También las recibió en los días de Jehoiaquimg hijo de Josías, el rey de Judá, hasta completarse el año 11 de Sedequíash hijo de Josías, el rey de Judá, hasta que Jerusalén se fue al destierro en el quintoi mes.
Jehová me respondió: “No digas ‘Solo soy un muchacho’. Porque tienes que ir a todos aquellos a quienes te envíe y debes deciro todo lo que yo te mande.
Mira, hoy te doy autoridad sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y para demoler, para destruir y para derrumbar, para construir y para plantar”.
Y recibí las palabras de Jehová por segunda vez. Me dijo: “¿Qué estás viendo?”. Así que respondí: “Veo una olla hirviendo, y su boca se inclina desde el norte”.
Porque ‘estoy convocando a todas las familias de los reinos del norte —afirma Jehová—, y van a venir. Cada cual colocará su trono a la entrada de las puertas de Jerusalén, contra todas las murallas que la rodean y contra todas las ciudades de Judá.
Y declararé mis sentencias contra ellos por toda su maldad, porque me han abandonado y les hacen humo de sacrificio a otros dioses y se inclinan ante las obras de sus propias manos’.
Pero tú debes prepararte para actuar,j y tienes que levantarte y decirles todo lo que yo te mande. No les tengas terror,a para que yo no te llene de terror delante de ellos.
Porque yo he hecho de ti una ciudad fortificada, una columna de hierro, murallas de cobre contra todo el país, frente a los reyes de Judá y sus príncipes, frente a sus sacerdotes y la gente de la tierra.
“Ve,* y tienes que clamar a oídos de Jerusalén, y decir: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Bien recuerdo, por parte tuya, la bondad amorosa de tu juventud, el amor mientras estuviste comprometida para casarte, tu andar en pos de mí en el desierto, en una tierra no sembrada.
Israel era cosa santa para Jehová, lo primero en producto para Él”’. ‘Cualesquiera personas que lo devoraban se hacían culpables. Calamidad misma venía sobre ellas’, fue la expresión de Jehová”.
Esto es lo que ha dicho Jehová: “¿Qué han hallado sus padres en mí que fuera injusto, para que se hayan alejado de mí, y siguieran andando tras el ídolo vano y se hicieran vanos ellos mismos?
Y no han dicho: ‘¿Dónde está Jehová, Aquel que nos hizo subir de la tierra de Egipto, Aquel que nos llevó andando por el desierto, por una tierra de llanura desértica y de hoyo, por una tierra falta de agua, y de sombra profunda, por una tierra a través de la cual ningún hombre pasó y en la cual no moró hombre terrestre alguno?’.
”Y gradualmente los traje a una tierra del huerto, para que comieran su fruto y sus cosas buenas. Pero ustedes entraron y contaminaron mi tierra; y de mi propia herencia hicieron algo detestable.
Los sacerdotes mismos no dijeron: ‘¿Dónde está Jehová?’. Y los mismísimos que manejaban la ley no me conocieron; y los pastores mismos transgredieron contra mí, y hasta los profetas profetizaron por Baal, y anduvieron en pos de los que no podían traer provecho.
”‘Pero pasen a las tierras costaneras de los Kitim y vean. Sí, envíen hasta a Quedar y den su consideración especial, y vean si ha sucedido cosa parecida a esta.
¿Ha hecho una nación intercambio de dioses, aun por los que no son dioses? Pero mi propio pueblo ha cambiado mi gloria por lo que no puede traer provecho.
porque hay dos cosas malas que mi pueblo ha hecho: Me han dejado hasta a mí, la fuente de agua viva, para labrarse cisternas, cisternas rotas, que no pueden contener el agua.’
Contra él rugen* los leoncillos crinados; han dado su voz. Y se pusieron a hacer de su tierra un objeto de pasmo. Sus propias ciudades han sido incendiadas, de modo que no hay habitante.
Y ahora, ¿qué debe importarte el camino de Egipto para que bebas las aguas de Sihor? Y ¿qué debe importarte el camino de Asiria para que bebas las aguas del Río?
Tu maldad debe corregirte, y tus propios actos de infidelidad deben censurarte. Sabe, pues, y ve que el que dejes a Jehová tu Dios es cosa mala y amarga, y ningún pavor de mí te [ha resultado]’, es la expresión del Señor Soberano, Jehová de los ejércitos.
”‘Porque hace mucho que hice pedazos tu yugo; rompí tus ataduras. Pero dijiste: “No voy a servir”, porque sobre toda colina alta y debajo de todo árbol frondoso estabas echada despatarrada, prostituyéndote.
Y en cuanto a mí, yo te había plantado como una vid roja selecta, toda ella semilla verdadera. ¿Cómo, pues, has sido cambiada para conmigo en los [sarmientos] degenerados de una vid extranjera?’
”‘Pero aunque hicieras el lavado con álcali y tomaras para ti grandes cantidades de lejía, tu error ciertamente sería una mancha delante de mí’, es la expresión del Señor Soberano Jehová.
¿Cómo puedes decir: ‘No me he contaminado. Tras los Baales no he andado’? Ve tu camino en el valle. Fíjate en lo que has hecho. Una camella joven veloz que va corriendo a la ventura de acá para allá en sus caminos;
una cebra acostumbrada al desierto, según el vehemente deseo de su alma, aspirando con avidez el viento; en el tiempo de su cópula, ¿quién puede volverla atrás? Ninguno que la busca tendrá que rendirse de cansancio. En su mes la hallarán.
Retén tu pie de [llegar a estar] descalzo, y tu garganta de la sed. Pero tú procediste a decir: ‘¡No hay remedio! No, sino que me he enamorado de extraños, y tras ellos voy a andar’.
”Como con la vergüenza de un ladrón cuando se le descubre, así los de la casa de Israel han sentido vergüenza, ellos, sus reyes, sus príncipes y sus sacerdotes y sus profetas.
Están diciendo a un árbol: ‘Tú eres mi padre’, y a una piedra: ‘Tú misma me diste a luz’. Pero hacia mí han vuelto la cerviz, y no el rostro. Y en el tiempo de su calamidad dirán: ‘¡Levántate, sí, y sálvanos!’.
”¿Pero dónde están tus dioses que has hecho para ti? Que se levanten, si pueden salvarte en el tiempo de tu calamidad. Porque tantos como el número de tus ciudades han llegado a ser tus dioses, oh Judá.
Sin que surta efecto he golpeado a sus hijos. Ninguna disciplina aceptaron ellos. La espada de ustedes ha devorado a sus profetas, como león que está causando ruina.
Oh generación, vean ustedes mismos la palabra de Jehová.
”¿He llegado a ser yo un mero desierto para Israel, o una tierra de intensa oscuridad? ¿Por qué han dicho estos, mi pueblo: ‘Hemos vagado. No volveremos más a ti’?
¿Puede una virgen olvidar sus adornos, una novia sus fajas para los pechos? Y no obstante, mi propio pueblo... ellos me han olvidado innumerables días.
También, en tus faldas se han hallado las marcas de sangre de las almas de los inocentes pobres. No las he hallado en el acto de forzar la entrada, sino [que están] sobre todas estas.
”Pero dices: ‘He permanecido inocente. De seguro su cólera se ha vuelto de contra mí’. ”¡Mira!, voy a entrar en controversia contigo por decir tú: ‘No he pecado’.
Hay un dicho: “Si un hombre despidiera a su esposa y ella realmente se fuera de él y llegara a ser de otro hombre, ¿debiera él volver más a ella?”. ¿Acaso esa tierra no se ha contaminado positivamente? “Y tú misma has cometido prostitución con muchos compañeros; y ¿debe haber un volver a mí? —es la expresión de Jehová—.
Alza los ojos a las sendas trilladas y ve. ¿Dónde no se te ha forzado? A la orilla de los caminos te has sentado por ellos, como un árabe en el desierto; y sigues contaminando la tierra con tus actos de prostitución y tu maldad.
De modo que se retienen los chaparrones copiosos, y ni siquiera ha ocurrido una lluvia primaveral. Y la frente de una esposa que comete prostitución ha llegado a ser tuya. Has rehusado sentirte humillada.
¿Debe uno quedarse resentido hasta tiempo indefinido, o seguir vigilando [algo] para siempre?’? ¡Mira! Has hablado, y pasaste a hacer cosas malas y a prevalecer.”
Y Jehová procedió a decirme en los días de Josías el rey: “‘¿Has visto lo que ha hecho la infiel Israel? Está yendo sobre toda montaña alta y debajo de todo árbol frondoso, para cometer prostitución allí.
Y después de haber hecho ella todas estas cosas yo seguí diciendo que se volviera aun a mí, pero no se volvió; y Judá siguió mirando a su propia hermana traicionera.
Cuando llegué a ver eso, por la mismísima razón de que la infiel Israel había cometido adulterio, la despedí y procedí a darle el certificado de su pleno divorcio; no obstante, su hermana Judá, la traicionera en sus tratos, no se atemorizó, sino que ella misma también empezó a ir y cometer prostitución.
Ve, y tienes que proclamar estas palabras al norte y decir: ”‘“De veras vuélvete, oh renegada Israel”, es la expresión de Jehová’. ‘“No haré caer mi rostro [airadamente] sobre ustedes, porque soy leal”, es la expresión de Jehová.’ ‘“No me quedaré resentido hasta tiempo indefinido.
Solo fíjate en tu error, porque es contra Jehová tu Dios contra quien has transgredido. Y continuaste esparciendo tus caminos a los extraños debajo de todo árbol frondoso, pero ustedes no escucharon mi voz”, es la expresión de Jehová’”.
“Vuélvanse, oh hijos renegados —es la expresión de Jehová—. Porque yo mismo he llegado a ser su dueño marital; y ciertamente los tomaré, uno de una ciudad y dos de una familia, y ciertamente los traeré a Sión.
Y tiene que suceder que ustedes llegarán a ser muchos y ciertamente darán fruto en la tierra en aquellos días —es la expresión de Jehová—. Ya no dirán ellos: ‘¡El arca del pacto de Jehová!’, ni subirá ella al corazón, ni se acordarán de ella ni la echarán de menos, y no se hará más.
En aquel tiempo llamarán a Jerusalén el trono de Jehová; y a ella todas las naciones tienen que ser reunidas al nombre de Jehová en Jerusalén, y ya no andarán tras la terquedad de su mal corazón.”
“En aquellos días andarán, la casa de Judá al lado de la casa de Israel, y juntas saldrán de la tierra del norte a la tierra que di como posesión hereditaria a los antepasados de ustedes.
Y yo mismo he dicho: ‘¡Oh, cómo procedí a colocarte entre los hijos y a darte la tierra deseable, la posesión hereditaria del adorno de los ejércitos de las naciones!’. Y dije además: ‘“¡Padre mío!”, ustedes clamarán a mí, y no se volverán de seguirme’.
‘Verdaderamente, [como] una esposa se ha ido traidoramente de su compañero, así ustedes, oh casa de Israel, me han tratado traidoramente a mí’, es la expresión de Jehová.”
En las sendas trilladas se ha oído un sonido, el llanto, las súplicas de los hijos de Israel. Porque han torcido su camino; han olvidado a Jehová su Dios.
Verdaderamente, tanto las colinas como la bulla sobre las montañas pertenecen a la falsedad. Verdaderamente en Jehová nuestro Dios está la salvación de Israel.
Pero la mismísima cosa vergonzosa se ha comido el afán de nuestros antepasados desde nuestra juventud, sus rebaños y sus vacadas, sus hijos y sus hijas.
Nos acostamos en nuestra vergüenza, y nuestra humillación sigue cubriéndonos; porque para con Jehová nuestro Dios hemos pecado, nosotros y nuestros padres desde nuestra juventud y hasta el día de hoy, y no hemos obedecido la voz de Jehová nuestro Dios.”
“Si quieres volverte, oh Israel —es la expresión de Jehová—, puedes volverte aun a mí. Y si a causa de mí quitas tus cosas repugnantes, entonces no andarás como fugitivo.
Y [si] ciertamente juras: ‘¡Tan ciertamente como que Jehová vive en verdad, en justicia y en rectitud!’, entonces en él las naciones realmente se bendecirán, y en él se jactarán acerca de sí mismas.”
Circuncídense a Jehová, y quiten los prepucios de sus corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén; para que no salga mi furia justamente como un fuego, y ciertamente arda sin que haya quien la extinga, a causa de la maldad de sus tratos”.
Anúncien[lo] en Judá, y publíquen[lo] hasta en Jerusalén, y dígan[lo], y toquen un cuerno por todo el país. Clamen fuertemente y digan: “Reúnanse, y entremos en las ciudades fortificadas.
Levanten una señal enhiesta hacia Sión. Provéanse amparo. No se detengan”. Porque hay una calamidad que voy a traer desde el norte, sí, un gran estallido.
Él ha subido como un león de su matorral, y el que está arruinando a las naciones ha partido; ha salido de su lugar a fin de poner tu tierra como un objeto de pasmo. Tus propias ciudades caerán en ruinas de manera que no habrá habitante.
“Y tiene que suceder en aquel día —es la expresión de Jehová— que perecerá el corazón del rey, también el corazón de los príncipes; y los sacerdotes ciertamente tendrán que pasmarse, y los profetas mismos quedarán asombrados.”
Y procedí a decir: “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Verdaderamente has engañado por completo a este pueblo y a Jerusalén, al decir: ‘La paz misma llegará a ser de ustedes’, y la espada ha alcanzado hasta la misma alma”.
En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: “Hay un viento abrasador de las sendas trilladas a través del desierto [en] el camino a la hija de mi pueblo; no es para aventar, ni para limpiar.
¡Miren! Como nubes de lluvia subirá él, y sus carros son como un viento de tempestad. Sus caballos son más veloces que águilas. ¡Ay de nosotros, porque se nos ha despojado con violencia!
Lava tu corazón para que quede limpio de pura maldad, oh Jerusalén, para que seas salvada. ¿Hasta cuándo estarán alojados dentro de ti tus pensamientos erróneos?
Hagan mención [de ello], sí, a las naciones. Publíquen[lo] contra Jerusalén”. “Vigilantes vienen de un país lejano, y lanzarán su voz contra las mismísimas ciudades de Judá.
¡Oh mis intestinos, mis intestinos! Estoy con fuertes dolores en las paredes de mi corazón. Mi corazón está alborotado dentro de mí. No puedo quedarme callado, porque el sonido del cuerno es lo que mi alma ha oído, la señal de alarma de la guerra.
Estallido sobre estallido es lo que se ha clamado, porque todo el país ha sido despojado con violencia. De repente mis tiendas han sido despojadas con violencia, en un momento mis telas de tienda.
Porque es tonto mi pueblo. No se han fijado en mí. Son hijos imprudentes; y no son quienes tengan entendimiento. Sabios son para hacer lo malo, pero para hacer lo bueno realmente no tienen conocimiento.
Vi, y, ¡mira!, el huerto mismo era un desierto, y todas sus mismísimas ciudades habían sido demolidas. Era a causa de Jehová, a causa de su ardiente cólera.
A causa de esto la tierra estará de duelo, y los cielos arriba ciertamente se oscurecerán. Es porque he hablado, he considerado, y no he sentido pesar, ni de ello me volveré.
Debido al sonido de los hombres de a caballo y los tiradores con arco, toda la ciudad está huyendo. Han entrado en los matorrales, y han subido a meterse entre las rocas. Toda ciudad es dejada, y no hay hombre que more en ellas”.
Ahora que tú estás violentamente despojada, ¿qué harás, puesto que solías vestirte de escarlata, puesto que solías engalanarte con adornos de oro, puesto que solías agrandar tus ojos con pintura negra? En vano solías embellecerte. Los que [te] deseaban lujuriosamente te han rechazado; siguen buscando tu misma alma.
Pues he oído una voz como la de una mujer enferma, angustia como la de una mujer que está dando a luz su primer hijo, la voz de la hija de Sión que sigue luchando angustiosamente para respirar. Sigue extendiendo las palmas de las manos: “¡Ay de mí, ahora, porque mi alma está cansada de los que matan!”.
Anden discurriendo por las calles de Jerusalén y vean, ahora, y sepan, y busquen ustedes mismos en sus plazas públicas si acaso pueden hallar un hombre, si acaso existe alguien que haga justicia, alguien que busque fidelidad, y yo la perdonaré.
Oh Jehová, ¿no están esos ojos tuyos hacia la fidelidad? Los has golpeado, pero ellos no han enfermado. Los exterminaste. Rehusaron aceptar disciplina. Hicieron sus rostros más duros que un peñasco. Rehusaron volverse.
Yo ciertamente procederé a ir a los grandes y hablaré con ellos; porque ellos mismos tienen que haberse fijado en el camino de Jehová, el juicio de su Dios. De seguro ellos mismos tienen que haber quebrado el yugo todos juntos; tienen que haber roto las ataduras”.
Por eso un león del bosque los ha herido, un lobo mismo de las llanuras desérticas sigue despojándolos con violencia, un leopardo se mantiene despierto junto a sus ciudades. Todo el que sale de ellas queda despedazado. Porque sus transgresiones han llegado a ser muchas; sus actos de infidelidad han llegado a ser numerosos.
¿Cómo puedo perdonarte por esta mismísima cosa? Tus propios hijos me han dejado, y siguen jurando por lo que no es Dios. Y yo seguí satisfaciéndolos, pero ellos continuaron cometiendo adulterio, y a la casa de una prostituta van en tropas.
“Suban ustedes contra sus filas [de vides] y arruinen, pero no hagan un verdadero exterminio. Quiten sus sarmientos que están creciendo con exuberancia, porque no pertenecen a Jehová.
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová, el Dios de los ejércitos: “Por la razón de que ustedes están diciendo esta cosa, mira que voy a hacer que mis palabras en tu boca sean un fuego, y este pueblo será pedazos de leña, y ciertamente los devorará”.
“¡Mira!, voy a traer sobre ustedes una nación de lejos, oh casa de Israel —es la expresión de Jehová—. Es una nación duradera. Es una nación de mucho tiempo atrás, una nación cuyo lenguaje no conoces, y no puedes oír [con entendimiento] lo que hablan.
Ellos también ciertamente se comerán tu cosecha y tu pan. Los hombres se comerán a tus hijos y a tus hijas. Se comerán tus rebaños y tus vacadas. Se comerán tu vid y tu higuera. Destrozarán con la espada tus ciudades fortificadas en las que estás confiando.”
Y tiene que suceder que ustedes dirán: ‘¿Debido a qué razón nos ha hecho todas estas cosas Jehová nuestro Dios?’. Y tendrás que decirles: ‘Tal como ustedes me han dejado a mí y se han puesto a servir a un dios extranjero en la tierra de ustedes, así servirán ustedes a extraños en una tierra que no es de ustedes’.”
‘¿Ni siquiera a mí me temen ustedes —es la expresión de Jehová—, o no están con fuertes dolores siquiera a causa de mí, que he puesto la arena como límite para el mar, una disposición reglamentaria de duración indefinida que no puede traspasar? Aunque se agiten sus olas, no obstante no pueden prevalecer; y [aunque], en efecto, se pongan bulliciosas, no obstante no pueden traspasarlo.
Pero no han dicho en su corazón: “Temamos, ahora, a Jehová nuestro Dios, Aquel que está dando el aguacero y la lluvia del otoño y la lluvia de la primavera en su estación, Aquel que guarda para nosotros hasta las semanas prescritas de la cosecha”.
”’Porque entre mi pueblo se ha hallado a hombres inicuos. Siguen atisbando, como cuando se agachan los pajareros. Han colocado una [trampa] ruinosa. Es a hombres a quienes atrapan.
Se han puesto gordos; se han hecho brillantes. También han rebosado de cosas malas. No han defendido ninguna causa judicial, ni la causa judicial del huérfano de padre, para lograr éxito; y no han tomado a su cargo el juicio de los pobres’”.
Los profetas mismos realmente profetizan en falsedad; y en cuanto a los sacerdotes, van sojuzgando conforme a sus poderes. Y mi propio pueblo así [lo] ha amado; ¿y qué harán ustedes al final de ello?”
Pónganse a cubierto, oh hijos de Benjamín, de en medio de Jerusalén; y toquen el cuerno en Teqoa. Y sobre Bet-hakerem alcen una señal de fuego; porque la calamidad misma se ha asomado por el norte, aun un gran estallido.
Contra ella han santificado la guerra: “¡Levántense, y subamos al mediodía!”. “¡Ay de nosotros, porque ha declinado el día, porque las sombras del atardecer siguen extendiéndose!”
Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Corten leña y amontonen contra Jerusalén un cerco de sitiar. Es la ciudad a la cual se tiene que pedir cuentas. Ella no es otra cosa sino opresión en medio de ella.
Como una cisterna mantiene frescas sus aguas, así ella ha mantenido fresca su maldad. En ella se oye violencia y expoliación; enfermedad y plaga se hallan delante de mi rostro constantemente.
Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Sin falta rebuscarán al resto de Israel tal como a una vid. Vuelve a poner tu mano como uno que está vendimiando sobre los zarcillos de las vides”.
“¿A quién hablaré y advertiré, para que oigan? ¡Mira! Su oído es incircunciso, de manera que no pueden prestar atención. ¡Mira! La mismísima palabra de Jehová ha venido a ser para ellos un oprobio, en la cual [palabra] no pueden deleitarse.
Y con la furia de Jehová me he llenado. Me he fatigado de contener[me].” “Derrámala sobre el niño en la calle y sobre el grupo íntimo de jóvenes al mismo tiempo; porque ellos también serán atrapados, un hombre junto con su esposa, un viejo junto con uno que está lleno de días.
Y sus casas ciertamente serán transferidas a otros para posesión, los campos y las esposas al mismo tiempo. Porque extenderé mi mano contra los habitantes del país”, es la expresión de Jehová.
“Porque desde el menor de ellos aun hasta el mayor de ellos, cada uno está sacando para sí ganancia injusta; y desde el profeta aun hasta el sacerdote, cada uno está obrando falsamente.
¿Sintieron ellos vergüenza porque era cosa detestable lo que habían hecho? En primer lugar, positivamente no sienten ninguna vergüenza; en segundo lugar, ni siquiera han llegado a saber sentirse humillados. Por eso caerán entre los que están cayendo; cuando yo tenga que pedirles cuentas, tropezarán”, ha dicho Jehová.
Esto es lo que ha dicho Jehová: “Deténganse en los caminos, y vean, y pregunten acerca de las veredas de mucho tiempo atrás, dónde, sí, está el buen camino;a y anden en él,b y hallen desahogo para sus almas”.c Pero ellos siguieron diciendo: “No vamos a andar”.d
¡Escucha, oh tierra! Aquí voy a traer calamidad sobre este pueblo como el fruto de sus pensamientos, porque no prestaron atención a mis propias palabras; y mi ley... también siguieron rechazándola.”
“¿Qué me importa que traigas hasta olíbano desde Seba y la caña aromática desde el país lejano? Los holocaustos de ustedes no sirven para ningún placer, y sus mismísimos sacrificios no me han sido gratos.”
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: “Mira, voy a poner tropiezos para este pueblo, y ciertamente tropezarán por ellos, padres e hijos juntos; el vecino y su compañero... perecerán”.
Esto es lo que ha dicho Jehová: “¡Mira! Viene un pueblo de la tierra del norte, y hay una nación grande a la que se despertará desde las partes más remotas de la tierra.
Empuñarán el arco y la jabalina. Es un [pueblo] cruel, y no tendrán piedad. Su misma voz resonará justamente como el mar, y sobre caballos montarán. Está dispuesto en orden de batalla como un hombre de guerra contra ti, oh hija de Sión”.
Hemos oído el informe acerca de él. Nuestras manos han caído. Angustia misma se ha apoderado de nosotros, dolores de parto como los de una mujer que está dando a luz.
Oh hija de mi pueblo, cíñete de saco y revuélcate en las cenizas. Haz que tu duelo sea el que se hace por un [hijo] único, el plañido de amargura; porque de repente vendrá sobre nosotros el violento despojador.
El fuelle ha sido chamuscado.* Procedente de su fuego hay plomo. Uno ha seguido refinando con intensidad simplemente para nada, y los que son malos no han sido separados.
“Ponte de pie en la puerta de la casa de Jehová, y tienes que proclamar allí esta palabra, y tienes que decir: ‘Oigan la palabra de Jehová, todos ustedes los de Judá, que están entrando en estas puertas para inclinarse ante Jehová.
Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Hagan buenos sus caminos y sus tratos, y ciertamente haré que sigan residiendo en este lugar.
si a ningún residente forastero, a ningún huérfano de padre y a ninguna viuda oprimen, y sangre inocente no derraman en este lugar, y tras otros dioses no andan para su propia calamidad,
yo, en cambio, ciertamente haré que sigan residiendo en este lugar, en la tierra que di a sus antepasados, desde tiempo indefinido aun hasta tiempo indefinido”’”.
¿Acaso se puede hurtar, asesinar y cometer adulterio y jurar en falso y hacer humo de sacrificio a Baal y andar tras otros dioses que ustedes no habían conocido,
y acaso tienen que venir ustedes y estar de pie delante de mí en esta casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, y tienen que decir: ‘Ciertamente seremos librados’, a pesar de hacer todas estas cosas detestables?
¿Acaso esta casa sobre la cual se ha llamado mi nombrem ha llegado a ser sencillamente una cueva de salteadores a los ojos de ustedes?n Miren, yo mismo también [lo] he visto”, es la expresión de Jehová.o
“‘Sin embargo, vayan, sí, a mi lugar que estaba en Siló, donde al principio hice residir mi nombre, y vean lo que le hice a causa de la maldad de mi pueblo Israel.
Y ahora, por la razón de que ustedes siguieron haciendo todas estas obras —es la expresión de Jehová—, y yo seguí hablándoles, madrugando y hablando, pero no escucharon, y seguí llamándolos, pero no respondieron,
yo ciertamente haré también a la casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, en la que ustedes confían, y al lugar que di a ustedes y a sus antepasados, tal como hice a Siló.
”Y en cuanto a ti, no ores a favor de este pueblo, ni levantes a favor de ellos un clamor rogativo ni una oración, ni me implores, porque no te estaré escuchando.
Los hijos están recogiendo trozos de leña, y los padres están prendiendo el fuego, y las esposas* están amasando pasta de harina a fin de hacer tortas de sacrificio a la ‘reina# de los cielos’; y hay un derramar° de libaciones a otros dioses con el propósito de ofenderme.
