ateo. Por eso, las potencias políticas son simplemente los instrumentos que usa el Dios de los Testigos para cumplir Su propio propósito. (Apocalipsis 17:17.)
Así, aunque se utilice directamente a estas potencias políticas para aniquilar al imperio mundial de la religión falsa, en realidad es Jehová Dios quien pone motivo en ellas. ¿Cómo? Utiliza a su Hijo ya facultado con poder real, el Ciro Mayor, Jesucristo. Por eso, ¡Jesucristo en el poder del Reino es la persona “feliz” a quien predijo el salmista!
Aunque Jehová protegerá a los que le son leales, en sentido figurado agarrará a cada uno de los “hijos” religiosos del sistema semejante a ramera de enseñanzas falsas y los estrellará contra lo que se eleva como un “peñasco”... el Reino de Jehová Dios mediante Jesucristo, un Reino que es firme como una roca.
Jesús, cuando estuvo en la Tierra, fue ungido con el espíritu de su Apoyador divino, no solo “para proclamar el año de la buena voluntad de parte de Jehová”, sino también para proclamar “el día de la venganza de parte de nuestro Dios”. (Isaías 61:1, 2; Lucas 4:16-21.) En nuestro tiempo, durante “los últimos días” de este sistema de cosas, Jehová está haciendo que sus siervos fieles proclamen “el día de la venganza de parte de nuestro Dios” en toda la tierra habitada para advertencia a todas las naciones. En esta proclamación una “gran muchedumbre” aumentante de discípulos semejantes a ovejas de Jesucristo se ha unido al resto, como se previó en Apocalipsis 7:9-17.
Todos estos, el resto y la “gran muchedumbre”, han obedecido el mandato angelical de Apocalipsis 18:4. Han salido de Babilonia la Grande. ¿Por qué es urgente hacer eso? Porque tienen que huir de Babilonia la Grande antes que los “hijos” religiosos de esta sean estrellados y devastados mediante la “bestia salvaje” y sus “diez cuernos” precisamente antes del Armagedón. Estas personas leales participarán de la felicidad del Ciro Mayor, Jesucristo. Junto con los cielos dirán: “¡Alaben a Jah! La salvación y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios, porque verdaderos y justos son sus juicios. Porque ha ejecutado juicio sobre la gran ramera que corrompió la tierra con su fornicación”. (Apocalipsis 19:1, 2; compárese con Jeremías 51:8-11.)
139:1,3.
¿A qué se refería David cuando dijo que Jehová lo había “escudriñado completamente” y había “medido” su “viajar” y su “yacer tendido”?.
Todas las actividades de David estaban manifiestas a la vista de Jehová, y David lo sabía. “Tú mismo has llegado a conocer mi sentarme y mi levantarme —escribió el salmista—. Has considerado mi pensamiento desde lejos. Mi viajar y mi yacer tendido has medido, y te has familiarizado hasta con todos mis caminos.” (Salmo 139:2, 3.) El que Jehová esté en los cielos, muy lejos de la Tierra, no impedía que supiera lo que David hacía y pensaba. ‘Medía’, es decir, examinaba con cuidado, las actividades de David, tanto durante el día como por la noche, para determinar su naturaleza.
139:14.
La renovación de las células.
¿Sabía usted que cada día de su vida se deteriora un billón de células de su organismo, que necesitan ser reemplazadas?
Se dice que aproximadamente cada siete años las células del cuerpo son reemplazadas, la revista Investigación y Ciencia explica: “El hueso, de apariencia inerte, es, sin embargo, un tejido vivo, que se destruye y se renueva sin cesar en el curso de la vida entera. Tal regeneración supone una renovación completa del esqueleto cada 10 años”. Otros tejidos corporales se renuevan más a menudo. Algunas células de la piel, el hígado y los intestinos se reemplazan casi a diario, los glóbulos rojos tienen un promedio de vida de 127 días. Cada segundo, nuestro organismo produce unos veinticinco millones de células de reemplazo. Si todos los tejidos del cuerpo no se repararan o reemplazaran de continuo, envejeceríamos en plena niñez.
En su libro The Dream of Eternal Life (El sueño de la vida eterna), Mark Benecke hace la siguiente observación: “Casi todo el organismo humano se renueva varias veces a lo largo de la vida. [...] Más o menos cada siete años somos personas nuevas en el sentido más literal de la palabra”. Con todo, este proceso no continúa de forma indefinida, pues las células dejan de multiplicarse tras un número predeterminado de divisiones. Benecke afirma que si esto no ocurriera, “el cuerpo humano podría regenerarse durante mucho tiempo, incluso eternamente”.
El biólogo Jared Diamond observó: “Reponemos las células que revisten el interior del intestino una vez cada pocos días; las que revisten el interior de la vejiga de la orina, una vez cada dos meses, y los glóbulos rojos de la sangre, una vez cada cuatro meses”. Y concluyó: “La naturaleza nos desarma y nos vuelve a armar todos los días”. ¿Qué significa esto en realidad? Quiere decir que sin importar los años que vivamos, ya sean ocho, ochenta u ochocientos, nuestro cuerpo físico se mantiene joven.
