La lírica

La poesía tuvo una presencia en la vida pública a través de academias literarias, justas poéticas y celebraciones tanto populares como oficiales. En esta época convivieron una corriente popular, con villancicos y letrillas que glosaban poemas tradicionales, y otra de carácter culto, muy artificiosa. La primera modalidad poética fue apreciada por todo tipo de públicos, incluidos los autores de la poesía culta. Estos también compusieron romances artísticos que quedaron recogidos en diversas ediciones; entre ellos cabe destacar a Lope de Vega, Góngora y Quevedo. Además, circulaban en pliegos sueltos romances, coplas de ciego y distinta poesía de forma popular. Pero las dos grandes corrientes de la lírica barroca fueron el conceptismo y el culteranismo.

El conceptismo profundizó en la agudeza expresiva desarrollando el concepto, es decir, el pensamiento ingenioso, mostrándolo de modo artificioso. El lenguaje se enriqueció con juegos léxicos que apuraron varios significados de las palabras, semejanzas fonéticas, contraposición de palabras o frases, paranomasias, equívocos, antítesis, paradojas y contrastes, al tiempo que los autores llevaban a cabo un laconismo expresivo para que destacara la eficacia del concepto. Francisco de Quevedo y Baltasar Gracián fueron dos de los principales escritores barrocos que cultivaron el conceptismo, que se desarrolló en todos los géneros literarios.

El culteranismo fue una tendencia literaria que, a través de una expresión culta y refinada, buscó la oscuridad formal con el propósito de llegar a un público culto. Los autores culteranos, de los cuales Góngora fue el máximo representante, emplearon con mucha frecuencia el cultismo léxico de origen grecolatino y el cultismo sintáctico, en el que destacó el uso del hipérbaton, y también recurrieron al uso audaz e intensivo de la metáfora, a la que acompañaron con imágenes y metonimias, otorgando una gran importancia a los valores sensoriales. Por otra parte, la temática de la escuela culterana se inspiró en muchas ocasiones en la mitología pagana.