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ‘¡Mira! Mi cólera y mi furia se derraman sobre este lugar, sobre humanidad y sobre animal doméstico, y sobre el árbol del campo y sobre el fruto del suelo; y tiene que arder, y no se extinguirá’.
Pero esta palabra sí la expresé en mandato a ellos, y dije: “Obedezcan mi voz, y ciertamente llegaré a ser su Dios, y ustedes mismos llegarán a ser mi pueblo; y tienen que andar en todo el camino que yo les mande, a fin de que les vaya bien”’.
Pero ellos no escucharon, ni inclinaron su oído,p sino que se pusieron a andar en los consejos en la terquedad de su corazón malo,q de modo que se hicieron retrógrados en dirección, y no adelantadores,r
desde el día en que los antepasados de ustedes salieron de la tierra de Egipto hasta el día de hoy;a y yo seguí enviando a ustedes todos mis siervos los profetas, madrugando diariamente y enviándo[los].b
Y tienes que decirles: ‘Esta es la nación cuyo pueblo no ha obedecido la voz de Jehová su Dios, y no ha aceptado disciplina. La fidelidad ha perecido, y ha sido cortada de su boca’.
”Córtate tu cabello no cortado y arrója[lo], y sobre las colinas peladas levanta una endecha, porque Jehová ha rechazado y abandonará a la generación con la cual está furioso.
‘Porque los hijos de Judá han hecho lo que es malo a mis ojos —es la expresión de Jehová—. Han puesto sus cosas repugnantes en la casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, a fin de contaminarla.
Y han edificado los lugares altos de Tófet,p que está en el valle del hijo de Hinón,q a fin de quemar a sus hijos y sus hijas en el fuego,r cosa que yo no había mandado y que no había subido a mi corazón.’s
”‘Por lo tanto, ¡mira!, vienen días —es la expresión de Jehová— cuando ya no se dirá [que es] Tófet y el valle del hijo de Hinón, sino el valle de la matanza; y tendrán que enterrar en Tófet sin que haya suficiente lugar.*
Y los cuerpos muertos de este pueblo tendrán que llegar a ser alimento para las criaturas voladoras de los cielos y para las bestias de la tierra, sin que nadie [las] haga temblar.
Y ciertamente haré cesar de las ciudades de Judá y de las calles de Jerusalén la voz de alborozo y la voz de regocijo, la voz del novio y la voz de la novia; porque el país llegará a ser solo un lugar devastado.’”
“En aquel tiempo —es la expresión de Jehová— la gente también sacará de sus sepulcros los huesos de los reyes de Judá y los huesos de sus príncipes y los huesos de los sacerdotes y los huesos de los profetas y los huesos de los habitantes de Jerusalén.
Y realmente los tenderán al sol y a la luna y a todo el ejército de los cielos, a los que ellos han amado y a los que han servido y tras los cuales han andado y que han buscado y ante los cuales se han inclinado. No serán recogidos, ni serán enterrados. Como estiércol sobre la haz del suelo llegarán a ser.”
“Y la muerte ciertamente será escogida más bien que la vida por parte de todo el resto de los que queden de esta mala familia en todos los lugares de los restantes, adonde yo ciertamente los habré dispersado”, es la expresión de Jehová de los ejércitos.
“Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “¿Acaso caerán ellos y no volverán a levantarse? Si uno se volviera, ¿no se volverá también el otro?
He prestado atención, y me quedé escuchando. No era recta la manera como seguían hablando. No había hombre alguno que se arrepintiera de su maldad, y dijera: ‘¿Qué he hecho?’. Cada uno está volviéndose al proceder popular, como caballo que va lanzándose con ímpetu a la batalla.
Hasta la cigüeña en los cielos... bien conoce sus tiempos señalados; y la tórtola y el vencejo y el bulbul... observan bien el tiempo de la venida de cada uno. Pero en cuanto a mi pueblo, no ha llegado a conocer el juicio de Jehová”’.
”‘¿Cómo pueden decir ustedes: “Somos sabios, y la ley de Jehová está con nosotros”? De seguro, pues, el estilo falso de los secretarios ha ido introduciendo pura falsedad.
Los sabios han quedado avergonzados.c Se han aterrorizado y serán atrapados. ¡Miren! Ellos han rechazado la mismísima palabra de Jehová, y ¿qué sabiduría tienen?d
Por lo tanto, daré sus esposas a otros hombres, sus campos a los que tomen posesión; porque, desde el menor aun hasta el mayor, cada uno está sacando ganancia injusta; desde el profeta hasta el sacerdote mismo, cada uno está obrando falsamente.
¿Sintieron ellos vergüenza porque hubieran hecho hasta lo que era detestable? En primer lugar, de seguro no podían sentirse avergonzados; en segundo lugar, no sabían siquiera sentirse humillados. ”’Por eso caerán entre los que están cayendo. Al tiempo que se les dé atención, tropezarán’, ha dicho Jehová.
”‘Al hacer la recolección, los acabaré —es la expresión de Jehová—. No habrá uvas en la vid, y no habrá higos en la higuera, y el follaje mismo ciertamente se marchitará. Y cosas que yo les dé pasarán cerca de ellos.’”
“¿Por qué estamos sentados quietos? Reúnanse, y entremos en las ciudades fortificadas y estemos en silencio allí. Porque Jehová nuestro Dios nos ha reducido él mismo a silencio, y nos da a beber agua envenenada, porque hemos pecado contra Jehová.
Desde Dan se ha oído el resoplido de sus caballos. Debido al sonido del relincho de sus caballos sementales, toda la tierra ha empezado a mecerse. Y entran y se comen el país y lo que lo llena, la ciudad y sus habitantes.”
“Pues, ¡miren!, voy a enviar entre ustedes serpientes, culebras venenosas, para las cuales no hay encantamiento, y ciertamente los picarán”, es la expresión de Jehová.
Aquí hay el sonido del clamor por ayuda de la hija de mi pueblo, desde una tierra lejana: “¿No está Jehová en Sión? ¿O no está en ella su rey?”. “¿Por qué me han ofendido con sus imágenes esculpidas, con sus vanos dioses extranjeros?”
¡Oh, que mi cabeza fuera aguas, y que mis ojos fueran fuente de lágrimas! Entonces podría llorar día y noche por aquellos de la hija de mi pueblo que fueron muertos.
¡Oh, que tuviera yo en el desierto un lugar de alojamiento de viajeros! Entonces dejaría a mi pueblo y me iría de ellos, porque todos ellos son adúlteros, una asamblea solemne de hombres traicioneros en sus tratos;
y doblan su lengua como su arco en falsedad; pero no por fidelidad han resultado poderosos en el país. “Pues de maldad en maldad procedieron, y aun a mí me pasaron por alto”, es la expresión de Jehová.
“Guárdense ustedes cada uno de su propio compañero, y no cifren su confianza en ningún hermano. Porque hasta todo hermano positivamente suplantaría, y todo compañero mismo andaría por todos lados como simple calumniador,
y cada uno sigue jugando con su compañero; y no hablan ninguna verdad en absoluto. Han enseñado a su lengua a hablar falsedad. Se han rendido de cansancio sencillamente haciendo el mal.
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Miren, voy a fundirlos, y tengo que examinarlos, porque ¿cómo he de obrar de otro modo a causa de la hija de mi pueblo?
La lengua de ellos es una flecha degolladora. Engaño es lo que esta ha hablado. Con su boca, paz es lo que sigue hablando [alguien] con su propio compañero; pero dentro de sí tiende su emboscada”.
Sobre las montañas levantaré llanto y lamentación, y sobre los pastos del desierto una endecha; porque habrán sido abrasados de modo que no haya hombre que pase a través, y la gente realmente no oirá el sonido de ganado. Tanto la criatura voladora de los cielos como la bestia habrán huido; se habrán ido.
”¿Quién es el hombre que sea sabio, para que entienda esto, hasta aquel a quien la boca de Jehová ha hablado, para que lo anuncie? ¿Por qué motivo debe la tierra realmente perecer, realmente estar abrasada como el desierto sin que nadie pase a través?”
Y Jehová procedió a decir: “Por motivo de que dejaron mi ley que di [para que estuviera] delante de ellos, y [porque] no han obedecido mi voz y no han andado en ella,
por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Mira, voy a hacer que ellos, es decir, este pueblo, coman ajenjo, y ciertamente les haré beber agua envenenada;
y ciertamente los esparciré entre las naciones que ni ellos ni sus padres han conocido, y ciertamente enviaré tras ellos la espada hasta que yo los haya exterminado’.
”Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘Pórtense con entendimiento, y llamen a las mujeres que salmodian endechas, para que vengan; y envíen [aviso] aun a las mujeres diestras, para que vengan,
y para que se apresuren y levanten sobre nosotros una lamentación. Y que nuestros ojos dejen rodar lágrimas y nuestros propios ojos radiantes destilen aguas.
Porque la voz de lamentación es lo que se ha oído desde Sión: “¡Cómo se nos ha despojado con violencia! ¡Cuánto nos hemos avergonzado! Porque hemos dejado el país; porque han desechado nuestras residencias”.
Pero oigan, oh mujeres, la palabra de Jehová, y reciba su oído la palabra de la boca de él. Entonces enseñen a sus hijas una lamentación, y cada mujer a su compañera una endecha.
Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas; ha entrado en nuestras torres de habitación, a fin de cortar de la calle al niño, de las plazas públicas a los jóvenes’.
”Habla: ‘Esto es lo que la expresión de Jehová es: “Los cuerpos muertos de la humanidad también tienen que caer como estiércol sobre la haz del campo, y como una fila de grano recién cortado tras el segador, sin nadie que recoja”’”.
Esto es lo que ha dicho Jehová: “No se gloríe el sabio a causa de su sabiduría,b y no se gloríe el poderoso a causa de su poderío.c No se gloríe el rico a causa de sus riquezas”.d
“Pero el que se gloría, gloríese a causa de esta misma cosa: de tener perspicaciae y de tener conocimiento de mí, que yo soy Jehová,f Aquel que ejerce bondad amorosa, derecho y justicia en la tierra;g porque en estas cosas de veras me deleito”,h es la expresión de Jehová.
“¡Mira! Vienen días —es la expresión de Jehová—, y ciertamente pediré cuentas a todos los circuncisos [que, sin embargo, todavía están] en incircuncisión,
a Egipto y a Judá y a Edom y a los hijos de Ammón y a Moab y a todos los de cabello cortado en las sienes que están morando en el desierto; porque todas las naciones son incircuncisas, y todos [los de] la casa de Israel son incircuncisos de corazón.”
Esto es lo que ha dicho Jehová: “No aprendan de ninguna manera el camino de las naciones, y no se sobrecojan de terror aun ante las señales de los cielos, porque las naciones se sobrecogen de terror ante ellas.
Porque las costumbres de los pueblos son solamente una exhalación, porque un simple árbol del bosque es lo que uno ha cortado, la obra de las manos del artífice con el podón.
Son como un espantapájaros de un pepinar, y no pueden hablar. Sin falta son llevados, porque no pueden dar paso alguno. No tengan miedo a causa de ellos, porque ellos no pueden hacer nada calamitoso y, lo que es más, el hacer bien no está con ellos”.
¿Quién no debería temerte, oh Rey de las naciones?, porque eso es propio [respecto] a ti; porque entre todos los sabios de las naciones y entre todas sus gobernaciones reales no hay absolutamente nadie semejante a ti.
Plata batida en láminas es lo que se trae aun de Tarsis, y oro de Ufaz, la hechura de un artífice y de las manos de un metalario; su vestido es hilo azul y lana teñida de púrpura rojiza. Todos son la hechura de personas diestras.
Pero Jehová es en verdad Dios. Él es el Dios vivo y el Rey hasta tiempo indefinido. A causa de su indignación la tierra se mecerá, y ninguna de las naciones podrá sostenerse bajo su denunciación.
Esto es lo que ustedes les dirán: “Los dioses que no hicieron los mismos cielos y la tierra son los que perecerán de la tierra y de debajo de estos cielos”.
Él es el Hacedor de la tierra por su poder, Aquel que firmemente estableció la tierra productiva por su sabiduría, y Aquel que por su entendimiento extendió los cielos.
A [su] voz hay de él el dar una ruidosa agitación de aguas en los cielos, y él hace que asciendan vapores desde la extremidad de la tierra. Ha hecho hasta conductos para la lluvia, y saca el viento de sus almacenes.
Todo hombre se ha portado tan irrazonablemente como para no saber. Todo metalario ciertamente sentirá vergüenza a causa de la imagen tallada; porque su imagen fundida es una falsedad, y no hay espíritu en ellas.
La Parte que corresponde a Jacob no es como estas cosas, porque él es el Formador de todo, e Israel es el bastón de su herencia. Jehová de los ejércitos es su nombre.
Porque esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí estoy tirando como con honda a los habitantes de la tierra en esta ocasión, y ciertamente les causaré angustia a fin de que se enteren”.
Mi propia tienda ha sido despojada con violencia, y todas mis propias cuerdas de tienda han sido rotas en dos. Mis propios hijos se han ido de mí, y ya no son. Ya no hay nadie que despliegue mi tienda ni que levante mis telas de tienda.
Porque los pastores se han portado irrazonablemente, y no han buscado siquiera a Jehová. Por eso no han obrado con perspicacia, y todos sus animales apacentados han sido esparcidos”.
¡Escucha! ¡Un informe! Aquí ha venido, también un gran golpeteo de la tierra del norte, a fin de hacer de las ciudades de Judá un yermo desolado, albergue de chacales.
Derrama tu furia sobre las nacionese que te han pasado por alto,f y sobre las familias que ni aun tu nombre han invocado.g Porque se han comido a Jacob.h Sí, se lo han comido, y siguen empeñados en exterminarlo;i y han desolado su lugar de habitación.j
que yo les ordené a sus antepasados en el día que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciendo: ‘Obedezcan mi voz, y tienen que hacer las cosas conforme a todo lo que les mando; y ustedes ciertamente llegarán a ser mi pueblo y yo mismo llegaré a ser su Dios,
con el propósito de poner por obra el juramento que juré a sus antepasados, de darles la tierra que mana leche y miel, como sucede este día’”’”. Y procedí a responder y decir: “Amén, oh Jehová”.
Y Jehová pasó a decirme: “Proclama todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, y di: ‘Oigan las palabras de este pacto, y tienen que ponerlas por obra.
Porque yo solemnemente amonesté a sus antepasados en el día que los hice subir de la tierra de Egipto y hasta el día de hoy, madrugando y amonestando, diciendo: “Obedezcan mi voz”.
Pero ellos no escucharon ni inclinaron su oído, sino que siguieron andando cada uno en la terquedad de su corazón malo; de modo que traje sobre ellos todas las palabras de este pacto que [les] mandé poner por obra, pero que no pusieron por obra’”.
Han regresado a los errores de sus antepasados, los primeros, que rehusaron obedecer mis palabras, pero que han andado ellos mismos tras otros dioses a fin de servirles. La casa de Israel y la casa de Judá han quebrantado mi pacto que yo celebré con sus antepasados.
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Mira, voy a traer sobre ellos una calamidad de la cual no podrán salirse; y ciertamente clamarán a mí por socorro, pero no les escucharé.
Y las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén tendrán que ir y clamar por socorro a los dioses a los cuales están haciendo humo de sacrificio, pero los cuales de seguro no les traerán salvación en el tiempo de su calamidad.
Porque tus dioses han llegado a ser tantos como el número de tus ciudades, oh Judá; y son tantos como el número de las calles de Jerusalén los altares que ustedes han puesto para la cosa vergonzosa, altares para hacer humo de sacrificio a Baal’.
”Y en cuanto a ti, no ores a favor de este pueblo, y no alces a favor de ellos un clamor rogativo ni una oración, porque no estaré escuchando cuando clamen a mí respecto a su calamidad.
”¿Qué negocio tiene mi amada en mi casa, para que muchos de ellos hagan esta cosa, el proyecto [perverso]? ¿Y con carne santa harán que pase de sobre ti, cuando [venga] tu calamidad? ¿En ese tiempo te alborozarás?
‘Olivo frondoso, bello de fruto [y] de forma’, es lo que te ha llamado Jehová por nombre. Con sonido del gran rugido,* él ha encendido un fuego contra ella, y le han quebrado sus ramas.
”Y Jehová de los ejércitos mismo, tu Plantador, ha hablado contra ti una calamidad a causa de la maldad de la casa de Israel y de la casa de Judá que ellas han cometido por su propia cuenta para ofenderme al hacer humo de sacrificio a Baal”.
Y yo era como un cordero, uno íntimo, que se lleva a degollar, y no sabía que era contra mí contra quien ideaban proyectos: “Arruinemos el árbol con su alimento, cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que su mismísimo nombre ya no sea recordado”.
Pero Jehová de los ejércitos está juzgando con justicia; está examinando los riñones y el corazón. Oh, vea yo tu venganza en ellos, porque es a ti a quien he revelado mi litigio.
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová contra los hombres de Anatot que andan buscando tu alma, y dicen: “No debes profetizar en el nombre de Jehová, para que no mueras a mano de nosotros”;
por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Mira, voy a dirigir mi atención a ellos. Los jóvenes mismos morirán a espada. Sus mismos hijos e hijas morirán del hambre.
Tú eres justo, oh Jehová, cuando me dirijo a ti con mi queja, realmente cuando hablo contigo hasta de asuntos de juicio. ¿Por qué será que el camino de los inicuos ha tenido éxito, que todos los que están cometiendo traición son los despreocupados?
Y tú mismo, oh Jehová, me conoces bien; me ves, y has examinado mi corazón en unión contigo mismo. Apártalos como ovejas para la degollación, y ponlos a un lado para el día de matanza.
¿Hasta cuándo debe seguir marchitándose la tierra, y secarse la vegetación misma de todo el campo? A causa de la maldad de los que en ella moran, las bestias y las criaturas voladoras han sido barridas de allí. Pues ellos han dicho: “Él no ve nuestro futuro”.
Porque con hombres de a pie has corrido, y te rendían de cansancio, ¿cómo, pues, puedes correr en una carrera con caballos? ¿Y en la tierra de paz estás con confianza? De modo que, ¿cómo actuarás entre los orgullosos [matorrales] a lo largo del Jordán?
Porque hasta tus propios hermanos y la casa de tu propio padre, aun ellos mismos te han tratado con traición.m Hasta ellos mismos han gritado vigorosamente detrás de ti. No pongas fe en ellos, simplemente porque te hablan cosas buenas.n
Mi herencia es para mí como ave de rapiña de muchos colores; las aves de rapiña están sobre ella en derredor. Vengan, reúnanse, todas las bestias salvajes del campo; tráigan[las] a comer.
Muchos pastores mismos han arruinado mi viña; han pisado duro la parte que me corresponde. Han convertido la parte deseable que me corresponde en un desierto de un yermo desolado.
Uno la ha hecho un yermo desolado; se ha marchitado; para mí está desolada. Todo el país ha quedado desolado, porque no hay hombre que [lo] haya puesto en [su] corazón.
Por todas las sendas trilladas a través del desierto han venido los violentos despojadores. Porque la espada que pertenece a Jehová está devorando desde un extremo del país aun hasta el otro extremo del país. No hay paz para carne alguna.
Han sembrado trigo, pero han segado espinas. Han trabajado hasta enfermar; no serán de ningún provecho. Y ellos ciertamente quedarán avergonzados de los productos de ustedes a causa de la ardiente cólera de Jehová.”
Esto es lo que ha dicho Jehová contra todos mis malos vecinos, que están tocando la posesión hereditaria que yo hice que mi pueblo, aun Israel, poseyera: “Aquí voy a desarraigarlos de sobre su suelo; y a la casa de Judá desarraigaré de en medio de ellos.
Y tiene que ocurrir que, después de desarraigarlos, yo ciertamente volveré a tenerles misericordia y de veras los traeré de vuelta, cada uno a su posesión hereditaria y cada uno a su tierra”.
“Y tiene que ocurrir que si ellos sin falta aprenden los caminos de mi pueblo en cuanto a jurar por mi nombre: ‘¡Tan ciertamente como que Jehová vive!’, tal como ellos enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, ellos también serán edificados en medio de mi pueblo.
En conformidad, fui al Éufrates y cavé y tomé el cinto del lugar en el cual lo había escondido, y, ¡mire!, el cinto se había arruinado; no servía para nada.
Esta gente mala, que está rehusando obedecer mis palabras, que está andando en la terquedad de su corazón y que sigue andando tras otros dioses a fin de servirles e inclinarse ante ellos, también llegará a ser justamente como este cinto que no sirve para nada’.
‘Porque tal como un cinto se adhiere a las caderas de un hombre, así hice que toda la casa de Israel y toda la casa de Judá se adhirieran aun a mí —es la expresión de Jehová—, a fin de que llegaran a ser para mí un pueblo y un nombre y una alabanza y una cosa hermosa; pero no obedecieron.’
”Y tienes que decirles esta palabra: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: “Todo jarro grande es algo que se llena de vino”’. Y ellos ciertamente te dirán: ‘¿Acaso no sabemos nosotros positivamente que todo jarro grande es algo que se llena de vino?’.
Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Miren, voy a llenar de borrachera a todos los habitantes de este país, y a los reyes que se sientan por David sobre su trono, y a los sacerdotes, y a los profetas, y a todos los habitantes de Jerusalén.
Y ciertamente los estrellaré uno contra otro, tanto a los padres como a los hijos, al mismo tiempo —es la expresión de Jehová—. No mostraré compasión, ni sentiré pena, y no tendré la misericordia de guardarme de arruinarlos”’.
Den gloria a Jehová su Dios, antes que él cause oscuridad y antes que los pies de ustedes se den uno contra otro en las montañas al entrar el crepúsculo vespertino. Y ciertamente esperarán que haya luz, y él realmente la hará sombra profunda; [la] convertirá en densas tinieblas.
Y si ustedes no quieren oír esto, en escondrijos llorará mi alma a causa del orgullo, y positivamente derramará lágrimas; y mi ojo dejará rodar lágrimas, porque el hato de Jehová habrá sido llevado cautivo.
Las mismísimas ciudades del sur han sido cerradas, de manera que no hay nadie que [las] abra. Judá entero ha sido llevado al destierro. Ha sido llevado al destierro por completo.
¿Qué dirás cuando uno te dirija su atención, cuando tú misma les has enseñado como amigos íntimos a tu mismo lado al comienzo? ¿No se apoderarán de ti los mismísimos dolores de alumbramiento, como los de una esposa que está dando a luz?
Y cuando digas en tu corazón: ‘¿Por qué me han acaecido estas cosas?’, a causa de la abundancia de tu error se te han quitado las faldas como cubierta; han sido tratados violentamente tus talones.
”¿Puede un cusita cambiar su piel?, ¿o un leopardo sus manchas? También pudieran hacer lo bueno ustedes mismos, que son personas a quienes se ha enseñado a hacer lo malo.
Esta es tu suerte, tu porción medida de parte mía —es la expresión de Jehová—, porque te has olvidado de mí y sigues cifrando tu confianza en la falsedad.
tus actos de adulterio y tus relinchos, tu conducta relajada en prostitución. Sobre las colinas, en el campo, he visto tus cosas repugnantes. ¡Ay de ti, oh Jerusalén! No puedes ser limpia... ¿después de cuánto tiempo más?”.
Judá se ha dado al duelo, y sus mismísimas puertas se han desvanecido. Han quedado contristadas hasta la tierra, y aun el alarido de Jerusalén ha subido.
Y sus majestuosos mismos han enviado a sus insignificantes por agua. Han llegado a las zanjas. No han hallado agua. Han regresado con sus vasijas vacías. Han quedado avergonzados y han sido desilusionados, y se han cubierto la cabeza.
A causa del terreno que se ha resquebrajado por no haber ocurrido aguacero sobre la tierra, los labradores se han avergonzado; se han cubierto la cabeza.
Y las cebras mismas se han quedado paradas sobre las colinas peladas; con avidez han aspirado el viento como los chacales; sus ojos han fallado porque no hay vegetación.
Aunque nuestros propios errores de veras testifican contra nosotros, oh Jehová, actúa por causa de tu nombre; porque nuestros actos de infidelidad han llegado a ser muchos; contra ti hemos pecado.
Oh tú, la esperanza de Israel, el Salvador suyo en el tiempo de angustia, ¿por qué te haces como residente forastero en el país, y como viajero que se ha desviado para pasar la noche?
¿Por qué te pones como hombre atónito, como hombre poderoso que no puede hacer nada en cuanto a salvar? Sin embargo, tú mismo estás en medio de nosotros, oh Jehová, y sobre nosotros tu propio nombre ha sido llamado. No nos falles.
Esto es lo que ha dicho Jehová respecto a este pueblo: “De esta manera han amado el vagar; no han tenido refrenados los pies. De modo que Jehová mismo no se ha complacido en ellos. Ahora se acordará del error de ellos y dará atención a sus pecados”.
Cuando ayunan, no estoy escuchando su clamor rogativo; y cuando ofrecen el holocausto y la ofrenda de grano, no estoy complaciéndome en ellos; pues a espada y por hambre y por peste voy a acabar con ellos”.
Ante esto, yo dije: “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que los profetas están diciéndoles: ‘No verán espada, y no habrá hambre que les suceda a ustedes, sino que paz verdadera es lo que les daré en este lugar’”.
Y Jehová pasó a decirme: “Falsedad es lo que los profetas están profetizando en mi nombre. Yo no los he enviado, ni les he ordenado ni les he hablado. Una visión falsa y adivinación y una cosa que nada vale y la artimaña de su corazón es lo que ellos les están hablando proféticamente.
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová respecto a los profetas que están profetizando en mi nombre y a quienes yo mismo no envié, y que están diciendo que no ocurrirá espada ni hambre en este país: ‘A espada y por hambre serán acabados aquellos profetas.
Y la mismísima gente a la que están profetizando llegará a ser gente echada fuera a las calles de Jerusalén a causa del hambre y de la espada, sin que haya quien los entierre... a ellos, sus esposas y sus hijos y sus hijas. Y ciertamente derramaré sobre ellos su calamidad’.
”Y tienes que decirles esta palabra: ‘Que mis ojos dejen correr lágrimas noche y día, y que no se queden quietos, porque con un gran estallido la virgen hija de mi pueblo ha sido quebrantada, con un golpe de extrema enfermedad.