Si usted pudiera investigar hasta dentro de los mismísimos elementos que componen la célula humana, hallaría razón abundante para tener fe en el Creador. La célula es el componente básico de toda cosa viviente de la Tierra, “Cada célula es una estructura sorprendentemente organizada que es responsable de la forma y función de un organismo.”. El cuerpo humano se compone de unos ¡Cien billones (100.000.000.000.000)! de células diminutas. El ser humano tiene alrededor de ciento cincuenta y cinco mil células por centímetro cuadrado de piel y su cerebro contiene entre diez mil millones y cien mil millones de neuronas. “La célula es la clave de la biología porque es en este nivel que cobra vida un conglomerado de agua, sales, macromoléculas y membranas.” (Biology.).
Por ejemplo, en cada una de las células del cuerpo suyo hay decenas de miles de genes y el muy conocido ADN, que le dice a cada célula cómo funcionar y cómo reproducirse. Éste determinó el color de su cabello, la rapidez de su crecimiento y una infinidad de otros detalles.
En cada una de los 100 billones de células que componen el cuerpo humano se producen de manera coordinada decenas de miles de reacciones químicas.
Se dice que “si se pusieran por escrito” las instrucciones contenidas en el ADN, “llenarían mil libros de 600 páginas cada uno”.
★La Célula animal y vegetal - (12-2013-Pg.17)
★La Célula - (ct-Cap.3-Pg.42)
139:14a.
¿Qué le parece la manera en que Dios creó al hombre?.
Cuando Dios creó al ser humano, le dio una mente y un cuerpo con todos los órganos necesarios para realizar muy diversas actividades. Están, por ejemplo, los dones divinos del habla y el oído, que en sí mismos son un milagro, así como la capacidad de leer y escribir. Muchas personas poseen estas facultades. Otra extraordinaria obra maestra de ingeniería es el esqueleto humano y su facultad para mantenerse erguido. El diseño y el equilibrio del cuerpo, con sus funciones mecánicas y sus procesos químicos, son realmente sorprendentes. Y las asombrosas conexiones nerviosas, que permiten el funcionamiento de la mente y los sentidos, son muy superiores a cualquier invención científica. De hecho, todos los logros humanos han sido posibles gracias a la mente y a los sentidos con que estamos dotados. Ni el más hábil de los ingenieros hubiera podido construir una herramienta tan hermosa y práctica como los dedos de la mano.
139:16.
¿Se refería David al código genético del ADN?.
La Biblia dice que Adán, el primer hombre, fue creado “del polvo del suelo”. (Génesis 2:7.) Hoy sabemos que el cuerpo humano se compone de diferentes elementos químicos, todos ellos presentes en la tierra.
El cerebro, el corazón, los pulmones, los ojos... estas partes del cuerpo y todas las demás están “escritas” en el código genético del óvulo fertilizado en la matriz de la madre. Tal código contiene horarios internos para la formación de cada una de estas partes en el orden apropiado. ¡Imagínese! Este hecho en cuanto al desarrollo del cuerpo humano se registró en la Biblia casi 3.000 años antes de que los científicos descubrieran el código genético.
El biólogo molecular Michael Denton dijo lo siguiente sobre el código genético (ADN) de las células: “Es tan eficaz, que toda la información [...] que se precisa para dar las especificaciones del diseño de todas las especies de organismos que han existido en el planeta [...] podría colocarse en una cucharilla, y aún sobraría espacio para incluir los datos de todos los libros que se han escrito”.
139:16a.
¿Por qué es un pecado el aborto?.
Dios considera que la vida es sagrada y que los embriones humanos son personas vivas (Sal. 139:16). Según la Ley, quien hería a una criatura en gestación tenía que responder por los daños causados, lo cual indica que quitarle la vida a un niño no nacido constituye un asesinato (Éxo. 21:22, 23).
139:23, 24.
¿Qué situaciones podrían poner a prueba la integridad del cristiano?.
Por lo general, la gente se preocupa por asuntos como la salud, el aspecto personal, el empleo, las amistades y las relaciones de pareja. Sin embargo, lo que más debe preocuparnos a los cristianos es nuestra integridad, pues al fin y al cabo es en eso en lo que se fija Jehová al examinar nuestro corazón. Jehová, de quien procede “toda dádiva buena y todo don perfecto”, nos ha colmado de bendiciones (Sant. 1:17). A él le debemos nuestro cuerpo y nuestra mente, así como la salud y todas nuestras habilidades (1 Cor. 4:7). Sin embargo, Jehová no nos obliga por ello a ser íntegros. Más bien, permite que cada cual decida si quiere serlo o no (Deu. 30:19).
141:5.
¿Cómo recibe usted el consejo?.
Aunque el consejo lo lastime profundamente, acuérdese del ejemplo de David. Él recibió mucha disciplina, pero Dios lo estaba entrenando para cosas mayores. David dijo, por experiencia: “Que el justo me castigue, será un favor, y que me reprenda será un excelente bálsamo que no me herirá la cabeza.” (Sal. 141:5, Versión Valera) Aunque el consejo de un hermano sea difícil de aceptarse, no lo matará a uno, ni física ni espiritualmente, sino que puede resultar como aceite confortante, refrescante. Si usted lo toma a pechos, experimentará el cumplimiento del proverbio que dice: “El que guarda una censura es el que es glorificado.”—Pro. 13:18; Heb. 12:11.
