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         P.O.B. 12  -  99.101 BET SHEMESH -  ISRAEL

Pero la verdad es que no quiero contarles su vida, sino hablarles de su tumba, localizada, ahora sin dudas, en BET GEMAL, una casa salesiana a unos 30 kms al oeste de Jerusalén. Cuento esta historia muchas veces cada año a las miles de personas que visitan nuestra iglesia moderna (1930) dedicada a San Esteban. Esta historia la hago en hebreo porque la mayoría de visitantes son israelitas judíos que vienen a visitarnos, atraídos por el hermoso panorama de Bet Gemal, sus hallazgos arqueológicos, sus hermosas pinturas, y por otros muchos motivos.

Este artículo será bien comprendido por los que tienen conocimiento del Nuevo Testamento, especialmente de los Hechos de los Apóstoles y de la historia de Tierra Santa

Existen dos fechas que hay que tener presentes en esta historia: Kfargamla, 415 d.C y Bet Gemal en el 1916. Comencemos con la primera fecha, 415 d.C: en este año un sacerdote griego llamado Lucianos, "el párroco" de una localidad de Palestina, llamada Kfargamla, envió una carta a las Iglesias de Oriente y Occidente anunciando con alegría el descubrimiento de la tumba del protomártir Esteban, junto con la de Nicodemo (cf Jn 3), la del rabino Gamaliel, miembro notable del Sanedrín y tío de Nicodemo (Hech 5,34-39) y la de uno de sus dos hijos, Abibos. Esta carta fue traducida al latín por un amigo de Luciano. Avitus de Portugal, para que estuviera disponible a la Iglesia del oeste que hablaban en Latín. La carta inicia con estas palabras:
"Lucianos, necesitado de la misericordia de Dios, que se encuentra en la localidad de Kfargamla, en el territorio de Jerusalén, a la iglesia santa y a todos los santos que están en Cristo Jesús en todo el mundo, les saluda.

Ve donde Juan Obispo

En su carta, Lucianos describe como el 3 de diciembre del 415, mientras dormía cerca del baptisterio de su iglesia, se le aparece un personaje, alto de estatura, vestido de hábitos sacerdotales, con un manto blanco con joyas doradas en forma de cruz que le dice:

"Ve a la ciudad llamada Elia (es decir Jerusalén) y dile al Obispo Juan: "¿Hasta cuándo debemos estar encerrados sin que tu nos abras? Es absolutamente necesario que en el tiempo de tu servicio episcopal saques a la luz nuestros restos mortales, que yacen abandonados y olvidados. No estoy preocupado tanto por mí sino por los que están sepultados como yo, y son santos dignos de honor". Cuando le preguntó quién era, el personaje respondió:

Soy Gamaliel que instruí a Pablo, el Apóstol de Cristo, y he enseñado la ley en Jerusalén. Junto a mí se encuentra Esteban, que por la fe en Cristo fue lapidado por los Judíos y por los jefes de los sacerdotes en Jerusalén fuera de la puerta al Norte de donde una vía conduce al valle del Cedrón. Allí está el cuerpo de Esteban, por orden de los jefes de la ciudad, fue dejado expuesto día y noche sin sepultar, para que fuera devorado por los animales"

Sin embardo, por voluntad de Dios, ningún animal lo tocó, ningún animal feroz, ningún pájaro, ningún perro. Yo, Gamaliel, que admiraba grandemente a Estaban y quería ser asociado a su fe, mandé a mis siervos en secreto para que llevasen el cuerpo de Estaban en mi carro a mi tierra de Kfargamla, (que significa "finca de Gamaliel"), a 20 millas (unos 30 Kms) de la ciudad. Les dije que debía ser colocado en mi tumba y que procuraran todo lo necesario para su sepultura, a costos míos".
Gamaliel siguió describiendo quienes estaban junto a Esteban, es decir su sobrino Nicodemo que fue bautizado por Pedro y Juan (cuya defensa asumió después) y por eso sufrió persecución de los judíos

Al final habla de su hijo Abibos que como él, abrazó el cristianismo, mientras su otro hijo y su mujer permanecieron hebreos y fueron sepultados en el pueblo natal de la esposa.

La aparición de Gamaliel se repitió otras dos veces, porque Lucianos quería estar seguro de que la visión venía del cielo y no era una ilusión.