Si realmente salgo al campo, ¡ea!, ¡mira, los muertos a espada! Y si realmente entro en la ciudad, ¡mira, también, las dolencias resultantes del hambre! Porque tanto el profeta mismo como el sacerdote mismo han dado la vuelta hacia una tierra que no han conocido’”.
¿Has rechazado absolutamente a Judá, o ha aborrecido tu alma aun a Sión? ¿Por qué nos has golpeado, de modo que no hay curación para nosotros? Hubo un esperar paz, pero no [vino] ningún bien; y tiempo de curación, y, ¡mira!, ¡terror!
¿Existe entre los vanos ídolos de las naciones quien haga caer lluvia, o acaso pueden hasta los cielos mismos dar chaparrones copiosos? ¿No eres tú Ese, oh Jehová nuestro Dios? Y en ti esperamos, porque tú mismo has hecho todas estas cosas.
Y Jehová procedió a decirme: “Si Moisés y Samuel estuvieran de pie delante de mí, mi alma no estaría hacia este pueblo. Habría un despedirlos de delante de mi rostro, para que salieran.
Y tiene que ocurrir que si te dijeran: ‘¿Adónde saldremos?’, también tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “¡El que esté para la plaga mortífera, a la plaga mortífera! ¡Y el que esté para la espada, a la espada! ¡Y el que esté para el hambre, al hambre! ¡Y el que esté para el cautiverio, al cautiverio!”’.
”‘Y ciertamente comisionaré sobre ellos cuatro familias —es la expresión de Jehová—: la espada para matar, y los perros para arrastrar, y las criaturas voladoras de los cielos y las bestias de la tierra para comer y arruinar.
Y ciertamente los daré para trepidación a todos los reinos de la tierra, a causa de Manasés hijo de Ezequías, el rey de Judá, por lo que hizo en Jerusalén.
”‘Tú misma me has abandonado —es la expresión de Jehová—. Hacia atrás es como sigues andando. Y extenderé mi mano contra ti y te arruinaré. Me he cansado de sentir pesar.
Y los aventaré con un bieldo en las puertas del país. Ciertamente [los] privaré de hijos. De veras destruiré a mi pueblo, [puesto que] no se han vuelto de sus propios caminos.
Para mí sus viudas han llegado a ser más numerosas que los granos de arena de los mares. Ciertamente traeré para ellos, sobre madre, sobre joven, al violento despojador al mediodía. Ciertamente haré caer sobre ellos de repente excitación y disturbios.
La mujer que dio a luz siete se ha desvanecido; su alma ha luchado por aliento. Se ha puesto su sol mientras todavía es de día; este se ha avergonzado y ha quedado corrido.’ ‘Y a la espada daré el simple resto de ellos delante de sus enemigos’, es la expresión de Jehová”.
¡Ay de mí, oh madre mía, porque me has dado a luz, hombre sujeto a riña y hombre sujeto a contienda con toda la tierra! No he dado un préstamo, y no me han dado un préstamo. Todos ellos están invocando el mal contra mí.
Jehová ha dicho: “De seguro te ministraré, sí, para bien. De seguro intercederé por ti, sí, en el tiempo de la calamidad y en el tiempo de la angustia, contra el enemigo.
Y ciertamente [los] haré pasar con tus enemigos a una tierra que no has conocido. Porque un fuego mismo se ha encendido en mi cólera. Contra ustedes está ardiendo”.
Tú mismo has sabido. Oh Jehová, acuérdate de mí y dirígeme tu atención y véngame de mis perseguidores. En tu tardanza para la cólera, no me quites. Nota que he soportado oprobio por causa de ti mismo.
Fueron halladas tus palabras, y procedí a comerlas; y tu palabra llega a ser para mí el alborozo y el regocijo de mi corazón; porque tu nombre ha sido llamado sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.
No me he sentado en el grupo íntimo de los que gastan bromas,y para empezar entonces a alborozarme.z A causa de tu mano me he sentado absolutamente solo,a porque es con denunciación con lo que me has llenado.b
¿Por qué se ha hecho crónico mi dolor, e incurable mi golpe? Ha rehusado sanarse. Tú positivamente llegas a ser para mí como una cosa engañosa, como aguas que han resultado indignas de confianza.
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: “Si te vuelves, entonces te traeré de vuelta. Delante de mí estarás de pie. Y si sacas lo que es precioso de las cosas que nada valen, llegarás a ser como mi propia boca. Ellos mismos se volverán a ti, pero tú mismo no te volverás a ellos”.
“Y yo he hecho que seas para este pueblo un muro fortificado de cobre; y ciertamente pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti. Porque yo estoy contigo, para salvarte y para librarte —es la expresión de Jehová—.
Porque esto es lo que ha dicho Jehová respecto a los hijos y respecto a las hijas que nacen en este lugar, y respecto a sus madres que los están dando a luz y respecto a sus padres que están causando su nacimiento en este país:
‘De muertes por dolencias morirán. No serán plañidos, ni serán enterrados. Como estiércol sobre la superficie del suelo llegarán a ser; y a espada y por hambre serán acabados, y sus cuerpos muertos realmente servirán de alimento para las criaturas voladoras de los cielos y para las bestias de la tierra’.
”Porque esto es lo que ha dicho Jehová: ‘No entres en la casa de un banquete de dolientes, y no vayas para plañir, y no te conduelas de ellos’. ”‘Porque yo he quitado mi paz de este pueblo —es la expresión de Jehová—, aun bondad amorosa y misericordias.
Y ciertamente morirán, los grandes y los pequeños, en esta tierra. No serán enterrados, ni se golpeará la gente por ellos, ni se hará nadie cortaduras ni se hará calvo por ellos.
Y no les repartirán pan a causa del duelo para consolar a alguien por el muerto; ni les darán a beber la copa de consolación a causa del padre de uno ni a causa de la madre de uno.
”Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Miren, voy a hacer cesar de este lugar, ante los ojos de ustedes y en sus días, la voz de alborozo y la voz de regocijo, la voz del novio y la voz de la novia’.
”Y tiene que ocurrir que, cuando anuncies a este pueblo todas estas palabras, y ellos realmente te digan: ‘¿Por qué razón ha hablado Jehová contra nosotros toda esta gran calamidad, y cuál es nuestro error y cuál es nuestro pecado con el cual hemos pecado contra Jehová nuestro Dios?’,
también tienes que decirles: ‘“Por la razón de que sus padres me dejaron —es la expresión de Jehová— y siguieron yendo tras otros dioses y sirviéndoles e inclinándose ante ellos. Pero a mí me dejaron, y no guardaron mi ley.
Y ustedes mismos han actuado peor en su obrar que sus padres, y aquí están ustedes andando cada uno tras la terquedad de su corazón malo al no obedecerme.
Y ciertamente los arrojaré de sobre esta tierra a la tierra que ustedes mismos no han conocido, ni sus padres, y allí tendrán que servir a otros dioses día y noche, porque no les daré favor alguno”’.
”‘Por lo tanto, ¡miren!, vienen días —es la expresión de Jehová— cuando ya no se dirá: “¡Tan ciertamente como que vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto!”,
sino: “¡Tan ciertamente como que vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte y de todas las tierras a las cuales los había dispersado!”, y ciertamente los traeré de vuelta a su terreno, el cual di a sus antepasados.’
”‘Aquí voy a enviar a llamar muchos pescadores —es la expresión de Jehová—, y ciertamente los pescarán; y después enviaré a llamar muchos cazadores, y ciertamente los cazarán de toda montaña y de toda colina y de las hendiduras de los peñascos.
Y, en primer lugar, ciertamente pagaré la plena cantidad de su error y de su pecado, por razón de que profanaron mi tierra. Con los cadáveres de sus cosas repugnantes y sus cosas detestables habían llenado mi herencia’”.
Oh Jehová mi fuerza y mi plaza fuerte, y mi lugar adonde huir en el día de angustia, a ti vendrán las naciones mismas desde los cabos de la tierra, y dirán: “Realmente nuestros antepasados llegaron a poseer pura falsedad, vanidad y cosas en las que no había nada provechoso”.
“El pecado de Judá está escrito con un estilo de hierro. Con punta de diamante está grabado en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus* altares,
[sobre] las montañas en el campo. Tus* recursos, todos tus tesoros, los daré para simple saqueo... tus lugares altos a causa de pecado por todas partes de tus territorios.
Y soltaste, sí, de tu propia cuenta, la posesión hereditaria que yo te había dado.a Yo también ciertamente te haré servir a tus enemigos en la tierra que no has conocido;b porque como fuego ustedes han sido encendidos en mi cólera.c Hasta tiempo indefinido se mantendrá ardiendo.”
Esto es lo que ha dicho Jehová: “Maldito es el hombre físicamente capacitado que cifra su fiada expectativa en el hombre terrestred y realmente hace de la carne su brazo,e y cuyo corazón se aparta de Jehová mismo.f
Y ciertamente llegará a ser como un árbol solitario en la llanura desértica y no verá cuando venga el bien; sino que tendrá que residir en lugares abrasados del desierto, en una región salada que no está habitada.
Y ciertamente llegará a ser como un árbol plantado junto a las aguas, que envía sus raíces al mismísimo lado de la corriente de agua; y no verá cuando venga el calor, sino que su follaje realmente resultará frondoso.j Y en el año de sequíak no se inquietará, ni dejará de producir fruto.
Yo, Jehová, estoy escudriñando el corazón,m examinando los riñones,n aun para dar a cada uno conforme a sus caminos,o conforme al fruto de sus tratos.p
[Como] la perdiz que ha reunido lo que no ha puesto es el que acumula riquezas, pero no con justicia.q A la mitad de sus días las dejará,r y a su final resultará insensato”.s
Oh Jehová, la esperanza de Israel,v todos los que están dejándote quedarán avergonzados.w Los que apostatan de míx serán escritos hasta en la tierra, porque han dejado a la fuente de agua viva, Jehová.a
Pero en cuanto a mí, yo no me apresuré para dejar de ser pastor en pos de ti, y no mostré desear con vehemencia el día de la desesperación. Tú mismo has conocido la expresión de mis labios; enfrente de tu rostro ha ocurrido.
Que mis perseguidores queden avergonzados, pero que yo personalmente no quede avergonzado. Que ellos sean los que hayan de ser sobrecogidos de terror, pero que yo personalmente no sea sobrecogido de terror. Trae sobre ellos el día de la calamidad, y quebrántalos hasta con doble quebranto.
Esto es lo que me ha dicho Jehová: “Ve,* y tienes que estar de pie en la puerta de los hijos del pueblo por la cual entran los reyes de Judá y por la cual salen, y en todas las puertas de Jerusalén.
Y tienes que decirles: ‘Oigan la palabra de Jehová, reyes de Judá, y todo Judá, y todos ustedes los habitantes de Jerusalén, que están entrando por estas puertas.
Esto es lo que ha dicho Jehová: “Cuiden de sus almas, y no lleven en día de sábado carga alguna que tengan que introducir por las puertas de Jerusalén.
Y no deben sacar carga alguna de sus hogares en día de sábado; y no deben hacer ningún trabajo. Y tienen que santificar el día de sábado, tal como mandé a sus antepasados;
”‘“Y tiene que ocurrir que, si ustedes me obedecen estrictamente —es la expresión de Jehová— al no introducir carga alguna por las puertas de esta ciudad en día de sábado, y al santificar el día de sábado no haciendo en él trabajo alguno,
también ciertamente entrarán por las puertas de esta ciudad reyes con príncipes, que se sentarán sobre el trono de David, que montarán en el carro y sobre caballos, ellos y sus príncipes, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén; y esta ciudad ciertamente será habitada hasta tiempo indefinido.
Y gente realmente vendrá de las ciudades de Judá y de los alrededores de Jerusalén y de la tierra de Benjamín y de la tierra baja* y de la región montañosa y del Négueb,# trayendo holocausto y sacrificio y ofrenda de grano y olíbano, y trayendo sacrificio de acción de gracias a la casa de Jehová.
”’”Pero si ustedes no me obedecen mediante santificar el día de sábado y no llevar carga, sino que hay un entrar [con ella] por las puertas de Jerusalén en el día de sábado, yo también ciertamente encenderé un fuego en las puertas de ella, y este ciertamente devorará las torres de habitación de Jerusalén, y no se extinguirá”’”.
Y la vasija que él estaba haciendo con el barro la echó a perder la mano del alfarero, y él volvió atrás y se puso a hacer de ella otra vasija, tal como pareció recto a los ojos del alfarero hacerla.t
“‘¿No puedo yo hacer con ustedes justamente como este alfarero, oh casa de Israel? —es la expresión de Jehová—. ¡Miren! Como el barro en la mano del alfarero, así son ustedes en mi mano, oh casa de Israel.a
y esa nación realmente se vuelva de su maldad contra la cual haya hablado, yo también ciertamente sentiré pesar por la calamidad que haya pensado ejecutar en ella.
y esta realmente haga lo que es malo a mis ojos al no obedecer mi voz,f yo también ciertamente sentiré pesar por el bien que yo [me] hubiera dicho que haría para su bien’.
”Y ahora di, por favor, a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí voy a formar contra ustedes una calamidad y pensar contra ustedes un pensamiento. Vuélvanse, por favor, cada uno de su camino malo, y hagan buenos sus caminos y sus tratos”’”.
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: “Pregunten ustedes mismos, por favor, entre las naciones. ¿Quién ha oído cosas como estas? Hay una cosa horrible que la virgen de Israel ha hecho en exceso.
Porque mi pueblo me ha olvidado, puesto que hacen humo de sacrificio a algo inútil, y puesto que hacen tropezar a los hombres en sus caminos, las sendas de mucho tiempo atrás, para andar en veredas, un camino no terraplenado,
a fin de hacer de su tierra un objeto de pasmo, de qué silbar hasta tiempo indefinido. Todo el que vaya pasando junto a ella, sin excepción, se quedará mirando pasmado y sacudirá la cabeza.
Y ellos procedieron a decir: “Vengan, e ideemos contra Jeremías algunos pensamientos, porque la ley no perecerá del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni la palabra del profeta. Vengan e hirámoslo con la lengua, y no prestemos atención a ninguna de sus palabras”.
¿Debe pagarse con mal el bien? Porque han excavado un hoyo para mi alma. Acuérdate de cómo estuve de pie delante de ti para hablar lo bueno hasta acerca de ellos, para volver de contra ellos tu furia.
Por lo tanto, da sus hijos al hambre, y entrégalos al poder de la espada; y lleguen a ser sus esposas mujeres privadas de hijos, y viudas. Y lleguen a ser sus propios hombres aquellos a quienes la plaga mortífera mate, sus jóvenes aquellos derribados a espada en la batalla.
Óigase un alarido desde sus casas, cuando de repente traigas sobre ellos una partida merodeadora. Porque han excavado un hoyo para capturarme, y han escondido trampas para mis pies.
Pero tú mismo, oh Jehová, bien sabes todo su consejo contra mí para [mi] muerte. No encubras su error, y no borres ese pecado suyo de delante de ti; antes bien, que lleguen a ser aquellos a quienes se haga tropezar delante de ti. En el tiempo de tu cólera, ponte en acción contra ellos.
Esto es lo que dijo Jehová: “Ve, y tienes que conseguir un frasco de barro de alfarero, y a algunos de los ancianos del pueblo y a algunos de los ancianos de los sacerdotes.
Y tienes que salir al valle del hijo de Hinón, que está a la entrada de la Puerta de los Tiestos. Y allí tienes que proclamar las palabras que yo te hablaré.
Y tienes que decir: ‘Oigan la palabra de Jehová, oh reyes de Judá y ustedes los habitantes de Jerusalén. Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ”’“Miren, voy a traer sobre este lugar una calamidad que, cuando alguien oiga de ella, le retiñirán los oídos;
por la razón de que ellos me han dejado y han procedido a hacer que este lugar no pueda reconocerse, y a hacer en él humo de sacrificio a otros dioses que no habían conocido, ellos ni sus antepasados ni los reyes de Judá; y han llenado este lugar de la sangre de los inocentes.
Y edificaron los lugares altos del Baal para quemar a sus hijos en el fuego como holocaustos al Baal,j cosa que yo no había mandado ni de la cual había hablado,k y que no había subido a mi corazón”’.l
”‘“Por lo tanto, ¡miren!, vienen días —es la expresión de Jehová— en que este lugar ya no se llamará Tófet ni el valle del hijo de Hinón, sino el valle de la matanza.
Y ciertamente haré nulo el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar, y de veras haré que caigan a espada delante de sus enemigos y por la mano de los que buscan su alma. Y ciertamente daré sus cuerpos muertos como alimento a las criaturas voladoras de los cielos y a las bestias de la tierra.
Y de veras haré de esta ciudad un objeto de pasmo y algo de qué silbar. Todo el que vaya pasando junto a ella, sin excepción, se quedará mirando pasmado y silbará a causa de todas sus plagas.
Y ciertamente haré que coman la carne de sus hijos y la carne de sus hijas; y comerán cada cual la carne de su semejante, a causa de la estrechez y a causa de la tensión con la que los cercarán sus enemigos y los que buscan su alma.”’
Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “De la misma manera quebraré yo a este pueblo y a esta ciudad como quiebra alguien la vasija del alfarero de modo que ya no puede componerse; y en Tófet enterrarán hasta que no haya más lugar para enterrar”’.
Y las casas de Jerusalén y las casas de los reyes de Judá tienen que llegar a ser como el lugar de Tófet, inmundas, es decir, todas las casas sobre cuyos techos hicieron humo de sacrificio a todo el ejército de los cielos y hubo derramamiento de libaciones a otros dioses’”.
Y Jeremías procedió a venir de Tófet, adonde Jehová lo había enviado para profetizar, y a estar de pie en el patio de la casa de Jehová y a decir a todo el pueblo:
“Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Mira, voy a traer sobre esta ciudad y sobre todas sus ciudades toda la calamidad que he hablado contra ella, porque ellos han endurecido su cerviz para no obedecer mis palabras’”.
Ahora bien, Pasjur hijo de Imer, el sacerdote, que también era el principal comisionado en la casa de Jehová, siguió escuchando a Jeremías mientras este profetizaba estas palabras.
Pero al día siguiente aconteció que Pasjur procedió a dejar salir a Jeremías del cepo, y Jeremías ahora le dijo: “Jehová te ha llamado por nombre, no Pasjur, sino Terror todo en derredor.
Porque esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Mira, voy a hacer que seas un terror a ti mismo y a todos tus amadores,* y ellos ciertamente caerán por la espada de sus enemigos mientras tus ojos estén mirando; y a todo Judá daré en mano del rey de Babilonia, y él realmente los llevará al destierro en Babilonia y los derribará a espada.
Y ciertamente daré todas las cosas almacenadas de esta ciudad y todo su producto y todas sus cosas preciosas; y todos los tesoros de los reyes de Judá voy a dar en la mano de sus enemigos. Y ellos ciertamente los saquearán y los tomarán y los llevarán a Babilonia.
Y en cuanto a ti, oh Pasjur, y todos los habitantes de tu casa, se irán al cautiverio; y a Babilonia llegarás, y allí morirás, y allí serás enterrado tú mismo con todos tus amadores, porque les has profetizado en falsedad’”.
Me has embaucado, oh Jehová, de modo que fui embaucado. Usaste tu fuerza contra mí, de modo que prevaleciste. Vine a ser objeto de risa todo el día; todos me hacen escarnio.
Porque cuantas veces grito, clamo. Violencia y expoliación son lo que clamo.n Porque la palabra de Jehová vino a ser para mí causa de oprobio y de mofa todo el día.o
Y dije: “No voy a hacer mención de él, y no hablaré más en su nombre”.p Y en mi corazón resultó ser como un fuego ardiente, encerrado en mis huesos; y me cansé de contener, y no pude [aguantarlo].*q
Porque oí el mal informe de muchos.r Había terror todo en derredor.* “Anuncien, para que anunciemos nosotros acerca de él.”a Todo hombre mortal me dice: “¡Paz!”... se mantienen alerta a mi cojear:b “Quizás sea embaucado,c para que prevalezcamos contra él y tomemos en él nuestra venganza”.
Pero Jehová estuvo conmigod como un terrible poderoso.e Por eso los mismísimos que me persiguen tropezarán y no prevalecerán.f Ciertamente quedarán muy avergonzados, porque no habrán prosperado. [Su] humillación, de duración indefinida, será una que no se olvidará.g
Pero tú, oh Jehová de los ejércitos, estás examinando al justo;h estás viendo los riñones y el corazón.i Vea yo tu venganza en ellos,j porque a ti te he revelado mi litigio.k
Y ese mismo hombre tiene que llegar a ser como ciudades que Jehová ha derribado mientras Él no ha sentido pesar. Y él tendrá que oír un alarido por la mañana y una señal de alarma a la hora del mediodía.
¿Por qué no me dio muerte definitivamente desde la matriz, para que mi madre llegara a ser para mí mi sepultura, y su matriz estuviera preñada hasta tiempo indefinido?
La palabra que le ocurrió a Jeremías de parte de Jehová, cuando el rey Sedequías envió a donde él a Pasjur hijo de Malkías y a Sofonías hijo de Maaseya, el sacerdote, diciendo:
“Por favor inquiere de Jehová por nosotros, porque Nabucodorosor el rey de Babilonia está haciendo guerra contra nosotros. Tal vez Jehová haga con nosotros conforme a todas sus obras maravillosas, de manera que aquel se retire de nosotros”.
‘Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: “Mira, voy a volver en dirección contraria las armas de guerra que están en las manos de ustedes, con las cuales están peleando contra el rey de Babilonia y los caldeos que los tienen sitiados fuera del muro, y ciertamente reuniré a estos en medio de esta ciudad.
”‘“Y después de eso —es la expresión de Jehová—, daré a Sedequías el rey de Judá y a sus siervos y al pueblo y a los que en esta ciudad queden de la peste, de la espada y del hambre, en la mano de Nabucodorosor el rey de Babilonia, aun en la mano de los enemigos de ellos y en la mano de los que están buscando su alma, y él ciertamente los herirá a filo de espada. No les tendrá lástima, ni mostrará compasión ni tendrá misericordia alguna.”’
El que se quede sentado en esta ciudad morirá a espada y del hambre y de la peste; pero el que esté saliendo y realmente se pase a los caldeos que los tienen sitiados seguirá viviendo, y su alma ciertamente llegará a ser suya como despojo”’.
”‘“Porque he fijado mi rostro contra esta ciudad para calamidad y no para bien —es la expresión de Jehová—. En la mano del rey de Babilonia será dada, y él ciertamente la quemará con fuego.”
Oh casa de David, esto es lo que ha dicho Jehová: “Cada mañana rindan fallo en justicia, y libren a la víctima del robo de la mano del defraudador, para que no salga mi furia justamente como fuego y realmente arda y no haya quien la extinga a causa de la maldad de sus tratos”.’
”‘Aquí estoy contra ti, oh moradora de la llanura baja, oh roca de la tierra llana —es la expresión de Jehová—. En cuanto a ustedes los que están diciendo: “¿Quién descenderá contra nosotros? ¿Y quién entrará en nuestras moradas?”,
yo también ciertamente pediré cuentas a ustedes conforme al fruto de sus tratos —es la expresión de Jehová—. Y de veras encenderé un fuego en el bosque de ella, y ciertamente devorará todas las cosas en derredor de ella’”.
Y tienes que decir: ‘Oye la palabra de Jehová, oh rey de Judá que estás sentado en el trono de David, tú con tus siervos y tu pueblo, los que están entrando por estas puertas.
Esto es lo que ha dicho Jehová: “Hagan derecho y justicia, y libren de la mano del defraudador a la víctima del robo; y no maltraten a ningún residente forastero, huérfano de padre ni viuda. No [les] hagan violencia. Y no derramen sangre inocente en este lugar.
Porque si ustedes sin falta ejecutan esta palabra, también ciertamente entrarán por las puertas de esta casa los reyes que se sienten por David sobre su trono, montados en carros y en caballos, él con sus siervos y su pueblo”’.
”‘Pero si ustedes no obedecen estas palabras, por mí mismo de veras juro —es la expresión de Jehová— que esta casa llegará a ser simplemente un lugar devastado.’
”Porque esto es lo que ha dicho Jehová respecto a la casa del rey de Judá: ‘Tú eres para mí como Galaad, la cabeza del Líbano. Con toda seguridad haré de ti un desierto; en cuanto a las ciudades, ni una sola será habitada.
Y ciertamente santificaré contra ti a los que traigan ruina, a cada uno y sus armas; y tendrán que cortar los más selectos de tus cedros y hacer que caigan en el fuego.
”No lloren ustedes al muerto, y no se conduelan por él. Lloren profusamente por el que está yéndose, porque no volverá más, y realmente no verá la tierra de sus parientes.
Porque esto es lo que ha dicho Jehová acerca de Salum hijo de Josías, el rey de Judá que está reinando en lugar de Josías su padre, que ha salido de este lugar: ‘No volverá más allí.
”¡Ay de aquel que edifica su casa, pero no con justicia, y sus cámaras superiores, pero no con derecho, por el uso de su semejante que le sirve de balde, y cuyo salario él no le da!;
el que dice: ‘Voy a edificarme una casa espaciosa y cámaras superiores holgadas; y mis ventanas tendrán que ser ensanchadas para ella, y el enmaderar será con cedro, y embadurnado con bermellón’.
¿Continuarás reinando porque estás compitiendo por el uso del cedro? En cuanto a tu padre, ¿no comió y bebió y ejecutó derecho y justicia? En aquel caso le fue bien.
Él defendió la reclamación legal del afligido y del pobre. En aquel caso aquello marchó bien. ‘¿No era ese un caso de conocerme? —es la expresión de Jehová—.
Con toda seguridad tus ojos y tu corazón están puestos solamente sobre tu ganancia injusta, y sobre la sangre del inocente para derramar[la], y sobre el defraudar y sobre la extorsión a fin de ocuparte en [estos].’
”Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová respecto a Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá: ‘No lo plañirán: “¡Ay, hermano mío! Y ¡ay, hermana [mía]!”. No lo plañirán: “¡Ay, oh amo! Y ¡ay, su dignidad!”.