145:10.
¿Qué razones tenemos los siervos de Jehová para alabarlo y darle gracias?.
Al orar, recordemos alabar a Jehová y darle gracias. Los siervos de Dios tenemos muchas razones. Por ejemplo, meditar en la dignidad real de Jehová infundió en David un profundo deseo de ensalzarlo (Sal. 145:11-13). ¿Y nosotros? ¿Demuestran nuestras oraciones que valoramos el honor de anunciar el Reino? Los salmos también pueden ayudarnos a expresarle a Dios cuánto agradecemos las reuniones y las asambleas (Sal. 27:4; 122:1). El agradecimiento por nuestra valiosa relación con Dios puede impulsarnos a orar con el corazón y a expresar sentimientos como los del salmista, quien dijo: “Te elogiaré entre los pueblos, oh Jehová [...]. Porque tu bondad amorosa es grande hasta los cielos, y tu apego a la verdad hasta los cielos nublados. Sé ensalzado, sí, sobre los cielos, oh Dios; sea tu gloria sobre toda la tierra” (Sal. 57:9-11). ¡Qué sentimientos tan intensos! ¿Verdad que esas conmovedoras palabras del libro de los Salmos pueden enriquecer nuestras oraciones?
145:13, 14.
Según la secuencia del alfabeto hebreo, ¿no viene después de (Mem vers.13) la letra (Nun)?.
Puesto que el Salmo 145 es un salmo alfabético y cada versículo en sucesión comienza con la letra siguiente del alfabeto hebreo, la New World Translation, edición de 1971, tiene esta nota al pie de la página: “Falta un versículo que empieza con la letra hebrea nun después del versículo correspondiente a mem. En algunos manuscritos hebreos el versículo correspondiente a nun dice: ‘Jehová es fiel en todas sus palabras, y amorosamente bondadoso en todas sus obras.’ Esto lo confirma el LXXVgSy.”
145:14.
¿En qué tipo de pruebas ‘sostiene y levanta’ Jehová a sus siervos?.
Los leales de Jehová Dios afrontan muchas pruebas y calamidades, tanto por su propia imperfección como porque viven en este mundo que yace en el poder de Satanás, el “inicuo” (1 Juan 5:19; Salmo 34:19). Los cristianos sufren persecución y, en el caso de algunos, enfermedades crónicas o la pérdida de un ser querido. A veces cometen errores que los dejan abatidos, “encorvados”. No obstante, sin importar las pruebas que les sobrevengan, Jehová siempre está dispuesto a consolar y dar fortaleza espiritual a cada uno de ellos. Y el Rey Jesucristo siente el mismo interés amoroso por sus súbditos leales (Salmo 72:12-14).
145:20.
¿Por qué podemos estar seguros de que las fuerzas de ejecución de Dios destruirán el mundo de Satanás?.
Recordemos que bastó un ángel para “derribar a ciento ochenta y cinco mil” enemigos de Dios en una noche. Está claro, pues, que los ejércitos celestiales borrarán sin problema todo vestigio del mundo de Satanás cuando la gran tribulación culmine en el Armagedón (2 Rey. 19:35; Apo 16:14, 16). Satanás y sus demonios serán abismados por mil años y finalmente serán destruidos (Apo 20:1-3). De este modo, la Tierra se verá libre de toda maldad, y los justos podrán vivir para siempre en ella. Además, quedará demostrado que Jehová es el Gran Libertador. Mediante su Reino, Dios vindicará su soberanía, santificará su santo nombre y cumplirá su grandioso propósito para la Tierra. Todos podemos sentir la alegría de dar a conocer estas buenas noticias y ayudar a quienes están “correctamente dispuestos para vida eterna” a comprender que el Reino de Dios pronto nos liberará (Hech. 13:48).
147:3.
¿De qué manera apoya Jehová a sus siervos?.
Vez tras vez, la Palabra de Dios nos asegura que Jehová vendrá en nuestro auxilio cuando nos sintamos descorazonados. Observemos, por ejemplo, estas consoladoras palabras: “Jehová está sosteniendo a todos los que van cayendo, y está levantando a todos los que están encorvados” (Sal. 145:14). Nuestro Padre celestial nos dice: “Yo, Jehová tu Dios, tengo agarrada tu [mano derecha], Aquel que te dice: ‘No tengas miedo. Yo mismo ciertamente te ayudaré’” (Isa. 41:13). Pero si Jehová mora en los cielos, ¿cómo puede agarrarnos de la mano y levantarnos cuando nos sentimos agobiados? Lo hace apoyándonos de diversas formas. Por ejemplo, nos da espíritu santo para que tengamos “el poder que es más allá de lo normal” (2 Cor. 4:7; Juan 14:16, 17). También nos proporciona fuerzas mediante su Palabra inspirada, la Santa Biblia (Heb. 4:12).
147:4.
¿Cómo percibimos el esplendor y la dignidad de Jehová al pensar en el cielo?.