A la tercera, después de un duro reproche por su falta de fe, Lucianos se decidió a iniciar la búsqueda, según las indicaciones recibidas por Gamaliel. Eventualmente encontró la tumba, no lejos de la iglesia por donde él vivía. Los restos de los cuatro personajes, Esteban, Nicodemo, Gamaliel y su hijo Abibos, según la petición o mejor dicho, por la orden del obispo Juan, fueron llevados a Jerusalén y colocados en la Iglesia Madre de la Hagía Sión, la iglesia del Cenáculo, mejor conocida como la Iglesia de la Ultima Cena. Luciano tuvo que contentarse con alguna reliquia de los mismos, conservadas en un monumento o mausoleo, que Juan construyó para consolarlo por tan grande pérdida.

Hasta aquí la carta de Lucianos. A los visitantes Hebreos les recordamos después algo de la historia de Tierra Santa, es decir cómo en el año 614 d.C los Persas de Cosroe, invadieron Tierra Santa y destruyeron todas las iglesias, desde la más grande a la más pequeña, con excepción de la iglesia de la Natividad en Belén (una de las tres iglesias que Elena, la madre de Constantino, había hecho construir en Tierra Santa, las otras dos son la del Santo Sepulcro y la que está sobre el Monte de los Olivos) porque en la fachada de esta iglesia estaban representados los Reyes Magos vestidos de Persas. Es lógico suponer que la iglesia de Kfargamla fue también destruida, perdiéndose su memoria como la de tantos otros lugares históricos o bíblicos del Viejo y Nuevo Testamento.

La Obra de Don Antonio Belloni

Hagamos ahora un alto en la historia, hacia el 1850. Antonio Belloni, sacerdote italiano del Patriarcado latino de Jerusalén funda la Congregación de la Sagrada Familia para ayudar a los huérfanos, que eran muchos en ese entonces, con su centro en Belén. Después compra una gran porción de terreno en una villa musulmana, Bet Gemal, a la ladera de los montes de Judea, en los confines con la llanura de la Shefela (habitada en el Antiguo Testamento por los filisteos). Acomoda en otro sitio algunas familias quedadas y construye una gran casa que era al mismo tiempo orfanato y Escuela Agrícola. En el 1891, Don Belloni se hizo salesiano y sus casas (Belén, Bet Gemal, Cremisán y Nazaret) pasaron a los salesianos.

En el 1916, en Bet Gemal, en un terreno adyacente al orfanato se decidió construir unos baños cerca del patio donde los huérfanos se recreaban. Apenas comenzaron las excavaciones para la construcción, se encontró un hermoso mosaico de colores. El P. Mauricio Gisler, benedictino suizo del monasterio de la Dormición sobre el Monte Sión en Jesrusalén, experto en arqueología vino a supervisar las excavaciones. Según Gisler, los mosaicos resultaron ser el pavimento de una iglesia bizantina del siglo V.

Los salesianos y el P. Gisler, conocedores de la carta de Lucianos, de la cual hemos tratado antes, identificaron enseguida a Bet Gemal como Kfargamla, ya que la distancia entre Jerusalén y Bet Gamal(30 km) era la misma entre Jerusalén y Kfargamla.

El antiguo nombre Kfargamla, mencionado en la carta de Lucianos, todavía existe, con algunas alteraciones, en el nombre de "Bet Gamal". Convencidos de haber encontrado la tumba de San Estaban, los salesianos en 1930 construyen sobre el lugar del mosaico encontrado, una iglesia de las mismas dimensiones que la antigua y la llamaron "Iglesia de San Esteban"

Pero no todos aceptaron la identificación de Kfargamla con Bet Gemal. Los más duros opositores fueron los dominicos (Padre Lagrange, Padre Abel, etc.) de la Escuela Bíblica de Jerusalén que defendían otra localidad, Jammal, a 30 km al norte de Jerusalén. La controversia se resolvió últimamente a favor de Bet Gemal. Veamos cómo.