Un viento pastoreará a todos tus propios pastores; y en cuanto a los que te aman intensamente, se irán al cautiverio mismo. Porque en aquel tiempo te avergonzarás y ciertamente te sentirás humillada a causa de toda tu calamidad.
Oh tú, que estás morando en el Líbano, anidada en los cedros, ¡cómo suspirarás, de veras, cuando llegues a estar con dolores, los dolores de parto como los de una mujer que está dando a luz!”.
“‘¡Tan ciertamente como que vivo yo —es la expresión de Jehová—, aun si Conías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, fuera el anillo de sellar sobre mi diestra, de allí te arrancaría!
Y ciertamente te daré en la mano de los que están buscando tu alma, y en la mano de los que te tienen asustado, y en la mano de Nabucodorosor el rey de Babilonia, y en la mano de los caldeos.
¿Es este hombre Conías una mera forma despreciada, hecha añicos, o una vasija que no ocasiona deleite? ¿Por qué tienen que ser arrojados hacia abajo él mismo y su prole, y echados a la tierra que no han conocido?’
Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Inscriban a este hombre como sin hijos, como un hombre físicamente capacitado que no tendrá ningún éxito en sus días; porque de su prole ni uno solo tendrá éxito, de modo que se siente sobre el trono de David y gobierne ya en Judá’.”
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel contra los pastores que están pastoreando a mi pueblo: “Ustedes mismos han esparcido mis ovejas; y siguieron dispersándolas, y no han dirigido su atención a ellas”. “Aquí voy a dirigir mi atención a ustedes por la maldad de sus tratos”, es la expresión de Jehová.
“Y yo mismo juntaré al resto de mis ovejas de todas las tierras a las cuales las había dispersado, y ciertamente las traeré de vuelta a su apacentadero, y de veras serán fructíferas y llegarán a ser muchas.
Y ciertamente levantaré sobre ellas pastores que realmente las pastorearán; y ellas ya no tendrán miedo, ni se sobrecogerán de terror alguno, y no faltará ninguna”, es la expresión de Jehová.
“¡Miren! Vienen días —es la expresión de Jehová—, y yo ciertamente levantaré a David un brote justo. Y un rey ciertamente reinará y actuará con discreción y ejecutará derecho y justicia en la tierra.
“Por lo tanto, ¡miren!, vienen días —es la expresión de Jehová—, y ya no dirán: ‘Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto’,
sino: ‘Vive Jehová que hizo subir y que hizo entrar a la prole de la casa de Israel de la tierra del norte y de todas las tierras a las cuales yo los he dispersado’, y ciertamente morarán en su propio suelo.”
En cuanto a los profetas, se ha quebrantado mi corazón dentro de mí. Todos mis huesos han empezado a estremecerse. Me he puesto como un hombre que está borracho, y como un hombre físicamente capacitado a quien el vino ha vencido, a causa de Jehová y a causa de sus santas palabras.
Porque de adúlteros se ha llenado la tierra. Porque a causa de la maldición la tierra se ha dado al duelo, los pastos del desierto se han secado; y la manera de proceder de ellos resulta mala, y su poderío no es recto.
Por lo tanto, su camino llegará a ser para ellos como resbaladeros en las tinieblas, en el cual serán empujados y ciertamente caerán.” “Porque yo traeré sobre ellos una calamidad, el año en que se les dé atención —es la expresión de Jehová—.
Y en los profetas de Samaria he visto impropiedad. Han actuado como profetas [incitados] por Baal, y siguen haciendo que mi pueblo, aun Israel, ande errante.
Y en los profetas de Jerusalén he visto cosas horribles, el cometer adulterio y andar en falsedad; y han fortalecido las manos de los malhechores para que no se vuelvan, cada cual de su propia maldad. Para mí todos ellos han llegado a ser como Sodoma, y los habitantes de ella como Gomorra.”
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos contra los profetas: “Aquí voy a hacerles comer ajenjo, y ciertamente les daré a beber agua envenenada. Porque de los profetas de Jerusalén ha salido la apostasía a toda la tierra”.
Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “No escuchen las palabras de los profetas que les están profetizando. Están haciendo que ustedes se hagan vanos. La visión de su propio corazón es lo que hablan... no de la boca de Jehová.
Vez tras vez están diciendo a los que me son irrespetuosos: ‘Jehová ha hablado: “Paz es lo que llegarán a tener”’. Y [a] todos los que van andando en la terquedad de su corazón les han dicho: ‘Ninguna calamidad vendrá sobre ustedes’.
La cólera de Jehová no se volverá atrás hasta que él haya llevado a cabo y hasta que haya realizado las ideas de su corazón. En la parte final de los días ustedes darán su consideración a ello con entendimiento.
Pero si se hubieran parado en mi grupo íntimo, entonces habrían hecho que mi pueblo oyera mis propias palabras, y habrían hecho que se volvieran de su camino malo y de la maldad de sus tratos”.
“¿O puede cualquier hombre estar ocultado en escondrijos y yo mismo no verlo?”, es la expresión de Jehová. “¿No lleno realmente yo mismo los cielos y la tierra? —es la expresión de Jehová—.
Están pensando en hacer que mi pueblo olvide mi nombre por medio de sus sueños que siguen contándose cada uno al otro, tal como sus padres olvidaron mi nombre por medio de Baal.
El profeta con quien haya un sueño, cuente el sueño; pero aquel con quien esté mi propia palabra, hable mi palabra con verdad.” “¿Qué tiene que ver la paja con el grano?”, es la expresión de Jehová.
“Aquí estoy yo contra los profetas de sueños falsos —es la expresión de Jehová— que los cuentan y hacen que mi pueblo ande errante debido a sus falsedades y debido a su jactancia.” “Pero yo mismo no los envié ni les di orden. Así que de ninguna manera aprovecharán a este pueblo”, es la expresión de Jehová.
“Y cuando te pregunte este pueblo, o el profeta, o sacerdote, diciendo: ‘¿Cuál es la carga de Jehová?’, también tienes que decirles: ‘“Ustedes son... ¡oh, qué carga! Y ciertamente los abandonaré”, es la expresión de Jehová’.
En cuanto al profeta o al sacerdote o al pueblo que diga: ‘¡La carga de Jehová!’, yo también ciertamente dirigiré mi atención a ese hombre y a su casa.
Pero de la carga de Jehová ya no hagan mención ustedes, porque la carga misma llega a ser para cada cual su propia palabra, y ustedes han cambiado las palabras del Dios vivo, Jehová de los ejércitos, nuestro Dios.
Y si “¡La carga de Jehová!” es lo que ustedes siguen diciendo, por lo tanto esto es lo que ha dicho Jehová: “Por la razón de que ustedes dicen: ‘Esta palabra es la mismísima carga de Jehová’, cuando yo seguí enviando a decirles: ‘No deben decir: “¡La carga de Jehová!”’,
¡por lo tanto, aquí estoy yo! Y ciertamente los entregaré a ustedes al descuido, decididamente, y de veras los abandonaré a ustedes y a la ciudad que les di a ustedes y a sus antepasados... de delante de mí.
Y Jehová me mostró, y, ¡mire!, dos cestas de higos colocadas delante del templo de Jehová, después que Nabucodorosor el rey de Babilonia se hubo llevado al destierro a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, y a los príncipes de Judá y a los artífices y a los constructores de baluartes, de Jerusalén para transportarlos a Babilonia.
En cuanto a la primera cesta, los higos eran muy buenos, como brevas; y en cuanto a la otra cesta, los higos eran muy malos, de modo que no se podían comer de malos que eran.
Y Jehová procedió a decirme: “¿Qué estás viendo, Jeremías?”. De modo que dije: “Higos, los higos buenos muy buenos, y los malos muy malos, de modo que no pueden comerse de malos que son”.
“Esto es lo que ha dicho Jehová, el Dios de Israel: ‘Como a estos higos buenos, así consideraré a los desterrados de Judá, a quienes ciertamente enviaré de este lugar a la tierra de los caldeos, de buena manera.
Y ciertamente fijaré mi ojo sobre ellos de buena manera, y de seguro haré que regresen a esta tierra. Y ciertamente los edificaré, y no demoleré; y ciertamente los plantaré, y no desarraigaré.
Y de veras les daré un corazón para que me conozcan, que yo soy Jehová; y tendrán que llegar a ser mi pueblo, y yo mismo llegaré a ser su Dios, porque se volverán a mí con todo el corazón.
”’Y como los higos malos que no pueden comerse de malos que son, esto de hecho es lo que ha dicho Jehová: “Así daré a Sedequías el rey de Judá y a sus príncipes y al resto de Jerusalén que se están quedando en este país y a los que están morando en la tierra de Egipto...
yo también ciertamente los daré para trepidación, para calamidad, en todos los reinos de la tierra, para oprobio y para un dicho proverbial, para un escarnio y para una invocación de mal, en todos los lugares a los cuales los dispersaré.
La palabra que le ocurrió a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, es decir, el primer año de Nabucodorosor el rey de Babilonia;
“Desde el año decimotercero de Josías hijo de Amón, el rey de Judá, y hasta el día de hoy, estos veintitrés años me ha ocurrido la palabra de Jehová, y seguí hablándoles, madrugando y hablando, pero ustedes no escucharon.
cuando ellos decían: ‘Vuélvanse, por favor, cada uno de su camino malo y de la maldad de sus tratos, y continúen morando sobre el suelo que Jehová les dio a ustedes y a sus antepasados desde mucho tiempo atrás y hasta mucho tiempo por venir.
Y no anden tras otros dioses para servirles y para inclinarse ante ellos, para que no me ofendan con la obra de sus manos, y para que yo no les cause calamidad a ustedes’.
miren, voy a enviar y ciertamente tomaré a todas las familias del norte —es la expresión de Jehová—, hasta [enviar aviso] a Nabucodorosor el rey de Babilonia, mi siervo, y ciertamente las traeré contra esta tierra y contra sus habitantes y contra todas estas naciones en derredor; y ciertamente los daré por entero a la destrucción y haré de ellos objeto de pasmo y algo de qué silbar y lugares devastados hasta tiempo indefinido.
Y ciertamente destruiré de entre ellos el sonido de alborozo y el sonido de regocijo, la voz del novio y la voz de la novia, el sonido del molino de mano y la luz de la lámpara.
Y toda esta tierra tiene que llegar a ser un lugar devastado, un objeto de pasmo, y estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años”’.l
”‘Y tiene que ocurrir que, cuando se hayan cumplido setenta años, pediré cuentas al rey de Babilonia y a aquella nación —es la expresión de Jehová— por su error, aun a la tierra de los caldeos, y ciertamente haré de ella yermos desolados hasta tiempo indefinido.
Y de veras traeré sobre aquella tierra todas mis palabras que he hablado contra ella, aun todo lo que está escrito en este libro que Jeremías ha profetizado contra todas las naciones.
Porque hasta ellas mismas, muchas naciones y reyes grandes, los han explotado como siervos; y ciertamente se lo pagaré conforme a su actividad y conforme a la obra de sus manos’”.
Porque esto es lo que me dijo Jehová el Dios de Israel: “Toma de mi mano esta copa del vino de la furia, y tienes que hacer que lo beban todas las naciones a quienes voy a enviarte.
a saber, a Jerusalén y a las ciudades de Judá y sus reyes, sus príncipes, para hacerlos un lugar devastado, un objeto de pasmo, algo de qué silbar y una invocación de mal, tal como sucede este día;
y a toda la compañía mixta, y a todos los reyes de la tierra de Uz, y a todos los reyes de la tierra de los filisteos, y a Asquelón y Gaza y Eqrón y el resto de Asdod;
y todos los reyes del norte que están cerca y lejos, uno tras otro, y todos los [demás] reinos de la tierra que están sobre la superficie del suelo; y el mismo rey de Sesac beberá después de ellos.
“Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Beban y emborráchense y vomiten y caigan de manera que no puedan levantarse a causa de la espada que voy a enviar entre ustedes”’.
Y tiene que suceder que, en caso de que ellos rehúsen tomar la copa de tu mano para beber, también tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Beberán sin falta.
Porque, ¡miren!, es con la ciudad sobre la cual se llama mi nombre con que estoy comenzando en cuanto a traer calamidad, ¿y deben ustedes mismos de manera alguna quedar libres de castigo?”’. ”‘No quedarán libres de castigo, porque hay una espada que estoy llamando contra todos los habitantes de la tierra’, es la expresión de Jehová de los ejércitos.
”Y en cuanto a ti, tú les profetizarás todas estas palabras, y tienes que decirles: ‘Desde lo alto Jehová mismo rugirá, y desde su santa morada dará su voz. Sin falta rugirá sobre su lugar de habitación. Un grito como el de los que pisan [el lagar] voceará en canto contra todos los habitantes de la tierra’.
”‘Un ruido ciertamente llegará hasta la mismísima parte más lejana de la tierra, porque hay una controversia que Jehová tiene con las naciones. Él personalmente tiene que ponerse en juicio con toda carne. En cuanto a los inicuos, tiene que darlos a la espada’, es la expresión de Jehová.
”Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘¡Miren! Una calamidad va a salir de nación en nación, y una gran tormenta misma será levantada desde las partes más remotas de la tierra.
Y los muertos por Jehová ciertamente llegarán a estar en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el mismísimo otro extremo de la tierra. No serán plañidos, ni serán recogidos ni enterrados. Quedarán como estiércol sobre la superficie del suelo’.
”¡Aúllen, pastores, y clamen! ¡Y revuélquense, majestuosos del rebaño, porque se han cumplido sus días para degollación y para sus esparcimientos, y ustedes tendrán que caer como un vaso deseable!
Él ha dejado su guarida justamente como un leoncillo crinado, pues la tierra de ellos ha llegado a ser objeto de pasmo a causa de la espada que da maltrato y a causa de la ardiente cólera de él.”
“Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Manténte de pie en el patio de la casa de Jehová, y tienes que hablar, acerca de todas las ciudades de Judá que están entrando a inclinarse en la casa de Jehová, todas las palabras que ciertamente te mandaré hablarles. No quites palabra alguna.
Quizás escuchen y se vuelvan, cada uno de su camino malo, y yo tenga que sentir pesar por la calamidad que estoy pensando ejecutar sobre ellos a causa de la maldad de sus tratos.
mediante escuchar las palabras de mis siervos los profetas —a quienes estoy enviando a ustedes, aun madrugando y enviándo[los]—, a quienes no han escuchado,
yo, en cambio, ciertamente haré que esta casa sea como la de Siló, y haré que esta ciudad sea una invocación de mal para todas las naciones de la tierra’”’”.
Aconteció que cuando Jeremías hubo terminado de hablar todo lo que Jehová [le] había mandado hablar a todo el pueblo, entonces los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo le echaron mano y dijeron: “Positivamente morirás.
¿Por qué has profetizado en el nombre de Jehová, diciendo: ‘Como la de Siló es como esta casa llegará a ser, y esta mismísima ciudad será devastada de modo que quede sin habitante’?”. Y todo el pueblo siguió congregándose alrededor de Jeremías en la casa de Jehová.
Andando el tiempo, los príncipes de Judá llegaron a oír estas palabras, y procedieron a subir de la casa del rey a la casa de Jehová y a sentarse en la entrada de la puerta nueva de Jehová.
Y los sacerdotes y los profetas empezaron a decir a los príncipes y a todo el pueblo: “A este hombre le corresponde el juicio de muerte, porque ha profetizado acerca de esta ciudad tal como han oído ustedes con sus propios oídos”.
Ante aquello, Jeremías dijo a todos los príncipes y a todo el pueblo: “Fue Jehová quien me envió a profetizar acerca de esta casa y acerca de esta ciudad todas las palabras que ustedes han oído.
Y ahora hagan buenos sus caminos y sus tratos, y obedezcan la voz de Jehová su Dios, y Jehová sentirá pesar por la calamidad que ha hablado contra ustedes.
Solo que deben saber sin falta que, si me dan muerte, es sangre inocente la que están poniendo sobre ustedes mismos y sobre esta ciudad y sobre sus habitantes, porque en verdad Jehová sí me envió a ustedes para hablar a oídos de ustedes todas estas palabras”.
Entonces los príncipes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: “No hay juicio de muerte que le corresponda a este hombre, porque fue en el nombre de Jehová nuestro Dios como nos habló”.
“Miqueas de Moréset mismo se hallaba profetizando en los días de Ezequías el rey de Judá y pasó a decir a todo el pueblo de Judá: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Sión misma será arada como un simple campo, y Jerusalén misma llegará a ser simples montones de ruinas, y la montaña de la Casa servirá para lugares altos de un bosque”’.
¿Acaso Ezequías el rey de Judá y todos los de Judá le dieron muerte de manera alguna? ¿No temió él a Jehová y procedió a ablandar el rostro de Jehová, de modo que Jehová llegó a sentir pesar por la calamidad que había hablado contra ellos? Así estamos desarrollando una gran calamidad contra nuestras almas.
”Y también sucedió que hubo un hombre que estaba profetizando en el nombre de Jehová, Uriya hijo de Semaya de Quiryat-jearim. Y siguió profetizando contra esta ciudad y contra este país conforme a todas las palabras de Jeremías.
Y el rey Jehoiaquim y todos sus hombres poderosos y todos los príncipes llegaron a oír sus palabras, y el rey empezó a buscar que se le diera muerte. Cuando Uriya llegó a oír [esto], al instante le dio miedo, y huyó, y entró en Egipto.
Y procedieron a sacar a Uriya de Egipto y llevarlo al rey Jehoiaquim, quien entonces lo derribó a espada y echó su cuerpo muerto en el cementerio de los hijos del pueblo”.
Y tienes que enviárselas al rey de Edom y al rey de Moab y al rey de los hijos de Ammón y al rey de Tiro y al rey de Sidón, por la mano de los mensajeros que están viniendo a Jerusalén a Sedequías* el rey de Judá.
Y tienes que darles un mandato para sus amos,* y decir: ”’“Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel; esto es lo que ustedes deben decir a sus amos:
‘Yo mismo he hecho la tierra, a la humanidad* y las bestias que están sobre la superficie de la tierra por mi gran poder y por mi brazo extendido; y la he dado a quien ha resultado recto a mis ojos darla.
Y ahora yo mismo he dado todos estos países en la mano de Nabucodorosor* el rey de Babilonia,# mi siervo; y hasta las bestias salvajes del campo se las he dado para que le sirvan.
Y todas las naciones tienen que servirle, sí, a él y a su hijo y a su nieto hasta que llegue el tiempo de aun su propio país, y muchas naciones y reyes grandes tendrán que explotarlo como siervo’.
”’”‘Y tiene que suceder que la nación y el reino que no quiera servirle, aun a Nabucodorosor el rey de Babilonia; y el que no quiera poner su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, con la espada y con el hambre y con la peste dirigiré yo mi atención a esa nación —es la expresión de Jehová— hasta que los haya acabado por mano de él.’
”’”‘Y en cuanto a ustedes, no escuchen a sus profetas ni a sus practicantes de adivinación ni a sus soñadores ni a sus practicantes de magia ni a sus hechiceros, que están diciéndoles: “Ustedes no servirán al rey de Babilonia”.
Porque falsedad es lo que les están profetizando, con el propósito de que sean llevados lejos de sobre su suelo; y yo tenga que dispersarlos, y ustedes tengan que perecer.
”’”’Y en cuanto a la nación que ponga su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y realmente le sirva, yo también ciertamente la dejaré descansar sobre su suelo —es la expresión de Jehová— y ciertamente lo cultivará y morará en él’”’”.
Aun a Sedequías el rey de Judá hablé conforme a todas estas palabras, y dije: “Pongan sus cuellos bajo el yugo del rey de Babilonia y sírvanles a él y a su pueblo y sigan viviendo.
¿Por qué deben morir tú mismo y tu pueblo a espada, del hambre y de la peste conforme a lo que Jehová ha hablado a la nación que no sirva al rey de Babilonia?
Y no escuchen las palabras de los profetas que les están diciendo: ‘Ustedes no servirán al rey de Babilonia’, porque falsedad es lo que les están profetizando.
”‘Porque yo no los he enviado —es la expresión de Jehová—; antes bien, están profetizando en mi nombre falsamente, con el objeto de que yo los disperse a ustedes, y tengan que perecer, ustedes y los profetas que les están profetizando’”.
Y hablé a los sacerdotes, y a todo este pueblo hablé, y dije: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘No escuchen las palabras de sus profetas que les están profetizando, y dicen: “¡Miren! ¡Los utensilios de la casa de Jehová están siendo traídos de vuelta de Babilonia muy pronto ya!”. Porque falsedad es lo que les están profetizando.
Pero si ellos son profetas y si la palabra de Jehová de veras existe con ellos, que ellos, por favor, rueguen a Jehová de los ejércitos, para que los utensilios que quedan en la casa de Jehová y en la casa del rey de Judá y en Jerusalén no vayan a entrar en Babilonia’.
”Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos acerca de las columnas y acerca del mar y acerca de las carretillas y acerca de lo restante de los utensilios que quedan en esta ciudad,
los cuales no había tomado Nabucodorosor el rey de Babilonia cuando se llevó al destierro a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, de Jerusalén a Babilonia, junto con todos los nobles de Judá y Jerusalén;
porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de los utensilios que quedan en la casa de Jehová y en la casa del rey de Judá y en Jerusalén:
‘“A Babilonia es adonde serán llevados, y allí permanecerán hasta el día en que yo les dirija mi atención a ellos”, es la expresión de Jehová. “Y ciertamente los haré subir y los restauraré en este lugar”’”.
Entonces aconteció en aquel año, al principio del reinado de Sedequías el rey de Judá, en el año cuarto, en el mes quinto, que Hananías hijo de Azur, el profeta que era de Gabaón, me dijo en la casa de Jehová, ante los ojos de los sacerdotes y de todo el pueblo:
Dentro de dos años completos voy a traer de vuelta a este lugar todos los utensilios de la casa de Jehová que Nabucodorosor el rey de Babilonia tomó de este lugar para llevarlos a Babilonia’”.
“‘Y a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, y a todos los desterrados de Judá que han ido a Babilonia los voy a traer de vuelta a este lugar —es la expresión de Jehová—, porque quebraré el yugo del rey de Babilonia.’”
Y Jeremías el profeta procedió a decir a Hananías el profeta ante los ojos de los sacerdotes y ante los ojos de todo el pueblo que estaba de pie en la casa de Jehová;
sí, Jeremías el profeta procedió a decir: “¡Amén! ¡Hágalo así Jehová! ¡Establezca Jehová tus palabras que has profetizado y traiga de vuelta de Babilonia a este lugar los utensilios de la casa de Jehová y a todos los desterrados!
En cuanto a los profetas que fueron antes de mí y antes de ti de mucho tiempo atrás, ellos también profetizaban acerca de muchos países y acerca de reinos grandes, de guerra y de calamidad y de peste.
En cuanto al profeta que profetiza de paz, cuando se realice la palabra del profeta se llegará a conocer el profeta a quien Jehová ha enviado en verdad”.
Y Hananías pasó a decir ante los ojos de todo el pueblo: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Así mismo dentro de dos años completos quebraré yo el yugo de Nabucodorosor el rey de Babilonia de sobre el cuello de todas las naciones’”. Y Jeremías el profeta procedió a irse por su camino.
Entonces la palabra de Jehová le ocurrió a Jeremías, después que Hananías el profeta hubo quebrado la vara que servía de yugo de sobre el cuello de Jeremías el profeta, y dijo:
“Ve, y tienes que decir a Hananías: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Has quebrado varas de madera que sirven de yugo, y en lugar de ellas tendrás que hacer varas de hierro que sirvan de yugo”.
Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Ciertamente pondré un yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodorosor el rey de Babilonia; y tendrán que servirle. Y hasta las bestias salvajes del campo ciertamente le daré”’”.
Y Jeremías el profeta pasó a decir a Hananías el profeta: “¡Escucha, por favor, oh Hananías! Jehová no te ha enviado, sino que tú mismo has hecho que este pueblo confíe en una falsedad.
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: ‘¡Mira!, voy a enviarte de sobre la superficie del suelo. Este año tú mismo tienes que morir, porque has hablado verdadera sublevación contra Jehová’”.
Y estas son las palabras de la carta que Jeremías el profeta envió desde Jerusalén al remanente de los ancianos de los desterrados y a los sacerdotes y a los profetas y a todo el pueblo, a quienes Nabucodorosor había llevado al destierro desde Jerusalén a Babilonia,
después que Jeconías el rey, y la dama, y los oficiales de la corte —los príncipes de Judá y Jerusalén— y los artífices y los constructores de baluartes hubieron salido de Jerusalén.
Fue por la mano de Elasá hijo de Safán y de Guemarías hijo de Hilquías, a quienes Sedequías el rey de Judá envió a Babilonia a Nabucodorosor el rey de Babilonia, diciendo:
“Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, a todos los desterrados, a quienes he hecho ir al destierro de Jerusalén a Babilonia:
Tomen esposas y lleguen a ser padres de hijos y de hijas; y tomen esposas para sus propios hijos y den sus propias hijas a esposos, para que den a luz hijos e hijas; y háganse muchos allí, y no se hagan pocos.
También, busquen la paz de la ciudad a la cual los he hecho ir en destierro, y oren a Jehová a favor de ella, porque en la paz de ella resultará haber paz para ustedes mismos.
Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “No los engañen sus profetas que están en medio de ustedes, ni sus practicantes de adivinación, y no escuchen los sueños de ellos que ellos están soñando.
“Porque esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Conforme se cumplan setenta años en Babilonia yo dirigiré mi atención a ustedes, y ciertamente estableceré para con ustedes mi buena palabra trayéndolos de vuelta a este lugar’.
”‘Porque yo mismo bien conozco los pensamientos que estoy pensando para con ustedesh —es la expresión de Jehová—, pensamientos de paz, y no de calamidad,i para darles un futuro y una esperanza.j
Y yo mismo ciertamente me dejaré hallar por ustedesn —es la expresión de Jehová—. Y ciertamente recogeré a su cuerpo de cautivos y los juntaré a ustedes de todas las naciones y de todos los lugares a los cuales los he dispersadoo —es la expresión de Jehová—. Y de veras los traeré de vuelta al lugar del cual los hice ir al destierro.’p
”Porque esto es lo que ha dicho Jehová al rey que se sienta en el trono de David y a todo el pueblo que mora en esta ciudad, sus hermanos que no han salido con ustedes al destierro:
‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Aquí voy a enviar contra ellos la espada, el hambre y la peste, y ciertamente haré que sean como los higos reventados, que no se pueden comer por lo malos que son”’.