Pensemos en nuestra galaxia, la Vía Láctea. En este vasto océano de estrellas, planetas y sistemas solares, la Tierra parece un granito de arena en una inmensa playa. Imagínese: hay más de 100.000 millones de estrellas en la Vía Láctea. Si las contáramos a un ritmo de una estrella por segundo, ¡tardaríamos más de tres mil años! Si la Vía Láctea contiene 100.000 millones de estrellas, ¿qué se puede decir del universo? Pues bien, los astrónomos calculan que el universo contiene entre 50.000 y 125.000 millones de galaxias. Entonces, ¿cuántas estrellas hay en total? La mente humana difícilmente puede concebir una cifra tan descomunal. Y sin embargo, Jehová las llama a todas “por sus nombres”. Ahora que hemos visualizado un poco mejor el esplendor y la dignidad de Jehová, ¿no nos sentimos impulsados a alabar su gran nombre?
120:1, 2, 6, 7. La calumnia y el sarcasmo ocasionan terribles sufrimientos. Un modo de demostrar que “abog[amos] por la paz” es refrenar la lengua.
120:3, 4. Si tenemos que soportar la “lengua mañosa” de alguien, nos consolará saber que Jehová arreglará los asuntos en su debido momento. Los calumniadores sufrirán calamidad a manos de “un poderoso”. Serán consumidos por el juicio destructor de Jehová, simbolizado por las “brasas ardientes de las retamas”.
127:1, 2. Debemos buscar la guía de Jehová en todo lo que hagamos.
133:1-3. La unidad del pueblo de Jehová nos sosiega, nos sana y nos reanima. No debemos perturbarla con críticas, disputas ni quejas.
137:1, 5, 6. Durante el destierro, los siervos de Jehová se sentían muy unidos a Sión, que había representado a la organización de Dios. ¿Qué hay de nosotros? ¿Demostramos lealtad y apego a la organización que Jehová usa en la actualidad?
138:2. Jehová “engrandec[erá] [su] dicho aun sobre todo [su] nombre”, pues el cumplimiento de todo lo que ha prometido en su nombre superará con creces nuestras expectativas. Sin duda, nos aguarda un futuro maravilloso.
139:1-6, 15, 16. Jehová sabe lo que hacemos, lo que pensamos e incluso lo que vamos a decir. Nos conoce desde que no éramos más que un embrión, cuando todavía no se diferenciaban las partes del cuerpo. El conocimiento que tiene Dios de cada uno de nosotros es “demasiado maravilloso” para asimilarlo. ¡Cuánto nos consuela saber que Jehová no solo ve las dificultades que atravesamos, sino que también comprende cómo nos afectan!
139:7-12. No hay lugar en la Tierra que sea inaccesible para Jehová o al que su espíritu santo no llegue. Ninguna circunstancia en la que nos encontremos puede ponernos fuera de su alcance. Si nos esforzamos por servirle, Jehová tiene incluso el poder para devolvernos la vida. Sus siervos fieles y leales pueden contar con su amoroso apoyo y fortalecimiento.
139:17, 18. ¿Nos resulta agradable adquirir conocimiento de Jehová? (Proverbios 2:10.) Si así es, hemos encontrado una fuente de placer inagotable, pues los pensamientos de Jehová “son más que hasta los granos de arena”. Siempre podremos aprender más sobre Dios.
139:23, 24. Hacemos bien en desear que Jehová examine nuestro interior en busca de algún “camino doloroso” —cualquier pensamiento, inclinación o deseo que sea malo— y que nos ayude a desarraigarlo.
143:4-7. ¿Qué nos permitirá soportar hasta las más graves penalidades? El salmista nos da la clave: meditar en la actividad de Jehová, interesarnos por sus obras e implorar su ayuda.
Al mirar con anhelo a ese tiempo tan gozoso, contamos con muchas razones para glorificar al Dios verdadero y ensalzar su nombre. Cuando pensamos en lo felices que somos por conocer a Jehová y disfrutar de una buena relación con él, ¿verdad que nos sentimos impulsados a alabarlo con corazón agradecido?
Libro que al parecer consiste en cinco colecciones de canciones sagradas —1) Salmos 1–41; 2) 42–72; 3) 73–89; 4) 90–106; 5) 107–150— que finalizan cada una con una bendición dirigida a Jehová. Desde tiempos antiguos, debió conocerse a cada uno de los salmos por un número, según el lugar que ocupaba en el libro. Por ejemplo, lo que actualmente se llama el “salmo segundo” también se designaba así en el siglo I E.C. (Hch 13:33.)
Estilo. La poesía del libro de los Salmos consiste en pensamientos o expresiones paralelas. (Véase HEBREO, II - [Poesía hebrea].) Los salmos acrósticos o alfabéticos tienen una característica distinta. (Sl 9, 10, 25, 34, 37, 111, 112, 119 y 145.) En estos el versículo o los versículos iniciales de la primera estrofa empiezan con la letra hebrea `á·lef; el siguiente versículo o versículos, con behth, y así sucesivamente con todas o casi todas las letras del alfabeto hebreo. Este orden debió servir de ayuda mnemotécnica. Si se desea considerar la terminología que se halla en el libro de los Salmos, véanse ALAMOT; GUITIT; HIGAYÓN; MAHALAT; MASKIL; MIKTAM; MUT-LABEN; NEHILOT; SÉLAH; SEMINIT; SUBIDAS, LAS.