En octubre del 1999, P. Andrés Struss, un salesiano polaco, profesor en la Universidad Salesiana (UPS) de Roma, muerto prematuramente en junio del 2005, dirigió las excavaciones arqueológicas en una localidad llamada Jiljel, 800 metros al noroeste de la Iglesia de San Esteban, en los terrenos de Bet Gemal, como resultado de estas excavaciones se encontraron los restos de una estructura redonda, que servía como lagar para hacer el vino. Pero la estructura estaba tan bien construida que no parecía ser como un lagar de hacer vino. Tenía que haber sido fabricada para otros fines, pero ¿con que propósito? P. Struss, persona que ha hecho la mayoría de investigaciones tanto arqueológicas como históricas de Bet Gamal pensó que esta estructura fue edificada como un monumento funerario, un mausoleo, en honor de algún personaje importante o de un santo.

De hecho, Don Struss creyó haber encontrado en esta estructura redonda (circular porque Esteban, en griego -STEPHANOS- quiere decir corona) el monumento que Juan, el Obispo de Jerusalén, había construido en Kfargamla, para guardar las reliquias de San Estaban, cuando sus restos fueron llevados a Jerusalén. Una hipótesis maravillosa e intrigante, pero ¿cómo probarla?

Dejemos que el experto en epigrafía antigua tenga la última palabra

Junto a esta estructura redonda, se encontró un arquitrabe, en piedra, con una "tabula ansata". La tabla ansata sobre el arquitrabe dice que en ella está escrito, o mejor dicho, esculpido algo. Pero la escritura se había estropeado tanto con la intemperie, a lo largo de los siglos, que la inscripción era imposible de leer. A simple vista, no había nada que sugiriera que algo había sido escrito o esculpido. Esto era cierto para una persona profana, pero no para un experto.
Don Struss quiso tener la asistencia de Pere Puech, un experto en epigrafía antigua de la Escuela Bíblica de Jerusalén. Este con una pasta de papel empapada recabó de la tabula ansata un molde, una especie de negativo que estudió por meses. El resultado de la investigación, publicado en un artículo bien documentado en la Revue Biblique, la revista bíblico arqueológica de la Escuela Bíblica, llenó de gozo no solo a nosotros en Bet Gemal sino también a Don Struss, antes de su muerte. La escritura decía:

Por "diakonicon" se entendía un lugar para conservar las reliquias. Podemos pues afirmar, sin ninguna duda, que Bet Gemal es la antigua Kfargamla, donde enterraron a Esteban por primera vez.

¿Cuál es el mensaje de San Esteban? En la iglesia de Bet Gemal, sobre el ábside, está representada la imagen de Jesús en la Cruz con la Virgen María y san Juan a sus pies. Al lado del Crucifijo, en caracteres cubitales, está escrita la petición de Jesús al Padre, referida a sus crucifixores:

"Pater, dimite illis" - "Padre, perdónalos".

Nuestro hermano Don Domenico Dezzuto, de 87 años pero siempre joven, les da la bienvenida a los visitantes a la iglesia a grupos, grandes o pequeños, les cuenta la historia del lugar y de la iglesia, y termina diciéndoles:

"Todos necesitamos el perdón de Dios y de perdonarnos unos a otros". Es el mensaje que Jesús nos dio sobre la Cruz y fue la misma lección que San Esteban nos enseñó a través de la oración hecha mientras lo lapidaban hasta la muerte:

              "Señor, no les tengas en cuenta este pecado"

Es un mensaje que tratamos de transmitir a los visitantes. Los Salesianos, en los años veinte del siglo pasado, en su entusiasmo por el hallazgo de la tumba de San Esteban, habían proyectado construir sobre el puesto de los mosaicos de la Iglesia bizantina, un gran santuario dedicado al "Perdón Cristiano".

Habían obtenido ya la aprobación de la Santa Sede; después, por varios motivos abandonaron el proyecto, contentándose con la iglesia actual, muy bella, pero de dimensiones modestas.

Es verdad que en este Medio Oriente, siempre en las primeras páginas de los periódicos, on line o sobre el papel hay necesidad de perdón. Alguien dice que aquí no habrá nunca paz, porque los dos pueblos que se enfrentan, Árabe Musulmán y hebreos no saben y no pueden perdonarse, al no tener la tradición o la cultura del perdón. Y para hacer paz, o la paz, como enseñaba Juan Pablo II se necesita también el perdón:

"No hay paz sin justicia, y no hay justicia sin perdón"
Que el Señor, por intercesión de San Esteban, mueva los corazones y las mentes de esos pueblos y nos de la paz.
                                                                        D. Antonio Scudu, sdb
                                                        Comunidad Salesiana de Bet Gemal/Beit Gemal,Israel

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