”‘Y ciertamente seguiré tras ellos con la espada, con el hambre y con la peste, y de veras los daré para trepidación a todos los reinos de la tierra, para maldición y para objeto de pasmo y para algo de qué silbar y para oprobio entre todas las naciones a las cuales ciertamente los dispersaré,
debido al hecho de que no han escuchado mis palabras —es la expresión de Jehová— que les he enviado con mis siervos los profetas, madrugando y enviándo[los].’ ”‘Pero ustedes no han escuchado’, es la expresión de Jehová.
Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, respecto a Acab hijo de Qolaya y a Sedequías hijo de Maaseya, que les están profetizando falsedad en mi propio nombre: ‘Miren, voy a darlos en la mano de Nabucodorosor el rey de Babilonia, y él tiene que derribarlos ante los ojos de ustedes.
Y de ellos ciertamente se tomará una invocación de mal por parte de todo el cuerpo de desterrados de Judá que está en Babilonia, y se dirá: “¡Haga Jehová que seas como Sedequías y como Acab, a quienes el rey de Babilonia asó al fuego!”,
por razón de que se han ocupado en insensatez en Israel, y siguen cometiendo adulterio con las esposas de sus compañeros y siguen hablando falsamente en mi propio nombre la palabra que yo no les ordené. ”’“Y yo soy Aquel que sabe, y soy testigo”, es la expresión de Jehová’.”
‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Por razón de que tú mismo has enviado en tu nombre cartas a todo el pueblo que está en Jerusalén, y a Sofonías hijo de Maaseya, el sacerdote, y a todos los sacerdotes, diciendo:
‘Jehová mismo te ha hecho sacerdote en lugar de Jehoiadá el sacerdote, a fin de que llegues a ser el gran superintendente de la casa de Jehová para con cualquier hombre enloquecido y que se porte como profeta, y tienes que ponerlo en el cepo y en la picota;
Pues por eso él ha enviado [un mensaje] a nosotros en Babilonia, diciendo: “¡Es [cosa] muy larga! Edifiquen casas y habiten [en ellas], y planten jardines y coman su fruto...”’”’.”
“Envía a decir a todos los desterrados: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová acerca de Semaya de Nehelam: “Por la razón de que Semaya les ha profetizado, pero yo mismo no lo envié, y trató de hacerles confiar en una falsedad,
por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Aquí voy a dirigir mi atención a Semaya de Nehelam y a su prole’. ”’”‘Él no llegará a tener hombre que more en medio de este pueblo; y no tenderá la vista sobre el bien que estoy haciendo a mi pueblo —es la expresión de Jehová— porque ha hablado verdadera sublevación contra Jehová’”’”.
Pues, “¡mira!, vienen días —es la expresión de Jehová—, y ciertamente recogeré a los cautivos de mi pueblo, Israel y Judá —ha dicho Jehová—, y ciertamente los traeré de vuelta a la tierra que di a sus antepasados, y ellos de seguro la poseerán de nuevo”’”.
Pregunten, por favor, y vean si un varón está dando a luz. ¿Por qué he visto a todo hombre físicamente capacitado con las manos sobre los lomos como una mujer que está dando a luz, y todos los rostros han palidecido?
“Y tiene que suceder en aquel día —es la expresión de Jehová de los ejércitos— que quebraré el yugo de uno de sobre tu cuello, y romperé en dos tus ataduras, y los extraños ya no lo explotarán como siervo.
“Y en cuanto a ti, no tengas miedo, oh siervo mío, Jacob —es la expresión de Jehová—, y no te sobrecojas de terror, oh Israel. Porque, mira, voy a salvarte de lejos, y a tu prole de la tierra de su cautiverio. Y Jacob ciertamente volverá y estará libre de disturbio y estará en desahogo, y no habrá quien haga temblar.”
“Porque yo estoy contigo —es la expresión de Jehová— para salvarte; pero haré un exterminio entre todas las naciones a las cuales te he esparcido. Sin embargo, en tu caso no haré exterminio. Y tendré que corregirte hasta el grado debido, puesto que de ninguna manera te dejaré sin castigo.”
Todos los que te aman intensamente son los que te han olvidado. No eres aquella a quien siguen buscando. Pues con el golpe de un enemigo te he golpeado, con el castigo de alguien cruel, a causa de la abundancia de tu error; se han hecho numerosos tus pecados.
¿Por qué clamas debido a tu quebranto? Tu dolor es incurable a causa de la abundancia de tu error; se han hecho numerosos tus pecados. Yo te he hecho estas cosas.
Por lo tanto, todos los que te devoran serán devorados ellos mismos; y en cuanto a todos tus adversarios, al cautiverio irán todos ellos. Y los que te despojan ciertamente llegarán a ser para pillaje, y a todos los que te saquean yo los daré al saqueo”.
“Porque haré subir un recobro para ti, y de tus golpes te sanaré —es la expresión de Jehová—. Porque una mujer ahuyentada es lo que te llamaron: ‘Esa es Sión, a quien nadie está buscando’.”
Esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí voy a recoger a los cautivos de las tiendas de Jacob, y de sus tabernáculos tendré piedad. Y la ciudad realmente será reedificada sobre su montículo; y sobre su debido sitio la torre de habitación misma se asentará.
Y de ellos ciertamente saldrá acción de gracias, y el sonido de los que están riéndose. Y yo ciertamente los multiplicaré, y no se harán pocos; y de veras los haré pesados en cuanto a número, y no se harán insignificantes.
Y los hijos de él tienen que llegar a ser como en tiempos pasados, y delante de mí su propia asamblea quedará firmemente establecida. Y de veras dirigiré mi atención a todos sus opresores.
Y su majestuoso ciertamente procederá de él, y de en medio de él saldrá su propio gobernante; y ciertamente lo haré aproximarse, y él tendrá que acercarse a mí”. “Porque ¿quién, pues, es este que ha dado en prenda su corazón a fin de acercarse a mí? —es la expresión de Jehová—.
La ardiente cólera de Jehová no se volverá atrás hasta que él haya ejecutado y hasta que haya realizado las ideas de su corazón.j En la parte final de los días ustedes darán su consideración a ello.k
Esto es lo que ha dicho Jehová: “El pueblo compuesto de sobrevivientes de la espada halló favor en el desierto, cuando Israel andaba para conseguir su reposo”.
Todavía te reedificaré y realmente serás reedificada, oh virgen de Israel. Todavía te engalanarás con tus panderetas y realmente saldrás en la danza de los que están riéndose.
Porque esto es lo que ha dicho Jehová: “Griten fuertemente a Jacob con regocijo, y griten agudamente a la cabeza de naciones. Publíquen[lo]. Den alabanza y digan: ‘Salva, oh Jehová, a tu pueblo, al resto de Israel’.
Aquí voy a traerlos de la tierra del norte, y ciertamente los juntaré de las partes más remotas de la tierra. Entre ellos estarán el ciego y el cojo, la mujer que está encinta y la que da a luz, todos juntos. Como gran congregación volverán acá.
Con llanto vendrán, y con [sus] súplicas de favor los traeré. Los haré andar a valles torrenciales de agua, por un camino recto en el cual no se les hará tropezar. Porque he llegado a ser para Israel un Padre; y en cuanto a Efraín, él es mi primogénito”.
Oigan la palabra de Jehová, oh naciones, y anúncien[la] entre las islas lejanas, y digan: “Aquel que esparció a Israel lo juntará él mismo, y ciertamente lo guardará como un pastor a su hato.
Y ciertamente vendrán y clamarán gozosamente en la altura de Sión y se pondrán radiantes por la bondad de Jehová, por el grano y por el vino nuevo y por el aceite y por las crías del rebaño y la vacada. Y su alma simplemente llegará a ser como un jardín bien regado, y ya no volverán a languidecer”.
“En aquel tiempo se regocijará la virgen en la danza, también los jóvenes y los viejos, todos juntos. Y ciertamente cambiaré su duelo en alborozo, y de veras los consolaré y los regocijaré, librados de su desconsuelo.
“Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘En Ramá se está oyendo una voz, lamentación y llanto amargo; Raquel que llora a sus hijos. Ha rehusado ser consolada acerca de sus hijos, porque ya no son’.”
Esto es lo que ha dicho Jehová: “‘Detén tu voz del llanto, y tus ojos de lágrimas, porque existe un galardón para tu actividad —es la expresión de Jehová—, y ellos ciertamente volverán de la tierra del enemigo’.
“Positivamente he oído a Efraín lamentarse de sí mismo: ‘Me has corregido, para que sea corregido, como un becerro que no ha sido entrenado. Haz que me vuelva, y prontamente me volveré, porque tú eres Jehová mi Dios.
Porque después de volverme sentí pesar; y después que se me hizo saber di una palmada sobre el muslo. Me avergoncé, y también me sentí humillado, porque había llevado el oprobio de mi juventud’.”
“¿Es Efraín para mí un hijo precioso, o un niño acariciado? Porque al grado que hablé contra él, sin falta me acordaré de él más aún. Por eso mis intestinos se han alborotado por él. Con toda seguridad le tendré piedad”, es la expresión de Jehová.
“Erígete marcas de camino. Colócate postes de señal. Fija tu corazón sobre la calzada, el camino por el cual tendrás que ir. Vuelve, oh virgen de Israel. Vuelve a estas ciudades tuyas.
¿Hasta cuándo te dirigirás para acá y para allá, oh hija infiel? Pues Jehová ha creado una cosa nueva en la tierra: Una simple hembra estrechará en derredor a un hombre físicamente capacitado.”
Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Aun dirán ellos esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo recoja a sus cautivos: ‘Que Jehová te* bendiga, oh morada justa, oh montaña santa’.
“¡Mira! Vienen días —es la expresión de Jehová—, y ciertamente sembraré la casa de Israel y la casa de Judá con la simiente de hombre y con la simiente de animal doméstico.”
“Y tiene que suceder que, tal como me había mantenido alerta para con ellos para desarraigar y para demoler y para derruir y para destruir y para dañar, así me mantendré alerta para con ellos para edificar y para plantar —es la expresión de Jehová—.
no uno como el pacto que celebré con sus antepasados en el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, ‘el cual pacto mío ellos mismos quebrantaron, aunque yo mismo los poseía como dueño marital’, es la expresión de Jehová.”
“Porque este es el pactoa que celebraré con la casa de Israel después de aquellos díasb —es la expresión de Jehová—. Ciertamente pondré mi ley dentro de ellos,c y en su corazón la escribiré.d Y ciertamente llegaré a ser su Dios, y ellos mismos llegarán a ser mi pueblo.”e
“Y ya no enseñarán cada uno a su compañero y cada uno a su hermano,f diciendo: ‘¡Conozcan a Jehová!’,g porque todos ellos me conocerán, desde el menor de ellos aun hasta el mayor de ellosh —es la expresión de Jehová—. Porque perdonaré su error, y no me acordaré más de su pecado.”i
Esto es lo que ha dicho Jehová, el Dador del sol para luz de día, los estatutos de la luna y las estrellas para luz de noche, Aquel que agita el mar para que se pongan bulliciosas sus olas, Aquel cuyo nombre es Jehová de los ejércitos:
“‘Si estas disposiciones reglamentarias pudieran ser quitadas de delante de mí —es la expresión de Jehová—, los que son la descendencia de Israel igualmente pudieran cesar de resultar ser nación delante de mí para siempre’”.
Esto es lo que ha dicho Jehová: “‘Si los cielos arriba pudieran medirse, y los fundamentos de la tierra abajo pudieran escudriñarse, también yo mismo podría rechazar a la entera descendencia de Israel por motivo de todo lo que han hecho’, es la expresión de Jehová”.
“¡Mira! Vienen días —es la expresión de Jehová—, y la ciudad ciertamente será edificada a Jehová desde la Torre de Hananel hasta la Puerta de la Esquina.
Y toda la llanura baja de los cadáveres y de las cenizas grasosas, y todos los terraplenes hasta el valle torrencial de Cedrón, hasta la mismísima esquina de la Puerta de los Caballos hacia el naciente, será cosa santa a Jehová. No será desarraigada, tampoco será demolida ya hasta tiempo indefinido.”
Y en aquel tiempo las fuerzas militares del rey de Babilonia tenían sitiada a Jerusalén; y en cuanto a Jeremías el profeta, él se hallaba restringido en el Patio de la Guardia que está en la casa del rey de Judá;
porque Sedequías el rey de Judá lo había restringido, diciendo: “¿Por qué estás profetizando, y dices: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí voy a dar esta ciudad en la mano del rey de Babilonia, y él ciertamente la tomará;
y Sedequías mismo, el rey de Judá, no escapará de la mano de los caldeos, porque sin falta será dado en la mano del rey de Babilonia, y su boca realmente hablará con la boca de aquel, y sus propios ojos verán hasta los ojos de aquel”’;
‘y a Babilonia llevará él a Sedequías, y allí continuará hasta que yo dirija mi atención a él —es la expresión de Jehová—; aunque ustedes sigan guerreando contra los caldeos, no tendrán éxito’?”.
‘Aquí viene a ti Hanamel el hijo de Salum tu tío paterno, y dice: “Cómprate el campo mío que está en Anatot,o porque el derecho de recompra te pertenece para comprar[lo]”’”.p
Con el tiempo, Hanamel el hijo de mi tío paterno vino a mí, conforme a la palabra de Jehová, dentro del Patio de la Guardia, y procedió a decirme: “Compra, por favor, el campo mío que está en Anatot, que está en la tierra de Benjamín, porque el derecho de la posesión hereditaria es tuyo, y el poder de recompra es tuyo. Cómpra[lo] para ti”. Ante aquello, supe que había sido la palabra de Jehová.
De manera que procedí a comprar a Hanamel el hijo de mi tío paterno el campo que estaba en Anatot. Y empecé a pesarle el dinero, siete siclos y diez piezas de plata.
y entonces di la escritura de compra a Baruc hijo de Nerías hijo de Mahseya, ante los ojos de Hanamel [el hijo de] mi tío paterno y ante los ojos de los testigos, los que escribieron en la escritura de compra, ante los ojos de todos los judíos que estaban sentados en el Patio de la Guardia.
“Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Toma estas escrituras, esta escritura de compra, aun la sellada, y la otra escritura que se dejó abierta, y tienes que ponerlas en una vasija de barro, a fin de que duren muchos días’.
“¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que tú mismo has hecho los cielos y la tierra por tu gran poder y por tu brazo extendido. El asunto entero no es demasiado maravilloso para ti mismo,
Aquel que ejerce bondad amorosa para con miles, y que paga el error de los padres en el seno de sus hijos después de ellos, el Dios [verdadero], el Grande, el Poderoso, Jehová de los ejércitos por nombre,
grande en consejoe y abundante en actos,f tú cuyos ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres,g a fin de dar a cada uno conforme a sus caminos y conforme al fruto de sus tratos;h
tú que pusiste señales y milagros en la tierra de Egipto hasta el día de hoy, y en Israel y entre los hombres, para hacer para ti un nombre, como sucede este día.
Y procediste a sacar a tu pueblo Israel de la tierra de Egipto, con señales y con milagros y con mano fuerte y con brazo extendido y con gran aterramiento.
Y ellos procedieron a entrar y a tomar posesión de ella, pero no obedecieron tu voz, y en tu ley no anduvieron. Todas las cosas que tú les mandaste hacer no las hicieron, de manera que hiciste que les acaeciera toda esta calamidad.
¡Mira! Con cercos de sitiar han llegado hombres a la ciudad para tomarla, y la mismísima ciudad ciertamente será dada en la mano de los caldeos que están peleando contra ella, a causa de la espada y el hambre y la peste; y lo que has dicho ha sucedido, y mira que [lo] estás viendo.
No obstante, tú mismo me has dicho, oh Señor Soberano Jehová: ‘Cómprate el campo con dinero y toma testigos’, aunque la ciudad misma tiene que ser dada en la mano de los caldeos”.
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Mira, voy a dar esta ciudad en la mano de los caldeos y en la mano de Babilonia, y él tiene que tomarla.
Y los caldeos que están peleando contra esta ciudad tienen que entrar y encender esta ciudad con fuego y la tienen que quemar por completo, así como las casas sobre cuyos techos se ha hecho humo de sacrificio a Baal y se han derramado libaciones a otros dioses con el propósito de ofenderme’.
”‘Porque los hijos de Israel y los hijos de Judá han resultado ser meros hacedores de lo que es malo a mis ojos, desde su juventud en adelante; pues los hijos de Israel hasta están ofendiéndome por la obra de sus manos —es la expresión de Jehová—.
Porque esta ciudad, desde el día que la edificaron, hasta el mismo día de hoy, ha resultado ser solamente causa de cólera en mí y causa de furia en mí, para que yo la quite de delante de mi rostro,
por motivo de toda la maldad de los hijos de Israel y de los hijos de Judá que ellos han hecho para ofenderme, ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes y sus profetas, y los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén.
Y siguieron volviéndome la espalda y no el rostro; aunque se les enseñaba, madrugando y enseñando, pero no hubo ninguno de ellos que escuchara para recibir disciplina.
Además, edificaron los lugares altos de Baal que están en el valle del hijo de Hinón, para hacer que sus hijos y sus hijas pasaran por [el fuego] a Mólek, cosa que yo no les mandé, ni subió a mi corazón el hacer esta cosa detestable, con el propósito de hacer pecar a Judá.’
”Y ahora, por lo tanto, esto es lo que Jehová, el Dios de Israel, ha dicho acerca de esta ciudad de la que ustedes están diciendo que ciertamente será dada en la mano del rey de Babilonia por la espada y por el hambre y por la peste:
‘Aquí voy a juntarlos de todas las tierras a las cuales los habré dispersado en mi cólera y en mi furia y en gran indignación; y ciertamente los traeré de vuelta a este lugar y los haré morar en seguridad.
Y de veras celebraré con ellos un pacto de duración indefinida, de que no me volveré de detrás de ellos, para hacerles bien; y pondré en su corazón el temor de mí para que no se desvíen de mí.
Y de veras me alborozaré a causa de ellos para hacerles bien, y ciertamente los plantaré en esta tierra en apego a la verdad con todo mi corazón y con toda mi alma’”.
“Porque esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Tal como he traído sobre este pueblo toda esta gran calamidad, así voy a traer sobre ellos todo el bien de que estoy hablando respecto a ellos.
Y ciertamente se comprarán campos en esta tierra de la cual ustedes estarán diciendo: “Es un yermo desolado sin hombre ni animal doméstico. Ha sido dada en la mano de los caldeos”’.
”‘Con dinero la gente comprará campos mismos, y habrá un registrar en la escritura y un sellar y un tomar testigos en la tierra de Benjamín y en los alrededores de Jerusalén y en las ciudades de Judá y en las ciudades de la región montañosa y en las ciudades de la tierra baja y en las ciudades del sur, porque traeré de vuelta a sus cautivos’, es la expresión de Jehová.”
“Porque esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel acerca de las casas de esta ciudad y acerca de las casas de los reyes de Judá que se hallan demolidas a causa de los cercos de sitiar y a causa de la espada;
[acerca de] los que están viniendo para pelear contra los caldeos y para llenar lugares con los cadáveres de los hombres a quienes yo he derribado en mi cólera y en mi furia, y por cuya maldad toda he ocultado mi rostro de esta ciudad:
Y los purificaré, sí, de todo su error con el que han pecado contra mí, y perdonaré, sí, todos sus errores con los que han pecado contra mí y con los que han transgredido contra mí.
Y ella ciertamente llegará a ser para mí un nombre de alborozo, una alabanza y una hermosura para con todas las naciones de la tierra que oirán de todo el bien que voy a hacerles. Y ciertamente estarán en pavor y se agitarán a causa de todo el bien y a causa de toda la paz que voy a hacerle a ella’.”
“Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘En este lugar del que ustedes estarán diciendo que está desierto sin hombre y sin animal doméstico, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén que están desoladas sin hombre y sin habitante y sin animal doméstico, todavía se oirá
el sonido del alborozo y el sonido del regocijo, la voz del novio y la voz de la novia, la voz de los que dicen: “¡Elogien a Jehová de los ejércitos, porque Jehová es bueno; porque hasta tiempo indefinido es su bondad amorosa!”’. ”‘Ellos estarán trayendo una ofrenda de acción de gracias a la casa de Jehová, porque yo traeré de vuelta a los cautivos de la tierra tal como al comienzo’, ha dicho Jehová.”
“Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘En este lugar desierto sin hombre y ni siquiera animal doméstico, y en todas sus ciudades, todavía llegará a haber el apacentadero de los pastores que están haciendo que el rebaño se eche’.
”‘En las ciudades de la región montañosa, en las ciudades de la tierra baja y en las ciudades del sur y en la tierra de Benjamín y en los alrededores de Jerusalén y en las ciudades de Judá todavía pasarán adelante rebaños bajo las manos del que está tomando la cuenta’, ha dicho Jehová.”
“‘¡Mira! Vienen días —es la expresión de Jehová—, y ciertamente llevaré a cabo la buena palabra que he hablado, acerca de la casa de Israel y acerca de la casa de Judá.
Y en el caso de los sacerdotes, los levitas, no será cortado de delante de mí un hombre que haya de ofrecer holocausto y de hacer humo con ofrenda de grano y de hacer sacrificio siempre’.”
“Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Si ustedes pudieran romper mi pacto del día y mi pacto de la noche, aun para que el día y la noche no ocurran a su tiempo,
igualmente podría romperse mi propio pacto con David mi siervo, de modo que él no llegara a tener un hijo que reinara sobre su trono; también con los levitas, los sacerdotes, mis ministros.
Tal como no puede contarse el ejército de los cielos, ni medirse la arena del mar, así multiplicaré la descendencia de David mi siervo y los levitas que me están ministrando’”.
“¿No has visto lo que han hablado los de este pueblo, al decir: ‘A las dos familias que Jehová ha escogido, también las rechazará’? Y a mi propio pueblo lo siguen tratando con falta de respeto, para que ya no continúe siendo una nación delante de ellos.
así también rechazaría hasta la descendencia de Jacob y de David mi siervo, de manera que no tomara yo de la descendencia de él gobernantes sobre la descendencia de Abrahán, Isaac y Jacob. Pues recogeré a sus cautivos y ciertamente les tendré piedad’”.
La palabra que le ocurrió a Jeremías de parte de Jehová, cuando Nabucodorosor el rey de Babilonia y toda su fuerza militar y todos los reinos de la tierra, el dominio bajo su mano, y todos los pueblos, estaban peleando contra Jerusalén y contra todas sus ciudades, diciendo:
“Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘Ve, y tienes que decir a Sedequías el rey de Judá, sí, tienes que decirle: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Mira, voy a dar esta ciudad en la mano del rey de Babilonia, y él tendrá que quemarla con fuego.
Y tú mismo no escaparás de su mano, porque sin falta serás prendido y en su mano serás dado. Y tus propios ojos verán hasta los ojos del rey de Babilonia, y su propia boca hablará aun con tu boca, y a Babilonia irás’.
En paz morirás; y como con las quemas para tus padres, los reyes anteriores que te antecedieron a ti, así harán una quema para ti, y: ‘¡Ay, oh amo!’, es lo que dirán en lamento por ti, porque ‘yo mismo he hablado la mismísima palabra’, es la expresión de Jehová”’”’”.
cuando las fuerzas militares del rey de Babilonia estaban peleando contra Jerusalén y contra todas las ciudades de Judá que quedaban, contra Lakís y contra Azeqá; porque estas, las ciudades fortificadas, eran las que quedaban entre las ciudades de Judá.
La palabra que le ocurrió a Jeremías de parte de Jehová después que el rey Sedequías celebró un pacto con todo el pueblo que se hallaba en Jerusalén para proclamarles libertad,
para que dejara ir libre cada uno a su siervo y cada uno a su sierva, a hebreo y a hebrea, a fin de no usarlos como siervos, es decir, a un judío, que es su hermano.
De manera que todos los príncipes obedecieron, y toda la gente que había entrado en el pacto para dejar ir libre cada uno a su siervo y cada uno a su sierva, a fin de no usarlos más como siervos, y procedieron a obedecer y a dejar[los] ir.
Pero dieron la vuelta después de aquello y empezaron a hacer volver a los siervos y a las siervas a quienes habían dejado ir libres, y se pusieron a sujetarlos como siervos y como siervas.
“Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘Yo mismo celebré un pacto con los antepasados de ustedes en el día que los saqué de la tierra de Egipto, de la casa de los siervos,* diciendo:
“Al cabo de siete* años cada uno de ustedes debe dejar que se vaya su hermano, un hebreo, que haya llegado a ser vendido a ti y que te haya servido seis años; y tienes que dejarlo ir libre de estar contigo”. Pero los antepasados de ustedes no me escucharon, ni inclinaron su oído.
Y ustedes mismos dan vuelta hoy y hacen lo que es recto a mis ojos al proclamar libertad cada uno a su compañero, y celebran un pacto delante de mí en la casa sobre la cual se ha llamado mi nombre.
Entonces ustedes se vuelven atrás y profanan mi nombre y hacen volver cada uno a su siervo y cada uno a su sierva, a quienes dejaron ir libres según el agrado del alma de ellos,* y los sujetan para que lleguen a ser sus siervos y siervas’.
”Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Ustedes mismos no me han obedecido, en cuanto a seguir proclamando libertad cada uno a su hermano y cada uno a su compañero. ¡Miren!, voy a proclamarles una libertad —es la expresión de Jehová— a la espada, a la peste y al hambre, y ciertamente los daré para trepidación a todos los reinos de la tierra.
Y de veras daré a los hombres* que traspasaron mi pacto, puesto que no llevaron a cabo las palabras del pacto que celebraron# delante de mí [con] el becerro que cortaron en dos para pasar entre sus pedazos;
[a saber,] los príncipes de Judá y los príncipes de Jerusalén, los oficiales de la corte y los sacerdotes y toda la gente de la tierra* que fueron pasando entre los pedazos del becerro...
sí, de veras los daré en la mano de sus enemigos y en la mano de los que buscan su alma; y sus cuerpos muertos tienen que llegar a ser alimento para las criaturas voladoras de los cielos y para las bestias de la tierra.
Y a Sedequías el rey de Judá y sus príncipes los daré en la mano de sus enemigos y en la mano de los que buscan su alma y en la mano de las fuerzas militares del rey de Babilonia que están retirándose de contra ustedes’.