Encabezamientos. Los encabezamientos hallados en el principio de muchos salmos identifican al escritor, suministran información complementaria, proveen instrucciones musicales o indican el uso o propósito del salmo. (Véanse los encabezamientos del Sl 3, 4, 5, 6, 7, 30, 38, 60, 92 y 102.) A veces los encabezamientos proporcionan la información necesaria para localizar otros textos que arrojan luz sobre un salmo en particular. (Compárese el Sl 51 con 2Sa 11:2-15; 12:1-14.) Como otras partes poéticas de la Biblia a menudo comienzan de manera similar (Éx 15:1; Dt 31:30; 33:1; Jue 5:1; compárese 2Sa 22:1 con el Sl 18, encab.), tales encabezamientos deben proceder de los mismos escritores o de quienes coleccionaron los salmos. Apoya esta conclusión el que los encabezamientos formaran parte del texto principal cuando se escribió el Rollo del mar Muerto de los Salmos (fechado entre los años 30 y 50 E.C.).
Escritores. Los encabezamientos atribuyen setenta y tres de los ciento cincuenta salmos a David; once, a los hijos de Coré (uno de estos [Sl 88] menciona también a Hemán); doce, a Asaf (probablemente la casa de Asaf; véase ASAF núm. 1); uno, a Moisés; uno, a Salomón, y uno, a Etán el ezrahíta. Además, el Salmo 72 es “respecto de Salomón”, y al parecer lo escribió David. (Véase Sl 72:20.) De Hechos 4:25 y Hebreos 4:7 se desprende que David también escribió los Salmos 2 y 95. Los Salmos 10, 43, 71 y 91 parecen ser continuaciones de los Salmos 9, 42, 70 y 90, respectivamente. Por lo tanto, los Salmos 10 y 71 se pueden atribuir a David; el Salmo 43, a los hijos de Coré, y el Salmo 91, a Moisés. Hay indicios de que el Salmo 119 lo escribió el joven príncipe Ezequías. (Véanse Sl 119:9, 10, 23, 46, 99 y 100.) No se puede determinar quién o quiénes escribieron los 40 salmos restantes.
Los Salmos se escribieron uno por uno a lo largo de un período de unos mil años desde el tiempo de Moisés hasta después del regreso del exilio en Babilonia. (Sl 90, encab.; 126:1, 2; 137:1, 8.) ★Libro de Los Salmos - [3. ¿Qué dicen sobre los escritores los encabezamientos?]
Compilación. Puesto que David compuso muchos salmos y organizó a los músicos levitas en 24 grupos de servicio, es lógico concluir que él comenzó a coleccionar estos cánticos para el uso en el santuario. (2Sa 23:1; 1Cr 25:1-31; 2Cr 29:25-30.) Después deben haberse hecho otras colecciones, como se puede deducir de las porciones repetidas que hay en el libro. (Compárense los Sl 14 y 53; 40:13-17 y 70; 57:7-11 y 108:1-5.) Muchos eruditos creen que Esdras fue quien compiló el libro de los Salmos en su forma final.
Hay indicios de que el contenido del libro de los Salmos quedó en su forma definitiva en fecha temprana. El orden y el contenido del libro en la Septuaginta griega concuerda básicamente con el texto hebreo. Por lo tanto, es razonable pensar que el libro de los Salmos ya estaba completo en el siglo III a. E.C., cuando se empezó a trabajar en esa traducción griega. Un fragmento del texto hebreo que estaba en uso durante el tercer cuarto del siglo I E.C. y que contiene el Salmo 150:1-6 está seguido inmediatamente por una columna en blanco. Esto parece indicar que este antiguo manuscrito hebreo terminaba el libro de los Salmos en ese punto, y por lo tanto también correspondía con el texto masorético.
La conservación exacta del texto. El Rollo del mar Muerto de los Salmos suministra prueba de que el texto hebreo se ha conservado con exactitud. Aunque es unos novecientos años más antiguo que el texto masorético, que es el que por lo general se acepta, el contenido de este rollo (41 salmos canónicos completos o fragmentarios) corresponde esencialmente con el texto en que se basan la mayoría de las traducciones. El profesor J. A. Sanders comentó: “La mayor parte de [las variaciones] son ortográficas, y solo son importantes para aquellos eruditos que están interesados en asuntos tales como las claves para la pronunciación del hebreo antiguo y otros aspectos semejantes. [...] Se aprecia inmediatamente que algunas variaciones son mejoras del texto, en especial las que ofrecen un texto hebreo más claro, pero influyen poco o nada en la traducción o interpretación”. (The Dead Sea Psalms Scroll, 1967, pág. 15.)