”‘Aquí voy a dar la orden —es la expresión de Jehová—, y ciertamente los traeré de vuelta a esta ciudad, y tendrán que pelear contra ella y tomarla y quemarla con fuego; y de las ciudades de Judá haré un yermo desolado sin habitante’”.
“Ve* a la casa de los recabitas, y tienes que hablar con ellos y llevarlos a la casa de Jehová, a uno de los comedores; y tienes que darles a beber vino”.
y procedí a llevarlos a la casa de Jehová, al comedor de los hijos de Hanán hijo de Igdalías, un hombre del Dios [verdadero], el cual estaba al lado del comedor de los príncipes, que estaba sobre el comedor de Maaseya hijo de Salum el guarda de la puerta.
Pero ellos dijeron: “No beberemos vino, porque Jonadab hijo de Recab, nuestro antepasado, nos impuso el mandato, y dijo: ‘No deben beber vino, ni ustedes ni sus hijos, hasta tiempo indefinido.
Y no deben edificar casa, y no deben sembrar semilla; y no deben plantar viña, ni debe llegar a ser de ustedes. Antes bien, en tiendas deben morar todos sus días, a fin de que sigan viviendo muchos días sobre la superficie del suelo donde están residiendo como forasteros’.
De modo que seguimos obedeciendo la voz de Jehonadab hijo de Recab nuestro antepasado en todo lo que él nos mandó, y no bebemos vino en todos nuestros días, nosotros, nuestras esposas, nuestros hijos ni nuestras hijas,
Pero cuando Nabucodorosor el rey de Babilonia subió contra el país aconteció que empezamos a decir: ‘Vengan y entremos en Jerusalén a causa de la fuerza militar de los caldeos y a causa de la fuerza militar de los sirios, y moremos en Jerusalén’”.
“Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Ve, y tienes que decir a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: “¿No recibieron ustedes continuamente exhortación para que obedecieran mis palabras? —es la expresión de Jehová—.
Ha habido un llevar a cabo las palabras de Jehonadab hijo de Recab, que él mandó a sus hijos, de no beber vino, y ellos no lo han bebido hasta el día de hoy, porque han obedecido el mandamiento de su antepasado. Y en cuanto a mí, yo les he hablado a ustedes, madrugando y hablando, pero no me han obedecido.
Y seguí enviándoles todos mis siervos los profetas, madrugando y enviándo[los], diciendo: ‘Vuélvanse, por favor, cada uno de su camino malo, y hagan buenos sus tratos, y no anden tras otros dioses para servirles. Y sigan morando en el suelo que les he dado a ustedes y a sus antepasados’. Pero ustedes no inclinaron su oído, ni me escucharon.
Pero los hijos de Jehonadab hijo de Recab han llevado a cabo el mandamiento de su antepasado, que él les mandó; pero en cuanto a este pueblo, no me han escuchado”’”.
“Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová, el Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Aquí voy a traer sobre Judá y sobre todos los habitantes de Jerusalén toda la calamidad que he hablado contra ellos, por la razón de que les he hablado pero no escucharon, y seguí llamándolos, pero no respondieron’.”
Y a la casa de los recabitas dijo Jeremías: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Por la razón de que ustedes han obedecido el mandamiento de Jehonadab su antepasado y siguen guardando todos sus mandamientos y haciendo conforme a todo lo que él les mandó,
por lo tanto esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “No será cortado de Jonadab hijo de Recab un hombre que siempre esté de pie delante de mí”’”.
Ahora bien, en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, aconteció que a Jeremías le ocurrió esta palabra de parte de Jehová, que dijo:
“Toma para ti un rollo de un libro, y tienes que escribir en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá y contra todas las naciones, desde el día en que te hablé, desde los días de Josías, hasta el mismo día de hoy.
Quizás los de la casa de Judá escuchen toda la calamidad que estoy pensando hacerles, a fin de que se vuelvan, cada uno de su camino malo, y de que yo realmente les perdone su error y su pecado”.
Y Jeremías procedió a llamar a Baruc hijo de Nerías para que Baruc escribiera de boca de Jeremías todas las palabras de Jehová que Él le había hablado, en el rollo del libro.
Y tú mismo tienes que entrar y leer en voz alta, del rollo que has escrito de mi boca, las palabras de Jehová a oídos del pueblo, en la casa de Jehová, en el día de ayuno; y también a oídos de [los de] todo Judá que estén viniendo de sus ciudades debes leerlas en voz alta.
Quizás su petición de favor caiga delante de Jehová y se vuelvan ellos, cada uno, de su camino malo, porque grande es la cólera y la furia que Jehová ha hablado contra este pueblo”.
Y Baruc hijo de Nerías procedió a hacer conforme a todo lo que le había mandado Jeremías el profeta, leer en voz alta del libro las palabras de Jehová en la casa de Jehová.
Ahora bien, en el año quinto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, en el mes noveno, aconteció que toda la gente de Jerusalén y toda la gente que estaba entrando en Jerusalén de las ciudades de Judá proclamaron un ayuno delante de Jehová.
Y Baruc empezó a leer del libro en voz alta las palabras de Jeremías, en la casa de Jehová, en el comedor de Guemarías hijo de Safán el copista, en el patio superior, a la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová, a oídos de todo el pueblo.
Por lo cual bajó a la casa del rey, al comedor del secretario, y, ¡mire!, allí estaban sentados todos los príncipes: Elisamá el secretario, y Delayá hijo de Semaya, y Elnatán hijo de Acbor, y Guemarías hijo de Safán, y Sedequías hijo de Hananías, y todos los demás príncipes.
Entonces todos los príncipes enviaron a Jehudí hijo de Netanías hijo de Selemías hijo de Cusí a Baruc, para decir: “El rollo del cual leíste en voz alta a oídos del pueblo... tómalo en tu mano y ven”. Por consiguiente, Baruc hijo de Nerías tomó el rollo en su mano y entró a donde ellos.
Ahora bien, aconteció que, tan pronto como oyeron todas las palabras, se miraron unos a otros con pavor; y procedieron a decir a Baruc: “Nosotros sin falta informaremos todas estas palabras al rey”.
Entonces fueron al rey, al patio, y encargaron el rollo al comedor de Elisamá el secretario; y empezaron a anunciar todas las palabras a oídos del rey.
De manera que el rey envió a Jehudí a conseguir el rollo. En conformidad, él lo sacó del comedor de Elisamá el secretario. Y Jehudí empezó a leerlo en voz alta a oídos del rey y a oídos de todos los príncipes que estaban de pie junto al rey.
Entonces aconteció que tan pronto como Jehudí hubo leído tres o cuatro columnas-páginas, él procedió a rasgarlo con el cuchillo de secretario, y [lo] fue arrojando también en el fuego que estaba en el brasero, hasta que todo el rollo vino a parar al fuego que estaba en el brasero.
Además, el rey dio órdenes a Jerahmeel el hijo del rey y a Seraya hijo de Azriel y a Selemías hijo de Abdeel para que estos consiguieran a Baruc el secretario y a Jeremías el profeta. Pero Jehová los mantuvo ocultos.
Y nuevamente le ocurrió la palabra de Jehová a Jeremías después que el rey hubo quemado el rollo con las palabras que Baruc había escrito de boca de Jeremías, diciendo:
“Vuelve a tomar para ti un rollo, otro, y escribe en él todas las primeras palabras que resultaron estar en el primer rollo, que Jehoiaquim el rey de Judá quemó.
Y contra Jehoiaquim el rey de Judá debes decir: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Tú mismo has quemado este rollo, diciendo: ‘¿Por qué has escrito en él, y dicho: “Sin falta vendrá el rey de Babilonia y ciertamente arruinará este país y hará cesar de él hombre y bestia”?’.
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová contra Jehoiaquim el rey de Judá: ‘No llegará a tener a nadie que se siente sobre el trono de David, y su propio cuerpo muerto llegará a ser algo arrojado de día al calor y de noche a la escarcha.
Y ciertamente les pediré cuentas de su error a él y a su prole y a sus siervos, y ciertamente traeré sobre ellos y sobre los habitantes de Jerusalén y sobre los hombres de Judá toda la calamidad que he hablado contra ellos, y ellos no escucharon’”’”.
Y Jeremías mismo tomó otro rollo y entonces lo dio a Baruc hijo de Nerías, el secretario, quien procedió a escribir en él, de boca de Jeremías, todas las palabras del libro que Jehoiaquim el rey de Judá había quemado en el fuego; y se añadieron a ellas muchas otras palabras como aquellas.
Y el rey Sedequías hijo de Josías empezó a reinar en lugar de Conías hijo de Jehoiaquim, a quien Nabucodorosor el rey de Babilonia hizo rey en la tierra de Judá.
Y el rey Sedequías procedió a enviar a Jehucal hijo de Selemías y a Sofonías hijo de Maaseya el sacerdote a Jeremías el profeta, diciendo: “Ora, por favor, en pro de nosotros a Jehová nuestro Dios”.
Y hubo una fuerza militar de Faraón que salió de Egipto; y los caldeos que tenían sitiada a Jerusalén llegaron a oír el informe acerca de ella. De modo que se retiraron de contra Jerusalén.
“Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘Esto es lo que ustedes deben decir al rey de Judá, el que los envió a mí para inquirir de mí: “¡Miren! La fuerza militar de Faraón que está saliendo a donde ustedes con el propósito de dar auxilio tendrá que regresar a su país, Egipto.
Porque si ustedes hubieran derribado a toda la fuerza militar de los caldeos que está peleando contra ustedes y quedaran entre ellos hombres traspasados, se levantarían cada uno en su tienda y realmente quemarían esta ciudad con fuego”’”.
De modo que cuando él estaba en la Puerta de Benjamín aconteció que allí estaba el oficial que tenía la superintendencia, cuyo nombre era Iriya hijo de Selemías hijo de Hananías. Al instante él echó mano a Jeremías el profeta, y dijo: “¡Es a los caldeos a quienes te estás pasando!”.
Pero Jeremías dijo: “¡Eso es falso! No me estoy pasando a los caldeos”. Pero él no le escuchó. De modo que Iriya mantuvo asido a Jeremías y lo llevó a los príncipes.
Y los príncipes empezaron a indignarse con Jeremías, y lo golpearon y lo metieron en la casa de los grilletes, en la casa de Jehonatán el secretario, porque esto era lo que habían hecho casa de detención.
Y el rey Sedequías procedió a enviar y tomarlo [de allí], y el rey empezó a hacerle preguntas en su casa en un escondrijo. Y pasó a decir: “¿Existe una palabra de Jehová?”. A lo que dijo Jeremías: “¡Sí existe!”. Y dijo además: “¡En la mano del rey de Babilonia serás dado!”.
Entonces Jeremías dijo al rey Sedequías: “¿De qué manera he pecado contra ti y contra tus siervos y contra este pueblo, para que ustedes me hayan puesto en la casa de detención?
Y ahora escucha, por favor, oh mi señor el rey. Caiga mi petición de favor delante de ti, por favor, y no me envíes de vuelta a la casa de Jehonatán el secretario, para que no muera yo allí”.
En conformidad, el rey Sedequías dio orden, y entonces custodiaron a Jeremías en el Patio de la Guardia; y diariamente se le daba un pan redondo de la calle de los panaderos, hasta que todo el pan de la ciudad se agotó. Y Jeremías continuó morando en el Patio de la Guardia.
Y Sefatías hijo de Matán y Guedalías hijo de Pasjur y Jucal hijo de Selemías y Pasjur hijo de Malkiya llegaron a oír las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo, diciendo:
“Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘El que continúe morando en esta ciudad es el que morirá a espada, del hambre y de la peste. Pero el que salga a los caldeos es el que seguirá viviendo y el que ciertamente llegará a tener su alma como despojo, y viva’.
Y los príncipes empezaron a decir al rey: “Désele muerte, por favor, a este hombre, porque así es como está debilitando las manos de los hombres de guerra que quedan en esta ciudad y las manos de toda la gente, hablándoles conforme a estas palabras. Porque este hombre no es uno que busque la paz de este pueblo, sino calamidad”.
De modo que el rey Sedequías dijo: “¡Miren! Está en la mano de ustedes. Porque no hay absolutamente nada en que el rey mismo pueda prevalecer contra ustedes”.
Y procedieron a tomar a Jeremías y a arrojarlo en la cisterna de Malkiya hijo del rey, la cual estaba en el Patio de la Guardia. Así que bajaron a Jeremías por medio de sogas. Ahora bien, en la cisterna no había agua, sino fango; y Jeremías empezó a hundirse en el fango.
Y Ébed-mélec el etíope, un hombre que era eunuco y que estaba en la casa del rey, llegó a oír que habían metido a Jeremías en la cisterna; y el rey estaba sentado en la Puerta de Benjamín.
“Oh mi señor el rey, estos hombres han hecho mal en todo lo que han hecho a Jeremías el profeta, a quien han arrojado en la cisterna, de modo que morirá donde está a causa del hambre. Porque ya no hay pan en la ciudad”.
Entonces el rey dio orden a Ébed-mélec el etíope, y dijo: “Toma a tu cargo de este lugar a treinta hombres, y tienes que sacar de la cisterna a Jeremías el profeta antes que muera”.
En conformidad, Ébed-mélec tomó los hombres a su cargo y entró en la casa del rey al lugar debajo de la tesorería y tomó de allí trapos gastados y pedazos de tela gastada, y se los bajó a Jeremías en la cisterna por medio de las sogas.
Entonces Ébed-mélec el etíope dijo a Jeremías: “Por favor, ponte los trapos gastados y los pedazos de tela debajo de las axilas, bajo las sogas”. Jeremías ahora lo hizo.
Y el rey Sedequías procedió a enviar y hacer traer al profeta Jeremías a sí a la tercera entrada, que está en la casa de Jehová, y entonces el rey dijo a Jeremías: “Voy a preguntarte algo. No me escondas nada”.
Ante eso, el rey Sedequías juró a Jeremías en el escondrijo, y dijo: “Tan ciertamente como que vive Jehová, que nos ha hecho esta alma, de veras no te daré muerte, y ciertamente no te daré en la mano de estos hombres que buscan tu alma”.
Jeremías ahora dijo a Sedequías: “Esto es lo que ha dicho Jehová, el Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Si sales sin falta a los príncipes del rey de Babilonia, tu alma también ciertamente seguirá viviendo, y esta ciudad misma no será quemada con fuego, y tú mismo y tu casa ciertamente seguirán viviendo.
Pero si no sales a los príncipes del rey de Babilonia, esta ciudad también tiene que ser dada en mano de los caldeos, y ellos realmente la quemarán con fuego, y tú mismo no escaparás de su mano’”.
Entonces el rey Sedequías dijo a Jeremías: “Me tienen aterrado los judíos que se han pasado a los caldeos, no sea que me den en mano de ellos y estos realmente me traten abusivamente”.
Pero Jeremías dijo: “No harán tal dar. Obedece, por favor, la voz de Jehová en lo que te estoy hablando, y te irá bien,m y tu alma continuará viviendo.
Y, ¡mira!, a todas las mujeres que han quedado en la casa del rey de Judá las sacan a los príncipes del rey de Babilonia, y dicen: ‘Los hombres que están en paz contigo te han ilusionado y han prevalecido sobre ti. Han hecho que tu pie se hunda en el mismísimo cieno; se han retirado en la dirección opuesta’.
Y a todas tus esposas y tus hijos los sacan a los caldeos, y tú mismo no escaparás de su mano, sino que por la mano del rey de Babilonia serás prendido, y por causa tuya esta ciudad será quemada con fuego”.
Y en caso de que oigan los príncipes que he hablado contigo y realmente vengan a ti y te digan: ‘Infórmanos, sí, por favor: ¿De qué le hablaste al rey? No nos escondas nada, y no te daremos muerte. ¿Y de qué te habló el rey?’,
tú también tienes que decirles: ‘Estaba dejando caer delante del rey mi petición de favor, para que no me enviara de vuelta a la casa de Jehonatán para morir allí’”.
Con el tiempo, todos los príncipes vinieron a Jeremías y se pusieron a preguntarle. A su vez, él les informó conforme a todas estas palabras que el rey había mandado. De manera que callaron delante de él, pues el asunto no fue oído.
En el año noveno del rey Sedequías el rey de Judá, en el mes décimo, Nabucodorosor el rey de Babilonia y toda su fuerza militar vinieron a Jerusalén y empezaron a ponerle sitio.
Y todos los príncipes del rey de Babilonia procedieron a entrar y sentarse en la Puerta del Medio, [a saber,] Nergal-sarézer, Samgar-nebo, Sarsekim, Rabsarís, Nergal-sarézer el Rabmag y todos los demás príncipes del rey de Babilonia.
Ahora bien, aconteció que tan pronto como Sedequías el rey de Judá y todos los hombres de guerra los vieron, empezaron a huir y a salir de la ciudad de noche por el camino del jardín del rey, por la puerta entre el muro doble; y siguieron saliendo por el camino del Arabá.
Y una fuerza militar de los caldeos fue corriendo tras ellos, y lograron alcanzar a Sedequías en las llanuras desérticas de Jericó. Entonces lo tomaron y lo hicieron subir a Nabucodorosor el rey de Babilonia en Riblá en la tierra de Hamat para que este pronunciara contra él decisiones judiciales.
Y el rey de Babilonia procedió a degollar a los hijos de Sedequías en Riblá delante de sus ojos, y a todos los nobles de Judá el rey de Babilonia los degolló.
Y a los demás del pueblo que habían quedado en la ciudad, y a los desertores que se habían pasado a él, y a los demás del pueblo que quedaban se los llevó Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps al destierro a Babilonia.
Y a algunos del pueblo, los de condición humilde que no tenían nada en absoluto, Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps los dejó que se quedaran en la tierra de Judá; y pasó a darles viñas y servicios obligatorios en aquel día.
En conformidad, Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps y Nebusazbán el Rabsarís, y Nergal-sarézer el Rabmag y todos los hombres principales del rey de Babilonia, enviaron;
aun procedieron a enviar y tomar a Jeremías del Patio de la Guardia y entregarlo a Guedalías hijo de Ahiqam hijo de Safán, a fin de que lo sacara a [su] casa, para que morara en medio del pueblo.
“Ve, y tienes que decir a Ébed-mélec el etíope: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Mira, voy a realizar mis palabras sobre esta ciudad para calamidad y no para bien, y ciertamente sucederán delante de ti en aquel día”’.
”‘Porque sin falta te suministraré un escape, y no caerás a espada; y ciertamente llegarás a tener tu alma como despojo, porque has confiado en mí’, es la expresión de Jehová”.
La palabra que le ocurrió a Jeremías de parte de Jehová después que Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps lo envió de Ramá, cuando lo tomó mientras estaba sujeto con esposas en medio de todos los desterrados de Jerusalén y de Judá, que estaban siendo llevados al destierro en Babilonia.
para que Jehová [la] realizara e hiciera tal como ha hablado, porque ustedes han pecado contra Jehová y no han obedecido su voz. Y esta cosa les ha sucedido.
Y ahora, ¡mira!, te he soltado hoy de las esposas que estaban sobre tus manos. Si es bueno a tus ojos venir conmigo a Babilonia, ven, y yo tendré mi ojo puesto en ti. Pero si es malo a tus ojos venir conmigo a Babilonia, absténte. ¡Mira! Toda la tierra está delante de ti. Adondequiera que sea bueno y recto a tus ojos ir, ve allí”.
Y él todavía no era uno que se volviera, cuando [Nebuzaradán dijo]: “Vuelve, sí, a Guedalías hijo de Ahiqam hijo de Safán, a quien el rey de Babilonia ha comisionado sobre las ciudades de Judá, y mora con él en medio del pueblo; o adondequiera que sea recto a tus ojos ir, ve”. Y el jefe de la guardia de corps entonces le dio una porción designada de alimento y un presente y dejó que se fuera.
Con el tiempo, todos los jefes de las fuerzas militares que estaban en el campo, ellos y sus hombres, llegaron a oír que el rey de Babilonia había comisionado a Guedalías hijo de Ahiqam sobre el país y que lo había comisionado [sobre] los hombres y mujeres y niñitos y algunos de los de condición humilde del país, que no habían sido llevados al destierro en Babilonia.
De manera que vinieron a Guedalías en Mizpá, aun Ismael hijo de Netanías y Johanán y Jonatán, los hijos de Qaréah, y Seraya hijo de Tanhúmet y los hijos de Efai el netofatita y Jezanías hijo del maacatita, ellos y sus hombres.
Y Guedalías hijo de Ahiqam hijo de Safán procedió a jurarles a ellos y a sus hombres, y decir: “No tengan miedo de servir a los caldeos. Continúen morando en el país y sirvan al rey de Babilonia, y les irá bien.
Y en cuanto a mí, miren, voy a morar en Mizpá, para estar de pie delante de los caldeos que vengan a nosotros. Y en cuanto a ustedes mismos, recojan vino y frutos del verano y aceite y póngan[los] en sus recipientes y moren en sus ciudades de que se han apoderado”.
Y todos los judíos que estaban en Moab y entre los hijos de Ammón y en Edom y los que estaban en todos los [otros] países, ellos también oyeron que el rey de Babilonia había dado un resto a Judá y que había comisionado sobre este a Guedalías hijo de Ahiqam hijo de Safán.
Y todos los judíos empezaron a volver de todos los lugares a los cuales habían sido dispersados, y siguieron viniendo a la tierra de Judá a Guedalías en Mizpá. Y se pusieron a recoger vino y frutos del verano en muy grande cantidad.
Y procedieron a decirle: “¿Acaso no sabes que Baalís, el rey de los hijos de Ammón, ha enviado él mismo a Ismael hijo de Netanías para herirte hasta el alma?”. Pero Guedalías hijo de Ahiqam no les creyó.
Y Johanán hijo de Qaréah mismo dijo a Guedalías, en un escondrijo en Mizpá: “Quiero ir, ahora, y derribar a Ismael hijo de Netanías, puesto que no lo sabrá nadie en absoluto. ¿Por qué debe herirte hasta el alma, y por qué tienen que esparcirse todos los de Judá que están siendo juntados a ti, y tiene que perecer el resto de Judá?”.
Aconteció, pues, que en el mes séptimo vino Ismael hijo de Netanías hijo de Elisamá, de la prole real y [de los] hombres principales del rey, y otros diez hombres con él, a Guedalías hijo de Ahiqam en Mizpá. Y allí empezaron a comer pan juntos en Mizpá.
Entonces Ismael hijo de Netanías y los diez hombres que estaban con él se levantaron y derribaron a espada a Guedalías hijo de Ahiqam hijo de Safán. Así fue como él dio muerte a quien el rey de Babilonia había comisionado sobre el país.
Y a todos los judíos que estaban con él, es decir, con Guedalías, en Mizpá, y a los caldeos que se hallaban allí, es decir, los hombres de guerra, Ismael los derribó.
entonces vinieron hombres de Siquem, de Siló y de Samaria, ochenta hombres con sus barbas afeitadas y sus prendas de vestir rasgadas y con cortaduras que se habían hecho, y había ofrenda de grano y olíbano en su mano para llevarlos a la casa de Jehová.
De manera que Ismael hijo de Netanías salió de Mizpá a su encuentro, llorando mientras iba andando. Y aconteció que tan pronto como los encontró, procedió a decirles: “Vengan a Guedalías hijo de Ahiqam”.
Pero sucedió que, en cuanto entraron en medio de la ciudad, Ismael hijo de Netanías se puso a degollarlos [y arrojarlos] en medio de la cisterna, él y los hombres que con él estaban.
Pero hubo diez hombres que se hallaban entre ellos que dijeron inmediatamente a Ismael: “No nos des muerte, porque existen en nuestra posesión tesoros escondidos en el campo, trigo y cebada y aceite y miel”. De modo que se abstuvo, y no les dio muerte en medio de sus hermanos.
Ahora bien, la cisterna en la que Ismael arrojó todos los cadáveres de los hombres que había derribado era una gran cisterna, la que había hecho el rey Asá a causa de Baasá el rey de Israel. Esta fue la que Ismael hijo de Netanías llenó de aquellos que fueron muertos.
Entonces Ismael llevó cautivo a todo el resto de la gente que estaba en Mizpá, las hijas del rey y toda la gente que quedaba en Mizpá, a quienes Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps había puesto bajo la custodia de Guedalías hijo de Ahiqam. De modo que Ismael hijo de Netanías los llevó cautivos, y se puso en marcha para cruzar hacia los hijos de Ammón.
Con el tiempo, Johanán hijo de Qaréah y todos los jefes de las fuerzas militares que estaban con él llegaron a oír todo lo malo que había hecho Ismael hijo de Netanías.
En consecuencia, tomaron a todos los hombres y se fueron a pelear contra Ismael hijo de Netanías, y lo hallaron junto a las aguas abundantes que se hallaban en Gabaón.
Entonces aconteció que, tan pronto como toda la gente que estaba con Ismael vio a Johanán hijo de Qaréah y a todos los jefes de las fuerzas militares que estaban con él, empezaron a regocijarse.
Johanán hijo de Qaréah y todos los jefes de las fuerzas militares que con él estaban ahora tomaron a todo el resto de la gente que trajeron de vuelta de Ismael hijo de Netanías, de Mizpá, después que este hubo derribado a Guedalías hijo de Ahiqam, hombres físicamente capacitados, hombres de guerra, y las esposas y los niñitos y los oficiales de la corte, a quienes él trajo de vuelta de Gabaón.
De manera que se fueron y se pusieron a morar en el lugar de alojamiento de Kimham, que estaba al lado de Belén, a fin de seguir adelante y entrar en Egipto,
a causa de los caldeos; porque les había dado miedo a causa de ellos, puesto que Ismael hijo de Netanías había derribado a Guedalías hijo de Ahiqam, a quien el rey de Babilonia había comisionado sobre el país.
Entonces todos los jefes de las fuerzas militares y Johanán hijo de Qaréah y Jezanías hijo de Hosaya y toda la gente, desde el más pequeño aun hasta el más grande, se acercaron
y dijeron a Jeremías el profeta: “Caiga nuestra petición de favor delante de ti, por favor, y dígnate orar en pro de nosotros a Jehová tu Dios, a favor de todo este resto, porque hemos quedado nosotros, unos pocos de entre muchos, tal como están viéndonos tus ojos.
Ante esto, les dijo Jeremías el profeta: “He oído. Miren, voy a orarle a Jehová su Dios conforme a sus palabras; y ciertamente sucederá que toda palabra que dé Jehová en respuesta a ustedes, yo se la informaré. No retendré de ustedes una palabra”.
Y ellos, por su parte, dijeron a Jeremías: “Resulte Jehová testigo fiel y verdadero contra nosotros si no es conforme a toda palabra con que Jehová tu Dios te envíe a nosotros que obremos con exactitud.
Sea bueno o malo, es la voz de Jehová nuestro Dios, a quien te estamos enviando, la que nosotros obedeceremos, con el intento de que nos vaya bien porque obedecemos la voz de Jehová nuestro Dios”.
De manera que él mandó llamar a Johanán hijo de Qaréah y a todos los jefes de las fuerzas militares que con él estaban y a toda la gente, desde el más pequeño aun hasta el más grande;
‘Si ustedes sin falta siguen morando en este país, yo también ciertamente los edificaré y no [los] demoleré, y ciertamente los plantaré y no [los] desarraigaré; porque de seguro sentiré pesar por la calamidad que les he causado.
No tengan miedo a causa del rey de Babilonia, de quien ustedes están en temor’. ”‘No tengan miedo a causa de él —es la expresión de Jehová—, porque yo estoy con ustedes, para salvarlos y para librarlos de su mano.
y dicen: “No, sino que entraremos en la tierra de Egipto, donde no veremos guerra y no oiremos el sonido del cuerno y no padeceremos hambre de pan; y allí es donde moraremos”;
ahora mismo, por lo tanto, oigan la palabra de Jehová, oh resto de Judá. Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Si ustedes mismos positivamente fijan sus rostros para entrar en Egipto y realmente entran para residir allí como forasteros,
también tiene que suceder que la mismísima espada a la cual tienen miedo los alcanzará allí en la tierra de Egipto, y la mismísima hambre ante la cual están aterrados los seguirá estrechamente allá a Egipto; y allá es donde morirán.
Y acontecerá que todos los hombres que han fijado sus rostros para entrar en Egipto para residir allí como forasteros serán los que morirán a espada, del hambre y de la peste; y no llegarán a tener sobreviviente ni escapado, a causa de la calamidad que yo voy a traer sobre ellos”.’
”Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Tal como se ha derramado mi cólera y mi furia sobre los habitantes de Jerusalén, así se derramará mi furia sobre ustedes por entrar en Egipto, y ustedes ciertamente llegarán a ser maldición y objeto de pasmo e invocación de mal y oprobio, y no verán más este lugar’.
que han cometido error contra sus almas; porque ustedes mismos me han enviado a Jehová su Dios, diciendo: ‘Ora a favor de nosotros a Jehová nuestro Dios; y conforme a todo lo que diga Jehová nuestro Dios infórmanoslo así, y ciertamente [lo] haremos’.
Y ahora deben saber positivamente que a espada, del hambre y de la peste morirán en el lugar en el cual de veras les deleita entrar para residir como forasteros”.
Ahora bien, aconteció que luego que Jeremías acabó de hablar a toda la gente todas las palabras de Jehová el Dios de ellos con las que Jehová el Dios de ellos lo había enviado a ellos, sí, todas estas palabras,
Azarías hijo de Hosaya y Johanán hijo de Qaréah y todos los hombres presuntuosos procedieron a decir a Jeremías: “Es una falsedad lo que estás hablando. Jehová nuestro Dios no te ha enviado, diciendo: ‘No entren en Egipto para residir allí como forasteros’.
Antes bien, Baruc hijo de Nerías te está instigando contra nosotros con el propósito de darnos en la mano de los caldeos, para darnos muerte o llevarnos al destierro en Babilonia”.
Y ni Johanán hijo de Qaréah ni ninguno de los jefes de las fuerzas militares ni nadie de toda la gente obedeció la voz de Jehová, de seguir morando en la tierra de Judá.
De manera que Johanán hijo de Qaréah y todos los jefes de las fuerzas militares tomaron a todo el resto de Judá que había regresado de todas las naciones a las cuales habían sido dispersados, para residir por algún tiempo en la tierra de Judá,
aun a los hombres físicamente capacitados y las esposas y los niñitos y las hijas del rey y toda alma que Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps había dejado que se quedaran con Guedalías hijo de Ahiqam hijo de Safán, y a Jeremías el profeta y a Baruc hijo de Nerías.
“Toma en tu mano piedras grandes, y tienes que esconderlas en el mortero [que está] en la terraza de ladrillos que se halla a la entrada de la casa de Faraón en Tahpanhés, delante de los ojos de los hombres judíos.
Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Aquí voy a enviar, y ciertamente tomaré a Nabucodorosor el rey de Babilonia, mi siervo, y verdaderamente colocaré su trono directamente encima de estas piedras que he escondido, y él ciertamente extenderá sobre ellas su tienda estatal.
Y tendrá que entrar y herir la tierra de Egipto. Quien esté para plaga mortífera será para plaga mortífera, y quien esté para cautiverio será para cautiverio, y quien esté para la espada será para la espada.
Y ciertamente encenderé un fuego en las casas de los dioses de Egipto; y él ciertamente los quemará y los conducirá cautivos y se envolverá en la tierra de Egipto, tal como se envuelve un pastor en su prenda de vestir, y realmente saldrá de allá en paz.
La palabra que le ocurrió a Jeremías para todos los judíos que moraban en la tierra de Egipto, los que moraban en Migdol y en Tahpanhés y en Nof y en la tierra de Patrós, diciendo:
“Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Ustedes mismos han visto toda la calamidad que he traído sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá, y miren que son un lugar devastado el día de hoy, y no hay en ellas habitante.
Es a causa de su maldad que ellos hicieron para ofenderme, al ir y hacer humo de sacrificio y rendir servicio a otros dioses que ellos mismos no habían conocido, ni ustedes ni sus antepasados.
Y les seguí enviando todos mis siervos los profetas, madrugando y enviando, diciendo: “No hagan, por favor, esta clase de cosa detestable que he odiado”.
Por eso se derramó mi furia, y mi cólera, y ardió en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén; y llegaron a ser un lugar devastado, un yermo desolado, como sucede este día’.
”Y ahora, esto es lo que ha dicho Jehová, el Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘¿Por qué están causando ustedes gran calamidad a sus almas, para cortar de ustedes mismos a hombre y mujer, niño y lactante, de en medio de Judá, de modo que no se dejan un resto;
ofendiéndome con las obras de sus manos, haciendo humo de sacrificio a otros dioses en la tierra de Egipto, en la cual van a entrar para residir como forasteros; con el propósito de hacer que se los corte y con el propósito de que lleguen a ser una invocación de mal y oprobio entre todas las naciones de la tierra?
¿Han olvidado los malos hechos de sus antepasados y los malos hechos de los reyes de Judá y los malos hechos de las esposas de ellos y los propios malos hechos de ustedes y los malos hechos de sus esposas, que ellos han hecho en la tierra de Judá y en las calles de Jerusalén?
Y hasta el día de hoy ellos no se sintieron aplastados, y no les dio miedo, ni anduvieron en mi ley ni en mis estatutos que puse delante de ustedes y delante de sus antepasados’.
”Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘¡Miren!, fijo mi rostro contra ustedes para calamidad y para cortar a todo Judá.
Y ciertamente tomaré al resto de Judá, los que fijaron sus rostros para entrar en la tierra de Egipto para residir allí como forasteros, y ciertamente se acabarán todos en la tierra de Egipto. Caerán a espada; [y] por el hambre serán acabados, desde el más pequeño aun hasta el más grande; a espada y del hambre morirán. Y tienen que llegar a ser una maldición, objeto de pasmo e invocación de mal y oprobio.
Y ciertamente exigiré rendición de cuentas a los que moran en la tierra de Egipto, tal como exigí rendición de cuentas a Jerusalén, con la espada, con el hambre y con la peste.
Y no llegará a haber ningún escapado ni sobreviviente para el resto de Judá, los que están entrando para residir allí como forasteros, en la tierra de Egipto, siquiera para volver a la tierra de Judá hacia la cual están alzando [el deseo de] su alma para volver a fin de morar; porque no volverán, salvo algunos escapados’”.
Y todos los hombres que sabían que sus esposas habían estado haciendo humo de sacrificio a otros dioses, y todas las esposas que estaban de pie como una gran congregación, y toda la gente que moraba en la tierra de Egipto, en Patrós, procedieron a responder a Jeremías, y decir:
sino que positivamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para hacer humo de sacrificio a la ‘reina de los cielos’ y para derramarle libaciones, tal como hicimos nosotros mismos y nuestros antepasados, nuestros reyes y nuestros príncipes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, cuando estábamos hartos de pan y colmados de bien, y no veíamos ninguna calamidad.
Y desde el tiempo en que cesamos de hacer humo de sacrificio a la ‘reina de los cielos’, y de derramarle libaciones, nos ha faltado todo, y por la espada y por el hambre hemos sido acabados.
”También, cuando nosotras hacíamos humo de sacrificio a la ‘reina de los cielos’ y [estábamos dispuestas a] derramarle libaciones, ¿acaso fue sin preguntar a nuestros esposos como le hicimos tortas de sacrificio, para hacer una imagen de ella, y para derramarle libaciones?”.
A su vez Jeremías dijo a toda la gente, a los hombres físicamente capacitados y a las esposas y a toda la gente, que le respondían con una palabra, y dijo:
“En cuanto al humo de sacrificio que ustedes hicieron en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, ustedes y sus antepasados, sus reyes y sus príncipes y la gente de la tierra, ¿acaso no fue esto lo que Jehová recordó y lo que procedió a subir a su corazón?
Por fin Jehová ya no pudo aguantarlo a causa de la maldad de los tratos de ustedes, a causa de las cosas detestables que habían hecho, y por eso su tierra llegó a ser un lugar devastado y objeto de pasmo e invocación de mal, sin habitante alguno, como sucede este día.
Por el hecho de que ustedes hicieron humo de sacrificio y que pecaron contra Jehová y no obedecieron la voz de Jehová y no anduvieron en su ley y en sus estatutos y en sus recordatorios, por eso les ha acaecido esta calamidad como sucede este día”.
Y, continuando, Jeremías dijo a todo el pueblo y a todas las mujeres: “Oigan la palabra de Jehová, todos [los de] Judá que están en la tierra de Egipto.
Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘En cuanto a ustedes y sus esposas, ustedes las mujeres también hablan con su boca (y con sus manos [todos] ustedes han efectuado un cumplimiento), y dicen: “Sin falta ejecutaremos nuestros votos que hemos hecho, de hacer humo de sacrificio a la ‘reina de los cielos’ y de derramarle libaciones”. Ustedes las mujeres sin falta llevarán a cabo sus votos, y sin falta ejecutarán sus votos’.
”Por lo tanto, oigan la palabra de Jehová, todos [los de] Judá que están morando en la tierra de Egipto: ‘“Aquí yo mismo he jurado por mi gran nombre —ha dicho Jehová— que mi nombre ya no resultará ser algo que clame la boca de hombre alguno de Judá, diciendo: ‘¡Tan ciertamente como que vive el Señor Soberano Jehová!’, en toda la tierra de Egipto.
¡Miren!, me mantengo alerta respecto a ellos para calamidad y no para bien; y todos los hombres de Judá que están en la tierra de Egipto ciertamente serán acabados por la espada y por el hambre, hasta que dejen de ser.
Y en cuanto a los que escapen de la espada, ellos regresarán de la tierra de Egipto a la tierra de Judá, pocos en número; y todos los del resto de Judá, que entran en la tierra de Egipto para residir allí como forasteros, ciertamente sabrán la palabra de quién es la que se realiza: la mía, o la de ellos”’”.
“‘Y esta es la señal para ustedes —es la expresión de Jehová— de que estoy dirigiendo mi atención a ustedes en este lugar, para que sepan que sin falta se realizarán mis palabras sobre ustedes para calamidad:
Esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí voy a dar a Faraón Hofrá, el rey de Egipto, en la mano de sus enemigos y en la mano de los que buscan su alma, tal como he dado a Sedequías el rey de Judá en la mano de Nabucodorosor el rey de Babilonia, su enemigo y el que buscaba su alma”.’”
La palabra que Jeremías el profeta habló a Baruc hijo de Nerías cuando este escribió en un libro estas palabras procedentes de la boca de Jeremías en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá, diciendo:
‘Has dicho: “¡Ay de mí, ahora, porque Jehová ha añadido desconsuelo a mi dolor! Me he fatigado a causa de mi suspirar, y no he hallado lugar de descanso”’.
”Esto es lo que debes decirle: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “¡Mira! Lo que he edificado lo estoy demoliendo, y lo que he plantado lo estoy desarraigando, aun todo el país mismo.
Pero en cuanto a ti, tú sigues buscando cosas grandes para ti.p No sigas buscando”’.q ”‘Porque, mira, voy a traer una calamidad sobre toda carner —es la expresión de Jehová—, y ciertamente te daré tu alma como despojo en todos los lugares adonde vayas’”.s
Para Egipto, respecto a la fuerza militar de Faraón Nekó el rey de Egipto, que se hallaba junto al río Éufrates en Carquemis, a quien Nabucodorosor el rey de Babilonia derrotó en el año cuarto de Jehoiaquim hijo de Josías, el rey de Judá:
”‘¿Por qué los he visto sobrecogidos de terror? Están volviéndose atrás, y sus mismísimos hombres poderosos están triturados; y positivamente han huido, y no se han vuelto. Hay terror todo en derredor —es la expresión de Jehová—.
Egipto mismo sube justamente como el río Nilo, y como ríos las aguas se agitan. Y dice: ‘Subiré. Cubriré la tierra. Fácilmente destruiré la ciudad y a los que en ella habitan’.
¡Suban, oh caballos; y avancen locamente, oh carros! Y salgan los poderosos, Cus y Put, que están manejando el escudo, y los ludim, que están manejando [y] pisando el arco.
”Y aquel día pertenece al Señor Soberano, Jehová de los ejércitos, el día de venganza para vengarse de sus adversarios. Y la espada ciertamente devorará y se satisfará y se llenará de la sangre de ellos, porque el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos, tiene un sacrificio en la tierra del norte junto al río Éufrates.
Las naciones han oído tu deshonra, y tu propio alarido ha llenado la tierra. Pues han tropezado, hombre poderoso contra hombre poderoso. Juntos han caído, los dos”.
“Anúncien[lo] en Egipto, y publíquen[lo] en Migdol, y publíquen[lo] en Nof y en Tahpanhés. Digan: ‘Apóstate, haciendo también preparación para ti, porque una espada ciertamente devorará en todo tu derredor.
En grandes números están tropezando. También realmente caen. Y siguen diciéndose uno a otro: “Levántate, sí, y de veras volvámonos a nuestro pueblo y a la tierra de nuestros parientes a causa de la espada del maltrato”’.
”‘Tan ciertamente como que estoy vivo —es la expresión del Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos—, como Tabor entre las montañas y como Carmelo junto al mar él entrará.
Haz para ti mero equipaje para el destierro, oh moradora, la hija de Egipto. Porque Nof misma llegará a ser un simple objeto de pasmo y realmente será incendiada, de modo que quede sin habitante.
Además, sus [soldados] alquilados en medio de ella son como becerros engordados. Pero ellos mismos también han cedido; juntos han huido. No se han mantenido en pie. Porque el mismo día de su desastre les ha sobrevenido, el tiempo de darles atención.’
”‘Su voz es como la de una serpiente que va adelante; porque con energía vital los hombres irán, y con hachas realmente entrarán en ella, como los que andan recogiendo pedazos de madera.
Ciertamente talarán su bosque —es la expresión de Jehová—, porque no podía penetrarse. Pues se han hecho más numerosos que la langosta, y no tienen número.
”Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, ha dicho: ‘Aquí voy a dirigir mi atención a Amón de No y a Faraón y a Egipto y a sus dioses y a sus reyes, aun a Faraón y a todos los que confían en él’.
”‘Y ciertamente los daré en la mano de los que buscan su alma y en la mano de Nabucodorosor el rey de Babilonia y en la mano de sus siervos; y después se residirá en ella como en los días de la antigüedad’, es la expresión de Jehová.
”‘Y en cuanto a ti, no tengas miedo, oh siervo mío Jacob, y no estés sobrecogido de terror, oh Israel. Porque, mira, voy a salvarte de lejos, y a tu prole de la tierra de su cautiverio. Y ciertamente Jacob volverá y no tendrá disturbio, y estará en desahogo y sin nadie que haga temblar.
En cuanto a ti, no tengas miedo, oh siervo mío Jacob —es la expresión de Jehová—, porque yo estoy contigo. Porque haré un exterminio entre todas las naciones a las cuales te he dispersado, pero no haré exterminio de ti. No obstante, tendré que castigarte hasta el grado debido, y de ninguna manera te dejaré sin castigo’”.
Esto es lo que ha dicho Jehová: “¡Mira! Aguas vienen subiendo desde el norte y se han hecho un torrente inundante. E inundarán el país y lo que lo llena, la ciudad y los que la habitan. Y ciertamente clamarán los hombres, y todos los que moran en el país tendrán que aullar.
Al sonido del patear de los cascos de sus caballos sementales, al traqueteo de sus carros de guerra, el estruendo de sus ruedas, los padres realmente no se volverán hacia los hijos, por habérseles caído [las] manos,
por motivo del día que viene para despojar con violencia a todos los filisteos,j para cortar de Tirok y de Sidónl todo sobreviviente que prestaba ayuda.m Pues Jehová está despojando con violencia a los filisteos,n que son los restantes de la isla de Caftor.o
Para Moab esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “¡Ay de Nebo, porque con violencia ha sido despojada! Quiryataim ha quedado avergonzada, ha sido tomada. La altura segura ha quedado avergonzada, y se le ha puesto en terror.
Ya no hay alabanza de Moab. En Hesbón han ideado contra ella una calamidad: ‘Vengan, y cortémosla para que no sea nación’. ”Tú, también, oh Madmén, debes guardar silencio. Tras de ti anda una espada.
Porque al subir a Luhit es con llanto que uno sube... hay un llanto. Porque al bajar de Horonaim hay un clamor angustioso por el quebranto que ha oído la gente.
Porque tu* confianza está cifrada en tus obras y en tus tesoros, tú misma también serás tomada. Y Kemós ciertamente saldrá al destierro, sus sacerdotes y sus príncipes al mismo tiempo.
Y el violento despojador entrará en cada ciudad, y no habrá ninguna ciudad que pueda lograr su escape. Y la llanura baja ciertamente perecerá, y la tierra llana será aniquilada, cosa que ha dicho Jehová.
”Denle una marca de camino a Moab, porque al caer en ruinas ella saldrá; y sus mismísimas ciudades llegarán a ser un simple objeto de pasmo, sin nadie que more en ellas.
”Los moabitas* han estado en desahogo desde su# juventud, y se mantienenº sosegados sobre sus heces. Y no han sido vaciados de una vasija a otra vasija, y no han ido al destierro. Por eso se ha detenido su sabor en ellos,± y su mismísimo olor no ha sido cambiado.
”‘Por lo tanto, ¡mira!, vienen días —es la expresión de Jehová—, y yo de seguro les enviaré inclinadores [de vasijas], y ellos ciertamente los inclinarán; y vaciarán sus vasijas, y estrellarán sus jarros grandes.
”‘Moab ha sido despojada con violencia, y uno ha subido contra las propias ciudades de ella. Y los mismísimos jóvenes más selectos de estas han bajado a la degollación’, es la expresión del Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
Tendrán que condolerse de ellos todos los que se hallan a su alrededor, aun todos los que conocen su nombre. Digan: ‘¡Oh cómo se ha quebrado la vara de la fuerza, el bastón de la hermosura!’.
”Bájate de la gloria, y siéntate con sed, oh moradora de la hija de Dibón; porque el violento despojador de Moab ha subido contra ti. Realmente reducirá a ruinas tus lugares fortificados.
Emborráchenlo, porque se ha dado grandes ínfulas contra Jehová mismo; y Moab ha chapoteado en su vómito, y ha llegado a ser objeto de burla, aun él mismo.
”’¿Y no se tornó Israel simplemente en objeto de burla para ti? ¿O acaso fue hallado entre verdaderos ladrones? Porque te sacudías siempre que hablabas contra él.
”’Dejen las ciudades y residan en el peñasco, habitantes de Moab, y lleguen a ser como la paloma que hace su nido en las regiones de la boca del hueco’”.
“‘Yo mismo he conocido su furor —es la expresión de Jehová—, y esa no es la manera como será; su habla vacía... realmente no harán justamente de esa manera.
”’Con más [llanto] que el llanto por Jazer lloraré por ti, oh vid de Sibmá. Tus propios sarmientos lozanos han cruzado el mar. Hasta el mar —[hasta] Jazer— han alcanzado. Sobre tu producto del verano y sobre tu vendimia ha caído el violento despojador mismo.
Y el regocijo y el gozo han sido quitados del huerto y de la tierra de Moab. Y de los lagares he hecho cesar el vino mismo. Nadie estará haciendo la pisa con gritería. La gritería no será gritería.’”
“‘Desde el clamor en Hesbón hasta Elealé misma, hasta Jáhaz misma han dado su voz, desde Zóar hasta Horonaim misma, hasta Eglat-selisiyá; porque hasta las mismísimas aguas de Nimrim llegarán a ser simples desolaciones.
Y ciertamente haré que cesen de Moab —es la expresión de Jehová— el que suba una ofrenda sobre el lugar alto y el que haga humo de sacrificio a su dios.
Por eso mi propio corazón se alborotará por Moab mismo, justamente como flautas; y por los hombres de Quir-heres se alborotará mi corazón mismo, justamente como flautas. Por eso ciertamente perecerá la misma abundancia que él ha producido.
“‘Sobre todos los techos de Moab y en sus plazas públicas —toda parte de ella— hay plañido; porque he quebrado a Moab justamente como una vasija que no ocasiona deleite —es la expresión de Jehová—.
¡Oh, cómo ha quedado aterrorizada! ¡Aúllen! ¡Oh, cómo ha vuelto Moab la espalda! Se ha avergonzado. Y Moab ha llegado a ser objeto de burla y cosa aterradora a todos los que están a su alrededor.’”
Los pueblos realmente serán tomados, y de los propios lugares fuertes de ella ciertamente se apoderarán. Y el corazón de los hombres poderosos de Moab tiene que ponerse en aquel día como el corazón de una esposa que está padeciendo angustia de alumbramiento’.”
Cualquiera que huya a causa del pavor caerá en el hueco; y cualquiera que suba del hueco quedará preso en la trampa.’ ”‘Porque traeré sobre ella, sobre Moab, el año de darles atención —es la expresión de Jehová—.
En la sombra de Hesbón los que huyen se han detenido sin poder. Pues un fuego mismo ciertamente saldrá de Hesbón, y una llama de en medio de Sehón; y devorará las sienes de Moab y la coronilla de la cabeza de los hijos de alboroto.’
Para los hijos de Ammón esto es lo que ha dicho Jehová: “¿Acaso no hay hijos que tenga Israel, o no hay heredero que tenga él? ¿Por qué ha tomado posesión Malcam de Gad, y su propio pueblo se ha puesto a morar en las mismísimas ciudades [de Israel]?”.
“‘Por lo tanto, ¡miren!, vienen días —es la expresión de Jehová—, y ciertamente haré que se oiga la señal de alarma de la guerra hasta contra Rabá de los hijos de Ammón; y ella ciertamente llegará a ser un montículo de un yermo desolado, y sus propios pueblos dependientes serán incendiados en el fuego mismo.’
”‘E Israel realmente tomará posesión de los que lo tienen en posesión a él’, ha dicho Jehová.
”‘¡Aúlla, oh Hesbón, porque Hai ha sido despojada con violencia! Clamen, oh pueblos dependientes de Rabá. Cíñanse de saco. Plañan, y discurran entre los apriscos de piedra, porque Malcam mismo irá aun al destierro, sus sacerdotes y sus príncipes, todos juntos.
¿Por qué te glorías de las llanuras bajas, tu ondulante llanura baja, oh hija infiel, tú la que confía en sus tesoros, [que dice:] “¿Quién vendrá a mí?”.’”
“‘¡Mira!, voy a traer sobre ti una cosa pavorosa —es la expresión del Señor Soberano, Jehová de los ejércitos—, de todos los que están alrededor de ti. Y ustedes ciertamente serán dispersados, cada cual en su propia dirección, y no habrá quien junte a los que están huyendo.’”
Para Edom, esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “¿No hay ya sabiduría en Temán? ¿Ha perecido el consejo de los entendidos? ¿Está su sabiduría en estado de putrefacción?
¡Huyan! ¡Permítanse ceder! ¡Bajen a lo profundo para morar, oh habitantes de Dedán! Porque el desastre de Esaú ciertamente traeré sobre él, el tiempo en que tenga que dirigirle mi atención.
Si realmente vinieran a ti vendimiadores mismos, ¿no dejarían que quedaran algunos rebuscos? Si [entraran] ladrones de noche, ciertamente causarían solo la ruina que quisieran.
Pero en cuanto a mí, ciertamente desnudaré a Esaú. Verdaderamente descubriré sus escondrijos, y uno no podrá esconderse. Su prole y sus hermanos y sus vecinos ciertamente serán despojados con violencia, y él no existirá.
Porque esto es lo que ha dicho Jehová: “¡Mira! Aunque no es costumbre de ellos beber la copa, sin falta beberán. Y tú mismo, ¿acaso tú serás dejado absolutamente sin castigo? No serás dejado sin castigo, porque sin falta beberás”.
“Porque por mí mismo he jurado —es la expresión de Jehová— que solo objeto de pasmo, oprobio, devastación e invocación de mal llegará a ser Bozrá; y todas sus propias ciudades llegarán a ser lugares devastados hasta tiempo indefinido.”
Hay un informe que he oído de parte de Jehová, y hay un enviado que se despacha entre las naciones, [y dice:] “Júntense, y vengan contra ella, y levántense para la batalla”.
El estremecimiento que causaste te ha engañado, la presunción de tu corazón, oh tú que resides en los retiros del peñasco, que tienes la altura de la colina. Aunque edifiques en alto tu nido a manera de águila, de allí te haré bajar —es la expresión de Jehová—.