Inspirado por Dios. No puede haber duda de que el libro de los Salmos es parte de la Palabra inspirada de Dios. Está en completa armonía con el resto de las Escrituras. Muchas de sus ideas se encuentran reflejadas en otros libros de la Biblia. (Compárese Sl 1 con Jer 17:5-8; Sl 49:12 con Ec 3:19 y 2Pe 2:12; Sl 49:17 con Lu 12:20, 21.) Además, en las Escrituras Griegas Cristianas hay muchas citas de los Salmos. (Sl 5:9 [Ro 3:13]; 8:6 [1Co 15:27; Ef 1:22]; 10:7 [Ro 3:14]; 14:1-3; 53:1-3 [Ro 3:10-12]; 19:4 [Ro 10:18]; 24:1 [1Co 10:26]; 32:1, 2 [Ro 4:7, 8]; 36:1 [Ro 3:18]; 44:22 [Ro 8:36]; 50:14 [Mt 5:33]; 51:4 [Ro 3:4]; 56:4, 11; 118:6 [Heb 13:6]; 62:12 [Ro 2:6]; 69:22, 23 [Ro 11:9, 10]; 78:24 [Jn 6:31]; 94:11 [1Co 3:20]; 95:7-11 [Heb 3:7-11, 15; 4:3-7]; 102:25-27 [Heb 1:10-12]; 104:4 [Heb 1:7]; 112:9 [2Co 9:9]; 116:10 [2Co 4:13]; 144:3 [Heb 2:6], y otros.)
David escribió con referencia a sí mismo: “El espíritu de Jehová fue lo que habló por mí, y su palabra estuvo sobre mi lengua”. (2Sa 23:2.) Tal inspiración está confirmada tanto por el apóstol Pedro (Hch 1:15, 16) como por el escritor de la carta a los (Hebreos 3:7, 8; 4:7) y otros cristianos del primer siglo. (Hch 4:23-25.) El testimonio más notable es el del Hijo de Dios. (Lu 20:41-44.) Después de su resurrección, dijo a sus discípulos: “Estas son mis palabras que les hablé mientras todavía estaba con ustedes, que todas las cosas escritas en la ley de Moisés y en los Profetas y en los Salmos [el primer libro de los Hagiógrafos o Escritos Sagrados y que por lo tanto daba nombre a toda esta sección] acerca de mí tenían que cumplirse”. (Lu 24:44.)
Las experiencias y actividades del Mesías estaban predichas.
Un examen de las Escrituras Griegas Cristianas revela que en los Salmos se predijeron muchos detalles sobre las actividades y experiencias del Mesías, como demostrarán los siguientes ejemplos.
Cuando Jesús se presentó para bautizarse, indicó que había venido a hacer la “voluntad” de su Padre en conexión con el sacrificio de su propio cuerpo, que Dios había ‘preparado’, y con la abolición de los sacrificios ofrecidos de acuerdo con la Ley, como se registra en el Salmo 40:6-8. (Heb 10:5-10.) Jehová aceptó la presentación que hizo Jesús de sí mismo al derramar su espíritu sobre él y reconocerlo como su Hijo, tal como se había predicho en el Salmo 2:7. (Mr 1:9-11; Heb 1:5; 5:5.) Además, como se había indicado en el Salmo 8:4-6, el hombre Jesús fue hecho “un poco inferior a los ángeles”. (Heb 2:6-8.)
Durante el transcurso de su ministerio, él reunió y preparó a sus discípulos. No se avergonzó de llamarles sus “hermanos”, como se había escrito en el Salmo 22:22. (Heb 2:11, 12; compárese con Mt 12:46-50; Jn 20:17.) En armonía con lo predicho en los Salmos, Jesús habló en ilustraciones (Sl 78:2; Mt 13:35), manifestó celo por la casa de Jehová al limpiarla del mercantilismo y no se agradó a sí mismo. (Sl 69:9; Jn 2:13-17; Ro 15:3.) No obstante, le odiaron sin causa. (Sl 35:19; 69:4; Jn 15:25.) El ministerio de Cristo Jesús a favor de los judíos circuncisos sirvió para verificar las promesas que habían recibido sus antepasados, y más tarde indujo a personas de las naciones a que glorificasen y alabasen a Jehová, hecho que también se había predicho. (Sl 18:49; 117:1; Ro 15:9, 11.)
Cuando Jesús entró en Jerusalén montado sobre el pollino de un asna, las muchedumbres le aclamaron con las palabras del Salmo 118:26. (Mt 21:9.) Los principales sacerdotes y escribas pusieron objeciones a que los muchachos que estaban en el templo reconocieran a Jesús como el “Hijo de David”, pero Jesús acalló a los opositores religiosos citando el Salmo 8:2. (Mt 21:15, 16.)
El libro de los Salmos predijo que un asociado íntimo traicionaría a Jesús (Sl 41:9; Jn 13:18) y que se buscaría a alguien para reemplazarlo. (Sl 69:25; 109:8; Hch 1:20.) Incluso se había predicho que habría gobernantes (Herodes y Poncio Pilato) que tomarían su posición contra Jesús con hombres de las naciones (como los soldados romanos) y con pueblos de Israel (Sl 2:1, 2; Hch 4:24-28), y también que los edificadores religiosos judíos lo rechazarían. (Sl 118:22, 23; Mt 21:42; Mr 12:10, 11; Hch 4:11.) Además, tal como se predijo en el Salmo 27:12, falsos testigos testificaron contra él. (Mt 26:59-61.)