Y Edom tiene que llegar a ser objeto de pasmo. Todo el que vaya pasando junto a ella se quedará mirando pasmado, y silbará por causa de todas sus plagas.
Justamente como en el derribo de Sodoma y Gomorra y sus [pueblos] vecinos —ha dicho Jehová—, no morará allí hombre alguno, y no residirá como forastero en ella ningún hijo de la humanidad.
”¡Miren! Alguien subirá a manera de león de los [matorrales] orgullosos a lo largo del Jordán al lugar de habitación durable, pero en un momento ciertamente lo haré huir de ella. Y al que es escogido nombraré sobre ella. Porque ¿quién hay como yo, y quién me desafiará, y quién, pues, es el pastor que pueda mantenerse de pie delante de mí?
Por lo tanto, oigan el consejo de Jehová que él ha formulado contra Edom, y sus pensamientos que él ha ideado contra los habitantes de Temán: De seguro serán arrastrados los pequeñuelos del rebaño. De seguro a causa de ellos él hará que la morada de ellos sea desolada.
¡Miren! A manera de águila alguien ascenderá y se abalanzará, y extenderá sus alas sobre Bozrá; y el corazón de los hombres poderosos de Edom realmente se pondrá en aquel día como el corazón de una esposa que está padeciendo angustia en el alumbramiento.”
Para Damasco: “Se han avergonzado Hamat y Arpad, porque es un informe malo el que han oído. Se han desintegrado. En el mar hay solicitud ansiosa; no puede mantenerse sosegado.
Damasco ha perdido ánimo. Ha dado la vuelta para huir, y queda sobrecogida de verdadero pánico. Angustia y dolores de parto mismos se han apoderado de ella, como de una mujer que está dando a luz.
”Por eso, sus jóvenes caerán en sus plazas públicas, y todos los mismísimos hombres de guerra serán reducidos a silencio en aquel día —es la expresión de Jehová de los ejércitos—.
Para Quedar y los reinos de Hazor, que derribó Nabucodorosor el rey de Babilonia, esto es lo que ha dicho Jehová: “Levántense, suban a Quedar, y despojen con violencia a los hijos de Oriente.
Sus propias tiendas y sus propios rebaños serán tomados, sus telas de tienda y todos sus objetos. Y sus propios camellos serán llevados de ellos. Y ciertamente clamarán a ellos: ‘¡El terror está todo en derredor!’”.
“Huyan, fúguense lejos; bajen a lo profundo para morar, oh habitantes de Hazor —es la expresión de Jehová—. Porque Nabucodorosor el rey de Babilonia ha formulado un consejo hasta contra ustedes, y ha ideado contra ustedes un pensamiento.”
“¡Levántense, suban contra la nación que está en desahogo, que mora en seguridad!”, es la expresión de Jehová. “Ni puertas ni barra tiene. Solitarios residen.
Y sus camellos tienen que llegar a ser botín; y la multitud de su ganado, despojo. Y ciertamente los esparciré a todo viento, a estos que tienen el cabello cortado en las sienes; y de todas las regiones cercanas traeré su desastre —es la expresión de Jehová—.
Y Hazor tiene que llegar a ser albergue de chacales, un yermo desolado hasta tiempo indefinido. No morará allí hombre alguno, y no residirá como forastero en ella ningún hijo de la humanidad.”
Esto es lo que le ocurrió como palabra de Jehová a Jeremías el profeta respecto a Elam al principio de la gobernación real de Sedequías el rey de Judá, diciendo:
Y ciertamente traeré sobre Elam los cuatro vientos desde las cuatro extremidades de los cielos. Y ciertamente los esparciré a todos estos vientos, y resultará que no habrá nación a la cual no lleguen los dispersos de Elam’”.
“Y ciertamente desbarataré a los elamitas delante de sus enemigos y delante de los que buscan su alma; y ciertamente traeré sobre ellos una calamidad, mi cólera ardiente —es la expresión de Jehová—. Y ciertamente enviaré tras ellos la espada hasta que yo los haya exterminado.”
“Anúncien[lo] entre las naciones y publíquen[lo]. Y alcen una señal enhiesta;* publíquen[lo]. No escondan nada. Digan: ‘Babilonia ha sido tomada. Bel ha quedado avergonzado. Merodac se ha aterrorizado. Sus imágenes han quedado avergonzadas. Sus ídolos estercolizos se han aterrorizado’.
Porque contra ella ha subido una nación desde el norte. Es la que hace de la tierra de ella un objeto de pasmo, de manera que resulta que nadie mora en ella. Tanto el hombre como el animal doméstico han huido. Se han ido”.
“En aquellos días y en aquel tiempo —es la expresión de Jehová—, los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntos, vendrán. Andarán, llorando al andar, y a Jehová su Dios buscarán.
Seguirán preguntando el camino a Sión, con sus rostros en aquella dirección, [y dirán:] ‘Vengan y unámonos a Jehová en un pacto de duración indefinida que no será olvidado’.
Rebaño de criaturas que perecen es lo que mi pueblo ha llegado a ser. Sus propios pastores las han hecho andar errantes. En las montañas las han descarriado. De montaña a colina han ido. Han olvidado su lugar de descanso.
Todos los que las han hallado se las han comido, y sus propios adversarios han dicho: ‘No llegaremos a ser culpables, debido al hecho de que ellos han pecado contra Jehová, el lugar de habitación de la justicia y la esperanza de sus antepasados, Jehová’.”
“Emprendan su huida de en medio de Babilonia, y salgan hasta de la tierra de los caldeos, y háganse como los animales que sirven de guías* delante del rebaño.
Porque aquí estoy suscitando y haciendo subir contra Babilonia una congregación de grandes naciones desde la tierra del norte, y ciertamente se dispondrán en orden contra ella. Desde allí será tomada. Las flechas de uno son como las de un hombre poderoso que causa privación de hijos, que no vuelve sin resultados.
“Porque ustedes siguieron regocijándose, porque ustedes siguieron alborozándose cuando estuvieron saqueando mi propia herencia. Porque siguieron escarbando como una novilla en la hierba tierna, y siguieron relinchando como caballos sementales.
La madre de ustedes ha quedado muy avergonzada. La que los dio a luz ha sido desilusionada. ¡Miren! Ella es la menos importante de las naciones, un desierto falto de agua y una llanura desértica.
A causa de la indignación de Jehová no será habitada, y tiene que llegar a ser un yermo desolado en su totalidad. En cuanto a cualquiera que vaya pasando junto a Babilonia, se quedará mirando pasmado y silbará por motivo de todas sus plagas.
”Dispónganse en orden contra Babilonia desde todos lados, todos ustedes los que pisan el arco. Disparen contra ella. No ahorren flechas, porque es contra Jehová contra quien ella ha pecado.
Den un grito de guerra contra ella desde todos lados. Ella ha dado su mano. Sus columnas han caído. Sus muros han sido demolidos. Porque es la venganza de Jehová. Vénguense de ella. Tal como ella ha hecho, háganle a ella.
Corten de Babilonia al sembrador, y al que maneja la hoz en el tiempo de la siega. A causa de la espada del maltrato, cada cual se dirigirá a su propio pueblo, y cada cual huirá a su propia tierra.
”Israel es una oveja esparcida. Leones mismos han hecho la dispersión. En el primer caso el rey de Asiria lo ha devorado, y en este último caso Nabucodorosor el rey de Babilonia ha roído sus huesos.
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Aquí voy a dirigir mi atención al rey de Babilonia y a su tierra de la misma manera como dirigí mi atención al rey de Asiria.
Y de veras traeré a Israel de vuelta a su apacentadero, y él ciertamente pacerá en el Carmelo y en Basán; y en la región montañosa de Efraín y de Galaad se satisfará su alma’.”
“Y en aquellos días y en aquel tiempo —es la expresión de Jehová— se buscará el error de Israel, pero no será; y los pecados de Judá, y no se hallarán, pues perdonaré a los que deje quedar.”
“Contra la tierra de Merataim... sube contra ella y contra los habitantes de Peqod. Que una masacre y un dar por entero a la destrucción vayan al alcance de ellos —es la expresión de Jehová—, y haz conforme a todo lo que te he mandado.
¡Oh, cómo ha sido cortado y se quiebra el martillo de fragua de toda la tierra! ¡Oh, cómo ha llegado a ser Babilonia un simple objeto de pasmo entre las naciones!
Te he tendido un lazo y también has sido atrapada, oh Babilonia, y tú misma no [lo] supiste. Se te halló y también se te prendió, porque fue contra Jehová contra quien te excitaste.
”Jehová ha abierto su almacén, y saca las armas de su denunciación. Porque hay una obra que el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos, tiene en la tierra de los caldeos.
Entren en ella desde la parte más lejana. Abran los graneros de ella. Amontónenla, justamente como los que hacen montones, y denla por entero a la destrucción. No vaya a tener ella restantes.
”Hay el sonido de los que huyen y de los que escapan de la tierra de Babilonia para anunciar en Sión la venganza de Jehová nuestro Dios, la venganza por su templo.
”Manden a llamar contra Babilonia a los arqueros, a todos los que pisan el arco. Acampen contra ella todo en derredor. No resulte haber ningún escapado. Páguenle conforme a su actividad. Conforme a todo lo que ha hecho, háganle a ella. Porque es contra Jehová contra quien ha obrado presuntuosamente, contra el Santo de Israel.
Por eso, sus jóvenes caerán en sus plazas públicas, y hasta todos sus hombres de guerra serán reducidos a silencio en aquel día”, es la expresión de Jehová.
“¡Mira! Yo estoy contra ti, oh Presunción —es la expresión del Señor Soberano, Jehová de los ejércitos—, porque tiene que venir tu día, el tiempo en que tenga que darte atención.
Y la Presunción ciertamente tropezará y caerá, y no tendrá quien la haga levantarse. Y ciertamente encenderé un fuego en sus ciudades, y este tendrá que devorar todos sus alrededores.”
Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “Los hijos de Israel y los hijos de Judá están siendo oprimidos juntos, y todos los que los llevaron cautivos los han asido. Han rehusado dejarlos ir.
Su Recomprador es fuerte, Jehová de los ejércitos por nombre. Sin falta él conducirá la causa judicial de ellos, a fin de que realmente dé reposo a la tierra y cause agitación a los habitantes de Babilonia”.
Hay una espada contra los de habla vacía, y ciertamente obrarán tontamente. Hay una espada contra los hombres poderosos de ella, y realmente se aterrorizarán.
Hay una espada contra sus caballos y contra sus carros de guerra y contra toda la compañía mixta que se halla en medio de ella, y ciertamente se volverán mujeres. Hay una espada contra los tesoros de ella, y realmente serán saqueados.
Hay una devastación sobre sus aguas, y estas tienen que secarse. Porque es una tierra de imágenes esculpidas, y a causa de [sus] visiones aterradoras siguen obrando locamente.
Por eso los frecuentadores de las regiones áridas morarán con los animales aulladores, y en ella tienen que morar los avestruces; y nunca más se morará en ella, ni residirá ella por generación tras generación.”
“Justamente como en el caso del derribo de Sodoma y de Gomorra y de sus [pueblos] vecinos por Dios —es la expresión de Jehová—, no morará allí hombre alguno, ni residirá como forastero en ella el hijo de la humanidad.
Arco y jabalina manejan. Son crueles, y no mostrarán misericordia. El sonido de ellos es como el mar que está bullicioso, y montarán sobre caballos; dispuestos en orden como un solo hombre para guerra contra ti, oh hija de Babilonia.
”El rey de Babilonia ha oído el informe acerca de ellos, y sus manos han caído. ¡Hay angustia! Dolores fuertes se han apoderado de él, justamente como de una mujer que está dando a luz.
”¡Miren! Alguien subirá precisamente como un león desde los [matorrales] orgullosos a lo largo del Jordán al lugar de habitación durable, pero en un momento haré que huyan de ella. Y al que es escogido nombraré sobre ella. Porque ¿quién es como yo, y quién me desafiará, y quién, pues, es el pastor que pueda mantenerse de pie delante de mí?
Por lo tanto, oigan el consejo de Jehová que él ha formulado contra Babilonia, y sus pensamientos que él ha ideado contra la tierra de los caldeos. De seguro serán arrastrados los pequeñuelos del rebaño. De seguro a causa de ellos él hará que sea desolado el lugar de habitación de ellos.
y de veras enviaré a Babilonia aventadores que ciertamente la aventarán y que harán vacía su tierra; porque realmente resultarán estar en contra de ella por todos lados en el día de la calamidad.
”Que el que pise su arco no lo pise. Y que no se levante nadie en su cota de malla.
”Y no les muestren compasión ustedes a los jóvenes de ella. Den por entero a la destrucción a todo el ejército de ella.
”Pues Israel y Judá no se hallan enviudadas de su Dios, de Jehová de los ejércitos. Porque la tierra de aquellos ha estado llena de culpa desde el punto de vista del Santo de Israel.
”Huyan de en medio de Babilonia, y provea escape cada uno para su propia alma. No vaya a dejarlos inanimados el error de ella. Porque es el tiempo de la venganza que pertenece a Jehová. Hay tratamiento por el cual él le está dando el pago.
Babilonia ha sido una copa de oro en la mano de Jehová, pues ella ha estado emborrachando a toda la tierra. De su vino han bebido las naciones. Por eso las naciones siguen obrando enloquecidas.
“Hubiéramos querido sanar a Babilonia, pero no ha sido sanada. Déjenla, y vámonos cada uno a su propia tierra. Pues hasta los cielos mismos ha llegado el juicio de ella, y se ha alzado hasta los cielos nublados.
“Pulan las flechas. Llenen los escudos circulares. Jehová ha suscitado el espíritu de los reyes de los medos, porque es contra Babilonia contra quien está la idea de él, para arruinarla. Pues es la venganza de Jehová, la venganza por su templo.
Contra los muros de Babilonia alcen una señal enhiesta. Fortalezcan la guardia. Aposten los guardias. Preparen a los que forman la emboscada. Porque Jehová tanto ha formado la idea como de seguro hará lo que ha hablado contra los habitantes de Babilonia.”
Jehová de los ejércitos ha jurado por su propia alma: ‘Ciertamente te llenaré de hombres, como las langostas, y ellos ciertamente emitirán en canto sobre ti un grito’.
Él es el Hacedor de la tierra por su poder, Aquel que firmemente estableció la tierra productiva por su sabiduría, y Aquel que por su entendimiento extendió los cielos.
A [su] voz, por él hay un dar de una ruidosa agitación de aguas en los cielos, y él hace que asciendan vapores desde la extremidad de la tierra. Él ha hecho hasta conductos para la lluvia, y de los almacenes suyos saca el viento.
Todo hombre se ha portado tan irrazonablemente como para no saber. Todo metalario se sentirá avergonzado a causa de la imagen tallada; pues su imagen fundida es una falsedad, y no hay espíritu en ellas.
”La Parte que corresponde a Jacob no es como estas cosas, porque él es el Formador de todo, hasta del bastón de su herencia. Jehová de los ejércitos es su nombre.
”Tú eres para mí un garrote, como armas de guerra, y por medio de ti ciertamente haré añicos a naciones, y por medio de ti verdaderamente arruinaré a reinos.
Y por medio de ti ciertamente haré añicos el caballo y a su jinete, y por medio de ti de veras haré añicos el carro de guerra y al que va montado en él.
Y por medio de ti ciertamente haré añicos a hombre y mujer, y por medio de ti verdaderamente haré añicos a viejo y muchacho, y por medio de ti ciertamente haré añicos a joven y virgen.
Y por medio de ti de veras haré añicos al pastor y su hato, y por medio de ti ciertamente haré añicos al labrador y su pareja [de animales], y por medio de ti de veras haré añicos a gobernadores y gobernantes diputados.
Y ciertamente pagaré a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea toda su maldad que han cometido en Sión ante los ojos de ustedes”, es la expresión de Jehová.
“Aquí estoy contra ti, oh montaña ruinosa —es la expresión de Jehová—, arruinadora de toda la tierra; y ciertamente extenderé mi mano contra ti y te haré rodar de los peñascos y haré de ti una montaña acabada por quema.”
“Y la gente no tomará de ti una piedra para una esquina ni una piedra para fundamentos, porque yermos desolados hasta tiempo indefinido es lo que llegarás a ser”, es la expresión de Jehová.
“Alcen una señal enhiesta en el país. Toquen un cuerno entre las naciones. Santifiquen contra ella a las naciones. Manden a llamar contra ella a los reinos de Ararat, Miní y Askenaz. Comisionen contra ella a un oficial de reclutamiento. Hagan subir los caballos como langostas erizadas.
Santifiquen contra ella a las naciones, los reyes de Media, sus gobernadores y todos sus gobernantes diputados y toda la tierra del dominio de cada uno.
Y mézase la tierra y esté con fuerte dolor, porque contra Babilonia se han levantado los pensamientos de Jehová para hacer de la tierra de Babilonia un objeto de pasmo, sin habitante alguno.
”Los hombres poderosos de Babilonia han cesado de pelear. Se han quedado sentados en los lugares fuertes. Su poderío se ha agotado. Se han convertido en mujeres. Las residencias de ella han sido incendiadas. Sus barras han sido quebradas.
”Corre un correo al encuentro de otro correo, y un informante al encuentro de otro informante, para informar al rey de Babilonia que su ciudad ha sido tomada en todo extremo,
Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “La hija de Babilonia es como una era. Es el tiempo de pisarla hasta que quede sólida. Un ratito más y tiene que llegar para ella el tiempo de la siega”.
“Me ha comido Nabucodorosor el rey de Babilonia; me ha puesto en confusión. Me ha puesto como una vasija vacía. Me ha tragado como [lo haría] una culebra grande; ha llenado su abdomen de mis cosas placenteras. Me ha lavado de [mi lugar].
‘¡La violencia hecha a mí y [a] mi organismo [venga] sobre Babilonia!’, dirá la moradora de Sión. ‘¡Y [venga] mi sangre sobre los habitantes de Caldea!’, dirá Jerusalén.”
Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí estoy conduciendo tu causa judicial, y ciertamente ejecutaré venganza para ti. Y realmente secaré el mar de ella, y de seguro haré que queden secos sus pozos.
“Cuando estén acalorados tenderé sus banquetes y ciertamente los emborracharé, para que se alborocen; y tendrán que dormir un sueño de duración indefinida, del cual no despertarán —es la expresión de Jehová—.
“¡Oh, cómo ha sido tomada Sesac, y cómo llega a ser capturada la Alabanza de toda la tierra! ¡Cómo ha llegado a ser Babilonia simplemente un objeto de pasmo entre las naciones!
Sus ciudades han llegado a ser objeto de pasmo, una tierra árida y una llanura desértica. Como tierra, no habitará en ellas hombre alguno, y no pasará por ellas ningún hijo de la humanidad.
Y ciertamente dirigiré mi atención a Bel en Babilonia, y ciertamente sacaré de su boca lo que se ha tragado. Y a él no afluirán más las naciones. También, el mismísimo muro de Babilonia tiene que caer.
O de otro modo el corazón de ustedes desplegará timidez, y les dará miedo a causa del informe que habrá de oírse en el país. Y en un año realmente vendrá el informe, y después de él, en otro año, habrá el informe y violencia en la tierra, y gobernante contra gobernante.
Por lo tanto, ¡miren!, vienen días, y ciertamente dirigiré mi atención a las imágenes esculpidas de Babilonia; y toda su propia tierra se avergonzará, y todos sus propios muertos caerán en medio de ella.
”Y ciertamente clamarán gozosamente sobre Babilonia los cielos y la tierra y todo lo que en ellos hay, porque del norte vendrán a ella los violentos despojadores”, es la expresión de Jehová.
“No solo fue Babilonia la causa de que cayeran los de Israel que fueron muertos, sino que también en Babilonia han caído los muertos de toda la tierra.
“Hemos quedado avergonzados, porque hemos oído oprobio. Humillación ha cubierto nuestro rostro, pues han llegado extraños contra los lugares santos de la casa de Jehová.”
“Por lo tanto, ¡miren!, vienen días —es la expresión de Jehová—, y ciertamente dirigiré mi atención a las imágenes esculpidas de ella, y por toda su tierra gemirá el traspasado.”
“Aunque Babilonia ascienda a los cielos, y aunque haga inaccesible la altura de su fuerza, de mí llegarán a ella los violentos despojadores”, es la expresión de Jehová.
porque Jehová está despojando con violencia a Babilonia, y ciertamente destruirá de en medio de ella la gran voz, y las olas de ellos realmente estarán bulliciosas como muchas aguas. El ruido de la voz de ellos ciertamente se emitirá.
Porque tiene que venir sobre ella, sobre Babilonia, el violento despojador, y los hombres poderosos de ella ciertamente serán capturados. Sus arcos tendrán que ser desbaratados, porque Jehová es un Dios de recompensas. Sin falta hará la paga.
Y ciertamente emborracharé a los príncipes de ella y a los sabios de ella, a sus gobernadores y a sus gobernantes diputados y a sus hombres poderosos, y ellos tendrán que dormir un sueño de duración indefinida, del cual no despertarán”, es la expresión del Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “El muro de Babilonia, aunque ancho, sin falta será arrasado; y sus puertas, aunque altas, serán incendiadas con fuego. Y los pueblos tendrán que afanarse sencillamente para nada, y grupos nacionales sencillamente para el fuego; y simplemente se rendirán de cansancio”.
La palabra que Jeremías el profeta ordenó a Seraya hijo de Nerías hijo de Mahseya cuando este fue con Sedequías el rey de Judá a Babilonia en el año cuarto de ser rey; y Seraya era el comisario ordenador.
Y tienes que decir: ‘Oh Jehová, tú mismo has hablado contra este lugar, para cortarlo de modo que no llegue a haber en él habitante alguno, sea hombre o aun animal doméstico, sino que llegue a ser meros yermos desolados hasta tiempo indefinido’.
Y tienes que decir: ‘Así es como se hundirá Babilonia, y nunca se levantará a causa de la calamidad que voy a traer sobre ella; y ciertamente se rendirán de cansancio’”. Hasta este punto son las palabras de Jeremías.
Sedequías tenía veintiún años de edad cuando empezó a reinar, y por once años reinó en Jerusalén. Y el nombre de su madre era Hamutal hija de Jeremías de Libná.
Porque a causa de la cólera de Jehová esto sucedió en Jerusalén y Judá, hasta que él los hubo echado de delante de su rostro. Y Sedequías procedió a rebelarse contra el rey de Babilonia.
Por fin, en el año noveno de ser él rey, en el mes décimo, al día diez del mes, aconteció que Nabucodorosor el rey de Babilonia vino, él y toda su fuerza militar, contra Jerusalén, y se pusieron a acampar contra ella y a edificar contra ella un muro de asedio todo en derredor.
Por fin se abrió brecha en la ciudad; y en cuanto a todos los hombres de guerra, se pusieron a huir y a salir de noche de la ciudad por el camino de la puerta entre el muro doble que está junto al jardín del rey, mientras los caldeos estaban todo alrededor contra la ciudad; y siguieron yendo por el camino del Arabá.
Y una fuerza militar de los caldeos fue corriendo tras el rey, y lograron alcanzar a Sedequías en las llanuras desérticas de Jericó; y toda su propia fuerza militar fue esparcida de su lado.
Entonces prendieron al rey y lo hicieron subir al rey de Babilonia en Riblá, en la tierra de Hamat, para que este pronunciara contra él decisiones judiciales.
Y cegó los ojos de Sedequías, después de lo cual el rey de Babilonia lo sujetó con grilletes de cobre y lo llevó a Babilonia y lo puso en la casa de custodia hasta el día de su muerte.
Y en el mes quinto, el día diez del mes, es decir, [en] el año diecinueve del rey Nabucodorosor, el rey de Babilonia, entró en Jerusalén Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps, que tenía su puesto delante del rey de Babilonia.
Y a algunos de los de condición humilde del pueblo y a los demás del pueblo que quedaban en la ciudad y a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia y a los demás de los obreros maestros se los llevó al destierro Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps.
Y a algunos de condición humilde del país Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps dejó que se quedaran como viñadores y trabajadores bajo obligación.
Y las columnas de cobre que pertenecían a la casa de Jehová, y las carretillas, y el mar de cobre que había en la casa de Jehová, los caldeos los hicieron pedazos, y fueron llevándose todo el cobre de ellos a Babilonia.
Y las fuentes y los braserillos y los tazones y los recipientes y los candelabros y las copas y los tazones que eran de oro genuino, y los que eran de plata genuina, los tomó el jefe de la guardia de corps.
Y las dos columnas, el único mar y los doce toros de cobre que estaban debajo [del mar], las carretillas, que había hecho el rey Salomón para la casa de Jehová. Sucede que no [se tomó el] peso del cobre de ellos... de todos estos objetos.
Y en cuanto a las columnas, de dieciocho codos de altura era cada columna, y un hilo de doce codos mismo la circundaba; y su grueso era de cuatro dedos, y era hueca.
Y el capitel sobre ella era de cobre, y la altura de un capitel era de cinco codos; y en cuanto a la obra de malla y las granadas sobre el capitel, todo en derredor, todo ello era de cobre; y la segunda columna tenía justamente lo mismo que estos, también las granadas.
y de la ciudad tomó a un oficial de la corte que, según sucedía, era el comisionado de los hombres de guerra, y a siete hombres de los que tenían acceso al rey, que fueron hallados en la ciudad, y al secretario del jefe del ejército, el que reunía con fines militares a la gente de la tierra, y a sesenta hombres de la gente de la tierra, a quienes se halló en medio de la ciudad.
Y a estos el rey de Babilonia procedió a derribarlos y a darles muerte en Riblá, en la tierra de Hamat. Así Judá se fue al destierro de sobre su suelo.
En el año veintitrés de Nabucodorosor, Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps llevó al destierro a judíos, a setecientas cuarenta y cinco almas. Todas las almas fueron cuatro mil seiscientas.
Por fin, en el año treinta y siete del destierro de Joaquín el rey de Judá, en el mes duodécimo, el día veinticinco del mes, aconteció que Evil-merodac el rey de Babilonia, en el año que llegó a ser rey, elevó la cabeza de Joaquín el rey de Judá y procedió a sacarlo de la casa de encierro.
Y en cuanto a su porción designada, se le dio con constancia una porción designada de parte del rey de Babilonia, diariamente como debido, hasta el día de su muerte, todos los días de su vida.