Al llegar al lugar donde se fijó en el madero a Jesús, se le ofreció vino mezclado con hiel. (Sl 69:21; Mt 27:34.) Aludiendo de manera profética a la ejecución en sí, el salmista escribió: “Perros me han cercado; la asamblea de malhechores mismos me ha circundado. Como un león acometen mis manos y mis pies”. (Sl 22:16.) Los soldados romanos echaron suertes para repartirse las prendas de vestir de Jesús. (Sl 22:18; Mt 27:35; Lu 23:34; Jn 19:24.) Sus enemigos religiosos se burlaron de él con las palabras registradas por el salmista. (Sl 22:8; Mt 27:41-43.) Sufriendo debido a su intensa sed, Jesús pidió algo de beber (Sl 22:15; Jn 19:28), y nuevamente le ofrecieron vino agrio. (Sl 69:21; Mt 27:48; Jn 19:29, 30.) Justo antes de su muerte, citó del Salmo 22:1 al exclamar: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”. (Mt 27:46; Mr 15:34.) Cuando exhaló su último suspiro, se remitió al Salmo 31:5 al decir: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. (Lu 23:46.) Como también había predicho el salmista, no se quebró ninguno de sus huesos. (Sl 34:20; Jn 19:33, 36.)
Aunque colocaron a Jesús en una tumba, no fue abandonado en el Hades ni su carne vio corrupción, sino que fue levantado de entre los muertos. (Sl 16:8-10; Hch 2:25-31; 13:35-37.) Cuando ascendió al cielo, se sentó a la diestra de Dios, a la espera de que sus enemigos fuesen colocados como banquillo para sus pies. (Sl 110:1; Hch 2:34, 35.) También llegó a ser un sacerdote a la manera de Melquisedec (Sl 110:4; Heb 5:6, 10; 6:20; 7:17, 21), y dio dádivas en la forma de hombres. (Sl 68:18; Ef 4:8-11.) Todos estos detalles se profetizaron en el libro de los Salmos. La venida de Jesús como ejecutor designado por Dios para destruir y hacer añicos a las naciones aún está en el futuro. (Sl 2:9; Apo 2:27; 19:14, 15.) Después, Cristo, en calidad de Rey, traerá bendiciones duraderas a sus súbditos leales. La descripción que se hace del reinado de Salomón en el Salmo 72 aplica en un grado aún mayor al Mesías. Como testimonio de este hecho, está la profecía de Zacarías (9:9, 10) que repite las palabras del Salmo 72:8 y se aplica a Cristo Jesús. (Mt 21:5.)
Para ver otros cumplimientos del libro de los Salmos, compárese el Salmo 45 con Hebreos 1:8, 9; Apocalipsis 19:7-9, 11-15; 21:2, 9-11.
Más que solo bella poesía. Además de señalar acontecimientos futuros, los Salmos contienen mucho de lo que se puede derivar estímulo y utilizarlo como guía. Los Salmos son más que solo bella poesía. Describen la vida tal como realmente es, los gozos, penas, temores y desilusiones. El testimonio de la íntima relación de los salmistas con Jehová Dios es manifiesto de principio a fin, y se realzan las actividades y cualidades divinas, cuya mención motiva expresiones de alabanza y agradecimiento.
Se muestra que la felicidad verdadera proviene de evitar la asociación con los inicuos, deleitarse en la ley de Jehová (Sl 1:1, 2), refugiarse en su ungido (2:11, 12), confiar en Jehová (40:4), actuar con consideración para con los de condición humilde (41:1, 2), recibir corrección de parte de Jehová (94:12, 13), obedecer sus mandamientos (112:1; 119:1, 2) y tenerle como Dios y Ayudante (146:5, 6).
Se aconseja que se confíe en Jehová: “Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará. Nunca permitirá que tambalee el justo” (Sl 55:22; 37:5). Tal confianza excluye el temor a los hombres (56:4, 11).
Para conseguir la aprobación divina, se anima a que se ‘espere a Dios’ (Sl 42:5; 43:5) y a que se hable y actúe de la manera correcta (1:1-6; 15:1-5; 24:3-5; 34:13, 14; 37:3, 4, 8, 27; 39:1; 100:2). Se subraya el valor del buen compañerismo (18:25, 26; 26:4, 5). Y se aconseja no envidiar la prosperidad o el éxito de los inicuos, pues perecerán (37:1, 2, 7-11).
Los Salmos indican que es propio que los siervos de Dios oren por cosas como la salvación o la liberación (Sl 3:7, 8; 6:4; 35:1-8; 71:1-6), el favor (4:1; 9:13), la guía (5:8; 19:12-14; 25:4, 5; 27:11; 43:3), la protección (17:8), el perdón de pecados (25:7, 11, 18; 32:5, 6; 41:4; 51:1-9), para tener un corazón puro y un espíritu nuevo y constante (51:10), y a favor de la glorificación del nombre divino (115:1). También pueden orar para que Dios los examine, refine (26:2) y juzgue (35:24; 43:1), así como para que se les enseñe la bondad, la sensatez, el conocimiento y las disposiciones reglamentarias de Dios (119:66, 68, 73, 124, 125, 135).
Resaltan las actividades y cualidades de Dios. Los Salmos intensifican el aprecio por Jehová Dios, cuya existencia solo negaría el insensato. (Sl 14:1; 19:7-11; 53:1.) A Jehová se le revela como “amador de justicia y derecho” (33:5), “refugio y fuerza, una ayuda que puede hallarse prontamente durante angustias” (46:1). Es un Juez justo (7:11; 9:4, 8), el Creador (8:3; 19:1; 33:6), Rey (10:16; 24:8-10), Pastor (23:1-6) y Maestro (25:9, 12), el Proveedor tanto del hombre como de los animales (34:10; 147:9), el Salvador o Libertador (35:10; 37:39, 40; 40:17; 54:7) y la Fuente de la vida (36:9), así como del consuelo (86:17), la bendición y la fuerza (29:11).
Jehová “no se olvidará del clamor de los afligidos” (Sl 9:12; 10:14), sino que responderá a las oraciones de sus siervos (3:4; 30:1, 2; 34:4, 6, 17, 18), los recompensará y los protegerá (3:3, 5, 6; 4:3, 8; 9:9, 10; 10:17, 18; 18:2, 20-24; 33:18-20; 34:22; véase 34:7 con respecto a la protección angélica). Odia la iniquidad y actúa contra los malhechores (5:4-6, 9, 10; 9:5, 6, 17, 18; 21:8-12; 99:8).
Se dice que Jehová es inspirador de temor (Sl 76:7), grande (77:13) y, sin embargo, humilde (18:35); es santo (99:5) y abunda en bondad (31:19) y poder (147:5). Es “misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y apego a la verdad” (86:15). Su entendimiento es inenarrable (147:5) y sus obras creativas indican su sabiduría (104:24). Cuenta el número de las estrellas y a todas las llama por su nombre (147:4). Puede ver hasta el embrión humano (139:16), sanar todas las dolencias (103:3) y hacer que cesen las guerras al destruir el equipo bélico del enemigo (46:9). Ha intervenido de manera activa en muchos acontecimientos de la historia en pro de su justo propósito (44:1-3; 78:1-72; 81:5-7; 105:8-45; 106:7-46; 114:1-8; 135:8-12; 136:4-26). Un Dios así realmente merece recibir la alabanza y las gracias (92:1; 96:1-4; 146–150). El confiar en los hombres (60:11; 62:9), las riquezas (49:6-12, 17) o los ídolos (115:4-8; 135:15-18) sería una tontedad.
Hablan del valor de la Palabra de Dios. Los Salmos también enseñan aprecio por la Palabra de Dios. En ellos se dice que los dichos de Jehová son puros (Sl 12:6) y refinados (18:30). Su ley es preciosa (119:72) y es la verdad (119:142). Resultan beneficios duraderos de observar su perfecta ley, sus fidedignos recordatorios, sus rectas órdenes, sus limpios mandamientos y sus justas decisiones judiciales (19:7-11). La Palabra de Dios sirve para iluminar nuestra senda (119:105), y sus mandamientos dan sabiduría, perspicacia y entendimiento (119:98-100, 104).
Aclaran y complementan otros textos. A veces los Salmos aclaran o complementan otras partes de la Biblia. Muestran que el ‘afligir el alma de uno’, como lo hacían los israelitas en el Día de Expiación (Le 16:29; 23:27; Nú 29:7), tiene que ver con el ayuno. (Sl 35:13.) Solo el salmista habla del trato severo que, al menos al principio, se dio a José mientras estuvo en prisión en Egipto: “Con grilletes afligieron sus pies, en hierros entró su alma” (105:18). Aprendemos de los Salmos que hubo “diputaciones de ángeles” que intervinieron en las plagas de Egipto (78:44-51) y que las aguas provistas de manera milagrosa en el desierto “pasaron por las regiones áridas como un río” (105:41), lo que proveyó a la nación de Israel y sus muchos animales domésticos un amplio y accesible suministro de agua. Los Salmos muestran que el Faraón murió en el mar Rojo (136:15).
Los Salmos indican que los israelitas experimentaron reveses y muchas dificultades antes de derrotar a los edomitas en el valle de la Sal. (Sl 60, encab., vss. 1, 3, 9.) Esto da a entender que los edomitas invadieron Judá mientras la nación estaba guerreando en el N. contra las fuerzas de Aram-naharaim y Aram-Zobá.
El Salmo 101 revela cómo administraba David los asuntos de Estado. Solo seleccionaba como siervos suyos a personas fieles. No podía soportar a individuos arrogantes y tampoco toleraba la calumnia. Diariamente se preocupaba de enjuiciar a los inicuos.
Compilación de 150 cánticos sagrados, muchos de los cuales se basan en las experiencias personales de David y otros siervos de Jehová |
Expresiones de gracias y alabanza a Jehová
★Debido a la grandeza de su nombre (99:3; 113; 148:13, 14)
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Peticiones a Dios de misericordia y ayuda
★De liberación de los enemigos (3-5; 7; 12; 13; 17; 31; 59)
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Profecías cumplidas en el Mesías
★Procedía de la línea real de David (89:3, 4, 29, 36, 37; 132:11)
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Doctrinas bíblicas fundamentales que se mencionan en el libro de los Salmos
★La identidad y las cualidades del Dios verdadero (78:38, 39; 83:18; 86:15; 90:1-4; 102:24-27; 103; 139)
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Consejo inspirado para ayudarnos a obtener la aprobación de Jehová
★Tema a Jehová y obedezca sus mandamientos (112:1-4; 128)
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